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  • 7/28/2019 Discurso Van Dijk

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    El estudio del discurso*

    Qu es el discurso?

    Los dos volmenes de esta introduccin constituyen una res-

    puesta compleja a una sencilla pregunta que tienden a formular

    quienes apenas comienzan a abordar el tema cuando advierten lapresencia ubicua del trmino "discurso" en las humanidades, en las

    ciencias sociales e incluso, en los medios masivos de comunicacin:

    "Qu es exactamente el discurso?"

    La situacin sera ideal si pudiramos condensar todo lo que

    sabemos acerca del discurso en una definicin nica y prctica.

    Lamentablemente, ocurre en este caso lo mismo que con otros concep-

    tos afines, como "lenguaje", "comunicacin", "interaccin", "sociedad"

    y "cultura": la nocin de discurso es esencialmente difusa. Como suele

    suceder en el caso de conceptos que remiten a fenmenos complejos,

    es la disciplina en su totalidad, en nuestro caso el nuevo campo

    transdisciplinario de los estudios del discurso (tambin llamado"anlisis del discurso"), la que proporciona la definicin fundamental

    que se busca.

    No obstante, debemos empezar por alguna parte, y habitualmen-

    te lo hacemos mediante una breve caracterizacin general de los

    fenmenos que estudia la disciplina. Este es el objetivo del presente

    captulo. En los captulos siguientes, se avanzar en el tema con ms

    detalles y referencias a los distintos dominios que abarcan los estudios

    del discurso. Despus de hacer un resumen de las principales carac-

    tersticas del discurso, esbozar la evolucin de esta disciplina y

    enunciar algunos principios generales que muchos enfoques del

    * Traducido por Elena Marengo

    Teun A. van Dijk

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    discurso comparten en la actualidad. En cierto sentido, pues, este

    captulo constituye una introduccin a las introducciones que confor-

    man el resto del libro.

    Del sentido comn a la teora

    Antes de adentrarnos en ese tipo de descripcin ms terica que

    uno espera encontrar en la disciplina de los estudios del discurso,

    corresponde decir algunas palabras acerca de la nocin de "discurso"proveniente del sentido comn, tal como esta nocin aparece en el

    lenguaje cotidiano y en el diccionario. En este sentido, el trmino

    "discurso" se aplica a una forma de utilizacin del lenguaje, a

    discursos pblicos o, ms en general, al lenguaje oral, por ejemplo,

    cuando hablamos del "discurso caracterstico del ex presidente Ronald

    Reagan".Otro uso del mismo trmino, muy difundido pero an informal,

    puede hallarse en los medios de comunicacin y en algunas de las

    ciencias sociales, por ejemplo, cuando se habla del "discurso del

    neoliberalismo". En este ltimo caso, el trmino "discurso" no se

    refiere exclusivamente al uso que hacen del lenguaje los pensadores

    o polticos neoliberales, sino tambin a las ideas y filosofas que ellossustentan y divulgan. En efecto, puede suceder que los estudios

    dedicados al discurso neoliberal no presten atencin alguna al uso del

    lenguaje.

    Los analistas del discurso intentan ir ms all de estas definicio-

    nes caractersticas del sentido comn. Admiten que el discurso es una

    forma de uso del lenguaje. No obstante, puesto que esta ltimadefinicin contina siendo imprecisa y no siempre conveniente, intro-

    ducen un concepto de "discurso" ms terico, a la vez que ms

    especfico y ms amplio en sus aplicaciones. Pretenden incluir otros

    componentes esenciales en este nuevo concepto; a saber, quinutiliza

    el lenguaje, cmo lo utiliza,po r qu y cund o l o hace.

    Decir que el discurso es un suceso de comunicacin es una

    caracterizacin que incorpora algunos de estos aspectos funcio nales.En otras palabras, las personas utilizan el lenguaje para comunicar

    ideas o creencias (o para expresar emociones) y lo hacen como parte de

    sucesos sociales ms complejos, por ejemplo, en situaciones tan

    especficas como un encuentro con amigos, una llamada telefnica,

    una leccin en el aula, una entrevista de trabajo, una consulta con el

    mdico. Tambin cuando leen o escriben una noticia periodstica.

    Estos ejemplos sugieren adems que, independientemente de

    cualquier otra cosa que ocurra en esos a veces complicados sucesos

    de comunicacin, los participantes hacen algo, esto es, algo que va

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    ms all, especficamente, de usar el lenguaje o comunicar ideas o

    creencias: interactan. Con el objeto de destacar este aspecto

    interactivo, suele decirse tambin que el discurso es una interaccinverbal.

    Ya en esta primera aproximacin al concepto de discurso hemos

    identificado sus tres dimensiones principales: a) el uso del lenguaje;b) la comunicacin de creencias (cognicin) y c) la interaccin ensituaciones de ndole social. Si se tienen en cuenta estas tres dimen-

    siones, no es sorprendente que sean varias las disciplinas que par-

    ticipan de los estudios del discurso, como la lingstica (para el estu-

    dio especfico del lenguaje y su utilizacin), la psicologa (para el

    estudio de las creencias y de cmo estas se comunican) y las ciencias

    sociales (para el anlisis de las interacciones en situaciones sociales).

    Una tarea caracterstica del estudio del discurso consiste en

    proporcionar descripciones integradasen sus tres dimensiones: cmoinfluye el uso del lenguaje en las creencias y en la interaccin, o

    viceversa?, cmo influyen algunos aspectos de la interaccin en la

    manera de hablar? o cmo controlan las creencias el uso del lenguaje

    y la interaccin? Ms an, adems de brindar descripciones sistem-

    ticas, cabe esperar que el estudio del discurso formule teoras que

    expliquentales relaciones entre el uso del lenguaje, las creencias y lainteraccin social.

    Texto y conversacin

    Si bien contamos ahora con una primera caracterizacin de lo

    que los especialistas entienden por "discurso", es necesario resolver

    algunas cuestiones complejas. En primer lugar, el uso del lenguaje no

    se limita, por supuesto, al lenguaje hablado, sino que incluye el

    lenguaje escrito (o i mpreso), la comunicacin y la interaccin escritas,como es el caso de los peridicos, de nuestros libros de texto o nuestra

    correspondencia (correo comn o electrnico), o de los miles de tipos

    distintos de textos propios de nuestro trabajo acadmico o de otros

    tipos de trabajos. Si bien muchos estudiosos del discurso se dedican

    especficamente al lenguaje hablado, resulta til por lo dicho ante-riormente incluir en el concepto de discurso los textos escritos. Haymucha similitud en la manera como las personas hablan o escriben

    cuando utilizan el lenguaje para comunicar sus ideas y lo mismo

    ocurre cuando la gente escucha o lee un discurso.

    Sin embargo, semejante ampliacin del concepto plantea otras

    dificultades. As, el lenguaje hablado tal como lo encontramos en

    las conversaciones cotidianas, en los debates parlamentarios o en las

    entrevistas laborales es sin duda una forma de interaccin de la cual

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    participan los usuarios del lenguaje como hablantes o como recepto-res. Pero no resulta tan evidente que lo mismo ocurra con los textosescritos, como las cartas, las noticias publicadas en un diario, loslibros de texto, las leyes o las publicaciones de carcter acadmicocomo la presente. Estos parecen ser objetos, o productos de actosverbales, ms que formas de interaccin.

    Sin embargo, al igual que las conversaciones, los textos tambintienen "usuarios", a saber, los autores y los lectores. As, podemos

    hablar de "comunicacin escrita", e incluso de "interaccin escrita"aunque los participantes en este caso no interacten cara a cara y elcompromiso de los lectores en la interaccin parezca ms pasivo:excepto cuando intercambian cartas o cuando debaten en los mediosmasivos de comunicacin, raramente responden por escrito a losautores del texto original. Esto no significa, naturalmente, que sean

    menos activos al leer y al comprender. As, a despecho de diferenciasnotables, las similitudes entre los usos del lenguaje, la comunicaciny la interaccin orales y escritos son suficientes para justificar lainclusin de estas dos modalidades del discurso en una sola nocingeneral de "discurso".

    Es cierto, empero, que los estudiosos del discurso tambin

    utilizan a veces las propias nociones que ellos han desarrollado concierta informalidad. Si bien pueden caracterizar al discurso como unsuceso de comunicacin, o como una forma de interaccin verbal, amenudo se ocupan de las dimensiones verbales de tal evento o accin,es decir, de lo que concretamente dicen o escriben los usuarios dellenguaje. As, de la misma manera que el trmino "texto" se aplicapreferentemente al producto de la escritura, el trmino "conversa-cin" a menudo se aplica al producto del acto de hablar, o a unainteraccin en curso, sin que se preste demasiada atencin a losusuarios del lenguaje involucrados en ese acto ni a los otros aspectosdel suceso comunicativo en su totalidad. Tericamente, se hacehincapi en que la disciplina estudios del discurso debera tratar tantode las propiedades del texto como las de la conversacin, y de lo que

    se denomina el contexto, es decir, las otras caractersticas de lasituacin social o del suceso de comunicacin que pueden influir sobreel texto o la conversacin. En suma, el anlisis del discurso estudia laconversacin y el tex to en contexto.

    Ambigedad del trmino "discurso"

    Existe adems otra dificultad. Hasta ahora, he utilizado el tr-mino "discurso" de un modo bastante abstracto, al igual que lostrminos "lenguaje" y "comunicacin". As, cuando caracterizamos el

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    discurso como un suceso de comunicacin, hablamos del discurso engeneral. De manera similar, aunque algo distinta, podemos hablaren general de tipos especficos o dominios sociales del uso del lenguajey el discurso, por ejemplo, cuando utilizamos las expresiones "discur-so mdico" o "discurso poltico".

    Por otra parte, tambin empleamos el trmino "discurso" demanera ms concreta, como sustantivo contable, para referirnos a unaconversacin determinada o a una noticia periodstica, por ejemplo,

    cuando decimos "este discurso" o "un discurso en primera plana". Eneste caso, se puede utilizar asimismo el plural "discursos" para hacerreferencia a diversos ejemplos concretos de texto o de conversacin.

    Habitualmente esta ambigedad no genera demasiados proble-mas: del contexto o del texto inmediato (el "cotexto") se puede inferirel significado particular que se asigna al trmino. Sin embargo,debemos tener conciencia clara de la diferencia terica entre el usoabstracto del trmino "discurso" cuando nos referimos a un tipo defenmeno social en general y el uso especfico que hacemos de lcuando nos ocupamos de un ejemplo concreto o un ejemplardetermi-nado de texto o de conversacin.

    Lamentablemente, la ambigedad no termina aqu. Ya hemos

    hecho mencin de otra utilizacin del trmino "discurso" (cuando sehabla, por ejemplo, del "discurso del liberalismo") que no se limita aluso del lenguaje ni a la interaccin comunicativa, sino que se refierea ideas o ideologas. Si bien tambin encontramos el trmino usado eneste sentido en los estudios del discurso, resulta evidente que oscureceaun ms el panorama y por esta razn muchos especialistas prefierenevitarlo. A veces este sistema muy general del discurso y las ideasrecibe el nombre de orden del discurso, nocin que puede hallarse enestudios del discurso de inspiracin ms filosfica.

    Delimitacin de los discursos

    Existe una tercera dificultad. Como ocurre en el caso de una

    interaccin o de un suceso comunicativo, en la mayora de las situa-ciones es posible identificar y delimitar un discurso determinado: sesabe dnde comienza y dnde termina, se sabe si el material estconstituido por un nico discurso o por varios discursos distintos. Peroexisten situaciones menos claras. Si bien es posible identificar ydelimitar una conversacin determinada como tal, qu ocurre con unlargo debate parlamentario sobre un tema particular, debate quepuede abarcar varias sesiones que prosiguen (con interrupciones o"recesos") durante varios das? Estamos en este caso frente a unnico discurso, un discurso compuesto integrado por varias partes

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    (una para cada da), o nos hallamos frente a una secuencia de

    discursos diferentes (las exposiciones de los diputados), o qu? Lo

    mismo puede decirse de un debate sobre un tema determinado que se

    presenta en la pgina editorial de un peridico, o de los diversos

    episodios de una pelcula que cuenta con varias partes o de una serie

    de televisin, as como de los "artculos" de una enciclopedia, o los de

    este mismo libro, sin ir ms lejos.

    En otras palabras, apenas observamos la realidad cotidiana del

    discurso con algo ms de detenimiento, descubrimos dificultadesi mposibles de resolver con las nociones de discurso que provienen del

    sentido comn. En estos casos, pueden ser necesarias nociones teri-

    cas que definan el comienzo y el fin de un texto o de una conversacin,

    su unidad y su coherencia, nociones que definan las relaciones

    intertextuales entre discursos diferentes, las intenciones de los que

    hablan y escriben, las situaciones, el tiempo, el lugar y otros aspectos

    del contexto de comunicacin. As, en los ejemplos ya mencionados,

    podra ser necesario discriminar entre discursos "simples" y "com-

    puestos", entre discursos a secas y "complejos discursivos".

    Descripcin terica

    Llegados a este punto, las limitaciones de una caracterizacin

    ms intuitiva e informal del discurso, tal como se la present en las

    secciones anteriores, sugieren la necesidad de un enfoque ms expl-

    cito y terico que pueda dar cuenta de las numerosas propiedades del

    texto y de la conversacin.

    En lugar de decir, por ejemplo, que el discurso es una forma de

    "uso del lenguaje", debemos precisar qu significa esta expresin,

    mediante la descripcin, por ejemplo, de en qu consiste ese uso del

    lenguaje, cules son sus componentes, cmo se ordenan y cmo secombinan para formar construcciones mayores. Pueden formular-

    se preguntas similares acerca del proceso de comunicacin o acerca de

    las acciones implcitas en una actividad discursiva.

    Las descripciones del discurso distinguen diversas estructuras.As, una gramtica puede describir oraciones o secuencias de palabras

    que tienen un orden especfico. Algunas de estas secuencias sonoraciones gramaticales que tienen sentido, mientras que otras no lo

    tienen. Anlogamente, si queremos aportar una descripcin estructu-ra l del discurso, podemos comenzar por considerarlo como una se-cuencia de oraciones, es decir, como oraciones dispuestas en un orden

    especfico. Algunas de estas secuencias constituirn discursos con

    sentido, coherentes y aceptables, y otras no. En otras palabras, una

    descripcin estructural debe establecer las diversas relaciones y

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    condiciones que definen la "discursividad" de secuencias de oraciones.

    De aqu en adelante, el sentido comn y los conocimientos

    escolares del lenguaje y la gramtica pronto resultan insuficientes

    para responder las preguntas ms especficas y tcnicas acerca de las

    estructuras del discurso. Es necesario saber ms acerca de las propie-

    dades de las oraciones y de otros componentes y de las construcciones

    del discurso, as como tambin es necesario saber ms acerca de sus

    relaciones mutuas, acerca de las reglas que determinan cmo pueden

    o deben combinarse, o acerca de otras condiciones o restricciones quepuedan estar involucradas. La afirmacin anterior vale no slo para

    una descripcin del discurso como uso del lenguaje, sino tambin

    para sus otras dos dimensiones, a saber, el estudio del discurso como

    comunicacin de creencias o como forma de interaccin social, as

    como para las relaciones entre el uso del lenguaje, la comunicacin y

    la interaccin con el contexto social.

    Es evidente que no se trata de una empresa sencilla. Por

    consiguiente, tal como ocurre con la especializacin en otras discipli-

    nas, los analistas del discurso pueden concentrarse en un aspecto,

    nivel o dimensin del texto o la conversacin o, incluso, en una clase

    general de discurso, como el de los medios. Esta divisin del trabajo

    puede hacerse segn las distinciones tericas que se establecen entre

    diferentes propiedades del discurso, como yo mismo lo hice aqu

    cuando discrimin las tres dimensiones del discurso: uso del lenguaje,comunicacin (cognicin) e interaccin.

    Cada una de estas dimensiones puede tener distintas caracters-

    ticas. Por ejemplo, cuando nos concentramos en el discurso como una

    forma de uso del lenguaje, es decir en el aspecto verbal de las

    emisiones, la lingstica distingue metafricamente diversos nivelesde esas emisiones, como si se tratara de edificios o construcciones.

    Anlogamente, yo comienzo aqu mi exposicin por lo que metafrica-

    mente puede denominarse el nivel "superficial" u "observable" de la

    expresin y luego prosigo "hacia abajo" a los niveles ms "profundos"o "subyacentes" de la forma, el sentido y la accin. Una vez que

    sepamos algo ms acerca del discurso en su calidad de utilizacin dellenguaje, nos dedicaremos a caracterizarlo en sus dimensiones de

    comunicacin e interaccin. Este orden de anlisis es en buena

    medida arbitrario: podramos tambin haber comenzado por estas

    ltimas dimensiones, puesto que a menudo se recurre a ellas para

    explicar por qu el lenguaje tiene las propiedades que tiene.

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    El discurso como estructura verbal

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    El sonido, la vista y el cuerpo

    Tal como sucedi histricamente en la lingstica moderna, el

    anlisis del discurso puede comenzar por el anlisis de un nivel de

    manifestaciones observables o expresiones, a saber, sonidosaudiblesy marcasvisuales (cartas, figuras, colores, etc.) inscriptas sobre papel,

    pizarras o pantallas de ordenadores (e incluso, por supuesto, huellasmagnticas en un disco de ordenador). De este modo usamos el

    lenguaje cuando hablamos o escribimos, cuando escuchamos o leemos

    discursos. Podemos entonces concentrarnos, como lo hace la fonol o-ga, en las estructuras abstractas de estos sonidos en el discursohablado y analizar cmo contribuyen la pronunciacin, el nfasis, la

    entonacin, el volumen y otras propiedades al sonido caracterstico de

    las estructuras del discurso. As, los sonidos pueden establecer rela-

    ciones entre oraciones (por medio, por ejemplo, del nfasis contrastivo),

    sealar actos verbales como las preguntas, indicar el comienzo o el

    final de un segmento de discurso o caracterizar la alternancia de

    hablantes.

    Lamentablemente no hay lugar en este libro para dedicar un

    captulo independiente al estudio fonolgico de la estructura sonora

    del discurso, que constituira una parte absolutamente legtima de

    una introduccin al estudio del discurso. Se incluye en cambio un

    captulo acerca de los aspectos escritos, impresos o grficos del

    discurso (vase el cap. 10, escrito por Gunther Kress, Regina Leite-

    Garca y Theo van Leeuwen). En razn tambin del sesgo de la

    lingstica tradicional hacia el lenguaje hablado, el aspecto visualdel discurso a menudo fue omitido (y todava lo es) en los estudios del

    discurso. Sin embargo, en la disciplina hermana de la semitica

    (el estudio de los signos), se hace hincapi en que un anlisis de las

    dimensiones visuales del discurso resulta indispensable, especial-

    mente en estos tiempos de comunicacin multimedial. El estudio de la

    publicidad, de los libros de texto o de los programas de televisin exigeevidentemente un enfoque multimedial o multimodal.

    En el discurso hablado los sonidos tampoco ocurren aislados.

    Habitualmente estn acompaados por diversos tipos de actividad noverbal, como los gestos, las expresiones faciales, la posicin del cuerpo,la proximidad, el aplauso y la risa, acciones todas que acompaan de

    manera pertinente a las conversaciones y por consiguiente requieren

    por derecho propio un anlisis del papel que juegan en el suceso de

    comunicacin como totalidad. Nuevamente, debo decir que se trata

    de un aspecto del anlisis del discurso relativamente inexplorado

    hasta el momento. No obstante, junto con los sonidos del discurso, la

    actividad no verbal juega un papel importante en la interpretacin del

    sentido y de las funciones del discurso en la interaccin cara a cara (y

    por supuesto, en la comprensin del discurso en las pelculas). El

    hecho de que un interlocutor est enojado no slo se manifiesta en la

    eleccin particular de palabras que hace, o en el volumen, altura o

    entonacin de los sonidos que emite, sino tambin en la expresin de

    su cara y en sus gestos. Este ejemplo muestra sin lugar a dudas que

    los eventos de comunicacin no slo estn constituidos por palabras.Hablar de los aspectos auditivos, visuales y corporales del discur-

    so presupone una diferenciacin bien conocida por los propios usua-

    rios del lenguaje y por los analistas del discurso, que establece dos

    modalidades distintas de discurso: la conversaciny el texto. Laconversacin o el discurso hablado comprende las conversaciones

    cotidianas propiamente dichas y otros tipos de dilogo, como los

    debates parlamentarios, las reuniones de cuerpos colegiados o la

    interaccin entre mdico y paciente. El texto o discurso escrito, como

    el que usted lee en este momento, define un conjunto grande de tipos

    de discurso que comprende, por ejemplo, las noticias de los diarios, los

    artculos acadmicos, las novelas, los libros de texto y la publicidad.

    En un sentido ms tcnico, el trmino "texto" se ha utilizado en el

    anlisis del discurso para hacer referencia, por ejemplo, a las estruc-

    turas abstractas ("subyacentes") del discurso o para hacer referencia

    a la conversacin transcripta. En el presente libro, sin embargo,

    utilizamos este trmino con su sentido cotidiano no estricto de "discur-

    so escrito".

    Las listas de distintos tipos de discurso mencionados hasta ahora

    tambin indican algo ms. Las propiedades del discurso, como la de

    ser hablado o escrito, pueden utilizarse asimismo como criterios para

    establecer una tipologa: definen conjuntos o clases de tipos dediscursos. La combinacin de estos criterios puede a su vez utilizarse

    para definir tipos "naturales" de discurso, ogneros, es decir, tiposconocidos y empleados por los usuarios del lenguaje, entre los cuales

    se cuentan las conversaciones, los textos publicitarios, los poemas y

    las noticias periodsticas escritas.

    Ordenyforma

    Se puede seguir avanzando en esta descomposicin del discurso

    en sus diversos niveles o dimensiones hasta abarcar otros aspectos

    que caracterizan la conversacin o el texto. Siguiendo los pasos de la

    gramtica de la lengua, por ejemplo, cabe esperar que el anlisis del

    discurso tambin preste atencin a lafo rm a abstracta de las oraciones

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    que lo componen: el orden de las palabras, las frases o las clusulas uotras propiedades que estudia la sintaxis.

    A diferencia de los lingistas tradicionales, sin embargo, los

    analistas del discurso van ms all de la frontera de la orac inen estecaso: estudian cmo influyen en la forma de las oraciones otras

    oraciones prximas en el texto o la conversacin. Por consiguiente, en

    un enfoque discursivo de la gramtica la buena formacin o grama-

    ticalidad de las oraciones es relativa. Por ejemplo, una oracin aislada

    formada nicamente por un verbo no slo sera agramatical en elsentido tradicional, sino que resultara en buena medida incompren-

    sible. No obstante, como parte de una secuencia discursiva de oracio-

    nes, esta incompletitud sera relativamente normal porque una ora-cin anterior podra aportar la informacin "faltante", sea esta grama-

    tical o de otra naturaleza.

    El orden de las palabras o de las frases en una oracin no esarbitrario. Puede cumplir diversas func ione s con respecto a otrasoraciones del discurso. Por ejemplo, es habitual que en ingls y

    muchas otras lenguas, la primera frase nominal (FN) de una oracin

    exprese informacin ya conocida ("dada") por el receptor (porque es

    posible inferirla, por ejemplo, de oraciones anteriores o del contexto),

    mientras que las ltimas partes de la oracin suelen expresar infor-

    macin "nueva". El orden de las palabras puede tambin desempear

    otras funciones, como la de indicar contrastes, nfasis o una eleccin

    entre varias alternativas. De modo anlogo, el orden "normal" de las

    palabras de una oracin puede cambiar en funcin de la estructura de

    las oraciones anteriores o de la informacin que estas brindan.

    Uno de los fenmenos ms estudiados en la sintaxis del discurso

    es cmo la forma de las oraciones opera como indicador de la distribu-

    cin de la informacina travs del discurso. Si contamos una historiaacerca de una mujer determinada, podemos comenzar refirindonos

    a ella por su nombre, por ejemplo, "Mara Contreras", o bien podemos

    utilizar una frase nominal indefinida para identificarla: "una aboga-

    da". Ms tarde, podemos hacer referencia a la misma persona con una

    frase nominal definida como "la mujer" o "la abogada", o simplementepronombres como "ella" o "suya".

    En sntesis, la estructura formal de las oraciones en el discurso

    no es independiente del resto del discurso (o del contexto). Es intere-

    sante observar, no obstante, que no slo la forma de las oraciones

    anteriores juega un papel aqu, sino tambin la informacin contenida

    en ellas: a qu o a quin se refieren, qu se supone que los receptores

    ya saben, o en qu focalizan su atencin. Todas estas son nociones que

    corresponden ms bien a un enfoque semntico o cognitivo del discur-

    so (vase el apartado inmediato posterior). En consecuencia, el estu-

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    dio sintctico del discurso (tal como el de las funciones discursivas del

    orden de las palabras, de las frases nominales o de los pronombres)

    debe integrarse con un estudio de los otros niveles o dimensiones del

    discurso. Por esta razn, entre otras, los autores del captulo 4,

    Susanna Cumming y Tsuyoshi Ono, dedicado, precisamente, a estos

    aspectos del discurso, no lo titularon "Sintaxis del discurso" sino "El

    discurso y la gramtica", que es menos restringido.

    Sentido

    Un aspecto crucial de muchas descripciones del discurso es el

    nivel del sentido, tal como lo analiza tpicamente la semntica. Noobstante, el trmino "sentido" es muy escurridizo y puede tener, l

    mismo, varios sentidos distintos. En este momento de nuestra expo-

    sicin, sin embargo, hacemos referencia con este trmino a los senti-

    dos abstractos y conceptuales propios de las palabras, de las oracio-

    nes, de las secuencias de oraciones y de discursos enteros. Los

    lingistas suelen referirse a estos sentidos abstractos del discurso con

    la expresin representaciones semnticas.Los psiclogos y los especialistas en lingstica cognitiva adop-

    tan un enfoque ms emprico hacia el significado y dicen que no se

    trata tanto de que el discurso "tenga" un sentido intrnseco, sino de

    que el sentido es algo que los usuarios del lenguaje asignan aldiscurso. Este proceso de asignacin de sentido es lo que todos

    conocemos como "comprensin" o "interpretacin". En este caso, se

    asocia el sentido a la mente de los usuarios del lenguaje. En estosenfoques ms psicolgicos del sentido, se utiliza tambin la nocin de

    informacin, aunque debemos hacer notar que esta es una nocin msgeneral: las personas tienen mucha informacin (incluso muchos

    conocimientos) que no se expresa necesariamente en el sentido del

    discurso.

    Anlogamente, algunos cientficos sociales pueden alegar que

    estos sentidos son compartidos o sociales y que, por consiguiente, no

    se debera establecer una relacin entre ellos y la mente, sino entreellos y la interaccin, los grupos o las estructuras sociales. Ya volve-

    remos ms adelante a estos enfoques cognitivos y sociales del sentido

    y otros aspectos del discurso.

    Es necesario advertir que en el lenguaje cotidiano (y en las

    ciencias sociales) tambin se utiliza el trmino contenido para hacerreferencia al sentido o a la informacin presente en un discurso. Los

    analistas del discurso evitan por lo general este vocablo tan impreciso,

    empleado todava en algunos mtodos de anlisis de textos como el

    que se denomina "anlisis del contenido" (el cual, por otra parte, tiene

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    Cuando explicitamos el (los) tpico(s) de un texto o una conversacin,en realidad estamos contestando preguntas tan prosaicas como "Dequ est hablando?", preguntas en este caso relativas al resultadoo elmeollo de un discurso, aquello que constituye su informacin msimportante. Los tpicos son elementos cruciales del texto y la conver-sacin. Sin ellos, no sabramos de qu estamos hablando o qu estamosleyendo. Definen la "unidad" global del discurso y se expresan habi-tualmente en ciertos segmentos del discurso como los titulares, los

    resmenes o las conclusiones. Por otra parte, suelen ser la informa-cin que mejor recordamos de todo un discurso. En sntesis, los tpicoso sentidos globales son esenciales para el proceso de la comuni-cacin.

    Por ejemplo, la noticia de primera plana del peridico de hoypuede tener como tpico principal que "se ha firmado un acuerdo depaz en Bosnia". Este tpico contiene en un nivel ms abstracto yelevado del significado la informacin detallada que el resto delartculo proporciona y define as la coherencia global del texto. Encierto sentido, el tpico "resume" los significados ms detallados de undiscurso. De forma anloga, los artculos acadmicos, las conversacio-nes de todos los das o los debates parlamentarios pueden tener unoo varios tpicos.

    Estilo

    La mayor parte de las gramticas lingsticas se limita a estu-diar los niveles de expresin (sonido y forma) y el sentido de lasoraciones. Hemos ido ms all de las limitaciones de esas gramticasy dedicamos tambin nuestra atencin a las relaciones de sentido y dereferencia que existen entre distintas oraciones e, incluso, al sentido(global) de los discursos en su totalidad. De todas maneras, ni lagramtica ni la lingstica dan cuenta habitualmente de muchasotras propiedades del discurso.

    Otro aspecto del discurso es, por ejemplo, su estilo, una nocin

    notablemente difcil de definir. Se lo puede intentar definir en trmi-nos de variacin. Por ejemplo, para describir la guerra civil de Bosnia,podemos hacer referencia a los diversos grupos beligerantes como"luchadores", "rebeldes", "insurgentes", "terroristas", etc. La eleccinde una determinada palabra en este caso puede depender del tipo dediscurso (por ejemplo, noticia periodstica, editorial o propagandapoltica) o de la pertenencia del hablante o el escritor a un determina-do grupo, de su posicin u opinin particular sobre el tema. Es decirque para referirnos a las mismas personas, podemos utilizar temslxicos diferentes. Cuando estas variaciones ocurren en funcin del

    34

    contexto (hablante, perspectiva, auditorio, grupo, etc.), se dice queestamos frente a caractersticas del estilo del discurso.

    Para describir los mismos sucesos pueden tambin utilizarsevariaciones en la pronunciacin, en la escritura, en los elementosvisuales o en los gestos que acompaan al discurso, en el orden de laspalabras, en el orden de las oraciones: todas estas variaciones funcio-nales forman parte del estilo. En sntesis, el estilo es habitualmenteuna variacin dependiente del contexto del nivel de expresin del

    discurso. Los significados son los mismos: de lo contrario, no hablara-mos de una variante estilstica del discurso, sino de un discursodiferente. Pero aun as, existen variaciones estilsticas: se puedehablar de los mismos tpicos o sucesos (referentes) y hacerlo condistintos sentidos locales (detalles), como ocurre en el caso de lainformacin que brindan sobre el "mismo" hecho un diario "serio" yotro sensacionalista. Por supuesto, dos noticias diferentes de unmismo peridico que se refieren a sucesos o tpicos distintos noconstituyen variantes de estilo. En otras palabras, el concepto deestilo supone usualmente que al menos algo (el sentido, el tpico, lossucesos) permanece igual, de modo que podemos comparar cmolos discursos "dicen lo mismo".

    Un anlisis estilstico puede tambin definir un conjunto de

    caractersticas discursivas tpicas de un gnero (relato versus crni-ca), de un hablante (sosegado versus emocional), de un grupo humano( mujeres versus hombres), de una situacin social (formal versusinformal), de un perodo literario (clsico versus romntico) e inclusode toda una cultura (anglosajona versus latina). Por lo general nosocuparemos entonces no slo de las variaciones contextuales en laforma de las palabras o las oraciones, sino adems de otras propieda-des del discurso que expondremos ms adelante, como ciertos modoscaractersticos de contar historias o ciertas estrategias de cortesa.Existen, sin embargo, muchos otros aspectos del estilo que no mencio-no aqu y que se tratarn en detalle en el captulo 5, escrito porBarbara Sandigy Margret Selting (para las variaciones culturales del

    estilo vase asimismo el cap. 9 del vol. 2, escrito por CliffGoddard yAnna Wierzbicka; otros captulos tambin hacen referencia regular-mente al tema del estilo).

    Retrica

    Hay otro aspecto del discurso estrechamente vinculado al anli-sis estilstico, que podramos denominar la dimensin retrica deldiscurso, aunque el trmino retrica tuvo en su origen un sentidomucho ms amplio: el arte del discurso pblico persuasivo y su estudio

    35

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    (vase al respecto el cap. 6, escrito por Ann M. GillyKaren Whedbee).

    En este sentido ms amplio, que se remonta a la Antigedad, podemos

    considerar a la retrica como la precursora de lo que hoy denomina-

    mos estudios del discurso. Uno de los ejes vertebrales de la retrica

    clsica estaba constituido por el estudio de los medios especficos que

    hacen a un discurso ms memorable y, por ende, ms per su asiv o: las

    figu ras de la ret ric a. Si bien todo discurso entraa necesariamente

    un estilo, no todo discurso presenta estas figuras, que tambin

    podemos denominar "estructuras retricas": aliteracin, rima, irona,

    metfora, hiprbole, etctera.

    Por consiguiente, los anlisis retricos habitualmente se ocupan

    de estos "recursos" de persuasin, es decir, de las estructuras especia-

    les del discurso que atraen la atencin en razn, por ejemplo, de una

    repeticin inesperada, de un orden invertido, de estructuras que

    quedan incompletas o de cambios del sentido. Aunque estas estructu-

    ras se estudian tradicionalmente dentro de las oraciones, no es

    necesario decir que secuencias enteras de oraciones o discursos

    completos pueden ser ms o menos hiperblicos, irnicos o metaf-

    ricos. Por otra parte, si bien las estructuras retricas tienen relacin

    con la persuasividad del discurso, tampoco es necesario insistir en

    que lafu nci npersuasiva del texto o la conversacin no est limitada

    a la retrica, puesto que tambin puede depender del estilo, delsentido o de la coherencia.

    Esquemas

    Existe otro nivel del discurso que a menudo no recibe un trata-

    miento independiente y homogneo: el de sus estructuras formales

    globales, denominadas tambin estructuras esquem ticas o superes-

    tructuras. Sin embargo, este nivel no es difcil de definir. Si porejemplo aceptamos que los discursos tienen un sentido global o tpico,

    faltara definir unaforma global abstracta que albergue esos sentidos

    globales. En otras palabras: as como la forma de una oracin se

    describe en trminos del orden de las palabras (sintaxis), podemosdescomponer la forma de textos y conversaciones enteros en cierta

    cantidad de componentes convencionales o categoras f i jasy formular

    reglas que establecen su orden caracterstico. De hecho, y aun sin

    conocimientos tericos sobre tales estructuras esquemticas, pode-

    mos por lo general identificar el "comienzo" y el "fin" de un discurso,

    el titular de un artculo periodstico, los saludos que inician una

    conversacin o las conclusiones de una argumentacin. Debemos

    subrayar una vez ms que se trata en todos los casos de nociones

    fo rmales: cualquiera sea el sentido (contenido) de un artculo periods-

    3 6

    tico, siempre tendr un titular que cumple la funcin de presentar

    y resumir lo que en l se dice. Asimismo, con independencia de lo que

    se diga para finalizar una conversacin o una reunin, o de lo que se

    escriba para dar fin a un artculo, usualmentefuncio nar como unaespecie de categora de clausura.

    En sntesis, en un sentido abstracto podemos analizar un discur-

    so en trminos de una cantidad de categoras formales tpicas, suorden y funciones especficos, realizando un proceso similar al quepracticamos cuando analizamos una oracin en trminos del sujeto,

    el objeto, etc. As, muchos tipos distintos de discurso comienzan con

    un resumen y terminan con una categora de conclusin. Los argu-

    mentos, por ejemplo, pueden estar integrados por diversas premisas

    y una conclusin. Los relatos pueden estar compuestos, en abstracto,

    por varias categoras, entre las cuales la complicacin de la intriga y

    su resolucin parecen cruciales. En otras palabras, junto con su

    estilo, es posible describir diversos gneros en trminos de estas

    categoras esquemticas tpicas. Mientras que las informaciones

    periodsticas y otras historias, as como muchos discursos acadmi-

    cos, por lo general comienzan con un resumen y terminan con alguna

    clase de conclusin, los poemas, los artculos publicitarios y otros

    tipos de discurso no lo hacen.

    Es necesario destacar que, como en buena parte de lo dicho hastaahora, estamos hablando de estructuras abstractas. Otro tipo deanlisis sera necesario para establecer cmo los usuarios del lenguaje

    construyen concretamente sus textos y conversaciones y, por ende,

    cmo "se plasman" en el discurso la coherencia, los tpicos, los

    resmenes, los titulares y las conclusiones. Ms an, un relato tiene

    habitualmente estructuras narrativas, pero es evidente que tambin

    incluye muchas otras propiedades adems de esta organizacin es-

    quemtica. Segn el contexto y el gnero narrativo, por ejemplo,

    puede presentar relatos y explicaciones de acciones, descripciones de

    personajes y situaciones, una organizacin temporal, variaciones

    de estilo y de perspectiva. Estos y otros aspectos de los textos

    narrativos y argumentativos se estudian en detalle, respectivamente,en el captulo 7, escrito por Elinor Ochs, y en el captulo 8, cuyos

    autores son Frans H. van Eemeren, Rob Grootendorst, Sally Jackson

    yScottJacobs.

    El discurso como accin e interaccinen la sociedad

    Con cada nuevo paso que damos en el camino de la definicin y

    el anlisis del discurso, encontramos estructuras cada vez ms aleja-

    37

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    das de la esfera tradicional de la lingstica. De hecho, ingresamos

    ahora en un mbito ms prximo al de las ciencias sociales: el de la

    accin y la interaccin. Esto es, los discursos no slo consisten en

    (estructuras de) sonidos o imgenes, y en formas abstractas de

    oraciones (sintaxis) o estructuras complejas de sentido local o global

    y formas esquemticas. Tambin es posible describirlos en trminos

    de las acciones sociales que llevan a cabo los usuarios del lenguaje

    cuando se comunican entre s en situaciones socialesy dentro de la

    sociedad y la culturaen general. Por esa misma razn, los captulos

    dedicados al discurso en su carcter de accin e interaccin social se

    han agrupado en un volumen independiente.

    Actos de habla

    El primer enfoque del estudio del lenguaje como accin es an

    relativamente abstracto y tuvo su origen en la filosofa del lenguaje.

    Es un enfoque que pone de relieve el hecho de que, al utilizar el

    lenguaje, las personas realizan al mismo tiempo varias actividades.

    As, las que antes describimos como estructuras abstractas de soni-

    dos, tambin se pueden describir ms activamente como actos locutivos,es decir, como la produccin de emisiones en algn lenguaje. De

    manera anloga, el "sentido" puede verse tambin ms activamentecomo verbo y no como sustantivo, es decir, como un acto semntico (o

    propos icional). Lo radicalmente nuevo en este enfoque, sin embargo,fue la percepcin de la dimensin socialde nuestra actividad cuandoproducimos una emisin en algn contexto, es decir, cuando produci-

    mos un acto de habla o un acto ilocutivo: una asercin, una pregunta,

    una promesa, una amenaza o una felicitacin.

    Mientras que las formas abstractas de las oraciones obedecen

    reglas sintcticas que determinan su buena formacin, y la semnti-

    ca, por su parte, establece condiciones de sentido propias, los actos de

    habla deben cumplir tambin una serie de condiciones especficas que

    denominamos condiciones de adecuacin [appropriateness]. Sin em-

    bargo, no slo la expresin (palabras, sintaxis, etc.) o el sentido de laemisin incumben a estas condiciones, sino tambin el contexto

    situacional del hablante, es decir, sus intenciones, sus conocimientos

    o sus opiniones. Por ejemplo, la condicin para que una promesa

    sea adecuada es que el hablante tenga la intencin de hacer algo y

    crea que ese acto futuro complacer al oyente. El campo terico

    especfico que da cuenta de estos actos de habla y sus condiciones se

    localiza habitualmente dentro de lapragm ti ca, disciplina que estu-dia en general el uso del lenguaje como accin en un contexto

    sociocultural. Puesto que los estudios del discurso tienen este tema

    3 8

    como una de sus metas principales, podemos considerar la pragmti-

    ca como una rama del anlisis del discurso (vase al respecto el cap.

    2 del vol. 2, escrito por Shoshana Blum-Kulka).

    Si bien los estudios iniciales de los actos de habla, de acuerdo con

    la tendencia tradicional de la lingstica y la filosofa del lenguaje, se

    orientaban de manera predominante hacia la oracin y analizaban

    actos de habla aislados, no es de extraar que el enfoque discursivo se

    interese, una vez ms, por las secuenciasde actos de habla tal como seconcretan en los textos y la conversacin. As, en este nivel tambin

    podemos establecer condiciones de coherencia pragmticapara talessecuencias. Por ejemplo, un acto de habla es adecuado cuando expresa

    una razn aceptable para un acto de habla previo o posterior. (" ,Po-

    dra cerrar la puerta, por favor? Hace tanto fro." En este caso, la

    afirmacin que expresa la segunda oracin constituye una explicacin

    del pedido que la precede y pone de manifiesto su razonabilidad.)

    Tal como ocurra en el caso de la explicacin semntica del

    sentido del discurso, podemos suponer adems que es posible "resu-

    mir" secuencias de actos de habla integrndolos en un nivel ms

    abstracto, un macroacto de habla. De hecho, la totalidad de un artculoperiodstico puede funcionar como una asercin compleja, un editorial

    puede hacer las veces de una macroacusacin y una nota donde se

    exige rescate por un secuestro puede cumplir la funcin de unamacroamenaza, aun cuando los actos de habla que la constituyen

    sean de naturaleza diferente (un pedido de rescate puede estar

    formado por aserciones exclusivamente). En otras palabras, el

    macroacto de habla puede definirse por la funcin ilocutiva global del

    discurso en su totalidad, lo que a la vez define su coherencia pragm-

    tica global.

    La conversacin como interaccin

    Resulta interesante observar que, una vez elegido este enfoque

    del discurso como accin e interaccin, el texto y la conversacin

    aparecen como una compleja jerarqua de actos distintos. As, ademsde los actos de habla que mencionbamos antes, las personas

    interactan entre s: se conceden turnos en la conversacin, atacan alos otros y se defienden, inician y cierran dilogos, negocian, manifies-

    tan su acuerdo o su desacuerdo, responden a los turnos anteriores o

    preparan su intervencin en los prximos, se presentan ante los otros

    de manera positiva, intentan mantener el prestigio, se muestran

    corteses, tratan de persuadir al otro, ensear, etc. Y muchos de estos

    actos pueden ocurrir simultneamente; eso significa que, adems del

    anlisis secuencial de tales acciones, es necesario realizar un anlisis

    39

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    "vertical" de todos los actos que podemos llevar a cabo "mediante" la

    realizacin de otros actos, como cuando compramos una casa median-

    te la firma de un contrato.

    El vasto dominio del anlisis de la conversacin -y, ms gene-ralmente, todos los estudios del discurso como interaccin- se abocan

    a los diversos tipos de actos sociales tal como se realizan en los

    correspondientes contextos sociales y culturales. As, los turnos que

    "simplemente" nos concedemos en una conversacin obedecen a com-

    plejas reglas y estrategias destinadas a seleccionar quin hablar endeterminados momentos de la conversacin. Anlogamente, en el

    "intercambio" corts las personas hacen jugadas complejas, por ejem-

    plo, para evitar daar el prestigio de sus interlocutores. Por otra

    parte, las conversaciones no se detienen abruptamente: los partici-

    pantes llevan a cabo un complejo "trabajo" de colaboracin para

    terminar como corresponde una conversacin. Lo mismo vale para el

    inicio, el cierre o el cambio de tema. Se han dado a conocer estudios

    muy detallados, lindantes con la sociolingstica, el anlisis del

    discurso, la etnografa y la sociologa, de una mirada de estas y otras

    propiedades de la "conversacin" como interaccin social "situada",

    sea en conversaciones informales entre amigos en un bar o en

    conversaciones ms formales desarrolladas en instituciones. Anita

    Pomerantz y B. J. Fehr en el captulo 3 del volumen 2 de esta obra, as

    como Paul Drewy Marja-Leena Sorjonen en el captulo 4 del mismo

    volumen, exponen en detalle los distintos aspectos de este influyente

    enfoque del discurso.

    Estructuras abstractas y uso concreto del lenguaje

    El anlisis del discurso como interaccin no se limita a estudiar

    otro "nivel" de las emisiones verbales, adems de las expresiones, las

    formas y los sentidos. De hecho, tiene en cuenta todos los nivelesdescriptos hasta ahora, siempre como parte de lo que los usuarios del

    lenguaje realizanactivamente como participantes de la conversacin.

    En otras palabras, del discurso participan diversas actividades, entreellas la produccin de sonidos, la gestualizacin, la construccin de

    representaciones semnticas o la realizacin de actos de habla, todas

    ellas llevadas a cabo de un modo estratgico y contextualmente

    relevante, as como formas de interaccin como la toma de turnos, la

    formacin de impresiones, la negociacin, la persuasin o la reproduc-

    cin de prejuicios raciales. De todas maneras, en cierto sentido

    podemos decir que los primeros niveles de actividad verbal estn

    orientados hacia la realizacin de acciones socialespertinentes. Losusuarios del lenguaje hablan con el objeto de que se los entienda, para

    4 0

    comunicar ideas, ylo hacen en su calidad de individuos yde miembrosde grupos sociales, para informar, persuadir o impresionar a los otros

    o bien para llevar a cabo otros actos sociales en situaciones, institucio-

    nes o estructuras tambin sociales.

    Adems, si bien muchos de los primeros estudios del discurso

    inspirados en la lingstica tienen a menudo un carcter ms abstrac-

    to, y aportan descripciones estructurales y formulan reglas gene-

    rales, como las de la coherencia o las estructuras narrativas, la

    concepcin del discurso como interaccin es algo que se aviene intrn-secamente con el enfoque sociolingstico del estudio deluso concretodel lenguaje.

    As, en lugar de estructuras abstractas e ideales, el anlisis del

    discurso, aun en los estudios que no se dedicaban a la conversacin,

    ha preferido evitar tales estructuras y ocuparse en cambio de cmo las

    personas hablan y escriben concretamente en situaciones sociales.

    Esto significa que podemos encontrarnos con oraciones incompletas,

    o parcialmente sin sentido, con actos de habla no adecuados, negocia-

    ciones, cambios de tpico o cierres de conversaciones que parecen

    fracasar. Podemos encontrarnos tambin con falsos inicios, repeticio-

    nes, contradicciones, irrelevancias, redundancias y otras violaciones

    de las reglas normativas que determinan qu constituye un discurso

    adecuado. En sntesis, el uso concreto del lenguaje, tal como se da

    especialmente en la comunicacin mundana y espontnea de todos los

    das, puede parecer muy "desprolijo".

    No obstante, en lugar de considerar estas manifestaciones de

    desprolijidad como "errores" o "desviaciones" de las reglas generales,

    es necesario estudiarlas por derecho propio. De hecho, lo que puede

    parecer una violacin de alguna regla o uso habitual puede desempe-

    ar, en realidad, unafu nc in contextualo de interaccin especfica.Es decir, adems de los aspectos "normativos" del lenguaje y del

    discurso, tal como los conocemos a partir de las reglas de la gramtica,

    las reglas de buena formacin de la produccin de noticias periods-

    ticas o las condiciones abstractas de los actos de habla, este enfoque

    ms realista y "emprico" toma en cuenta el texto y la conversacin, talcomo estos son concretamente.

    Sin embargo, la mayor parte de los especialistas busca un orden,aun en lo que a primera vista slo aparece como irregularidad ydesprolijidad. As, incluso en los actos espontneos de habla y de

    escritura, los usuarios del lenguaje se atienen a ciertas reglas y

    estrategias eficaces cuando construyen una oracin o un tpico,

    cuando escriben un titular, cierran una reunin, se felicitan o mani-

    fiestan su desacuerdo. Estas reglas y estrategias no son individuales,

    sino que son algo socialmente compartido, conocido y utilizado en

    41

  • 7/28/2019 Discurso Van Dijk

    12/23

    forma implcita en una determinada comunidad de habla. Incluso los

    errores aparentes, incorrecciones, problemas, incoherencias, desvia-

    ciones y otras transgresiones a las reglas pueden administrarse

    dentro de la interaccin de una manera significativa y ordenada. Esto

    permite no slo a los participantes, sino tambin a los analistas del

    discurso, darle un sentido a lo que est ocurriendo.

    Cognicin

    Dotar de sentido, entender, interpretar y muchas otras nociones

    utilizadas en prrafos anteriores no pertenecen exclusivamente al

    dominio de las estructuras del discurso y la interaccin social, sino

    tambin al mbito de la mente. Por ejemplo, tanto las explicaciones

    abstractas como las ms concretas del orden de palabras, del signifi-

    cado de las oraciones, de la coherencia y los esquemas narrativos, de

    los actos de habla o de las interacciones propias de la conversacin

    siempre presuponen que los usuarios del lenguaje tienen conocimien-

    tos. Conocen las reglas que rigen tales estructuras, conocen lasestrategias de aplicacin de esas reglas y los contextos en los que se

    aplican. Las actividades de comprender una oracin, de establecer la

    coherencia de distintas oraciones o de interpretar un texto para

    determinar su tpico presuponen que los usuarios del lenguaje com-

    parten un repertorio muy vasto de creencias socioculturales. La

    eleccin de ciertos tems lxicos, las variaciones de estilo o el uso de

    recursos retricos suponen, asimismo, que los usuarios del lenguaje

    expresansus opiniones o ideologas y as contribuyen a la construccinde nuevas opiniones o ideologas o a la modificacin de las existentes

    en los receptores.As, aunque a veces es conveniente hacer abstraccin de la

    naturaleza mental de las gramticas, las reglas, las normas, el

    conocimiento o las opiniones cuando se intenta dar cuenta del discurso

    y de la comunicacin, una teora del discurso que merezca el nombre

    de tal quedara gravemente incompleta sin un componente mental

    (cognitivo o emocional). Es la psicologa cognitiva la que se hadedicado especialmente al estudio de estos temas, por ejemplo en

    trminos de los diversospr oc es os y re pres en ta cio nes mentales involu-

    crados en ellos, que habitualmente se localizan en la memoriade los

    usuarios del lenguaje. Estos procesos y representaciones desempean

    un papel especfico en la produccin y en la comprensin del texto y de

    la conversacin.

    En un determinado nivel de anlisis, estos procesos y represen-

    taciones son exclusivos, en el sentido de que caracterizan individual-

    mente a los usuarios del lenguaje en contextos comunicativos espec-

    42

    ficos. Esta exclusividad explica la variacin personalque supone tododiscurso: los discursos difieren unos de otros, aun cuando se emitan en

    circunstancias sociales similares, aunque ms no sea porque los

    distintos usuarios del lenguaje utilizan de manera diferente un

    mismo repertorio sociocultural de conocimientos.

    Por otra parte, hay algo ms interesante: el conocimiento que

    tienen los usuarios del lenguaje acerca de las reglas gramaticales y

    discursivas es un conocimientocompartido socialmente, de modo que

    es posible la comprensin mutua. Los actores sociales comparten conotros miembros de su grupo, comunidad o cultura normas, valores,

    reglas de comunicacin y representaciones sociales tales como elconocimiento y las opiniones. En otras palabras, adems de la cogni-

    cin individual, el discurso implica especialmente una cognicinsociocultural.

    Tal como ocurre en el caso del enfoque interactivo del discurso,

    el enfoque cognitivo no se limita a las representaciones mentales de

    reglas abstractas y otras formas de conocimiento. Aqu tambin los

    estudiosos se interesan en cmo los usuarios del lenguaje producen y

    entienden concretamente el discurso. Los psiclogos no se interesantanto en usuarios ideales del lenguaje como en los usuarios reales y

    concretos. Por consiguiente, adems de tener en cuenta las reglas,estudian losproc es os es tra tgi co s que los usuarios del lenguaje apli-can consciente o inconscientemente en la produccin o comprensin de

    las oraciones, tpicos o narraciones.

    De modo similar y tal como ocurre en el caso del enfoque

    interactivo, un anlisis cognitivo del discurso hace hincapi en el

    hecho de que estos procesos mentales son constructivos. Las represen-taciones mentales que provienen de la lectura de un texto no son

    meras copias del mismo o de su significado, sino el resultado de

    procesos estratgicos de construccin del sentido que pueden utilizar

    elementos del texto, elementos de lo que los usuarios del lenguaje

    saben acerca del contexto y elementos de las creencias que esos

    usuarios ya tenan antes de iniciar la comunicacin.

    Una vez ms, como en la interaccin, debemos decir que esos

    procesos dependen del contexto: por ejemplo, pueden depender de losobjetivos, intereses, metas, expectativas u otras representaciones

    mentales de los usuarios del lenguaje. A diferencia de las reglas de la

    gramtica, estos procesos no son necesariamente sistemticos: pue-

    den contener errores, operar con informacin incompleta y funcionar

    en varios niveles simultneamente, siempre que su operacin searpida y eficaza fin de alcanzar las metas de comunicacin e interac-cin perseguidas, como la comprensin mutua y la realizacin adecua-

    da de las acciones deseadas en una situacin especfica.

    43

  • 7/28/2019 Discurso Van Dijk

    13/23

    En otras palabras, puede combinarse alguna informacin

    fonolgica o grfica con informacin sintctica, semntica o contex-

    tual a fin de inferir con rapidez, dentro del lapso de uno o dos segundos,

    qu acto de habla o de otro tipo lleva a cabo el hablante. Por supuesto,

    esto requiere tambin que los errores puedan luego corregirse, como

    sabemos a partir de las reparaciones de la conversacin.

    En sntesis, el proceso de comprensin concreto es siempre un

    proceso tentativo permanente (en lnea), que permite la reinterpre-

    tacin continua. As, el anlisis mental parcial de un fragmento detexto puede interactuar con la activacin y adaptacin contextual

    de conocimientos generales y opiniones en la memoria. Los procesos

    ascendentes [bottom-up]de comprensin de las palabras y oracionespueden combinarse con "suposiciones" abstractas descendentes [top-down] acerca de la estructura esperada de una oracin, narracin oconversacin. Varios mdulos pueden operar al mismo tiempo para

    realizar tareas especializadas, como el procesamiento de las palabras,

    de la estructura de las clusulas, de la coherencia semntica, de los

    actos de habla o del cierre de una conversacin.

    As, en el curso del proceso de comprensin, los usuarios del

    lenguaje construyen gradualmente no slo una representacin

    del texto y del contexto, sino tambin representaciones -dentro de losdenominados modelosmentales- de los eventos o acciones que tratael discurso. Lo que recordamos habitualmente de los textos o de la

    conversacin, por consiguiente, no es tanto las palabras exactas, ni

    siquiera su significado o las acciones, sino este modelo mental que es

    una representacin esquemtica de nuestras creencias (subjetivas)

    acerca de un suceso o situacin. Si le contamos a alguien lo que hemos

    ledo por la maana en el peridico, no estamos reproduciendo una

    noticia periodstica, sino, ms bien, comunicando los modelos (a veces

    tendenciosos) que hemos construido a partir de las noticias ledas.

    A la inversa, cuando queremos decir algo, nuestro punto de

    partida ser un modelo que nos servir para producir el discurso.

    Seleccionaremos algunas creencias como pertinentes para la comuni-

    cacin en el contexto en cuestin, las cuales servirn como entrada

    para la construccin del significado (local y global) de nuestro discurso.

    Lo mismo vale para la interaccin: los usuarios del lenguajeactivan o construyen, y actualizan permanentemente, un modelo del

    contexto y de las acciones en las cuales participan, sea en forma activa

    o pasiva. Dar sentido a un texto o una conversacin implica, entonces,

    la construccin de tales modelos a partir del significado semntico del

    discurso, as como de su significado o sus funciones de interaccin,

    adems de la aplicacin de conocimientos y opiniones ms generales,

    socialmente compartidos. Estos son slo algunos de los aspectos

    44

    correspondientes a un enfoque cognitivo del discurso. Pueden encon-

    trarse ms detalles en el captulo 11, cuyos autores son Arthur C.

    Graesser, Morton A. Gernsbacher ySusan R. Goldman.

    Aun cuando los principios fundamentales de este anlisis cognitivo

    del procesamiento del discurso son aceptados por casi todos en la

    psicologa, algunos enfoques interaccionistas prefieren estudiar ex-

    clusivamente lo observable y social, y por ende, las construcciones

    discursivas de las representaciones y procesos mentales. En este caso,

    se considera a la mente como algo pertinente desde el punto de vistainteraccional y social slo cuando aparece concretamente en el texto

    o la conversacin. En lugar de especular sobre esas mentes invisibles,

    en la presente obra proponemos un anlisis sistemtico de la natura-

    leza discursiva de la mente (vase al respecto el cap. 12, escrito por

    Susan Condory Charles Antaki).

    Discurso y sociedad

    La mayor parte de los estudios del discurso se desenvuelve en

    alguno de los mbitos descriptos hasta ahora o en varios de ellos a la

    vez: la forma, el sentido, la interaccin y la cognicin. Sin embargo,

    hemos visto tambin que el contextodesempea un papel fundamen-tal en la descripcin y la explicacin del texto y la conversacin.Aunque no existe una teora explcita del contexto y aunque la nocin

    es utilizada por distintos estudiosos del tema con una amplia variedad

    de significados, podemos definirlo brevemente como la estructura de

    todas las propiedades de la situacin social que son pertinentes para

    la produccin o recepcin del discurso. No slo las caractersticas

    del contexto influyen sobre el discurso; lo inverso tambin es cierto: el

    discurso puede asimismo definir o modificar las caractersticas del

    contexto.

    As como distinguimos entre las estructuras locales y globales

    del discurso, tambin podemos hablar de estructuras locales y glo-bales del contexto. Entre las restricciones contextuales locales del

    discurso tenemos, por ejemplo, la situacin (tiempo, lugar, circuns-tancias), los participantes y sus diversos papeles comunicativos y

    sociales (hablante, coordinador, amigo, etc.), las intenciones, metas o

    propsitos. El contexto global se vuelve relevante tan pronto como

    identificamos el discurso u otras acciones corrientes como una parte

    constituyente de acciones o procedimientos institucionales u

    organizativos (legislacin, sesin de tribunales, enseanza, comuni-

    cacin de noticias, etc.), y cuando los participantes interactan en

    calidad de miembros de categoras sociales, grupos o instituciones( mujeres versus hombres, negros versus blancos, jvenes versus

    45

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    adultos, supervisores versus subordinados; o los diversos participan-tes en la educacin, el parlamento, los tribunales o la polica). Vanse

    a este respecto el captulo 4 del volumen 2, escrito por Paul Drew yMarja-Leena Sorjonen, y el captulo 7 del mismo volumen, cuyos

    autores son Dennis K. Mumby y Robin P. Clair.En sntesis, apenas tomamos con seriedad un punto de vista

    contextual del discurso, muchos aspectos de la sociedad y de la culturase incorporan en nuestro anlisis. Por ejemplo, la eleccin de ciertos

    pronombres especficos como formas de tratamiento ms o menoscorts (como es el caso del tu o vous en francs) presupone que losusuarios del lenguaje (y los analistas del discurso) poseen conocimien-tos acerca de las relaciones sociales. La variacin lxica (la que semanifiesta, por ejemplo, cuando se opta por "terrorista" o por "lucha-dor en pro de la libertad") implica que los hablantes tienen opinionese ideologas diferentes. Actos de habla como los comandos presuponendiferencias de poder y de autoridad. En todos los niveles del discursoencontramos entonces "huellas" de un contexto en el que las caracte-rsticas sociales de los participantes desempean un papel fundamen-tal, se trate del gnero, la clase, la filiacin tnica, la edad, el origen,la posicin u otros rasgos que determinan su pertenencia a un grupo.

    Lo anterior no quiere decir que estos contextos sociales estnsiempre "dados" o sean "estticos", ni tampoco implica que los usua-rios del lenguaje y sus respectivos discursos "obedecen" pasivamentelas restricciones impuestas por el grupo, la sociedad o la cultura. Porel contrario, el discurso y sus usuarios mantienen una relacin"dialctica" con el contexto: adems de estar sujetos a las restriccionessociales del mismo, tambin contribuyen a l, lo construyen o lomodifican. Se producen negociaciones flexibles en funcin de lasdemandas de cada contexto concreto y las restricciones ms generalesi mpuestas por la sociedad y la cultura. El discurso puede obedecer elpoder de un grupo, pero tambin puede desafiarlo. Es posible cambiaro romper creativamente las normas y las reglas sociales y estasviolaciones pueden dar origen a nuevas organizaciones sociales.

    Gnero

    Muchos hombres -a veces de manera manifiesta, a veces mssutilmente- adoptan los modos de hablar sexistas (cuando se dirigena las mujeres o cuando hablan de ellas) que predominan en su grupo.Cuando lo hacen de manera activa, tambin contribuyen a la repro-duccin del sistema de desigualdad de los gneros. Por supuesto,tambin pueden modificar (en parte) esas restricciones sociales ydesafiar el statu quo, por ejemplo, abstenindose de ejercer el control

    4 6

    sobre virtualmente todos los aspectos del texto, la conversacin o elcontexto, como pueden ser el gnero, el tpico, el estilo, la toma deturnos o la narracin de historias, que se realizan a costa de lasparticipantes de gnero femenino en los sucesos comunicativos. Elcaptulo 5 del volumen 2, escrito por Candace West, Michelle M. Lazary Cheris Kramarae, analiza en detalle el papel desempeado por elgnero en el discurso y la comunicacin.

    Filiacin tnica

    Observaciones similares son vlidas para las relaciones entreel texto y la conversacin por un lado y la "raza" o filiacin tnicapor el otro, y ms generalmente, para el discurso y la comunicacinintraculturales e interculturales. As, una historia de la esclavitud yde la segregacin, un permanente racismo, adems de otros factoresculturales, crearon las condiciones de surgimiento de patronesdiscursivos especiales en la comunidad afroamericana de los EstadosUnidos. Ms en general, los grupos tnicos o "raciales" puedendesarrollar modos especficos de hablar que pueden dar origen ainfluencias y adaptaciones mutuas, as como a problemas intercul-turales en la comunicacin y la comprensin. Las relaciones inter-

    culturales o intertnicas pueden tambin adoptar la forma de ladominacin: las personas participan en la reproduccin del etnocen-trismo y el racismo al hablar de manera prejuiciosa sobre las minorastnicas o "raciales" y sobre (otros) inmigrantes del Sur (este tema seexpone con mayor detalle en el cap. 6 del vol. 2, cuyos autores son TeunA. van Dijk, Stella Ting-Toomey, Geneva Smitherman y DeniseTroutman).

    Cultura

    Lo que hemos dicho hasta aqu con respecto al papel del discursoen la sociedad vale tambin para el papel del discurso en la cultura.

    Casi todas las formas del discurso mencionadas hasta ahora presen-tan variaciones segn los actores sociales y especialmente segn losgrupos. Lo mismo ocurre con las caractersticas culturales y lavariacin. Contar una historia, cumplir una orden, manifestar corte-sa o cambiar de tema son actividades que no estn (slo) sujetas areglas generales o universales: las personas en todo el mundo realizanestas cosas de distintos modos.

    Estas diferencias culturales pueden estar vinculadas a otrosaspectos de la cultura, por ejemplo, las normas y los valores, lasrelaciones sociales o las instituciones. Hemos visto que, tan pronto

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    como los miembros de un grupo tnico o de una cultura se comunicancon (o acerca de) los miembros de otros grupos o culturas, las diferen-cias en el discurso pueden aceptarse de manera cooperativa y toleran-te o suscitar malentendidos y conflictos, e incluso pueden originar ladominacin, la exclusin o la opresin de los menos poderosos. Porconsiguiente, el estudio de la comunicacin intracultural e interculturalconstituye un dominio importante del anlisis multidisciplinario deldiscurso (vanse diversos captulos de este libro y, ms especficamen-te, el cap. 9 del vol. 2, escrito por CliffGoddard y Anna Wierzbicka).

    Anlisis social del discurso

    Precisamente, esta interpretacin ms amplia del discurso en lasociedad y la cultura constituye el punto culminante de los estudiosdel discurso. En un marco de semejante complejidad y amplitud,podemos ir ms all de los lmites del mero estudio discursivo de lascombinaciones de oraciones, de la coherencia, de los actos de habla, delos turnos en la conversacin y de los cambios de tpico. Aunquemuchas propiedades de estas estructuras y estrategias son relativa-mente autnomas e independientes del contexto, muchas otrasinteractan con las propiedades de los contextos local y social que

    resumimos brevemente en los prrafos anteriores.En efecto, si pretendiramos explicarqu es el discurso, no nos

    bastara analizar su estructura interna, las acciones que se desarro-llan o las operaciones cognitivas involucradas en el uso del lenguaje.Para hacerlo, debemos dar cuenta del discurso como accin social,dentro de un marco de comprensin, comunicacin e interaccin quea su vez forma parte de estructuras y procesos socioculturales msamplios. De esta forma, la narracin de historias puede ser una parteconstitutiva de la cultura de las grandes corporaciones, la argumen-tacin y la retrica en el parlamento puede ser una parte intrnsecade la legislacin y el discurso educativo puede definir el proceso so-cial de la educacin. Ya hemos visto que ciertas propiedades espec-ficas de la manera de hablar acerca de los inmigrantes pueden

    contribuir a la reproduccin del racismo. Textos y discursos masculi-nos pueden expresar y confirmar la desigualdad de los gneros, peroel discurso feminista puede tambin desafiarla. El abuso del poderpoltico se manifiesta habitualmente a travs de distintas propieda-des del discurso y puede abarcar la propaganda, la manipulacin o lalegitimacin en su calidad de tipos y funciones de la comunicacindiscursiva, pero la resistencia poltica puede asimismo expresarse conrecursos anlogos (vase al respecto el cap. 8 del vol. 2, cuyos autoresson Paul Chilton y Christina Schffner). En sntesis, lo que parece ser

    48

    una mera conversacin o un mero texto implementa de diversosmodos, a la vez que constituye, estructuras y procesos complejos en unnivel social ms global.

    Es evidente que estas formas de anlisis social del discurso noson, precisamente, simples. Exigen un anlisis integrado en todos losniveles y dimensiones que hemos mencionado hasta ahora. Si bien,incluso en este aspecto, podemos concentrarnos slo en unas pocaspropiedades del discurso tales como el uso (y el abuso) de un pronom-bre o de un acto de habla, o la forma en que se controlan los tpicos,las relaciones entre el discurso y las estructuras sociales son a menudoindirectas y muy complejas. As, puede ser necesario vincular el usode los pronombres, por ejemplo, con la estructura de las oraciones, elsentido, la interaccin, los modelos mentales, la identidad y lascreencias socialmente compartidas antes de establecer un vnculo conlas diferencias de poder entre (miembros de) distintos grupos o con laestructura y la rutina institucionales.

    En resumen, si el anlisis del discurso ya es una empresa

    multidisciplinaria, lo es mucho ms el anlisis social del discurso. Lomismo vale para todas las formas de anlisis aplicado del discurso quese dedican a estudiar las aplicaciones del discurso en la educacin, losmedios, la poltica, el derecho y otros campos donde las diversas

    formas y usos del texto y de la conversacin desempean un papelfundamental (vase el cap. 11 del vol. 2, cuya autora es Britt-LouiseGunnarsson).

    Anlisis crtico del discurso

    Por ltimo, empeados ya en la tarea del anlisis del discurso, losanalistas pueden llevarla a cabo con distancia y desinters, intentan-do ser "objetivos", como lo exigen las normas acadmicas dominantes.Pero tambin pueden comprometerse ms activamente con los temasy los fenmenos que estudian, como es probable que ocurra (delibera-damente o no) siempre que se estudian el abuso de poder, la domina-

    cin y la desigualdad tal como se expresan o reproducen en el discurso.Los estudiosos crticos explicitan su posicin social y poltica: tomanpartido y participan activamente a fin de poner de manifiesto, des-mistificar o cuestionar la dominacin con sus anlisis del discurso.

    En lugar de meramente concentrarse en la disciplina, sus teorasy paradigmas, estos analistas del discurso se interesan enproblemassociales importantes. Es decir, su trabajo est ms orientado a losproblemas que a las teoras. El anlisis, la descripcin y la formula-cin de teoras desempean sin duda un papel, especialmente en lamedida en que permiten comprender mejor la desigualdad social

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    basada en el gnero, la filiacin tnica, la clase, el origen, la religin,

    el lenguaje, la orientacin sexual y otros criterios que definen diferen-

    cias entre las personas. Su meta ltima es no slo cientfica, sino

    tambin social y poltica, a saber, el cambio. En este caso, decimos queel anlisis social del discurso adopta la forma de un anlisiscrticodeldiscurso.

    Cada vez es mayor el nmero de analistas del discurso que

    demuestran inters por este enfoque crtico del texto y de la conver-

    sacin. Ms all de la observacin, la descripcin sistemtica y la

    explicacin, optan por dar un paso decisivo y ver el anlisis del

    discurso como una empresa tambin poltica y moral de investigado-

    res responsables. Destacan el hecho de que no siempre es posible, ni

    deseable, establecer una distincin neta entre un anlisis del discurso

    tcnico e "independiente de los valores" por un lado y la crtica social,

    cultural o poltica por el otro. Los que se enrolan en esta corriente

    alegan que estudiar, por ejemplo, el discurso racista sin adoptar una

    posicin moral acerca del racismo es tan imposible para un analista

    del discurso como para el investigador mdico lo es el estudio del

    cncer o el SIDA sin tomar posicin acerca de la ndole letal de tales

    enfermedades, o para el socilogo, estudiar el levantamiento de

    campesinos explotados sin tomar conciencia de la naturaleza de su

    opresin y la legitimidad de su resistencia.En sntesis, el discurso es una parte intrnseca de la sociedad y

    participa de todas sus injusticias, as como de las luchas que se

    emprenden contra ellas. Los analistas crticos del discurso no se

    limitan a observar tales vnculos entre el discurso y las estructuras

    sociales, sino que se proponen ser agentes del cambio, ylo hacen como

    expresin de solidaridad con todos los que necesitan con urgencia ese

    cambio (vase al respecto el cap. 10 del vol. 2, escrito por Norman

    Fairclough y Ruth Wodak).

    Tipos de estudios del discurso

    Luego de esta breve introduccin a las diversas estructuras,niveles y dimensiones del discurso y los correspondientes enfoques en

    los estudios del discurso, podemos retroceder un instante y plantear-

    nos el marco resultante en trminos ms generales. Como veremos

    ms adelante, cuando estudiamos algunos de los principios bsicos del

    anlisis del discurso, podemos distinguir algunos tipos, estilos omodalidadesgenerales de anlisis.

    Una distincin frecuente es la que se establece entre los estudios

    del textoy de la conversacin. El anlisis de textos se dedica engeneral a las estructuras (abstractas) del discurso escrito como objeto

    50

    fijo, mientras que el estudio de la conversacin se concentra ms bien

    en aspectos ms dinmicos de la interaccin espontnea. El primero

    est ms inspirado en la lingstica y el segundo, en las ciencias

    sociales. Sin embargo, pese a las enormes diferencias que separan

    estos dos enfoques, ambos se proponen encontrar orden, reglas,regularidades en el anlisis pormenorizado de las estructuras yestrategiasque gobiernan el texto y la conversacin. Ambos tipos deestudio son ms descriptivos, menos explicativos, y tienden a pasar

    por alto contextos ms amplios de anlisis (como pueden serlo loscontextos cognitivo y social).

    Anlogamente, podemos distinguir los estudios ms abstractos yformales, por ejemplo en la gramtica y la inteligencia artificial, de los

    estudios ms concretos del texto y de la conversacin en contextossociohistricos especficos, es decir, de los modos en los que los

    usuarios concretos del lenguaje y los actores sociales realizan (a

    menudo muy imperfectamente) las actividades de hablar, imprimir

    un sentido y hacer cosas con las palabras.

    Otra distincin frecuente es la que se establece entre los enfoques

    tericos y descriptivos por un lado y los enfoques aplicados y crticospor el otro. Estos ltimos se concentran en los temas sociales, la

    pertinencia y el uso del anlisis del discurso en la sociedad.

    Podramos incluso hacer un corte transversal en las diversas

    clasificaciones expuestas hasta ahora y hablar de "estilos" de investi-

    gacin, estableciendo una distincin entre las investigaciones ms

    empricasque trabajan sobre datos concretos del discurso, corpora,ysus respectivos anlisis y experimentos por una parte y las investiga-

    ciones msfilo s ficas, especulativas o impresionistas por la otra.Otro criterio de clasificacin de los diferentes enfoques proviene

    de los tipos o gneros de discurso estudiados. En efecto, muchos

    analistas del discurso estudian exclusivamente la conversacin, mien-

    tras que otros prefieren estudiar las noticias, la publicidad, la narra-

    tiva, la argumentacin o el discurso poltico, para citar slo algunos

    entre millares de gneros o dominios posibles en el universo del texto

    y de la conversacin. Cada uno de estos enfoques, a su vez, puedehaber desarrollado conceptos, mtodos y procedimientos que le son

    propios.

    Pueden hacerse otras distinciones o categorizaciones. Todas ellas

    tienen su utilidad y los analistas del discurso ya experimentados, al

    igual que los principiantes y los que son ajenos a esta disciplina,

    frecuentemente las emplean en su vida cotidiana. A menudo prefieren

    una direccin u orientacin ms que otra. Algunos estudiosos se sienten

    ms inclinados al anlisis meticuloso de conversaciones concretas

    mientras que otros se dedican a la construccin abstracta de teoras.

    51

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    Pero en este aspecto tambin habr muchos que, al menos en

    principio, rechacen una divisin del campo de estudio en direcciones,

    enfoques o escuelas diferentes. Argumentarn, precisamente, que la

    permanente renovacin del campo proviene de nuevas combinaciones

    de enfoques, a travs de las subdisciplinas, los mtodos, las teoras o

    los tipos de fenmenos estudiados. Podrn rechazar la distincin

    artificial entre teora, descripcin y aplicacin y podran estudiar los

    fenmenos tanto en el texto como en la conversacin, y hacerlo tanto

    en trminos abstractos como en los trminos ms empricos del usoconcreto del lenguaje y de la interaccin. En razn de su orientacin

    tan amplia, los investigadores crticos, por ejemplo, podran querer

    tener en cuenta todoslos niveles y dimensiones, todos los mtodos yenfoques en tanto aporten algo a la comprensin del papel que

    desempea el discurso en la sociedad y en la reproduccin de la

    desigualdad. Semejante diversidad es, precisamente, una de las carac-

    tersticas ms atrayentes del anlisis contemporneo del discurso.

    Al mismo tiempo, como veremos ms adelante, la integracindedistintos enfoques puede avanzar en forma paralela a la diversifica-

    cin y especializacin en subdisciplinas. Entre las muchas lneas de

    investigacin expuestas en esta introduccin hemos identificado tres

    enfoques principales: a) los que se concentran en el discurso"mismo",es decir, en las estructuras del texto y de la conversacin; b) los que

    estudian el discurso y la comunicacin como cognicin yc) los que seconcentran en la estructura social ylacultura. Esta figura triangularcuyos vrtices son el discurso, la cognicin y la sociedad constituye,

    de hecho, el terreno del anlisis multidisciplinario del discurso.

    Hemos visto, sin embargo, que cada vrtice de ese tringulo est

    vinculado con los otros dos. Nos es imposible explicar la estructura del

    texto y la interaccin en ausencia de un enfoque cognitivo. Igualmen-

    te, no es posible dar cuenta de la cognicin sin comprender que el

    conocimiento y otras creencias se adquieren y utilizan en el discurso

    y los contextos sociales. Asimismo, la cognicin, la sociedad y la

    cultura, as como su reproduccin, necesitan del lenguaje, del discurso

    y de la comunicacin. As, en cualquier lugar del tringulo dondeiniciemos el recorrido, pronto descubrimos que la descripcin sistem-

    tica, el anlisis y la explicacin deben recorrer esos segmentos

    interdisciplinarios que constituyen los lados de la figura y que conec-

    tan con los otros vrtices del tringulo. Cualquier forma de exclusin

    o reduccin encuentra bien pronto problemas irresolubles cuando se

    ve impedida de dar cuenta de parte de los fenmenos que se propuso

    estudiar "en forma independiente". En sntesis, cualquier anlisis del

    discurso adecuado, aun cuando estudie provisoriamente slo un

    aspecto parcial del tringulo del discurso, no tarda en advertir la

    52

    necesidad de convertirse en una herramienta multidisciplinaria e

    integrada.

    El surgimiento de los estudios del discurso

    Bajo diferentes nombres, este estudio moderno del discurso, tal

    como lo describimos anteriormente surgi en la dcada de 1960 ms

    o menos al mismo tiempo en diversas disciplinas de las humanidades

    y las ciencias sociales. Por supuesto, el texto y el discurso haban sidoanalizados con anterioridad, por ejemplo en los estudios literarios, en

    el campo de la historia y de la comunicacin de masas, y cuando menos

    desde que la antigua retrica proporcion una formulacin detallada

    de las propiedades de la oratoria.

    Etnografa

    Sin embargo, fue slo a mediados de la dcada de 1960 que

    empez a tomar cuerpo la idea de un enfoque transdisciplinario ms

    sistemtico y explcito. La antropologa prepar el terreno con los

    primeros estudios etnogrficos de "sucesos comunicativos" o "mane-

    ras de hablar" en sus contextos culturales. Puso de relieve el hecho

    de que los hablantes de una lengua no slo conocen su gramtica, sino

    que poseen adems una competencia comunicativa mucho ms am-

    plia como miembros de una cultura. Los hablantes tambin compar-

    ten el conocimiento cultural de las reglas acerca de cmo hablar entre

    ellos de modo apropiado, por ejemplo, para advertir a alguien de un

    peligro, contarle una historia o participar de controversias o debates

    polticos.

    Estructuralismo y Semitica

    Inspirado en los formalistas y otros estudiosos rusos de las

    dcadas de 1920 y 1930, el estructuralismo aport un marco ms

    amplio para el estudio de la narrativa, los mitos, la literatura, laspelculas cinematogrficas y otras prcticas semiticas, primero en

    Francia y luego en otros pases. Estos enfoques tuvieron una gran

    influencia sobre los anlisis estructuralistas de mbitos que iban

    ms all de los textos literarios o historias, por ejemplo, el estudio

    de los medios. Pero habitualmente dichos estudios no daban cuenta de

    los procesos cognitivos ni de la interaccin o las estructuras sociales.

    53

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    Gramtica del discurso

    Algunos lingistas, especialmente los que no pertenecan a la

    corriente generativista predominante, advirtieron entonces que el

    estudio del lenguaje exceda la definicin de gramticas formales de

    oraciones aisladas. Comenzaron a pensar en trminos de gramticas

    del texto o del discurso y otros enfoques lingsticos que apuntaban

    especialmente a la semntica y las relaciones funcionales entre las

    oraciones. Estudiaron, por ejemplo, en qu reside la coherencia de untexto y cmo se distribuye la informacin o el foco dentro de los textos.

    Tal como haba ocurrido con los enfoques estructuralistas (literarios,

    semiticos), de nuevo se dej de lado el uso concreto del lenguaje y, por

    consiguiente, las dimensiones sociales del discurso. Sin embargo,

    estas gramticas del discurso s establecieron relaciones con ideas que

    provenan del procesamiento del discurso en la psicolingstica y la

    psicologa cognitiva.

    Sociolingsticaypragmtica

    Al mismo tiempo, las ciencias del lenguaje dieron origen a dos

    nuevas lneas de investigacin: la sociolingstica y la pragmtica. Se

    publicaron trabajos dedicados al estudio de la naturaleza discursiva

    del uso del lenguaje, los actos de habla y la interaccin verbal. Tal

    como sucedi en la "etnograf a de la comunicacin" que mencionamos

    anteriormente, los nuevos enfoques no se conformaban con una

    descripcin formal de las estructuras del discurso, sino que subraya-

    ban la necesidad de estudiar el lenguaje concreto en sus contextos

    sociales y culturales variables.

    Etnometodologa

    A fines de la dcada de 1960, surgi una nueva rama de la

    microsociologa fenomenolgica denominada "etnometodologa" que

    comenz a estudiar el riqusimo campo de la interaccin cotidiana,especialmente en la conversacin. Analizaba en detalle fenmenos

    tan evidentemente cotidianos como el cambio de turnos en una

    conversacin y el tipo de interaccin social implcito en tal conversa-

    cin. Este enfoque estaba llamado a tener una influencia extraordi-

    naria en muchas otras disciplinas: el anlisis de la conversacin pas

    a ser uno de los campos principales de la nueva transdisciplina de

    los estudios del discurso. En este enfoque se establecieron pocosvnculos con la lingstica formal y los estudios de la cognicin del

    texto o la conversacin y se mantuvo cierta distancia con respecto a

    54

    otros enfoques (macro) sociolgicos clsicos que intentaban dar cuen-

    ta de la estructura social.

    Psicologa cognitiva

    Unos aos ms tarde, a principios de la dcada de 1970, como

    respuesta a interrogantes que se planteaban sobre el aprendizaje y la

    adquisicin de conocimiento, la psicologa cognitiva y la educativa

    iniciaron sus exitosas e influyentes investigaciones acerca de los

    procesos mentales involucrados en la comprensin de textos. Dentro

    del marco de lo que luego sera la "ciencia de la cognicin", se hicieron

    estudios que recurran a la simulacin en ordenador del proceso de

    comprensin de textos y se comenz a investigar el papel del conoci-

    miento en el campo de la inteligencia artificial. Como dijimos antes,

    algunos de estos trabajos integraban conceptos e intuiciones prove-

    nientes de la lingstica textual.

    Psicologa social y psicologa discursiva

    Sorprendentemente retrasada, pese a la atencin que haba

    prestado a muchos fenmenos pertinentes al discurso (como la socia-

    lizacin, la persuasin y la atribucin), la psicologa social slo seincorpor a estos estudios a fines de la dcada de 1980. Sin embargo,

    en razn de la importancia obvia del discurso en la interaccin social

    y en la construccin de representaciones sociales, algunos psiclogos

    sociales desarrollaron una "psicologa discursiva" propia, especial-

    mente en Gran Bretaa. Partiendo del paradigma cognitivo predomi-

    nante e inspirados en los principios de la etnometodologa, destacaron

    en particular la realizacin interactiva de fenmenos psicolgicos

    como la comprensin, la explicacin, las opiniones y las ideologas.

    Estudios de la comunicacin

    Lentamente, a lo largo de las dcadas de 1970 y 1980, en lasdiversas ramas de los estudios de la comunicacin fue creciendo la

    conciencia sobre la utilidad del anlisis detallado del discurso tal como

    este aparec