Gastelumendi peru

8/12/2019 Gastelumendi peru

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Arquitecturas paisajistas de E. Gastelumendi: 1963

Introduccin

Arquitectura(s) paisajista(s) de E. Gastelumendi: 1963Eduardo Zambrano Nalvarte*

ResumenLa geografa peruana, con su ubicacin tropical, su mar de corrientes tanto antrticas como clidas, suamazona exuberante y principalmente cinturn montaoso longitudinal ha brindado a sus pobladoresun vasto catlogo de situaciones topogrcas. Esta multiplicidad de caractersticas fsicas, sumadas a ladiversidad cultural que habita este amplio territorio, produjeron una sorprendente cantidad de paisajesperuanos, tan numerosos y a la vez tan poco estudiados. El trabajo tiene como propsito estudiar y analizarel libro y el contexto social y arquitectnico que llev a Ernesto Gastelumendi publicar su obra titulada

Arquitectura Paisajista en 1963, el primer libro de paisajismo escrito en el pas desde el punto de vista de laarquitectura.

Palabras clave:paisaje, Per, historia del paisaje, Gastelumendi.

Abstract

Perus geography, with his tropical location, his sea with cold antarctic and warm equatorial water currents,lush Amazonian region and mainly longitudinal his mountain belt has provided for his residents a vastcatalog of topographical situations. This multiplicity of physical characteristics, together with the culturaldiversity in this territory, has produced a surprising amount of different landscapes, so numerous andactually little studied. This paper aims to study and analyze the book and the social and architectural contextthat led Ernesto Gastelumendi publish his work entitled Landscape Architecture in 1963, the rst landscapebook written in the countrys from the Architecture point of view.

Keywords:landscape, Per, landscape history, Gastelumendi.

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Ponticia Universidad Catlica del Per. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Departamento de Arquitec-tura. Lima, Per. e-mail: [email protected]


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Eduardo Zambrano Nalvarte

Paisaje y paisajismo en el Per, una his-toria por escribir.

El presente trabajo tiene como propsito estudiar yanalizar el libro y el contexto social y arquitectnicoque llev a Ernesto Gastelumendi publicar su obratituladaArquitectura Paisajista en 1963, el primer librode paisajismo escrito en el pas desde el punto de

vista de la arquitectura.

Primeramente, se mostrar que, tanto en temas depaisajismo y paisaje, como en el estudio de estos, elPer es un pas de amplios contrastes. La geografaperuana, con su ubicacin tropical, su mar de co-rrientes tanto antrticas como clidas, su amazona

exuberante y principalmente cinturn montaosolongitudinal ha brindado a sus pobladores un vastocatlogo de situaciones topogrcas. Esta multiplici-dad de caractersticas fsicas, sumadas a la diversidadcultural que habita este amplio territorio, produje-ron una sorprendente cantidad de paisajes peruanos,tan numerosos y a la vez tan poco estudiados.

Posteriormente se har un breve repaso sobre labiografa del autor. Gastelumendi es, sin duda, unpersonaje multifactico, que ha sabido conjugarbien sus labores como arquitecto, pintor, colum-nista, urbanista, paisajista y planicador. Se comen-

tar sus inicios como acuarelista, sus estudios debellas artes en el extranjero y las implicancias quetuvieron estas experiencias en la realizacin del li-bro, adems de relacionarlas con sus aportes a re-

vistas y peridicos donde public antes y durantela realizacin del texto.

Luego se analizar el texto en s mismo, sus puntosde vista y forma de anlisis de paisaje y las inuen-cias que tuvo del contexto arquitectnico de la po-ca, marcada por el n del Movimiento Moderno ysu llegada a Amrica Latina, el primer gobierno deFernando Belande Terry y las corrientes europeasde la naturalizacindel paisaje. Finalmente, a raz delo estudiado se sealar a modo de conclusin elaporte y las inuencias que supuso la publicacin de

Arquitectura Paisajista en el contexto peruano.

Figura 1: Esquema de plazuelas y paos del centro histricode Lima, por Ernesto Gastelumendi. Fuente: Callirgos & Sa-nabria, 2010


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ESTADO DEL ESTUDIO

Estado de la investigacin acadmica enel Per.

El Per es uno de los pases latinoamericanos quemenos invierte en investigacin. Cifras del ao 2010revela que el porcentaje del PBI destinado a investi-gacin en el pas es inferior al promedio de pases dela regin el ao 2007 fue del orden del 0.15%PBI(Comisin Econmica para Amrica Latina y el Cari-be [CEPAL], 2010)-, lo que agrava nuestra situaciny nos ubica, segn el Foro Econmico Mundial, enla posicin 109 de 133 pases analizados internacio-nalmente en temas de competitividad, investigacine innovacin. (Schwab, 2010).

Penosamente, a pesar de la explosiva creacin denuevas universidades en el pas, este panorama no ha

cambiado de manera sustancial. Del 1996 al 2010, elnmero de universidades peruanas ha pasado de serde 57 a 102: un aumento del 79%, segn el InstitutoNacional de Estadstica e Informtica (INEI) en sureporte del 2011. En ese mismo intervalo de tiem-po, la cantidad e alumnos en programas de pregradoaumento en 56% y en post-grado solo en 12%. Pa-radjicamente, a pesar de este crecimiento de po-blacin universitaria y de estudios de postgrado, lacantidad de docentes que participan en institucionescientcas y culturales ha disminuido en 30% y lasuscripcin de estos a publicaciones especializadasse redujo un 40%. La poca concurrencia y la falta de

suscripcin son causales en parte de la poca investi-gacin que se produce en el pas.

La misin que diferencia a las universidades de otroscentros de formacin acadmica es especcamentela produccin de conocimiento, objetivo que gurainvariable tanto en sus documentos legales como ensus planes de estudio ociales (Piscoya 2007, p. 48).Es as tan inherente a la labor de la investigacinen las universidades que la misma Asamblea Nacio-nal de Rectores, dentro de los criterios que utilizapara la elaboracin de rankingsentre universidades,concede al criterio Investigacinel mayor peso para elpuntaje nal un cuarto del total-.

Ya en el mbito ms prximo de la Arquitectura,el panorama no se muestra ms alentador. Si bienes poca la investigacin que se produce en el pas,

es mucho menor an la que tiene a la Arquitecturacomo tema de estudio. Cifras del Censo Universita-rio del 2010 revelan que del total de investigacionesnalizadas entre el 2008 y el 2010 en el pas, soloentre 2 y el 3% pertenecen al campo del Arte y

Arquitectura (INEI, 2011).

De la misma manera como existen nuevas univer-sidades, en los ltimos aos hemos visto la multi-plicacin de facultades de Arquitectura en el pas.De 102 universidades, son 41 las que ofrecen lacarrera de Arquitectura en pregrado, y de estosltimos solo una ofrece formacin de postgra-do. Este hecho podra explicar en parte la bajacantidad de profesionales trabajando en reas deinvestigacin en Arquitectura y ms an la pocacantidad de docentes investigadores disponibles.

Actualmente hay ms de 13 mil jvenes inscritoscomo estudiantes de Arquitectura, nmero simi-lar a los 13 mil arquitectos colegiados hoy en da

(Colegio de Arquitectos del Per, 2011).Por otro lado, en el caso peruano existe una visinincompleta y generalizada- de la labor arquitect-nica. Sobre este punto, Willey Ludea (2007) sealaque el ser arquitecto en el Per signica exclusiva-mente crear y producir proyectos, y donde el investi-gar o pensar sobre la arquitectura no es competenciade los arquitectos como profesin y mucho menos,una actividad de los arquitectos.

Investigacin sobre paisaje y paisajismo

en el PerPoco se sabe y poco menos an se ha escrito e in-

vestigado sobre paisaje en el Per. Paradjicamen-te siendo un pas con una vasta cantidad de pisosecolgicos y climas1 y en un primer momento sepodra pensar que tambin de paisajes-, la produc-cin bibliogrca sobre este tema desde el punto de

vista de la arquitectura ha sido muy reducida. Estaescasez de publicaciones es producto directo de tresfactores: la inexistencia de una historia escrita refe-rida a temas de paisaje y paisajismo (Ludea, 2008),la reducida cantidad de investigadores y postgrados

en arquitectura del paisaje y la poca o nula presenciade cursos de paisaje dentro de los planes de estudiosde pregrado en las facultades en el pas.de pregrado en las facultades en el pas.


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En el Per, los primeros registros de escritos so-bre paisaje2 se remontan a artculos periodsticos ycolumnas de opinin escritas en la revista Ciudad yCampoen 1926 y 1927, donde tratan de una maneradescriptiva donde curiosamente no se emplea enningn momento el trmino rea verde (como ve-remos ms adelante)- la aparicin de nuevos parques

en la ciudad de Lima. Durante el segundo gobier-no del presidente Augusto B. Legua, se crearon enLima nuevas parques urbanos siguiendo lineamien-tos de la corriente higienista de la poca el discursodel parque urbano insista en la higiene pblica ya la difusin de la cultura positiva- conjunto a lospaseos y alamedas que ya contaban la ciudad. Deesta manera, el Paseo de Aguas del virrey Manuelde Amat y el Parque de la Exposicin del presidente

Jos Balta fueron complementados con el Parque dela Reserva, la plaza San Martn o el Parque de Nep -tuno, actualmente Parque de los Museos. Sobre estetema en particular, Juan Lus Orrego (2009) seala:

As, esta concepcin de lanaturaleza urbanizadao deciudad natu-ralizadafue adquir iendo una gran fuerza con la introduccin,casi al mismo tiempo, de parques urbanos en la mayor partede las grandes ciudades de Europa y Amrica del Norte. Todaslas ciudades que se preciaban de tales desarrollaron algnproyecto pblico o privado en el que la naturaleza urbanaapareci como parte integrante del nuevo espacio urbano.Adems, hubo todo un discurso que insist i en el prestig io dela naturaleza, a la que se le atribuyeron valores pedaggicos,teraputicos y estticos, entre otros.

Arquitecturas paisajistas

En 1963, la Facultad de Arquitectura de la EscuelaNacional de Ingenieros hoy Universidad Nacionalde Ingeniera- publica un libro titulado Arquitectura

paisajistade Ernesto Gastelumendi, el primero de sugnero en el Per.

Esta obra fue republicada el ao 1997 por auspiciodel Vivero Italiano. Esta segunda edicin sufri unareorganizacin de los temas escritos en 1963 y supu-so una actualizacin de las referencias grcas y delos proyectos de paisaje del autor. Un hecho a tomaren cuenta en esta nueva edicin fue la disminucin

de los captulos del libro que trata temas de teora endesmedro de los que muestran el catlogo de espe-cies vegetales a usar en Lima.

Publicaciones de paisaje posteriores

Entre las dcadas de los 70 y 80 no se registr enel pas ningn libro que abarque el tema del paisajedesde la arquitectura. Ya a inicios de la siguiente d-cada, Rafael Cubas publica en 1992 el segundo librode paisaje llamado tambinArquitectura paisajista. Sinembargo, a diferencia del libro homnimo anterior,este solo se centra en un listado de especies vegeta-les y consejos para su manejo. Sebastin Solari en el2009 con su obrarboles de Limay Rosa Brescia deFord, miembro del grupo Florales, en el 2010 conPaisajes verdes con poco agua no hacen sino conrmaresta tendencia: la reduccin de las publicaciones so-bre el paisaje al hecho vegetal, a la gua de planta-cin, el enfoque hacia la jardinera

Si bien las publicaciones de libros sobre paisaje si-guen esa tendencia, en el campo de las revistas semuestran nuevas orientaciones. Willey Ludea escri-be en la revista ARQ un artculo sobre el desierto

costeo, Lima, sus relaciones a lo largo del tiempocomo una categora sagrada, su implantacin hisp-nica, su subsiguiente posesin e invasin y nalmen-te sobre el fenmeno de la privatizacin que estasufriendo al sur de la capital (Ludea. 2007). Poste-riormente, el mismo Ludea hace un repaso por los

vasta geografa peruana y la multitud de paisajes queesta accidentada topografa en su escrito Paisajes ypaisajismo peruano (Ludea, 2008), donde recalcala necesidad y la ausencia- de un discurso propiodel paisaje latinoamericano y principalmente perua-no. Por otro lado, Jos Canziani en el 2007 publicadigitalmente su investigacin sobre Paisajes Cultu-

rales en los Andes, donde entiende por paisajesculturales a las obras que combinan el trabajo delhombre y la naturaleza, es decir un paisaje donde semaniesta de forma singular la interaccin entre lasociedad y su ambiente natural (UNESCO en Can-ziani, 2007). Hace un pormenorizado recorrido porlos andes peruanos y analiza tambin situacionesgeogrcas como camellones, intervalles y wachakes,propios de la costa del pas

Finalmente, a nales del 2010, el grupo LOT (co-lectivo interdisciplinar fundado en 1998 que expe-rimenta en territorios de arte, teatro, arquitecturay artes visuales) edita el primer numero de Paisajes

Urbanos, publicacin que se compone de diversosartculos que tratan el tema del paisaje desde la pers-pectiva de las artes, la sociologa, la antropologa y la


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arquitectura. Incluye adems un Maniesto, dondetoca temas de gestin, visin y proyeccin del pai-saje urbano.

MARCO TEORICO

Arquitectura como campo transdiscipli-nar

La arquitectura, necesita tanto para su concepcincomo para su desarrollo y ejecucin, la participa-cin de distintas disciplinas anexas que ayuden ysoporten a su desarrollo. Es por esta necesidad quela Arquitectura, desde sus origen, implica un cam-po transdisciplinar para su labor, entendiendo trans-disciplinarcomo el estudio entre las interseccionesde las disciplinas (Quintanilla, 2011). En efecto, la

arquitectura necesita, principal pero no exclusiva-mente, conocimientos fsicos bsicamente relacio-nados a la esttica- y resistencia de materiales parasu ejecucin, conocimientos antropolgicos y an-tropomtricos para su proyeccin y tambin cono-cimientos sociolgicos, geogrcos y demogrcospara su implantacin y as una cantidad importantey variada de ramas.

Luigi Snozzi (2008), arquitecto perteneciente a la ge-neracin del Ticino dijo que un arquitecto es aquelque sabe poco de muchas cosas, un ingeniero esaquel que sabe mucho, pero de una sola cosa.Esta

cita del arquitecto suizo denota, dentro de la compa-racin, la cualidad o mejor dicho, la necesidad- delarquitecto de tener un conocimiento variado para elejercicio de su profesin.

Al igual que en otras ramas de la tcnica, como laingeniera, la amplitud de los campos de accin yde saber de la Arquitectura devino con el pasar delos aos en una especializacin y fragmentacin dela carrera: la Arquitectura cedi parte de su campode accin al Urbanismo, a la Planicacin y al Dise-o Industrial. Y dentro de la misma, actualmenteunitaria, disciplina de arquitectura, hay profesionales

especializados en restauracin, y paisaje3por citardos ejemplos- sin ser necesaria una separacin deestas disciplinas por especializacin.

El estudio interdisciplinar del paisaje

Son muchas y variadas las disciplinas las que abarcanel estudio del paisaje, siendo la arquitectura tan solouna de ellas. Las actuales mallas curriculares parala formacin de profesionales de paisaje incluyenmaterias relacionadas tanto a las ciencias naturales

(Geografa, Biologa), a las ciencias sociales (Eco-loga, Sociologa) y a las ingenieras (Agronoma,Ingeniera Forestal) como a la Arquitectura. Estasexigencias son actualmente necesarias y solo ellas,insucientes. Es por ello, y por denicin propia,que el estudio del paisaje demanda una aproxima-cin interdisciplinar para su comprensin: distintasdisciplinas tratan a este mismo sujeto, el paisaje, cadauna desde su punto de vista (Quintanilla, 2011).

Estas visiones particulares hicieron que el estudiodel paisaje sufra un desmembramiento actual quesin embargo est en proceso de reconciliacin.Estudios de Geografa del paisaje, de Ecologa y

Arquitectura del paisaje por citar algunos- estncada vez ms prximos e interrelacionados. Pruebade esto ltimo es la presencia de gegrafos o in-genieros forestales en postgrados de Arquitecturadel Paisaje o arquitectos en los de Geografa delpaisaje, por ejemplo4.

Iaki balos seala, con respecto a esta interdisci-plinariedad, que la arquitectura del paisaje deberaentenderse, no ya como una disciplina indepen-diente, sino como la culminacin de un proceso deformacin en el mbito de la arquitectura (balos,2006, p.48). Como se mencion anteriormente, laarquitectura es principalmente una disciplina propo-

sitiva. Bajo esta caracterstica, la arquitectura del pai-saje es la llamada a ser una disciplina aplicativa, unadisciplina de culminacin, que gracias a las lecturasdel paisaje brindadas por las distintas disciplinas, in-terviene el territorio y, como veremos ms adelante,brinda alpassu condicin depaisaje.

Pas y paisaje

Sin embargo, cul es la nocin contempornea quese tiene por paisaje? Tiene que ver necesariamen-te con lo natural, con la naturaleza? Para tratar de

responder esta pregunta, se remitir a la etimologadel trmino, a sus ascendientes franco-latinos y a suconcepcin contempornea.


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Paisaje, segn la denicin de la Real Academia dela Lengua describe en sus tres acepciones a la partede un territorio que puede ser observada desde undeterminado lugar, a un espacio natural admirablepor su aspecto artstico o a la pintura o dibujo querepresenta ese espacio natural (RAE, 2011). La ideade paisaje desde sus inicios, se ha relacionado siem-

pre con la vista, el paisaje es una aproximacin sen-sorial al territorio, debido que el ser humano en si esun animal visual. (Quintanilla, 2010), el carcter ni-camente visual del paisaje (iniciado desde el s.XV)est siendo contemporneamente complementadocon percepciones provenientes de otros sentidos.Sobre este punto cabe sealar los trabajos de Na-talie Poiret y sus paisajes olfativosy principalmente aMuray-Schafer y sussoundscapes o paisajes sonoros5.

Etimolgicamente paisaje viene de pas, y ambostrminos espaoles provienen respectivamente delfrancspaysage ypayscuya primera mencin ocialgura en el diccionario latn/francs de Robert-Es-

tiene, escrito en 1493 (Roger, 1997, p. 24)-. Curio-samente en este idioma, el trmino pays tiene msconnotaciones que su similar pas espaol, pues nosolo alude a lo que se puede considerar comopatria.El pays, en trminos de paisaje, se reere a una re-gin, a una porcin de territorio al cual el emisor da

un sentido de pertenencia, se habla de mon pays(mipas) en clara referencia a lo propio.

Si desde un inicio el trmino pays supone unaapropiacin, el trminopaysageno hace sino reforzaresta condicin. Alain Roger usa un juego de pala-bras nada gratuito sobre este tema. El sujo age,a diferencia del aje espaol, aporta adems una

mayor signicacin al concepto: ge quiere deciredad, y dentro de su texto, Roger seala al paysage,al paysge y al paysg paisaje, aos de pas y pascon aos- en cuya traduccin se pierden estas im-portantes referencias (Roger, 2007, p. 121) pero sinembargo, la inclusin de aos no hace sino agregarun factor muy importante a la denicin: el concep-to de temporalidad a la nocin de paisaje.

Paisaje es entonces una porcin de territorio, unpas, al cual el espectador le da una signicacinespecial, una valoracin que va ms all de su solacondicin material, ligado a los patrones culturalespropios del espectador mismo.

Ludea (2004, p.59), seala que los entornos f-sicos se trasforman realmente en paisajes desde

el momento en que son ledos y percibidos socialy culturalmente como tales. Por su parte, Roger(1997, p.140) argumenta que el paisaje es siempreuna invencin histrica, social y esttica (y en latradicin occidental, tambin artstica y pictrica).En efecto, la idea del paisaje en occidente tiene unnacimiento tardo en la pintura, donde al aparecer

la ventana en la composicin de los cuadros del s.XVI, obligo al pintor a retratar como plano de fon-do al paisaje circundante de su obra. Fue la ventanaen la pintura la que hizo concientes la presencia,en ese momento ligada a lo bello, del paisaje. Tra-bajos posteriores de Andr Le N tre en Francia yFrederic Law Olmstead en Estados Unidos ahon-daron no solo en la representacin del paisaje sinotambin en su proyeccin y proposicin. Fueronestos trabajos, principalmente el segundo, los cua-les Gastelumendi tom posteriormente como basepara su futuro libro y obra.

NOTAS

1. El Centro de monitoreo de conservacin ambiental, unorganismo del programa de las Naciones Unidas para el Me-dio Ambiente identico a una lista de 17 pases que alberganel mayor ndice de biodiversidad de la Tierra. Estos son: Ma-dagascar, El Congo, Sudfrica, Brasil, Colombia, Ecuador,Estados Unidos, Mxico, Per, Venezuela, China, Filipinas,India, Indonesia, Malasia, Australia y Papa Nueva Guinea

2. Cabe sealar la publicacin de Paisajes Peruanos, de Jos dela Riva Agero oNotas sobre el paisaje de la sierra, de MarianoIberico, ambos mayoritariamente tratando al paisaje de unamanera descriptiva.

3. En la tradicin anglosajona y francesa existen ya actual-mente carreras de landscape architect y paysagiere, respec-tivamente, los cuales si bien estn dentro o son anexasa escuelas de Arquitectura, poseen una autonoma en suformacin. En la tradicin talo-ibrica, an se considerala Arquitectura del paisaje como una especializacin de lamisma Arquitectura.

4. En Sudamrica se pueden encontrar estudios de postgra-do en pases como Argentina, Colombia, Venezuela Chile yBrasil. En el Per, pese a tener ya casi 100 aos de historiaen estudios superiores de Arquitectura (y un gran potencialpaisajstico como vimos anteriormente), no existe por elmomento estudios de postgrado en Arquitectura del Paisaje.Cabe mencionar una propuesta en la Universidad Peruanade Tacna para crear un Master en Arquitectura del paisaje

para el ao 2010, pero an sin concretarse. (UPT, 2010).5. El compositor canadiense R. Murray Schafer us los tr-minos paisaje sonoro (soundscape) y ecologa acstica


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para describir crticamente nuestro medio ambiente comoun campo humano-ecolgico ubicado entre el sonido y elruido. A partir de all desarroll la idea de una disciplina fu-turista, con claras inuencias de la Bauhaus, el diseo acs -tico. Su idea era juntar compositores contemporneos conarquitectos, diseadores de productos e ingenieros a n dedesarrollar sonidos para los innumerables objetos de nuestravida cotidiana. (Werner, 2009).

EL AUTOR

Ernesto Gastelumendi, una biografabreve

Ernesto Gastelumendi Velarde nace en Lima el 21de julio de 1915, hijo de Ambrosio Gastelumendiy Clemencia Velarde. Finalizados sus estudios enel colegio jesuita La Inmaculada en 1930, cursa es-tudios de Pintura en la Escuela Nacional de Bellas

Artes, en Lima hasta 1936 y posteriormente sigueespecializaciones en la Escuela de Bellas Artes dePars y de Burdeos entre 1938 y 1940. Gracias aestos estudios realiz desde 1942 exposiciones deacuarelas, tanto individuales como colectivas. (Ca-llirgos & Sarabia, 2010)

En 1941 inicia sus estudios de Arquitectura en laEscuela Nacional de Ingenieros (hoy UniversidadNacional de Ingeniera, UNI), donde obtiene el t-tulo de Arquitecto en 1944. Ya graduado, comienzaa trabajar como funcionario en el municipio de SanIsidro entre 1948 y 1958, como docente de Arqui-

tectura en su misma universidad entre 1945 y 1970 ycomo proyectista independiente.

Posteriormente vuelve a las aulas y obtiene en1961 el ttulo de Urbanista en la UNI. En 1962hizo estudios de master en Planicacin Urbana yRegional en la Universidad de Yale, gracias a unabeca del gobierno peruano, obtenida por gestio-nes del entoces decano Fernando Belande Terry.Este grado le permiti ser nombrado a su regresocomo director del Instituto de Planeamiento de1966 a 1970. Concluido este cargo, Gastelumendise dedic al ejercicio profesional en proyectos dearquitectura, planeamiento y paisaje y a la docenciaen la Universidad Particular Ricardo Palma, dondelleg a ser director de programa en 1985 y poste-riormente decano en 19886.

En el ao 1996 recibe la distincin de Profesor Em-rito por la Universidad Nacional de Ingeniera y en1999 por la Universidad Particular Ricardo Palma.

En el ao 2006, preside la primera junta directivadel Fondo Cultural Documental de la Arquitecturay el Urbanismo - Regional Lima (FONCULDAU),

asociacin encargada de identicar, recolectar, res-taurar, procesar y administrar el patrimonio docu-mental de Arquitectura y Urbanismo en el Per,pertenecientes al Colegio de Arquitectos del Peru(CAP) y a colecciones privadas donadas (entre ellas,una del mismo Gatelumendi).

En el ao 2007, la Universidad Nacional de Ingenie-ra le ofreci un homenaje, junto a Santiago Agurtoy a Adolfo Crdova, en reconocimiento a su trayec-toria profesional. Finalmente, en el ao 2010, la sederegional Lima del CAP y el FONCULDAU editaronun recopilatorio de sus artculos mas importantespublicados en el Per.

Gastelumendi, el escritor y docente.

Ernesto Gastelumendi fue un prolco escritor deartculos para revistas y peridicos. Sus primeros es-critos datan de 1940, publicados en la revista deoctubre del mismo ao deEl Arquitecto Peruanodon-de describe el nuevo Museo de Arte Moderno dePars y posteriormente en el nmero de noviembrede 1941 donde escribe sobre la arquitectura colonialLa Habana y sobre la Iglesia de Juipn, en Ancash.

Fue un activo participante del VI Congreso Paname-ricano de Arquitectos, celebrado en Lima en 1947.Gastelumendi inicia su labor como docente en 1945y para este propsito empieza a redactar sumillaspara su curso de Arquitectura Paisajista en la UNI,basndose principalmente en su experiencia en Yale,que si bien no fue precisamente en LandscapeArchi-tecture7, tena relacin con su programa de postgradoen planicacin. Toma tambin como base textosde procedencia principalmente americana como

Town Design de Frederik Giberd o Landscape Ar-chitecture, de John Ormsbee Simonds (Gastelu-mendi, 1963). Posteriormente publica partes de es-

tas sumillas en la revistaEl Arquitecto Peruanoen losnmeros de julio 1958, abril 1959, enero 1961- y enel nmero de la revistaAmaru, de la misma facultad.Finalmente, a pedido del decano Santiago Agurto, se


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edita el libro que contiene estas sumillas del curso yartculos del autor en revistas de arquitectura de lapoca. Este texto se publica por la misma facultad,en 1963, donde se incluye adems toda la serie desus artculos Plantas Ornamentales, publicada en

El Arquitecto Peruano desde abril de 1959 hasta se-tiembre de 1962.

Ya nalizada su labor como docente, sigue apoyan-do a la revistaEl Arquitecto Peruanocon artculos desu labor profesional y tambin como en la revistainstitucional CAP de setiembre 1973 y en el peridi-co La Crnica a inicios de los aos 80.

Colabora con la columna Ya no existe de la re-vista Plaza Mayor hasta 1994, donde expone, a ma-nera de obituario, una resea de una construccinde valor arquitectnico que ha sido destruida re-cientemente en pro de lo que l llama, una malen-tendida modernidad.

Gastelumendi, el acuarelista.

Gastelumendi estudi pintura en la Escuela Nacio-nal de Bellas Artes en Lima durante los aos 1929 y1935, aos antes de su formacin como arquitecto,durante su proceso de formacin como pintor enFrancia, opt a la acuarela como tcnica principalde pintura. Sobre esta faceta del pintor-arquitecto,Callirgos & Sarabia (2010) escriben:

En sus momentos iniciales, sus trabajos los desarrollaba en alcorriente indigenista y el paisaje peruano, se interesa por losambientes y edicios urbanos. Numerosos trabajos dan cuen-ta de su calidad en esa tcnica [la acuarela], por la seguridad paratraducir sus impresiones a travs de trazo y el color segn comole impresione los personajes, pasajes y arquitectura. (p. 183)

Gastelumendi escribe el artculo La pintura moder-na en El Arquitecto Peruano de mayo de 1945, Latcnica de la acuarela en la edicin diciembre de1947 y la serie de acuarelas Lima colonial a travsdel pincel en el nmero de noviembre de 1946.

Gastelumendi, el proyectista y funciona-rio.

En su etapa de funcionario en el municipio de SanIsidro fue responsable de trabajos de planicacinen esa comuna, como el reordamiento de la ave-

nida Arequipa, (publicado en El Arquitecto Peruanode enero de 1947) o el Parque El Olivar (publicadotambin enEl Arquitecto Peruanode mayo de 1947).Como jefe del Instituto de Planeamiento y de la Di-reccin de Desarrollo Urbano tuvo a su cargo pro-yectos urbanos en las ciudades de Cajamarca, Aya-cucho, Arequipa, Iquitos y el Callao. Hizo tambin

proyectos de arquitectura como el cine Orrantia en1950, el Parque de las Leyendas en 1963 y encargosprivados. Paralelamente realiz continuos viajes alinterior del pas para elaborar proyectos persona-les de planeamiento Cuzco, Chimbote, Quinua-,instalacin de nuevas reas urbanas -especialmenteasentamientos mineros-, y proyectos de tratamientopaisajstico Juipn, malecn de Miraores, entornodel Palacio de Justicia- hasta 1998.

Actualmente, a sus 95 aos, tiene el cargo de Pre-sidente del Fondo Cultural Documental de la Arqui-tectura y Urbanismo CAP, regional Lima (FON-CULDAU-LIMA).

NOTAS

6. Primer centro en planeamiento urbano y regional, plani-cacin regional y nacional, y de formulacin y evaluacinde proyectos de inversin pblica. Su liderazgo y coberturafue a nivel de Amrica Latina. Cont con la cooperacin delBID, OEA, y el aporte del Estado Peruano.

7. El recorrido profesional de Gastelumendi est detalladoen su totalidad en el texto de Callirgos & Sanabria.

8. Si bien la Facultad de Arquitectura de Yale no cont enla poca de Gastelumendi con un posgrado en Arquitecturadel paisaje -LandscapeArchitecureen el sistema anglosajn-,

la Sociedad de Arquitectos Paisajistas (IFLA por sus siglasen ingls) proporciona desde 1949 informacin sobre estanueva profesin, denominada as desde 1899 por su creador,Frederick Law Olmsted (balos, 2006)


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Figura 2: Pueblo Andino. Acuarela de Ernesto Gastelumendi. Fuente: Callirgos & Sanabria, 2010

Figura 3: Pueblo Andino. Acuarela de Ernesto Gastelumendi. Fuente:El Arquitecto Peruano . N 112


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CONTEXTO HISTORICO SOCIAL:1963

Arquitectura y paisaje en el contextoglobal en los 60

Los aos 60 se iniciaron con la disolucin de losCongresos Internacionales de Arquitectura Mo-derna (CIAM), evento internacional que reuna a

varios de los arquitectos ms importantes de la po-ca para discutir en conferencias y reuniones temasrelacionados a la arquitectura y la sociedad de eseentonces. El ltimo CIAM se realiz en Holanda ysu disolucin no hizo sino prevenir el ocaso del mo-

vimiento moderno de ese entonces (que devino enlas especulaciones de un joven equipo Team X y Ar-chigram). En 1960, Le Corbusier acababa de cons-truir el convento de Sainte Marie de La Tourette en

Lyon, Francia y proyectaba el Hospital de Venecia,nunca construido. El arquitecto suizo haba publi-cado tiempo atrs en su libro Vers une architecture, undocumento donde sistematiza sus ideas arquitect-nicas (y como veremos, tambin paisajsticas) titula-do los cinco puntos de la nueva arquitectura. Esteensayo fue una innovacin conceptual para la poca,derivadas del uso del uso reciente del hormign ar-mado. Con relacin a los cinco puntos, Iaki balos(2006, p. 130) seala que por lo menos tres de estoscinco puntos tienen relacin directa con el sentidopaisajstico de la obra corbusiana:

Lafenetre en longueur, la ventana apaisada, panormica como sus

dioramas (de Le Corbusier) y sus propios bocetos de pa isajes,heredera de los formatos tradicionales de la pintura de paisa-jes y de batallas y en s misma un intento de hacer pictrica larelacin exterior interior.

Lospilotis que levantan la casa sobre el paisaje, a la vez unaestructura caracter stica del hormign armado y creacin jar-dineril, laspalissade la italienneestudiadas cuidadosamentepor Le Corbusier y omnipresentes en los jardines histricosde Pars y en e l Palais Royal, que l iberan el plano del suelo parapermitir la continuidad del parque y del movimiento humano.

La terraza jardn, culm inacin del ideario pintoresquista de LeCorbusier, un jardn art icial, elevado, que corona la vi lla yprotege su estructura de los saltos trmicos, una verdaderasimbiosis naturaleza-articio que supondr la gran aporta-cin pintoresca de la modernidad, a la vez invencin de unnuevo lugar y una nueva tcnica.

La tradicin occidental paisajista europea lleg aAmrica a dos puertos principalmente (y con dosguras importantes para la historia del paisaje con-temporneo): Nueva York con Frederic Law Olms-tead y Rio de Janeiro, con Burle Marx.

El Per en los aos 60: poltica, arqui-tectura y sociedad

La dcada de los aos 60 comenzaba abruptamen-te en el pas con el golpe de estado por el generalRicardo Prez-Godoy al gobierno de Manual Pradopara evitar que el aprismo entrara al poder. El gene-ral llam a elecciones generales el ao 1963 dondesali electo presidente el en ese entonces diputadopor Lima y decano de Arquitectura de la UNI, elarquitecto Fernando Belande Ferry.

Belande fue un ferviente impulsor de la arquitec-

tura en el pas, no solo desde su puesto de diputadoy posteriormente presidente, sino tambin comodecano FAU, director de la nica revista de arquitec-tura de la poca. Desde cada una de sus facetas abo-gaba por el papel de la arquitectura en el desarrollode una futura moderna sociedad peruana. Belandepromovi y gestion becas a travs de la Organi-zacin de los Estados Americanos para varios ar-quitectos profesores de la facultad para enviarlos alextranjero a realizar estudios de posgrado y de esamanera, al volver, aumentar el nivel de la misma fa-cultad, entre ellos al mismo Ernesto Gastelumendi.

En la dcada de los 60 el pas viva en un auge de laconstruccin y una nutrida produccin arquitectni-ca. Posteriormente a las unidades vecinales iniciadasen la dcada pasada (como Barboncito, Risso, Mira-ores Unidad Vecinal No 3 entre otras) el gobiernode Belande continuo con obras civiles de vivienda,adems de nuevos equipamientos locales y naciona-les, como el aeropuerto internacional Jorge Chvez,la carretera marginal de la selva o la residencial SanFelipe (donde se aplican algunos de los puntos dela arquitectura descritos anteriormente), una pocadonde el problema de la vivienda producto de lasolas migratorias de la poca- tena una slida res-puesta desde la arquitectura y que concluy en 1969

con uno de los proyecto ms representativos de estapreocupacin a escala internacional: el Proyecto Ex-perimental de Vivienda Urbana (PREVI).


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Con relacin al estudio y tratamiento del paisajeperuano en esa poca cabe mencionar tambin en1956 y 1960 la creacin de los primeros parques na-cionales peruanos: Mesopata en Pasco y Iparia enHuanuco (Gastelumendi, XI.4), muy posteriores asus pares latinoamericanos como Mxico en 1917,

Argentina en 1934 o Brasil en 1937. Por otro lado,

como continuacin de la clebre publicacin delgegrafo peruano Javier Pulgar Vidal, Geografa delPeren 1940 donde se propone una nueva divisingeogrca del pas en ocho regiones, desplazando ala divisin tradicional de costa, sierra y selva-, el ec-logo Joseph Tosi propone para el Per la presenciade 30 zonas de vida natural, tomando como basela clasicacin de los sistemas Holdridge (Holdridgelife zones system), usados hasta la actualidad (Urrutia,2011). Tanto la creacin de los parques nacionales,como la clasicacin propuesta por Tosi permitie-ron a Gastelumendi tener una base con la cual es-tructurar su nuevo curso optativo de paisaje dictadaen la UNI.

ARQUITECTURA PAISAJISTA DE1963

Estructura del libro

Como se mencion anteriormente, el libro es pro-ducto de una compilacin del material de clase decurso del mismo nombre dictado por Ernesto Gas-telumendi en la UNI. El texto se compone del pr-

logo del de ese entonces decano, el arquitecto San-tiago Agurto, una introduccin donde se describe elcontenido general del texto y la necesidad de estosconocimientos para la formacin de los nuevos ar-quitectos, luego quince captulos cada uno con unanumeracin independiente no correlativa-, y nal-mente una bibliografa de referencia. Los captulosen los que se subdivide el texto son los siguientes:

I. Conceptos Fundamentales

II. Principios de Composicin

III. Formacin de espacios

IV. Espacios urbanos en ciudades europeas

V. Espacios urbanos en ciudades peruanas

VI. Carcter plstico de Lima tradicional

VII. Transformacin urbana

VIII. Elementos de la va publica

IX. El paisaje peruano

X. La obra del hombre

XI. Parques Nacionales

XII. Integracin ciudad-campoXIII. Los parques y jardines en la historia

XIV. Principios de botnica

Para un ordenado anlisis del libro, se agrupar loscaptulos en cuatro tpicos generales: Teora delpaisaje, correspondiente a los captulos I, II y III.

Anlisis del paisaje, que abarcan los captulos V, VI,VII, VIII IX, X y XI. Historia del paisaje occiden-tal, donde se incluye el captulo IV, XIII y parte delcaptulo V. Finalmente un acpite de Botnica quecorresponde al captulo XIV.

Primer tpico: la teora del paisaje

Ernesto Gastelumendi propone una manera deaproximarse al diseo del paisaje sin llegar a plan-tear en s una metodologa. En los primeros cap-tulos de libro -en donde se incluyen artculos delautor deEl Arquitecto Peruanode enero de 1961-, sesealan los principios de composicin y formacinespacial, adems de dar, desde un inicio, una de-nicin de paisaje y arquitectura paisajista. El autorsostiene que lo que apreciamos en ambientes o es-

pacios ms o menos amplio, ms o menos bellosconstituye el paisaje (p. I-2). (es entonces tcni-camente imposible entonces por contradiccin laexistencia de paisajes feos?). Escritos posterioresindican que la cualidad de bello est presente nosolo en la denicin de Gastelumendi sino en otrostextos de la poca. En la tradicin occidental, el tr-mino bello aparece en 19 de 33 deniciones depaisaje seguidos de los trminos rico, agradable ynatural (Roger, 1997, p.141). Gastelumendi, a par-tir de sus aproximaciones como pintor acuarelistaconere al paisaje este valor.

Por qu tan directa esta relacin bello-paisaje enla poca de Gastelumendi? En los aos sesenta, lacapital experimentaba problemas de caos y conta-minacin propios de una ciudad en proceso de mo-


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dernizacin. Ya por el ao de 1964, Julio RamnRibeyro nombraba a Lima como la horrible, pro-ducto de sus problemas de tugurizacin y salubri-dad a causa de las migraciones internas y la falta decontinuidad en los trabajos comenzados en la pocade Odra aos atrs. Por ello, la introduccin de lanaturaleza en la ciudad a manera de parques daban,

literalmente, un respiro a la ciudad agobiada en me-dio de esos problemas. Gastelumendi seal a estos,los parques, como el campo de accin principal delarquitecto paisajista dentro del ambiente urbano, unlugar de reunin y a la vez de contemplacin, dondeel diseo esta ntimamente ligado al descanso y a laapreciacin de la belleza.

Como se mencion anteriormente, Lima continuabaan con la corriente higienista iniciada en los aos30. Una introduccin de la naturaleza dentro delas ciudades, producto de las reformas borbnicasiniciadas aos atrs (Ludea, 2008) y de esfuerzos

similares en pases de Amrica del Norte, Europay Amrica del Sur: Olmestead completa el CentralPark en 1856, Barillet-Deschampes naliza el par-que urbano de Bois de Vincennes en 1929 y BurleMarx, conclua el Parque do Flamingo en 1961.

Por otro lado, el autor describe a los espacios librescomo el campo de accin del arquitecto paisajista ylos clasica en tres tipos: los jardines decorativos,los centros de reunin (parques, plazas, centros decomercio) y las vas de circulacin. En esa poca,mientras que el arquitecto trabajaba sobre el lleno,sobre el objeto, el paisajista lo haca sobre el vaco.Esta dicotoma es producto de una formacin delarquitecto bajo los mtodos modernos (balos,2006, p.144). Niemeyer diseaba el Palacio de Ita-maraty y Burle Marxs propona los jardines, dicoto-ma que Gastelumendi trat de evitar.

Gastelumendi abogaba sobre la necesidad del arqui-tecto paisajista en estos campos de accin descritosanteriormente. Sealaba que el deterioro del espaciopblico que estaba ocurriendo en la ciudad se de-ba, en parte, a la poca presencia de profesionales enla realizacin de parques y jardines, comprensiblesen una poca donde el paisajismo y ms an enla arquitectura- era todava una disciplina joven. En

todas las escalas, relata Gastelumendi, era inexisten-te pero absolutamente necesaria una uida coordi-nacin entre los distintos especialistas -, ingenieros

civiles, arquitectos, industriales, artistas, escultores,tcnicos horticultores y (p. I-6)- y el arquitecto pai-sajista. Una cualidad interdisciplinar en un contextodonde era comn la realizacin de todo el proyectopor una sola especialidad.

Posteriormente, Gastelumendi seala su manera de

aproximarse al diseo del paisaje, describe una com-posicin a partir de un espectador: campo de visin,primer plano, plano de fondo y punto de vista. Estamanera de componer tiene una notoria inuenciapictrica en su concepcin. Gastelumendi, antes deestudiar arquitectura, viaj a Francia a perfeccionar-se en la pintura a la acuarela, sus estudios de Bellas

Artes en ese pas inuyeron en su manera de conce-bir el paisaje y la arquitectura paisajista. Gastelumen-di, el acuarelista, escogi a los paisajes como sujetode pintura y para la realizacin de sus obras uso losmismos criterios de composicin que luego trasladoa su arquitectura

Exista para la poca otra forma de concepcindel paisaje? Evidentemente que s, pero no desdela visin europea del paisaje. Gastelumendi, comolo prueban sus escritos de la poca en El ArquitectoPeruano, conoca la obra que Burle Marx vena rea-lizando en distintas ciudades del Brasil. Burle Marx,pintor como Gastelumendi, conceba eltrabajo de laarquitectura paisajista de otra manera:

Qu hace Roberto Burle Marx? En real idad una operacinsencilla, casi instintiva, a l menos para quien posee los cono-

cimientos que l tena en una primera poca, la que le da a

conocer. Acta frente al jardn simultneamente como pintor

de paisajes y como arquitecto, util izando como referencia parasus proyectos la paleta expresionista y las geometras orgni-

cas abstractas de Hans Arp, Le Corbusier, Fernand Lger,Alexander Calder, etc. Pero lo hace como arquitecto, porquea pesar de util izar el gouche, sus paisajes son concebidos como

organizaciones o composiciones en planta, en un distancia-miento del procedimiento de las vistas caractersticas de los

paisajistas (Abalos, 2006, p. 178)

Curiosamente, Gastelumendi experimenta en suformacin personal el mismo recorrido que tuvo latradicin paisajista en occidente: una preocupacindel paisaje desde la pintura. En efecto, este hechoexplica por un lado una concepcin de lo bello en

el paisaje, su mtodo de aproximacin y proyeccina partir del espectador y su postura de mnima inter-

vencin en el contexto natural


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Segundo tpico: el anlisis del territorio

Gastelumendi contina en su obra con anlisis pre-ceptales de distintos espacios pblicos peruanos.Inicia con la Plaza San Martn, obra de Manuel Pi-queras, Emilio Harth Terr y Rafael Marquina en1921. Describe su unidad arquitectnica y su am-biente atractivo al peatn, en un contexto de des-aparicin de tranvas y promocin del automvil.Debido a sus viajes en 1953 como jefe de la OcinaNacional de Planeamiento y Urbanismo nutre su a-cin por los paisajes y pueblos de la sierra, presentesdesde su etapa como pintor acuarelista. Describe ycomenta estos paisajes en sus ponencias en la facul-tad de arquitectura de la UNI y principalmente en suconferencia sobre Arquitectura rstica del Per, enel VI Congreso Panamericano de Arquitectura, ce-lebrado en Lima en 1947. En el libro se mencionana la plaza de Juipn en Ancash reseado tambinenEl Arquitecto Peruanode noviembre de 1941-Chin-

cheros en el Cuzco, Cocharcas en Apurmac, Belnen Huaraz y la Alameda Valdelirios de Huamangaen Ayacucho. Muestra las diferencias entre estas-,como por ejemplo la presencia de una canchapreco-lombina en el caso de Chincheros-, seguidamentetambin de similitudes presentes, como el trazo co-lonial vigente. Acaba con una lmina comparativa delas plantas de estas implantaciones.

Estos anlisis son tomados a manera de casos deestudio para sus alumnos en el curso. Utiliza loscriterios de composicin descritos en los captulosiniciales primer plano, plano de fondo, punto de

vista, etc- y tambin conceptos de hito nodo y sendaprovenientes de la La imagen de la ciudad, de Ke-

vin Lynch, escrita en 1960 que si bien no est rese-ada en la bibliografa del autor, provee conceptospresentes a lo largo de los captulos centrales del li-bro. Estos anlisis lo llevarn en aos posteriores arealizar propuestas de proyectos de arquitectura delpaisaje en estas ciudades, que fueron a futuro inclui-das en la reedicin deArquitectura Paisajistade 1997.

Dentro de las investigaciones de plazas y espaciospblicos urbanos peruanos, cabe mencionar de ma-nera particular a la seccin dedicada a la plaza deLunahuana, en Caete. Gastelumendi realiza en estecaso un trabajo ms profundo, pues contempla no

solo la plaza por s misma como lo haba hecho enlos ejemplos anteriores- sino adems se estudia elcontexto, las calles circundantes y la arboleda lateral

-con un nfasis en las especies, su edad, su repercu-sin en la conformacin de la plaza y su estado deconservacin-. Gastelumendi realiza cuatro lecturascomplementarias en base a fotografas, esquemas enplanta y textos explicativos.

El anlisis realizado Gastelumendi no se enfoc ni-camente en el aspecto verde del paisaje. Gracias asu trabajo en el municipio de San Isidro en 1958,Gastelumendi puede poner en prctica y relacionarsus conocimientos del paisaje con sus estudios enplanicacin. Para el ao 1941 prepara cambiospara el parque El Olivar (p. V-20), donde proponemejoras para el trazo original realizado por PiquerasCotol en 1920. Su trabajo no se centra nicamenteen el parque en s mismo, sino tambin en el anli-sis de las vas aledaas, principalmente en la avenida

Arequipa reseada enEl Arquitecto Peruanode mar-zo de 1952 e incluida tambin en el libro-. El estu-dio de la avenida como una senda desde el Parquede la Exposicin hasta Miraores es realizado en

planos esquemticos adjuntos, acompaados de losedicios, tratados como hitos, y de parques tratadoscomo elementos estructurantes (y compositivos) dela va. Finalmente, Gastelumendi incluye en el librosu propuesta como proyectista independiente: elcambio de la seccin vial para las ltimas cuadras deesta avenida. Cierra as el anlisis con un proyectoconcreto, contemplado conjuntamente desde la pla-nicacin urbana y el paisajismo.

Los captulos centrales del texto hacen una revisina la geografa peruana en general. Para este punto,similar a la que hiciese Jos de la Riva Agero conPaisajes peruanosen 1955 con la salvedad que Gaste-

lumendi toma como base la teora de Pulgar Vidaly su divisin del pas en ocho regiones naturales,publicada en la dcada de los cuarenta. Gastelu-mendi considera importante y necesaria esta basegeogrca en la formacin de los futuros arquitec-tos ya que considera estos conocimientos son tilespara poder proponer proyectos coherentes a estadiversidad. En los captulos iniciales, Gastelumen-di sealaba que el hombre solo pondr lo mnimopara nes necesarios, en forma tal que no distur-be la belleza original [de la naturaleza] (p. I-6), oque cuando la vitalidad econmica produce mayoractividad y demanda de la obra humana, el paisa-je comienza a ser afectado para llegar en muchos

casos a ser destruido (p. XI-2)Cmo saber cules ese mnimo si no se conoce y estudia la natu-raleza misma? Un conocimiento y anlisis del sitio


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Figura 4, 5 y 6:Anlisis de las ciudades de Lima y Cuzco. Fuente: Gastelumendi, E. 1963


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resulta entonces pertinente para esta intervencin.El anlisis no es sino una lectura del territorio, unaaproximacin terica a una realidad cultural. El m-todo que propone Gastelumendi es una herramien-ta de comprensin del lugar, una forma de lograr eljusto equilibrio entre lo agradable y lo eciente(p. X-3). Una forma de leery escucharel lugar, como

sugera Alexander Pope en 1731 y su teora de losgenios del lugar esa voz que hay que escuchartanto para plantar como para construir (balos,2006, p. 21)9- posteriormente ampliada por Chris-tian Norberg-Schulz en 1980.Finalmente en este tpico, Gastelumendi hace unrepaso por la historia y el estado de las reservasnaturales creadas hasta ese momento en el pas. Elautor sostiene que el hecho de preservar es una res-puesta a la destruccin de la belleza de determina-dos sectores del pas, a la ocupacin indiscriminadadel paisaje [] al incontrolado avance de la urbe,ajeno a toda coordinacin con su paisaje (p. XI-

1). Seala que los bosques nacionales son zonasde concentracin de fauna oriunda y sectores deespecial belleza que deben ser debidamente preser-

vados, como valor de recreacin y de cultura parala presente generacin y como valores potencialesy reserva de recursos para las generaciones venide-ras (p. XI-2). El autor seala que esta iniciativa noera un hecho aislado en el Per puesto que para lapoca, diversos pases estaban tambin en procesode creacin de sus propias zonas de conservacin.El Estado contaba hasta 1963 con seis reas prote-gidas10: Mesopata, Ipara, Chapn, Cutervo, Chilca yPisco, cifra notablemente menor que las cuarentaa yun reas mexicanas, las trece brasileras o las veinti-

cinco puertorriqueas (p. XI-3).Sin embargo, cabe resaltar las razones que aludeGastelumendi para la creacin de estas zonas msall que sean positiva o negativa esta intencin-. An-teriormente se coment como lo bello como argu-mento es insuciente para como justicacin para laconservacin del paisaje. Gastelumendi, adems deeste factor, seala a la conservacin actual es decir,la conservacin para la poca- era una salvaguardade una explotacin posterior para las futuras gene-raciones-. Estas dos armaciones llevan a una po-sible paradoja. Por un lado se conserva el recursopor tener un valor de recreacin de n de semana yde cultura para las generaciones actuales y por otrolado se las conserva como fuente de recurso paralas generaciones futuras Habr un escenario en que

lo conservado deje de serlo y pase a ser explota-ble? Un rea de conservacin puede por s mismadejar de serlo y perder esa condicin?Hubo acasouna ausencia de criterio de intangibilidad? O es estauna cualidad con fecha de caducidad? La preguntacentral fue y ha sido cuestionarse sobre los criteriospara conservar unas zonas en desmedro de otras.

Es ms natural el bosque virgen amaznico que lacuenca del ro en la ciudad? Gastelumendi casi sinproponrselo adjunta al estudio de arquitectura-pai-saje el factor de patrimonio y la conservacin, unadiscusin muy polmica, cuyas posturas discrepan-tes llegan incluso hasta la actualidad11

Tercer tpico: historia del paisaje

Gastelumendi aporta con un marco histrico so-bre el paisaje a su obra escrita en 1963. Hace unrepaso por los jardines fantsticos de Mesopota-

mia y Siria, por los jardines chinos y japonesespara luego escribir ms en detalle sobre la historiaoccidental del paisaje.

Si bien a lo largo del texto existen siemprereferencias al contexto peruano y se analiza obrascoloniales y republicanas, es notoria la ausencia demenciones al tratamiento del paisaje precolombinode la costa y el paisaje incaico serrano. Menos refe-rencia tiene an las realidades amaznicas, las cualesen la poca eran casi desconocidas la va marginalde la selva fue recin comenzada aos despus-. SibienArquitectura paisajistaes el primer texto de pai-sajismo en el Per, existieron en esa poca escritos

sobre paisaje desde el punto de vista de la geogra-fa, sociologa e incluso desde la antropologa12, queeran sujeto de discusin en el mundo acadmico deese entonces.

Omisiones resaltantes son por ejemplo menciones alas Lneas de Nazca13, estudiados por la matemticaalemana Maria Reiche y con estudios publicados enLima en 1948, o por otro lado a la ciudad de barrode Chan Chan y Tcume -estudiados en la dcadade los cincuenta- o el mismo Kulap o Cantayoc,de 1930. Es que acaso en esa poca el estudio dela arquitectura del paisaje se reduca al hecho vege-tal?. Gatelumendi fue un asiduo viajero al interiordel pas, adems de ser un acadmico siempre enrelacin con las nuevas investigaciones y estudiospublicados lo que hace difcil suponer su desconoci-


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miento sobre estos ejemplos. Sin embargo, la omi-sin ms importante es indudablemente la que se lehace al santuario histrico de Machupichu, descu-bierto al mundo occidental en 1911 y estudiado porLuis Eduardo Valcrcel hacia 1948, al cual se le de-dica solamente una brevsima mencin. Resulta msextraa an esta auasencia si se tiene en cuenta las

pginas que le dedica a la ciudad de Cuzco en espe-cial y a los dems restos arqueolgicos aledaos. Unanlisis similar a los hechos en las plazas de la costaera totalmente posible y pertinente en la ciudadela.Los criterios de composicin utilizados as como larelacin objeto-naturaleza descritos anteriormenteestaban presentes en el santuario religioso14.

Gastelumendi naliza este tpico con un recorridodescriptivo a ejemplos paradigmticos de la arqui-tectura y el paisaje europeo. Toma referencias de laItalia del renacimiento, el jardn francs con el yamencionado jardn de Versalles-, el jardn ingls, la

Alhambra de Granada para acabar con las realiza-ciones de un contemporneo Roberto Burle Marxen Brasil y Venezuela.

CONCLUSIONES

La obra de Gastelumendi es un aporte importantea una historia poco documentada del paisaje y pai-sajismo en el pas, no solo por ser su libro el primerescrito de origen peruano sobre este tema desde laarquitectura, sino sobre todo por su preocupacin

de que los conocimientos del paisaje y la arquitectu-ra paisajista sean incluidos desde la formacin de losnuevos arquitectos de la poca.

Como se coment anteriormente, Gastelumendi ex-perimenta en su formacin personal el mismo reco-rrido que tuvo la tradicin paisajista en occidente15:una preocupacin del paisaje nacida desde la pintura.Este hecho explica por un lado una concepcin delo bello en el paisaje, su mtodo de aproximaciny proyeccin a partir del espectador y su postura demnima intervencin en el contexto natural. Esto l-timo es de ms valor an si se tiene en cuenta que

Gastelumendi no registr estudios superiores en eltema pues es el mismo autor quien se auto-educa entemas de paisaje, notando una clara vocacin autodi-

dacta. Gastelumendi se vuelve por esfuerzo propioas en uno de los fundadores de esta nueva ramaprofesional, joven para la poca.

Su aporte no es solo al paisajismo en general sinoprimordialmente a la historia de la arquitectura delpaisaje peruano. El autor marca as el inicio al es-

tudio del paisaje desde la arquitectura y la incluyedentro de las disciplinas que estudian, analizan yproyectan sobre ste.

Arquitecturas Paisajistas de Gastelumendi debe to-marse como un testimonio de la poca y como basepara una lectura contempornea del paisaje. Ahorabien, Cul es el panorama de los estudios y publica-ciones sobre paisaje en el pas a casi cincuenta aosdespus? Como se argument anteriormente, pocose sabe y poco menos an se ha escrito e investigadosobre paisaje en el Per, y este hecho, en un pas me-gadiverso o exagerando el trmino, en un pas mega

paisajstico- es una responsabilidad ineludible en tan-to que arquitectos, gegrafos y profesionales anes.Son actualmente aislados los esfuerzos por construiruna nocin y un estudio del paisaje en el Per. Esnecesario y casi obligatorio mantener una miradaa nuestra particular realidad y al mismo tiempo serconcientes de los acontecimientos internacionalessobre paisaje, mas an en una poca como la actual,donde una gran cantidad de iniciativas verdes noson sino un disfraz de moda que cubre una falsasostenibilidad, un discurso banal, donde lo escrito yactuado sobre el paisaje, desde una perspectiva aca-dmica y rigurosa como lo esArquitectura Paisajista-son esfuerzos an ms loables.


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NOTAS

9. Genius locies un nacido en la poca romano. De acuerdo alas creencias romanas antiguas, cada ser independiente tienesu Genius, su espritu guardin. Este espritu da vida a lagente y a los lugares, los acompaa desde el nacimiento hastala muerte y determina su carcter o esencia (Buitrago, 2007).

10. La Unin Internacional para la Conservacin de la Na-

turaleza, (IUCN, por sus siglas en ingls) dene desde 1948a las reas protegidas como Una supercie de tierra o marespecialmente dedicada a la proteccin y mantenimientode la Biodiversidad y de los recursos naturales y culturalesasociados; manejada a travs de medios legales, o de otrosmedios efectivos. (UICN, 2011)

11. Roger (2007) plantea un ensayo sobre la pertinencia delpatrimonio del paisaje, cuestionndose especcamente alos criterios contemporneos de defensa a lo natural y alo conservable, a lo que llama una reduccin del paisaje (p.136).

12. Los primeros escritos sobre estos temas provienen inclu-so desde la conquista. Juan Diez de Betanzos, en sus crni -cas del 1551 relata la proeza inca del encausamiento ortogo-nal del ro Urubamba y el ondulamiento de las faldas de loscerros en Pisaq (Betanzos, J. 1551, p. 187)13. Diversos investigadores que incluyen a las Lneas deNazca como trabajos, adems de nes astronmicos o tem-porales, como verdaderas obras de landart en el desierto.(Ludea, 2008).

14. Sin embargo esas omisiones no son un hecho aisladopara la poca ni menos aun exclusividad de las publicacionessobre arquitectura. Durante los aos sesenta, la clase acad-mica tuvo una marcada inuencia desde el exterior. El indi-genismo y las corrientes racionalistas estaban muy dbilespara los sesenta y se vea en Europa y Amrica del Nortelos modelos a seguir. Arquitectura, escultura, msica eranguiadas por las corrientes provenientes del extranjero conexcepcin de la pintura y particularmente por la obra de Fer-

nando de Szyslo-15. Roger (2007, p. 82) seala el nacimiento del paisaje enoccidente en el cuadro de El xtasis de Santa Mara Mag-dalena de Joachim Patinir de 1512, donde la imagen de lasanta tiene inclusive una menor jerarqua que el mismo delpaisaje retratado.


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