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OTAN OTAN revista de la Entrevista con el General Sir Rupert Smith páginas 24-25 Mujeres en uniforme páginas 30-33 El reto del mantenimiento de la paz VERANO 2001 El reto del mantenimiento de la paz

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OTANOTANrevista de la

Entrevista con elGeneral Sir Rupert Smithpáginas 24-25

Mujeresen uniformepáginas 30-33

El reto del mantenimientode la paz

organización del tratado del atlántico norte

alemaniabélgicacanadá

dinamarcaespaña

estados unidosfranciagrecia

hungríaislandia

italialuxemburgo

noruegapaíses bajos

poloniaportugal

reino unidorepública checa

turquía

VERANO 2001

El reto del mantenimientode la paz

Portada Rev. OTAN 2/2001 13/9/01 21:44 Página 1

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Revista de la OTAN2 Verano 2001

PORTADA

Un soldado de la OTAN queparticipa en operaciones demantenimiento de la paz da la bienvenida a los refugiadosalbanokosovares que vuelven a casa.

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DEBATE

16¿Pueden ser los soldadosguardianes de la paz y combatientes al mismo tiempo?BILL NASH FRENTE A JOHN HILLEN

¿Deben implicarse las unidadesde combate en misiones de mantenimiento de la paz?¿Perjudicará esto sus aptitudes guerreras?

RESEÑA

21Historia actualJamie Shea analiza cinco librossobre la campaña de la OTAN en Kosovo.

ENTREVISTA

24General Sir Rupert Smith:DSACEUR

OTANEl objetivo de esta revista, publicada bajola autoridad del Secretario General, escontribuir a una discusión constructivade los problemas atlánticos. Los artícu-los que aquí se publican no representannecesariamente la opinión o la políticade los gobiernos miembros de la OTAN.

DIRECTOR: Christopher BennettASISTENTE DEL DIRECTOR: Vicki NielsenASISTENTE DE PRODUCCIÓN: Felicity BreezeMAQUETA: NATO Graphics Studio

Editor: Director de Información y PrensaNATO, 1110 Brussels, Belgium

Impreso en SERGRAPH, Madrid (España)© [email protected]@hq.nato.int

Los artículos pueden ser reproducidos tras haber obte-nido la autorización de la Redacción y mencionandosu origen. La reproducción de los artículos firmadosdebe realizarse incluyendo el nombre de su autor.La Revista de la OTAN se publica periódicamen-te en español, al igual que en Checo, Inglés(NATO Review), Danes (NATO Nyt.), Holandés(NAVO Kroniek), Francés (Revue de l’OTAN),Alemán (NATO Brief), Griego (Deltio NATO),Húngaro (NATO Tükor), Italiano (Rivista dellaNATO), Noruego (NATO Nytt), Polaco (PrzegladNATO), Portugués (Noticias da OTAN), y Turco(NATO Dergisi). Una vez al año se publica enIslandés (NATO Fréttir) y ocasionalmente enucraniano y ruso.

La Revista de la OTAN está también disponible en la página web de la OTAN en la direcciónwww.nato.int/docu/review.htm

Pueden obtenerse de forma gratuita númerosimpresos de la revista en los países citados a con-tinuación en las direcciones que se acompañan:CANADA:Foreign Policy Communications DivisionDepartment of Foreign Affairs and Int’l Trade125 Sussex DriveOttawa, Ontario K1A 0G2UNITED KINGDOM:Communication Planning UnitMinistry of DefenceRoom 0370 Main BuildingLondon SW1A 2HBUNITED STATES:NATO Review - US Mission to NATOPSC 81 Box 200 - APO AE 09724

Las peticiones desde otros países diferentes a loscitados o para otras publicaciones de la OTANdeben ser enviadas a:NATO Office of Information and Press1110 Brussels, BelgiumFax: (32-2) 707 1252E-MAIL: [email protected]

Cada mención hecha en esta publicación a la anti-gua República Yugoslava de Macedonia está mar-cada por un asterisco (*), con la siguiente nota apie de página:Turquía reconoce a la República de Macedonia porsu nombre constitucional.

OTANrevista de la

ACTUALIDAD OTAN

4Noticias breves de la Alianza.

EL RETO DEL MANTENIMIENTO

DE LA PAZ

6Las operaciones demantenimiento de la paz:pasado y presenteEspen Barth Eide analiza la evoluciónde las operaciones de mantenimientode la paz desde el fin de la guerra fría.

9Una combinación de coraje y compasiónChristopher Bellamy sostiene que el mantenimiento de la paz no esuna actividad apta para timoratos.

12Lecciones aprendidasDavid Lightburn compara en que laOTAN y las Naciones Unidas apli-can las lecciones aprendidas en losBalcanes.

sumario

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Verano 2001 Revista de la OTAN 3

edito

rial El último número de esta renovada Revista de la OTAN ha

provocado un aluvión de correspondencia, destacando lasnumerosas peticiones de una sección de Cartas al director, porlo que hemos decidido añadirla en próximos números. Estavez el tema central de la revista es el mantenimiento de la paz,un campo en el que la Alianza se ha ido viendo cada vez másimplicada en los últimos años. Espen Barth Eide, Secretariode Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega,analiza la evolución de las operaciones de mantenimiento dela paz desde el final de la Guerra Fría. Chris Bellamy, profe-sor de doctrina y ciencia militar en la Universidad deCranfield, sostiene que las actividades de mantenimiento dela paz no son aptas para timoratos. Y David Lightburn, delCentro Pearson para el Mantenimiento de la Paz, compara laforma en la que la OTAN y las Naciones Unidas aplican laslecciones que aprendieron en los Balcanes. En el debate, BillNash, director del Consejo del Centro para la AcciónPreventiva del Consejo de Relaciones Exteriores, y JohnHillen, asesor sobre asuntos de seguridad en la campaña elec-toral del Presidente de los EEUU, George W. Bush, discutensi los soldados pueden ser simultáneamente guerreros y guar-dianes de la paz. El mismo tema se trata en la entrevista, en laque el general Sir Rupert Smith, Segundo ComandanteSupremo Aliado en Europa, expone sus puntos de vista sobrevarios asuntos, entre ellos la cuestión de cuáles son las funcio-nes más adecuadas para las fuerzas militares en las operacio-nes de mantenimiento de la paz. En la reseña de publicacio-nes, Jaime Shea, director de la Oficina de Información yPrensa de la OTAN, analiza cinco libros que tratan sobre lacampaña aérea de Alianza en Kosovo. Por otra parte, CarloScognamiglio-Pasini, ex Ministro de Defensa italiano, expli-ca el creciente papel que desempeña Italia en las operacionesde mantenimiento de la paz en los Balcanes. Y BronislawKomorowski, Ministro de Defensa polaco, describe el pro-grama de reforma militar de su país. Por último, cuando secumplen 25 años del reconocimiento oficial del Comité dela Mujer en las Fuerzas de la OTAN, Vicki Nielsen,Asistente del Director de la Revista de la OTAN, analiza ensu artículo el grado de integración de la mujer en los ejérci-tos de la OTAN. Completan este número las estadísticassobre el grado de participación de las mujeres en las fuerzasarmadas y las operaciones de mantenimiento de la paz.

Christopher Bennett

Volumen 49Verano 2001

Vacantes en la OTAN

Los ciudadanos de los países de la OTAN pueden optar a cualquiera de los puestos de la plantilla internacional de la OTAN. Los detallessobre las vacantes, los procedimientos a seguir y los formularios de

solicitud pueden obtenerse en la página web de la OTAN en la dirección:

http://www.nato.int/structur/recruit/index.htm

ESPECIAL

26El creciente apoyo de ItaliaCarlo Scognamiglio-Pasini explicael aumento de la participación italiana en las operaciones de mantenimiento de la paz en los Balcanes.

28La reforma militar polacaBronislaw Komorowski expone la reforma militar de Polonia.

TEMAS MILITARES

30Mujeres en uniformeVicki Nielsen analiza la integraciónde la mujer en las fuerzas de la OTAN.

ESTADÍSTICAS

34Las mujeres en las fuerzasarmadas de la OTAN

Operaciones de mantenimientode la paz

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El 20 de junio los embajadores antela OTAN se mostraron inicialmenteconformes con la petición del Presi-dente de la antigua República Yu-goslava de Macedonia*, Boris Traj-kovski, de que la OTAN preste suayuda a la desmilitarización de los ex-tremistas de origen albanés, condi-cionada a la continuación del diálogopolítico y al cese de las hostilidades.Se dieron instrucciones para la ela-boración de un Plan Operativo basa-do en estos supuestos.

El Secretario General de la OTAN, LordRobertson, visitó el 14 de junio la ca-pital de la Antigua República Yugosla-va de Macedonia, Skopje, para reunir-se con el Presidente Boris Trajkovski,el Primer Ministro Ljubco Georgevskiy otros dirigentes políticos, y mante-ner conversaciones sobre el modo deacabar con la insurgencia de extremis-tas de etnia albanesa.

Visita de Bush

Los Jefes de Estado y Gobierno de laOTAN se reunieron en la sede de laOTAN el 13 de junio para una sesiónespecial del Consejo del Atlántico Nor-te durante la primera visita oficial a Eu-ropa del Presidente de los EE. UU., Ge-orge W. Bush. Se debatieron todos losasuntos clave de la agenda de la OTAN,entre ellos la defensa contra misiles.En lo referente a la futura ampliación,los Aliados esperan y desean invitar alos países candidatos unirse a la Alian-za en la Cumbre de Praga de 2002.

Los Comités Militares de la UniónEuropea y la OTAN mantuvieron suprimera reunión oficial en la sede dela OTAN el 12 de junio, a fin de inter-cambiar información sobre asuntosprácticos relativos a la evolución dela cooperación en materia de seguri-dad entre la UE y la OTAN.

El Comité sobre las Mujeres en lasFuerzas de la OTAN celebró su vigé-simo quinto aniversario en una reu-nión desde el 10 hasta el 15 de junio,que excepcionalmente se reunió enRoma, para resaltar la admisión porvez primera de reclutas femeninos enlas Fuerzas Armadas Italianas.

Los Ministros de Defensa de los paí-ses miembros de la OTAN y los paísessocios se reunieron en Bruselas parasus sesiones semestrales durante el 7y 8 de junio. Los principales puntos adiscutir fueron la evolución de las re-laciones entre la UE y la OTAN, la im-plementación de la Iniciativa sobre Ca-pacidades de Defensa, la Defensa con-tra misiles y la crisis en la antiguaRepública Yugoslava de Macedonia*.

El Presidente de Armenia, Robert Ko-charian, visitó el 6 de junio la sede de laOTAN para reunirse con Lord Robert-son, y discutir la asociación de Armeniacon la OTAN, así como la tensa situacióncon Azerbaiyán por Nagorno-Karabaj.

Cerca de un centenar de generalescoincidieron los días 5 y 6 de junio enel Cuartel General Supremo de lasPotencias Aliadas en Europa (SHAPE)durante la conferencia anual organiza-da por el Comandante Supremo Aliadoen Europa (SACEUR), General JosephW. Ralston. Los dos puntos principalesde la conferencia fueron el ConceptoEstratégico de la OTAN de 1999 y susefectos sobre las fuerzas y capacida-des, y una evaluación de las operacio-nes de la OTAN en los Balcanes.

Catorce países Miembros de la OTANy Socios tomaron parte en el ejer-cicio Baltops 2001, una operación deapoyo a la paz en el Báltico desde ell hasta el 18 de junio.

El 1 y 2 de junio, Lord Robertson visi-tó Roma para asistir a la celebracióndel Desfile anual de las Fuerzas Arma-das Italianas, y para reunirse con elPresidente Carlo Azeglio Ciampi, elMinistro de Defensa saliente SergioMattarella y el Primer Ministro electoSilvio Berlusconi.

Reunión de Ministrosen BudapestLos Ministros de Asuntos Exterioresde la OTAN y de los países Socios sereunieron durante la sesión habitualde primavera en Budapest, Hungría, el29 y 30 de mayo. Los debates se cen-traron en las tensiones internas en laantigua República Yugoslava de Ma-cedonia*, la evolución de la situación

en los Balcanes, la cooperación entrela UE y la OTAN y los nuevos desafíosque debe afrontar la Alianza, así comoel fortalecimiento de las asociacionescon la OTAN y las relaciones de laAlianza con Rusia y Ucrania.

Lord Robertson visitó el 31 de mayoDubrovnik, Croacia, para dar unaconferencia sobre "Los principalesavances hacia la integración europea:el fomento de la paz y la prosperidaden Europa Suroriental".

La ampliación de la OTAN constituyóel tema dominante durante los cincodías que duró la reunión de primave-ra de la Asamblea Parlamentaria dela OTAN, celebrada en Vilna, Litua-nia, del 27 al 31 de mayo.

En una declaración realizada el 24 demayo, Lord Robertson condenó con fir-meza las acciones de grupos extremis-tas en la antigua República Yugoslavade Macedonia*, y en especial su per-manente presencia ocupando variasaldeas y sus ataques contra las fuer-zas de seguridad gubernamentales.

Apertura de la zona de seguridadEl 24 de mayo comenzó el regreso es-calonado de las fuerzas de seguridadSerbias y Yugoslavas al sector B de laZona de Seguridad Terrestre, la zonaintermedia entre Serbia y Kosovo.

El Consejo de la Asociación del Trata-do Atlántico (ATA) celebró su reuniónanual, el 21 de mayo, en la sede de laOTAN, y fue informada por Lord Ro-bertson sobre las principales cuestio-nes en la agenda de la OTAN. El Comi-té de Educación de la ATA se reunió aldía siguiente para debatir la forma en laque las organizaciones nacionales pue-den explicar a la juventud los asuntosde seguridad.

SACLANT se reúne con SACEUREl Comandante Supremo Aliado en elAtlántico (SACLANT), general Wi-lliam F. Kernan, visitó por vez prime-ra el Cuartel General Supremo de lasPotencias Aliadas en Europa (SHA-PE) el 16 y 17 de mayo, para reunir-se con el Comandante Supremo Alia-do en Europa (SACEUR), General Jo-seph W. Ralston, y su Estado Mayor.

Lord Robertson se reunió con el Pre-sidente albanés Rexhep Meidani, elPrimer Ministro Ilir Meta, el Ministrode Asuntos Exteriores Paskal Milo yel Ministro de Defensa Ishmail Lles-hi en la capital albanesa, Tirana, don-de discutieron los acontecimientosregionales y la reforma de la defensa.

El Primer Ministro croata, Ivica Racan,se reunió el 16 de mayo con Lord Ro-bertson en la sede la OTAN y pronuncióun discurso ante los Embajadores enla OTAN, con los que discutió las apor-taciones de Croacia a la estabilidad re-gional y el programa de reforma políti-ca del gobierno croata, que ya ha cum-plido un año desde su creación.

Del 15 al 26 de mayo siete países dela OTAN aportaron fuerzas militarespara el ejercicio Damsel Fair 2001,que se desarrolló en la bahía de Ku-sadasi, frente a las costas turcas, ycuyo objetivo era ensayar todos losaspectos de la planificación, análisisy ejecución de la guerra antiminas.

Los Jefes de Estado Mayor de laOTAN mantuvieron el 15 y 16 de ma-yo en la sede de la OTAN una serie dereuniones mutuas y con sus homólo-gos de los países Socios. Los princi-pales temas debatidos fueron el man-tenimiento de la paz en los Balcanes,la situación en la antigua RepúblicaYugoslava de Macedonia*, la evolu-ción de las relaciones entre la UE y laOTAN, la revisión de la estructura defuerzas de la OTAN y las discusionessobre la adquisición de un nuevo sis-tema de vigilancia aire-tierra.

El recién elegido Primer Ministro deMoldavia, Vasile Tarlev, se entrevistó

Revista de la OTAN4 Verano 2001

ACTUALIDAD OTAN

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el 15 de mayo con Lord Robertson enla sede de la OTAN, donde manifestó ladeterminación de su país de aumentary ampliar su cooperación con la OTAN,especialmente en el campo de las ope-raciones de mantenimiento de la paz.

Cinco países miembros de la OTAN ysiete países Socios participaron en elejercicio naval sobre procedimientosnavales de guerra costera Cooperati-ve Tide 2001, que se realizó del 14 al23 de mayo en Newport News, Virgi-nia, EE. UU.

Del 14 al 16 de mayo, seis paísesmiembro de la OTAN y seis países so-cios participaron en el mar Báltico enel ejercicio Cooperative Baltic Eye,que estaba orientado al desarrollo deprocedimientos para el mando, con-trol y coordinación de los recursospara búsqueda y rescate.

En la noche del 11 al 12 de mayo, sol-dados de la KFOR apresaron un granalijo de armamento pesado, que esta-ba destinado a los grupos armadosde origen albanés que operan en elvalle de Presevo.

Lord Robertson visitó Barcelona el 10y 11 de mayo, donde impartió unaconferencia sobre seguridad y defensaantes viajar a Madrid para reunirse conel Presidente del Gobierno José MaríaAznar, el Ministro de Asuntos Exterio-res Josep Piqué y el Ministro de De-fensa Federico Trillo-Figueroa.

El 9 de mayo, en La Haya, Holanda,Lord Robertson dirigió un discurso alCentro de Estudios para la SeguridadEuropea, reuniéndose posteriormen-te con el Ministro de Defensa holan-dés Frank de Grave.

Las primeras consultas sobre defen-sa antimisiles tuvieron lugar el 8 demayo en la sede de la OTAN, cuandouna delegación de los EE. UU. expli-có a Lord Robertson y al Consejo delAtlántico Norte la postura de la nue-va administración norteamericana.

Doble actuación conjuntade la UE y la OTANA raíz de los reiterados actos de vio-lencia cometidos por extremistas deetnia albanesa contra fuerzas de la an-tigua República Yugoslava de Mace-donia*, Lord Robertson viajó a Skop-je el 7 de mayo para reunirse con elPresidente Boris Trajkovski y otraspersonalidades; también asistió a lasreuniones el Alto Representante de laUnión Europea para la Política Exte-rior y de Seguridad, Javier Solana.

La Conferencia de Directores Na-cionales de Armamento celebró enBruselas su reunión bianual durantelos días 3 y 4 de mayo, para discutirlas políticas y proyectos de la OTAN,incluyendo la implementación de laIniciativa sobre Capacidades de De-fensa y la Revisión de Armamentos.

El Coloquio Económico de la OTANde 2001, que tuvo lugar en la capitalrumana, Bucarest, del 2 al 4 de ma-yo, se centró en la interrelación entrela cooperación económica regional,la seguridad y la estabilidad, espe-cialmente en Europa Suroriental, elCáucaso Meridional y Asia Central.

Lord Robertson condenó el ataquede extremistas albaneses contrafuerzas de seguridad de la antiguaRepública Yugoslava de Macedonia*,que tuvo lugar el 28 de abril cerca dela ciudad de Tetovo.

Alrededor de 1.500 reservistas de seispaíses Socios y de la OTAN, así comode Argentina, se entrenaron en Bosniay Kosovo desde el 27 de abril hasta el10 de mayo en dos ejercicios combi-nados de mantenimiento de la paz, Ad-venture Express y Dynamic Express2001. Los ejercicios preliminares tu-vieron lugar en Albania, junto a tropasde este país, antes de que las fuerzasde reserva se trasladaran a los teatrosde operaciones de la SFOR y la KFOR.

Partidos kosovaresTras una visita, el 25 de abril, de funcio-narios del gobierno serbio a la sede de laOTAN, el Representante Especial de las

Naciones Unidas en Kosovo, Hans Ha-ekkerup, y una delegación de los princi-pales líderes políticos de los diferentesgrupos étnicos de Kosovo se reunieronel 26 de abril con Lord Robertson y losEmbajadores ante la OTAN.

Israel firmó el 24 de abril un acuerdode seguridad con la OTAN, siendo asíel primero en firmar de los siete paí-ses participantes en el Diálogo Medi-terráneo de la OTAN.

Generales y oficiales superiores almando de los Cuerpos de Ingenierosde la OTAN y de los países Socios handebatido el futuro de los ingenierosmilitares durante su conferenciaanual, celebrada este año del 24 al 26de abril en la Escuela de Ingenieros delEjército Francés en Angers.

Lord Robertson visitó Holanda el 23de abril, donde tras reunirse con elMinistro de Asuntos Exteriores Jo-zias van Aartsen, inauguró la Busi-ness Week Convention organizadapor la Asociación de Profesores deCiencias Económicas en Rotterdam yrecibió el galardón Business WeekAward 2001 por sus logros en la co-municación mundial.

El 15 de abril, soldados de la KFOR co-laboraron en la liberación de cinco re-henes serbios, capturados por los ex-tremistas de etnia albanesa que operandesde marzo en Serbia Meridional.

Detenido un sospechosode crímenes de guerraLas tropas de la SFOR detuvieron el13 de abril a Dragan Obrenovic, unode los tres serbobosnios acusadospor la masacre de Srebrenica, y lo en-tregaron al Tribunal Internacional pa-ra Crímenes de Guerra de La Haya.

Tras la decisión del Consejo del Atlánti-co Norte de 10 de abril, se transfirió alas fuerzas yugoslavas el control delSector D de la Zona de Seguridad Te-rrestre que separa Serbia y Kosovo.

Lord Robertson condenó el ataquedeliberado contra un soldado ruso dela KFOR, que murió a consecuenciade los disparos recibidos el 11 deabril en Kosovo.

Dos pilotos británicos murieron el 9de abril en un accidente de helicópte-ro causado por las malas condicio-nes meteorológicas en la regiónmontañosa de Kosovo, próxima a lafrontera con la antigua República Yu-goslava de Macedonia*.

Personal de las fuerzas aéreas de seis

países de la OTAN participaron en unejercicio logístico, Ample Train 2001,entre el 2 y el 6 de abril en Grecia, pa-ra realizar prácticas de revisión y asis-tencia en tierra de aviones de combate.

Nuevo comandante KFOR

El general noruego Thorstein Skiakerasumió el mando de la KFOR el día 6de abril, sustituyendo en el cargo algeneral italiano Carlo Cabigiosu.

El parlamento búlgaro ratificó el 6 deabril un acuerdo con la OTAN que au-toriza el paso a través de territoriobúlgaro de tropas OTAN de Grecia yTurquía para reforzar las operacio-nes de mantenimiento de la paz enKosovo dirigidas por la OTAN.

El NAC viaja al surLord Robertson y los 19 Embajado-res ante la OTAN visitaron la antiguaRepública Yugoslava de Macedonia*y Kosovo días 3 y 4 de abril, haciendoescala en el Cuartel General de lasFuerzas Aliadas en Europa Meridionalen Nápoles, que donde reside el man-do de la KFOR y la SFOR.

El Cuartel General Supremo de las Po-tencias Aliadas en Europa (SHAPE)conmemoró su 50 aniversario, el díados de abril, durante una ceremoniapresidida por el Comandante Supre-mo Aliado en Europa (SACEUR), Ge-neral Ralston, y Lord Robertson.

Lord Robertson realizó una visita losdías 29 y 30 de marzo a la capital dePolonia, Varsovia, donde se reuniócon el Presidente Aleksander Kwas-niewski, el Primer Ministro Jerzy Bu-zek, los Ministros de Defensa y Asun-tos Exteriores y miembros de las doscámaras del Parlamento.

Verano 2001 Revista de la OTAN 5

Para más información,consultar NATO Update at www.nato.int/docu/update/index.htm.

ACTUALIDAD OTAN

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Revista de la OTAN6 Verano 2001

de superar el problema de la rivalidad entre las superpotencias, quecon frecuencia llevaba al Consejo de Seguridad a una situación debloqueo, y le impedía ejercer la autoridad que le confiere elCapítulo VII para actuar frente a las amenazas contra paz.

En los primeros años, el mantenimiento de la paz se refería lite-ralmente al mantenimiento de una paz concreta, normalmente obte-nida como resultado de la mediación en un conflicto armado, en elque las partes habían firmado un acuerdo de paz o de alto el fuegoque querían mantener, pero sin que se fiaran de que el otro bandocumpliera su palabra. Entonces se pedía a las Naciones Unidas quepatrullaran y controlaran la zona "colchón" entre los dos bandos,que se sentían tranquilizados por la presencia neutral y no agresi-va de las Naciones Unidas. Aunque no todas las operaciones demantenimiento de la paz realizadas durante el tiempo de la GuerraFría tuvieron el mismo éxito, la presencia de los guardianes de lapaz de las Naciones Unidas ayudó en algunos casos a evitar que sereprodujeran las hostilidades y se reanudara la contienda.

Muchos debates sobre temas de seguridad en los tiempos dela Guerra Fría se centraban en la estabilidad. Lo máximo a loque se podía aspirar era al mantenimiento del status quo: A esca-

Espen Barth Eide es Secretario de Estado del Ministeriode Asuntos Exteriores de Noruega.

El mantenimiento de la paz ha variado substancialmente. Hancambiado las partes implicadas, las prácticas con él relacio-nadas e incluso el propio concepto de mantenimiento de la

paz, que se ha convertido en una actividad compleja, prolija y peli-grosa. La importancia de la tarea a desarrollar y los recursos yexperiencia necesarios provocan que todas las instituciones impli-cadas, tanto militares como civiles, estén tratando de adaptar susprocedimientos de actuación para adecuarlos al reto al que debenhacer frente. Este cambio se ha notado especialmente en Europa.

Aunque el mantenimiento de la paz ha sido una actividad lleva-da a cabo tradicionalmente bajo los auspicios de las NacionesUnidas, lo cierto es que en la Carta de las Naciones Unidas no exis-te ninguna referencia explícita a esa misión. El concepto se creódurante la época de la Guerra Fría, al ampliarse la interpretación delos poderes que otorga el Capítulo VI de la Carta para la soluciónpacífica de los conflictos. En cierta medida sirvió como una forma

Las operaciones de mantenimientode la paz: pasado y presente

Espen Barth Eide analiza la evolución de las operaciones de mantenimientode la paz desde el fin de la guerra fría y los retos que plantean.

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ATO

El fomento de la paz global debe trascender los problemas militares y humanitarios más inmediatos.

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la global ello significaba mantener el equilibrio entre las super-potencias; y a escala local, que se respetaran los acuerdos depaz. La palabra de moda durante aquella época fue contención.Dado que la única alternativa existente era la crisis total del sis-tema de equilibrio de fuerzas y la confrontación entre las super-potencias, no podía ser de otra manera.

El pensamiento actual sobre seguridad ha evolucionado. Enlugar del mantenimiento del status quo, las palabras clave hoy díason transición, ampliación e integración, todos ellos conceptosmás dinámicos que estáticos. La dinámica de los cambios tambiénestá afectando al mantenimiento de la paz. La clásica función deservir como "colchón" neutral entre dos bandos que han consenti-do previamente en ello, se ha transformado en unas operacionesorientadas a la gestión de los cambios políticos, económicos ysociales, a menudo en circunstancias difíciles; una tendenciapotenciada por el hecho de que la mayoría de las modernas opera-ciones de mantenimiento de la paz responden a conflictos internosde los estados, en lugar de a conflictos entre estados.

La planificación de las operaciones y las estrategias de ges-tión de los conflictos deben tener en cuenta la continua evolu-ción del concepto de mantenimiento de la paz. En muchos casosno es ni posible ni deseable restaurar la situación existente antesdel conflicto, sino que las partes implicadas necesitan ayudapara crear una nueva sociedad. A menudo es difícil hallar alia-dos coherentes y de fiar, que tengan verdadero control sobre suspropias fuerzas militares. La situación también se complica confrecuencia por la presencia de señores de la guerra y mercaderesde conflictos, dispuestos a emplear la violencia para obtener elpoder o mantenerse en él. Los móviles políticos y financieros sesolapan hasta el punto de borrarse los límites que separan lapolítica del crimen organizado. Es más, en muchos de los con-flictos actuales los puntos esenciales a discutir se refieren a lapropia naturaleza del estado. Dado que, a menudo, estos proble-mas siguen sin haberse resuelto al f inalizar la confrontaciónarmada, la comunidad internacional se ve obligada a emprenderlas reformas de las instituciones que funcionen incorrectamen-te, bien sea la administración del estado, el sistema legal eincluso los medios de comunicación social.

La actual gestión de conflictos es bastante compleja. Ademásde sus aspectos militares, existen otras muchas actividades quese han convertido en una parte integrante de una operación demantenimiento de la paz. Las condiciones necesarias para con-seguir una estabilidad y una paz autosostenibles y de larga dura-ción solamente se pueden crear mediante una combinación cui-dadosa, bien planificada y coordinada de medidas militares yciviles. La necesidad de este nuevo planteamiento ha provocadoun debate sobre el papel que deben desempeñar las NacionesUnidas y las organizaciones regionales en la gestión de las cri-sis, lo que resulta especialmente aplicable a la situación euro-pea, en la que varias organizaciones a nivel regional y subregio-nal trabajan en diferentes aspectos de la gestión de crisis, y en laque resultan de especial importancia las cuestiones sobre coo-peración y división de tareas.

Las instituciones y recursos financieros europeos hacen de estecontinente el lugar idóneo para iniciar en las Naciones Unidas loscambios precisos en sus responsabilidades relacionadas con elmantenimiento de la paz. No es que Europa esté por naturalezamás capacitada para afrontar conflictos, ni que los modelos de

operaciones de apoyo a la paz desarrollados en ella se puedantrasladar con facilidad a otras partes del mundo, sino que la expe-riencia europea es realmente importante, entre otros motivos por-que los sucesos de los Balcanes y la respuesta internacional a losmismos han sido fundamentales para la evolución de la doctrinasobre operaciones de apoyo a la paz posteriores a la Guerra Fría.En realidad, los Balcanes se han convertido, en muchos aspectos,en el banco de pruebas de la política de seguridad europea. Todoslos temas dominantes del debate europeo sobre seguridad – lasrelaciones transatlánticas, el futuro de la OTAN, el papel de laUnión Europea y las Naciones Unidas, y las relaciones con Rusia– tienen alguna faceta relacionada con los Balcanes.

Las guerras de Yugoslavia y la respuesta internacional recibi-da hicieron resaltar los defectos de la arquitectura de seguridadeuropea existente al final de la Guerra Fría. Ante la falta deorganizaciones regionales con preparación y disposición sufi-cientes para estar a la altura de las circunstancias, las NacionesUnidas desplegaron la primera Fuerza de Protección de lasNaciones Unidas (UNPROFOR) en Croacia en 1992. Poco des-pués se amplió su mandato a Bosnia-Herzegovina (Bosnia), y en1993 a la antigua República Yugoslava de Macedonia *. Lo quese preveía al principio como un despliegue de seis meses se pro-longó durante cuatro años.

Entre los años 1992 y 1995, las Naciones Unidas fue la prin-cipal institución implicada en los diferentes intentos de media-ción para poner fin a las hostilidades, mantener la paz en laszonas en las que se había acordado un alto el fuego y aliviar lossufrimientos de los no combatientes en las áreas de conflicto.Con el paso del tiempo, la OTAN se vio cada vez más implica-da a consecuencia de sus diversas operaciones de apoyo aéreo ymarítimo, y por la estrecha colaboración que se fue desarrollan-do entre las dos instituciones. Después de la entrada en vigor delos Acuerdos de paz de Dayton, el 20 de diciembre de 1995, queterminaron con la guerra de Bosnia, la responsabilidad militarse transfirió a la Fuerza de Implementación (IFOR) dirigida porla OTAN. Ese fue el primer compromiso militar terrestre de laOTAN y contribuyó en gran medida a dar nueva forma a su pro-pia identidad. En unos años, la OTAN se ha transformado paraasumir un nuevo rol y convertirse en un instrumento eficaz parala gestión de las crisis militares y políticas.

Este proceso de adaptación y aprendizaje puede apreciarse alobservar el proceso del mantenimiento de la paz en Bosnia acargo de la IFOR y la Fuerza de Estabilización (SFOR), y tuvocomo resultado el planteamiento adoptado cuando se desplególa Fuerza para Kosovo (KFOR) en junio de 1999. Pueden apre-ciarse dos tendencias: la primera de ellas es una mayor com-prensión de qué es lo que constituye el mandato militar. Durantelos primeros tiempos de la KFOR, se puso el énfasis en evitar loque se denominaban "misiones de arrastrarse por el terreno", esdecir, de evitar la tendencia de que las fuerzas militares empe-zaran a asumir funciones que se consideraban propias de civiles.Pero al final fue quedando cada vez más claro que el éxito mili-tar no era posible por sí solo.

Si el esfuerzo conjunto para el fomento de la paz no conse-guía las condiciones necesarias para una paz estable y duradera,daría la impresión de ser un fracaso tanto de la OTAN como delas agencias civiles. Esta evidencia ayudó a forjar unos vínculoscada vez más estrechos entre las fuerzas de mantenimiento de la

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paz y sus numerosos homólogos civiles. Y al llegar el momentodel despliegue de la KFOR, pudo verse que se había aprendidola lección, tanto por el amplio mandato que se dio a las fuerzascomo por la fluidez de las relaciones entre la KFOR y la Misiónde las Naciones Unidas para la Administración Provisional enKosovo (UNMIK).

La segunda tendencia la constituye la gradual europeización delas operaciones de mantenimiento de la paz de la OTAN. LaUNPROFOR tenía una composición predominantemente euro-pea, aunque incluía también un porcentaje bastante apreciable desoldados de países del Tercer Mundo. Al completarse la transfe-rencia del control de las misiones de mantenimiento de la paz delas NU a la OTAN, la mayoría de las tropas aportadas por paísesdel Tercer Mundo se retiraron. Mientras tanto fueron llegando lastropas de los EE. UU., hasta constituir una tercera parte de los60.000 soldados de la IFOR, un porcentaje que ha ido disminu-yendo de forma constante durante los últimos años. La KFOR, encambio, fue desde el principio una fuerza inconfundiblementeeuropea. A diferencia de la campaña aérea sobre Kosovo, queestuvo completamente dominada por los Estados Unidos, la pro-porción entre tropas norteamericanas y europeas, una vez comple-tado el despliegue, fue de 8.000 a 34.000. No sólo eso: mientrasque el comandante de la SFOR siempre ha sido un estadouniden-se, el de la KFOR ha sido siempre un europeo.

La estabilidad y la seguridad en los Balcaneses un asunto de suma importancia para los euro-peos, y es lógico, por tanto, que asuman unamayor responsabilidad en la operación. Ellosatisface las demandas de los EE. UU. de unmayor reparto de cargas dentro de la Alianza, yde una asunción por parte de Europa de unmayor grado de responsabilidad en lo que serefiere a su propia seguridad. Pero, aunque se hareducido la presencia estadounidense, siguensiendo fundamentales el compromiso constante y la implicaciónactiva de los Estados Unidos en la paz y estabilidad de la región,tanto para encontrar una solución definitiva para los Balcanescomo para la seguridad y estabilidad de Europa a largo plazo.

Igual que la OTAN ha recorrido un largo camino para adap-tarse a las necesidades que exige en nuestros días el manteni-miento de la paz, en otros lugares también se pueden apreciarparecidas transformaciones. Hoy en día se acepta universalmen-te que, aunque pueden ser necesarias medidas militares paracontrolar conflictos violentos, para que la misión de manteni-miento de la paz pueda tener éxito, las medidas militares debenestar apoyando a instituciones civiles, complementarse y coor-dinarse estrechamente con ellas. Esta idea no era tan evidentehace cinco o diez años, cuando iba a contracorriente del pensa-miento tradicional militar y humanitario. Por aquel entonces losconservadores se oponían a que los soldados realizaran funcio-nes civiles, y muchas organizaciones no-gubernamentales noquerían "ensuciarse las manos" trabajando junto a los militares.Pero los conflictos balcánicos han dejado meridianamente claroque el purismo en el reparto de tareas en operaciones de mante-nimiento de la paz es cosa del pasado.

La Unión Europea ha trabajado durante los últimos años en lacreación de una capacidad militar para gestión de crisis, y en lamejora de sus estructuras civiles de respuesta ante las mismas.

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Por ello, en el futuro esta institución puede estar en posición detomar más a menudo la iniciativa en la gestión de crisis.Noruega y otros países europeos que no son miembros de la UEse han comprometido a estrechar su colaboración con la UniónEuropea en la gestión de crisis complejas, debido a la gran can-tidad de instrumentos políticos de los que dispone. Además desus equipamientos militares y civiles, la Unión Europea puede,por ejemplo, usar como medios de presión promesas de unafutura adhesión, de acuerdos de asociación y colaboración, oinversiones financieras.

También las Naciones Unidas han comenzado una revisión desus operaciones de mantenimiento de la paz a raíz de la publica-ción el año pasado del informe Brahimi. Este informe tiene comoobjetivo dar nuevos ímpetus a la forma en la que las NacionesUnidas se implican en operaciones de mantenimiento de la paz ylas dirigen. Y más aún, la evolución institucional de las UniónEuropea y la OTAN, y la cada vez más estrecha colaboraciónentre las Naciones Unidas y las organizaciones regionales, tanto anivel político como sobre el terreno, contribuirán sin duda algunaa la reforma del mantenimiento de la paz de las Naciones Unidasdesencadenada por el informe Brahimi, y ayudarán a definir elpapel de esta institución en el mundo actual, al menos en regionescon abundantes instituciones propias como es el caso de Europa.

Por supuesto que hay límites para las capa-cidades de cada organización, tanto si se tratade la Unión Europea, la OTAN o las NacionesUnidas, y por eso estas instituciones casi contoda seguridad tendrán que seguir trabajandode forma conjunta y estableciendo vínculosmutuos cada vez más estrechos para afrontarlas crisis futuras. Las discusiones en cursoentre la Unión Europea y la OTAN sobre elacceso a activos en caso de crisis son un ejem-plo de ello. De ahí que las soluciones finales

puedan materializarse sobre el terreno, al hacer frente a la crisisen la antigua República Yugoslava de Macedonia* y la continuatarea de fomento de la paz en Kosovo y Bosnia.

La experiencia de los Balcanes ha demostrado que la tareaprimordial para asegurar la paz hoy en día es ayudar a la com-pleja transformación política y social de las sociedades destro-zadas por la guerra. El fomento de la paz en su conjunto no sola-mente debe afrontar los problemas militares y humanitarios másinmediatos, sino también las tareas a largo plazo de la construc-ción de la estructura del estado, la reforma del sector de la segu-ridad, el fortalecimiento de la sociedad civil y la promoción dela reintegración social. Aunque la regionalización de las tareasdel mantenimiento de la paz ha dado beneficios, no hay unmodelo universal para regular las relaciones entre las organiza-ciones regionales y las Naciones Unidas. Es más, sería erróneodar por sentado que las organizaciones y estados de una regiónson siempre los más adecuados para resolver los problemas dela misma. Lo que sí resulta imprescindible es que el manteni-miento de la paz en todo el mundo se sirva de la experiencia, lacompetencia y los recursos acumulados; que las leccionesaprendidas en Kosovo quizás puedan aplicarse en TimorOriental, y viceversa; y que las organizaciones regionales ymundiales, las agencias humanitarias y de ayuda al desarrollo, ylos gobiernos y la sociedad civil de los países implicados traba-jen en la misma dirección. ■

Los Balcanes se hanconvertido en unbanco de pruebasde la política deSeguridad Europea

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Bajo el nombre común de operaciones de apoyo a la paz seagrupan muchas tareas diferentes, que comprenden el conceptotradicional de mantenimiento de la paz (cuando se trata de preser-var un acuerdo de paz); el mantenimiento de la paz en su sentidomás amplio, en circunstancias altamente inestables; el fomento dela paz (mediante la reconstrucción social tras el conflicto para suvuelta a la normalidad), y la imposición de la paz, obligando a lafinalización de un conflicto mediante el uso de la fuerza.

Para definir los atributos de las operaciones de mantenimientode paz en emergencias complejas podríamos decir que son conjun-tas (implican a todos los diferentes servicios), combinadas (impli-can a muchos países) e integradas, entendiendo con este adjetivoque en ellas se ven implicadas muchas organizaciones diferentes:las fuerzas armadas, la policía, las organizaciones no gubernamen-tales (ONG), las agencias de ayuda, las organizaciones interna-cionales, las agencias gubernamentales para el desarrollo, las com-pañías e industrias privadas, y los medios de comunicación.

En la actualidad, todas las operaciones de apoyo a la paz tie-nen lugar bajo el constante escrutinio de los medios de comuni-cación, en un fenómeno que se parece en cierta medida al clima:se pueden predecir sus reacciones de una forma general, pero nocon absoluta seguridad. Y por otra parte, los medios de comuni-cación además de informar sobre los problemas pueden jugar unpapel importante en su resolución. A fin de cuentas, son uno delos principales mecanismos de equilibrio de poderes en cualquiersociedad democrática de libre mercado, y ese es el tipo de socie-dad que tratan de crear las operaciones de fomento de la paz, yaque constituyen la mejor garantía para la continuidad de la paz.Por lo tanto, el apoyo al desarrollo de una prensa libre e indepen-diente debe ser un elemento clave dentro del fomento de la paz.

El general británico Sir Mike Jackson, que dirigía las fuerzasde la OTAN cuando entraron en Kosovo en junio de 1999, com-paró recientemente estas operaciones polifacéticas con unasoga, que está compuesta de muchos hilos y tiene una resisten-cia muy superior a la suma de las resistencias individuales decada uno de ellos. La dificultad está en saber trenzar los hilos yasegurarse de que ninguno de ellos es mucho más grueso quelos otros, pues esto deformaría la cuerda, crearía tensiones en suinterior y dañaría cualquier cosa contra la que rozase.

La necesidad de este enfoque integrado se ha visto reconoci-da no solamente sobre el terreno, sino también en los más altosniveles gubernamentales. El gobierno del Reino Unido haimplantado recientemente la "iniciativa transversal", en la queintervienen tres departamentos (el Ministerio de Defensa, laOficina para Asuntos Exteriores y de la Commonwealth y el

Christopher Bellamy es profesor de ciencia y doctrina militares enla Universidad de Cranfield, y autor de varios libros, entre ellos"Caballeros de blanca armadura: el nuevo arte de la guerra y la paz"(Knights in White Armour: The New Art of War and Peace).

Muchos soldados y ejércitos profesionales han asumidocon entusiasmo y flexibilidad las operaciones en apoyode la paz de la última década, mientras que otros se

siguen mostrando reticentes hacia ellas, y sobre todo al hechotrabajar codo con codo con otros organismos y con la poblaciónlocal, por su creencia de que los soldados deben ser solamenteguerreros, y que "el mantenimiento de la paz es para los flojos".

Las experiencias de las recientes operaciones en Bosnia, Haití,Kosovo y Sierra Leona más bien sugieren todo lo contrario: dehecho, soldados que están considerados como los combatientesmás duros y resistentes han destacado en las operaciones deapoyo a la paz y en las llamadas "emergencias complejas". Estasoperaciones requieren un grado elevado de flexibilidad e ingeniopara afrontar los imprevistos, y también precisan de un ciertotoque humano. Los resultados de un reciente estudio realizadopor la Universidad de Cranfield muestran que las poblacioneslocales sienten más respeto hacia las tropas de mantenimiento dela paz constituidas por soldados de probada profesionalidad, conconductas enérgicas y buen equipamiento. Sin embargo, si estasfuerzas actúan con excesiva dureza o se mantienen demasiadodistantes de la población para ser una "fuerza de protección", pier-den el respeto y la propia eficacia.

La mayoría de las operaciones de pacificación se orientanhacia emergencias complejas, en las cuales la maldad humana sealía con los problemas creados por el hombre o por la naturaleza,si no es por ambos a la vez. Se necesita un contingente armadopara crear un entorno lo suficientemente seguro para reconstruirla paz, pero estas tropas no son los únicos actores y, a veces, nisiquiera son los protagonistas. Una vez alcanzada la paz, lamayor parte de las funciones tienen más de trabajo policial quede tareas militares. Pero por muchos motivos (el alto coste de unafuerza policial, y lo difícil que resulta desplegarla en el extranje-ro durante largos periodos de tiempo) son los soldados los quetienen que hacer el trabajo. Las tareas a más largo plazo, comopueden ser los trabajos de reconstrucción, la tutela de los prisio-neros y refugiados, el restablecimiento del sistema sanitario, laorganización de elecciones y la persecución de los criminales deguerra, son responsabilidad de otras organizaciones.

Una combinación de corajey compasión

Chris Bellamy sostiene que los mejores guardianes de la paz son al mismo tiempolos mejores combatientes, y que el mantenimiento de la paz no es en absoluto una

actividad propia de timoratos.

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Departamento para el Desarrollo Internacional) que financiandos presupuestos para la prevención de conflictos, uno paraÁfrica y el otro para el resto del mundo, subrayando así el carác-ter integrado de esta tarea.

Pero uno de los problemas más difíciles de solucionar sobreel terreno probablemente sea la diferencia cultural entre lasONG y las fuerzas militares. Aunque en muchas ONG hay unporcentaje apreciable de ex militares, otras provienen de una tra-dición religiosa y a veces pacifista, lo que les lleva a mostrarserecelosos hacia los militares. Y a la inversa, algunos militaresdesconfían de las ONG, se muestran en ocasiones exasperadospor su aparente falta de coordinación, y bastante críticos – y amenudo de forma injusta – respecto a la capacidad de vivirsobre el terreno de los voluntarios de las ONG.

La llegada de fuerzas de las Naciones Unidas a Croacia yBosnia proporcionó un primer modelo para las operaciones inte-gradas de apoyo a la paz. Desde 1999, la operación de Kosovoproporciona un modelo mucho más complejo por una razón pri-mordial: allí, a diferencia de en Bosnia, no existe un gobiernolocal, constituyendo de hecho un protectorado internacional, sinque exista todavía ni siquiera un modelo de estado final. En reali-dad, la Administración Provisional de las Naciones Unidas enKosovo (UNMIK) es el "estado". Pero a pesar de todo esto, se handesarrollado entre las organizaciones civiles y militares que ope-ran en Kosovo muchos y buenos procedimientos, y se puedenextraer bastantes enseñanzas para futuras operaciones integradas.

En Kosovo operan en la actualidad unas 200 ONG, y coordinarsus actividades puede ser algo parecido a, como dicen los ingle-ses, intentar pastorear un rebaño de gatos: cada una de ellas tienesu propio campo de actuación y su experiencia específica, y losintentos de las autoridades militares de controlar y coordinar sutrabajo han provocado que algunas se sientan molestas. Además,para las ONG la independencia es una forma de obtener seguri-dad; si se les ve muy relacionadas con una fuerza militar de ocu-pación corren el riesgo de convertirse en el blanco de los ataques.

Por eso la primera prioridad debe ser derribar las barreras quedificultan la comunicación. Muchas veces la utilización de len-guajes y terminologías diferentes constituye un obstáculo para lamutua comprensión, y este efecto se ve agravado por las diferen-tes interpretaciones que da cada parte a los mismos términos. En1994 se celebró en Noruega una conferencia en la que participaron45 países y 25 ONG, y en la que se definieron unas directrices, lasdenominadas "Directrices de Oslo", para el uso de fuerzas milita-res y de protección civil en las operaciones de ayuda ante desas-tres. Aunque fueron diseñadas pensando en las intervenciones antedesastres naturales, normalmente algo más sencillas, también lashan utilizado las Naciones Unidas en emergencias complejas, enespecial en Timor Oriental y Kosovo. En la actualidad el CentroEuroatlántico de Coordinación de Respuestas ante Desastres de laOTAN está revisando las "Directrices de Oslo" para ver si es posi-ble crear un documento similar para el uso de equipos civiles ymilitares en emergencias humanitarias complejas. La OTAN estátambién desarrollando una doctrina de Cooperación Civil y Militar(CIMIC), que podría servir para este propósito, aunque parte conla desventaja de que algunas ONG pueden mostrarse recelosashacia lo que se podría considerar una "doctrina de la OTAN".

Convertir las Fuerzas Operativas Combinadas y Conjuntas enunas Fuerzas Operativas Combinadas, Integradas y Conjuntas,que incluyeran a las ONG, no parece que sea una solución acep-

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table, puesto que aumentaría los temores de las ONG de versedominadas por los militares. En cualquier operación de mante-nimiento o fomento de la paz lo más normal será que la máximaautoridad la ostente alguna especie de "Alto Representante" conmandato de las Naciones Unidas, y es a este nivel donde se debecoordinar el trabajo de las organizaciones internacionales impli-cadas (militares, civiles, no-gubernamentales y comerciales) yde las autoridades locales.

La diversidad de actores puede ser una ventaja, más que unproblema. Aunque se tiende a buscar procedimientos institucio-nales y doctrinales para coordinar las diferentes organizacionesy evitar la duplicidad de esfuerzos, a menudo lo que de verdadcuenta sobre el terreno son las relaciones personales. Se estimaque debe haber un grupo estable de unas mil personas que sevan desplazando de una a otra parte del mundo según se vanproduciendo emergencias. Si se pudiera identificar a estas per-sonas y darles un adiestramiento conjunto, se daría un gran pasopara mejorar la coordinación.

Está claro que para conseguir que una operación de manteni-miento de la paz pueda desarrollarse de forma eficaz resultaimprescindible una adecuada comunicación entre las fuerzasmilitares, las organizaciones internacionales, las ONG, las autori-dades locales y los medios de comunicación. En la era de la vide-ocámara y de Internet, es más necesaria que nunca una informa-ción constante que neutralice la propaganda de los gobiernoshostiles o los grupos de intereses locales. La comunidad que desa-rrolla la ayuda humanitaria en Kosovo está coordinando la infor-mación a través del Centro de Coordinación de la InformaciónHumanitaria (HCIC), que se fue creado para suministrar informa-ción a todas las organizaciones y agencias. Para ello proporcionauna base de datos que informa de quién hace qué, dónde y cuán-do, lo que resulta de vital importancia para conseguir operacioneseficaces y seguras. Las fuerzas militares podrían implicarse másen iniciativas similares a la del HCIC, tal vez mediante su CIMIC.

También es importante decidir quién es el más adecuado paracada tarea. Muchas veces las fuerzas militares son las primerasen desplegarse sobre el terreno, y pueden realizar por sí mismasmuchas tareas. Podemos citar como ejemplo la construcción portropas británicas de campos de refugiados en la antiguaRepública Yugoslava de Macedonia *. Varias agencias presentesen Kosovo han establecido canales de comunicación con laKFOR. Sin embargo, a partir de la ocupación de Kosovo laOTAN fue considerada como una de las partes del conflicto, yesto hizo necesario establecer una clara separación entre tareasmilitares y humanitarias.

La experiencia extraída de las operaciones realizadas durantela pasada década demuestra que las fuerzas que solamente se ocu-pan del mantenimiento de la paz y tareas similares – una especiede gendarmería – no se ganan el respeto de la gente con la que tie-nen que tratar. Los más eficaces son los que están instruidos yequipados como soldados profesionales, pero mantienen el con-tacto con la población local. Las fuerzas de los EE. UU., debido alénfasis que ponen en la autoprotección y a su apariencia un tantointimidatoria, parece que tienden a mantenerse demasiado al mar-gen de la población local, lo que puede reducir su capacidad paracontribuir con eficacia al mantenimiento de la paz.

Un ejemplo de cómo las tropas profesionales más duras pue-den ser también las mejores en el mantenimiento de la paz lo pro-porcionan los Royal Marines (infantería de marina británica), que

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han participado en la construcción de muchos parques infantilesen un intento de reconstruir la normalidad de la vida de los niños.Uno de estos parques corría el riesgo de ser dañado por el vanda-lismo de jóvenes gamberros, y resultaba imposible montar unaguardia permanente para vigilarlo. Pero los marines, usando del"pensamiento lateral", tuvieron la idea de crear una "línea calien-te", a la cual pudiera llamar la población local de forma anónimasi creía que iban a producirse problemas de forma inminente. Laaproximación indirecta no solamente funciona en la guerra, sinotambién en las operaciones de mantenimiento de la paz.

En ocasiones lacooperación entre losactores implicados nofunciona como debie-ra, y se producensituaciones curiosas.Así, la ONG británicaWar Child, que estáespecializada entreotras cosas en laconstrucción de par-ques infantiles, levan-tó uno de sus prime-ros parques en laescuela para niñossordos de Prizren,en Kosovo, pocodespués de la llega-da de las fuerzas dela Alianza en 1999.Hace poco, el con-tingente alemán dela KFOR decidiórealizar una dona-ción a la escuela, ypreguntaron que eralo que se necesitaba.Debió de producirsealgún fallo de comu-nicación, pues cuan-do los alemanes lle-garon se dedicaron aconstruir otro parqueinfantil, justo al otrolado de la escuela.Unas simples llamadas telefónicas, o una mejor informaciónsobre lo que estaban haciendo las diferentes ONG, podría haberevitado esta duplicidad. La escuela se ha quedado con sus dosparques infantiles, lo que gusta bastante a los niños pero quizásno tanto a los profesores, que tienen que vigilar simultáneamen-te dos recreos en lados opuestos de la escuela.

Las operaciones humanitarias y de apoyo a la paz serán pro-bablemente la principal tarea de las fuerzas armadas de laOTAN durante la próxima generación. La experiencia obtenidadel fomento de la paz tras los conflictos nos hace pensar quehará falta por lo menos una generación para crear un verdaderoestado estable en Kosovo y en los otros lugares donde han ocu-rrido acontecimientos similares. Para asegurar el éxito de lasoperaciones de mantenimiento de la paz actuales se necesitareclutar y adiestrar tropas con los valores y la forma de pensar

de soldados combatientes, pues no se puede confiar en nadiemás si vuelve de pronto a estallar la guerra civil, y los estudiosdemuestran que nadie, aparte de ellos, es capaz de conseguir elnecesario respeto de una población local que se está recuperan-do de un conflicto sangriento. Sólo estos soldados, con unabuena disciplina (en ésta reside la clave), pueden ser los mejo-res guardianes de la paz, y asumir con entusiasmo esta tarea.Una especie de gendarmería con una instrucción parcial, o unejército que se haya preparado solamente para operacionesde mantenimiento de la paz, es difícil que pudieran llegar a

ser eficaces. Debenmantenerse los valo-res castrenses, peroimbuidos de flexibi-lidad y humanidad,y de una voluntadde mezclarse con lapoblación local eincluso de "asimilar-se a los indígenas",como en el pasadohan hecho muchosgrandes soldados.Es posible compati-bilizar la fiereza parael combate con lacompasión, y conse-guirlo constituye elreto para muchos delos ejércitos en elprimer cuarto del si-glo XXI.

Pero los soldadostendrán también quecomprometerse conlas agencias de ayuda,las ONG, las orga-nizaciones interna-cionales y otros de-partamentos guber-namentales y fun-cionarios locales.Debe ampliarse laeducación de los ofi-ciales y suboficiales

para permitirles hacer frente y adaptarse a las excentricidades deotras organizaciones. Ésta es una tarea que se está realizandocon creciente frecuencia mediante cursos, que cada vez son más"conjuntos", que dedican de forma habitual una parte del tiem-po a las operaciones integradas y al trabajo de las ONG. Sinembargo, para otras organizaciones la adaptación es más difícil.Pocas organizaciones gubernamentales, y no digamos ONG,pueden permitirse el prescindir de una parte de su personal paraque se dediquen a prolongados cursos de adiestramiento y for-mación, como ocurre en el ejército. La prioridad de las ONG, esutilizar el dinero de los donantes para trasladarse a la zona deconflicto y salvar o rehacer vidas lo más rápida y eficazmenteposible. Por eso les corresponde a los militares ser especialmen-te sensibles ante las preocupaciones de las ONG y desarrollarunas correctas relaciones con ellas. ■

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Servicio en el colegio: los más duros y resistentes soldados, como los Royal Marines, son los mejores en operaciones de pacificación.

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el encargo de un informe sobre las operaciones de mantenimientode la paz de las Naciones Unidas en el futuro. Para la OTAN, losBalcanes fueron la ocasión para muchas "primeras veces": el pri-mer despliegue fuera de su zona de actuación, los primeros dispa-ros "en caliente", la primera vez que se produjo una cooperaciónde importancia con otras organizaciones internacionales, y la pri-mera operación de mantenimiento de la paz de la Alianza.

En el verano de 1992, el Secretario General de las NacionesUnidas publicó una Agenda para la paz, un documento que cla-sificaba las distintas fases de las actividades de mantenimientode la paz, al tiempo que reconocía que las operaciones tradicio-nales de mantenimiento de la paz se estaban convirtiendo en algocada vez más complicado, que implica a un número muchomayor de actores que en el pasado. Más tarde, en 1995, a raíz delas experiencias de los Balcanes, Camboya, Ruanda y Somalia,las Naciones Unidas tuvieron que aceptar que la situación resul-taba ser todavía más compleja y suponía un mayor reto, y dierona conocer una versión actualizada de la Agenda para la paz, en laque se aumentaba y ajustaba el número de las diferentes clases deoperaciones, y se reconocían las limitaciones de la Organización,especialmente en lo referente a la imposición de la paz.

La OTAN reorientó a partir de finales de 1991 su papel depreservación de la paz en Europa durante la Guerra Fría hacia labúsqueda de la seguridad mediante el diálogo, la cooperación y

David Lightburn es analista del Centro Pearson para el Mantenimiento de la Paz en Nueva Escocia,Canadá. Mientras trabajó en la OTAN entre la primaverade 1992 y otoño de 2000, ayudó a desarrollar el concepto de mantenimiento de la paz de la Alianza.

Aprincipios de los 90 se produjo un enorme cambio en laforma en que la comunidad internacional pensó que deberí-an tratarse los problemas relacionados con la seguridad. Al

final de la Guerra Fría aumentó considerablemente la necesidad deoperaciones de mantenimiento de la paz y numerosas tensionesétnicas, territoriales y religiosas, latentes e internas, se convirtie-ron en conflictos. Para las numerosas organizaciones regionales einternacionales que se vieron implicadas en los Balcanes durantelos 90, la experiencia puede compararse a la obtenida en ungigantesco laboratorio de pruebas. Las dos organizaciones que sehan visto más afectadas por su implicación en los Balcanes hansido, sin duda alguna, la OTAN y las Naciones Unidas.

Para las Naciones Unidas, la combinación de las difíciles expe-riencias de los Balcanes junto con los desafíos y las realidades queafrontaron en sus misiones en Ruanda, Somalia y últimamente enTimor Oriental tuvieron como consecuencia, en 2000, la creaciónde un grupo asesor dirigido por el embajador Lakhdar Brahimi, y

Lecciones aprendidas

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Aprendizaje en el frente: La OTAN y las Naciones Unidas extrajeron lecciones muy similares de sus experiencias de mantenimiento de la paz en los Balcanes.

David Lightburn analiza la experiencia de la OTAN en las operaciones de mantenimiento de la paz y compara la forma en la que la Alianza y

las Naciones Unidas están aplicando las lecciones aprendidas en los Balcanes.

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la asociación con los antiguos adversarios. El ConceptoEstratégico de 1991 establecía claramente que los nuevos desa-fíos para la seguridad serían polifacéticos en cuanto a su natura-leza, multidireccionales y difíciles de predecir y evaluar. Dentrode esta nueva estrategia, uno de las medidas que en la primave-ra de 1992 acordaron los Ministros de Asuntos Exteriores de laAlianza fue "apoyar, analizando individualmente cada caso y deacuerdo con nuestros propios procedimientos, las actividades demantenimiento de la paz bajo la responsabilidad de la CSCE".Después, en diciembre de 1992, a partir de la intervención de laAlianza para colaborar con las Naciones Unidas en el Adriático,los Ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN acordaronofrecer formalmente el apoyo de la Alianza a las NacionesUnidas para el mantenimiento de la paz. Entre 1992 y 1995 laOTAN se fue implicando cada vez más en el apoyo aéreo y marí-timo a las operaciones de las Naciones Unidas en los Balcanes.

El informe Brahimi, presentado en agosto de 2000, reconoce unimportante cambio en la orientación de las Naciones Unidas, quehan pasado de ser un observador neutral en los escenarios inmedia-tamente posteriores al conflicto a otro implicarse en los conflictosque todavía no han estallado. El informe también hace notar que lasNaciones Unidas no han modificado su cultura corporativa, ni sucapacidad para afrontar nuevos desafíos. Por eso pide determinadoscambios: mandatos para el mantenimiento de la paz que sean clarosy realistas, reglas firmes de actuación para las fuerzas militares,unidad de esfuerzo, una cadena de mando clara y unificada, y uncambio de política que pase de la supervisión a una implicaciónactiva en la reestructuración de todo el sistema de seguridad. Elinforme contiene también numerosas recomendaciones relativas ala capacidad de las Naciones Unidas para concebir, planificar,montar y apoyar logísticamente operaciones de paz complejas.

En lo que respecta a la OTAN, ya en 1996 se emprendieronuna serie de ejercicios basados en las lecciones aprendidas. Lasupervisión de la implementación de los Acuerdos de Dayton enBosnia-Herzegovina (Bosnia) se tradujo en una serie de leccio-nes fundamentales en lo político y en lo militar, que en generalse aplicaron en Kosovo cuatro años después. Existe una ampliacoincidencia entre las lecciones fundamentales que aprendió laOTAN y las ideas claves del informe Brahimi, que a continua-ción se exponen de forma más detallada.

Las estrecha vinculación que debe existir entre mandato,misión y capacidades. Al planif icar la supervisión de losAcuerdos de Dayton, la OTAN pudo aprovechar la experiencia delas Naciones Unidas en Bosnia a principios de los 90, en especialen lo referente a los problemas derivados de los continuos cam-bios del mandato, la ausencia de directrices claras para los man-dos militares de las Naciones Unidas y la falta de apoyo generali-zada de los estados miembros a los mandatos que ellos mismoshabían acordado en la sede de las Naciones Unidas en NuevaYork. En consecuencia, la OTAN insistió en que debía existir unaestrecha vinculación entre el mandato que se establecía en elAnexo 1A de los Acuerdos de Dayton (el anexo militar), la misiónque el Consejo del Atlántico Norte asignaba a las autoridadesmilitares de la Alianza – y en especial la del mando de la Fuerzade Implementación (IFOR) – y las capacidades de la Alianza y loscompromisos de dotación de tropas y otros recursos para la IFOR.Concretamente, el Anexo 1A fue redactado a instancias de losprincipales Aliados implicados para asegurar que la OTAN tuvie-se la capacidad de hacer lo que se estaba pidiendo que hiciese unafuerza militar de implementación, incluyendo lo que ahora se

conoce como una "cláusula de bala de plata": el mando de laIFOR tendría la autoridad necesaria y definitiva sobre las fuerzasmilitares de las partes en conflicto. Las autoridades políticas de laAlianza diseñaron la misión a la medida, en función del acertadoy oportuno consejo de las autoridades militares. Por ello se prestóuna singular atención a este Anexo 1A, de modo que no existierauna autoridad sobre la fuerza militar que le obligara a multiplicar-se en todas direcciones intentando dar apoyo a todas las agenciasciviles que lo reclamaban – es decir, que no acabara siendo lo quese denominó una misión "de ir arrastrándose por el terreno"– loque había constituido uno de los problemas a los que se habíanenfrentado anteriormente las fuerzas de las Naciones Unidas. Porúltimo, el Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas enEuropa (SHAPE) organizó una serie de conferencias para la pla-nificación de las fuerzas militares, a fin de garantizar la disponi-bilidad sobre el terreno de las capacidades necesarias.

Brahimi también dejó claro que no se deberían repetir nunca loserrores cometidos por las Naciones Unidas en los años 90 en loreferente a los cambios de mandatos y misiones, así como a lasoperaciones con insuficientes recursos. Más concretamente, elinforme pide unos "mandatos claros, creíbles y alcanzables", yrecomienda que, antes de que el Consejo de Seguridad llegue aacordar la implementación de un acuerdo de paz o de alto el fuego,éste debe reunir unas ciertas condiciones mínimas, como son lacoherencia con los estándares internacionales de derechos huma-nos y la factibilidad de las tareas y plazos establecidos. Tambiénpropone el informe que el Consejo de Seguridad paralice cualquierproyecto de resolución hasta que los estados miembros se hayancomprometido en firme al suministro de tropas y de otros elemen-tos esenciales para el apoyo a las misiones, como pueden ser losrecursos para la construcción de la paz. Este punto establece elvínculo entre el mandato y los recursos. Seguidamente el informepostula la total implicación del secretariado de las NacionesUnidas, para lo cual se debe garantizar que los expertos digan alConsejo de Seguridad no lo que quiere oír sino lo que necesitasaber, así como la implicación en el diálogo de los países que apor-tan tropas, a fin de definir bien la misión del mando de las fuerzas.

La necesidad de unidad de esfuerzos. Otra de las leccionesfundamentales que aprendió la OTAN fue que la clave de cual-quier estrategia de salida - que constituyó una preocupación paraalgunos en el comienzo del proceso de paz de Bosnia - radicabaen el éxito de los otros elementos principales de los Acuerdos deDayton. Después del éxito en la implementación de los aspectosmilitares del acuerdo de paz, estaba claro que para mantener uncontexto de seguridad para la implementación de los aspectosciviles hacía falta una estrecha colaboración con toda una conste-lación de participantes en el proceso de paz, entre los cuales esta-ban la Oficina del Alto Representante, la OSCE y las NacionesUnidas. Por consiguiente, las preocupaciones de acabar implica-dos en una misión de "arrastrarse por el suelo" se vieron gradual-mente reemplazadas por el reconocimiento de que resultaba esen-cial el apoyo a la implementación civil. Comprender la necesidadde esta cooperación exige un entendimiento mucho mayor entrelas diversas organizaciones civiles, militares, humanitarias y deayuda al desarrollo y la comprensión mutua hacia los demás: susculturas, políticas, procedimientos, procesos de toma de decisio-nes, recursos básicos, capacidades, fortalezas y limitaciones.

El informe Brahimi también reconoce la necesidad de asociacio-nes que se basen en un mejor entendimiento entre los diversos parti-cipantes. Aunque se centra en el funcionamiento interno de las

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Naciones Unidas y en la necesidad de "misiones integradas" y "cen-tros de mando integrados", aborda también la necesidad de coopera-ción – y por tanto de entendimiento – entre los responsables de lasdistintas funciones: análisis políticos, operaciones militares, policíacivil, soporte para la celebración de elecciones, derechos humanos,desarrollo, ayuda humanitaria, refugiados y desplazados, informa-ción pública, logística, financiación y reclutamiento de personal.

La armonización de objetivos, conceptos y planes. En octu-bre de 1995, la OTAN hizo un esfuerzo para comprender los obje-tivos, conceptos y planes generales de otras organizaciones quepodrían aportar algún tipo de contribución a los entonces incipien-tes Acuerdos de Dayton, mediante visitas a nivel de expertos.Prácticamente ninguna organización estaba preparada para un des-pliegue a plazo fijo en Bosnia, y para la mayoría de ellas los requi-sitos de la misión iban mucho más allá de cualquier tarea afronta-da con anterioridad. Es más, algunas – como las Naciones Unidas– ni siquiera tomaron parte en las negociaciones de Dayton, con locual no tuvieron ningún preaviso. El resultado de todo esto fue queno hubo intercambio ninguno de conceptos o planes generales, ymuy poca comprensión real de los objetivos, aparte de la floriturasde los últimos anexos de los Acuerdos de Dayton.

Brahimi utiliza el concepto de cuartel general integrado parauna misión, y propone que los miembros de este cuartel generalsean aportados de forma temporal por todas las estructuras delsistema de las Naciones Unidas. A partir de esta propuesta, elDepartamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz(DPKO) de las Naciones Unidas está desarrollando un programade entrenamiento en tres fases para ese tipo de cuarteles genera-les, que incluye una preparación específica para cada misión.

La necesidad de una capacidad con suficiente potencia.Gran parte de lo que hacen las fuerzas que dirige la OTAN enBosnia puede considerarse como una clásica operación de mante-nimiento de la paz, pero con el añadido de una potente fuerzamilitar con capacidad para afrontar emergencias. La IFOR, y susucesora la SFOR, han proporcionado asistencia humanitaria,pero también han tenido que usar a veces la fuerza. La SFOR haapoyado la implementación de muchas y diferentes actividadesciviles de los acuerdos de paz, y en la actualidad está analizandolas posibles formas de asegurar una estabilidad duradera a largoplazo. En Kosovo, la Alianza se vio al principio envuelta en unaoperación de prevención de conflictos en cooperación con laOSCE, después en una actividad de ayuda humanitaria, y al finalen la imposición por la fuerza de un acuerdo y de la paz misma,así como en el apoyo a su implementación en el aspecto civil. Laprincipal lección que aprendieron los planificadores de la Alianzafue que hacía falta una fuerza militar potente y flexible, con unassólidas y claras normas de intervención, capaz de ocuparse decontingencias y emergencias de diversos tipos. También se hadesarrollado dentro de la OTAN el concepto de FuerzasOperativas Combinadas Conjuntas (CJTF), con el fin de reforzarla capacidad de respuesta de la Alianza ante futuras emergencias.

El informe Brahimi también extrae conclusiones sobre la nece-sidad de una disposición de fuerzas potente y una estrategia razo-nable de fomento de la paz. El informe da a entender que hoy endía las Naciones Unidas deben estar dispuestas a tomar determina-das decisiones. Cuando una de las partes de un acuerdo de paz estáviolando sus cláusulas de forma clara e irrefutable, seguir tratandopor igual a todas las partes puede llegar a minar la credibilidad dela misión, e incluso llegar a suponer una complicidad con la parteculpable. Por eso las misiones deben tener la autoridad suficiente

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para usar la fuerza para hacer frente a la violencia, y la capacidady determinación necesarias para derrotar a los agresores. Elloimplica unas fuerzas mayores, mejor equipadas y más costosas,capaces de suponer una amenaza disuasoria, en vez de la presen-cia simbólica y nada amenazante que ha caracterizado a las opera-ciones tradicionales de mantenimiento de la paz. Los recientesinformes de las Naciones Unidas sobre Ruanda y Srebrenica com-plementan y apoyan estas conclusiones. Y en cuanto a las fuerzasmilitares, ya se ha puesto a prueba, en el conflicto entre Etiopía yEritrea, la Brigada en alerta de intervención rápida de las NacionesUnidas, que en lo referente a la capacidad de rapidez de respuestaes el equivalente para las Naciones Unidas de las FuerzasOperativas Combinadas y Conjuntas (CJTF) de la OTAN.

Integrar de forma apropiada las tropas de los diferentespaíses colaboradores. Desde el despliegue en Bosnia de laIFOR la OTAN ha trabajado mucho para encontrar el modo deincorporar progresivamente a los socios que colaboran con sustropas en los procesos de planificación y toma de decisiones.Desde el principio se hizo necesario por razones de seguridadencontrar un equilibrio entre las consultas con los socios, por unlado, y el justo reconocimiento del compromiso de los países nopertenecientes a la OTAN que contribuyen con sus tropas, por elotro. La OTAN ha creado también unos sistemas de evaluaciónpara los ofrecimientos de fuerzas por parte de países no perte-necientes a la OTAN, para asegurar que poseen el adecuadonivel de preparación para afrontar los retos de los Balcanes.

El informe Brahimi resalta la necesidad de otorgar un mayorpapel en la planificación y en la toma de decisiones a los paísesque aportan tropas. También aborda el tema de la necesaria cali-dad de las fuerzas al sugerir, como una práctica a aplicar deforma habitual, la creación y despliegue de equipos de lasNaciones Unidas para la evaluación del entrenamiento y equi-pamiento de los contingentes nacionales.

Garantizar la seguridad pública durante las operacionesde mantenimiento de la paz. La seguridad pública sigue siendola asignatura pendiente para la comunidad internacional tanto enBosnia como en Kosovo, pero se trata de dos situaciones clara-mente diferentes en cuanto a que la ley y el orden son responsa-bilidad de la policía local en Bosnia, y de las Naciones Unidas enKosovo. La Alianza aprendió en Bosnia que, a causa de la faltade adecuación de la policía local, las fuerzas que dirigía la OTANnecesitaban una cierta capacidad de reacción ante las violacionesde la ley y el orden, puesto que los soldados carecen del entrena-miento adecuado para las tareas policiales. Por este motivo laOTAN creó una unidad multinacional especializada de carabi-nieri, gendarmes y otras fuerzas especiales de policía, para ope-rar bajo mando militar. En cuanto a Kosovo, al detectarse laurgente necesidad de que los militares asumieran la responsabi-lidad del mantenimiento de la ley y el orden antes de que la poli-cía de las Naciones Unidas tuviera tiempo suficiente de llegar, lamayoría de los contingentes militares sobre el terreno fueronreforzados con recursos y potencial militares y policiales adicio-nales, y con tropas entrenadas para este tipo de operaciones.

Nuevos procedimientos y estructuras para la gestión de cri-sis. Al comenzar el proceso de planificación de la IFOR, la OTANse dio cuenta de que los procedimientos de gestión de crisis exis-tentes no se adaptaban totalmente a los requisitos de la situación deBosnia. Aunque los aspectos principales, como la forma de reali-zar el asesoramiento militar y el proceso de toma de decisiones,seguían siendo válidos, se le asignó la función de apoyo al

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Secretario General y al Consejo del Atlántico Norte a un pequeñogrupo multifuncional de expertos, el Grupo de Trabajo de Bosnia,al que después se denominó el Grupo de Trabajo de los Balcanes.Este grupo incluía expertos en asuntos políticos, militares, huma-nitarios, legales, de medios de comunicación, y en cualesquieraotros aspectos que se considerasen necesarios. También se creó enla OTAN un comité especial político-militar para recoger las opi-niones e informaciones procedentes de las naciones participantes.

Uno de los principales puntos del informe Brahimi se refiere ala necesidad de una importante reorganización del sistema de fun-cionamiento de las Naciones Unidas, sobre todo el de su sede deNueva York. Se abordan en el informe los diversos aspectos de lasestructuras, procedimientos y recursos, así como la cuestión de laautoridad y responsabilidad en cuestiones financieras. Además desus propuestas sobre el tema de los mandatos y sobre el Consejode Seguridad, el informe propone que el fomento de la paz sea unasunto a dirigir por el Departamento de Asuntos Políticos; que secree un organismo de análisis estratégico e información; que aprincipios del proceso de planificación se establezca la direcciónde la misión y un estado mayor integrado; que se conceda un cier-to nivel de autoridad en el tema de la financiación a los que pla-nifican e implementan una misión; que se extienda el conceptoexistente de un dispositivo militar en alerta para intervenciónrápida a la policía civil, los jueces, los abogados y los especialis-tas en derechos humanos o cualquier otro tipo de expertos; y quese aumente el personal, especialmente en el DPKO.

La importancia de la instrucción, la enseñanza y la prepa-ración. Tanto la OTAN como las Naciones Unidas reconocen sinreservas la necesidad existente de personal y de organizacionesciviles y militares bien instruidas, informadas y equipadas, para elexigente entorno de seguridad y humanitario de los Balcanes o decualquier otra misión de parecida complejidad. Las fuerzas diri-gidas por la OTAN perdieron mucho tiempo preparando su des-pliegue en las dos operaciones de las Balcanes, y en evaluar lascolaboraciones adicionales que ofrecían otros países no pertene-cientes a la OTAN, como ya se ha dicho anteriormente. El énfasisque se puso en la cuestión del mantenimiento de la paz en el pro-grama de la Alianza para las Asociación para la Paz dio muy pron-to los frutos adecuados cuando muchos de los países socios deci-dieron dar una paso adelante y contribuir con tropas. Losconceptos, doctrinas y procedimientos actuales de la Alianza tie-nen siempre en cuenta la experiencia adquirida en los Balcanes,en especial en todo lo referente a la cooperación y coordinacióncon organizaciones civiles durante el proceso de paz.

Brahimi reclama un especial esfuerzo por parte de las nacio-nes para conseguir una mejor preparación de los grupos, losmiembros del personal y los especialistas, tanto individualmen-te por parte de cada país como de forma colectiva bajo la guía delas Naciones Unidas. El informe se centra en la preparación de

un cuartel general integrado para las misiones, en la policía yotros especialistas también civiles, y recomienda con énfasis laimplantación de un mecanismo de evaluación.

La OTAN, por su parte, está aplicando ya estas lecciones yadaptándolas en su política y doctrinas de diferentes maneras: enlos entrenamientos y operaciones conjuntos de sus fuerzas milita-res durante muchos años; en la orientación de la Asociación parala Paz hacia las operaciones para el mantenimiento de la paz; enlos programas especiales de la Alianza para la cooperación conRusia y Ucrania, y en el proceso del Diálogo Mediterráneo; y enlas relaciones que va estableciendo la OTAN con las diversasfuerzas militares presentes en la región balcánica. La Alianza estáenfocando la cooperación internacional mediante una mejora dela comunicación con la Unión Europea, la OSCE y el AltoComisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados(UNHCR). Por el mismo motivo, la Alianza tiene un funcionariode enlace permanente en la sede de las Naciones Unidas en NuevaYork, y a veces ha destacado representantes en Ginebra. Tambiénmantiene estrechas relaciones con los máximos responsables delas misiones de las organizaciones internacionales en Bosnia yKosovo, y reconoce en su doctrina militar la importancia de losaspectos civiles de las operaciones de mantenimiento de la paz.

El informe Brahimi ha servido también para dirigir la atencióndel público y de los organismos oficiales sobre las deficiencias delas operaciones de mantenimiento de la paz en la década de los90, pero de una manera constructiva y eficaz. Aborda un amplioespectro de temas prácticos, como pueden ser la toma de decisio-nes, el despliegue rápido, la planificación y el apoyo a las misio-nes. También aborda otros temas que se refieren a la implementa-ción civil, con el objeto de minimizar el carácter de operación adhoc que tienen en la actualidad algunas misiones de manteni-miento de la paz. Les corresponde ahora a los estados miembrostrabajar de forma conjunta con los funcionarios de las NacionesUnidas para seguir mejorando las capacidades de éstas últimaspara las operaciones de mantenimiento de la paz.

Desde luego, si se puede extrapolar alguna conclusión de lasdos experiencias, la de la OTAN y la de las Naciones Unidas, esla de que el concepto de mantenimiento de la paz con firmezadebe extenderse también a los aspectos civiles. Se deduce clara-mente de la experiencia de Bosnia y Kosovo que la comunidadinternacional tiene que demostrar desde el principio autoridad ycredibilidad, y esto no puede hacerse solamente con unidadesmilitares. Las principales organizaciones internacionales tienenque intervenir con mucha más rapidez, eficacia y efectividad, uti-lizando toda la autoridad que se haya incluido en sus mandatos.Una vez que estas organizaciones sean capaces de demostrar a losdirigentes y al público locales la claridad de su propósito y unamayor unidad de esfuerzos, resultará más fácil obtener ayuda ycooperación, y por lo tanto el éxito final de la misión. ■

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PROGRAMA CIENTIFICO DE LA OTAN“Uniendo a los científicos para el progreso y la paz”

El Programa Científico de la OTAN apoya proyectos de colaboración entre científicos de países Aliadosy los países Socios. El programa —que no está relacionado con la defensa— aspira a estimular

la cooperación entre científicos de diferentes orígenes, para crear lazos duraderos entre investigadores y ayudar a las comunidades científicas en los países de la Asociación.

Los detalles completos pueden consultarse en la página web de la OTAN: http://www.nato.int/science

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debate

¿Pueden ser los soldados guardianes dela paz y combatientes al mismo tiempo?

Sí:Bill Nash es General retirado

del ejército de los EE. UU. y Director del Centro para la Acción Preventiva del Consejo de Relaciones Exteriores,

habiendo ejercido anteriormente comoadministrador regional de las Naciones

Unidas en el norte de Kosovo y comandantede la Primera División estadounidense que

se desplegó en los Balcanes.

No:John Hillen, antiguo oficial del ejército de los EE. UU. yactualmente Director deOperaciones de Island ECNInc, es un conocido escritorsobre seguridad internacional y fue asesor durante la campaña electoral del Presidente Bush.

Querido John,

Desde hace tiempo teníamos pendien-te esta discusión sobre la guerra y elmantenimiento de la paz, y por fin vamosa tener la oportunidad de mantenerla. Laprimera vez pude apreciar a la interrela-ción entre el mantenimiento de la paz, lapreparación para el combate y los proble-mas asociados a ambos fue cuando miDivisión se preparó para ir a Bosnia-Her-zegovina (Bosnia) en otoño de 1995. Traslos logros alcanzados durante nuestra es-tancia en Bosnia, hasta que regresamos aAlemania un año después, estoy conven-cido de que fue principalmente nuestroenfoque del problema lo que nos permi-tió no sólo coronar la misión con éxitosin también conseguir una rápida adapta-ción partiendo a priori de una prepara-ción enfocada al combate. Este plantea-miento se basó en tres puntos principales.

Como Comandante de la 1ª DivisiónAcorazada, estaba decidido a que mistropas no se vieran comprometidas comolo estuvieron las tropas de las NacionesUnidas que nos precedieron, y por esocuando nos planteamos la misión en Bos-nia decidimos adoptar la actitud propiade unos combatientes. La norma fue, co-mo quedó ya establecido en la primera lí-nea de mis instrucciones de campaña,que en todo momento actuaríamos comosoldados "duros, disciplinados, compe-

tentes y profesionales". Durante los pri-meros dos meses de misión habré utiliza-do esa frase una media de cincuenta ve-ces; y creo que la cosa funcionó. Este esel primero de los puntos claves para man-tener la capacidad combativa en una mi-sión de mantenimiento de la paz.

Una vez conseguida la adecuada men-talización, nos concentramos en "hacerlas cosas bien", y en integrar el entrena-miento dentro de nuestras operacioneshabituales. Quiero decir con esto que enesas operaciones inculcamos e impusi-mos las tácticas rutinarias de actuaciónsobre el terreno y los procedimientos dedirección de tropas de combate. El traba-jo diario de mantenimiento, las inspec-ciones propias de la preparación para elcombate y los ensayos constituyeron lanorma. Los oficiales más jóvenes se con-virtieron en expertos en la elaboración deplanes de operaciones y en tener a puntoa sus unidades para ejecutar la misión decada día. La coordinación entre todo elpersonal, tanto en horizontal como en lavertical de la cadena de mando, fue unatarea diaria en la que prestábamos unaconcienzuda atención a los detalles.

En lo referente al adiestramiento, a lostres meses de nuestra llegada al teatro deoperaciones habíamos establecido un pro-grama y unas sesiones de instrucción si-milares a las realizadas en los acuartela-

mientos permanentes. Construimos cam-pos de tiro e instalaciones de entrena-miento, hicimos prácticas de tiro de for-ma habitual con todo tipo de armamento,y para las tripulaciones de los tanques yde los Bradley utilizamos los campos detiro húngaros de forma rotativa, una com-pañía cada semana. Incluso utilizamosnuestros puestos de observación para rea-lizar cursos de perfeccionamiento paralos tanques y los Bradley usando los sis-temas de adiestramiento mediante láserpara vigilar los movimientos militares delas tropas locales. Queríamos que nos vie-sen preparándonos para el combate.

El tercer punto clave fue un plan deentrenamiento para el re-despliegue y elpost-despliegue durante nuestro regresoa Alemania. El modo en que volvimos acasa y lo que hicimos en los meses in-mediatamente posteriores a nuestro fueel principal motivo de que estuviésemostan pronto preparados para partir denuevo a cualquier tipo de misión. Nues-tro plan de re-despliegue exigió emplearentre cuatro y seis días en nuestro acuar-telamiento temporal en Hungría, pararealizar todo tipo de actividades, desderepartir uniformes nuevos y almacenarel equipo, las piezas y vehículos so-brantes, hasta las inspecciones médicasy dentales, o los ejercicios de tiro de lostanques y pelotones de infantería. Estospocos días en Hungría ahorraron a nues-

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tros soldados semanas de trabajo cuan-do volvimos a nuestra base principal.

Nuestro plan de entrenamiento tras lavuelta a la base comenzó con un mereci-do permiso para la tropa, que supusoaproximadamente unos 45 días por bata-llón, y a cambio contribuyó directamentea la actitud extremadamente positiva conque los soldados y sus familiares afronta-ron a continuación las tareas que se nospresentaban. Ahora que nos esforzamosen identificar métodos para estar a la al-tura de las necesidades militares, presen-tes y futuras, no debe pasarse por alto laimportancia de la cuestión de la calidadde vida de los soldados.

Nuestro plan de entrenamiento se cen-tró en aquellos aspectos que no habíamospodido practicar en Bosnia, como el ata-que en profundidad y la planificación yejecución de contra-reconocimientos. Engeneral, descubrimos que las mejoras ennuestras aptitudes de mando y direcciónen condiciones de combate conseguidasen Bosnia superaban con creces las posi-bles pérdidas de habilidades en tareas decombate específicas durante esas misio-nes de mantenimiento de la paz. Inclusouno de los mandos superiores comentódespués de nuestras maniobras del Pro-grama de Adiestramiento de Mando enCombate en Fort Leavenworth, que tu-vieron lugar 90 días después de que la di-visión volviera de Bosnia, que en mu-chos aspectos la 1ª División Acorazadamostraba un mayor grado de entrena-miento que algunas de las divisiones alvolver de la operación Tormenta del De-sierto. En cualquier caso, no tengo la me-nor duda de que a la vuelta de Bosniaéramos una división de combate mejorcapacitada que cuando fuimos allí.

Cuando repaso las lecciones obtenidasde esta experiencia, debo resaltar dos he-chos importantes. En primer lugar, prác-

ticamente la totalidad de la división sedesplegó de forma conjunta en Bosnia, loque nos permitió mantener la integridadde la unidad en mucho mayor grado quecualquier otra unidad desde el periodo de1995 y 1996. Los beneficios a largo pla-zo que se obtienen de la cohesión de unaunidad para su nivel de operatividad sonenormemente importantes, tal vez inclu-so críticos. El segundo hecho, que deboanotar con tristeza, es que a finales de ve-rano de 1997 la división había sufridouna rotación de personal de entre el 70 yel 80 por ciento en sus generales, corone-les y tenientes coroneles, incluyendo atodos los jefes de brigada. Evidentemen-te, esta no es forma de preservar la ope-ratividad de una unidad.

Bueno, John, estoy interesado en co-nocer tu punto de vista, y me he reser-vado un poco de munición para el espe-rado contraataque.

Atentamente,Bill

Querido Bill,

En primer lugar, déjame decirte queestoy encantado de debatir cuestionestan importantes como éstas con un hom-bre al que respeto enormemente, comomilitar, diplomático y sesudo analista depolítica exterior.

No soy contrario a las operaciones demantenimiento de la paz o de apoyo a lamisma. De hecho, en mi libro sobre lahistoria del mantenimiento de la paz delas Naciones Unidas, he analizado casimedio centenar de misiones diferentes yhe llegado a apreciar el enorme reto quesuponen, así como su contribución a lapaz y la seguridad internacionales. Y, aligual que tú, mientras vestí uniforme lu-ché en guerras y participé en misionesde mantenimiento de la paz, así que heconocido las dos caras de la medalla.

Más aún, y quizás algunos se sorpren-dan de esto, creo que las tropas de los EE.UU. deben implicarse en las operacionesmultinacionales de mantenimiento de lapaz. Pero para mí, y esa fue mi posicióndurante mi trabajo en la campaña presi-dencial de Bush, la cuestión reside en elgrado de compromiso de los EE. UU. con

estas operaciones, y en el coste de opor-tunidad inherente a estos compromisos.

A lo que me opongo es al compromisoprolongado y a largo plazo de tropas decombate de los EE. UU. en operacionesmultinacionales de mantenimiento de lapaz. Creo que los Estados Unidos debenimplicarse a largo plazo solamente con tro-pas de apoyo o reservistas, y que sus fuer-zas de combate de primera línea puedendesempeñar un papel crucial, pero sola-mente durante cortos periodos de tiempo.Desde mi punto de vista, estoy de acuerdocon la famosa frase de la Consejera de Se-guridad Nacional Condolezza Rice sobrelo ilógico que resulta ver a los paracaidis-tas de la 82 División Aerotransportadas(una de las unidades en las que serví) lle-vando a los niños a clase, y me baso en tresargumentos que espero analizar más en de-talle a lo largo de este debate.

En primer lugar, está la cuestión geo-política de cuál es el papel que deben de-sempeñar los ejércitos de los EstadosUnidos – junto con los de los países Alia-dos y Socios – en las cuestiones de segu-ridad internacional. Mi argumento deque "las superpotencias no se dedican ahacer el trabajo de los peones" reconoceque casi todas las misiones internaciona-les en las que se ven implicados los Esta-dos Unidos son de tipo cooperativo y ba-sadas en el trabajo en equipo, pero poreso mismo una función importante del lí-der del equipo es la de hacer casar los pa-peles y responsabilidades de cada unocon sus intereses y capacidades. Y te-niendo en cuenta el abismo existente en-tre la capacidad militar de los EstadosUnidos y la de sus Aliados europeos,creo que la OTAN puede desempeñar

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JOHN HILLEN

A lo que me opongo es al compromiso

prolongado y a largoplazo de tropas de

combate de los EE. UU.en operaciones

multinacionales demantenimiento de la paz

BILL NASH frente a JOHN HILLEN

Decidimos adoptar la actitud propia de

combatientes cuandonos planteamos

la misión en Bosnia BILL NASH

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mejor sus diferentes funciones (y no sólola del mantenimiento de la paz en Euro-pa) sabiendo asignar la misión adecuadaa cada uno de sus miembros: para los Es-tados Unidos – y solamente para ellos –las guerras o conflictos a gran escala; pa-ra los demás Aliados, las misiones demenor escala y la mayoría de las opera-ciones de apoyo a la paz.

En segundo lugar, debemos considerarel efecto práctico que está teniendo el pro-longado esfuerzo de los EE. UU. en las ta-reas de mantenimiento de la paz sobre elresto de su estrategia militar. A diferenciade la mayoría de los Aliados dentro de laOTAN, los Estados Unidos tienen com-promisos de seguridad en todo el mundoque exigen su atención. Aunque el ReinoUnido contribuye con tropas de combate amisiones aliadas como la disuasión sobreIrak, en la mayor parte de estas misioneslos Estados Unidos están solos en sus es-fuerzos por garantizar que ninguna poten-cia hostil pueda dominar Extremo Orienteo la región del Golfo. Y además, las mi-siones de ese tipo requieren tropas decombate con un elevado nivel de entrena-

miento y toda la potencia aérea, naval y te-rrestre de los EE. UU., con perfecto adies-tramiento y plena disponibilidad las vein-ticuatro horas del día para enfrentarse a unconflicto bélico (que normalmente se pre-senta sin aviso previo).

También debo añadir que éstas son mi-siones en las que los Estados Unidos – yla Alianza – no se pueden permitir unaderrota. Como se podía apreciar en mi li-bro sobre el mantenimiento de la paz delas Naciones Unidas, una gran potenciase puede permitir que las cosas no salgandemasiado bien, e incluso un claro fraca-so si se trata de una misión de mante-nimiento de la paz, sin que ello tenga unimpacto duradero sobre el sistema de se-guridad internacional. Pero si los EE. UU.y sus Aliados pierden, o incluso empatanun conflicto importante (como la Guerradel Golfo), toda la estructura de las rela-ciones internacionales puede verse agita-da y deteriorada. Incluso en esta época delo políticamente correcto, tenemos queadmitir que algunas misiones son másimportantes que otras.

Tus comentarios iniciales abordan sinembargo el tercer argumento, el de si lossoldados de los EE. UU. pueden estar tanbien adiestrados para la guerra y como pa-ra el mantenimiento de la paz y conmutarde actividad sin problemas. Fue mi amigoel profesor Charles Moskos el que dijo que"el mantenimiento de la paz no es el oficiode un soldado, pero solamente un soldadoes capaz de desempeñarlo", lo que expresaperfectamente la paradoja. No me cabe du-da de que unos soldados bien adiestrados ydisciplinados pueden convertirse, con eladecuado entrenamiento, en unos magnífi-cos guardianes de la paz. Pero tengo misreservas (y algunas evidencias en contra)sobre la capacidad que puedan tener aque-llos soldados que están profundamente im-plicados en este tipo de operaciones parade pronto verse metidos, sin apenas avisoprevio, en las complejidades de un conflic-to armado y poder rendir al máximo.

Entraré en detalles más adelante, perolo que quiero destacar ahora es que tusesfuerzos para el adiestramiento en Bos-nia, totalmente heroicos y admirables,estaban orientados hacia el mismo fenó-meno que está exigiendo el máximo es-fuerzo a las tropas de los EE. UU.: la ne-

cesidad de mantener a nuestras fuerzasde mantenimiento de la paz listas parapasar de forma inmediata y por cual-quier motivo a la situación de guerra. To-dos los estudios realizados por agenciasgubernamentales e institutos de investi-gación señalan el hecho de que se pro-duce un cierto nivel de deterioro de lacapacidad de combate en las fuerzas quese ocupan por largo tiempo del manteni-miento de la paz, simplemente porqueninguna institución puede ser igual debuena en dos tareas muy diferentes.

La pregunta que debemos hacernoses: ¿qué nivel de riesgo de degradaciónpodemos permitirnos asumir para losEstados Unidos?

Atentamente,John Hillen

Querido John,

Abordaré tus tres cuestiones en ordeninverso. Estoy de acuerdo en que puedeproducirse "algún nivel de deterioro de lacapacidad de combate en las fuerzas quese ocupan por largo tiempo del manteni-miento de la paz", pero una unidad nopermanece en estas misiones por muchotiempo, pues lo habitual son periodos derotación de entre seis y doce meses, queno son periodos especialmente largos. In-cluso contando con un periodo adicionalde entre tres y seis meses para el adiestra-miento, los efectos no son demasiado de-bilitadores. Lo principal es que las venta-jas de actuar en un verdadero entornooperacional compensan con creces las ca-pacidades que pueden verse deterioradas,que precisamente son las que se puedenrecuperar con mayor rapidez y prontitud.Los ejércitos de EE. UU. tienen proble-mas de disponibilidad por motivos muchomás importantes que el efecto comparati-vamente pequeño que pueden tener lasmisiones de mantenimiento de la paz.

Pero hay que abordar los problemas alargo plazo que mencionas. En realidad,más que mantenimiento de la paz estamoshablando de fomento de la paz. Yo creoque estos esfuerzos sobrepasan las com-petencias y funciones de los militares, yentran dentro de la esfera de la implemen-tación civil en operaciones de paz. La au-sencia de capacidades de la parte civil ha-

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BILL NASH frente a JOHN HILLEN

Las ventajas de actuar enun entorno operacional

compensan con creces lascapacidades que puedenverse deterioradas, queprecisamente son las

que se pueden recuperarcon mayor rapidez

y prontitudBILL NASH

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ce que los ejércitos tengan que implicarseen estas actividades más de lo debido.Hasta que el componente civil de las ope-raciones de paz reciba la misma prioridaden lo relativo a asignación de personal yrecursos que el militar, nunca podremosalcanzar nuestros objetivos de política ex-terior. Según mi criterio, perdemos dema-siado tiempo tratando asuntos militares yempleamos en cambio muy poco en ana-lizar los problemas políticos, económicos,sociales y, en general, de seguridad quetienen que resolverse para acabar la tareaque empezó con nuestra intervención.

Y respecto a tu primer punto, me gus-taría hacer unas pocas observaciones. Elcomentario sobre el reparto de tareas esingenioso, pero de poca aplicación: los lí-deres deben compartir siempre los riesgosy privaciones de sus seguidores. Y el ade-cuar las competencias con las tareas resul-ta bastante lógico, pero es algo que debeconseguirse mediante el consenso y nocon exigencias. No debemos olvidar ja-más la diferencia entre liderazgo y tiranía.

Atentamente,Bill

Querido Bill,

Parece que no discrepamos sobre losprincipios sino sobre la cuestión mássubjetiva de su grado de aplicación. Porejemplo, estamos de acuerdo en que unperiodo largo de mantenimiento de la pazno es bueno para la capacidad de comba-te de las unidades, pero discrepamos so-bre dónde y cuándo este deterioro se con-vierte en debilitamiento. También coinci-dimos en que los Aliados de la OTANtienen intereses y capacidades diferentes,pero no sobre hasta que punto los Esta-dos Unidos deben actuar de forma idén-tica a sus Aliados en las misiones meno-res de seguridad colectiva. Déjame expli-car mi posición en estas dos cuestiones.

No nos damos cuenta de que el deterio-ro de la capacidad de combate está provo-cando debilitamiento hasta que es dema-siado tarde. En mayo de 1950, estando lapenínsula de Corea en paz, el hecho deque las fuerzas de ocupación de los EE.UU. no estuvieran en su máximo grado depreparación para el combate no parecíaque las debilitase. Pero un mes más tarde,

el 25 de junio, la invasión norcoreana y laderrota posterior de estas fuerzas obligó aun rápido cambio de actitud.

Son muchas las cosas que pueden ocu-rrir y obligar a una fuerza de los EE. UU.a estar preparada para el combate sinaviso previo ni tiempo para ponerse apunto. Para decirlo claramente: ningunode los países Aliados tienen las respon-sabilidades mundiales de los EE. UU.,que pueden verse requeridos a respon-der de inmediato a conflictos graves.Sería absurdo arriesgar la vida de lossoldados estadounidenses por una faltade preparación para el combate, y sacri-ficar las capacidades militares de losEE. UU., únicas y decisivas, solamentepara ponernos al nivel de nuestros Alia-dos en misiones de mantenimiento de lapaz que en última instancia son menosimportantes para la seguridad mundial.

Esto nos lleva al segundo punto de de-sacuerdo: el papel que deben desempeñaren estas misiones menores los EE. UU.como líderes de la OTAN. Aún estandode moda en el mundo diplomático cu-brirlo todo con una capa de igualitaris-mo, los Estados Unidos no deben enga-ñarse pensando que el liderazgo consistesencillamente en hacer lo que todos losdemás hacen. Es cierto que los líderesdeben compartir los riesgos y las cargas,pero nuestros mismos Aliados europeosse lamentan porque ellos tienen cada vezmenos capacidad de compartir estos ries-gos y cargas en misiones que tienen ungran impacto sobre la seguridad mundial.

Todos nos hemos obsesionado con losBalcanes últimamente, pero alguien en laOTAN debería seguir vigilando el restodel mundo, y ese alguien son, obviamen-te, los Estados Unidos. ¿Qué sentido tie-ne usar una unidad de combate, que qui-zá deba enfrentarse de pronto a situacio-nes como la invasión de Kuwait en 1990(como ocurrió con la 82 Aerotransporta-da) para tareas que cualquier otro paísAliado puede realizar con reservistas?Quizás ésa fuera una buena terapia parala Alianza, pero no resultaría nada conve-niente para la seguridad mundial. LaAlianza no es un fin en sí misma, es sóloun medio para aumentar la seguridad enEuropa y en otros lugares. Así que debe-ríamos pensárnoslo dos veces antes de

poner la solidaridad a corto plazo por en-cima de la seguridad a largo plazo.

Estoy totalmente a favor de la partici-pación de las tropas de los EE. UU. enmisiones de mantenimiento de la paz di-rigidas por la OTAN, pero me opongo aldespliegue prolongado de fuerzas decombate de los EE. UU. en estas misio-nes. La historia nos demuestra que podrí-amos vivir lo suficiente para lamentarlo.

Atentamente,John

Querido John,

Parece que hemos conseguido, si no unacuerdo sí al menos un acercamiento en eltema a debate: los soldados pueden serguardianes de la paz y guerreros. Sólo quetú no quieres que los soldados estadouni-denses lo sean de forma prolongada.

No es propio de un historiador de tucategoría usar ejemplos de 1950 para de-mostrar que en 2001 el mantenimiento dela paz es perjudicial para la preparaciónpara el combate: las dos divisiones esta-dounidenses que se desplegaron en Co-rea en junio de 1950 llevaban cinco añoscomo fuerza de ocupación, y su personal,equipo y entrenamiento no estaban orien-tados al combate. Eran tiempos diferen-

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JOHN HILLEN

Todos nos hemosobsesionado con los

Balcanes últimamente,pero alguien en la OTANdebería seguir vigilando

el resto del mundo

BILL NASH frente a JOHN HILLEN

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tes, un mundo diferente y desde luego unejército norteamericano diferente.

Puedo aceptar un debate razonable so-bre hasta qué punto las fuerzas de los EE.UU. deben participar en misiones prolon-gadas de mantenimiento de la paz, y pien-so que las cuestiones a largo plazo son denaturaleza más civil que militar. Por esoparece lógico usar tropas de la reservacuando esas misiones se prolongan. Perosu efecto sobre el nivel de preparación esmínimo, y no debemos engañarnos cuan-do hay tantas cosas que de verdad provo-can deficiencias sobre ese nivel, y que de-bemos abordar para poder ser capaces decumplir con nuestras responsabilidadesmundiales. Tenemos menos de 10.000soldados comprometidos en los Balcanes,la mayoría reservistas. Si nos vemos im-plicados en una guerra en cualquier lugardel mundo, una fracción tan pequeña deltotal no pondrá en peligro la victoria o lasupervivencia de los Estados Unidos.

Por último, sugiero que para prepa-rarnos para los desafíos contra la seguri-dad del siglo XXI debemos garantizaruna coalición de amplia base con paísesamigos y Aliados. Las acusaciones dearrogancia o de excepcionalidad, tantosin son ciertas o sólo una impresión, nonos ayudarán y seguramente perjudica-rán a la seguridad que pretendemos con-seguir. Querer caminar solos no será unabuena estrategia a largo plazo.

Atentamente,Bill

Querido Bill,

Tus opiniones están bien expuestas yresultan convincentes. Estamos de acuer-do en que los soldados estadounidensesson capaces de mantener la paz tanto co-mo de combatir, especialmente con laOTAN u otras misiones colectivas de se-guridad. Y es muy buena tu idea de usar

fuerzas estadounidenses de la reserva enesas misiones, pues significaría un avan-ce – que muchos Aliados ya realizaron –pero que también tiene sus consecuen-cias en Estados Unidos, pues su estructu-ra de las fuerzas de reserva y estatuto le-gal fueron diseñados para la Guerra Fríay tendrían que ser modificados.

Sin embargo, creo firmemente que elmantenimiento de la paz debe ser unacompetencia secundaria para las tropasde combate de los EE. UU.. El ejemplode Corea, aunque no sea aplicable exac-tamente, sí que señala un patrón que re-sulta históricamente habitual: 1) a lasnaciones buenas les pasan cosas malas;2) cuando esto ocurre, normalmente espor sorpresa; y 3) puede resultar muydoloroso salir bien de la situación si nose está preparado para repeler la agre-sión desde el primer día. La Primera ySegunda Guerras Mundiales, Corea, elGolfo … Puedes escoger cualquiera deellas, pues todas siguen ese patrón.

Es en este tipo de misiones donde losEstados Unidos sencillamente no puedenpermitirse un fracaso, pues tendría con-secuencias mucho más serias y de máslargo alcance que las que puedan teneresos conflictos internos, prolongados yen gran parte irresolubles que caracteri-zan las misiones actuales de manteni-miento de la paz. Hace falta un poco derealismo geopolítico. Esas contingencias,que solamente los EE. UU. están prepa-rados para afrontar, no son necesaria-mente situaciones que amenazan nuestraseguridad, sino sencillamente amenazasque requieren el despliegue y la posibleutilización de la cantidad necesaria defuerzas de combate, con muy poco avisoprevio o incluso ninguno en absoluto.

Hoy en día pocos recuerdan Haití oSomalia, aunque a principios de los 90su importancia nos obsesionaba. Peronos estarían recordando constantementea Saddam Hussein si ocupase aún Ku-wait y esclavizase Arabia Saudita. Decirque el mantenimiento de la paz tienemás importancia que amenazas contrala seguridad como ésas resulta tranquili-zador, pero en absoluto realista.

Sólo una de las naciones de la OTANtiene tecnología invisible al radar, misilesde precisión, grandes portaaviones, trans-

porte aéreo estratégico, sistemas logísticosdesplegables a gran escala, etc. Y sin em-bargo, hay muchos países con tropas conexperiencia en el mantenimiento de la paz,policía militarizada, expertos en recons-trucción civil y similares. ¿Qué sentidotiene embotar nuestra única espada usán-dola como un arado más?

Una vez más, me refiero únicamente aldespliegue a largo plazo de tropas decombate norteamericanas en operacionesde mantenimiento de la paz de la Alianza.Los EE. UU. deben implicarse a fondo enprácticamente todos los demás aspectos(inteligencia, apoyo, logística, transpor-tes, etc) de cualquier misión de la OTAN,o ésta no podría tener lugar. El predomi-nio de los EE. UU. en la campaña aéreade 1999 sobre Kosovo es un ejemplo deello. No es por elección, sino por falta dealternativa, por lo que los Estados Unidosse encontrarán solos en otras misiones demayor trascendencia. Los otros Aliados,según ellos mismos admiten, no son ca-paces de readaptar sus fuerzas para mi-siones de combate fuera de Europa.

Es necesario que alguien en la Alianzasea capaz de enfrentarse a cualquier even-tualidad con tropas de combate bien entre-nadas. Desplegar los ejércitos estadouni-denses como si fueran solamente una granfuerza policial, por solidaridad dentro dela Alianza, supone un pobre liderazgo pa-ra la misma. Como nos recuerda el gurúdel liderazgo Peter Drucker, los líderes loson por su conocimiento y competenciainsuperables, no porque traten de igualarlas habilidades de sus seguidores.

Atentamente,John

* Para conocer un punto de visto euro-peo sobre las operaciones de manteni-miento de la paz, ver las opiniones delGeneral Sir Rupert Smith en las pági-nas 24 y 25.

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BILL NASH

Los dirigentes debencompartir siempre losriesgos y privacionescon sus seguidores

BILL NASH frente a JOHN HILLEN

JOHN HILLEN

Es en este tipo de misionesdonde los Estados Unidossencillamente no pueden

permitirse un fracaso

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desplazarse a 1’3 millones de albanokosovares, de los cualesmás de 800.000 tuvieron que atravesar las fronteras. Sólo dosmeses después, cuando los líderes Aliados habían demostradoestar dispuestos a imponerse a toda costa intensificando la cam-paña aérea y afrontando la opción de la intervención terrestre,fue cuando Milosevic tiró al fin la toalla.

La segunda razón para el interés permanente por la campañade la OTAN en Kosovo estriba en la naturaleza humanitaria delos conflictos actuales. Ni los intereses nacionales vitales ni la

seguridad física de los 19 estados miembros dela OTAN estaban directa o inmediatamente ame-nazados por la violencia étnica en Kosovo,incluso si el el desbordamiento de los enfrenta-mientos constituía un riesgo de desestabiliza-ción para los países Socios de la zona. Para los19 gobiernos de la OTAN tomar la decisión delanzar la operación Fuerza Aliada fue algo muyduro, y que requirió análisis muy complejos.¿Sería al final el coste de la intervención menorque el de la abstención? ¿El grado de violenciacontra los civiles en Kosovo era suficiente parajustif icar una campaña aérea a gran escala?¿Cómo se podría conjugar la necesidad de ase-gurar el apoyo político en los países de la OTANcon una disuasión máxima y luego con una cam-paña aérea rápida y firme? ¿Cómo podría man-tenerse durante todo el tiempo el apoyo de lapoblación en una Alianza con 19 gobiernos y

opiniones públicas diferentes, si el uso inmediato de la fuerza noconseguía doblegar a Milosevic? ¿Cómo podría justificarse unabase legal convincente para el uso de fuerza sin el apoyo de unaResolución del Consejo de Seguridad de las NU? Y ¿cómopodría la OTAN asegurar que la situación mejoraría tras el con-flicto y que se alcanzaría una solución política en Kosovo, a finde justificar la decisión de usar la fuerza, con la destrucción ycaos consiguientes?

Todavía se está muy lejos de tener respuesta a la última deestas preguntas. Dado el legado de odio en Kosovo, quizás hayaque esperar algunos años antes de que la KFOR pueda dejar laprovincia con la plena convicción de que se ha creado una socie-dad democrática, próspera y multirracial. Pero los libros inclui-dos en esta revisión tienen el mérito de haber tratado eel asuntomucho mejor que la mayoría de las otras versiones que se ceba-ron con obstinación con la Fuerza Aliada.

Kosovo: Guerra y Venganza, de Tim Judah (Kosovo: War andRevenge, Yale University Press, 2000) realiza un excelente aná-lisis de los orígenes del conflicto. Partiendo de la historia máslejana, Judah traza el patrón recurrente de violencia entre lasetnias albanesa y serbia, según va teniendo cada bando la

Jamie Shea es Director de la Oficina de Información y Prensa de la OTAN.

Aunque las imágenes de la televisión sobre las misionesde bombardeo de la OTAN y los miles de refugiadosatravesando las fronteras tienen más de dos años, el con-

flicto de Kosovo continúa provocando interés, controversia y, aveces, pasión. Apenas transcurre un mes sin que aparezca otroestudio o informe. Algunos, como el recientemente publicadopor Wesley Clark, se han visto acompañados por una campañade publicidad en las principales revistas de información general.Según mis datos, solamente en inglés han aparecido ya más de200 libros sobre Kosovo. Con gran sorpresa por mi parte heobservado que incluso los aspectos más secre-tos del conflicto de Kosovo están siendo estu-diados por alumnos de doctoroado. El mespasado me visitó un licenciado que estabaescribiendo su tesis sobre el análisis lingüísticosemiológico de las conferencias de prensa de laOTAN. Se rumorea que varios personajes claveen este asunto, actualmente separadas de cargosoficiales, están trabajando en ello por su propiacuenta. Así pues, la lucha por el veredicto histó-rico final parece que va a continuar.

¿Por qué un conflicto pequeño y limitado hagenerado un debate tan acalorado? ¿Por quétantos de sus principales actores han sentido lanecesidad de una justif icación posterior (ypública)? Creo que existen dos razones. En pri-mer lugar, está la discrepancia existente segúnmuchos entre los fines y los medios. Aunquepocos dudaban de la necesidad de una presión internacionalpara aliviar la situación de los albanokosovares, muchos recha-zaron el uso de fuerza en tal escala, sobre todo cuando incluyóataques aéreos sobre Yugoslavia. En muchos sitios existía la cre-encia de que pudo haberse parado la violencia dándole mástiempo a la diplomacia – una opinión que pasa por alto el recha-zo categórico de Milosevic a los acuerdos de paz deRambouillet. Otros opinaban que debería haberse amenazadocon acciones militares antes, y más enérgicamente, para evitartener que usarlas finalmente – un argumento que da por sentada,muy a la ligera, la racionalidad de Milosevic para calcular losriesgos y sopesar los resultados. Cualquier persona civilizadapiensa que los medios deben ser proporcionados a los fines. Lapropia OTAN intentó hacerlo así al principio de la campañaaérea, descartando públicamente la intervención terrestre yautolimitándose a 50 ataques aéreos y objetivos en Kosovo y susinmediaciones. Desgraciadamente, la violencia en lugar dedetenerse aumentó, tras la respuesta de Milosevic que obligó a

Historia actualJamie Shea se hace eco del constante interés por la campaña de la OTAN en Kosovo y analiza cinco libros que ya se han publicado sobre este tema.

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superioridad a lo largo de las distintas fases de esta larga ydeprimente historia. Judah, que ha escrito un libro muy aprecia-do sobre los serbios, es un verdadero especialista en losBalcanes e insuperable en el estudio de los factores locales.Siendo escrupulosamente justo con ambos lados, traza con tododetalle las divisiones y radicalización entre los líderes albano-kosovares y el nacimiento, en los años noventa, del Ejército deLiberación de Kosovo (KLA). Tiene una clara comprensión delos principales factores que inclinaron la balanza hacia la vio-lencia, especialmente el malestar de los albanokosovares porquesu causa no fue recogida en la Conferencia de Paz de Dayton en1995, y por el colapso del estado albanés en 1997, que permitióque el KLA consiguiera miles de armas a precios de ganga.

Aunque Judah muestra que losalbanokosovares no eran precisa-mente angelicales, señala claramen-te a Milosevic y Belgrado como losculpables por su negativa continua-da a abordar los agravios albanoko-sovares y por haber exacerbado lasituación con el uso premeditado eindiscriminado de la fuerza contra lapoblación civil. Resulta trágicamentetípico de Milosevic que careciendo deuna estrategia clara para tratar el proble-ma de Kosovo, sus acciones, espasmódi-cas pero brutales, provocaran justamentela intervención de OTAN y su prolonadapresencia armada en Yugoslavia, que éltrataba de evitar.

Desde la perspectiva de la OTAN,una de las más acertadas observaciones de Judahes que la campaña de limpieza étnica de Milosevicse inició bastante antes del comienzo de los ataquesaéreos. Señala que en enero de 1999, dos mesesantes que la Fuerza Aliada, las fuerzas especialesserbias ya habían obligado a 300.000 albanokosova-res a abandonar sus hogares. También demuestraque la limpieza étnica de la población civil local mantenía unatendencia ascendente y habría aumentado con intervención de laOTAN o sin ella. Desmiente así a los comentaristas que aleganque la OTAN, con su intervención, causó la crisis humanitariaen Kosovo y que fue peor el remedio que la enfermedad.

Se aprecia claramente el profundo conocimiento de Judah dela psicología de los líderes de etnia albanesa y serbia, pero acosta de la falta de un detallado informe de las posiciones de los19 gobiernos Aliados y sus organizaciones militares. En sulibro, la campaña aérea de la OTAN se trata sólo hacia el final,y de forma breve y sucinta. A quienes deseen conocer esteaspecto les aconsejaría Una fea victoria: La guerra de la OTANpara salvar a Kosovo (Winning Ugly: NATO’s War to SaveKosovo, Brookings Institution Press, 2000), de Ivo Daalder yMichael O'Hanlon, dos alumnos destacados de la FundaciónBrookings con experiencia previa en la administración. Paraalguien de dentro de la OTAN, su relato es, al mismo tiempo,alentador y sereno: alentador porque los autores ofrecen diver-sos análisis interesantísimos e intelectualmente rigurosos sobrelas posibles alternativas de la OTAN, demostando que, en las

RESEÑA

Revista de la OTAN22 Verano 2001

circunstancias existentes en la primavera de 1999, no habríanservido para nada las alternativas más sugeridas por aquelentonces, como la división de Kosovo, una mayor represión con-tra el KLA o el ofrecimiento a Milosevic de determinadas con-cesiones para conseguir su apoyo al otorgamiento de la plenaautonomía a Kosovo. En opinión de Daalder y O’Hanlon, laúnica forma de evitar no sólo un desastre humanitario sino latotal desestabilización de la zona sur de los Balcanes (que, a lavez, habría causado un daaño irreparable a la credibilidad de laOTAN) era que la Alianza se decidiera por la intervención mili-tar. Parafraseando a Churchill sobre la democracia, la operaciónFuerza Aliada fue la menos mala de todas las soluciones. Pero,tras justificar Fuerza Aliada mediante la exposición de lo equi-

vocado de las otras opciones, los autores de Una fea victoriason igualmente implacables en su valoración sobre la posturade la OTAN en el conflicto: de ahí el título agridulce de sulibro. Napoleón dijo en una ocasión: "Dios, si debo combatir,que sea contra una coalición". En esta obra, están bien anali-zados los riesgos de gestionar la política de la Alianza y losconflictos mediante comités, aún cuando los autores reco-nocen que es improbable que las naciones, en el futuro y de

forma unilateral, lleguen a dirigir intervencioneshumanitarias, y que soportar coaliciones políticasserá algo obligado. Las alianzas pueden compli-car la toma de decisiones militares pero dejaránbien claro al posible opresor que tiene frente a éla la comunidad internacional. En última instan-cia éste fue un factor importante en el aisla-miento y fracaso de Milosevic.

Daalder y O'Hanlon subrayan sus argumen-tos al detallar las diferencias entre la capacida-des bélica de Estados Unidos y la de Europaen la operación Fuerza Aliada, en la que losEstados Unidos soportaron una carga despro-porcionado, al tiempo que los Aliados euro-peos se sintieron frustrados al sentirseexcluidos del centro neurálgico de la toma dedecisiones. Puesto que una coalición bélica

tiene como objetivo trabajar coordinadamente, lascontribuciones militares dentro de la OTAN deberán establecer-se más equilibradamente. Daalder y O'Hanlon también repro-chan a la OTAN el haber empezado la campaña aérea con dema-siada lentitud y haber descartado inicialmente la opciónterrestre, privando a la estrategia de la Alianza del elemento sor-presa, lo cual habría manenido a Milosevic en estado de zozo-bra. Tienen razón, pero un conflicto es el arte de compaginar lopolíticamente posible con lo militarmente deseable. La opciónde OTAN no estaba entre la campaña perfecta y la imperfecta.Dada la necesidad de lograr el consenso entre los 19 gobiernosde OTAN, las opciones eran o realizar una campaña imperfectao no hacer absolutamente nada. Quizás sea mejor una victoriafea que una derrota brillante. No obstante, las críticas deDaalder y O'Hanlon no pueden echarse en saco roto, sobre todoporque ellos están convencidos de que: "Esta guerra no será laúltima ocasión en la que los gobiernos de OTAN usen la fuerzapara salvar vidas."

Los que piensan que tras cada acontecimiento importante haysiempre una turbia historia interior quedarán plenamente satis-fechos con el libro Hacer la guerra moderna (Waging ModernWar, Public Affairs, 2001), las memorias del Comandante en

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Jefe de la operación Fuerza Aliada, general Wesley Clark, poraquel entonces SACEUR. Los que estudian estos conflictossaben de sobra que la tensión del combate y la constante tomade decisiones producen con frecuencia peleas burocráticas ychoques de personalidades. A veces, enfrentarse a los superiorespuede ser tan duro como hacerlo con el enemigo. El generalClark explica con franqueza sus frustraciones respecto a suscompañeros del Pentágono. Al leer este libro, incluso oficialesdestacados en la sede de la OTAN durante la operación FuerzaAliada, advertirána ahora que sólo conocían la mitad de queocurría entre bastidores. El contenido del libro del generalClark, escrito como si fuera un diario, resulta muy ameno paralos oficiales y periodistas especializados pero quizás resultemenos interesante para el lector normal que no está familiariza-do con los actores involucrados en los acontecimientos. Enmuchas ocasiones, los problemas burocráticos clásicos ylas divergencias políticas obscurecen las reflexiones gene-rales del autor sobre la naturaleza de los conflictos moder-nos, los principios básicos de una eficaz gestión de crisiso las perspectivas para conseguir la paz en los Balcanes.Inevitablemente, los libros sobre acontecimientos impor-tantes que han sido escritos por sus participantes colocanal autor en el centro del escenario. En el caso del generalClark, esto no puede sorprendernos ynos ofrece una valiosa visión desde elinterior, pero tiene como consecuenciaque quienes no estaban en el entornohabitual de Clark sólo aparecen devez en cuando y de pasada, aunquedesempeñaran papeles importantes.Lo que aprendemos sobre el autor estan importante como lo que aprende-mos sobre los acontecimientos. Elgeneral Clark explica muy bien lasrestricciones que los políticos, losmedios de comunicación, las ONG,los compañeros y los superioresimponen a un Comandante en Jefeque intenta ganar una guerra moder-na; pero la mayoría de estas restric-ciones han existido siempre en mayor omenor grado. El análisis de dichas restricciones domina porejemplo la literatura publicada sobre Vietnam, tanto como sobreKosovo o Bosnia.

Lo que realmente se echa en falta en el libro de Clark es unanálisis más conceptual de la diferencia entre la guerra clásica yla nueva guerra con alta tecnología y la publicidad de los mediosde comunicación. A la vez que se comprenden las dificultadesde Clark – intentando convencer a sus superiores y compañerosdel Pentágono de a pesar de las lecciones de la Guerra del Golfo,el uso masivo de la fuerza no es una doctrina que se pueda apli-car a cualquier tipo de conflicto – al final de Hacer la guerramoderna el lector se pregunta qué hay de nuevo o importante enla palabra "moderna."

Michael Ignatieff en La Guerra Virtual (Virtual War, Chaltoand Windus, 2000) supone un interesante intento de responder aesta pregunta. Encadenando frases de entrevistas y ensayos con-temporáneos, entre los que se incluye uno de Clark ("el coman-dante virtual"), el libro de Ignatieff está repleto de percepciones

sobre la moderna y difícil búsqueda de una guerra perfecta, sinningún tipo de bajas y con una justificación moral y legal impe-cables. Su estudio más interesante es el uso de la imagen selec-tiva de la realidad tanto para fortalecer el apoyo propio comopara desacreditar la causa del adversario ante los ojos de su opi-nión pública. Pero ni la manipulación de los mejores medios decomunicación, ni los políticos más persuasivos, ni la tecnologíamás avanzada pueden ocultar indefinidamente la brutalidad y elsufrimiento humanos, al igual que no pueden evitar las muertesreales. En última instancia la guerra virtual de los ataques aére-os se enfrenta cara a cara con la guerra real. Ignatieff, un vetera-no de los Balcanes y de otros muchos conflictos étnicos de laúltima década, es un auténtico ideólogo de la guerra moderna.Sólo cabe esperar que, en el futuro, desarrolle estas interesantespercepciones en un trabajo más completo y global.

El conflicto de Kosovo evidenciólas diferencias existentes entre lasinformaciones de los medios de comu-nicación próximos a la OTAN y lasprocedentes de las ruedas de prensa dela sede de la OTAN y de las capitales delos países de la Alianza. La presentaciónpública del conflicto ha sido tan caluro-samente debatida por los periodistascomo la propia dirección de las operacio-nes militares. ¿Actuó la OTAN de formadeliberada? ¿Había más asesores de ima-gen que portavoces? ¿Cuál es la responsa-bilidad de gobiernos y periodistas alexplicar los conflictos modernos al públi-co? El general Walter Jertz, portavoz militaren aquella época, en Krieg der Worte, Macht

der Bilder (Bernard y Graefe, 2001) realiza un excelenteinforme sobre el funcionamiento de los medios de comu-nicación de la OTAN. Jertz describe con honradez losfracasos y éxitos de la OTAN en manejar a los numero-sos representantes de la prensa internacional destacadosen la sede de la OTAN durante la campaña aérea. Dejaclaro que entre la "niebla de la guerra" que mencionóClausewitz, conseguir información precisa sobre el teatrode operaciones en tiempo real nunca ha sido fácil, y

demuestra de forma convincente que la OTAN nunca desinfor-mó deliberadamente y que, con frecuencia, era víctima de supropia búsqueda transparencia informativa. Jertz proponemuchas ideas interesantes para futuras mejoras. Es de esperarque su libro se publique en otros idiomas para darlo a conocer aun mayor número de lectores.

La OTAN ha soportado muchas críticas a causa de Kosovo,tanto en su momento como posteriormente. Ha habido muchosrevisionistas que usan cualquier información negativa para sos-tener que la OTAN no tenía ningún derecho a intervenir militar-mente. Pero estos libros, que también vale la pena leer, demues-tran que la OTAN no tiene nada que temer o lamentar ante unanálisis con detalle de los hechos. Los autores son muy críticoscon todo lo que salió mal o que pudo hacerse mejor. Pero igualque la operación Fuerza Aliada no se presenta en estas historiascomo una operación más perfecta de lo que realmente fue, tam-poco puede aparecer menos necesaria y justa la obligación estra-tégica y moral de la intervención de la OTAN en Kosovo. ■

RESEÑA

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cientes y con la capacidad necesariapara imponer medidas de fuerza.

RO: Para esta clase de misiones ¿de-bería llevarse a cabo el despliegue delos soldados con el mandato que tení-an las fuerzas de las Naciones Unidasdurante la guerra de Bosnia o deberíadecidirse un mandato más firme antesde desplegar a las tropas?RS: Se puede desplegar a las tropas conese tipo de órdenes si es eso lo que sequiere de ellas. Lo que no se puede haceres decidir después que se quieren hacerotras cosas sin haberlas equipado ade-cuadamente y sin haberles dado las ade-cuadas normas de actuación para cum-plir su cometido. Éste fue el caso clarode las "zonas de seguridad" de Bosnia,en las que la idea era impedir posterio-res incursiones en aquellos enclaves pe-

ro las fuerzas encargadas de hacerlo no eran las apropiadas.

RO: ¿Qué estrategia dará resultado en situaciones complejascomo la de Bosnia?RS: Si se quiere utilizar la fuerza para ayudar a solucionar un con-flicto, debe emplearse en apoyo de un proceso político. Las expec-tativas del uso de la fuerza y del proceso político deben seguir ca-minos paralelos y no ser pasos consecutivos. Los sucesos de Bos-nia en 1995 son un claro ejemplo de varios actores trabajando en lamisma dirección y al mismo tiempo. Richard Holbrooke buscabauna solución diplomática que condujo a los Acuerdos de Dayton ylas fuerzas se emplearon como complemento de las negociaciones;si bien es cierto que se hacía aprovechando las oportunidades quese presentaban, sin ninguna planificación.

RO: Usted ha estado involucrado en los Balcanes tanto confuerzas de las NU como de la OTAN. ¿Cómo ha influido ello en

Revista de la OTAN: ¿Puede unsoldado ser al mismo tiempo comba-tiente y pacificador?General Sir Rupert Smith: Un sol-dado es un combatiente. No es unbuen soldado si no sabe combatir.Pero los soldados pueden realizar unaamplia gama de actividades, incluidaslas de pacificación.

RO: ¿Cuáles es el tipo de actividadesapropiadas para los pacificadores? RS: Eso depende del tipo de paz quese intente mantener, de quién hayaperturbado la paz y del nivel de fuer-zas que es preciso mantener para cre-ar las condiciones que se les haya or-denado. Si se va a hacer frente a unenemigo totalmente armado que hadesplegado a un ejército plenamenteorganizado, se debe disponer de unacapacidad similar. Si se está haciendo frente a unos pocos ele-mentos armados aislados, está claro que no debe utilizarse másfuerza que la estrictamente necesaria para cumplir la misión.

RO: ¿Qué clase de efectivos piensa que deberían haberse em-pleado durante la guerra de Bosnia y hasta que punto en su opi-niónfueron capaces de emplear esos efectivos?RS: Las fuerzas desplegadas por las Naciones Unidas no esta-ban allí para mantener la paz, ni para imponerla, ni para ser pa-cificadoras. Estaban allí para proteger a los convoyes de ayudaque se enviaban a los no combatientes. En muchos casos estaayuda se entregaba sin problemas. Cuando se amplió su manda-to a la protección de las llamadas "zonas de seguridad" su laborfue menos eficaz pero se las arreglaron para hacer llegar la ayu-da a aquellos enclaves. Sin embargo, fracasaron cuando tuvie-ron que impedir los ataques a las "zonas de seguridad" sin másposibilidad de uso de la fuerza que las peticiones de apoyo aé-reo a la OTAN, y se tardó algún tiempo en reunir fuerzas sufi-

General Sir Rupert Smith:DSACEUR

El General Sir Rupert Smith, Segundo Comandante Supremo Aliado en Europa desde noviembre de 1995, es uno de los más destacados oficiales

de su generación. Ocupó el puesto de DSACEUR después de haber mandado el Ejército Inglés de Irlanda del Norte entre 1996 y 1998

y la UNPROFOR en Bosnia-Herzegovina en 1995. Dejará SHAPE a mediados de septiembre y se retirará a primeros de 2002.

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su opinión sobre los respectivos papeles de estas dos organiza-ciones?RS: No creo que sea conveniente compararlas porque son dosorganizaciones diferentes. La OTAN tiene un número limitadode miembros. Es regional. Está organizada y equipada para ha-cer una cosa: combatir. Las naciones miembros de la OTANconfían plenamente en el Consejo del Atlántico Norte para ladirección política de sus fuerzas. En cambio las NU agrupan atodas o casi todas las naciones. Tienen una responsabilidad glo-bal frente a una responsabilidad regional. Tienen autoridad le-gal para casi todo lo que hacen, incluyendo una amplia gama dedifíciles misiones diferentes a las de combate.

RO: ¿Qué aspectos considera esenciales para el éxito de lasoperaciones llevadas a cabo por la OTAN en los Balcanes y, engeneral, para las operaciones de mantenimiento de la paz?RS: La OTAN solamente puede tener éxito en operaciones demantenimiento de la paz a escala limitada porque lo único quela OTAN puede hacer es proporcionar las condiciones adecua-das para el éxito de la misión. Son los otros actuantes, los quetienen como misión la reconstrucción de los países, la reformade las instituciones, y el rescate y rehabilitación de las pobla-ciones, l0s que deben conseguir los resultados.

RO: ¿Qué condiciones deben darse para que haya una reduc-ción en las dimensiones de las misiones de mantenimiento de lapaz?RS: Hay que hacer hipótesis tanto sobre las perspectivas de unnuevo comienzo de la lucha como del estado de otras institu-ciones, tales como unas fuerzas de policía y un sistema judicialbien desarrollados y con credibilidad entre la población local.Después de las disputas civiles, del fracaso del gobierno interiory de la pérdida de la confianza entre los grupos étnicos, hay queanalizar la situación y actividades de los responsables de iniciarla contienda. ¿Se han visto neutralizados con nuestra presencia?¿Han sido eliminados, o solamente reformados? ¿Se les ha vareorganizar para aprovecharlos o se les ha reemplazado por al-go diferente? Cuando el riesgo de nuevos brotes de violenciahaya disminuido es cuando puede reducirse la presencia disua-soria. Pero éste no es un proceso rápido.

RO: ¿Cómo pueden los soldados prepararse mejor para misio-nes como las de la SFOR y la KFOR? Y ¿dónde acaba la laborde un soldado y empieza la de un policía?RS: Comenzaré por la segunda pregunta porque me ayudará acontestar a la primera. La principal misión de un soldado es ma-tar a su enemigo. Para eso está allí y para eso se le despliega. Elprincipal objetivo de un policía es arrestar al malhechor y con-seguir una detención sin problemas. Son dos funciones total-mente distintas: Por supuesto, el soldado puede ayudar al poli-cía proporcionándole información e, incluso, protegiéndole pa-ra que cumpla sus obligaciones. Pero al final, no es un policía.De la misma manera el policía no impone por la fuerza ni su vo-luntad ni la ley. Impone la ley por la disuasión de una persecu-ción eficaz. Esa es la diferencia entre los dos. En tales circuns-

tancias conviene recordar esa diferencia porque es la que indicapara qué hay que preparar al soldado. Primero y principal, debeser capaz de usar sus armas. Pero el paso siguiente es poderapoyar al policía en el ambiente en que se desenvuelve la co-munidad. Así pues, debe comprender a la comunidad. Debe sercapaz de trabajar a bajo nivel tomando, probablemente, decisio-nes más importantes y complejas de lo que haría en un comba-te convencional. Además debe estar en posición de recoger in-formación para apoyar la labor del policía. Si no lo hacemos así,no tendremos las fuerzas de policía que necesitamos para susti-tuir a los soldados.

RO: Los militares se han implicado en muchos aspectos de lareconstrucción de los Balcanes. ¿Qué conclusiones sacaría us-ted de sus misiones en Bosnia y Kosovo? Y ¿cuál sería la mejorforma de coordinar las relaciones cívico-militares?RS: Empleamos soldados, sobre todo de ingenieros, para reali-zar las tareas de reconstrucción. Algunas de estas tareas sonapropiadas los militares. Por ejemplo, con la posible excepciónde una o dos ONG, probablemente tenemos los mejores exper-tos en eliminación de campos de minas. En las primeras etapasde una operación puede ser adecuado el empleo de ingenierosmilitares para la construcción de las escuelas. Pero progresán-dola ir avanzando, estos trabajos de reconstrucción estaríanarrebatándole a la población local las posibilidades de trabajo,y esa no sería la forma de construir una nueva sociedad. Puedeser que se necesiten algunos ingenieros con experiencia paraempezar los trabajos de construcción, pero ni siquiera ellos de-berían estar mucho tiempo porque su presencia podría entorpe-cer el desarrollo de la sociedad. La coordinación de estos traba-jos con las agencias civiles encargadas de la reconstrucción re-quiere alguna forma de administración civil centralizada, biensea un gobierno local o alguna otra administración que se hayaimpuesto, como fue el caso de las Naciones Unidas en Kosovo,y entonces debe quedar muy claro quién apoya a quién en cadacaso concreto.

RO: ¿Cómo concibe el funcionamiento de una fuerza de reac-ción rápida europea? ¿En qué circunstancias podría actuar in-dependientemente de la OTAN?RS: Veo el funcionamiento de una fuerza de reacción rápida eu-ropea de una forma muy similar a la de la OTAN. Las nacionesque proporcionan tales fuerzas son, en muchos casos, las mis-mas y no veo en ello gran dificultad. En caso de crisis en unaregión europea, debería discutirse el asunto entre la OTAN y laUnión Europea, y debatir las acciones tomadas por cada uno an-tes de decidir qué institución asumiría la dirección. Los detallesconcretos, como quién dirige la operación, variarán de acuerdocon el tipo de crisis.

RO: Aunque le queda mucho para su edad normal de retiro,abandonará las fuerzas armadas a principios del año próximo.¿Qué nuevos retos prevé afrontar en su retiro?RS: Los retos me encontrarán a mí. Siempre ha ocurrido así. ■

ENTREVISTA

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se integran en las llamadas Unidades MultinacionalesEspecializadas (MSUs) para ayudar al mantenimiento del ordenpúblico. Los carabinieri tienen las cualidades idóneas para elmantenimiento de la paz, y por ello se desplegaron en Bosnia yKosovo para patrullar por zonas sensibles, ayudar al regreso asus hogares de los refugiados y desplazados e intervenir encasos de desorden público.

Los carabinieri, en 1997, también fueron fundamentales parael éxito de la Operación Alba cuando Italia reunió una fuerza deintervención de 7.000 hombres, provenientes de ocho países,para restaurar la ley y el orden en Albania tras el colapso de unsistema financiero de tipo piramidal. Esta "coalición de buenavoluntad" fue autorizada por el Consejo de Seguridad de las NUy coordinada por un comité político ad hoc. De abril a agostotuvo lugar la primera misión de gestión de crisis llevada a caboen Europa por una fuerza militar multinacional compuestaexclusivamente por europeos.

El cambio decisivo en la actitud italiana se produjo comoconsecuencia de la decisión de la OTAN de estacionar una fuer-za de evacuación en la antigua República Yugoslava deMacedonia*. Esta fuerza, bajo mando francés, se creó para apo-yar a los componentes de la misión de verif icación de laOrganización para la Seguridad y Cooperación en Kosovo, y encaso necesario ayudarles a retirarse. En noviembre de 1998, elnuevo gobierno de Massimo D'Alema adoptó la decisión de par-ticipar más activamente y envió 2.850 soldados, el equivalente auna brigada, equipados con helicópteros A-129 dotados de dis-positivo de localización de carros de combate.

El motivo de este cambio de actitud fue que tanto MassimoD'Alema como yo mismo, por entonces Ministro de Defensa,estábamos preocupados por el efecto que los acontecimientos deKosovo pudieran tener en la estabilidad de Albania. Este paíshabía caído por tres veces en la anarquía durante la década pre-cedente, lo que supuso un incremento inmediato de las redes decontrabandistas y criminalidad organizada en el mar Adriático,obligando a Roma a reaccionar en condiciones muy precarias.Mediante la estabilización de Albania quisimos evitar una nuevarepetición de los hechos y pensé que la mejor forma de lograrlosería ayudando a los albaneses a sentirse seguros en sus hogares.Es más, creo que podría haberse logrado, si la OTAN hubieseincluido a Albania en su política de seguridad estratégica. Sinembargo, en aquellos momentos, los otros miembros de laOTAN rechazaron esta propuesta.

Al mismo tiempo estábamos preocupados porque la relaciónítalo-albanesa estaba adquiriendo la apariencia de un protecto-rado, pero nuestros esfuerzos por internacionalizar el problemahabían fracasado. Sin embargo, comprendí que algo estábamos

El Senador Carlo Scognamiglio-Pasini dirige el InstitutoAspen de Italia y fue Ministro de Defensa italiano.

En los cinco años y medio transcurridos desde que las pri-meras tropas de la OTAN se desplegaron en los Balcanes,el número de efectivos italianos sobre el terreno ha ido

aumentando continuamente, tanto en valor absoluto como rela-tivo. De hecho, Italia proporciona en la actualidad tantas tropascomo Francia y el Reino Unido para las operaciones de manteni-miento de la paz dirigidas por la OTAN en Bosnia-Herzegovinay Kosovo. Es el resultado de la política adoptada por Roma deasumir un papel más importante en una región considerada deinterés nacional.

Al compartir Italia el mar Adriático con Eslovenia, Croacia,Montenegro y Albania actúa, obviamente, como un imán paralos refugiados, muchos de los cuales han crecido viendo la tele-visión italiana, soñando con Italia y hablando italiano. Estoslazos profundos y duraderos ayudan a explicar por qué, en losúltimos años, muchos ciudadanos italianos se han ofrecido paratrabajos asistenciales, proporcionándo ayuda humanitariadurante la guerra y colaborando en la reconstrucción de sus des-trozadas sociedades.

Los primeros pacificadores italianos se desplegaron en losBalcanes con la Fuerza de Implementación de la OTAN (IFOR)en Bosnia, en diciembre de 1995. No habían formado parte de laUNPROFOR durante la guerra de Bosnia, ya que cuando seacordó su creación en 1992, las Naciones Unidas se mostraronreacias a emplear fuerzas de pacificación de países vecinos conuna historia militar relacionada con la antigua Yugoslavia. Asípues, entre 1992 y 1995 Italia realizó misiones humanitarias.Cuando, en 1994, la Unión Europea se hizo cargo, en el sur deBosnia, de la administración de la ciudad de Mostar, dividida yasolada, Italia envió 40 carabinieri a una fuerza de policía inter-nacional auspiciada por la Unión Europea Occidental. Y cuandolos aviones de la OTAN despegaron para atacar objetivos ser-biobosnios, primero con incursiones limitadas para levantar elsitio de Sarajevo en 1994 y posteriormente con ataques conti-nuados en agosto y septiembre de 1995, lo hicieron desde basesaéreas italianas.

Inicialmente, se desplegaron en el sector francés unos 3.200soldados italianos de la IFOR, que en aquellos momentos con-taba con 60.000 efectivos. En la actualidad hay 1.800 soldadositalianos entre los 20.000 hombres de la disminuida Fuerza deEstabilización (SFOR), mientras que otros 6.000 se integran enla Fuerza para Kosovo (KFOR). En estas cifras se incluyen loscarabinieri, policías con status militar que desde agosto de 1998

El aumento de la participación italianaCarlo Scognamiglio-Pasini explica las razones por las que Italia ha aumentadosu participación en las operaciones de mantenimiento de la paz llevadas a cabo

por la OTAN en los Balcanes.

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haciendo mal cuando losotros miembros de la Alianzano nos escuchaban. El primerpaso para atraer la atenciónde nuestros Aliados fueponernos al nivel de Franciay el Reino Unido en las tro-pas aportadas a operacionesbajo la dirección de la OTANen los Balcanes. Las decisio-nes posteriores fueron con-secuencia de este cambiodecisivo.

Cuando, la OTAN lanzólos ataques aéreos contra lasfuerzas de Milosevic el 24de marzo de 1999, Italiacontribuyó con 50 de los 900aviones de combate que par-ticiparon en la campaña. Alacabar los 78 días de la cam-paña aérea Milosevic acce-dió a retirar de Kosovo alEjército Yugoslavo y al díasiguiente las fuerzas italia-nas entraron en la provinciapor la Antigua RepúblicaYugoslava de Macedonia*para hacerse cargo del sectornoroccidental de Kosovo,alrededor de la ciudad de Pec.

Mis recuerdos de la cam-paña de Kosovo incluyen dosaspectos poco conocidos: el problema de la llamada"opción terrestre" y el con-texto albanés. Al principiodel conflicto la estrategia deMilosevic parecía ser sopor-tar los ataques aéreos hasta que se deshiciera la coalición contraél, mientras desestabilizaba los países vecinos, Albania y laAntigua República Yugoslava de Macedonia*, cuyo territorioconstituía un puesto avanzado necesario para las fuerzas terres-tres de la OTAN. Tras un mes de Operación Fuerza Aliada,empezó a cuestionarse la eficacia de una campaña basada exclu-sivamente en la intervención aérea y la OTAN se vio forzada aproponer otra opción para solucionar el conflicto. Aunquenunca se elaboraron los planes para una invasión terrestre deKosovo, el asunto se discutió el 27 de mayo en una reunióninformal de los Ministros de Defensa de los cinco mayoresmiembros de la OTAN. Es más, a pesar de ser considerada eleslabón más débil de la coalición, Italia se comprometió en esareunión a proporcionar incondicionalmente hasta un total de10.000 hombres, tal como describe en su reciente libro el gene-ral Wesley Clark, antiguo SACEUR.

El resultado de esa reunión fue la decisión de tener un nuevoencuentro el 15 junio para poder conseguir las fuerzas necesa-rias para iniciar una ofensiva terrestre antes del 15 de septiem-

bre. Pero esta segunda reu-nión nunca llegó a celebrar-se porque, el 9 de junio,Milosevic decidió rendirse yretirar de Kosovo al EjércitoYugoslavo. Estoy convenci-do de se dio cuenta de quehabía desaparecido su últi-ma oportunidad de que seprodujera una ruptura den-tro de la coalición, y de queno tenía sentido continuar laresistencia.

En Albania, temimos queMilosevic pudiera intentardesestabilizar al país provo-cando un éxodo masivo derefugiados. Se adoptarondos líneas de acción parahacer frente a este táctica:proporcionar a los albanesessuficiente alojamiento y ali-mentación para mantener alos refugiados cerca de lafrontera, a fin de facilitar unposible regreso al hogar, yasegurarles que la OTANcuidaría de ellos y, sobretodo, que la Alianza acabaríaimponiéndose. En enero de1999, el ejército italianolocalizó los posibles asenta-mientos para campamentosde refugiados y empezó elalmacenamiento de alimen-tos y la preparación de losalojamientos. Cuando, pocodespués del comienzo de lacampaña aérea, Albania seencontró inundada por cerca

de un millón de refugiados, hubo que construir rápidamentecampamentos en la región de Kukes y otros puntos, para mante-ner la esperanza entre la población y mitigar la catástrofe huma-nitaria. Además, la Operación Puerto Aliado, que dio comienzoel 15 de abril con el despliegue en Albania de más de 7.000 sol-dados de la OTAN, entre los que figuraba un elevado contingen-te de italianos, reforzó la esperanza la esperanza de los refugia-dos en el retorno a sus hogares.

Dado que en aquella época Italia sólo tenía una fuerza dereacción rápida de 20.000 hombres, durante la campaña deKosovo corrimos un serio riesgo de exigir a nuestras fuerzasarmadas más de lo que podían dar. Como consecuencia de estasoperaciones nuestro gobierno redactó un proyecto ley, que fueaprobado posteriormente por el Parlamento, que ponía fin alreclutamiento forzoso y creaba un ejército totalmente profesio-nal. Con esta medida debe aumentar substancialmente el tama-ño de las fuerzas de reacción rápida de Italia para así podersatisfacer las necesidades de cualquier futura operación de paci-ficación de la OTAN. ■

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Afinando la puntería: Italia ha aumentado su contribución a las operacionesde mantenimiento de la paz lideradas por la OTAN en los Balcanes hasta igualara Francia y el Reino Unido.

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Las primeras reducciones de personal no estuvieron acompa-ñadas por disminuciones similares en armamento y material.Por ejemplo, las Fuerzas Armadas han estado utilizando equipoy municiones de complicado mantenimiento y escaso valor paraoperaciones o adiestramiento, como los carros T-55 y los pro-yectiles de 100 mm. Por otra parte, este material y estos equiposobsoletos necesitan una supervisión constante, que resulta muycostosa. La venta de los bienes inmuebles sobrantes, entre elloscampos de maniobras ya obsoletos – muchos de los cuales tie-nen gran valor comercial – generarían unos recursos econó-micos valorados entre 200 y 250 millones de zlotys (entre 50 y60 millones de dólares USA). También se conseguirán impor-tantes ahorros con las previstas reducciones de personal militar,que no se descontarán de los presupuestos de defensa, y por elcambio en los sistemas de abastecimiento y la contratación deservicios con el sector privado.

Estos recortes f inancieros permitirían al Ministerio deDefensa aumentar la parte de su presupuesto dedicada a gastosde capital pasando del 12 por ciento actual al 23 por ciento a lolargo de los próximos cinco años. Esto se traduciría en la prácti-ca en un incremento del presupuesto del Ministerio de Defensay se obtendrían los fondos necesarios para una modernización yreestructuración a lago plazo. Sin embargo, para conseguirloserá necesario que el presupuesto del Ministerio de Defensa semantenga en el 1’95 por ciento del Producto Interior Brutodurante todo el periodo de implementación de las reformas.

Todos los proyectos relativos a las obligaciones de Poloniahacia la OTAN, así como a las actuales necesidades del sistemade defensa de Polonia, forman parte del programa de reforma.En el proceso de reestructuración de las Fuerzas Armadas dePolonia un tercio de los efectivos militares – fuerzas de reacciónrápida y de cobertura estratégica – deberían llegar a ser total-mente inter-operativas con otras unidades de la OTAN, adaptán-dose a los estándares de la OTAN su armamento, equipo, movi-lidad y posibilidades de actuación en misiones complejas lejosde territorio polaco. El programa proporciona medios para lamodernización de los sistemas de inteligencia, mando y defensaaérea y para detener el deterioro del armamento y la infraestruc-tura militar de los dos tercios restantes de las Fuerzas ArmadasPolacas.

Los planes ulteriores incluyen la creación de claras divisio-nes funcionales entre las fuerzas operativas y las de apoyo:cambios en la estructura de los destinos militares de los solda-dos profesionales para asimilarlos a los estándares de la OTANy la adaptación de los sistemas logísticos a los que tienen lasfuerzas de la OTAN, mejorando su aptitud para cooperar conlas principales estructuras de la OTAN y aumentando su movi-lidad para permitirles tomar parte en operaciones en el exteriorde Polonia.

Bronislaw Komorowski es Ministro de Defensa de Polonia.

Las Fuerzas Armadas Polacas atravesaron un difícil perio-do en la década de los 90. Al igual en otros países ex-comunistas, los sucesivos gobiernos se dieron cuenta de

que la transformación de sus Fuerzas Armadas, como parteesencial del cambio social, económico y político del país iba aresultar más difícil, dolorosa y lenta de lo esperado. Estos pro-blemas se vieron incrementados al final de la década por lasreformas necesarias para la entrada de Polonia en la OTAN. Enresumen, a las Fuerzas Armadas polacas les queda por recorrertodavía un largo y difícil camino.

En los próximos cinco años estas reformas modificarán nosólo la estructura de las Fuerzas Armadas, sus sistemas demando, control, comunicaciones e inteligencia, y sus procedi-mientos operativos, sino también el sistema de enseñanza mili-tar y la política de personal. Los cambios serán complejos, cre-arán casi con toda seguridad tensiones sociales y supondrán uncambio en las relaciones entre las sociedades civil y militar.

En la actualidad se han reducido a 200.000 los 350.000 efec-tivos que componían las Fuerzas Armadas de los años 80. Sinembrago, el cambio cuantitativo no ha conseguido un similarcambio cualitativo. Aunque las reformas pretendían conseguirunas Fuerzas Armadas más reducidas pero más efectivas, elincremento en efectividad fue modesto debido a la incapacidadpara destinar a la modernización técnica los recursos obtenidoscomo consecuencia de la reducción del tamaño del ejército.Dichos recursos económicos se reintegraron a los presupuestosgenerales del estado para que Polonia atendiera otras necesida-des más urgentes.

Desde 1999, la participación de Polonia en la planificaciónde la defensa como miembro de la OTAN ha sido el mayorestímulo para el cambio, y en su último programa de reformase contempla el cumplimiento de los objetivos de la Alianza.Cuando Polonia se integró en la OTAN, los miembros de laAlianza adoptaron un nuevo Concepto Estratégico y empren-dieron la Iniciativa sobre Capacidades de Defensa. Los obje-tivos de fuerzas resultantes, orientados primordialmente haciala modernización técnica de las Fuerzas Armadas, la organi-zación de fuerzas de reacción rápida y la mejora de las opera-ciones, requieren importantes inversiones, el establecimiento deun mejor marco de planificación financiera a largo plazo y uncambio radical en la filosofía de la reforma militar. En estosprincipios está basado el Programa de Reestructuración y Modernización Técnica de las Fuerzas Armadas de laRepública de Polonia para 2001-2006 (el programa de re-forma).

Reforma militar en PoloniaBronislaw Komorowski explica las razones del programa de reestructuración y

modernización de las fuerzas armadas de su país.

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Una de las tareasmás difíciles serácompletar el diseñode un Sistema deMando que aseguresu compatibilidadcon los sistemas de laOTAN, reduciendo elpersonal de acuerdocon un apretado pro-grama. A finales de2001 deberían elimi-narse más de 13.000puestos, un 13 porciento del total, redu-ciéndose a 180.000,entre los que estaríanincluidos 36.000 ofi-ciales y 52.200 sol-dados profesionales.El número de solda-dos de reemplazo sereducirá a 91.800. En2003, el número totalse quedará reducidoa 150.000, de loscuales habrá 75.000profesionales.

Las reduccionesde personal estándirectamente relacio-nadas con el número de alumnos de las academias militares y conel sistema de retiro. Aunque el personal procedente de las acade-mias militares polacas tiene un alto nivel de conocimientos teóri-cos y militares, el proceso de formación es excesivamente largo ycaro en relación con las necesidades actuales de las FuerzasArmadas. El coste anual de la formación de un cadete es de unos38.000 zlotys mientras que para un estudiante universitario es de6.500 zlotys. Por eso, como primera medida se reducirá el núme-ro de plazas en las academias militares. De acuerdo con estareducción, las Fuerzas Armadas comenzarán a reclutar a licencia-dos universitarios como oficiales de empleo y se establecerá unsistema de formación continuada. El coste social de estas reduc-ciones será muy elevado y puede ser que cause malestar entre losoficiales – coroneles, tenientes coroneles y comandantes – quesufrirán las consecuencias de los recortes y que en muchos casosse tendrán que retirar en un plazo de tres años.

La modernización técnica de las Fuerzas Armadas será, pro-bablemente, menos penosa pero más costosa. La parte esencialdel programa de modernización será la dotación de modernoequipamiento para las Unidades de Alta DisponibilidadOperativa (un tercio del total de las Fuerzas Armadas), o biencomprando nuevos equipos y modernizando los viejos o asig-nando a las Unidades de Alta Disposición Operativa el arma-mento que actualmente utilizan otras fuerzas. El proceso demodernización técnica se basa en programas a largo plazo conuna financiación reglamentada y garantizada.

Se reservarán partidas presupuestarias del mismo tipo paralas siguientes áreas: modernización del sistema de defensa

aérea, incluyendo elsistema de mando yproceso de adquisi-ción de aeronavesmulti-propósito; mo-dernización de los ca-rros T-72 para adap-tarlos a los estándaresde la OTAN y adqui-sición de nuevos ca-rros; dotación de di-ferentes tipos de vehí-culos acorazados detransporte de perso-nal y de nuevos misi-les contracarro guia-dos; equipamiento delos barcos con siste-mas modernos de mi-siles; modernizaciónde los helicópteros decombate; adquisiciónde aviones de trans-porte medios y dota-ción de nuevos bar-cos de clase 621(corbetas) y FFG-7(fragatas), y subma-rinos.

Para 2006, las Fuer-zas Armadas polacas

estarían integradas por las siguientes unidades, equipadas y en-trenadas de acuerdo con la normativa OTAN: 11 unidades decombate tipo brigada-regimiento, 15 unidades de combate tipobatallón, 2 unidades tipo compañía, 5 escuadrones aéreos tácti-cos, 22 divisiones de misiles de defensa aérea, 7 bases aéreas, 3 unidades radio-electrónicas, 35 buques y 2 escuadrones aéreosnavales. Para esa fecha las unidades polacas del Cuerpo de Ejér-cito Multinacional Danés-Germano-Polaco, con base en Szcze-cin (Polonia), habrán alcanzado los estándares requeridos por laOTAN.

El proceso de modernización técnica, que incluirá la adquisi-ción de armamento y material militar, generará nuevas oportu-nidades para la industria militar polaca y las empresas relacio-nadas. El programa ha sido elaborado a partir de un amplioconsenso de todas las fuerzas políticas y de los expertos milita-res. Su puesta en práctica será difícil y precisará de un totalapoyo. No obstante, los planes de reforma han sido bien recibi-dos por la mayor parte de los partidos políticos de Polonia, tantodel gobierno como de la oposición, lo que se tradujo en la apro-bación por amplia mayoría en el Parlamento, el 25 de mayo de2001, de una ley para el programa de reformas. ■

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Un mar de manos alzadas: la gran mayoría del Parlamento polaco votó por la integración en la OTANy el programa de reforma de la defensa.

Para más detalles del Programa de Reestructuración yModernización Técnica de las Fuerzas Armadas de la Repú-blica de Polonia para 2001-2006, consultar www.wp.mil.pl.

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su situación en los distintos países de la OTAN. Un breve examende la situación de los Aliados con una tradición antigua de parti-cipación de la mujer, que data a veces de la Segunda, e incluso laPrimera Guerra Mundial, servirá para ilustrar este punto.

En lo que respecta a las mujeres soldado, Noruega yDinamarca son en ciertos aspectos los países más progresistas.Noruega fue el primero de los países de la OTAN que permitióque las mujeres sirvieran en submarinos, y desde 1985 les estánpermitidos todos los destinos de combate. Dinamarca autorizóen 1988 la presencia de mujeres en todas las unidades y funcio-nes de sus fuerzas armadas, después de las pruebas realizadas enunidades de combate en 1985 y 1987. Las mujeres militaresdanesas y noruegas participan o han participado en prácticamen-te todas las funciones operativas de sus fuerzas armadas, con lasúnicas excepciones de los exploradores paracaidistas y loscomandos de la marina, puesto que hasta el día de hoy ningunamujer ha superado las pruebas de admisión. Tampoco ha habidoninguna mujer piloto de combate en Dinamarca. En estos dospaíses las soldados se entrenan, trabajan y participan en lasmisiones en igualdad de condiciones con los hombres. Tambiénpueden alistarse de forma voluntaria en el servicio nacional, loque les permite formarse una idea de lo que son las fuerzas arma-das, y les puede animar a emprender una carrera militar. Inclusoha habido recientemente en Noruega un debate sobre la conve-niencia de introducir el servicio militar obligatorio para las muje-

Vicki Nielsen es Asistente al Director de la Revista de la OTAN.

Las mujeres que forman parte de las tropas de la OTAN tienenmucho que celebrar este año: el cuadragésimo aniversario dela primera Conferencia de Oficiales Femeninos de la Escala

Superior, y el vigésimo quinto aniversario del reconocimiento ofi-cial del Comité de la Mujer en las Fuerzas de la OTAN por parte delComité Militar, la más alta autoridad militar dentro de la OTAN.

Durante los últimos veinte años las mujeres en las fuerzas arma-das de la OTAN han visto cambiar completamente su estatus, con-diciones y número. Según las estadísticas del Comité de la Mujeren las Fuerzas de la OTAN, las mujeres de uniforme en la OTAN hapasado de 30.000 en 1961 a 288.000 (todas ellas voluntarias) en laactualidad. Pero cada ejército tiene su historia, tradiciones y cultu-ra propias, por lo que el grado de integración de la mujer varía deuno a otro. A pesar de que las mujeres llevan muchos años sirvien-do en las fuerzas armadas, continúa el debate sobre su presencia enel ejército incluso en los países más adelantados en el camino de laintegración: sobre el modo y los destinos en los que pueden parti-cipar las mujeres, el grado de integración que deben alcanzar, eincluso sobre si acaso el proceso no ha ido ya demasiado lejos.

Dado que la integración de la mujer se produce a niveles y demaneras diferentes, es difícil dibujar un cuadro comparativo sobre

Mujeres de uniformeVicki Nielsen analiza el grado de integración de la mujer en las fuerzas de la OTAN.

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Abriendo caminos: durante las cuatro últimas décadas el estatuto, condiciones y número de mujeres en las fuerzas armadas de la OTAN han cambiadoespectacularmente.

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res, a fin de favorecer la participación de la mujer y promover laigualdad de sexos.

Sin embargo, el porcentaje de mujeres en las fuerzas armadas esdel cinco por ciento en Dinamarca y solamente del tres por cientoen Noruega, inferior al de otros Aliados. Noruega se ha marcado elobjetivo de aumentar para 2005 el porcentaje de mujeres soldadohasta el siete por ciento, pero a pesar del nombramiento de la pri-mera mujer como Ministra de Defensa de Noruega en Marzo de1999, pocas mujeres militares han alcanzado puestos de mando: laprimera mujer coronel recibió su nombramiento en noviembre de1999. Uno de los motivos para esta escasez de mandos es quemuchos oficiales femeninos pasan a destinos administrativos trasla baja por maternidad, lo que reduce sus posibilidades de ser ele-gidas para cursar estudios en las academias militares. En cuanto alas Fuerzas Armadas danesas, pocas mujeres han alcanzado pues-tos de mando, y su reclutamiento y permanencia dentro del ejérci-to están resultando también problemáticos. En 1999 y 2000, lasacademias militares contemplaron la tasa más baja de incorpora-ción de mujeres de los últimos años.

El porcentaje más elevado de participación femenina en el servi-cio activo de las fuerzas armadas se produce en los Estados Unidos(14 por ciento) y Canadá (11,4 por ciento). El gran paso adelantepara las mujeres en el ejército de los EE. UU. se produjo con la ins-tauración del sistema de reclutamiento totalmente voluntario a par-tir de 1973. En ese momento, la desilusión respecto al ejército a raízde la guerra de Vietnam hacía que hubiese menos varones dispues-

tos a servir, así que las reclutas femeninas fueron bien recibidas.Hoy en día, un 8,6 por ciento de los soldados estadounidenses des-plegados por todo el mundo son mujeres. Más de 11.200 mujeressoldados han apoyado las operaciones de mantenimiento de la pazde la OTAN, y otras 37.000 sirvieron en el Golfo Pérsico durante laOperación Tormenta del Desierto en 1991. Las mujeres militaresde los EE. UU. también están abriéndose paso hasta los más altosrangos. Hasta el momento, cuatro de ellas han alcanzado el gradode general de tres estrellas, equivalente a teniente general.

Sin embargo, no todos los puestos en el ejército de los EE. UU.están abiertos a las mujeres. En teoría, solamente les están veda-dos aquellos destinos que implican combate directo en tierra,pero en la práctica las reglas de la actual política de destinosimplican que otros puestos son sólo para hombres, quedandosolamente un 80 por ciento de los puestos abiertos a la incorpo-ración de mujeres. Las mujeres canadienses, por su parte, desde1989 pueden servir en casi todas las funciones y entornos, conla única excepción del servicio de submarinos, si bien esta res-tricción fue eliminada en marzo de este año. Se espera que lasprimeras mujeres empiecen su adiestramiento en submarinos enel otoño. Sin embargo, la mayoría de las mujeres de las FuerzasArmadas Canadienses siguen concentrándose en sus áreas depresencia más tradicionales, y han tenido poco éxito los intentosde integrarlas en unidades de combate (infantería, artillería,ingenieros y unidades acorazadas), en las que su participaciónse mantiene por debajo del 1,9 por ciento.

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Verano 2001 Revista de la OTAN 31

Prosigue el debateLa creciente influencia de la mujer en los ejércitos no

gusta a todo el mundo. Algunos tradicionalistas siguen argu-mentando que no hay lugar para las mujeres dentro de lasfuerzas armadas. En un debate epistolar en la revistaMillenium, uno de los más ardientes defensores de esta pos-tura, Martín Van Creveld de la Universidad Hebrea deJerusalén, opinaba que la feminización es en parte un sínto-ma y en parte también una causa de la decadencia militar. Ensus contestaciones, tanto Christopher Coker, de la LondonSchool of Economics, como Jean Bethke Elshtain, de laUniversidad de Chicago, rebatieron que hubiera unadecadencia militar, argumentando que lo que en realidad seestá produciendo es un proceso de cambio, que refleja laevolución del contexto social, tecnológico y de seguridadinternacional, y que requiere que los ejércitos sean más sen-sibles a las presiones de la opinión pública en lo referente alos valores civiles, además de provocar un mayor nivel deexigencia sobre las fuerzas armadas en lo relativo a la cuali-ficación técnica, especialmente en las actividades de mante-nimiento de la paz.

Caroline Kennedy-Pipe, de la Universidad de Sheffield, sehizo eco de estos puntos de vista en un artículo publicado enJournal of Strategic Studies el pasado mes de diciembre. Apartir de la definición del soldado del futuro que ofreceChristopher Bellamy en Knights in White Armour (Caballerosde blanca armadura), la autora sostiene que los avances tecno-lógicos han cambiado la naturaleza de la guerra contemporá-

Del maquillaje al camuflaje: Las discusiones sobre la mujer en el ejército giran en torno a su idoneidad, conveniencia y adecuaciónpara la guerra.

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nea, convirtiendo en muy improbable el combate cuerpo acuerpo al viejo estilo, y haciendo que en el papel del soldadomoderno la cuestión del sexo sea menos relevante que nunca.Por lo tanto, pocas razones pueden seguir siendo válidas desdeel punto de vista del ejército para impedir el acceso a las fuer-zas armadas a mujeres capacitadas física y mentalmente. Esmás, según su propuesta, el debate no debe versar sobre si esconveniente la plena integración de la mujer en el ejército, sinoque debe enfocarse hacia "de qué manera y en qué destinospueden servir con más eficacia las mujeres en las nuevas gue-rras, en las que se necesitará un nuevo tipo de soldado".

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También las fuerzas armadas de Francia, Holanda y el ReinoUnido tienen una larga tradición de reclutamiento femenino, ylas mujeres representan más del ocho por ciento del personal,aunque generalmente son pocas las mujeres que han alcanzadolos rangos superiores. Las mujeres han permanecido segregadasen cuerpos femeninos en Holanda y el Reino Unido hasta prin-cipios de los 80 y los 90, respectivamente. Francia concedió asus mujeres militares un status de igualdad a primeros de los 70,pero hasta la siguiente década no se produjeron verdaderosavances en la integración de la mujer, y las cuotas siguieronexistiendo hasta 1998. Con el fin del servicio militar obligatorioen 2002 se espera que aumente el reclutamiento de mujeres. Encuanto al nuevo objetivo de las Fuerzas Armadas de Holanda dellegar al 12 por ciento de personal femenino en 2010, puederesultar difícil de conseguir en vista de las dificultades paraalcanzar los niveles de reclutamiento actuales, y los problemaspor el nivel alto de abandonos.

Aunque en teoría todos los destinos de los ejércitos francés yholandés están abiertos a las mujeres, en la práctica sigue estandorestringido su acceso a algunas especialidades, normalmentedebido a los requisitos físicos o con motivo de la efectividad decombate, o por razones prácticas como es el caso de los submari-nos. La mayoría de las mujeres en unidades sobre el campo estándestinadas a funciones logísticas o de apoyo, aunque las operacio-nes llevadas a cabo en los últimos años han demostrado la capaci-dad de las mujeres de operar con eficacia en zonas de guerra.

Aunque todavía siguen existiendo algunas restricciones en elReino Unido, en la década que los 90 se produjeron profundoscambios que permitieron el acceso de la mujer a los navíos desuperficie y a todos los puestos de las tripulaciones aéreas. En laactualidad, las mujeres pueden optar a más del 95 por ciento delos destinos de las fuerzas aéreas, y a alrededor de un 70 por cien-to de los del ejército y la marina, sirviendo junto a los hombres encasi todas las especialidades excepto en las unidades de choque,donde se supone que su presencia perjudicaría la eficacia de lacombatividad. Estas limitaciones están permitidas con una sen-tencia de la Corte Europea que permite la exclusión del personalfemenino de ciertos destinos cuando sea por motivos de eficaciacombativa, dejando a cargo de las autoridades nacionales la deci-sión de cuáles son estos destinos. Las mujeres del Reino Unidoestán excluidas, por motivos médicos, del servicio de submarinosy de las unidades de limpieza de minas de la Marina.

Las mujeres belgas tuvieron un acceso tardío a las fuerzasarmadas, que no se abrieron para ellas hasta 1975, pero aún asíconstituyen en la actualidad más del siete por ciento del perso-nal, y su número continúa aumentando incluso en los nivelessuperiores del escalafón. Aunque están plenamente integradas yse les permite el acceso a todos los destinos, la mayoría ocupanpuestos administrativos o logísticos. En Luxemburgo no se per-mitió a las mujeres la entrada en el ejército (Luxemburgo notiene Marina ni Fuerza Aérea) hasta 1987, y en la actualidadsolamente representan el 0,6 por ciento del total de las tropas.

La mayoría de los países mediterráneos admitieron mujeres ensus fuerzas armadas en las décadas de los 80 y los 90, aunque enalgunos de ellos servían ya en los cuerpos sanitarios. Así, Greciapermitió a partir de 1979 que las mujeres pudieran ser suboficialesen funciones de apoyo, pero hasta 1990 les prohibió el acceso a lasacademias militares, e incluso en la actualidad éste les está permi-tido con ciertas limitaciones. En los ejércitos griegos las mujeresno pueden optar a destinos de combate, pero en 1990 éstas comen-

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Revista de la OTAN32 Verano 2001

zaron a servir en el mar, y se prevé que el primer cadete femeninoentre en la Academia de las Fuerzas Aéreas en 2001. Grecia tieneen la actualidad un cuatro por ciento de mujeres en sus fuerzasarmadas, frente a un seis por ciento de España y Portugal, quecomenzaron a reclutar mujeres en 1988 y 1992, respectivamente.En España la mayoría de los destinos, incluidos los de combate,son accesibles a las mujeres, pero en algunas especialidades siguenexistiendo restricciones al acceso femenino, y más de la mitad delas mujeres militares españolas sirven en puestos administrativos.En cuanto a las mujeres portuguesas, aunque en teoría puedenoptar a todos los destinos, en la práctica no se les admite en lainfantería de marina ni en los destinos de combate.

En Turquía se autorizó la entrada de la mujer en las acade-mias militares a finales de los 50, pero un brusco cambio depolítica en 1960 significó su exclusión de la enseñanza militarhasta 1982, y hasta diez años después no se permitió la presen-cia de cadetes femeninos. Las mujeres turcas representan el 0,1por ciento del total de las tropas, solamente pueden servir comooficiales y no pueden ser destinadas a infantería, unidades aco-razadas o submarinos.

En cuanto a los países que se acaban de incorporar a laOTAN, los preparativos para la entrada en la UE han ayudado aimpulsar durante los 90 la implantación de la igualdad de opor-tunidades en los ejércitos. Actualmente las mujeres representanel 3,7 por ciento del ejército de la República Checa, y más del 9por ciento en Hungría, pero tienden a limitarse a los destinostradicionales de apoyo y administrativos, y muy pocas de ellashan alcanzado los niveles superiores del escalafón. En cuanto alas Fuerzas Armadas polacas, el porcentaje de mujeres es de un0,1 por ciento, y probablemente se mantenga así de bajo debidoa la reestructuración en curso. Prácticamente todas las mujeresmilitares polacas están destinadas a servicios sanitarios.

Hasta hace poco, el Bundeswher alemán restringía el acceso dela mujer a las bandas militares y los servicios médicos, lo queexplica el bajo porcentaje de un 2,8 por ciento de presencia feme-nina. Pero gracias a la lucha en solitario de una mujer que queríaacceder a un equipo de apoyo de mantenimiento, y a una senten-cia de la Corte de Justicia Europea de enero de 2001, todos losdestinos están ya permitidos para las mujeres. Un año después deesta sentencia entraron las primeras mujeres como clases de tropay suboficiales, y en julio de 2001 les siguieron los primeros ofi-ciales femeninos. Hasta ahora la integración de la mujer ha pro-gresado con normalidad, y en las operaciones de la OTAN en losBalcanes intervienen mujeres en toda clase de destinos.

Italia fue el país de la OTAN que por más tiempo prohibió elacceso de la mujer a las fuerzas armadas, hasta que en septiem-bre de 1999 el Parlamento italiano aprobó una ley a su favor, trasuna campaña de varios años de duración de La AssociazoneNazionale Aspiranti Donne Soldato (la Asociación Nacional deMujeres aspirantes a soldado), que consiguió el respaldo popu-lar y el apoyo del almirante Guido Venturoni, presidente delComité Militar de la OTAN. Precisamente para celebrar estadecisión histórica, así como la primera incorporación de reclu-tas femeninos en 2000, la reunión anual del Comité de la Mujeren las Fuerzas de la OTAN en junio de 2001 se celebró de formaexcepcional en Roma, a petición de Italia, en vez de hacerlo enuna ciudad holandesa, como correspondía por ostentar Holandaen ese momento la presidencia del comité. Italia está adoptandoun planteamiento gradual, que se centra inicialmente en la inte-gración de la mujer en los destinos de apoyo antes que en los

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Verano 2001 Revista de la OTAN 33

operativos, y con ciertas restricciones para el acceso a las aca-demias militares. Se espera que con ello se facilite la integraciónfemenina, y se le dé tiempo suficiente al personal masculinopara adaptarse a la nueva situación.

Los militares alemanes e italianos pueden dejarse guiar por elejemplo de sus compañeros de los países Aliados que han recorri-do ya buena parte del camino de la integración femenina, y apro-vecharse de las lecciones aprendidas y los procedimientos crea-dos en otros países. Es evidente que la interacción entre losejércitos de los diferentes países miembros de la Alianza durantelos ejercicios militares y las operaciones de mantenimiento de lapaz supone también una aportación al fomento del intercambio deideas y procedimientos en lo relativo a la igualdad de sexos.

Pero también los ejércitos que llevan ya muchos años admi-tiendo a las mujeres en su seno pueden aprender los unos de losotros, en una época en la que las fuerzas armadas tienen dificul-tades para reclutar y retener a su personal cualificado en un mer-cado laboral competitivo. Por ejemplo en Noruega se hanemprendido dentro de la estrategia para la igualdad de sexos delMinisterio de Defensa unos programas de planes de carrera tute-lados, a fin de animar a las mujeres a permanecer en las fuerzasarmadas y competir por los rangos superiores dentro de las mis-mas. El sistema de plan de carrera se usa también en diversosgrados en otros países, como los EE. UU. y el Reino Unido. Porsu parte, tanto Canadá como Dinamarca se han embarcado enprogramas de gestión de la diversidad. Dinamarca esperafomentar el reclutamiento femenino mediante la adopción delímites diferenciados según sexo para las pruebas físicas deacceso, aunque manteniendo unas pruebas comunes en aquellosdestinos en los que la forma física sea importante. Sin embargo,en la actualidad se tiende a adaptar las pruebas físicas de accesoa los requisitos particulares de cada destino, en vez de mantenerlímites diferentes en función del sexo del candidato.

La mejora de la calidad de vida del personal militar y de susfamilias es uno de los asuntos prioritarios en los Estados Unidosy en otros países: Bélgica y Holanda están realizando experien-cias piloto de trabajo a tiempo parcial para dar facilidades a lasmadres con niños pequeños, mientras que el plan de acción depolítica familiar de las Fuerzas Armadas noruegas, que será publi-cado este verano, se centra en la ayuda a las familias de los mili-tares destacados en operaciones internacionales. Y en Dinamarcase le permite a todo el personal que decida en lo posible su situa-ción laboral y sus destinos operativos a fin de minimizar las ten-siones familiares, e incluso se contempla la posibilidad de escogerdestinos de inferior categoría con carácter temporal, sin poner porello en peligro sus futuras posibilidades profesionales.

Las mujeres han avanzado mucho dentro de las fuerzas mili-tares de la OTAN en los últimos cuarenta años, pero todavía suporcentaje es demasiado bajo, especialmente en los niveles másaltos del escalafón. A este respecto, el cuartel general de laOTAN no ha constituido un ejemplo a imitar, pues solamentehay tres oficiales femeninos en el Estado Mayor Internacional.Esperemos a ver qué es lo que los próximos 25 años reservan alas mujeres en las fuerzas de la OTAN, mientras ellas continúansu lento ascenso y van dejando su huella en los ejércitos. ■

Instrucción de reclutas: reclutar y retener al personal cualificadoresulta un reto importante en el competitivo mercado laboral actual.

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Para más información sobre la mujer en las fuerzasde la OTAN puede consultarse la dirección:www.nato.int/docu/facts/cwinf.htm.

Los esfuerzos parapromocionar a la mujer

en las fuerzas dela OTAN

Hace cuarenta años, en junio de 1961, se reunieron repre-sentantes de Dinamarca, Holanda, Noruega, Reino Unido yEstados Unidos en Copenhague en la primera Conferenciade Oficiales Femeninos de la Escala Superior, organizadapor la Asociación Atlántica danesa. Los delegados manifes-taron su deseo de continuar reuniéndose con regularidad, ysu esperanza de que las autoridades competentes, naciona-les y de la OTAN, examinarían la posibilidad de ampliar lapresencia de la mujer en las fuerzas armadas.

Pero tuvieron que transcurrir quince años, hasta 1976,para que el Comité Militar de la OTAN reconociera oficial-mente un Comité de la Mujer en las Fuerzas de la OTAN.Con el paso de los años fue aumentando el número de paísesmiembros de la OTAN con delegados u observadores en lasreuniones Comité, hasta alcanzar en la actualidad los18 delegados de todos los países de la Alianza con la únicaexcepción de Islandia, que no tiene fuerzas armadas. Canadáejercerá la presidencia durante los próximos dos años.

A finales de 2000 se le dio un status permanente en elEstado Mayor Internacional en la sede de la OTAN a unaOficina para la mujer en las fuerzas de la OTAN, queapoya los trabajos del Comité y de sus tres sub-comitésencargados de las áreas de instrucción y desarrollo,reclutamiento y empleo y calidad de vida. La Oficinatambién trata de actuar como un archivo de informacióne investigación sobre estos temas, y para promover elconocimiento de las ventajas del empleo de mujeres enlos ejércitos de la OTAN y de los países Socios.

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Revista de la OTAN34 Verano 2001

ESTADÍSTICAS

Alemania 2,8% 5.263

Bélgica 7,6% 3.202

Canadá 11,4% 6.558

Dinamarca 5,0% 863

España 5,8% 6.462

Estados Unidos 14,0% 198.452

Francia 8,5% 27.516

Grecia 3,8% 6.155

Holanda 8,0% 4.170

Hungría 9,6% 3.017

Italia 0,1% 438

Luxemburgo 0,6% 47

Noruega 3,2% 1.152

Polonia 0,1% 277

Portugal 6,6% 2.875

Reino Unido 8,1% 16.623

Rep. Checa 3,7% 1.991

Turquía 0,1% 917

Las estadísticas sobre la presencia de mujeres en las fuer-zas de la OTAN se han obtenido a partir de las cifras propor-cionadas por cada uno de los países de la OTAN (exceptoIslandia, que no tiene Fuerzas Armadas) en el Análisis Anualsobre la Mujer en las Fuerzas Armadas de la OTAN. Las cifrastotales incluyen el reclutamiento forzoso. Las cifras de 2001son provisionales.

Personal femenino en las Fuerzas Armadas

0% 5% 10% Efectivos

Fuente: Delegados nacionales en el CWINF

Operaciones en curso de mantenimiento de la paz de las N.U.

Inicio Personal Coste Estimadooperación US$m US$m

1999/00 2000/01

UNTSO Supervisión de la Tregua de las N.U. (Oriente Medio) 1948 154 606 23UNFICYP Fuerza de Mantenimiento de la Paz de las N.U. en Chipre 1964 1.219 1.019 43UNDOF Fuerza de Observadores de Interposición de las N.U. (Israel) 1974 1.120 786 37UNIFIL Fuerza Provisional de las N.U. en el Líbano 1978 4.922 3.118 147MINURSO Misión de las N.U. para el Referéndum en el Sahara Occidental 1991 231 389 49UNIKOM Misión de Observadores de las N.U. entre Irak y Kuwait 1991 1.115 521 53UNOMIG Misión de Observadores de las N.U. en Georgia 1993 102 115 30UNAMSIL Misión de las N.U. en Sierra Leona 1999 12.439 267 504UNTAET Administración de las N.U. para la transición en Timor Oriental 1999 8.087 350 584MONUC Misión de la O.N.U. en la R.D. del Congo 1999 258 59 141

Operaciones en curso de mantenimiento de la paz ajenas a las N.U.

Inicio Personal Coste Estimadooperación US$m US$m

1999/00 2000/01

MFO Fuerzas y Observadores Multinacionales (Egipto) 1982 1.844 1.385 51SFOR Fuerza de Estabilización dirigida por la OTAN (Bosnia) 1996 22.800 13.000 2.700Belisi Grupo de vigilancia de la paz en Bougainville 1998 262 55 14KFOR Fuerza para Kosovo dirigida por la OTAN 1999 50.000 7.000 6.000

Operaciones de mantenimiento de la paz de las N.U. ya finalizadas

Fechas Personal Costeoperación US$m

UNEF I Primera Fuerza de Emergencia de las N.U. 1956-67 6.073 214UNOGIL Grupo de Observadores de las N.U. en el Líbano 1958 591 4ONUC Operación de las N.U. en el Congo 1960-64 19.828 400UNYOM Misión de Observadores de las N.U. en Yemen 1963 239 2UNEF II Segunda Fuerza de Emergencia de las N.U. 1973-79 6.973 446UNIIMOG Grupo de Observadores Militares de las N.U. entre Irak e Irán 1988-91 400 178UNTAG Grupo de Apoyo a la Transición de las N.U. 1989-90 5.993 369ONUCA Grupo de Observadores de las N.U. en América Central 1989-92 1.098 89UNAVEM I, II, III Misión de Verificación de las N.U. en Angola I, II y III 1989-97 7.546 944ONUSAL Misión de Observadores de las N.U. en El Salvador 1991-95 683 107UNTAC Autoridad para la Transición de las N.U. en Camboya 1992-93 19.159 1.600ONUMOZ Operaciones de las N.U. en Mozambique 1992-94 8.125 471UNOSOM I, II Operación de las N.U. en Somalia I, II 1992-95 28.000 2.300UNPROFOR Fuerza de Protección de las N.U. 1992-95 30.869 4.600UNAMIR Misión de Ayuda de las N.U. en Ruanda 1993-96 5.500 437UNMIH Misión de las N.U. en Haití 1993-96 1.549 516UNPREDEP Fuerza de Despliegue Preventivo de las N.U. 1995-99 1.110 176UNTAES Administración de transición de las N.U. para Eslavonia Oriental 1996-98 5.344 558MINUGUA Misión de Verificación de las N.U. en Guatemala 1997 188 15UNOMA Misión de Observadores de las N.U. en Angola 1997-99 1.156 181MINURCA Misión de las N.U. en la República Centroafricana 1998-00 1.252 86

Operaciones de mantenimiento de la paz ajenas a las N.U. ya finalizadas

Fechas Personal Costeoperación US$m

ECOMOG Grupo de Observadores Militares del ECOWAS 1990-98 12.400 525UNTAF Fuerza Operativa Unificada en Somalia 1992-93 40.000 2.500IFOR Fuerza de Implementación dirigida por la OTAN (Bosnia) 1995-96 60.000 5.000Alba Fuerza Multinacional de Protección (Albania) 1997 6.294 175MISAB Misión Interafricana de Supervisión de los Acuerdos de Bangui 1997 1.578 102AFOR Fuerza de la OTAN en Albania 1999 5.500 650INTERFET Fuerza Internacional en Timor Oriental 1999 11.310 421

Las estadísticas anteriores están tomadas del Cuadro de Conflictos Bélicos de 2000,publicado en The Military Balance 2000-2001 por el Instituto Internacional de EstudiosEstratégicos, con sede en Londres. Son datos válidos a fecha de 30 de junio de 2000.

Las mujeres en las fuerzas armadasde la OTAN

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KOSOVO - ONE YEAR ON - Achievement and ChallengeInforme del Secretario General de la OTAN, Lord Robertson

NATO and Russia: Partners in PeacekeepingHoja informativa que describe la cooperación práctica sobre

el terreno entre las fuerzas de mantenimiento de la paz de la OTAN y Rusia en los Balcanes

La extensión de la seguridad en el área euroatlántica: El papel de la OTAN y sus sociosFolleto ilustrado que ofrece una visión global del funcionamiento de la OTAN y abarca el desarrollo de las políticas en áreas clave de la Alianza

NATO 2000CD-Rom que presenta la evolución de la Alianza y describe la adaptación que ha experimentado ante los retos de seguridad del siglo XXI

NATO Topics Presentación visual de la Alianza que subraya los momentos decisivos deldesarrollo de la OTAN y los temas más importantes de su agenda actual.(Sólo disponible en formato electrónico:www.nato.int/docu/topics/2000/home.htm)

Guía completa de la cumbre de Washington Compendio de todos los textos y declaraciones oficiales de

la Cumbre de la OTAN celebrada en Washington en abril de 1999. Incluye información básica sobre programas y

actividades de la Alianza

Cincuenta años de la OTANFolleto introductorio sobre la historia de la Alianza en el que seofrece una visión global de la agenda actual de la organización

NATO UpdateBoletín semanal en internet que resume las actividades y eventos de

la OTAN y ofrece un repaso general de las iniciativas de la Alianza. (Sólo disponible en formato electrónico:

www.nato.int/docu/update/index.htm)

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OTANOTANrevista de la

Entrevista con elGeneral Sir Rupert Smithpáginas 24-25

Mujeresen uniformepáginas 30-33

El reto del mantenimientode la paz

organización del tratado del atlántico norte

alemaniabélgicacanadá

dinamarcaespaña

estados unidosfranciagrecia

hungríaislandia

italialuxemburgo

noruegapaíses bajos

poloniaportugal

reino unidorepública checa

turquía

VERANO 2001

El reto del mantenimientode la paz

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