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CENTRE WILLIAM-RAPPARD, RUE DE LAUSANNE 154, 1211 GENÈVE 21, TÉL. 022 73951 11

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PROHIBIDA LA PUBLICACIÓN ANTES DE LAS 13 HORAS GMT DEL MARTES 20 DE JULIO DE 1993

GATT/1590 12 de julio de 1993

EL DINÁMICO DESARROLLO DEL COMERCIO ES, SEGÚN EL GATT, UN FACTOR IMPORTANTE DEL RÁPIDO CRECIMIENTO

ECONÓMICO DE MALASIA

El comercio internacional ha sido, según el informe sobre las políticas y prácticas comerciales de Malasia, un factor importante del rápido crecimiento económico registrado por ese país desde su adhesión al GATT en 1957. Malasia, cuyas exportaciones e importaciones de bienes y de servicios ascendieron de menos del 50 por ciento del PIB en el decenio de 1960 a casi un 80 por ciento en 1992, ha pasado a ser la decimosexta nación comerciante en orden de importancia entre las partes contratantes del GATT.

El informe señala que "las autoridades consideran que un fuerte crecimiento económico es de importancia capital para mantener la estabilidad de la sociedad multirracial de Malasia" y que "el objetivo declarado del Gobierno es llegar a conseguir para el año 2020 la condición de país plenamente desarrollado" .

En el informe se precisa sin embargo que, aunque ese país es partidario de un sistema de comercio multilateral abierto y fuerte y desempeña una activa función en la Ronda Uruguay, "las políticas comerciales y relacionadas con el comercio de Malasia tienen todavía un cierto carácter discrecional y dirigido", y que ellas "operan en cierta medida a través de las licencias de importación y exportación pero, de manera aún más significativa, a través de los otros tipos de incentivos concedidos a los sectores que se consideran prioritarios: disposiciones de contenido nacional, incentivos a la inversión y compras discrecionales del Estado".

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Además, se puntualiza en el informe que la proporción de los derechos del arancel malasio consolidados es inferior al 1 por ciento y que ese país no ha firmado ninguno de los acuerdos resultantes de la Ronda de Tokio. "Habida cuenta del aumento del peso de Malasia en el comercio internacional", sostiene el informe, "sería idóneo que este país examinase la posibilidad de integrarse más plenamente en el sistema del GATT y de aceptar en él una mayor responsabilidad".

En el informe se pone también de relieve el hecho de que, en los últimos años, las políticas comerciales de Malasia se han reorientado en medida importante hacia una más estrecha integración en la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN-integrada por Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia). El Acuerdo Comercial Preferencial de la ASEAN, firmado en 1977, prevé márgenes de preferencia del 25 al 50 por ciento para las importaciones originarias de los Estados miembros. A principios de 1992, los miembros de la ASEAN acordaron un Arancel Preferencial Común Efectivo con el objetivo de llegar a una Zona de Libre Comercio de la ASEAN en el plazo de 15 años contados a partir del l2 de enero de 1993.

"Si bien el comercio de Malasia se realiza en su mayor parte sobre una base n.m.f., los vínculos regionales adquieren una importancia cada vez mayor", afirma el informe, el cual añade que "en sí mismo, esto no es incompatible con la participación de Malasia en el GATT ni con el desarrollo de su ventaja comparativa; pero debe cuidarse de que la liberalización regional no estorbe la liberalización multilateral más amplia iniciada por Malasia".

Notas para las redacciones

1. El Consejo del GATT examinará el informe de la Secretaría, junto con un informe preparado por el Gobierno de Malasia, los días 19 y 20 de julio de 1993. El MEPC permite al Consejo realizar una evaluación colectiva de toda la gama de políticas y prácticas comerciales de cada miembro del GATT a intervalos periódicos regulares para seguir de cerca las tendencias y los acontecimientos importantes que puedan tener repercusiones sobre el sistema mundial de comercio.

2. Esos informes abarcan la evolución de todos los aspectos de las políticas comerciales de Malasia, con inclusión de las leyes y los reglamentos nacionales; el marco institucional; los acontecimientos relacionados con el comercio en la esfera monetaria y financiera; las prácticas comerciales por clases de medidas y las políticas comer­ciales por sectores. Se adjuntan los resúmenes recapitulativos de estos informes. Los periodistas que deseen obtener el texto íntegro de los informes pueden solicitarlo a la Secretaría del GATT.

3. En el otoño de 1993 se publicará la documentación completa del examen de las políticas comerciales de Malasia, que comprenderá, además de

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estos dos informes, un acta del debate del Consejo y el resumen del Presidente. Podrá obtenerse en la Secretaría del GATT, Centre William Rappard, 154 rue de Lausanne, 1211 Ginebra 21.

4. Desde diciembre de 1989, se han llevado a cabo los siguientes exámenes: Argentina (1992), Australia (1989), Austria (1992), Bangladesh (1992), Bolivia (1993), Brasil (1992), Canadá (1990 y 1992), Chile (1991), Colombia (1990), Comunidades Europeas (1991 y 1993), Corea, Rep. de (1992), Egipto (1992), Estados Unidos (1989 y 1992), Filipinas (1993), Finlandia (1992), Ghana (1992), Hong Kong (1990), Hungría (1991), Indonesia (1991), Japón (1990 y 1992), Marruecos (1989), México (1993), Nigeria (1991), Noruega (1991), Nueva Zelandia (1990), Polonia (1993), Rumania (1992), Singapur (1992), Sudáfrica (1993), Suecia (1990), Suiza (1991), Tailandia (1991) y Uruguay (1992).

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EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES

Malasia

Informe de la Secretaría del GATT - Observaciones recapitulativas

Malasia en el comercio mundial

Desde su independencia, en 1957, Malasia ha experimentado un fuerte crecimiento económico y se ha transformado, de país fundamentalmente productor de productos primarios, en un importante centro de actividad manufacturera. En este proceso, el comercio internacional ha desempeñado una función cada vez más importante; las exportaciones e importaciones de bienes y de servicios no imputables a los factores, que en el decenio de 1960 representaban menos del 50 por ciento del PIB, han pasado a constituir casi el 80 por ciento, en 1992. En la actualidad Malasia se sitúa, como importador y como exportador, en el decimosexto lugar entre las partes contratantes del GATT, contando las Comunidades Europeas como una sola entidad.

El crecimiento del PIB real de Malasia pasó de un promedio aproximado del 6 por ciento en el decenio de 1980 a algo menos del 9 por ciento en los primeros años del de 1990, lo que hizo que los ingresos por habitante crecieran a un ritmo anual del 6,6 por ciento y fueran de 3.100 dólares de los EE.UU. en 1992. Estos resultados se deben en gran medida a la gestión macroeconómica, generalmente sana, que ha apuntalado las políticas de transformación estructural de Malasia y ha permitido obtener elevados incrementos reales de la productividad.

Las autoridades consideran que un fuerte crecimiento económico es de importancia capital para mantener la estabilidad de la sociedad multiracial de Malasia; el objetivo declarado del Gobierno es llegar a conseguir para el año 2020 la condición de país plenamente desarrollado. Dentro de esta estrategia global se ha seguido la política general de otorgar cierta medida de trato preferencial a la población indígena (Bumiputra) desde los últimos años del decenio de 1960, con el fin de fomentar su integración en la corriente principal de la economía.

A pesar de que la tasa de ahorro interno es elevada -alrededor del 30 por ciento del PNB en promedio en el decenio de 1980- los ambiciosos planes de crecimiento económico de Malasia han hecho que, de manera persistente, los ahorros hayan sido inferiores a las inversiones. Esa diferencia se ha subsanado a menudo mediante inversiones extranjeras, alentadas por un amplio espectro de incentivos; desde 1987, el 60 por ciento de la inversión industrial se ha hecho con capital extranjero, dirigido principalmente a la producción para la exportación.

Los vínculos industriales internos en Malasia siguen siendo débiles. La economía -y en particular el comercio- sigue centrado en una gama de bienes relativamente poco diferenciada, que son fundamentalmente los productos de electrónica, los textiles y el material de transporte en el sector de la industria, y el petróleo, la madera y el aceite de palma, en el de la agricultura. El comercio intrasectorial ha crecido rápidamente. Al revisar su estructura, el Gobierno ha puesto el acento en la alta tecnología, mayor intensidad de capital y mayor valor añadido, menor contenido de importaciones, vínculos más amplios con las empresas nacionales y mayor protección del medio ambiente. Los productos y actividades que son objeto de promoción tienen acceso a la calidad de productos o empresas innovadoras y a desgravaciones fiscales a la inversión, que pueden constituir incentivos considerables.

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A pesar de que ha disminuido su participación en la economía, la agricultura ha registrado importantes aumentos de su productividad, en gran parte porque el Gobierno ha concedido prioridad a la asistencia técnica y de infraestructuras para este sector. Ello no obstante, la Política Agrícola Nacional (PAN) no otorga protección deliberadamente a cultivos agrícolas específicos contra las variaciones de la ventaja comparativa. Por el contrario, se insiste en reorientar subsectores agrícolas menos eficientes hacia producciones de mayor valor añadido. Asimismo, se procura preservar los niveles de ingresos de los trabajadores agrícolas.

El Gobierno sigue desempeñando una importante función en la economía malasia a través del control de las empresas públicas no financieras. Sin embargo, el índice de rentabilidad del conjunto de estas empresas ha sido inferior al coste de oportunidad de los fondos. En aplicación del Plan General de Privatización, el Gobierno privatizó, en su totalidad o en parte, varias empresas y proyectos del Estado, en 1991 y 1992. Otros proyectos de reestructuración y privatización se refieren a los ferrocarriles, puertos y aeropuertos y al servicio postal. Característicamente, después de las privatizaciones el Estado ha seguido reteniendo una importante participación en el capital social, con lo que mantiene en muchos casos el control de la gestión.

Las cuentas de la balanza de pagos de Malasia muestran que, hasta 1988, las exportaciones crecieron a ritmo mucho más rápido que las importaciones, lo que dio lugar a considerables excedentes en la cuenta del comercio de mercancías, en 1987 y 188. En años posteriores, con la expansión de la demanda interna, aumentaron las importaciones, especialmente las procedentes del Japón y de los Estados Unidos, y en 1991 la cuenta del comercio de mercancías arrojó un pequeño déficit. Salvo en 1987 y 1988, la cuenta corriente de Malasia ha sido deficitaria todos los años desde 1980, pues los excedentes del comercio de mercancías quedaban contrarrestados característicamente por las remesas de dividendos y los pagos de fletes y seguros. Sin embargo, la balanza de pagos ha sido, en conjunto, generalmente excedentaria por las entradas de capital a largo plazo a consecuencia de la atracción que ejerce Malasia sobre las inversiones extranjeras. En 1991, el déficit por cuenta corriente se amplió hasta cifrarse en el 9,6 por ciento del PIB, a efectos del auge de las inversiones y del fortalecimiento de la demanda de importaciones. A partir de ese año, si bien se ha mantenido el rápido crecimiento de las exportaciones, la disminución de la demanda interna ha frenado el incremento de las importaciones, especialmente las de bienes de capital y bienes intermedios y, en 1992, el déficit por cuenta corriente fue sólo del orden del 3 por ciento del PIB. La cuenta de capital sigue siendo ampliamente excedentaria.

La participación de las manufacturas, en particular los bienes electrónicos y eléctricos, en las exportaciones totales pasó del 22 por ciento aproximadamente en 1980 al 69 por ciento en 1992, según estimaciones; este hecho se refleja en la disminución relativa de la parte correspondiente a las exportaciones de productos básicos, que pasó de aproximadamente el 74 por ciento en 1980 a alrededor del 27 por ciento en 1992. Malasia ha llegado a ser el mayor exportador mundial de acondicionadores de aire y está entre los tres primeros exportadores de semiconductores. Los productos electrónicos, los textiles y los productos a base de caucho representan más del 70 por ciento de las exportaciones de manufacturas y aproximadamente el 36 por ciento del valor total añadido en la actividad manufacturera. En cuanto a los productos básicos, Malasia realiza aproximadamente la mitad de las exportaciones mundiales de madera; es el primer productor y exportador mundial de aceite de palma y sus ventas de petróleo crudo, caucho y estaño son muy importantes.

Al aumentar el comercio intrasectorial, también ha crecido de manera muy acusada la parte correspondiente a las manufacturas en las importaciones totales, hasta cifrarse en el 85 por

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ciento en 1991. Las principales importaciones de Malasia son las de maquinaria eléctrica y no eléctrica, equipos de telecomunicaciones y vehículos automóviles. Las importaciones de maquinaria y componentes eléctricos pasaron del 10 por ciento de las importaciones totales en 1980 al 16 por ciento en 1991; las de maquinaria no eléctrica aumentaron del 5 al 9 por ciento en el mismo período. La parte correspondiente a los vehículos automóviles disminuyó entre 1980 y 1991 del 8 al 4 por ciento, al haber aumentado las operaciones de montaje nacionales con ayuda del Estado; la parte de las importaciones de productos derivados del petróleo también se redujo del 7 al 3,6 por ciento al haberse ampliado las operaciones de refinado.

Los principales países de destino de las exportaciones de Malasia en 1991 fueron Singapur (23 por ciento de las exportaciones totales, que en buena parte se reexporta), los Estados Unidos, el Japón, la República de Corea y el Reino Unido. Los principales países de origen de sus importaciones en 1991 fueron el Japón, los Estados Unidos, Singapur, el Taipei Chino y Alemania. El comercio de Malasia con los países de la ASEAN ha aumentado entre 1980 y 1991: las exportaciones pasaron del 23 al 29 por ciento y las importaciones, del 16 al 20 por ciento. En gran parte este crecimiento está relacionado con el desarrollo de las exportaciones a Singapur y a través de Singapur. El comercio con las Comunidades Europeas ha disminuido del 18 por ciento (exportaciones) y el 16 por ciento (importaciones) en 1980 al 15 y al 13 por ciento respectivamente en 1991.

Malasia se ha beneficiado del Sistema Generalizado de Preferencias; las exportaciones amparadas en esquemas del SGP aumentaron a un ritmo anual de casi el 33 por ciento entre 1985 y 1991 y el comercio en régimen SGP alcanzó un valor aproximado de 11.200 millones de M$, es decir el 12 por ciento de las exportaciones, en 1991. Las autoridades atribuyen esta tendencia en gran parte al mejor conocimiento de los procesos del SGP que tienen los exportadores malasios y no a un aumento del acceso a los mercados. El porcentaje mayor de exportaciones en régimen SGP corresponde a las enviadas a la CE y es superior al 49 por ciento; les siguen las enviadas a los Estados Unidos (29 por ciento) y al Japón (15 por ciento aproximadamente).

Marco institucional

Malasia es una federación de 13 Estados y dos Territorios Federales, Labuan y Kuala Lumpur, la capital. El país es una democracia parlamentaria, con la forma política de monarquía

I constitucional y cuyo Jefe del Estado es el Rey (elegido entre los Sultanes). Malasia es una sociedad multiracial; después de los disturbios sociales de 1969, la principal prioridad de la política general ha sido fomentar la unidad mediante el crecimiento económico y la equidad.

La potestad legislativa incumbe a un Parlamento bicameral, constituido por la Cámara de Representantes y el Senado. La legislación puede ser de ámbito federal y de ámbito estatal. Las cuestiones comerciales son de jurisdicción federal. Los proyectos de ley se convierten en leyes, una vez aprobados por ambas Cámaras del Parlamento y refrendados por el Rey.

El poder ejecutivo y de elaboración de las políticas corresponde al Gobierno Federal, dirigido por el Gabinete de Ministros a cuyo frente se halla el Primer Ministro; éste debe ser miembro de la Cámara de Representantes. Los Ministros son nombrados por el Rey a propuesta del Primer Ministro. El Gabinete es responsable colectivamente ante el Parlamento.

El Ministerio de Comercio Exterior e Industria (MITI), que para el fomento de las inversiones industriales cuenta con la asistencia de la Administración de Desarrollo Industrial de Malasia (MIDA) es el principal encargado de la planificación y aplicación de las políticas de

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comercio y desarrollo industrial de Malasia. El Ministerio de Hacienda es la autoridad última en materia de aranceles y diversos incentivos. Los Ministerios de Agricultura, Industrias Primarias y Salud desempeñan diversos cometidos en relación con las licencias de importación y exportación. Entre otras entidades que tienen facultades legales relacionadas con el comercio, cabe mencionar al Ministerio de Comercio Interior y Consumo, al Ministerio de Relaciones Exteriores, al Banco Negara de Malasia (Banco Central) y al Servicio de Planificación Económica, del Departamento del Primer Ministro. En las cuestiones de política comercial se consulta generalmente a las entidades estatales pertinentes. En las actividades relacionadas con la política comercial desempeña una función importante el Comité de Coordinación de la Política Comercial y de Inversiones.

Al formular las políticas comerciales, el Gobierno toma en cuenta las observaciones y recomendaciones provenientes de instituciones de investigación tales como el Instituto de Investigaciones Económicas de Malasia, diversas universidades y el Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales de Malasia. Los representantes de las asociaciones empresariales también son consultados generalmente en las cuestiones de política económica y comercial que les interesan. El Consejo Económico y Comercial de Malasia, fundado en 1991, facilita el proceso de consultas entre los encargados de la formulación de las políticas, los dirigentes empresariales y los gobernantes. Además, se han constituido diversos comités y grupos encargados de mantener conversaciones con el sector privado, incluidas las asociaciones de consumidores y las instituciones académicas. Sin embargo, no existe un órgano de revisión independiente no gubernamental.

Características y tendencias de la política comercial

Las políticas comerciales de Malasia se establecen en el marco de los planes indicativos nacionales a largo y mediano plazo y en los documentos de política subsidiarios. El Segundo Plan a Largo Plazo 1991-2000 prevé para la actividad manufacturera un crecimiento del 10,5 por ciento anual con lo que la parte del PIB correspondiente a este sector pasará a ser del 37 por ciento en el año 2000; se prevé que las manufacturas llegarán a constituir el 82 por ciento de las exportaciones de mercancías en ese mismo período. En el Plan General para la Industria se definen 12 grandes áreas de desarrollo especial, algunas de ellas se basan en los recursos naturales de Malasia y otras se refieren al desarrollo sostenido de la electrónica y las industrias eléctricas y mecánicas. Al mismo tiempo, la producción agrícola debe crecer más deprisa que la población.

Malasia se adhirió al Acuerdo General a título de sucesión cuando adquirió la independencia en 1957. Sin embargo Malasia no está todavía plenamente integrada en el sistema del GATT; la proporción de los derechos de su arancel consolidados es inferior al 1 por ciento y este país no ha firmado ninguno de los acuerdos resultantes de la Ronda de Tokio de NCM, si bien tiene la condición de observador en la mayoría de los Comités establecidos en esos Códigos.

Evolución reciente

En los últimos años, las políticas comerciales de Malasia se han reorientado en medida importante hacia una más estrecha integración en la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN). Sin embargo, las autoridades han experimentado al mismo tiempo dificultades para reafirmar su interés en participar activamente en la Ronda Uruguay y su compromiso en ella. El Acuerdo Comercial Preferencial de la ASEAN, firmado en 1977, prevé márgenes de preferencia del 25 al 50 por ciento para las importaciones originarias de los Estados miembros, con sujeción a listas nacionales de excepciones. A principios de 1992, los miembros de la ASEAN acordaron un

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Arancel Preferencial Común Efectivo (CEPT) con el objetivo de llegar a una Zona de Libre Comercio de la ASEAN (AFTA) en el plazo de 15 años contando a partir del Io de enero de 1993. Se han establecido 15 grupos de productos a los que se aplicará una reducción arancelaria acelerada; los aranceles de hasta el 20 por ciento aplicados a los productos de estos grupos quedarán reducidos a tipos de entre el 0 y el 5 por ciento en un plazo de siete años. En el marco del Esquema del CEPT, cabe esperar que una parte cada vez mayor del comercio de Malasia se realice en términos preferenciales.

En los últimos años, Malasia ha adoptado diversas medidas comerciales encaminadas a fomentar la conservación de los bosques y conseguir rendimientos sostenibles, y que prevén también la protección del valor añadido en el país. Las exportaciones de trozas a partir de Malasia Peninsular fueron restringidas en 1975 y totalmente prohibidas en 1985; las exportaciones de roten en bruto a partir de Malasia Peninsular quedaron prohibidas en 1989; y en 1990 se impuso un gravamen a la exportación de determinados tipos de madera aserrada y chapas de madera. Asimismo, mediante contingentes y gravámenes a la exportación, se incita a las compañías nacionales a procesar las trozas para obtener productos de madera de mayor valor añadido. Hace poco se han incrementado considerablemente las sanciones por talas ilegales.

Malasia no ha sido parte directamente en ningún caso de solución de diferencias en el marco del artículo XXIII del Acuerdo General. Sin embargo, junto con otros miembros de la ASEAN, en 1992 planteó una reclamación ante el Consejo del GATT en relación con la legislación de Austria sobre el etiquetado obligatorio de la madera tropical y los productos derivados de ella y sobre el uso de una marca de calidad voluntaria adicional para certificar que la madera tropical y sus productos han sido obtenidos mediante "métodos de silvicultura sostenibles". En marzo de 1993, el Parlamento austríaco derogó el requisito del etiquetado obligatorio; se mantuvo el uso voluntario de la marca de calidad, con sujeción a autorización, para que tal empleo se ajuste a criterios aceptados por los organismos internacionales pertinentes.

Tipo e incidencia de los instrumentos de política comercial

Malasia aplica un sistema diversificado de medidas de política comercial y afines para subvenir a las necesidades de sus ambiciosos planes económicos, sociales y de reestructuración. Si bien el principal instrumento de la política comercial es el arancel de aduanas, también las medidas administrativas desempeñan una función importante que influye en el comportamiento de los agentes económicos.

El arancel n.m.f. medio es del orden del 15 por ciento y los derechos aplicados a los productos agrícolas son inferiores a los que adeudan los productos industriales. Los derechos aplicados son en su mayoría ad valorem. Sin embargo, los tipos son muy diferentes; casi la mitad de las líneas arancelarias adeudan derechos del 5 por ciento o inferiores, y al 3 por ciento aproximadamente de las líneas arancelarias se aplican derechos superiores al 40 por ciento. En el caso de productos de los sectores industriales que compiten con las importaciones se observan crestas arancelarias superiores al 50 por ciento; los coches adeudan derechos de hasta el 300 por ciento, en función de su valor. Pueden otorgarse concesiones arancelarias para las materias primas y componentes utilizados en la fabricación de productos destinados al mercado interno, cuando tales materias y componentes no pueden adquirirse en el mercado nacional, y también en el caso de la maquinaria, equipos e instalaciones utilizados directamente en la fabricación. Las zonas francas realizan más del 25 por ciento de las exportaciones; la producción de esas zonas está casi exclusivamente constituida por productos eléctricos y electrónicos.

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La estructura de los aranceles e impuestos indirectos da lugar a una protección efectiva ampliamente diferenciada. En general, los productos de importación neta están protegidos y los de exportación neta (salvo las frutas y las legumbres y hortalizas) están gravados. La protección arancelaria efectiva más elevada se aplica a las manufacturas de tabaco, al papel e impresos, a los vehículos automóviles y a los textiles; la protección negativa más elevada grava a los sectores extractivo, forestal y del caucho. Son pocos los derechos arancelarios consolidados (menos del 1 por ciento del arancel de aduanas): con la oferta presentada por Malasia en la Ronda Uruguay ese porcentaje pasaría a ser del 33 por ciento de las líneas arancelarias y afectaría al 48 por ciento de las importaciones. La valoración en aduana, que se basa en la Definición del Valor de Bruselas, se realiza sobre la base del costo, seguro, flete y demás cargas; Malasia no ha firmado el Código de Valoración en Aduana, del GATT. Los impuestos sobre las ventas se perciben de manera no discriminatoria sobre los productos importados y sobre los de producción nacional; sobre los productos fabricados en Malasia se perciben impuestos especiales de consumo.

En el caso de diversos productos, la protección arancelaria se refuerza mediante el régimen de licencias de importación, que sirven a la vez de apoyo a medidas sanitarias y a requisitos de seguridad y protección del medio y para favorecer los "intereses de las industrias", o para otorgar protección temporal. En algunos casos, la denegación de licencias por motivos de salud o sanidad ha llevado a una prohibición total de las importaciones. El régimen de licencias de importación otorga a la Administración considerables facultades discrecionales; las licencias de importación pueden ser suspendidas o modificadas a discreción de las autoridades y, en caso de denegación de una licencia, no se permite apelación jurídica ninguna. Siguen aplicándose contingentes de importación a las coles y al café verde.

Malasia posee una empresa de comercio de Estado en el sentido del artículo XVII del Acuerdo General, la Junta Nacional del Paddy y el Arroz. Esta Junta es la autoridad única en lo que se refiere a las importaciones de arroz; otorga las licencias a los molturadores de arroz, además de poseer sus propias fábricas de molturación, y desempeña una función reglamentaria en la aplicación de los precios controlados del arroz en el plano minorista. En 1992, el precio del arroz malasio de alta calidad fue, según estimaciones, entre el 16 y el 22 por ciento más alto que el precio mundial.

En la esfera de la normalización, Malasia utiliza normas internacionales cuando existen, y tiene en cuenta normas nacionales extranjeras al elaborar las normas malasias. Estas no son obligatorias, excepto en el caso de 34 productos, en su mayoría eléctricos, para cuya importación se requiere una carta de aprobación previa. No se siguen las normas internacionales cuando la tecnología nacional no puede adaptarse al nivel de calidad necesario o cuando factores climáticos o geográficos exigen soluciones diferentes. La armonización de las normas nacionales es objeto de examen en el seno de la ASEAN.

Las políticas de compras del sector público se emplean, entre otras cosas, para lograr los objetivos de la Nueva Política Económica y de la Política Nacional de Desarrollo y para fomentar el crecimiento de industrias nacionales. Las decisiones en materia de compras del sector público se adoptan tanto en el plano federal como de los Estados, según procedimientos similares. En 1991, las compras totales del Gobierno Federal alcanzaron un valor de 4.200 millones de M$; la parte correspondiente a los suministros del exterior fue del 9,4 por ciento. No se dispone de datos sobre las compras del sector público realizadas a nivel de los Estados. El 30 por ciento de las contratas de obras se asignan a contratistas Bumiputra. Los proveedores extranjeros sólo pueden calificarse para presentar ofertas en contratos públicos si se hallan registrados en el Ministerio de Finanzas y su participación en el capital de la compañía o de la empresa mixta no es

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superior al 30 por ciento. Las compañías nacionales no gozan de ninguna otra preferencia sobre los licitantes extranjeros. Desde abril de 1992, no se exigen en las compras del sector público elementos de compras de contrapartida. Sin embargo para identificar la mejor oferta, siguen tomándose en consideración las propuestas de comercio de compensación hechas por los proveedores.

El Gobierno fomenta en general el empleo de materiales nacionales en la producción nacional. Para la concesión de incentivos a la inversión se tiene en cuenta el contenido nacional de los productos; en el caso de la industria del automóvil, existe un programa específico de contenido nacional.

En la actualidad, Malasia no dispone de reglamentos legales sobre medidas antidumping o en materia de derechos compensatorios y, hasta la fecha, no ha emprendido acciones de esa índole. Se ha presentado al Parlamento un Proyecto de Ley Antidumping y sobre Derechos Compensatorios.

I El Gobierno ejerce cierto control de las exportaciones mediante las licencias de exportación y los recargos a la exportación, oficialmente para fomentar la producción nacional y proteger el medio ambiente. Para el cacao, aceite de palma y caucho se aplican prescripciones específicas de registro y licencias de exportación. En el caso del caucho, las prescripciones en materia de participación en el capital que se aplican a las empresas que desean ser miembros de la Bolsa del Caucho Malasia son distintas para las empresas Bumiputra y para las demás empresas nacionales o extranjeras. Están sujetas a derechos de exportación 764 líneas arancelarias; en su mayoría se trata de derechos ad valorem. El más elevado de estos derechos es el que grava a las exportaciones de productos derivados del petróleo, 25 por ciento; también se perciben derechos sobre el aceite de palma y el palmiste. Los impuestos anteriormente aplicados a las exportaciones de caucho y estaño se suprimieron en 1990 y 1991. Las exportaciones de madera y caucho adeudan un impuesto de investigación y desarrollo (para reforestación). En Sabah y Sarawak no se aplican derechos de exportación a los productos forestales; sin embargo, estos Estados perciben regalías sobre las exportaciones de esos productos. Están sujetos a licencias de exportación 38 grupos de productos.

Entre los incentivos en la aplicación de derechos e impuestos a los exportadores, cabe i mencionar el Incentivo de Bonificación para las Exportaciones, la Prima a la Exportación y la

Subvención para Edificios Industriales. La ayuda prestada mediante los dos primeros ha ido en disminución y quedará suprimida en 1994. En determinadas condiciones se devuelven los derechos de aduana percibidos sobre las materias primas importadas, y los derechos especiales recaudados sobre las partes, ingredientes o embalajes, y los impuestos sobre las ventas percibidos en el caso de materiales destinados a productos exportados. También se puede recibir asistencia en el marco de diversos programas de promoción de las exportaciones. En el período del Sexto Plan de Malasia (1991-1995), la asignación presupuestaria para promoción de las exportaciones ha aumentado hasta cifrarse en 137,7 millones de M$, cuando en el anterior período quinquenal fue de 10,2 millones.

La inversión y el desarrollo industrial se incentivan de diversas maneras. Las compañías establecidas antes de 1991 en los sectores de la madera, textil y de la industria metalmecánica pueden beneficiarse de incentivos de reajuste industrial de hasta el 100 por ciento del gasto de inversión. Las empresas innovadoras solamente pagan impuestos sobre el 30 por ciento de los proyectos que se consideren de importancia nacional. Pueden concederse desgravaciones fiscales por inversión que pueden llegar hasta el 60 por ciento de los gastos de capital acreedores a las

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mismas y desgravaciones por reinversión de hasta el 40 por ciento. En el período de 1985 a 1990 se concedieron estas desgravaciones a proyectos por más de un valor de 53.000 millones de M$. Las industrias pequeñas y medianas pueden beneficiarse de otros incentivos.

Políticas comerciales e interlocutores en el comercio exterior

El dinámico desarrollo del comercio ha contribuido en gran medida al rápido crecimiento económico experimentado por Malasia en los tres últimos decenios. Malasia se ha beneficiado de su calidad de miembro del sistema del GATT en ese período. Este país es partidario de un sistema de comercio multilateral abierto y fuerte, y desempeña una activa función en la Ronda Uruguay, como miembro de la ASEAN y como participante en el Grupo de Cairas. Habida cuenta del aumento del peso de Malasia en el comercio internacional, sería idóneo que este país examinase la posibilidad de integrarse más plenamente en el sistema del GATT y de aceptar en él una mayor responsabilidad.

Las políticas comerciales y relacionadas con el comercio de Malasia tienen todavía un cierto carácter discrecional y dirigido. Operan en cierta medida a través de las licencias de importación y exportación pero, de manera aún más significativa, a través de los otros tipos de incentivos concedidos a los sectores que se consideran prioritarios: disposiciones de contenido nacional, incentivos a la inversión y compras discrecionales del Estado. Las distinciones que se hacen en algunos sectores entre los inversionistas Bumiputra y otros inversionistas malasios y extranjeros ilustran la discrecionalidad que queda todavía en el sistema.

Si bien el comercio de Malasia se realiza en su mayor parte sobre una base n.m.f., los vínculos regionales -en particular dentro de la ASEAN- adquieren una importancia cada vez mayor. En sí mismo, esto no es incompatible con la participación de Malasia en el GATT ni con el desarrollo de su ventaja comparativa; pero debe cuidarse de que la liberalización regional no estorbe la liberalización multilateral más amplia iniciada por Malasia.

En tanto que exportador considerable de manufacturas y productos basados en los recursos naturales, Malasia es vulnerable a los obstáculos y perturbaciones del comercio exterior. Las autoridades han observado el efecto paralizador de las investigaciones para imposición de derechos antidumping y compensatorios emprendidas por los Estados Unidos y las Comunidades Europeas en contra de productos malasios; el aspecto reglamentario de la Ronda Uruguay tiene pues para Malasia un interés vital. Otras nubes que han aparecido en el horizonte han sido las amenazas estadounidenses de suprimir las ventajas del SGP por consideraciones no comerciales y el posible desplazamiento de las exportaciones de Malasia a consecuencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Además, Malasia tiene que hacer frente a una progresividad de los aranceles aplicados en importantes mercados al aceite de palma elaborado y a los productos de madera y de cacao; además, partidas tales como el calzado y determinados productos de caucho y a base de frutas son objeto de contingentes de importación en el Japón. Finalmente, el Gobierno de Malasia ha expresado inquietud por las restricciones unilaterales impuestas a las importaciones y al empleo de la madera tropical, claramente por motivos medioambientales.

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EXAMEN DE LAS POLÍTICAS COMERCIALES

Malasia

Informe del Gobierno de Malasia - Resumen recapitulativo

Objetivos generales de las políticas comerciales

Las políticas comerciales de Malasia han evolucionado en un contexto en el que el sector exterior ha aportado una importante contribución al crecimiento de la economía del país y se prevé que continuará ocupando un lugar preponderante en los planes para la futura expansión económica de Malasia. Por ser un país pequeño con una población de alrededor de 18 millones de habitantes, Malasia tiene que orientarse a la exportación para comercializar sus productos. El sector exterior es también una importante fuente de capital, de insumos y de tecnología. En consecuencia, para la prosperidad económica de Malasia es de todo punto necesario el mantenimiento de un sistema multilateral de comercio que sea liberal, previsible y estable. Esto explica la forma en que Malasia enfoca el comercio y la formulación de su política comercial. Malasia tiene un régimen comercial abierto y orientado al exterior, régimen que sustituye a las políticas del decenio de 1960 y de comienzos del decenio de 1970, que en gran parte eran políticas de sustitución de importaciones. Al tiempo que trata de que mejoren las perspectivas internacionales que se ofrecen a sus productos y de conseguir acceso a mejores insumos, componentes y tecnología, Malasia acepta responsabilidades y obligaciones proporcionadas a su nivel de desarrollo económico.

Estos principios se reflejan en los objetivos de la política comercial de Malasia, consistentes en lo siguiente:

a) contribuir al mantenimiento de un sistema multilateral de comercio abierto y fuerte basado en el GATT;

b) adoptar medidas de liberalización, procediendo a tal efecto a exámenes periódicos de su régimen comercial;

c) mantener y expandir el comercio de Malasia con los países con los que más comercia;

d) diversificar y expandir el comercio en mercados no tradicionales, particularmente los países del sur;

e) promover y desarrollar las exportaciones de productos manufacturados y de productos obtenidos de la explotación de recursos naturales que incorporen valor añadido;

f) tratar de conseguir un acceso a los mercados que sea mejor y más favorable para las exportaciones de productos básicos elaborados y de productos manufacturados de Malasia, y

g) reforzar y expandir el comercio entre los países de la ASEAN mediante una cooperación económica y comercial más estrecha.

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Sector manufacturero

El sector manufacturero asume la función primordial en la labor de alcanzar las metas de crecimiento económico de Malasia. Diversas medidas de política adoptadas para fomentar el desarrollo industrial han contribuido a crear un entorno más favorable para la inversión. Contribuyen principalmente al crecimiento industrial el subsector de la electricidad y la electrónica, el subsector de los textiles y las prendas de vestir y el subsector de la explotación de los recursos naturales, en los que el desarrollo ha sido posible gracias a la diversificación y a las concatenaciones progresivas y regresivas. En el futuro se hará hincapié en la promoción de nuevas fuentes de crecimiento y en el ulterior reforzamiento y diversificación de la base industrial, atribuyendo la debida importancia a las industrias cuyos productos incorporen un gran valor añadido y a las industrias de alta tecnología.

Sector agrícola

Las actuales políticas de Malasia en lo que se refiere al sector agrícola están recogidas en la nueva Política Agrícola Nacional (PAN), que abarca el período comprendido entre 1992 y 2010. La PAN tiene por objetivo crear un sector agrícola impulsado por el mercado, comercializado, eficiente, competitivo y dinámico, en el contexto de un desarrollo sostenible.

Con arreglo a la PAN, todas las actividades agrícolas han de estar muy comercializadas y estar expuestas a la competencia internacional. Se emprenderá el aprovechamiento de nuevas tierras para actividades agrícolas, de forma limitada por razones relacionadas con la sostenibilidad del desarrollo, y se hará hincapié en el aumento de la productividad de las tierras existentes, así como en la participación de la mano de obra en las actividades agrícolas y en el valor añadido en esas actividades.

Sistema de importación

En consonancia con los principios del GATT, los aranceles son el principal instrumento de la política comercial. La estructura del arancel aduanero se examina periódicamente y se modifica en función del objetivo global de los poderes públicos de liberalizar el comercio. Se han tomado, con independencia, medidas autónomas encaminadas a reducir los aranceles. Además, Malasia ha presentado ofertas destinadas a reducir o consolidar gran número de derechos de importación en el contexto de las negociaciones de la Ronda Uruguay.

Aspectos de las políticas en materia de inversiones extranjeras directas en el sector manufacturero relacionados con el comercio

Malasia ha adoptado una política liberal con respecto a las inversiones extranjeras directas, particularmente en el sector manufacturero. No se establecen prescripciones en materia de exportación para los inversionistas extranjeros. Sin embargo, la actividad exportadora que éstos se propongan realizar al emprender un proyecto industrial determinará la cuantía permisible de la participación extranjera en el capital social.

Modificaciones previstas de las políticas y prácticas comerciales

Malasia atribuye importancia a la promoción de un sistema multilateral liberal de comercio en el marco del GATT. En este contexto, Malasia seguirá liberalizando su régimen comercial y manteniendo políticas comerciales orientadas al exterior.

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Entre las principales medidas de liberalización que ya se han adoptado o se están considerando figuran las siguientes:

Supresión de la bonificación de los ingresos por exportaciones el 1 ° de enero de 1994. Se concede una bonificación fiscal de los ingresos por exportaciones a las empresas manufactureras con domicilio en el país que exportan, directamente o por conducto de agentes, productos manufacturados en Malasia. En 1992, el importe de la bonificación aplicada a los ingresos imponibles fue una cantidad igual al 50 por ciento de la proporción que las ventas de exportación representaron dentro del total de las ventas. Ese porcentaje se ha reducido al 25 por ciento en 1993. Este incentivo será suprimido para las exportaciones efectuadas a partir del Io de enero de 1994.

Supresión de las primas a la exportación. Se concede una prima a la exportación del 5 por ciento del valor f.o.b. de las ventas de exportación a las empresas comerciales o agropecuarias que exportan manufacturas o productos agropecuarios de Malasia. En 1993, el porcentaje se ha reducido al 3 por ciento, y este incentivo será finalmente suprimido para las exportaciones efectuadas a partir del Io de enero de 1994.

Revisión de los impuestos a la exportación aplicados a algunos productos agropecuarios.

Se procederá a revisiones periódicas de las disposiciones aún vigentes para la concesión de licencias, en consonancia con el objetivo de seguir liberalizando la reglamentación del comercio. Paralelamente se llevarán a cabo cada cierto tiempo revisiones de los aranceles, además de las concesiones ofrecidas en las negociaciones de la Ronda Uruguay. En la Ronda Uruguay, Malasia ha ofrecido reducir y/o consolidar 3.787 líneas arancelarias. La oferta abarca el 48 por ciento del total de las importaciones y el 31 por ciento de las líneas arancelarias. Aproximadamente un 37 por ciento de las importaciones se consolidaría al 5 por ciento. Según las estimaciones de la Secretaría del GATT, como resultado de esta oferta el promedio de los derechos arancelarios de Malasia, ponderado en función del comercio exterior, bajaría del 10,2 al 8,9 por ciento.

Política Nacional de Desarrollo

El ulterior desarrollo económico de Malasia se basa en la Política Nacional de Desarrollo (PND). La doble estrategia de la PND consiste en reducir y con el tiempo eliminar la pobreza y en acelerar el proceso de reestructuración de la sociedad para corregir los desequilibrios en materia de recursos económicos, a fin de atenuar o suprimir la correlación existente entre razas y funciones económicas.

En el contexto de la PND, la expansión de la economía como resultado de la activación del proceso de crecimiento es condición necesaria para crear oportunidades y generar los recursos que se precisan para alcanzar efectivamente los objetivos consistentes en la erradicación de la pobreza y en la redistribución. A este respecto constituyen factores clave la existencia de un número suficiente de trabajadores con buena formación profesional, cualificaciones y orientación técnica; el incremento de la inversión interna en vista de la rigidez del mercado internacional de capitales; el desarrollo de la pequeña y mediana industria para contribuir a un mayor dinamismo y competitividad del sector industrial mediante sus funciones de apoyo y complemento; la ulterior diversificación de las industrias y el aumento de las vinculaciones en el sector manufacturero

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nacional; el refuerzo de las capacidades de absorción y adaptación de nuevas tecnologías, y la conciliación de los objetivos de desarrollo económico con los de protección del medio ambiente.

Problemas en los mercados exteriores

Las exportaciones de Malasia siguen tropezando con obstáculos y prácticas comerciales discriminatorias en los mercados exteriores. Los aranceles elevados y la progresividad arancelaria existentes en algunos países afectan a la exportación de productos elaborados y de productos de alto valor añadido obtenidos de la explotación de recursos naturales. La incertidumbre causada por la frecuente incoación de procedimientos antidumping y de actuaciones en materia de derechos de compensación está constituyendo cada vez más un serio problema.

Otros obstáculos no arancelarios que afectan a las exportaciones de Malasia son los prohibitivos reglamentos sanitarios y fitosanitarios, las inspecciones previas a la expedición, la determinación arbitraria de los valores en aduana, los reglamentos de etiquetado discriminatorios y la reglamentación de los pagos que distorsiona la realidad.

Un motivo de gran preocupación para Malasia es la adopción cada vez más frecuente de medidas comerciales unilaterales basadas en consideraciones ambientales. El medio ambiente puede utilizarse, y de hecho se ha utilizado, como pretexto para aplicar medidas proteccionistas. Más peligrosa aún es la tendencia a tomar ciertas medidas comerciales unilaterales, tales como el etiquetado ecológico, para restringir la importación de productos e imponer a otro país las normas ambientales de un país dado, simplemente porque esos productos son originarios de un país cuyas políticas o normas ambientales difieren de las propias.

FIN