Antigripales y vasoconstrictores

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T erapéutica en APS FMC. 2012;19(10):605-12 605 Introducción El resfriado común, la gripe y otros procesos infecciosos del tracto respiratorio superior son las causas por las que, habi- tualmente, se utilizan preparados anticatarrales y vasocons- trictores 1,2 . Los procesos infecciosos de las vías respiratorias superiores constituyen seguramente la causa más frecuente de consulta en la práctica clínica diaria y las enfermedades que más ausen- cia escolar y laboral producen 3,4 . En el ámbito pediátrico, la fiebre y los síntomas catarrales constituyen una de las consul- tas más frecuentes en atención primaria como en los servicios de urgencias, generando gran angustia en el entorno del niño 5 . El resfriado común es causado por diversos virus respira- torios, con mayor frecuencia rinovirus. Los adultos tienen un promedio de 2 a 4 episodios al año, y los niños pequeños pueden tener hasta 6 a 8 episodios 1 . En España, se ha com- probado que casi el 30% de las consultas médicas relaciona- das con la infección respiratoria son debidas a resfriados 3 . El resfriado común se caracteriza por dolor de garganta, malestar general y fiebre. Estos síntomas se resuelven en po- cos días, y son seguidos de congestión nasal y rinorrea. La tos se suele iniciar dentro de las 24 a 48 h después de la apa- rición de los primeros síntomas 1 . La sintomatología es muy similar a la de otros procesos respiratorios agudos como la gripe o enfermedad respiratoria infecciosa aguda, en este ca- so provocada por los virus gripales tipo A, B y C. Sus princi- pales síntomas son: dolor muscular, fiebre, malestar general y dolor de cabeza. Es difícil discernir los síntomas de la gri- pe de otras afecciones similares, como el resfriado común 6 , en cualquier caso, el tratamiento en este tipo de procesos in- Antigripales y vasoconstrictores Lucía Jamart Sánchez*, Carlos Barreda Velázquez y Silvia Herrero Hernández Farmacéuticos de Atención Primaria. Servicio Madrileño de Salud. Servicio de Farmacia de Atención Primaria de la Dirección Asistencial Noroeste. Madrid. España. *Correo electrónico: [email protected] Puntos clave La literatura sobre la eficacia de este tipo de preparados es muy inconsistente en rigurosidad, lo que dificulta la capacidad de hacer recomendaciones. Los antipiréticos son los únicos fármacos recomendados en el tratamiento de los síntomas asociados a la gripe, resfriado y otros procesos respiratorios similares. Los antipiréticos recomendados son el paracetamol o el ibuprofeno; la selección de uno u otro dependerá de la situación individual de cada paciente. La evidencia de los descongestionantes nasales es limitada, solo son eficaces para aliviar algunos de sus síntomas del resfriado en determinados pacientes. No están recomendados en niños menores de 12 años. La combinación de antihistamínicos con descongestionantes nasales podría tener un efecto beneficioso, aunque no hay evidencia suficiente para respaldar la recomendación. No están recomendados en menores de 12 años. La eficacia de antitusivos, mucolíticos y expectorantes es contradictoria, y no están exentos de efectos adversos. No se pueden recomendar de forma rutinaria para el tratamiento de la tos. El riesgo de efectos adversos con preparados antigripales aumenta en niños menores de 6 años de edad, debido a que las pautas para la dosificación proceden de datos extrapolados de adultos. No está justificado el tratamiento ni la profilaxis a largo plazo con vitamina C. No se puede recomendar zinc para la prevención o tratamiento del resfriado, debido a la inconsistencia de los estudios y a los posibles efectos secundarios. No se dispone de evidencia sólida para recomendar el uso de la equinácea en el tratamiento o prevención del resfriado. Palabras clave:

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Terapéutica en APS

FMC. 2012;19(10):605-12 605

Introducción

El resfriado común, la gripe y otros procesos infecciosos del tracto respiratorio superior son las causas por las que, habi-tualmente, se utilizan preparados anticatarrales y vasocons-trictores1,2.

Los procesos infecciosos de las vías respiratorias superiores constituyen seguramente la causa más frecuente de consulta en la práctica clínica diaria y las enfermedades que más ausen-cia escolar y laboral producen3,4. En el ámbito pediátrico, la fiebre y los síntomas catarrales constituyen una de las consul-tas más frecuentes en atención primaria como en los servicios de urgencias, generando gran angustia en el entorno del niño5.

El resfriado común es causado por diversos virus respira-torios, con mayor frecuencia rinovirus. Los adultos tienen un

promedio de 2 a 4 episodios al año, y los niños pequeños pueden tener hasta 6 a 8 episodios1. En España, se ha com-probado que casi el 30% de las consultas médicas relaciona-das con la infección respiratoria son debidas a resfriados3.

El resfriado común se caracteriza por dolor de garganta, malestar general y fiebre. Estos síntomas se resuelven en po-cos días, y son seguidos de congestión nasal y rinorrea. La tos se suele iniciar dentro de las 24 a 48 h después de la apa-rición de los primeros síntomas1. La sintomatología es muy similar a la de otros procesos respiratorios agudos como la gripe o enfermedad respiratoria infecciosa aguda, en este ca-so provocada por los virus gripales tipo A, B y C. Sus princi-pales síntomas son: dolor muscular, fiebre, malestar general y dolor de cabeza. Es difícil discernir los síntomas de la gri-pe de otras afecciones similares, como el resfriado común6, en cualquier caso, el tratamiento en este tipo de procesos in-

Antigripales y vasoconstrictoresLucía Jamart Sánchez*, Carlos Barreda Velázquez y Silvia Herrero Hernández

Farmacéuticos de Atención Primaria. Servicio Madrileño de Salud. Servicio de Farmacia de Atención Primaria de la Dirección Asistencial Noroeste.

Madrid. España.

*Correo electrónico: [email protected]

Puntos clave

● La literatura sobre la eficacia de este tipo de preparados es muy inconsistente en rigurosidad, lo que dificulta la capacidad de hacer recomendaciones.

● Los antipiréticos son los únicos fármacos recomendados en el tratamiento de los síntomas asociados a la gripe, resfriado y otros procesos respiratorios similares.

● Los antipiréticos recomendados son el paracetamol o el ibuprofeno; la selección de uno u otro dependerá de la situación individual de cada paciente.

● La evidencia de los descongestionantes nasales es limitada, solo son eficaces para aliviar algunos de sus síntomas del resfriado en determinados pacientes. No están recomendados en niños menores de 12 años.

● La combinación de antihistamínicos con descongestionantes nasales podría tener un efecto beneficioso, aunque no hay evidencia suficiente para respaldar la recomendación. No están recomendados en menores de 12 años.

● La eficacia de antitusivos, mucolíticos y expectorantes es contradictoria, y no están exentos de efectos adversos. No se pueden recomendar de forma rutinaria para el tratamiento de la tos.

● El riesgo de efectos adversos con preparados antigripales aumenta en niños menores de 6 años de edad, debido a que las pautas para la dosificación proceden de datos extrapolados de adultos.

● No está justificado el tratamiento ni la profilaxis a largo plazo con vitamina C.

● No se puede recomendar zinc para la prevención o tratamiento del resfriado, debido a la inconsistencia de los estudios y a los posibles efectos secundarios.

● No se dispone de evidencia sólida para recomendar el uso de la equinácea en el tratamiento o prevención del resfriado.

Palabras clave:

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fecciosos debe centrarse en el alivio de los síntomas, ya que no se dispone de antivirales eficaces en este tipo de afeccio-nes1,4.

Con frecuencia, se utilizan las especialidades farmacéuti-cas denominadas Over-The-Counter o especialidades farma-céuticas publicitarias que se componen de antihistamínicos, descongestivos nasales, antitusígenos, expectorantes… y que se utilizan solos o en combinación1,5.

La literatura sobre el tratamiento de estas afecciones es muy extensa, sin embargo, es inconsistente en rigurosidad. Aunque en la actualidad se dispone de numerosos estudios, estos presentan limitaciones importantes: la definición clíni-ca a menudo no es clara o es muy variable, los rangos de edad son amplios, con frecuencia, incluyen un número bajo de participantes, se estudian combinaciones de medicamen-tos, no se registra el cumplimiento, las variables principales de desenlace varían de un único síntoma a múltiples… Esta diversidad de los estudios da lugar a una gran heterogenei-dad de los resultados, lo cual limita la capacidad de hacer re-comendaciones seguras y específicas sobre el tratamiento farmacológico1.

AntipiréticosLos antipiréticos utilizados con más frecuencia en el trata-miento de la fiebre y dolor asociados a procesos infecciosos tales como el resfriado común y la gripe son la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno2.

La aspirina y el paracetamol se han utilizado durante dé-cadas como medicamentos Over-The-Counter antes de que las agencias reguladoras exigieran ensayos clínicos aleatori-zados (ECA) para garantizar su eficacia y seguridad2.

EficaciaNo se dispone de revisiones sistemáticas que apoyen el uso de los antipiréticos en el resfriado común7, aunque sí de una revisión no sistemática en la que se encuentra evidencia para respaldar la utilización de aspirina, paracetamol e ibupro- feno2,7.

El paracetamol se utiliza con frecuencia en el tratamiento de la fiebre asociada a procesos respiratorios agudos, y es adecuado en adultos, niños, ancianos y mujeres embaraza-das7. Aunque la evidencia que avala su eficacia, procede de la extrapolación de su uso en otras condiciones, tales como dolor de cabeza, muelas, dismenorrea y dolor posquirúrgico, se dispone de ECA en los que se encuentra que el paraceta-mol es eficaz en aliviar el dolor de garganta asociado con la infección del tracto respiratorio superior, y que reduce la fie-bre, dolor de cabeza, mialgia y malestar general7.

El ibuprofeno ha demostrado reducir la severidad de los síntomas y la fiebre en pacientes con infecciones del tracto respiratorio superior, y presenta una acción más prolongada que el paracetamol7.

En un metanálisis que comparaba la eficacia analgésica y antipirética del ibuprofeno y el paracetamol, se encontró ma-yor eficacia con ibuprofeno, tanto en población pediátrica como en adultos8.

Una revisión Cochrane publicada recientemente4 estudió los efectos de los agentes antiinflamatorios no esteroideos versus placebo y otros tratamientos sobre los signos y sínto-mas del resfriado común. Se incluyeron un total de 9 ECA, (1.064 pacientes) y se determinó su eficacia como analgési-co y en el alivio de síntomas tales como: congestión nasal, tos, estornudos… Para las medidas de resultado relacionadas con los efectos analgésicos (cefalea, dolor de oído, dolor muscular y de las articulaciones), los antiinflamatorios no esteroideos produjeron beneficios significativos, mientras que en el malestar general mostraron un beneficio dudoso.

En niños, tanto el ibuprofeno como el paracetamol son los fármacos más utilizados para combatir la fiebre5. Ambos an-titérmicos han demostrado una eficacia similar en ECA comparativos7. En un metanálisis, se encontró que una única dosis de ibuprofeno (4-10 mg/kg) y paracetamol (7-15 mg/kg) tiene una eficacia y seguridad similar como analgésicos y antipiréticos, mientras que ibuprofeno (5-10 mg/kg) fue más efectivo como antipirético que paracetamol (10-15 mg/kg) a las 2, 4, y 6 h tras su administración9.

El uso alternado del paracetamol y el ibuprofeno es una práctica ampliamente difundida en el ámbito pediátrico, a pesar de que no existe evidencia científica que avale la utili-zación secuencial de 2 antipiréticos. Por el contrario, hay constancia de que la probabilidad de dosificar erróneamente es mayor, siendo un riesgo potencial de toxicidad5.

SeguridadLa aspirina no se recomienda, ya que presenta de forma signifi-cativa más efectos adversos en comparación con paracetamol o ibuprofeno, y está contraindicada en niños menores de 16 años de edad debido al riesgo de síndrome de Reye2,7. La seguridad y los efectos adversos del paracetamol y el ibuprofeno provie-nen de datos acumulados procedentes de ECA, estudios de co-hortes y observacionales. El paracetamol es seguro cuando se dosifica correctamente; sin embargo, es hepatotóxico si se utili-zan dosis elevadas, debe usarse con precaución en personas que tienen un consumo excesivo de alcohol y problemas hepáticos.

El ibuprofeno es menos peligroso en caso de sobredosis, pero puede causar efectos adversos gastrointestinales, algu-nos de los cuales pueden ser graves o potencialmente morta-les (por ejemplo, úlcera perforante). Estos efectos son poco probables con el uso a corto plazo en este tipo de procesos. Las reacciones de hipersensibilidad (asma, rinitis, angioede-ma o urticaria) y los problemas renales son más probables con el ibuprofeno que con el paracetamol. El ibuprofeno de-be evitarse en el embarazo y en ancianos7 y se debe tener es-pecial precaución en pacientes con antecedentes de hiperten-sión y/o insuficiencia cardíaca7,10.

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Las dosis recomendadas de antipiréticos10-13 se reflejan en la tabla 1.

ConclusionesEn cuanto a los antipiréticos, se podría concluir que por eficacia y seguridad, tanto el paracetamol como el ibupro-feno son adecuados como fármacos de primera línea en el tratamiento del resfriado y otras infecciones del tracto res-piratorio superior, si bien habría que individualizar la elec-ción de uno u otro en función de las características de los pacientes7.

Descongestionantes nasalesSon vasoconstrictores que actúan como agonistas adrenérgi-cos; al reducir el aporte sanguíneo disminuyen la congestión y el edema de pared, facilitando la respiración nasal. Pueden administrarse por vía tópica (en aerosol nasal o gotas) o por vía sistémica5,7.

Los descongestionantes tópicos como: fenilefrina, trama-zolina, oximetazolina, xilometazolina, nafazolina tienen la ventaja de que no suelen causar reacciones simpaticomimé-ticas sistémicas, si bien su uso prolongado puede inducir ri-nitis de rebote, especialmente los derivados imidazólicos, como la oximetazolina, por lo que se aconseja no utilizarlos más de 2-5 días14.

Los descongestionantes sistémicos: efedrina, fenilpropa-nolamina, pseudoefedrina tienen la ventaja de que la dura-ción de su acción es mayor y producen menos irritación lo-cal. Tienen la desventaja de provocar más efectos en el ámbito sistémico14. Debido a su perfil de reacciones adver-sas, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sa-nitarios emitió una serie de recomendaciones para el uso de especialidades farmacéuticas que contengan descongestio-nantes sistémicos, tal y como se explica más adelante.

EficaciaLa literatura actual dispone de ECA con diferentes resulta-dos en función de las variables estudiadas15-18 y revisiones sistemáticas en las que se encuentra una eficacia moderada en el alivio de los síntomas con los descongestivos nasales tópicos y orales1.

En la última revisión Cochrane publicada19, se investigó la eficacia de los vasoconstrictores nasales, por vía tópica y oral, en el resfriado común. Se incluyeron 7 ECA, con un to-tal de 740 adultos. Los medicamentos estudiados fueron oxi-metazolina tópica, fenilpropanolamina por vía oral, y pseu-doefedrina oral.

Los estudios incluidos se dividían en 2 grupos: ECA que investigaban una dosis única de descongestionante y ECA que investigaban dosis múltiples. Tanto con la dosis única de descongestionante como con las dosis repetidas, se encontró una disminución modesta (6 y 4%, respectivamente), aunque estadísticamente significativa, en el alivio de los síntomas, y una mejoría de la resistencia nasal a la entrada del aire.

Los autores concluyeron que los descongestivos nasales pueden ser beneficiosos en algunos pacientes adultos para el alivio a corto plazo de la congestión nasal.

SeguridadAunque los vasoconstrictores, a las dosis utilizadas como descongestionantes, no suelen provocar efectos secundarios graves, no están exentos de riesgos como: aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca, insomnio7… Los principales efectos adversos se describen en la tabla 2.

No hay datos suficientes sobre el uso de estos medica-mentos en niños y, por lo tanto, no se recomiendan en niños menores de 12 años de edad5,19.

En una revisión publicada recientemente, se desaconseja la utilización de los anticongestivos nasales en niños meno-res de un año, mayores de 60 años y en pacientes con altera-ciones cardíacas20.

En el año 2000, se publicó un estudio epidemiológico21 en el que se encontró un incremento del riesgo de hemorra-gia cerebral en mujeres que recibían fenilpropanolamina a dosis altas para el tratamiento de la obesidad. Sin embargo, no se encontró un incremento estadísticamente significativo cuando se utilizaba como descongestivo en medicamentos antigripales. Como consecuencia de esta publicación, la Food and Drug Administration22 decidió retirar del mercado los medicamentos con fenilpropanolamina utilizados como supresores del apetito. A pesar de que en España no existe autorizado ningún medicamento que contenga fenilpropano-lamina para la supresión del apetito, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios23 evaluó el balance beneficio-riesgo de los productos que contenían fenilpropa-nolamina y decidió tomar las siguiente medidas:

-mina a 100 mg por día para adultos.

-cando que: los medicamentos que contienen fenilpropanola-mina u otros agentes simpaticomiméticos (fenilefrina, pseu-doefedrina) están contraindicados en pacientes con hipertensión arterial, hipertiroidismo, enfermedad coronaria

TABLA 1. Antipiréticos recomendados en procesos respiratorios agudos

Antipiréticos Niños Adultos

Paracetamol 60 mg/kg/día repartidos

en 4-6 tomas: 15 mg/

kg/6 h o 10 mg/kg/4 h

500 mg/4-6 h.

Máximo de 4 g

al día

Ibuprofeno 20 o 30 mg/kg/día

repartidos en 3-4 tomas

800-1.600 mg/día

repartidos en

3-4 tomas

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y aquellos tratados con inhibidores de la monoaminooxida-sa. Deben administrarse con precaución en pacientes con glaucoma, hipertrofia prostática y diabetes, ya que pueden agravar estos cuadros.

ConclusionesA pesar de que la evidencia de los descongestionantes nasa-les es limitada y solo es útil para aliviar algunos de sus sín-tomas de resfriado, se podría concluir que una dosis única de descongestionante nasal presenta una eficacia moderada a corto plazo en el alivio de la congestión nasal en adultos. Es-te beneficio se reduce con dosis repetidas, además de que con el uso prolongado de descongestionantes nasales puede ocurrir un efecto de rebote7.

Los vasoconstrictores por vía oral podrían ser beneficio-sos para algunos pacientes utilizándolos como máximo de 5 a 7 días7.

En España, no se recomiendan en niños menores de 12 años de edad.

Antihistamínicos

Son antagonistas de los receptores H1, sin acción sobre los H2 gástricos. Dentro de los antihistamínicos H1, existe un grupo que no atraviesa la barrera hematoencefálica, no provocando apenas somnolencia a las dosis habituales; se denominan antihistamínicos no sedantes o de segunda ge-neración5. En España, los preparados antigripales contie-nen antihistamínicos sedantes, concretamente la clorfeni-ramina.

EficaciaLos antihistamínicos han demostrado ser eficaces en el trata-miento de la rinitis alérgica7, sin embargo, la utilización de este grupo de fármacos en las afecciones del tracto respirato-rio superior es una práctica muy extendida, a pesar de que en la congestión nasal y rinorrea asociada a este tipo de proce-sos intervienen mecanismos que difieren de aquellos que causan los síntomas relacionados con las alergias1.

TABLA 2. Efectos adversos asociados a los grupos terapéuticos empleados en los preparados anticatarrales

Grupo terapéutico Principios activos Efectos adversos

Antipiréticos Paracetamol Malestar, hipotensión, niveles aumentados de

transaminasas hepáticas

Ibuprofeno Trastornos gastrointestinales, erupción cutánea, fatiga,

somnolencia, cefalea, mareo, vértigo

Descongestivos En preparados de acción local Estornudos, irritación, picor, quemazón, sequedad,

rinorrea y congestión de rebote. Raramente,

somnolencia, mareo vértigos, náuseas, vómitos,

nerviosismo, palpitaciones, hipertensión arterial,

bradicardia, sudoración

Fenilefrina

Nafazolina

Oximetazolina

Tramazolina

Xilometazolina

No recomendados en < 12 años

En preparados de acción sistémica Náuseas, vómitos, dispepsia, sequedad de boca,

insomnio, cefaleas, somnolencia, nerviosismo,

mareo, taquicardia, bradicardia, arritmias,

hipertensión, temblores, palpitaciones, disnea

Pseudoefedrina

Fenilefrina

Fenilpropanolamina

No recomendados en < 12 años

Antihistamínicos Clorfeniramina Somnolencia, mareos, disminución de la capacidad

de reacción, sequedad de boca, estreñimiento,

náuseas, vómitosNo recomendado en < 12 años

Antitusígenos Dextrometorfano: no recomendado en < 2 años Somnolencia, estreñimiento, náuseas, vértigo,

confusión mental, depresión respiratoria, euforiaDihidrocodeína: a partir de 4 meses

Codeína: no recomendado en < 2 años

Dimemorfano: a partir de 6 meses

Expectorantes y mucolíticos Bromhexina: no recomendado en < 12 años Náuseas, diarrea, mareo, cefalea

Ambroxol

Carbocisteína: no recomendado en < 12 años

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Los ECA han mostrado efectos contradictorios en cuanto al beneficio de los antihistamínicos en el alivio de los sínto-mas asociados a infecciones respiratorias1,7.

Una revisión Cochrane24 investigó la eficacia de los antihis- tamínicos en el alivio de los síntomas nasales y en la dura-ción del resfriado común. Se analizó, por un lado, el papel de los antihistamínicos en monoterapia (22 ECA), y por otro, la eficacia en tratamientos combinados con otros fár-macos (13 ECA). Los autores concluyeron que los antihista-mínicos en monoterapia no son beneficiosos en el alivio de los síntomas catarrales como la congestión nasal, la rinorrea o los estornudos, y no afectan a la percepción subjetiva de la mejoría clínica en niños ni adultos.

En el caso de las combinaciones con descongestionantes, analgésicos y antitusígenos, mostraron un beneficio global pequeño en adolescentes y adultos, sin embargo, si se tienen en cuenta los efectos adversos que pueden causar no está claro que el balance beneficio-riesgo sea positivo. Dos de los estudios investigaron la eficacia del tratamiento combinado en niños, sin encontrar ningún beneficio en esta población.

Por otro lado, una revisión publicada recientemente25 concluyó que no se dispone de evidencia suficiente para res-paldar el uso de los antihistamínicos no sedantes en el trata-miento del resfriado común.

SeguridadLos efectos adversos están asociados principalmente a los antihistamínicos de primera generación, siendo los más fre-cuentes la somnolencia y los efectos gastrointestinales7,26.

Los efectos adversos más relevantes se muestran en la tabla 2.

ConclusionesLa monoterapia con antihistamínicos no está recomendada en niños, y en adultos debe utilizarse con precaución1.

La combinación de antihistamínicos con descongestionan-tes nasales podría tener un efecto beneficioso en el alivio de la obstrucción nasal, rinorrea y estornudos en adolescentes y adultos, pero es importante tener en cuenta que los estudios son de baja calidad metodológica, y el beneficio encontrado es muy moderado y probablemente sin significación clínica1. No hay evidencia suficiente para respaldar la recomendación de su uso en este tipo de procesos7.

En España, no están recomendados en niños menores de 12 años. En niños menores de 2 años no se deben utilizar es-tas combinaciones, porque la evidencia muestra que no son eficaces y los efectos secundarios pueden ser peligrosos en este grupo de edad7.

AntitusígenosLa tos aguda debida a la infección de las vías respiratorias altas es una causa de automedicación frecuente, sin embar-

go, suele ser autolimitada y raramente precisa de interven-ción médica o de tratamiento con antitusígenos7,27.

La mayor parte de los antitusivos empleados son deriva-dos de los opiáceos, por lo que hay que tener especial pre-caución en niños.

EficaciaUna revisión Cochrane28 evaluó los efectos de los medica-mentos para la tos sin prescripción y de venta libre. Se inclu-yeron 25 ECA (17 en adultos, 8 en niños) con 3.492 partici-pantes (2.876 adultos y 616 niños). Los resultados con antitusivos, antihistamínicos y combinaciones de distintos fár-macos no mostraron eficacia frente a placebo. Los autores concluyeron que no existen pruebas convincentes a favor o en contra de la efectividad de los fármacos de venta libre en la tos aguda, aunque los resultados deben interpretarse con cau-tela debido a las diferencias en las características y en la cali-dad de los estudios. En niños, los beneficios de estos fármacos fueron no consistentes y de relevancia clínica cuestionable.

Con codeína, se encontró un beneficio muy modesto en 6 ECA en adultos7 y no mostró eficacia frente a placebo en la revisión Cochrane anterior28.

Dextrometorfano demostró reducir la tos aguda en un me-tanálisis29, sin embargo, otras publicaciones consideran su eficacia bastante cuestionable7. En la revisión Cochrane28 anterior, se incluyeron 3 estudios con deficiencias metodoló-gicas importantes, en los que se encontró beneficio con dex-trometorfano 30 mg en una dosis única frente a placebo.

Dos estudios posteriores demostraron que una dosis de 30 mg de dextrometorfano disminuía la frecuencia de la tos30,31, los accesos y el esfuerzo de la tos31, ambos con res-pecto a placebo.

Por otro lado, las recomendaciones del British Thoracic Society Cough Guideline Group postulan que se produce mayor supresión de la tos a dosis de 60 mg, y que la mayor parte de las pautas de utilización de este fármaco son subte-rapéuticas27.

SeguridadLos antitusígenos pueden producir náuseas, vómitos, dolor abdominal7… Los principales efectos adversos se muestran en la tabla 2.

Expectorantes y mucolíticosLos expectorantes aumentan la secreción de las vías respira-torias y estimulan la actividad ciliar32. Los mucolíticos ac-túan como fluidificantes de las secreciones del árbol respira-torio, están muy extendidos en pediatría5.

EficaciaUna revisión Cochrane33 evaluó la eficacia y seguridad de la acetilcisteína y la carbocisteína en las infecciones agudas de

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las vías aéreas superiores e inferiores en niños sin enferme-dad broncopulmonar crónica. Se incluyeron 6 ECA con 497 participantes, mostrando algunos beneficios aunque de esca-sa relevancia clínica.

Los autores concluyeron que la acetilcisteína y la carbo-cisteína parecen tener una eficacia limitada y ser seguras en niños mayores de 2 años, aunque los resultados deben ser in-terpretados con cautela, ya que el número de participantes fue bajo y los estudios incluidos eran de calidad metodológi-ca dudosa.

Los mucolíticos han mostrado un posible beneficio en ni-ños y adultos en 2 ECA7. Los expectorantes han mostrado eficacia en adultos, aunque no se conoce su relevancia clíni-ca. En 2 ECA en los que se evaluó la eficacia de guaifenesi-na en adultos frente a placebo, se encontraron resultados contradictorios. No se dispone de estudios en niños7.

SeguridadLos expectorantes y mucolíticos pueden producir náuseas, diarrea, mareos, dolor de cabeza, pero generalmente se tole-ran bien34.

Los principales efectos adversos de los expectorantes y mucolíticos se muestran en la tabla 2.

ConclusionesLa eficacia de estos antitusivos, expectorantes y mucolíticos es escasa, a menudo contradictoria, y no están exentos de efectos adversos, por lo que no se pueden recomendar de forma rutinaria para el tratamiento de la tos7.

Seguridad de los preparados antigripales en niños

En la actualidad, no se dispone de datos suficientes sobre el uso de estos medicamentos en niños, y no se recomiendan en menores de 12 años de edad5. Por otro lado, se han des-crito casos de toxicidad grave en niños pequeños por el uso de este tipo de medicamentos, concretamente se han relacio-nado episodios de arritmias cardíacas y otros eventos cardio-vasculares con los descongestionantes, alucinaciones con antihistamínicos, y depresión de los niveles de conciencia y encefalopatía con antitusivos31.

En un informe del Centers For Disease Control and Pre-vention se registraron 1.500 visitas a urgencias durante los años 2004 y 2005, en niños menores de 2 años de edad que habían recibido productos para la tos o para el resfriado35. En Estados Unidos, se identificaron entre el año 2000 y 2007, 20 muertes relacionadas con el uso de estos prepara-dos en niños, la mayoría en menores de 2 años34.

El peligro de estos medicamentos aumenta en los niños menores de 6 años de edad, debido a que las pautas para la dosificación de estos fármacos proceden de datos extrapola-

dos de adultos; sin embargo, la fisiología, biodisponibilidad y toxicidad es muy diferente en estos rangos de edad34.

La Comisión de Medicamentos Humanos de la Agencia Reguladora de Fármacos y Productos para la Salud de Reino Unido decidió prohibir los anticatarrales sin receta médica en menores de 6 años5,7. La Food and Drug Administration decidió en el año 2007 considerar inadecuada la administra-ción de medicamentos contra la tos y el catarro a niños me-nores de 6 años34.

Terapias complementarias y alternativas

Otras terapias complementarias y alternativas utilizadas para estos procesos incluyen la vitamina C, el zinc, y la equiná-cea1.

Vitamina CLa función de la vitamina C en la prevención y el tratamien-to del resfriado común ha sido objeto de polémica durante muchos años. Una revisión Cochrane investigó si la dosis diaria de 0,2 g o superiores de vitamina C por vía oral son eficaces en reducir la incidencia, la duración o la gravedad del resfriado común, cuando se usa como profilaxis continua o como tratamiento después de la aparición de los síntomas. En los 7 ensayos clínicos en los que la vitamina C se admi-nistraba de forma terapéutica y al comienzo de la enferme-dad, no se encontraron efectos consistentes sobre la duración o la gravedad de los síntomas. Los datos sobre el uso profi-láctico de la vitamina C proceden de 29 comparaciones (9.649 episodios), y muestran un beneficio modesto, pero consistente y estadísticamente significativo (8% en adultos, y 13% en niños) en la duración de la enfermedad. Con res-pecto a los días de permanencia en el domicilio o sin asistir al trabajo o al colegio, mostró un beneficio estadísticamente significativo, aunque moderado en términos absolutos. Los suplementos no mostraron eficacia en disminuir la inciden-cia de los resfriados en la población general. Los autores concluyeron que estos resultados no justifican la recomenda-ción de la profilaxis a largo plazo con vitamina C36.

ZincEl zinc inhibe el crecimiento viral, por lo que se ha utilizado para reducir los síntomas asociados a procesos respiratorios agudos. Los ECA que han estudiado el posible beneficio del zinc muestran resultados contradictorios en este sentido1.

Una revisión Cochrane37 investigó el beneficio del zinc en los síntomas asociados al resfriado común. Se incluyeron 13 ECA controlados con placebo (966 pacientes), en los que se analizaba el efecto terapéutico del zinc administrado du-rante al menos 5 días, y 2 ECA preventivos (394 participan-tes) en los que se administraba durante al menos 5 meses. El

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zinc administrado dentro de las 24 h del inicio de los sínto-mas redujo la duración y severidad del resfriado común en personas sanas. Su utilización como profiláctico, durante al menos 5 meses, disminuye la incidencia del resfriado, el ab-sentismo escolar y la prescripción de antibióticos en los ni-ños.

Los autores concluyeron que no se puede recomendar zinc para la prevención o tratamiento del resfriado, debido a la inconsistencia de los estudios (diferencias en las poblacio-nes incluidas, dosis, formulaciones y duración del tratamien-to), y a los posibles efectos secundarios.

EquináceaLos extractos de la planta Echinacea son ampliamente utili-zados en algunos países europeos y en los Estados Unidos para el tratamiento del resfriado común.

Una revisión Cochrane38 analizó los datos procedentes de ECA que comparaban monopreparados de Echinacea con placebo, ningún tratamiento u otro tratamiento para la pre-vención o el tratamiento del resfriado común. Los autores pusieron de manifiesto las dificultades encontradas a la hora de realizar una interpretación correcta de los resultados: los preparados de Echinacea probados en los ECA son muy di-versos, los enfoques de los estudios y los métodos para la evaluación del resfriado fueron sumamente variables, los re-sultados fueron muy heterogéneos, además de un posible sesgo de notificación, por el que se tendió a informar solo aquellos resultados que fueron estadísticamente significati-vos. Finalmente, los autores concluyeron que no se dispone de evidencia sólida para recomendar el uso de la equinácea en el tratamiento o prevención del resfriado.

Un ECA publicado posteriormente, cuyo objetivo fue eva-luar los posibles beneficios de la equinácea en el resfriado común, no encontró diferencias estadísticamente significati-vas frente a placebo en la duración y severidad de los sínto-mas39.

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