SENECA Y PAULINA. · 2020. 3. 3. · PA Mi{ SENECA Y PAULINA. DRAMA TRÁGICO EN UN ACTO. POiì DON...

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PA Mi{ SENECA Y PAULINA. DRAMA TRÁGICO EN UN ACTO. POiì DON LUCIANO FRANCISCO COMELLA. PARA CUATRO PERSONAS. CON LICENCIA EN VALENCIA: POR JOSÉ FERRER. DE ORGA. AÑO 1816. Se hallará en la Librería de José Carlos Navarro , Calle áv la Lonja de la Seda : asi mismo un gran surtido de Comedias antiguas y modernas , Z>-a* gedi«, Auto* Sacramentales , Sayaetes y Unipersonales,

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  • PA Mi{

    SENECA Y PAULINA.DRAMA TRÁGICO

    EN UN ACTO.

    POiì D O N LUCIANO FRANCISCO COMELLA.

    PARA CUATRO PERSONAS.

    C O N L I C E N C I A E N V A L E N C I A :

    P O R J O S É F E R R E R . DE O R G A .AÑO 1 8 1 6 .

    Se hallará en la Librería de José Carlos Navarro , Calle áv la Lonja de la Seda : asi mismo un gran surtido de Comedias antiguas y modernas , Z>-a* g e d i « , Auto* Sacramentales , Sayaetes y Unipersonales,

  • P E R S o N A s .

    N e r ó n .Silbanio^ su con fidente.

    SALON m u ANO CON PlíERTA E N EL FORO, QUE f i ic i l i t a la e n tra d a á un g a b in e te d e un f i ló s o fo : b u fete á u n lado con E s c r ib a n ía , y S o fá a l otro : salen S iíbanio y Secuaces

    con el m ayor m is te r io , el que espresa la m úsica : reg istra la e s c e n a , y m anda colocar 'varias g u a r d ia s en la en tra d a

    d el g a b in e te , y d ice .

    Silb. C i l filósofo en van o se recata del N j n c i o de N e r ó n , seguidm e

    aniigOi»:su estancia p en etrem os, q u e el

    m an d ato no admite dilación.

    E n t r a Silbanio ̂ y sale P a u lin a llena de adm iración.

    Vaul, Q a é es lo que miro !A m o io de solicitas avejas cuando rodean del abril florida lus matizadas rosas., asordando con e! susurro dolce los oídos, g e a 'e iníinita , pueblo num erosa rodea de mi casa los recintos. Cuál podía ser la causa? si el tirano de mis nobles desprecios ofendido quei rá con el rigor de su venganza, acum ular delitos á delitos?E s N erón es N e ró n ,, su nombre

    bastapara h i c e r q u e le tiemblen los

    abismos.E n alas del amor mas acendrado á buscar ¿ m i esposo me dtiijo:

    pero qué horror f su cuarto de R om anos (rim idof

    también cercado está : no me í n - con varonil esfuerzo le penetro... Q u é es esto 1 Q u ién se opone á

    mis designios ?Rom. E l mandato del Príncipe»Píju/. D eydades í

    q u é medita Nerón? Q uiere el impío, renovar la tragedia de A grip in a , su desdicliada madre en un amigo,, un padre , un preceptor ? Pero

    la puerta de su lóbrega estancia abierta miro. E l tribuno Siíbanio sale de ella: que de males,, oh cielos! vaticino!, qué quieres de m i esposo?

    Silb, Pues él sale, ( mo.por m í responderá tu esposa m is-

    M ü s ic a : sale Séneca leyendo un p a p e l : P a u lin a observa a ten ta ^

    m ente los efectos que le causa su contenido t y luego dice.

    Paul. C o ra z o n respirem os, que 6n su los iro

  • Séneca yDO observo de dolor n in g u a indicio. Q u é quería el tribuno?

    Sen. D i r m e uii pÜego, de parte de N erón.

    Vaul. C o a qué motivo el Principe te escribe I

    Sen. N o conocessu carácter? Desea mis servicios dejar reco[npado^; quiere darme pruebas de que N erón.

    Paul. Bastante has dicho.N o engaña el corazoii á los m or

    tales.Q u é quiere ese c r u e l ? Responde,

    d i lo.Sen. Si es c a p a z tu constancia 4e

    oponerse á las adversidades del destino» tom a el pliego fatal.

    Píju/ T errib le p e n a lal tomarlo se llena de martirios m i triste corazon, Pero Jéamos con ánimo constante.

    M ú s ic a m ien tra s la cu a l lee P a u lin a con la mayor sorpresa.

    P or amigo w de P is ó n , y por cómplice en sus

    tramastu arresto decretó? cielos divinos!

    Sen. Paulina qué es aquesto! por qué tiemblas?

    dónde está tu constancia ? tu be* roismo ?

    D e este modo le abates ? Q u e meditas?

    Vaul. M edito del decreto los motivos. N o es la conjuración que (e

    com ulaa

    P a u lin a , 3:el origen fatal de fu conflicto.

    Sen. Pues quién Paulina? Dilo;Paul, M í constancia,

    ó por mejor decir mis atractivos.Sén. Q a é dices ? E l t irano...Paul. S í , el t irano!...

    sin respeto á mi h o n o r , n i á tus servicios

    por ios medios m as viles y execrables

    e m p in a r e l candor ha pretendido del tálamo nupcial 9 no te sor

    prende % no te llena de horror ?

    5?». N o j que en los siglosde torpeza y crueldad «1 varón

    cuerdoadm ira las v irtud es , fio los vicios; quién sin motivo repudió su esposa: quién dio muerte á su hermano

    vengativo: quién repitió de T r o y a la tragedia por ver de Rom a arder los edificios: quién despues de m atar su dul

    ce madre quiso ver sus entrañas por sí

    mismo,no es estrano condene á su maestro á un arresto c r u e l , sino ai .suplicio.

    Paul. Sin oírte el tirano te condena?S¿n. L e basta haber oído tus desvíos.Paul. Y no piensas volver por !.u

    inocencia ?Sen. P or medio del T rib u n o solo pido

    esta gracia á N e r ó n , mas por ser gracia

    n o pienso conseguirla del impío.Paul. Q u e deterinluas I

  • 4 D ram aSen. N ad a.Paul. Pues que quieres

    por conj'jrado en K oin a ser tenMo? Sen. Su E m perador lo dice.Fatti Y o rez,‘ lo

    que suceda al arresto tu suplicio. S^n. N ida debe abatir al inoccnre, Paul. Aunque me h

  • N e r . Pues yo he queridod h pensarte el rubor de presentarte. Q u e he sido tu d is c íp u lo , no

    olvidO)y a g ra d e c id o , quiero de tu causa ser defensor y ju e z á un tiempo

    mismo.Retiraos. vanse los Romanos.

    Sen. N erón busca á Paulina.N ¿ r . Q u é no tenga de verla el cor

    to a liv io!E s dable que un varón de tu

    prudencia, q u e la estoyca virtud siempre ha

    seguido,estando ya en el borde del sepulcro contra su E m perador se h aya a -

    trevido,tratando con PIsoa y otros mal

    vados (m in io ? la libertad de R om a y su ester-

    Sítt. Q uién afifm a que Séneca en sus tramas

    tuvo la menor parte?N er. Yo lo afirmo.Sen. L o s M on arcas son hombres y

    se engañan, si á la lisonja prestan sus oidos, vos seriáis de Roma la delicia, si á Pom peyo no hubieseis couo*

    cido.N í r . ü n o de los traydores te coadena:

    conoces á N atalio ?S

  • 6 D ra m aSen. A Séneca: ea pobreza poderoso,

    intioiidar nt pienses con mentidos, y especiosos pretestos : esa trama, esa conjuración, en que ha querido m ezclarm e tu crueldad , lleva los

    fínes...mas no se atreve el labio á profe

    rirlos:consulra el corazon por un mo

    mento,y sabrás si de un Príncipe son

    dignos.N e r. N o sé com o tolero tu osadía.San. N i yo com o no muero de ha

    ber visto tan mal recompensados mis su

    dores.N e r. Q uerias tener parte en m i do

    minio ?Sen. Dd frutas me mantengo y agua

    pura:con Cito , E m p e r a d o r , te he res

    pondido.N e r , Siao te justificas no te absuelvo.Sen. C o n eso cumplirán, con tus d e

    signios. '*•«..N í r , Y o satisfago solo la justmia.Stf«. Mejor d irás, señor, tus apetitos.N ¿ r. Q ü é es lo que d ic e s , Séneca ?

    Repara....N o sé com o mi cólera reprim o.

    Sen. Ig n oto la lisonja.N e r. Pero sabes

    insultar á quien tiene en ti d ominio.

    Sen. Y o verdades publico solamente.N ¿r. Pero son osadías.Sen. M e he escedido^

    trágico,mi humildad lo confiesa desde

    luego,m;is son m uy poderosos los motivos. T ú quisiste, N e ró n , envenenarme por medio de un Liberto que

    he tenido.Entonces se encontraba tu maestro, manchado con la nota del delito? N o siento , n o , la muerte que

    me espera, solo sien o la fama que has perdido. N o v e s , que tu rigotr coa loses-

    cesosel árbol del p o d er deja, abatidO'? A quel árb ol fro n d o so , en cu ya

    som brainocencia y virtud buscan asilo? B is t e ya de r ig o r , baste de enojo, harta sangre ¡nocente se ha vertido, harto ha llorado R o m a , y harto

    el mundo á tanta iniquidad se ha estremecido. Considera que próvida ía tierra produce entre sus venas hierro

    limpio:y que muere tan pronto el inocente como el culpado á sus agudos filos.

    N í r . Y o qué debo temer ?Sén. L o que no temes.N é f. M e defiende el temor.Sen. M as no el cariño.Ner.^Q«ien no teme la m uerte? Si?«. El despechado.N e r . Y o á nadie tiemblo.Sen. T iem bla de tí mismo.N er. Pues y a empiezo á tem blar; y

    el sufrimiento que ea escuchar á Séneca be tenido,

  • a! furor naíur¿I que me arrebata, añade de furor nuevos motivos: Y a soy monstroo de R om a , ya

    soy furia, y a á ser vuelvo el a z ó t e , el es-

    lerm inio y la desolación del U niverso: y a á ser vuelvo N e r ó n , tiemblen

    los riscos, tiemblen los tnonres, tiemblen las

    estí'ellasy finalmente tiemble el cielo mis

    ino;porque segua la r a b ia , y el enojo que en mi pecho feroz se ha

    intro.íucido no h ib rá cosa en el m undo ; que

    no acabe al ardiente volcan de mis suspiros.

    S^n. E m p e rad o r, el cielo te bendiga; m eres mí dueño á todo me re

    signo. vaiS,

    A una seña de N e r ó n , sale S il- banin hablando con mucho m is

    terio , y P a u lin a se asoma d obser'varjos. C o rto p eriod o

    de m úsica.

    N er. V e Silbanio á estender luego el decreto:

    Séneca hn de morir.V a se Silbanio',

    Paul. Q u é es lo que he oído !£ s p osible, señor , que así con

    denesá tu M aestro y Padre á un tiempo

    m ism a?

    P au lina , ̂ 7N

  • á D ram aN er. Del desprecio

    sol.itnente son dignos tus delirios. H a m u e r t o , por v e n t u r a , tu

    consorte ?Paul. Pero es inevitable su destino.N ¿ r. S írá porque lu misma le co n

    denas.Vaid. Mejor dirás tu ciego desvarío.

    T ú quieres reducir á una consorte á que compre la vida del marido á coita de su h o n o r; pero primero que consigas vencerm e á tu carino arm ada de un p u ñ i l , á mi decoro immolare la vida en sacrificio.

    Nííí". H a y e la lortolilla del milano, la cierva del león , porque su

    instintonatural se lo en sen a; pero al

    hombre,que es lo níejor que el cielo ha

    producido, nadie le en;>eña á huir de la be

    lleza;antes ella le atrae á su cariño.

    Paul. N o quieras confundir el am or puro

    con el culpable; huye de este 'W io, evita mi pre-.encia y si en tu pecho de hu m in ídad conservas algún viso permíteme que m uera von mi

    esposo:este es solo el favor que yo te pido.

    N ¿ r . Reflexiona Paulina mas despacio m í generosa oferta y tu destino; propicia la fortuna en este día te ofrece con mi amor mi poderío: si tú quieres reyn ar y aun ser

    mi esposa

    t r á g i c o , nada en cu en tra difícil mi cariño. L a s M atronas R om anas que aho

    ra brillan por el lustre y poder de sus m a

    rido ;doblada la rodilla en tu presencia te sirviriaii de esclavas sí es pre

    ciso:en tre ellas lucirás como ía luna luce entre las estrellas ; Sí bien

    mío,y c jando de mi amor acompañada salieres á obstentar el poderío, los vivas de una plebe alborozada llenarán de lisonjas tus oídos. Renunciarás del T r o n o las g ra n

    dezas ?miraras con desprecio mi cariño?

    Paul. Si unieses al Imperio que me ofreces

    toda la India jun ta M as qué digo? de qué sirve la India? T oda U Asía la G erm an ia , la Ibéria, y el dominio del m undo e n te r o , lo despreciaría mi noble corazon ; que mas estimo conservar el tesoro de mi fama, con aquella pureza que es debido, que dominar á Roma; que del Orbe

    ■ tener el absoluto stñorío.N e ró n por la humildad de una

    cabañasi pudiese viv ir con mi marido trocaré los Paldcíos mas soberbios; de esta suerte agradezco el be

    neficio;Si eres en crueldades dura peña, y o soy en resistencia duro risco: M e quitarás la v ida , no la fama;

  • eclipsarás mis ojos, no mis brillos; por último Nerón , antes q a e ceda mi constancU á tus bárbaros de

    signiosdespuntará la A u rora en el ocáso, venas de fuego correrán los ríos, producirán ía nieve los volcanes, la tierra o c ’Jpará del sol el sitio, ios Ciólas pararán , el ayre torpe del modo de alentar perderá el

    tino;todo puede mudarse, todo, todo ménos mi corazon y mi heroísmo.

    N e r . Q u é contraste tan fiero de p asiones!

    y o sienro q u e se abrasa el pecho mío

    de amor y de furor; pero apuremos de una vez su constancia : dos

    partidosle quedan á tu amor desventurado: el cetro , ó el puñal:

    N o me intimido.A q u í tienes mi pe .h o , tu ven gan za satisface con golpes repelidos.

    N ¿ r . Q ü e quien domina el m undo y las esrrelias

    n o pueda dom inar los alvedríos-I E l cetro es p i r a tí üi á n ú te

    vences,y el crudo acero para tu m ariJo, sí despreci:is m i amor : quieres

    su vida?renuncia á tu tesón : no hay otro

    arbitriootro medio no queda á tu cons

    tancia, a m o r , ó muerte.

    Pau lina . 9Paul. Pues la raiicrte elijo.N ¿r. O la !S a le S ilhan io con un p a p e l en la muño , P a u lin a habrá 'vuelto la s espaldas á N e r ó n , y con la a g ita ció n que le causan su s te^ m ores se 'v u elv e á m irarle y a l *ver que e s tá con la sen ten cia en la mano se e s tr e m e c e , tiembla^ quiere ir á suplicarle y se aetie^ ne i N e r ó n ley en Jo la sen ten cia p rocu ra obsernjar los a fectos

    que la com baten ; la m úsica espresará e ito s sentimien^

    to s con la mayor p ropiedad.

    N¿r.Tiembla:»? te agitas y estremeces? en d ón d e está el valor ? dónde

    está el b r io l P ero aun estás 2 tiempo.

    Paul. D i (jue m o n s tr u o ?N e r . D e redimir la vida á tu marido. Paul. H om bre de crueldad , quién

    te ha enseñado á com batir un pecho dolorido por medio de un examen tati

    tirano,por medio de un contraste taa

    im pío ?N er. T u ciega ol>sf¡-nacionv Paul. D e tu perfidia.N ¿r* N o mas: artas injurias be su-*

    frido.L a suerte de tu espoio está en

    mi mano; solamente le f«tlra un requi'.ito que por un breve instante ie sus

    pende

  • IOel poderoso imán de tus hecbizos. S e sien ta , 7 toma la plum a.

    Paul, Q u é horror ! Q u é miras! fírmala tirano.

    N er. Puesto que lo d e se a s , y a la firmo.

    Pdu/. Q u é es esto? e! corazon se^un parece

    un agudo puñal le ha dividido. N er. Pues tu misma á tu esposo Jias

    condenado, tú misma vé á enterarle del castigo, para elegir e l género d e muerte una hor^ por gracia le permito, vas.

    N e r ó n d a la sen ten cia á P a u lina. E s t a a l tom a rla h a ce una gran d e esclam adon y cae desm ay a d a en e l suelo. S a le Séneca de

    d e su esta n cia y a l •ver á P a u lin a desm ayada corre

    á socorrerla.Paul. DiosesiS¿n. Ya no se o ye á N e ró n . . . C ie los l

    Paulina está entregada á un parasismo.

    Señora! que es aquestp? N o responde....

    P or su frente destila un sudor frió igual al de la muerte. E n su r e g iz o tiene un papel al parecer escrito.

    L e lee Q u e contendrá ? M i muerte. Y a com prendo

    de donde ha dimanado su deliquio. A h c ru e l! Paul. D ón d e estoy?

    Sen. Y a se rocobra.Pául. Séneca!Sen. Y a ha cesado su peligro;

    £ l terrible decreto á cumplir vamos:

    D ram a t r á g i c o .para m orir n a c í : no me inti

    mido. vase, V u e lv e P a u lin a d el desm a yo , re^ conoce e l sitio y se queda p en

    s a tiv a : M iis ic a .Paul. O h terrible p ap el! fatal sen

    tencia !pero tendré valor... mortal conflito! p ara ser mensagera de su muerte? C a re z c o de v a l o r , me fu Ira brío.

    paso supera ya á las fuerzas de una débil m>r‘ger... Pero que

    arbitriobuscará mi dolor en tal a p u ro ? T a n f j e r a de m í estoy que me

    fatigopara darle el papel de mi sentencia.Y no p ie n s o , d is cu rro , ni medito el m.ido de sa lvarle , ó de seguirle; p orq ue si y o á su muerte sobrevivo, que 00 es dable en Paulina, que

    do espuesta a! rigor del t ir a n o , y en el sjglo en que reyna la c u ip i y el desorden solamente en la muerte se halla

    alivio.Esto resu elvo ; para cu y o efecto de Sé n eca , á la estancia me dirijo; pero al entrar el alma se conturba. A pesar del temor me determino.

    A b r e la p u e r ta , 'va á en tra r ̂ se cubre el rostro con la s m anos,

    se llena d e horror y retrocede. M ú sica .

    Paul. Pero Dioses 1 qué horror ! del inhumano

    ya el decreto f i t a l dejó cumplido: Y a es víctima mi esposo de la rabia;

  • SinecA y ya es mísero trofeo del destino:Su langaidéz , su sangre no me

    engañanni tam poco m e engañan mís

    martirios.Y a llegó la ocasíon de q u e P aulina muestre á R o m a , y al m undo

    su heroísmo.Séneca, e^posoamaclo, mi delicia... C u a n i o p lu go á los Dioses.... y a

    te sigo.Si m e distes egem plos d e cons

    tancia^á dártelos d e am or y o m e en

    camino.Y tú esvarnio y oprobio de los

    hoittbres, sang'-iento a r ó t e , y opresor Impío de un puebla subyugado ̂ tem e

    e l odio,tem e la saña, teme el ceño altivo^ y en ñ n la maldición de una alm a

    llenade rabia y de furor.. . Y o le mal

    digode parte de los DiOíjes, de los hom

    bres,las estrellas y las fieras y los riscos; p ara q u e mientras baja de los

    Cielosá cumplir ía vengan za tu castigo, vivas muriendo det dolor cercado ocupado en pensar en tus delitos, padeciendo- tu pecho los tormentos,, las ansias , U s a n g u s t ia s , los-

    m.irMrios que has hecho padecer á cuantos

    tienen

    Taulina, 11la desgracia de h berte conoci

    do.M ú s ic a : Sale S én eca m oribundo,

    y dice.Ssn. D ón d e estará Paulina Ì Entre

    sus brazas quisiera dar el último suspiro. M as no piirece: si me habrá dcjadol N o es d a b le , no es creíble en

    su cariño»Para la eterna noche poco á poco v o y cerrando mis ojos afligidlos. Y o m u e r o ; ya se acerca el d uro

    instantede sellar con mi san gre mi destino. N o pienses , cruel N e r ó n , que á

    tu M aestro fe intimida el rigor del f^Uo Impío; el cúm u lo de escesos y crueldadeif, que á cada paso he visto repetidos m e hacen d u L e la m uerte : raí

    tragediase debia escribir por mis amigos con la sangre que vierto.... qué

    desm ayo ! p^r.i evitar los golpes del destino; pero sieíUO rumor.

    Sale Pfl»/. Séneca? Esposo?...Sen. Q uién me llama ?Paul. Paulina. Se». Y a habí'ás visto

    del modo que el tirano prem ia al ju s to . . .

    acércate Paulina... m a s q u é mico? qué es aquesto Ì

    Paul. Im itarte.... Q u e queríasque mi decoro fuese desperdicio?...

    Sera. T e c o m p re n d o , y aplaudo en m í desgracia

  • 12que esceda u heroísmo á mi h e

    roísmo;pero mi$ fuerzas cedeti al d e s -

    iTi.iyo....Paul. Tam bién las mías van perdien-

    do el brío.... tus moribundos ojos me declaran q u e debemo!» morir au o tiempo

    mi>mo ... y o lo o fr e z c o . . . mas la fría

    muerte va ccrra ido sus labios..«.

    S¿n. A u n rcip iro ...P a u l i n a ! muere^

    Paul. M as ya ha muerto.P a u lin a se queda está tica mi^ rando a ten ta m en te á Séneca^ y

    despues de un corto in sta n te sale N e r ó n con séquito*

    M ú s ic a ,N e r . M i decreto

    ya ha dejado el filósofo cumplido. Paul. Q u é el dolor no me a c a b e !

    Q u é mi sangre !... perezosa obedezca á mis designios! A q u í el cruel!. ..

    N e r . Q u é veo !

    D ram a t r á g i c oPaul. Q u é fe admira ?

    de e:>te modo deñeiido mí hoDOC limpio.

    Ner. C orred á libertarla de la muercé. Paul £} tarde ya.N er. M al h aya mis delirios.Paul. Pero antes de espirar quisiera

    hablarte.T e n ia que decirte... Q u é martirio! O h pese á mi valor! cielos sagrados dadm e por un instante vuestro

    auxilio;no puedo incorporarm e, dura pena. Dioses, oid mis voces, mis gemidos, y logre levantarme... pero en vano... ánim o corazon... ya tengo brio... acércate N erón... que yo le Hamo...

    N er. Q u é quieres...Paul. D arte muerte... mas yo espiro... P a u lin a log ra incorporarse , y a l tiem po que 'v á á herir á N e r ó n se le cae e l p u ñ a l de la mano y

    m uere : m úsica h a sta acabar. Ner. E'^pectáculo atrózl...terrible vista!

    huyam os al instante de este sitio: que la'sangre que veo'derram ada, parece que am enaza mi castigo.

    F I N.