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LA COMPRENSIN DE TEXTOS1ROLF A. ZWAAN

Florida State UniversityMURRAY SINGER

University of Manitoba

La comprensin de textos es parte de la rutina diaria para la mayora de los individuos de 6 y ms aos. Leemos textos por mltiples razones. Queremos informarnos acerca de la situacin mundial, aprender acerca de nuevos campos de conocimiento, escapar hacia mundos ficticios y desarrollar ciertas acciones (por ejemplo, completar una declaracin de impuestos). La habilidad para lograr todo lo anterior, basada en procesos perceptivos que nuestro ojos se fijan en las marcas negras sobre un fondo blanco y luego se desplazan a un nuevo grupo de marcas, es con certeza uno de los logros ms destacados de nuestra especie. Los investigadores en la comprensin de textos estn descubriendo, de forma lenta pero certera, el grupo de mecanismos cognitivos altamente complejos que subyacen en nuestra habilidad para comprender los textos. Al hacer esto, han desarrollado una impresionante serie de teoras y herramientas para probarlas. Este captulo entrega una visin general de dicho trabajo. La pregunta acerca de cmo las personas convierten esas marcas negras proverbiales sobre un fondo blanco en historias en sus mentes es, en y por s misma, fascinante. En nuestro intento por responder a esta pregunta, estamos aprendiendo, en gran medida, acerca de lo que nos hace ser humanos. Despus de todo, no compartimos la habilidad para comprender el lenguaje con ningn otro animal. Sin embargo, la investigacin acerca de la comprensin de textos tiene adems una importancia prctica distintiva. Por ejemplo, este tipo de investigacin entrega informacin til acerca de cmo los documentos (manuales, cuestionarios, prescripciones mdicas, textos educaciones) pueden ser escritos de forma tal que la informacin que entregan sea percibida de la forma ms clara posible. UN MARCO TERICO PARA LA COMPRENSIN DE TEXTOS Una hiptesis fundamental de este captulo es que la comprensin de textos es una instancia de procesamiento de informacin muy compleja, y que por lo tanto obedece principios generales de la cognicin. En esta seccin, utilizamos la influyente teora de la construccin integracin (Kintsch, 1988, 1998; vase adems Kintsch, 1974; Kintsch y van Dijk, 1978) como una ilustracin de un marco terico para la comprensin de textos. A pesar que los componentes individuales de la construccin e integracin son aun discutidos, muchos de los principios que abarca son generalmente aceptados en este campo.1

Ttulo original Text Comprehension, publicado en: Graesser, A., Gernsbacher, M.A. & Goldman, S. (Eds.) (2003), Handbook of Discourse Processes. Mahwah, NJ: LEA. Pp. 83-121. Traduccin de Paulina Subiabre y Bernardo Riffo.

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La teora asume que quienes comprenden procesan el texto por partes (clusulas u oraciones). El procesamiento de cada parte incluye una fase de construccin y una de integracin. Durante la fase de construccin, los procesos de menor nivel, como el anlisis ortogrfico, la recuperacin de palabras y el anlisis gramatical, estructuran la parte del texto que se est leyendo en unidades significativas llamadas proposiciones (Carrol, 1978; Clark y Clark, 1977; Kintsch, 1974; Townsend y Bever, 1982). Por ejemplo, la proposicin derivada de la oracin de entrada Alicia abri la puerta de madera con la llave se representa en P1 (ABRIR, AGENTE: ALICIA, PACIENTE: PUERTA, INSTRUMENTO: LLAVE), P2 (DE MADERA, PUERTA). Cada proposicin incluye un predicado que, utilizando dicha notacin, se escribe primero (por ejemplo, ABRIR). La proposicin incluye adems uno o ms conceptos llamados argumentos, cada uno de los cuales cumple una funcin semntica distintiva. Diversas demostraciones han sostenido la validez psicolgica de la proposicin. El tiempo de lectura de los textos aumenta sistemticamente con el nmero de (a) proposiciones que mantienen un nmero constante de palabras (Kintsch y Keenan, 1973) y (b) los diferentes argumentos del texto, con un nmero constante de proposiciones (Kintsch, Kozminsky, Streby, McKoon y Keenan, 1975). Este anlisis sugiere adems, que los argumentos que aparecen en la misma proposicin se conectan con mayor fuerza en la memoria que los conceptos de diferentes proposiciones (Ratcliff y McKoon, 1978; Weisberg, 1969). Durante la fase de construccin, las proposiciones que son expresadas directamente en el texto se organizan en una red de coherencia. Se propone que esta red incluya distintos tipos de ideas. En esta red estn contenidas: (a) asociaciones inmediatas a las ideas del texto (por ejemplo, la palabras SPY e INSECT se asocian con la palabra BUG, incluso en contextos relacionados al espionaje)2; (b) inferencias que contribuyen a la coherencia del texto y (c) generalizaciones del texto (por ejemplo, el estudiante esparci polvo de tiza en la silla podra generalizarse de la forma HACER TRAVESURAS). Durante la fase subsiguiente de integracin del proceso, la activacin se ha acumulado en la red de aquellas proposiciones que estn ms conectadas internamente con otras. En este proceso, existe una desactivacin de los conceptos inapropiados contextualmente, como la asociacin a INSECT de la palabra BUG en contextos relacionados el espionaje. La distribucin de la activacin ha sido analizada en forma de algoritmos matemticos (por ejemplo, Kintsch, 1988; Rumelhart y McClelland, 1986). Estos procesos de lengua y discurso interactan de forma continua con los distintos sistemas de la memoria. Los procesos de la fase de integracin modifican la red de coherencia original para producir representaciones del texto en la memoria a largo plazo (Kintsch y Welsh, 1991). Al final de cada ciclo de construccin integracin, un pequeo nmero de elementos altamente activos de la clusula analizada se mantienen por sobre la capacidad limitada de la memoria temporal (Baddeley, 1986) para un procesamiento2

N. del T.: La palabra BUG denota una accin tpica del espionaje como ocultar un micrfono o grabadora, adems de, como sustantivo, un micrfono oculto y un insecto, particularmente un chinche.

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posterior (Fletcher, 1981; Kintsch y van Dijk, 1978). Es debido a la virtud de este traspaso que se puede construir una representacin textual coherente, La codificacin de un texto en la memoria a largo plazo consiste en mltiples niveles de representacin, la estructura de superficie, una representacin mental de la redaccin real del texto, la base del texto, una representacin mental de la informacin semntica expresada explcitamente en el texto y el modelo de situacin, una representacin mental del estado de los asuntos denotados en el texto. Estos niveles de representacin sern analizados posteriormente. Sin embargo, primero examinaremos los mtodos utilizados tpicamente en la investigacin en el rea de la comprensin de textos. MTODOS DE INVESTIGACIN EN COMPRENSIN DE TEXTOS Los mtodos utilizados de forma ms tpica en la comprensin de textos pueden ser divididos en dos categoras. La primera categora propone la comprensin de textos como si sta se desplegase. Estos mtodos se denominan mtodos en lnea. La segunda categora de mtodos, histricamente ms antigua que la primera, se centra en los resultados del proceso de comprensin, es decir, en las representaciones mentales almacenadas en la memoria a largo plazo de quien comprende. Estos mtodos denominan mtodos de la memoria. Mtodos en Lnea Los mtodos en lnea se pueden subdividir en cuatro tipos: mediciones de la carga de procesamiento, mediciones de la activacin, mediciones del contenido de informacin y mediciones de la actividad cerebral. Mediciones de la carga de procesamiento Las mediciones de la carga del procesamiento se utilizan para inferir acerca de las cantidades relativas de fuentes cognitivas que se necesitan para procesar informacin lingstica. Esta idea yace en la antigua hiptesis (Donders 1868/1969) que plantea que los procesos que requieren de mayores fuentes de la memoria o atencionales demandan ms tiempo que los procesos que requieren menos fuentes. Existen diversas formas de medicin del tiempo de procesamiento. El mtodo tal vez ms utilizado en la investigacin de la comprensin de textos son los ejercicios de lectura a un ritmo individual en que las personas ven partes de un texto, ms tpicamente clusulas u oraciones individuales, en una pantalla de computador. Luego avanzan en el texto presionando una tecla o el botn del mouse y el computador mide los tiempos de lectura. A pesar que este mtodo no es tan preciso como los que se presentan a continuacin, es lo suficientemente preciso como para aprovechar muchos de los procesos en que se interesan los psiclogos del discurso. El ejercicio de desplazamiento de ventanas permite mediciones ms precisas. En este ejercicio se muestran los textos en su totalidad (o una pgina a la vez) en una pantalla de computador, pero con todas las letras reemplazadas por guiones o separaciones oblicuas

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(slashes). Al presionar una tecla o el botn, el lector hace visibles las palabras y, al presionar nuevamente, las palabras cambian a guiones y aparece una nueva palabra. Es como si el lector pasara por una pequea ventana hasta llegar al texto oculto. De este modo, se pueden obtener los tiempos de lectura a partir de cada palabra del texto mientras el lector todava tiene una idea general de su estructura. Las dos tareas anteriores comparten la caracterstica de originarse a partir de la presin de teclas para medir los tiempos de lectura. As, el resultado de stos no slo refleja el tiempo utilizado en leer una oracin, sino el tiempo requerido para cambiar la atencin de la comprensin al hecho de presionar una tecla y ejecutar una respuesta motora. Es ms, existe la posibilidad que los tiempos de respuesta no sean provocados por la cantidad de esfuerzo cognitivo involucrado, sino por la tendencia a presionar las teclas rtmicamente. El mtodo de registro visual no tiene tales desventajas (para un anlisis prctico, vase Rayner y Sereno, 1994). Con este mtodo, los textos son presentados en una pantalla de computador y los movimientos oculares del participante son registrados por pequeas cmaras mientras ste procesa el texto. De esta forma, no est involucrado el proceso de presionar teclas. Contrario a lo que la mayora de las personas creen, la lectura no es una serie de barridos horizontales suaves del ojo sobre una pgina. Por el contrario, el ojo realiza una pausa para obtener informacin y luego pasa a la prxima palabra (algunas palabras cortas y predecibles como los artculos son a menudo omitidas). Las pausas se conocen como fijaciones y las pausas como saltos. Un tercer tipo de movimiento ocular se conoce como regresin. Las regresiones ocurren cuando el movimiento del ojo retrocede a una palabra anterior de la oracin. Junto con las fijaciones prolongadas, las regresiones son vistas como indicadores de las dificultades en el procesamiento del texto. As, el registro ocular permite una mayor precisin que los dos mtodos anteriores. Sin embargo y a menudo, esta precisin no es necesaria; debido a que el mtodo es relativamente costoso y el trabajo involucrado es demasiado intensivo (el instrumento que registra los movimientos debe ser calibrado para cada participante), muchos investigadores prefieren utilizar los mtodos que involucran la presin de teclas. Mediciones de la activacin Se utilizan varios tipos de medicin para registrar la disponibilidad de la informacin que se entrega a los lectores mientras stos comprenden un texto. Tales mediciones permiten al investigador obtener una idea de la representacin mental mientras sta se desarrolla en la mente del lector. Los tres mtodos ms comunes para medir la activacin son: las decisiones lxicas, la denominacin y el reconocimiento de prueba. Las decisiones lxicas. En los experimentos tradicionales de toma de decisiones lxicas (Meyer y Schvaneveldt, 1971), se muestra a las personas una serie de letras y deben determinar si es una palabra. Uno de los principales descubrimiento realizados fue que la decisin lxica para una palabra como doctor es ms rpida cuando le precede una asociacin inmediata como enfermera que por una palabra no relacionada como pan o por una fila de x. Esto implica que la palabra enfermera activa o prepara su asociacin ms inmediata, doctor. En aplicaciones de este procedimiento en la investigacin de la

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comprensin de texto, una o ms palabras del texto son utilizadas como preparadores y las latencias de la decisin lxica se utilizan para inferir acerca del grado en el que los conceptos se activan. As, podemos presentar la oracin inicial de Alicia en el Pas de las Maravillas: 1. Alicia empezaba a cansarse de estar sentada junto a su hermana en el banco sin tener nada que hacer. Seguida por el tem de decisin lxica aburrida. La prediccin podra ser que, si las personas infieren que Alicia estaba aburrida, los tiempos de decisin lxica con esta palabra debieran ser ms cortos que aquellos asociados a una palabra de control. Esto se debe a que la palabra aburrida fue activada durante la lectura de la oracin, facilitando as la decisin lxica cuando dicha palabra aparece en la pantalla. La denominacin. De forma similar, podemos evaluar la activacin simplemente solicitando a los participantes que pronuncien palabras. En estas circunstancias, la hiptesis es que la preparacin reduce las latencias de denominacin. Se ha discutido que este mtodo tiene mayores ventajas que el de decisin lxica, debido a que este ltimo no involucra un componente de respuesta guiada (si no) (Potts, Keenan y Golding, 1988). Otra ventaja es que el procedimiento de las pruebas de denominacin requiere menos temes que el de decisin lxica, las que necesitan que cerca de la mitad de los temes de las pruebas carezcan de palabras. El reconocimiento de prueba. Una tercera forma de evaluar la activacin es a travs de la utilizacin de pruebas de reconocimiento. En este mtodo, se presenta una palabra y la tarea de los participantes consiste en indicar si hasta el momento, sta aparece en el texto. La prueba de reconocimiento comparte con la decisin lxica el hecho que involucra un componente de toma de decisiones y por lo tanto, requiere ms itemes que el mtodo de denominacin. Es ms, podra discutirse que la prueba de reconocimiento se centra en la atencin que pone el participante en la estructura superficial del texto. Sin embargo, muchos experimentos han demostrado que el procedimiento es sensible a los niveles del modelo de situacin del procesamiento. Gordon, Hendrick y Forster (2000) han identificado recientemente una probable desventaja de las pruebas de reconocimiento. Es algunos diseos experimentales, los participantes parecieron utilizar una estrategia en la que guardaban un registro de las palabras que podran ser consideradas en la prueba. Sin embargo, es posible que este problema sea confinado a aquellas situaciones en que la cantidad de palabras que deben reconocerse sea pequea. Mediciones del contenido de la informacin Las medidas de activacin permiten al investigador realizar inferencias acerca de los aspectos especficos del contenido y de la estructura de la representacin mental que se construye durante el proceso de comprensin. Por el contrario, las mediciones del contenido de la informacin entregan informacin mucho ms extensiva. Sin embargo, la

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pregunta es hasta qu punto stas reflejan los procesos que realmente ocurren durante la comprensin en lnea o hasta qu punto reflejan las demandas de los experimentos. Una instancia particular de las mediciones de contenido de la informacin es el protocolo de pensamiento en voz alta. Estos protocolos se han utilizado ampliamente en investigaciones relacionadas con la memoria y sus dominios. En aplicaciones de la comprensin de textos, se presenta a los participantes una oracin o clusula a la vez y se les pide que la comenten lo que entienden de dicha oracin o clusula, en el contexto de lo que estn leyendo. Se plantea que el mtodo de pensamiento en voz alta entrega una ventana apropiada hacia los procesos cognitivos involucrados si la tarea est bien definida (Ericsson y Simon, 1993). A pesar de que el caso es frecuente en experimentos de resolucin de problemas, no lo es tanto en experimentos de comprensin del lenguaje. Debido a esta razn, los protocolos de pensamiento en voz alta se utilizan ms a menudo como mtodos exploratorios junto con la medicin de la activacin, utilizando esta ltima como un instrumento de comprobacin de hiptesis. Un buen ejemplo de esto es el estudio de Trabasso y Suh (1993). Trabasso y Magliano (1996) desarrollaron un procedimiento detallado para analizar los protocolos de pensamiento en voz alta (vase adems Magliano y Graesser, 1991). Otra forma de evocar informacin es a travs del procedimiento de preguntas y respuestas, en que se pide a los participantes que respondan a preguntas especficas acerca de los aspectos de un texto (por ejemplo, por qu sucedi tal o cual hecho). Graeeser y Clark (1985) utilizaron este procedimiento para descubrir el campo de informacin que puede ser activada durante la comprensin en lnea de un segmento de un texto particular. Es adems posible obtener informacin acerca de los contenidos de las representaciones mentales de las personas estudiadas, pidindoles que completen un fragmento del texto. Presumiblemente, los diferentes instrumentos utilizados por los lingistas provocan distintas respuestas. Por ejemplo Gernsbacher y Schroyer (1989) demostraron cmo un pronombre catafrico como ste (por ejemplo, el huevo en Ella encontr este huevo en la playa) incit a los participantes a mantener su referente en los ejemplos siguientes, incluso con el artculo indefinido un (en Ella encontr un huevo en la playa). Las mediciones de contenido proporcionaron importantes descubrimientos acerca de la comprensin de textos. Sin embargo, estas pueden ser utilizadas como instrumentos exploratorios, junto con las herramientas para la comprobacin de hiptesis, para participar de procedimientos en lnea, como en los de carga de procedimiento y de medicin de la activacin. Esto se debe a la vulnerabilidad potencial de la medicin de contenidos para los procesos estratgicos utilizados por los participantes. Medicin de la actividad cerebral Un descubrimiento realizado recientemente, a partir de un estudio de la comprensin del discurso, es la utilizacin de la medicin de actividad cerebral. El mtodo para medir Potenciales Relacionados a los Eventos (PRE)3, que utiliza electrodos en los3

N. del T.: PRE, del ingls ERP, event-related potentials.

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participantes, ha sido utilizado por bastante tiempo en el estudio de los procesos de lenguaje. Sin embargo recientemente, la mayora de sus aplicaciones se relacionaba al nivel de la palabra u oracin. Un patrn de actividad elctrica conocido como N400, resulta de particular importancia para la comprensin del lenguaje (vase Kutas, Federmeier y Sereno, 1999; Kutas y van Petten, 1994); ste fue descrito como un cambio negativo en la actividad que ocurri en 400 individuos (ms) despus de la presentacin de estmulos. Se cree que el patrn N400 refleja ciertas dificultades en la integracin semntica. Por ejemplo, en la oracin l hizo el agujero con una pizza, pizza podra integrar un N400 con mayor amplitud que si la ultima palabra fuese pala. Recientemente, van Berkum, Haggort y Brown (1999) demostraron que las contradicciones en el discurso tienen efectos N400 de gran importancia, lo que sugiere que las PRE podran resultar una herramienta til en el estudio de la comprensin de discursos. Las PRE tiene diversas ventajas sobre los mtodos de tiempo - reaccin, siendo la principal de ellas su resolucin temporal. Mientras que las latencias de respuesta ms cortas en experimentos de tiempo - reaccin fueron de entre 350 y 400 ms (en ejercicios de denominacin), las PRE presentan efectos en latencias menos extensas (a pesar que las N400 alcanzan su punto ms alto cerca de los 400 ms, el comienzo es mucho ms temprano). Las PRE entregan informacin acerca del lugar en que los procesos cerebrales se localizan, a pesar de que su resolucin espacial es bastante baja comparada con los mtodos de imgenes cerebrales. Una desventaja de las PRE es que, para obtener patrones estables de los participantes, se necesita un gran nmero de temes (al menos 30) por cada condicin. Los mtodos de imgenes cerebrales como la Tomografa de Emisin de Positrones (TEP) y las imgenes de resonancia magntica funcional (IRMF)5 permiten al investigador localizar los procesos cognitivos en el cerebro. De igual forma, estos mtodos representan una gran promesa con respecto al descubrimiento de los sustratos neurolgicos de la comprensin del discurso. Los mtodos de registro de imgenes neurolgicas han sido utilizados en diversos estudios realizados recientemente acerca de la comprensin de textos (Carpenter, Just, Keller, Eddy y Thulborn, 1999; Fletcher y otros, 1995; Maguire, Frith y Morris, 1999; Robertson y otros, 2000). Entre otras cosas, estos estudios convergen en un descubrimiento bastante sorprendente que plantea que las reas en el hemisferio derecho (y no las reas tradicionales del lenguaje ubicadas en el hemisferio izquierdo) estn involucradas en la integracin de la informacin a travs de las oraciones y en la construccin de las representaciones espaciales del texto. A pesar que la investigacin realizada en el campo de las imgenes neuronales est claramente en sus inicios y se espera que supere diversos obstculos, es probable que los estudios en el rea de la comprensin de textos comenzar pronto a restringir la formulacin de teoras acerca de la comprensin del lenguaje.4

Mediciones de la memoria6

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N. del T.: TEP, del ingls PET (positron-emission tomography) N. del T.: IRMF, del ingls fMRI (functional magnetic resonance imaging) 6 N. del T.: Tambin conocidas como mtodos a posteriori o off-line methods

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Las mediciones de la memoria entregan informacin de cmo las representaciones mentales construidas durante la comprensin se almacenan y recuperan de la memoria a largo plazo. El mtodo de evocacin libre es uno de los primeros mtodos utilizados para estudiar la comprensin del discurso (Bartlett, 1932). Sin embargo, han surgido diversas interrogantes con respecto al grado al cual la evocacin abre una ventana a las representaciones de la memoria a largo plazo se establecen como resultado de los procesos de comprensin (vase Corbett y Dossier, 1978). Como fuese indicado por Bartlett, la evocacin en un proceso constructivo; de esta forma, lo que existe o no en el protocolo de la evocacin no refleja necesariamente lo que se construye durante la comprensin. Por ejemplo, las personas pueden recordar informacin y luego deciden editarla de sus protocolos de evocacin, debido a que pueden pensar que dicha informacin no es adecuada. Sin embargo, al evocar la informacin de textos (orales o escritos) es una actividad diaria para la gran mayora de las personas, por lo tanto, el estudio de estas evocaciones en un tema importante en y por s mismo. La memoria para los textos es analizada en una prxima seccin. En las evocaciones por medio de pistas, se muestra al participante una parte de un discurso y se le pide que complete la parte faltante, como por ejemplo, la segunda oracin de un par. Tales ejercicios han mostrado importantes descubrimientos de cmo la informacin se integra a la memoria a largo plazo (vase Myers, Shinjo y Duffy, 1987). Como se analizar ms tarde, el reconocimiento (Ha visto esta oracin antes?) y la verificacin (Es esta aseveracin verdadera con respecto a lo que acaba de leer?) se utilizan para evaluar la fuerza relativa de los diferentes niveles de representacin. Cuando el tiempo de las mediciones no es registrado, siempre es posible que estas sean contaminadas por los procesos estratgicos. Ratcliff y MaKoon (1978) desarrollaron un mtodo de reconocimiento seleccionado, que no es sensible o bien, mucho menos sensible a los procesos estratgicos. Es este procedimiento, se muestra a los participantes grupos de oraciones pertenecientes a un texto. Su tarea es indicar, tan rpido y asertivamente como sea posible, si cada una de las oraciones apareci en el texto. Cada uno de los temes contiene un par de elementos objeto seleccionados, oraciones extradas del texto, que los investigadores creen que estn ms relacionadas en una condicin determinada que en otras. Las latencias de reconocimiento debieran reflejar la fuerza de la relacin con la memoria a largo plazo entre los nudos codificados para las oraciones o eventos denotados por el par de elementos objeto (vase Zwaan, 1996). REPRESENTACIONES DE DIFERENTES NIVELES Distintos tericos han discutido que, durante la comprensin de textos, los lectores construyen una representacin mental del texto de forma exacta a como estn descritas las situaciones en l. Por ejemplo, van Dijk y Kintsch (1983) propusieron que los lectores construyen representaciones mentales de (a) la estructura de superficie del texto, (b) del significado semntico explcito contenido en el texto o base del texto y (c) la situacin descrita en el texto, la situacin modelo. Los dos primeros niveles, de estructura de

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superficie y de base del texto, a veces colapsan. Por ejemplo, la representacin preposicional de Johnson-Laird ((1993, 1996) parece ser una amalgama de estos niveles. Los investigadores no han llegando a una acuerdo en cuanto a un formato de representacin nico para los modelos de situacin. Johnson-Laird (1996) analiz los modelos mentales como no-proposicionales, pero adems, como diferentes a las imgenes mentales. Por ejemplo, Kintsch (1998) propuso ampliamente los modelos situacionales como representaciones preposicionales, pero que a su vez permitan imgenes mentales. Barsalou (1999) propuso una visin completamente diferente, en que la construccin de bloques de representaciones mentales no eran ni abstractas ni carecan de forma, sino como representaciones anlogas llamados smbolos preceptales, que son el resultado de la actividad perceptual en el cerebro. De esta forma y por el momento, los modelos de situacin son menos caracterizados por su estructura que por su contenido. Mucho del esfuerzo realizado en la investigacin acerca de los modelos de situacin ha ido delineando qu aspectos de las situaciones descritas que estn codificadas en modelos de situacin y cuales no. REPRESENTACIONES DE SUPERFICIE Y DE BASE DE TEXTO La evidencia emprica sugiere que los lectores habitualmente guardan un breve registro de la redaccin de un texto en la memoria (J. Anderson, 1974; Bransford, Barclay y Frank, 1972; Clark y Sengul, 1979; Gernsbacher, 1985; Graesser y Mandler, 1975; Jarvella, 1971, 1971b; Kintsch y Bates, 1977; Sachs, 1967). Se estima que, bajo la mayora de las condiciones, la disminucin de las representaciones de superficie se puede medir en segundos. Sin embargo, en algunos casos las representaciones de superficie se mantienen por perodos prolongados de tiempo. Murphy y Shapiro (1994) demostraron en una serie de experimentos que descartaron diversas explicaciones alternativas, que un factor crtico en la memoria textual es el contexto pragmtico de una oracin. Si una oracin tiene un alto valor interactivo (un insulto o broma), la atencin del lector se centrar en la redaccin, traducindose en una mejor decodificacin y por lo tanto, en una mejor memoria de superficie (vase adems Kintsch y Bates, 1977). De forma similar, Zwaan (1993, 1994) demostr que la memoria de superficie puede verse afectada por las expectativas que tienen los lectores acerca del gnero del texto que estn leyendo. Cuando los participantes pensaban que estaban leyendo el fragmento de una novela, mostraban una mejor memoria de superficie que cuando crean estar leyendo el artculo de un peridico. En ambos casos, se utilizaron los mismos textos, descartando la redaccin como un factor. Sin embargo, esto no signific que la redaccin no tuviese un rol importante. Por ejemplo, los poemas y las canciones mostraron un reaccin a partir de su forma, es decir, por su mtrica y rima, y no de su estructura semntica. Consecuentemente, las personas mostraron una excelente memoria de superficie para canciones y poemas (Rubin, 1995). Se piensa que la base del texto es el significado explcito de un texto. Kintsch y van Dijk (1978) desarrollaron un modelo influyente de construccin de la base del texto, cuya funcin era predecir la evocacin. En este modelo, los textos eran divididos en proposiciones, y stas eran organizadas en una red a partir de diversos principios. Por ejemplo, se realizaba una conexin entre dos proposiciones slo si stas ocurran

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simultneamente en una memoria de utilizacin temporal. Los mecanismos como la regla para llevar una cierta situacin al lmite especificaba que, predominantemente, las proposiciones ms recientes e importantes son las que permanecen en la memoria temporal. Con las hiptesis apropiadas sobre el tamao de la memoria temporal, el modelo de Kintsch y van Dijk prob ser adecuado para predecir la evocacin del texto. Sin embargo, van Dijk y Kintsch (1983) notaron que su primer modelo fall en capturar el aspecto ms importante de la comprensin: la construccin de un modelo de situacin. LAS REPRESENTACIONES DE MODELO DE SITUACIN Por qu es necesario postular modelos de situacin? No es suficiente con que los lectores construyan una base del texto? El siguiente ejemplo de Sanford y Garrod (1998) sugiere una respuesta: 2. el papel. Harry puso el papel mural sobre la mesa. Luego puso su tazn de caf sobre

El hecho de integrar ambas oraciones es bastante directo. stas requieren una organizacin espacial en que el papel est sobre la mesa, el tazn est sobre el papel y el caf est dentro del tazn. El siguiente par de oraciones difiere slo en una palabra. 3. Harry puso el papel mural en la pared. Luego puso su tazn de caf sobre el papel. La mayora de los lectores se oponen a la segunda oracin. Es, con certeza, imposible poner un tazn de caf en una superficie vertical. Si slo asumimos que los lectores construyen bases textuales proposicionales, no podramos esperar tal efecto. Los pares de oraciones son equivalentes en su estructura y en sus conexiones proposicionales. Diversos experimentos has demostrado que las estructuras proposicionales equivalentes producen distintas respuestas conductuales. Zwaan y Radvansky (1998) analizaron muchos de esos estudios. Existe evidencia que los lectores guardan un registro de al menos cinco dimensiones situacionales durante la comprensin: el tiempo, el espacio, los personajes, la causalidad y la motivacin. Zwaan y Radvansky (vase adems Zwaan, Magliano y Graesser, 1995) propusieron que los bloques construidos a partir de modelos de situacin son representaciones mentales de eventos nicos. Dichas representaciones son integradas durante la comprensin, basndose en su superposicin a cada una de las dimensiones situacionales. Se esta forma, un evento que ocurri al mismo tiempo y lugar que otro, con todos sus elementos dispuestos de forma equivalente, sern ms fcilmente integrado en la situacin modelo en desarrollo, que un evento que sucede en un tiempo y lugar diferentes. Por el mismo motivo, dos eventos que se superponen en mltiples dimensiones situacionales estn conectados ms fuertemente en la memoria a largo plazo del lector que dos eventos que estn conectados por slo una dimensin. Se ha demostrado que los lectores verifican simultneamente mltiples dimensiones situacionales durante la

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comprensin y que sta se ve reflejada en sus representaciones en la memoria a largo plazo (Zwaan, Langston y Graesser, 1995; Zwaan, Magliano y Graesser, 1995; Zwaan, Radvansky, Hilliard y Curiel, 1998). Sin embargo, la mayora de las investigaciones acerca de los modelos situacionales se centran en las dimensiones nicas. Situaciones espaciales La dimensin que ha recibido mayor atencin desde las primeras investigaciones en modelos situacionales fue el espacio. Una dcada antes de la adopcin de los trminos modelo mental y modelo situacional, Bransfors, Barclay y Fanks (1972) demostraron empricamente que la estructura espacial de una situacin descrita puede tener un gran efecto en la memoria del lector. En el estudio mencionado, los participantes escucharon oraciones como los ejemplos 4 y 6. Luego que se les presentaron oraciones como 5 y 7 en una prueba de reconocimiento sorpresa. 4. Tres tortugas descansaban en un madero que flotaba y un pez nadaba bajo ellas. 5. Tres tortugas descansaban en un madero que flotaba y un pez nadaba debajo de l. 6. Tres tortugas descansaban al lado de un madero que flotaba y un pez nadaba bajo ellas. 7. Tres tortugas descansaban al lado de un madero que flotaba y un pez nadaba debajo de l. Las personas que escucharon la oracin 4 a menudo reconocieron incorrectamente la nmero 5, mientras que quienes escucharon la 6, extraamente reconocieron de forma errnea la nmero 7. Esta discrepancia no puede ser explicada por cambios diferenciales en nivel de la estructura de superficie de los temes probados. La nica diferencia de estructura de superficie entre los miembros de los pares 4-5 y 6-7 es que el pronombre ellas ha sido reemplazado por l. Sin embargo, los pares difieren con respecto a la disposicin espacial que describen. Las oraciones 4 y 5 muestran esencialmente la misma situacin: las tortugas estn sobre el madero y el madero est sobre el pez. Las oraciones 6 y 7, por el contrario, presentan diferentes situaciones espaciales. En la oracin 6, el pez est debajo de las tortugas pero no debajo del madero, mientras que la oracin 7 el pez est debajo del madero, pero no debajo de las tortugas. As, las oraciones 4 y 5 slo se pueden confundir ya que describen la misma situacin. Por el contrario es menos probable confundir las oraciones 6 y 7, ya que describen diferentes situaciones. En experimentos mucho ms recientes, los investigadores han analizado el rol de las representaciones espaciales en la comprensin de textos (para una revisin, vase Zwaan y Radvansky, 1998). La caracterizacin ms apropiada en este momento, es que los lectores construyen espontneamente representaciones espaciales de algn tipo, las que a menudo no son detalladas, a menos que una de ellas sostenga que: (a) el lector ha mostrado un conocimiento anterior acerca de la disposicin espacial del medio en que sucede la historia, o (b) se instruye al lector, de forma obligatoria o por motivacin intrnseca, a que construya una representacin mental detallada.

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Situaciones temporales En el ltimo tiempo, los investigadores han iniciado estudios que involucran la dimensin temporal (A. Anderson, Garrod y Sanford, 1983; Bestgen y Vonk, 2000; Carreiras, Carriedo, Alonso y Fernndez, 1997; Mandler, 1986; Mnte, Schilitz y Kutas, 1998; Zwaan, 1996; Zwaan, Madden y Whitten, 2000). El tiempo es la dimensin situacional codificada ms explcitamente en el lenguaje. Por ejemplo, en lenguas como el ingls y el francs, un morfema de tiempo se adjunta al verbo principal de cada oracin, especificando la posicin temporal del evento descrito relativo al momento en que se produce la oracin. Los marcadores temporales como los adverbios (en unos minutos ms) ubican los eventos de forma mucho ms precisa en el tiempo. Los estudios citados muestran que los marcadores temporales tienen efectos levemente sutiles en la comprensin. Junto con los resultados de esos estudios, se sugiri que los lectores utilizan marcadores temporales para organizar los eventos en estructuras significativas y que estos marcadores tienen un efecto relativamente inmediato en el procesamiento (Mnte y otros, 1998). COHERENCIA E INFERENCIA Para que un texto sea comprensible debe ser coherente: los lectores deben ser capaces de identificar las relaciones entre las ideas del texto. El asunto de la coherencia invade el estudio de muchos fenmenos centrales de la comprensin del texto, como se clarifica en esta seccin. El anlisis de tema y rema (informacin conocida y nueva) es el principio central de la coherencia del texto (Clark y Haviland, 1977; Haviland y Clark, 1974). La mayora de las oraciones expresan informacin dada y nueva. Por ejemplo, la construccin gramatical de Lo que Alicia pint fueron rosas, determina que la informacin conocida es que Alicia pint algo. La informacin nueva es que lo pintado fueron las rosas. Para comprender completamente una oracin, debe ejecutarse una nueva estrategia propia de este anlisis: el lector debe distinguir en la oracin la informacin dada y la nueva; es decir, identificar, en la memoria, un referente para la idea nueva y unir la nueva informacin a dicho referente. Las ideas conocidas y las nuevas que existen en una oracin se diferencian por las diversas caractersticas del texto (Clark y Clark, 1977). La estructura gramatical de Lo que Alicia pint fueron rosas, desarrolla esta funcin. De forma similar, en Un lirn se tom el t, el artculo definido el designa al t como informacin dada, mientras que el artculo indefinido un hace de lirn la nueva informacin. Para que sea cooperativo de forma pragmtica, el escritor debe, por medio de distintos instrumentos, distinguir entre la informacin dada y la nueva de una oracin, para que as coincida de la mejor forma posible con sus creencias acerca del conocimiento del lector y de la historia del discurso previo.

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Coherencia y correferencia Al identificar el referente de la informacin dada, el lector establece que la idea dada y su referente correfieren a una misma identidad en el mundo. La correferencia puede ser sealada a travs de varios instrumentos lingsticos y relaciones semnticas. Considernado la oracin, El lirn se tom el caf... y la bebida.... Esas continuaciones son, respectivamente, reconocidas como correferenciales con el caf por virtud de la identidad lxica (Caf caf), sinonimia y relaciones de categora. Cada continuacin (la bebida...) es una frase nominal definida, lo que significa que los sustantivos son modificados por el artculo definido el. Estas frases nominales funcionan cono anforas, expresiones que evocan una entidad o constituyente denotado previamente en el texto. Resolucin de anforas La anfora prototpica es el pronombre. En el lirn se tom el t. ste estaba sabroso, ste constituye un pronombre definido que es correferencial con t. La investigacin extensiva relacionada con el rol de los pronombres definidos ha difundido muchos principios generales de la resolucin anafrica. Un descubrimiento central es que la superficie, la base del texto y las representaciones situacionales de los textos influyen individual e interactivamente sobre la resolucin de los pronombres. En su expresin de superficie, los pronombres varan en gnero (ella, l), nmero (ella, ellas) y persona (ella, yo). Como resultado, los pronombres pueden (oracin 8) o no (oracin 9) significar de forma explcita sus referentes. 8. Sally premi a Ron porque l lleg a tiempo. 9. Tom premi a Ron porque l lleg a tiempo. Oraciones como en el ejemplo 8 con pronombres que, por virtud de sus caractersticas sintcticas, tienen un referente nico y utilizan un tiempo de lectura menor que aquellos que tienen ms de un referente posible (Ehrlich, 1980; Frederiksen 1981; Springston, 1975). De forma similar, el pronombre se entiende ms fcilmente cuando el texto entrega slo un referente (Caramazza, Grober, Garvey y Yates, 1977; Vonk, 1985). Si la resolucin anafrica fuese un proceso estrictamente exacto, entonces la anfora podra acceder slo su referente exacto. Bajo estas circunstancias, el pronombre l en la oracin 10 podra acceder solamente a KEVIN: 10. Gary dio a Kevin mucho dinero y l lo malgast. En una prueba de estas hiptesis (CorbetT, 1984), se pidi a un nmero de personas que leyesen oraciones como en los ejemplos 10 y 11, y luego deban indicar si un nombre de prueba, como Gary, apareca en la oracin. 11. Gary dio a Kevin mucho dinero y Kevin lo malgast.

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Las personas necesitaron menos tiempo para reconocer el nombre Gary despus de la oracin 10 que de la 11, lo que sugiri que el pronombre l acceda a GARY de igual forma que a KEVIN. Un descubrimiento general realizado en este campo, es que si un texto entrega cierto nmero de posibles referentes, los pronombres acceden temporalmente a todos ellos (Corbett y Chang, 1983; McKoon y Ratcliff, 1980). Otra caracterstica de superficie que influye en la resolucin del pronombre es la distancia fsica entre el pronombre y su referente en el texto. En la oracin 12c, el nico referente posible para el pronombre ste es LIBRO, pero el pronombre y su antecedente estn separados por la oracin intermedia b. 12. a. Ayer conoc a una mujer que haba escrito un libro acerca de los virus. b. Ella los haba estudiado por muchos aos. c. ste se estaba vendiendo muy bien. Las personas tomaban mucho ms tiempo para leer la oracin 12c en una secuencia como 12 a-c que cuando la palabra libro apareca en la oracin precediendo inmediatamente 12c (Lesgols, Roth y Curtis, 1979; vase adems, McKoon y Ratcliff, 1980; OBrien, Duffy y Myers, 1986). Este descubrimiento es probablemente una funcin articuladora de (a) la eliminacin de la palabra LIBRO de la memoria temporal al leer 12b y (b) el cambio para alejar la atencin de la palabra LIBRO en la oracin b. Los factores semnticos interactan con las variables de superficie en la resolucin de pronombres como se sugiere en la oracin 13. 13. Clinton se confes con Archie porque quera obtener el perdn.

A pesar de que Archie es el sustantivo ms reciente que concuerda sintcticamente con l, la causalidad implcita del verbo confes gua la resolucin de l a Clinton, esto es, a menudo las caractersticas del confesor son las que impulsan la confesin. En un estudio diseado para probar tales temas, los participantes leyeron oraciones que incluan clusulas con porque que son consistentes (oracin 13) o inconsistentes (oracin 14) con la causalidad implcita de un verbo precedente (Caramazza y otros, 1977). 14. Clinton se confes con Archie porque l le ofreci perdn.

El participante debe juzgar si un pronombre en la clusula porque se refiere al primer o segundo sustantivo en la clusula precedente. De forma consistente con su anlisis, Caramazza y otros descubrieron que la resolucin de pronombres toma ms tiempo en las oraciones inconsistentes que en la consistentes (vase adems Au, 1986; Ehrlich, 1980; Mattheews y Chodorow, 1988; Springston, 1975). Otra relacin semntica que influye la resolucin anafrica es la unin de categora entre los elementos textuales

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(Corbett, 1984; Garrod y Sanford, 1977). Por ejemplo, los tiempos de lectura para las oraciones que contienen una anfora definida que denota una categora (el vehculo) es mayor cuando el antecedente es un miembro atpico de la categora (un tanque) que cuando es un miembro tpico (un bus). Finalmente, la resolucin de los pronombre est influenciada por el modelo de situacin de un texto. Como se analiz anteriormente, las diferentes dimensiones del modelo de situacin, como tiempo, ubicacin espacial y personajes, puede interactuar de complejas formas. Por ejemplo, despus del cambio de un episodio situacional a otro, es difcil determinar un pronombre que se refiera a los personajes narrativos secundarios mencionados en el episodio inicial. Sin embargo, al determinar el pronombre para el personaje principal que fue mencionado recientemente en el episodio previo no representa mayormente una dificultad (A. Anderson y otros 1983). En otro estudio dirigido a los modelos de situacin narrativa, las personas leyeron pasajes en versiones alternativas, como la que est incluida en las oraciones 15b o 15b (Morrow, 1985). 15. a. Paul se contagi de influenza y se senta bastante mal. Le dijo a su hijo mayor Ben que mantenga la casa en silencio. Se levant de la cama para ir al bao, irritado por el ruido.(...) b. Aquel ruidoso Ben estaba desordenando la cocina. b. Ben se preguntaba cundo su padre se sentira mejor mientras l coma en la cocina. c. El piso bajo sus pies estaba helado.

Los lectores generalmente interpretaron que el pronombre sus en la oracin c se refera al personaje principal (Paul) incluso en una versin del pasaje que mencionaba al hijo (Ben) ms recientemente (oracin 15b). Slo cuando se cambi la perspectiva a Ben (15b) se prefiri a ste ltimo como referente de sus (vase adems Malt, 1985). Las contribuciones relativas de la superficie, la base del texto y las representaciones situacionales a las resoluciones anafricas, han estado sujeta a escrutinio emprico. Garnham, Oakhill, Ehrlich and Carreiras (1995) demostraron que cuando las anforas definidas aparecen en un texto poco tiempo despus que su antecedente, las representaciones de superficie (acuerdo de gnero) y situacionales, realizan contribuciones independientes a la resolucin. Esto contradijo una hiptesis lingstica que estableca que las anforas pronominales son resueltas exclusivamente a partir de un modelo situacional referencial (Sag y Hankamer, 1984). Garnham y otros informaron adems que, con un texto ms intermedio, la contribucin del nivel de superficie disminuye rpidamente. Es otras instancias, el modelo de situacin parece predominar. Considere las secuencias 16 y 17: 16. Estaba realmente asustado por un Doberman. (Ellos son bestias peligrosas / Es una bestia peligrosa) 17. Anoche fui a escuchar una nueva banda de Jazz. (Ellos / Esta) toc por cerca de cinco horas.

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Las versiones que incorporan Ellos para los casos 16 y 17 son aparentemente no gramaticales, debido a que los pronombres no concuerdan en nmero con sus antecedentes. Sin embargo, Gernsbacher (1991) propuso que la primera oracin de cada secuencia sostiene un modelo de situacin que puede funcionar como referente para el plural ellos. En el ejemplo 16, un Doberman significa la categora de todos los Doberman y en 17, una banda consiste de un grupo de msicos. De hecho, las personas necesitaron menos tiempo para leer y asignar clasificaciones de naturaleza superior a las versiones que utilizan ellos de las oraciones 16 y 17, que las versiones que utilizan sus respectivos singulares (Oakhill, Garnham, Gernsbacher y Can, 1992). Hacia un modelo de resolucin de anforas. El tratamiento actual puede sugerir el siguiente anlisis simple de resolucin anafrica: las anforas constituyen pistas de recuperacin para sus referentes. La resolucin anafrica es guiada por una variedad de relaciones sintcticas, semntica y discursivas entre la anfora y su antecedente. Sin embargo, incluso sin considerar las contribuciones mencionadas de los modelos de situacin a la resolucin anafrica, otros fenmenos anafricos revelan que este anlisis es una simplificacin exagerada considerable. En primer lugar, si la anfora funciona principalmente como pista de recuperacin para su antecedente, los pronombres debieran ser rpidamente reemplazados por sus correspondientes frases nominales. Como resultado, las oraciones 18 y 19 debieran ser igualmente aptas. 18. 19. Piensa Bob que su desempeo ser adecuado? Piensa Bob que el desempeo de Bob ser adecuado?

Es aparente que la oracin 19 es no gramatical, o bien, que se refiere a dos Bob diferentes (Halliday y Hasan, 1976). En segundo lugar, el uso de una frase nominal definida y de anforas pronominales est vinculado con temas del foco discursivo. Con respecto a este punto, Vonk, Hustinx y Simons (1992) demostraron que cuando se pide a las personas continuar una historia con una palabra dada, los pronombres sugieren a las personas mantener la atencin en el texto, mientras que las frases nominales (nombre de personajes en el estudio de Vonk y otros) inician el cambio de tema. Por el contrario, las tiras cmicas que representan la continuidad de una historia favorecen la descripcin de los participantes comenzando con un pronombre, mientras que aquellas que representan cambios en el tema fueron descritas con nombres (Vonk y otros, 1992, experimento 2). Es ms, se prefiere utilizar pronombres para definir descripciones para referentes que constituyen el centro de atencin del texto (Gordon y Scearce, 1995). En un estudio revelador de este fenmeno, Almor (1999, experimento 1) examin secuencias como en los ejemplos 20 y 21: 20. satisfecho. Fue el petirrojo quien se comi la manzana. El pjaro pareca muy

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21. satisfecho.

Lo que se comi el petirrojo fue la manzana. El pjaro pareca muy

Las construcciones gramaticales (llamadas cleft) de los ejemplos 20 y 21, designan respectivamente a petirrojo y manzana como los elementos nuevos (o focalizados). Las personas necesitaron menos tiempo para leer la frase nominal anafrica el pjaro en la oracin 20 que en la 21. Lo que es ms importante an, Almor (1999, experimento 3) observ el patrn opuesto cuando la anfora repeta el antecedente: 22. Fue el pjaro quien comi la manzana. El pjaro pareca muy satisfecho.

Anteriormente, la secuencia 19 ilustraba que la repeticin de frases nominales puede ser gramaticalmente inapropiada. Junto con estos resultados se demostr de que la adaptabilidad de la repeticin de la frase nominal dependa de la condicin actual del foco de atencin. Almor present dichas observaciones en el marco de la propuesta que plantea que los fenmenos anafricos son regulados por el costo del procesamiento que implica identificar el referente y computar la nueva informacin sealada por la anfora. Esto ofrece un paso til hacia un modelo no unificado de referencia anafrica y, por lo tanto, una comprensin profunda de la coherencia del texto. Procesos inferenciales Casi todas las facetas de la comprensin son al menos inferenciales: las inferencias complejas son necesarias para identificar el significado propuesto de las palabras ambiguas (el granjero llen la PLUMA), el anlisis gramatical de oraciones (el viejo los botes) y la interposicin de comentarios comunes (Tiene un reloj?). Como resultado, los procesos de inferencia han constituido un centro de atencin primario en la investigacin en los ltimos 30 aos. Es esta seccin se analizan la inferencias en las representaciones de la base del texto y del modelo situacional. Si a partir de la oracin Alicia abri la puerta el lector infiri que Alicia utiliz una llave, la representacin final de la base del texto sera (ABRIR, AGENTE: ALICIA, PACIENTE: PUERTA; INSTRUMENTO: LLAVE). Por el contrario, para entender la oracin, El relmpago cay, la cabaa colaps, podra requerir una inferencia en el modelo situacional causal acerca de la relacin entre los dos eventos. Inferencias conectoras Las inferencias conectoras son de gran importancia, ya que unen la clusula actual con el texto anterior. Considere la secuencia 23: 23. a. El lanzador tir hacia la primera base. b. La pelota aterriz en el campo.

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Al continuar con el anlisis de la informacin nueva y conocida, para entender la oracin 23b se debe identificar el referente de la informacin dada, la pelota. La oracin 23a no menciona una pelota, pero el lector puede, a partir de su conocimiento del mundo, determinar que lo lanzado por el lanzador fue una pelota. Las mediciones del tiempo de lectura indicaron que los procesos para conectar una frase nominal definida (la pelota) al texto previo, involucran ms recursos cognitivos que resolver anforas basndose en la redaccin idntica, en los sinnimos y pronombres (Haviland y Clark, 1974; Lesgold y otros, 1979). De forma similar, la comprensin de la secuencia 24 depender si se detecta o no la relacin causal entre sus dos oraciones (Black y Bern, 1981). 24. El nio camin fcilmente hacia el refrigerador, tropezando con un tazn que haba dejado en la mesa. De pronto, se cay de borde y se quebr. Al identificar las conexiones entre el texto inicial y el actual, las inferencias conectoras mantienen la coherencia del texto. En su ausencia, los textos comunes pareceran desconectados l como en el caso de Alicia abri la puerta. La pelota cay en el campo de juego. La evidencia que se desprende de las numerosas mediciones indica que la construccin de inferencias de forma rutinaria acompaa la comprensin. Primero, Black y Bern (1981) informaron que las oraciones relacionadas de forma casual constituyen pistas de evocacin ms efectivas que si son oraciones relacionadas temporalmente (obtenidas, por ejemplo, al reemplazar tropezando por viendo en la secuencia 24). Ellos concluyeron que los lectores integran inferencialmente las oraciones del ejemplo 24. En segundo lugar, para probar la conexin de las siguientes secuencias se ha utilizado la medicin del tiempo de lectura: 25. El amigo de Tony repentinamente lo empuj hacia una laguna. l camin a casa, empapado, para cambiarse la ropa. 26. Tony se encontr con su amigo cerca de una laguna en el parque. l camin a casa, empapado, para cambiarse la ropa. De acuerdo con los datos, las oraciones del ejemplo 25 estn causalmente ms cerca que las del ejemplo 26. El tiempo de lectura para la segunda oracin de tales secuencias aument sistemticamente con la distancia causal (Keenan, Baillet y Brown, 1984; Myers y otros, 1987). Este resultado fue interpretado para reflejar la ejecucin de los lectores de los procesos de conexin de inferencias. Otros investigadores en este tema han utilizado materiales estimulantes como los siguientes: 27. El espa lanz el informe al fuego. Las cenizas suban por la chimenea. 28. El espa lanz el informe al fuego. Luego llam a la aerolnea. Tanto las oraciones 27 como la 28 permiten inferir que el espa quem el informe, pero slo en el ejemplo 27 esta inferencia es necesaria para conectar las cenizas a la primera oracin. Las personas necesitan ms informacin para responder a la pregunta Quem el espa el informe? despus de la secuencia 28 que de la 27. Es ms, el tiempo de respuesta

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para la 27 es indistinguible del observado cuando la primera oracin determin explcitamente que espa quem el informe (Singer y Ferreira, 1983). De forma similar, el tiempo de denominacin para una palabra que representa la inferencia central (QUEM) es similar en una condicin explcita y despus de conectar la secuencia 27, pero es mayor despus de la secuencia 28 (Potts y otros, 1988). Estos resultados favorecen la conclusin que las inferencias conectoras acompaan de forma confiable a la comprensin. Es estatus de inferencias que se pueden encontrar en la secuencia 28 es analizado en la seccin acerca de las inferencias elaboradoras. Interpretaciones tericas. La conclusin fundamental de que las inferencias conectoras acompaan de forma rutinaria a la comprensin, est relativamente libre de controversias. Sin embargo, el desarrollo y la comparacin de dos teoras contemporneas de la comprensin e interferencia (procesamiento y construccin de textos basados en la memoria), se ha centrado en aspectos ms sutiles del computo de inferencias conectoras. La caracterstica central del anlisis basado en la memoria es que la clusula que est siendo analizada, sumada a la idea traspasada a la memoria temporal, funcionan implcitamente como pistas de memoria (vase McKoon, Gerrig y Greene, 1996; OBrien, Lorch y Myers, 1998). En esta capacidad, la clusula en uso induce la activacin del texto inicial y del conocimiento del mundo relevante a travs de los procesos de resonancia pasiva (Ratcliff, 1978), basndose en la forma de superficie o similitudes semnticas. De forma consistente con este anlisis, el texto puede restaurar, a la memoria temporal, los conceptos correspondientes anteriormente en el texto y las ideas asociadas a aquellos conceptos. Una versin ms arraigada del anlisis de los procesos basados en la memoria es que el cmputo de la comprensin se restringen a (a) el traspaso de ideas hacia la memoria temporal, (b) el texto en uso y (c) las ideas asociadas al texto en uso (Albretch y Myers, 1995). El anlisis basado en la memoria recibe el apoyo de los descubrimientos que plantean que el acceso de las personas a la idea de un texto es regulado por la actualidad y por el grado de elaboracin en el texto y su similitud con los contenidos de la memoria temporal (Albretch y Myers, 1995; OBrien y Albretch, 1991; OBrien, Albretch, Hakala y Rizzella, 1995). La teora construccionista en competencia tiene como principio fundamental que los lectores se involucren en una bsqueda por el significado (Bartlett 1932; Bransford y otros 1971; Graesser, Singer y Trabasso, 1994). Dos hiptesis del construccionismo son que los lectores (a) supervisen la coherencia en todos los niveles de las representaciones del texto y (b) que de forma rutinaria busquen explicaciones para los resultados del texto como los efectos fsicos y las acciones intencionales. La motivacin de tales hiptesis es que el cmputo de la comprensin no procede estrictamente de representaciones de menor nivel, como la forma de superficie, a otras de nivel superior, como el modelo situacional. De hecho, algunas veces, las inferencias situacionales pueden tener prioridad (Barton y Sanford, 1993; Sanford y Garrod, 1998). Las teoras construccionistas han propuesto que los modelos de situacin causal tomen la forma de redes en que los eventos del texto estn interconectados por uniones de causalidad fsica, motivacional y psicolgica. De forma consistente con este anlisis, la memoria para el texto y la categorizacin por importancia de las ideas del texto estn influenciados por el grado de conexin de esas ideas y por su aparicin en la principal cadena causal que subyace al texto (Trabasso, Secco y van der Broek, Trabasso y Sperry,

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1985). La necesidad por unir inferencialmente una oracin del texto con otras ideas relacionadas causalmente se asocia con tiempos de lectura mayores para aquellas oraciones que contienen estas ltimas (Bloom, Fletcher, van der Broek, Reitz y Shapiro, 1990). Dicho resultado converge con el descubrimiento que el hecho de lograr una comprensin completa de una oracin ocasiona la validacin, con referencia al conocimiento del mundo de las posibles causas del resultado de un texto (Singer, Halldorson, Lear y Andrusiak, 1992). La representacin de los modelos situacionales del objetivo y causa que sustentan el texto ha entregado un campo para comparar el procesamiento y construccionismo de un texto basado en la memoria. Se ha remitido a diversos descubrimientos como soporte a este tipo de procesamiento. En un estudio, las personas leyeron pasajes como en el que describa a Mara haciendo una reservacin para un vuelo, pero luego era derivada a otro agente (Albretch y Myers, 1995). Luego se le describe yendo a acostarse, accin que es inconsistente con el objetivo de reservar un pasaje areo. Sin embargo, la deteccin de dicha inconsistencia, como fue indicado por el tiempo de lectura del secundo evento, dependi de la superposicin de superficie entre las dos clusulas importantes. De forma similar, los lectores pasaron por alto una causa similar para un padre que se enfurece (quebr una ventana) cuando el texto entreg un motivo anterior distinto, altamente elaborado (perdi las llaves) (Rizzella y OBrien, experimento 2a). En ambos estudios, los autores concluyeron que los resultados eran consistentes con la explicacin basada en la memoria e inconsistentes con la explicacin construccionista debido a la ausencia de una superposicin de superficie (Albretch y Myers, 1995) y que la presencia de un motivo competente de mayor elaboracin (Rizzella y OBrien, 1996) prohiba la deteccin de los motivos del texto. En otro estudio, la descripcin de un personaje comiendo una hamburguesa prohiba el acceso al concepto VEGETARIANO, incluso cuando el personaje era descrito como un ex vegetariano o, an ms, que nunca lo haba sido (oBrien, Rizzella, Albretch y Halleran, 1998; vase adems Gerrig y McKoon, 1998). De forma consistente con el procesamiento basado en la memoria, este resultado indic que la relacin semntica entre HAMBURGUESA y VEGETARIANO es suficiente para reintegrar la palabra VEGETARIANO a la memoria temporal incluso cuando VEGETARIANO es suficiente para reintegrar la palabra VEGETARIANO a la memoria temporal incluso cuando tena poca relacin en el contexto actual. Gerrig y McKoon (1998) plantearon que la recuperacin de las ideas del texto no son aplicables a la estructura causal del texto (por ejemplo, VEGETARIANO) y que contradice el construccionismo. Sin embargo, consistentemente con el construccionismo, existen numerosas demostraciones de que los lectores detectan la relaciones de causa y objetivo que abarcan las distancias moderadas del texto. En dichos estudios, se han comparado incluso las condiciones causal con las condiciones de control, que se corresponden por el grado de superposicin de superficie (Long, Golding y Greeser, 1992; Singer y Halldorson, 1996; Suh y Trabasso, 1993; van der Broek y Lorch, 1993), o de sta con el resultado actual y su causa de distancia estaba ausente (Richards y Singer, 2001). En otro estudio, la cantidad de texto involucrado no influy en la deteccin de la relacin entre el resultado de un texto y su antecedente causal (lutz y Radvansky, 1997). Este resultado fue analizado para poner a prueba uno de los principios del procesamiento de textos basados en la memoria.

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La distincin entre estos y otros anlisis tericos (para una revisin, vase Graesser y otros, 1994) es an controversial. Sin embargo, se debe considerar la posibilidad de que los procesamientos basados en la memoria y los construccionistas constituyen anlisis complementarios ms que competitivos. El impacto de la comprensin de los procesos de resonancia pasiva han sido sometidos efectivamente a escrutinio en el marco del anlisis basado en la memoria, pero dichos procedimientos no son inherentemente inconsistentes con la teora construccionista (Graesser y otros, 1994). Por el contrario, la deteccin de relaciones situacionales complejas no necesitan ser prohibidas en el marco de los procesos basados en la memoria (Rizzella y OBrien, 1996). Inferencias elaborativas Anteriormente se detall que las personas respondieron correctamente a la pregunta Quem el espa en informe? ms rpido despus de la secuencia 29 que de la 30, que repetimos aqu. Esto indica que los lectores inferencialemente unieron las oraciones del ejemplo 29. 29. El espa lanz en informe al fuego. Las cenizas suban por la chimenea. 30. El espa lanz en informe al fuego. Luego, llam a la aerolnea. La implicancia que el espa quem el informe es llevada adems por la secuencia 30, pero la coherencia del texto no depende de esa inferencia. Las ideas que estn fuertemente implicadas por un contexto del discurso, pero que no se relacionan coherentemente se denominan inferencias elaboradoras. Existe considerable evidencia acerca de las mediciones de evocaciones por pistas (Corbett y Dossier, 1978), de los tiempos de respuesta (Singer, 1980) y de la realizacin de juicios apresurados a palabras aisladas (McKoon y Ratcliff, 1986; Potts y otros, 1988), lo que indica que las inferencias elaboradoras, tal vez debido a la intuicin, no acompaan de forma confiable a la comprensin. Dichos estudios analizaron las inferencias que varan desde roles implicados, como la participacin de la polica cuando un ladrn fue arrestado, hasta las predicciones causales, como el rompimiento de un florero delicado cuando se describa su cada. Se han entendido esos resultados en trminos de la observacin de que cada mensaje sugiere muchas inferencias plausibles que registrarlos todos, durante la comprensin, stos pueden sobrepasar los recursos cognitivos disponibles; en otras palabras, podra resultar una explosin de los registros (Charniak, 1975; Rieger, 1975). Esto, sin embargo, acumula evidencia de que ciertas inferencias elaboradoras acompaan la observacin. Es instructivo considerar algunos ejemplos prominentes. Primero, las personas parecen codificar caractersticas semnticas implcitas que son especficamente relevantes para el texto. Por ejemplo, las personas comprueban ms fcilmente Los tomates son rojos que los tomates son redondos despus de leer un texto que enfatiza el color de los tomates y viceversa cuando el texto enfatiza su forma (McKoon y Ratcliff, 1988). Segundo, las personas elaboran trminos de categora a sus miembros especficos. Considere la oracin 31: 31. Julia estaba convencida que la primavera estaba cerca cuando vio un lindo pjaro con el pecho rojo / petirrojo en su jardn.

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Cuando la oracin 31 utiliza el trmino de categora pjaro, las personas generan la inferencia elaboradora PETIRROJO como se evidencia por los tiempos de lectura para una oracin continuativa (Garrod, OBrien, Morris y Rayner, 1990; McKoon y Ratcliff, 1989, experimento 2; OBrien, Shank, Myers y Rayner, 1988), el reconocimiento acelrado (McKoon y ratcliff, 1989) y la evocacin por medio de pistas (R. Anderson , Pichert, Gotees, Schallert, Stevens y Trollip, 1976; vase adems Dubois y Denis, 1988; Whitne, 186). Tercero, se mencion anteriormente que las personas no realizaron de forma confiable inferencias elaboradoras acerca de los roles implicados. En un estudio (Lucas, Tanenhaus y Carlson, 1990) las personas escucharon secuencias como la 32. 32. a. Haba una escoba en el closet que est al lado de la cocina. b. Bill barra el piso los sbados de cada semana.

Se solicit a los participantes que tomaran decisiones lxicas acerca que las palabras instrumentales implicadas como escoba, que para esta secuencia apareci en la pantalla al mismo tiempo que finalizaba la pronunciacin de la palabra semana. El tiempo de decisin lxica fue menor para los instrumentos implicados que para las palabras de control. De esta forma, a pesar que una inferencia acerca de la escoba no acompaa de forma rutinaria la comprensin de 32.b, lo hace cuando el concepto relevante se hace disponible a travs del texto (vase McKoon y Ratcliff, 1992). Consistente con las ltimas observaciones, los lectores pueden codificar roles semnticos implicados en las representaciones del texto. Con respecto a esto, Mauner, Tanenhaus y Carlson (1995) propusieron que la oracin 33a es ms adecuada semnticamente que la oracin 33b. 33. a. El juego demostr que la rueda deba girarse para obtener un premio. b. El juego demostr el giro de la rueda para obtener un premio.

Las clusulas fundamentales como para obtener un premio requieren la participacin de un agente. La construccin pasiva corta el juego demostr que la rueda deba girarse implica a un agente; la clusula intransitiva El juego demostr el giro de la rueda no lo hace. De forma consistente con este anlisis, en para obtener un premio, el tiempo de lectura fue mayor y el nmero de respuestas no tiene sentido fue mayor para la oracin 33b que para la 33 a. En cuarto lugar, existe evidencia que las personas crean inferencias elaboradoras acerca de los temas del texto. Por ejemplo, un segundo despus de leer la ltima palabra de La gente del pueblo estaba impactada al descubrir que todos los edificios haban colapsado, excepto el menta, las personas tomaron decisiones lxicas que relacionaban TERREMOTO ms rpido que cuando esta palabra segua a una oracin de control. Las inferencias elaborativas y el anlisis de construccin-integracin. El modelo de construccin-integracin (Kintsch, 1988) entreg un marco terico para comprender las circunstancias en que la inferencias elaboradoras acompaan de forma confiable la

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comprensin. Considerando que el lector inicialmente construye una red de coherencia consistente de proposiciones textuales explcitas y de sus asociados prximos, la coherencia mantiene las inferencias y las generalizaciones temticas. Durante la integracin, la activacin acumula dichos elementos de la red de coherencia que se encuentran altamente interconectados. Considere, en este contexto, alguna de las clases de inferencias elaboradoras recientemente analizadas. En la secuencia de lectura 34, el concepto ROJO debe ser construido como un asociado de TOMATE. 34. La naturaleza muerta podra requerir de gran exactitud. El pintor trat de encontrar por varios das el color ms adecuado para utilizar en el cuadro del tomate maduro. Sin embargo, ROJO podra adems asociarse a COLOR, el concepto compuesto TOMATE MADURO, y a otras ideas del texto. Como resultado, podra permanecer altamente activado despus del proceso de integracin. REDONDO podra ser construido de forma similar despus de leer el ejemplo 34, pero, en la ausencia de la conexin con muchas ideas del texto, podra probablemente no sobrevivir a la integracin. De forma similar, la secuencia Haba una escoba en el closet que est al lado de la cocina. Bill barra el piso los sbados de cada semana denota explcitamente ESCOBA. La presencia en conjunto en la memoria temporal de ESCOBA, BARRER y PISO puede ser suficiente para resultar en la codificacin de uniones inferenciales entre ellas. Existe evidencia experimental consistente con este anlisis del procesamiento de inferencias elaboradoras. Considere la oracin 35: 35. Despus de estar de pie durante las tres horas del debate, el cansado orador se devolvi a su silla. Un cuarto de segundo despus de leer oraciones como la 35, los participantes de Keefe y McDaniels (1993) vieron una palabra que represent una inferencia elaboradora de la oracin, como sent. El tiempo de denominacin para la palabra de prueba fue prcticamente el mismo cuando estaba implicada y explicitada en la oracin, pero no fue as cuando segua una oracin de control con redaccin similar pero con un significado algo diferente. Este resultado sugiri que los lectores haba creado una inferencia elaboradora acerca de sentarse. Sin embargo, cuando slo una oracin adicional intervino entre la 35 y la palabra de prueba, el tiempo de denominacin en la condicin de inferencia reflej la condicin de control antes que la condicin explcita. El patrn de resudo coincide generalmente con la nocin de construccin-integracin de que las ideas que aparecen inicialmente en la red de coherencia pueden no mantener la integracin. La prueba inmediata puede sugerir que la inferencia elaboradora ha acompaado la comprensin, pero puede no sobrevivir en su competencia con otras ideas codificadas. MEMORIA DEL TEXTO Para obtener beneficios de la comprensin de un texto, generalmente ste debe recordarse. La calidad y cantidad de memoria de las personas para el discurso entrega un reflejo de los

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procesos mentales de la comprensin, de las representaciones que resultan y de los cambios en esas representaciones en el tiempo. La memoria textual ha sido examinada en trminos de respuesta a preguntas, reconocimiento y verificacin de oraciones, y evocaciones libres y con pistas. Dichas tareas entregan evidencia complementaria y convergente acerca de la recuperacin del texto. Etapas de respuesta a preguntas Un enfoque de investigacin que ha prevalecido en la resolucin de preguntas ha sido la identificacin de las etapas de procesamiento que contribuyen a obtener respuestas exitosas. Primero, las preguntas deben ser codificadas a su forma proposicional. Por ejemplo, Qu pint Alicia? Podra denotarse como (PINTAR, AGENTE: ALICE, PACIENTE: ?). La respuesta relacionada si o no Lo que Alicia pint fueron rosas? Podra codificarse como (PINTAR, AGENTE: ALICIA, PACIENTE: ROSAS?). Estas dos preguntas requieren respectivamente (a) la identidad del objeto pintado y (b) la exactitud de ROSAS. Esta notacin destaca la importancia particular, en la respuesta a preguntas, de distinguir entre la informacin dada y la nueva (Clark y Haviland, 1977). Para Qu pint Alicia?, la informacin dada es que Alicia pint algo. La pregunta requiere la identidad de la nueva informacin, es decir, el o los objetos pintados. Luego, quien contesta debe categorizar la pregunta. Las preguntas pueden interrogar acerca de los roles semnticos de un enunciado interrogativo, como el agente, el instrumento o el lugar (Filmore, 1968). Otras preguntas apuntan a las relaciones complejas de causalidad (Por qu?), razn (Cmo?) y tiempo (Cundo?) (Graesser y Murachver, 1985; Lehnert, 1978; Trabasso y otros, 1984). Ambos tipos de preguntas (Quin pint las rosas? y Fueron pintadas las rosas por Alicia?) se pueden formular en cualquiera de esas categoras (Singer, 1990). La correlacin entre el termino interrogativo y la categora de la pregunta es imperfecta: por ejemplo, por qu puede remitirse a una razn (Por qu Alicia pint las rosas?) o a una causa (Por qu las rosas eran rojas?). Por lo tanto, la categorizacin de una pregunta requiere generalmente que quien responda realice un anlisis sintctico y semntico. Estrategias de respuesta. Se ha propuesto la seleccin estratgica para formar una etapa distinta de respuesta. Para responder a una pregunta acerca de un texto, se puede intentar recuperar la pregunta de la memoria o bien, juzgar su plausibilidad (Camp, Lachman y Lachman, 1980; Lehnert, 1977; Reder, 1982). Por ejemplo, para responder a Pint Alicia las rosas con una brocha?, se puede recuperar de la memoria el enunciado sobre la historia o evaluarla con referencia al conocimiento que se tiene acerca de la pintura. La seleccin estratgica es guiada por factores (a) externos a la pregunta, como la instruccin, y (b) intrnsicos a la pregunta, como su activacin. La activacin de una pregunta puede deberse a que sta ha sido realizada recientemente (Reder, 1987). En un estudio, los participantes leyeron historias y contestaron preguntas sobre ellas inmediatamente o dos das ms tarde, con instrucciones de recuperar o juzgar la plausibilidad de las preguntas (Reder, 1982). La influencia de la instruccin en la adopcin de la estrategia est reflejada en la tabla 3.1. El tiempo de respuesta significante fue menor

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para quienes recuperaron que para quienes juzgaron la plausibilidad cuando fueron evaluados inmediatamente, cuando los detalles exactos de la historia estaban an disponibles, pero se descubri el patrn inverso cuando se realiz la evaluacin dos das ms tarde. Sin embargo, el retraso no influy slo en los tiempos de respuesta sino adems en la estrategia: el tiempo de respuesta en la instruccin de plausibilidad fue mayor en la pruebas inmediatas que en las postergadas. Esto sugiere que contrario a la instruccin, los juicios de plausibilidad intentaban recuperar las enunciados interrogativos en las pruebas inmediatas. En general, las personas son verstiles para ajustarse a las estrategias de respuesta. Pueden ajustar su estrategia para cada pregunta basndose en (a) los consejos (Reder, 1987) y (b) si la pregunta representa una historia reciente o ms antigua (Reder, 1988; Singer y Gagnon, 1997). Tabla 3.1 Tiempos de respuestas correctas (en segundos) como una funcin De estrategia asignada y postergacin de prueba (Reder, 1982) Postergacin Estrategia 0 minutos 20 minutos 20 das Recuperacin 2.51 2.65 2.85 Juicio de Plausibilidad 3.21 2.68 2.61 Bsqueda en la memoria para la respuesta a preguntas. La bsqueda en la memoria para la resolucin de preguntas ha sido clarificada por el paradigma del ventilador de J. Anderson (1974, 1976). En este paradigma, los participantes leen hechos como Un profesor est en la cochera, un arquitecto en el parque y un profesor est en la iglesia. Al realizar una evaluacin, el tiempo de reconocimiento vara directamente con el nmero de hechos en que participaron los conceptos de la prueba. Por ejemplo, el tiempo de respuesta es mayor para El profesor est en la cochera que para Un arquitecto est en el parque ya que profesor ocurri en dos hecho s y arquitecto slo en uno. Este efecto se atribuye a las conexiones ms dbiles de hecho-concepto para aquellos conceptos que han participado en ms hechos (J. Anderson y Reder, 1999; para un punto de vista diferente, vase Ravdansky, 1999). Una condicin importante para el efecto de ventilador es que las personas pueden centrar la bsqueda de la memoria en una categora de averiguacin. En un estudio, las personas aprendieron los personajes como conceptos en dos categoras: por ejemplo, al dentista le gustan cinco ciudades (especficas) y un animal. Cuando se les pregunt Le gustan las jirafas al dentista? el tiempo de respuesta est determinado principalmente por el nmero de animales que le gustan al dentista (McCloskey y Bigler, 1980). De forma similar, las personas pueden centrar su bsqueda en la memoria en el rol semntico acercad el cual se interroga (Singer, Parbery y Jacobson., 1988). La respuesta a preguntas acerca de textos requiere claramente una bsqueda en la memoria: Por qu pint Alicia las rosas? y Cmo pint Alicia las rosas? requieren respuestas diferentes. Graesser (Graesser y Clark, 1985; Graesser y Murachver, 1985) propuso que cada combinacin de enunciados de un texto y categoras de preguntas se asocie a diferentes procedimientos de bsqueda en la memoria. Por ejemplo, las acciones que se

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formulan con preguntas por qu requieren el trazado de uniones de razn entre los hechos en retrospectiva, resultando en respuestas como Ella quera ayudar a los jardineros. La evaluacin de esta propuesta revel que una gran proporcin de las respuestas de las personas a las preguntas acerca de textos narrativos cumplen con el anlisis y que las personas asignan una categorizacin de exactitud de respuesta ms alta a aquellas respuestas que se ajustan con el anlisis que aquellas que no lo hacen (Graesser y Murachver, 1985). En algunos casos, una bsqueda especfica en la memoria puede revelar que la representaciones textuales no incluyen informacin en la categora de averiguacin. Por ejemplo, la bsqueda en la memoria iniciada por Pint Alicia las rosas con un rodillo? Puede revelar que no se dio informacin acerca del instrumento que utiliz Alicia. Frecuentemente, esta circunstancia permite una indicacin rpida que quien responde no conoce la respuesta (Collins, Brown y Larkin, 1980; Costermans, Lories y Ansay, 1992; Glucksberg y McCloskey, 1981; Nelson y Narens, 1980; Singer, 1984). De forma ms general, existe evidencia de que las personas pueden evaluar la disponibilidad de la informacin pertinente antes que puedan recuperarla de la memoria (Reder, 1987). Procesos paralelos en respuestas a preguntas El anlisis de las etapas de respuesta a preguntas como la codificacin, la categorizacin, la seleccin de estrategias y la bsqueda en la memoria, sugiere que las etapas se ejecutan en serie. Sin embargo, intuitivamente parece probable que la aparicin de quin al principio de Quin pint las rosas? podra permitir que la pregunta sea categorizada y que se busque un agente para comenzar antes que la pregunta sea codificada completamente. En una prueba de una hiptesis de este tipo, Robertson, Weber y Ullman (1993) determinaron que el tiempo de lectura para oraciones que comenzaban con trminos interrogativos es mayor que para las oraciones de control. Ellos concluyeron que la bsqueda en la memoria iniciada por la palabra interrogativa ocurri en paralelo con la codificacin de la pregunta y disminuy el proceso posterior. Las observaciones son generalmente consistentes con las propuestas de procesamiento paralelo en representaciones latamente interconectadas (Rumelhart y McClelland, 1986). Tales procesamientos son bastante interactivos en el sentido que influyen mutuamente uno en el otro. En un ejemplo de Robertson y otros (1993), se presume que existe interaccin entre la codificacin, la categorizacin y la recuperacin de la memoria. De igual forma, el descubrimiento de Reder (1988) que la actualidad de las preguntas afecta la seleccin de la estrategia, lo que sugiere enfticamente que la recuperacin de la memoria (la que entrega un ndice de la actualidad) y la seleccin de la estrategia influyen la una en la otra. Las teoras contemporneas de la respuesta a preguntas exhiben muchas de las propiedades de modelos computacionales conexionistas (Rumelhart y McClelland, 1986). Por ejemplo, de acuerdo con el modelo ACT-R de recuperacin de hechos (J. Anderson, 1993, J. Anderson y Reder, 1999), la fuerza de conexin entre un hecho y sus conceptos constituyentes est determinada por una regla de aprendizaje conexionista. Durante las pruebas siguientes, la activacin se disemina en paralelo a partir de todos los conceptos del hecho de prueba (Un profesor est en una cochera) hasta que el hecho es recuperado.

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Evocacin y reconocimiento del texto Las personas frecuentemente luchan por recordar un texto en circunstancias en que no son interrogados directamente acerca de l. La mayora de las tareas de recuperacin de un texto con final abierto se denominan evocaciones libres. Se revelaron algunos fenmenos slidos en estudios con alumnos acerca de evocaciones de artculos de revistas. Kintsch y van Dijk (1978) clasificaron las respuestas de las evocaciones de sus participantes como reproducciones, los que corresponden a proposiciones expresadas directamente en el artculo original, y reconstrucciones a aquellas que representaron suposiciones razonables pero no que no tenan sus contrapartes exactas en el texto. La figura 3.1 revela que la evocacin de un texto se torna sistemticamente ms reconstructiva con un aumento en el retraso de la prueba; despus de seis semanas, las dos clases dan cuenta aproximadamente de la misma proporcin para todas las respuestas de evocacin. Singer (1982) midi un patrn similar, uno difcilmente distinguible entre la lectura en laboratorio y en un ambiente natural (esto es, antes de un reclutamiento experimental). Singer adems inform que los participantes reprodujeron un 26% de las 124 ideas textuales en una evocacin inmediata y slo un 6% despus de seis semanas, La convergencia de la reproduccin y la reconstruccin en la evocacin del texto es lejos clarificada por el reconocimiento del texto por parte de las personas. sta est influenciada por la relacin entre el texto y la oracin de prueba, la que puede expresar una idea explcita del texto, ser una parfrasis de l o constituir un distractor inexacto. En el reconocimiento inmediato, la tasa de aceptacin para los temes explcitos es considerablemente ms alta que para las parfrasis o las inferencias. Al aumentar el retraso en la evaluacin, las tasas de aceptacin explcita no declinan demasiado, pero para las parfrasis y las inferencias aumentan hacia la tasa explcita, e incluso la aceptacin de los distractores aumenta en cierta forma (Kintsch y otros, 1990; Rede, 1982). Este perfil se ilustra en la figura 3.2. Este impactante patrn puede ser explicado de la siguiente forma: en las pruebas inmediatas, los participantes han detallado razonablemente las representaciones de la forma de superficie, de la base del texto y del modelo situacional de que disponen. Esta tasa de reconocimiento refleja el nmero de niveles con que el item de la prueba es consistente. As, los temes explcitos, que son consistentes con los tres niveles, son aceptados ms a menudo, seguidos de temes parafraseados, que no concuerdan con la forma de superficie, pero que son consistentes con la base del texto y con el modelo situacional. Finalmente, las inferencias son aceptadas de forma menos frecuente, debido a que no concuerdan con la superficie ni con las representaciones de la base del texto y son consistentes slo con el modelo situacional (Kintsch, Welsh, Schmalhofer y Zimny, 1990; Schmalhofer y Glavanov, 1986). A medida que aumenta el retraso en la evaluacin, la forma textual del mensaje es alterada, pero no se olvida. De igual forma, existe una prdida considerable del contenido de la idea (base del texto) del texto a travs del tiempo (Kintsch y van Dijk, 1978; Singer 1982). Por lo tanto, el reconocimiento tardo depende considerablemente de un modelo situacional slido. Como resultado, las ventajas relativas del reconocimiento de las pruebas explcitas y parafraseadas se pierden. El perfil complejo en el reconocimiento del texto concuerda con el propsito, analizado anteriormente, que la comprensin del texto resulta en mltiples niveles de representacin.

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Concuerda adems con la convergencia, con el aumento del retraso, de la reproduccin y reconstruccin en la evocacin del texto (vase figura 3.1). En la evocacin, al igual que en el reconocimiento, el participante debe confiar en la representacin situacional mientras aumenta el intervalo de retencin. En lo que respecta a lo que el modelo situacional representa la combinacin de la informacin del texto y el conocimiento general, la reconstruccin de muchas respuestas de evocacin tardas, no corresponden con la proposicin del texto. COMENTARIOS FINALES Hemos revisado las teoras y los mtodos psicolgicos de la investigacin en el rea de la comprensin de textos. La comprensin de textos procede en ciclos e involucra la construccin simultnea de tres niveles de representacin: estructura de superficie, base del texto y modelo situacional. La clave en estos tres niveles es el modelo situacional. ste es una representacin mental del estado de los temas denotados por un texto. En la mayora de los casos, el propsito de la comprensin de un texto es la construccin de un modelo situacional. Mucha dcadas de investigacin han revelado que la comprensin de textos es un proceso cognitivo altamente complejo que involucra la mayora de las reas de la cognicin: la percepcin, la memoria temporal, la memoria a largo plazo, la resolucin de problemas y la imaginera. La investigacin est actualmente en camino de estudiar los mecanismos neuronales que ayudan a la comprensin del texto. Ms an, la presuncin tradicional que la comprensin de textos involucra la construccin independiente de redes proposicionales abstractas, est siendo desafiada por recientes propuestas y por evidencia que sostiene que la comprensin del lenguaje involucra representaciones preceptuales anlogas que reflejan cmo, como humanos, interactuamos con nuestros ambientes (Barsalou, 1999; Glenberg, 1997; Stanfield y Zwann, 2001; Zwaan, Stanfield y Yaxley, 2002). Se espera que tales desarrollos hagan contribuciones fundamentales al conocimiento de lo que sucede en nuestros cerebros / mentes cuando procesamos las marcas negras sobre un fondo blanco.

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