Casi mil millones dé ^asajeros al año

China : Via je ^n el ferro^arrilque Ileva a la Gran Mvralla

LETICIA ESCARDO

A L viajero que se adentra en Chinano es preciso recordarle la vastedaddel territorio por el que viaja: está

presente en el paisaje. Aparece constante-mente ante sus ojos la gradiosidad topo-gráfica, anonadando su espíritu y dejandopatente a cada paso la pequeñez del hom-bre frente a la Naturaleza. Una se preguntasi la sabiduría proverbial china no nazca dela contemplación diaria de esta peculiargeografía.

Pero al lector de estas líneas sí es preci-so avivar su imaginación para que hiperbo-lice al máximo su fantasía, y aun es posiblese quede corto, al hablarle de la China, elI mperio del Centro, de su entorno y paisa-naje. Un ejemplo ferroviario de muestra. Enla línea férrea Chengtú-Kumming, de unos1.000 km. de recorrido, existe de promedioun puente cada 1,7 km. y un túnel cada2,5 km. La suma de estos puentes y túne-les es de unos 400 km. No creo precisosubrayar las dificultades de construcción.

Sobre este pafs de 9,6 millones de km2.y de 1.000 millones de habitantes se trazóla primera línea férrea en 1876. Hasta1949 se habían construido 11.000 km. delínea. En la actualidad existen en funciona-miento 30.000 km. Es preciso recordar,para mejor ponderar el esfuerzo constructi-vo, que la meseta del Tibet, que cubre unárea de 2,2 millones de kmz., tiene unaaltitud media de 4.000 m. Y que la sumade desiertos al Norte del pais supone unmillón de km^. de extensión. Para añadirdificultades, dos tercios del territorio nacio-nal es montañoso y corren sobre él 1.500rios, siendo la suma de los tres más impor-tantes de 14.000 km. Uno de ellos, el ríoAmarillo, conocido por sus habitantes co-mo "EI dolor chino", acarrea en sus aguasanualmente 1,6 billones de toneladas de

En la Esta^ión Cent^al dePekín ^• La talle, vn 6e^-vide^o humano • Yn in-menso país tomo vn marde montañas • E je^^i^iosde gimnasia en plena vía

pública.Dalies en flor flanqusan la vla fbrrea; al fondo humea un tren.

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Mapa de la rad principal de los ferrocarrNsade la República Popular de China.

sedimentos; con la acumulación de talesdepósitos se forman barreras naturales queproducen grandes inundaciones (*1. Un da-to más: de los 370 lagos, la mitad tienenuna extensión mayor a los 100 km2.

EI transporte en ferrocarril en China su-pone el principal medio de transporte, conun volumen en 1980 de 1.1 12 millones detoneladas de mercancía y 922 millonea depasajeros. En la actualidad, el esfuerzo ma-yor se encamina a la electrificación de lared; en funcionamiento existen hoy en dfa1.600 km. y en construcción cinco líneasmás.

Aunque fundamentalmente no es un tra-zado centralizador el de las líneas chinas,de Pekín nacen siete líneas en todas lasdirecciones del mapa, convirtiéndose en elnudo ferroviario más importante^ del país.

Pekín es una extensísima ciudad de17.000 km2. y una población de ocho mi-Ilones y medio de habitantes. Hace unostreinta años, a pocos kilómetros de ella, seexcavaron los restos óseos de un hombreque se vino a Ilamar "el hombre de Pekín",al que se le calcula una edad aproximadade 500.000 años y que constituye porahora el antepasado más remoto del hom-bre actual. Desde entonces, el área -dicenlos arqueólogos- ha estado poblada. Lacapitalidad del Imperio la ha ostentado Pe-kín en diferentes épocas y de modo perma-nente en los últimos setecientos años. Paradefenderla se construyó la Gran Murallachina en el año 221 a. .i.C. por el Empera-dor que unificó la China, Qin Chin, cuyatumba, a pocos kilómetros de Xian, se. ha

(') En la ciudad de Nanking, el puente ferroviario sobreel rlo Vangtzé mide 6,7 km. y está a 300 km. de su

desembocadura.

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La Estación Central de Pekines un constanta hervidero humeno.

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La bicicleta, en un pais superpobladopero aún poco motorizado, es el mediode locomoción individual más extendido.

descubierto recientemente con sus 7.000figuras de barro a escala natural represen-tando su ejército.

Pues bien, hacia esa Gran Muralla nosencaminamos tomando el ferrocarril de laEstación Central, que sale a las 7.40 horasy Ilega dos horas más tarde.

PEKIN CENTRAL

Pero la estación merece una descripciónpor breve que sea. EI edificio, construidotras la revolución de 1949, se sitúa en unagran plaza, a la que se Ilega por una aveni-da amplia, con (as proporciones clásicas dela arquitectura china, que jamás resultanostentosas y menos pecan de ñoñas; a ojode buen cubero -el mío-, estas propor-ciones resultan tan mágicas como las de lapintura holandesa; dos tercios de cielo so-bre un tercio de edificación o paisaje. Ysiempre la anchura es vez y media la altu-ra. Pero esta norma es rota cuantas vecesel artista quiera jugar con el elemento sor-presa. Y siempre en China el artista acierta.En Pekín, el ejemplo más conmovedor deeste saber hacer arquitectónico es el pala-cio imperial, la Ilamada Ciudad Prohibida,pero a menor escala surge a cada esquina,si la esquina tiene al menos cien años.Pues, a decir verdad, los tiempos moder-nos, con sus modernidades, también hanhecho mella en este país milenario.

UN HERVIDERO HUMANO

Yo estaba acercándome a pie por lagran avenida que conduce a la EstaciónCentral. La calle era un hervidero humano,y la calzada, un hervidero de bicicletas, de

La ornamentación floral es nota caracterfstica en todaslas estaciones, incluso las más pequefias.

vez en cuando un taxi, con intermitencia elpaso de autobuses y con cadencia el pasode riksós (triciclos con biplaza detrás quese alquilan). La sensación mía era que lagente paseaba con holgura. ^CÓmo loexplicaré? EI paso no es acelerado ni lento,es como el de un militar que pasea, concierto garbo, pero en el caso chino conmucha dulzura al mismo tiempo, y aunquela calle está Ilena, nadie tropieza ni seapelotona, ni siquiera en los cruces. Separan a medio metro del que va delante. Ynadie se fija en nadie, aunque se miranunos a otros. Es decir, que yo no me sentíaobservada, pese a despegarme claramentedel conjunto, por rasgos y vestimenta. Situviera que calificar el gesto de los que

Amplísima explanada ante la Estación Central pekinesa.

conmigo se cruzaban, yo diría que era desosiego y conformismo a partes iguales. Ennada semejante al ajetreo de una gran ciu-dad occidental.

En la plaza hay un gran aparcamiento debicicletas, una parada de riksós y muChasde autobuses, que en verano tienen un teja-dillo verde de uralita para ampararse del sol.Las temperaturas oscilan entre ios -5 ó-10° de la época fría a los 30 6 35° de laestival; por ello, la diferencia de vestuarioentre una y otra época es marcad(sima. Lacabeza en cualquíer época la Ilevan cubier-ta, bien por el clásico sombrero de paja opor el gorro forrado con orejerasry en previ-sión de catarros, una máscara blanca seme-jante a la de los cirujanos.

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GIMNASIA EN PLENA CALLE

A las seis de la mañana es habitual vera muchas personas hacer ejercicios degimnasia en plena calle, esperando al auto-bús o caminando. Es gimnasia china, pro-pugnada por el Presidente Mao Zedong, yque más parecen ejercicios de danza, pueslos movimientos son suaves y armoniosos.Todo un espectáculo.

En medio de la calle, bajo cristales ytejadillo, un periódico diario se ofrece a lalectura gratuita de peatones o ciclistas queparan la marcha y leen. La escritura chinaes ideográfica, con miles de caracteres, ca-da uno de los cuales tiene un significadodistinto, ya sea de objeto o de concepto,pero es inteligible para todos independien-temente de su dialecto o forma de pronun-ciar, como para nosotros los números ára-bes, 3, 5, 7, dentro de un texto inglés, tran-cés o alemán son inteligibles. De esta for-ma, la escritura es única para toda la Chi-na, aunque existen cientos de lenguas dife-rentes, y se convierte en la vía de entendi-miento para el pueblo. Si a este dato prác-tico sumamos el hecho de que asf comopara nosotros la palabra "civilización" tienesu raíz en la "civitas" latina, es decir, en laciudad, el equivalente en chino a este con-cepto, "Wen-hua", tiene esta traducción

literal: "La influencia transformadora de laescritura'". Este respeto por la escritura y ladificultad inmensa^ de su aprendizaje hanhecho que desde la más remota antig ŭe-dad la clase dominante fuese y sea el sa-bio, el escolar, por encima del guerrero 0del comerciante o del agricultor, siendoésta una de las claves más importantes ypeculiares de la cultura china.

NOTA DE COLOR

La Estación Central de Pekín es unamezcla de dudoso gusto entre la arquitec-tura tradicional china y la arquitectura dic-tatorial (énfasis en dejar pétrea huella, Ilá-mese la dictadura como se quiera, losejemplos de la Universidad de Moscú, elforo Mussolini o los Nuevos Ministerios deMadrid son buena prueba de semejanza).Se compone la estación de un bloque cen-tral modernista flanqueado por dos torrestipo pagoda, en las que se incrusta un granreloj de esfera negra. Las tejas son amari-Ilas vidriadas al uso tradicional, y bajo losaJeros, una fila de cerámica vidriada enamarillo y verde ofrece las únicas notas deadorno del conjunto del edificio.

EI hall central es grandioso..'Ampliosventanales, altísimas columnas, mármoles, en la Eatación Cantral (Pekin ► .

Vestibulo y eacalera

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doble escalera mecánica a ambos lados deun grupo de plantas y flores, altura detecho descomunal, inmensas lámparas chi-nas y un corredor circular a la altura delprimer piso forman todo un conjunto im-presionante. EI orden y la limpieza son ab-solutos. Los altavoces atruenan Ilamandodesde cada co.lumna por un pasillo largo,interminable, que da paso superior a todaslas vías. EI control de billetes se efectúa enla puerta que da paso a las escaleras queconducen al andén. Sin billetes sólo sepuede circular por el hall central y estepasillo larguísimo del primer piso. Con bi-Ilete sólo se puede circular por el andénque corresponde al tren en el que vamos aviajar.

EI billete de ida y vuelta cuesta 11.20yuans (aproximadamente, unas 700 pese-tas) a la Gran Muralla en el punto máspróximo a Pekín: Badaling. Son unos 70km. y el tren emplea dos horas en recorrerel trayecto. Una vez en la muralla, tendre-mos tres horas para recorrerla antes devolver a tomar el tren de vuelta.

6.000 KILOMETROS DE MURALLA

La Gran Muralla dicen que es la únicaobra humana que se aprecia sobre la Tierradesde los satélítes. Tiene una extensiónaproximada de unos 6.000 kilómetros. Seempezó a construir bajo las órdenes delEmperador Chin, el primero que unificó losviejos Estados feudales, y ante el posiblepeligro de invasión por los pueblos del Nor-te, los mongoles, construyó la Gran Murallachina. Pese a las dimensiones colosales, elempeño no surtió el efecto prometido y enla historia china se registran invasiones degentes del Norte que no Ilegan a superar lamuralla, la rodean por el extremo Oeste.Fue restaurada sucesivas veces, pero el es-fuerzo más fuerte por mantenerla en perfec-tas condiciones se efectuó bajo la dinastíaMing, fundada en 1368, empleando cienaños en restaurarla.

Prácticamente, permanece intacta; sinembargo, en la localidad de Badaling sehan reconstruido y reforzado unos dos kiló-metros, con el fin de que se aprecie en susjustas proporciones: ocho metros de alturade media, 6,5 de ancho en la base y 5,8 enla coronación.

Tiene regularmente torres de guardia, ycada cinco kilómetros, pequeños acuartela-mientos para los soldados. La muralla, ade-más de defensa, tenía funciones de señali-zación, con señales de humo durante el díay con fuegos en caso de emergencia por lanoche. Pero además servía como vía de co-municación. EI remate de la muralla, plano yalmenado, es un camino ancho por el quedicen las guias podían andar cuatro caballosen línea.

Nadie duda de que los caballos entra-sen, lo dudo^,o es que pudieran caminar ysubir unos escalones que Ilegan a tener 40cm. de altura, pues la muralla se ciñe a laorogra(ía del terreno montañoso en autén-tico alarde de íngeniería. Los sillares debase Ilegan a tener un metro de ancho yuna tonelada de peso, pero no es el tama-ño el asombro mayor, sino el viaje de lacantera a la cima del monte.

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Impreaionante viata del viaducto de Chengtu-Kunming.

UN MAR DE MONTAÑAS

EI paisaje es verde esmeralda, es un marde montañas, que se acercan sinuosamen-te y sin intermitencia hasta los pies y quese pierden en la lejanía sin límite. Viendo elcabalgar de la muralla sobre estas olasgigantes se tiene la sensación de estarviendo un dibujo infantil animado, un pro-ducto de la imaginación caprichoso, unsueño, un proyecto impensado e impensa-ble fuera de este país, donde el refrán reza:"Con hombres y tiempo, nada es impo-sible .

AI Norte de la muralla, la gran Ilanura delos pastizales, que, sin más obstáculos na-turales, enlaza con la Mongolia, se abre a la

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ensoñación histórica. Por aquí pasó MarcoPolo en su viaje fantástico a la China, poraquí entraría el Gran Khan en su conquistadel Imperio del Centro, por aquí estuvieronlos japoneses durante la segunda guerramundial... Y son las mismas piedras, losmismos montes y Ilanos, el mismo aire.Repito: la sensación física de pequeñez hu-mana nunca la había sentido tan vivamentefrente al paisaje, como en China.

EI trenecillo espera en la estaciónechando humo. Los pasos a nivel estánadornados de flores, el personal viste trajeMao azul marino y gorra de plato; la bande-rola roja y el silbato son universales. n L. E.(texto y fotos ► . .

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