Patrimonio Arqueológico y Desarrollo sostenido Regional ... · planes de ordenamiento ecológico,...

— Ciencia, Vol. 1, Nº 1, Diciembre 2003. Página 37 —

Patrimonio Arqueológico y Desarrollo sostenido Regional:Patrimonio Arqueológico y Desarrollo sostenido Regional:Patrimonio Arqueológico y Desarrollo sostenido Regional:Patrimonio Arqueológico y Desarrollo sostenido Regional:Patrimonio Arqueológico y Desarrollo sostenido Regional:LineamientLineamientLineamientLineamientLineamientos para Pros para Pros para Pros para Pros para Programas de Togramas de Togramas de Togramas de Togramas de Turismo Cultural.urismo Cultural.urismo Cultural.urismo Cultural.urismo Cultural.

Ratto, Norma

Escuela de Arqueología (Universidad Nacional de Catamarca) y Sección Arqueología(ICA-FFyL-UBA). [email protected]

RRRRResumenesumenesumenesumenesumenEl desarrollo de un turismo eco-cultural conlleva un efecto positivosobre el medio natural y cultural, dado que contribuye a su manteni-miento y protección, como condición básica y elemental para satisfacersus propios fines. Este esfuerzo se ve compensado en los beneficiossocio-culturales y económicos que aporta a toda la población implica-da. Sin embargo, no debe obviarse ni minimizarse los efectos negativos,nocivos y destructivos que acarrea el uso masivo e incontrolado de losbienes culturales y sus paisajes circundantes. Por lo tanto debe privi-legiarse el respeto al patrimonio natural y cultural sobre cualquier otrotipo de consideración, aunque conlleve altos beneficios para los ámbi-tos social, político y/o económico. Tal respeto se logra mediante unapolítica dirigida al suministro del equipamiento necesario y a la orien-tación del movimiento turístico, que tenga en cuenta las limitacionesde uso y de densidad, es decir mediante la planificación ambiental,incorporando en el concepto las esferas natural y cultural. Así, losplanes de ordenamiento ecológico, los estudios de impacto ambiental yla capacidad de carga de los ecosistemas hacen a la gestión del medionatural; mientras que la documentación, conservación, investigación ydifusión conforman los pilares para el desarrollo equilibrado y armóni-co de la intervención en el patrimonio cultural.


11111. El patrimonio ar. El patrimonio ar. El patrimonio ar. El patrimonio ar. El patrimonio arqueológico:queológico:queológico:queológico:queológico:El Patrimonio, muchas veces iden-

tificado como la herencia, es en sí mis-mo un concepto que alude a la histo-ria, que entronca con la esencia mis-ma de la cultura y es asumido direc-tamente por los grupos locales. Iniesta(1990) dice que el Patrimonio es lasíntesis simbólica de los valores iden-titarios de una sociedad que los reco-noce como propios. Feilden y Jokilehto(1998) afirman que la tendencia ac-tual es comprender a la herencia cul-tural en su sentido más amplio comoun contenedor de todas las señales quedocumentan las actividades y los lo-gros del ser humano en el tiempo.

El concepto de patrimonio impli-ca un proceso de reconocimiento, ge-neralmente intergeneracional, de al-gunos elementos como parte del ba-gaje cultural y su vinculación a unsentimiento de grupo. Es la forma porla que una sociedad se reconoce y sepresenta a otros. Por lo tanto, el bienconcreto estará a salvo momentánea-mente, ya que si bien su conserva-ción no está garantizada, al menos supérdida o destrucción serán sentidascomo propias (Santana, 1998; Moli-nari et al. 2000). Sin embargo, talsentimiento es muchas veces olvidadoen las sociedades no tradicionalesinmersas en la industrialización, ses-gando de esa manera su propia histo-ria y lazos de grupo.

El Patrimonio Arqueológico esparte del Patrimonio Cultural de unasociedad que se desarrolla dentro deun entorno natural. Por lo tanto, larelación cultura-ambiente es indiso-luble, conllevando a la integración del

patrimonio natural y cultural, dondelos sistemas ecológicos se considerancomo ecosistemas socioculturales(Hurtado M., 1988).

Al abarcar el concepto de Patri-monio tanto el entorno natural comocultural, incluye los paisajes, los sitioshistóricos, los emplazamientos y en-tornos construidos, así como la biodi-versidad, los grupos de objetos diver-sos, las tradiciones pasadas y presen-tes, y los conocimientos y experienciasvitales. Registra y expresa largos pro-cesos de evolución histórica, constitu-yendo la esencia de muy diversas iden-tidades nacionales, regionales, locales,indígenas y es parte integrante de lavida moderna (ICOMOS, 1999).

La unión e interrelación entrepatrimonio natural y cultural permitedefinir al Patrimonio Arqueológico comoel conjunto de recursos o vestigiosindicadores de la diversidad y variabi-lidad de las actividades o interrelacio-nes humanas con su medioambiente,representativos de un aspecto de lahistoria humana y/o su evolución (Mo-linari, 1998). De esta forma se otorgaigualdad de significancia a la conser-vación de la biodiversidad natural ycultural, ya que la primera se refiereal mantenimiento de los procesos eco-lógicos que aseguran la vida, mientrasque la segunda representa una gamade alternativas de relación para con elespacio y sus recursos. Además, se leotorga un carácter social, participati-vo y dinámico, ya que es visualizadocomo un repertorio de significados quecontinuamente son interpretados poruna comunidad (Mujica 1997; Santa-na, 1998; Molinari, 1998; Criado B.,

– N. Ratto : Patrimonio Arqueológico y Desarrollo Regional –


1996ª, 1996b, 1999; Molinari et al.,2000; Endere, 2000).

El ICOMOS (1990) dice que elpatrimonio arqueológico representa laparte de nuestro patrimonio materialpara la cual los métodos de la arqueo-logía nos proporcionan informaciónbásica. Engloba todas las huellas dela existencia del hombre y se refiere alos lugares donde se ha practicadocualquier tipo de actividad humana,a las estructuras, los vestigios aban-donados de cualquier índole, tanto ensuperficie, como enterrados, o bajo elagua, así como el material relaciona-do con los mismos.

El Patrimonio Arqueológico o pre-colonial comprende los restos mate-riales de las sociedades que vivieronhasta mediados del siglo XVI, es decirantes de la presencia europea en tie-rras americanas. Representa el perío-do más antiguo y extenso de nuestrahistoria, desde la llegada de los pri-meros pobladores hasta la invasióneuropea del siglo XVI, en conjuntorepresentan 20.000 años o más deduración, de los cuales sólo los últi-mos 500 años corresponden a lo tra-dicionalmente definido como Colonia,Virreynato y República, y el resto, másde 19.000 años, al mundo autóctonoprevio a la invasión europea del áreaandina. Sin embargo, no debe enten-derse sólo en su dimensión física (ob-

jetos) sino que también conlleva unadimensión cognitiva, delineando unproceso histórico que configura laidentidad de los pueblos y su diferen-ciación de los demás (Romero, 1987).Así, Criado B. (1999) afirma que elPatrimonio Cultural es la representa-ción de la memoria (1) histórica, mien-tras que el Patrimonio Arqueológicoes su materialización, conformado porlos productos materiales –muebles einmuebles– generados por la actividadhumana a lo largo de la historia.

La Arqueología es la ciencia queexplica la diversidad y variabilidad delcomportamiento humano mediante elestudio de los restos materiales pro-ducidos en el desarrollo de la activi-dad social pretérita. Los cambios a lolargo del tiempo reflejan diversos ni-veles de desarrollo, y las distintasformas, características o distribucio-nes espaciales de los materiales cul-turales indican diferentes sociedadeso culturas. Es la combinación de am-bos aspectos lo que nos permite lareconstrucción de los procesos histó-ricos sociales.

La UNESCO reconoce el papelfundamental que tiene la Arqueologíapara la preservación cultural, contri-buyendo en forma sustantiva para larecuperación y revalorización de losbienes culturales tangibles, la peren-nidad del conocimiento humano y la

1: La UNESCO (1999) considera que “La memoria es un motor fundamental de la crea-tividad: esta afirmación se aplica tanto a los individuos como a los pueblos que en-cuentran en su patrimonio -natural y cultural, material e inmaterial- los puntos dereferencia de su identidad y las fuentes de su inspiración”. Asimismo considera que“El patrimonio mundial material actúa como un estímulo para nuestra memoria.«Cristaliza»en sus manifestaciones la especificidad de una cultura así como su vocación universal.La acción de la UNESCO en el ámbito del patrimonio material se articula en torno a tresejes: prevención, gestión e intervención”.



expresión cultural de su tiempo (Gar-cía R., 1997). Su labor y resultadoscontribuyen a la constante búsquedade la explicación de las identidades delpasado, afrontando un permanentedesafío frente al desarrollo económico,mayormente desordenado, que condu-ce a la acelerada desaparición de lossitios arqueológicos de Sudamérica.Para los especialistas de la disciplinasignifica asumir la amenaza y abordarel debate de algunos problemas, comoser que de ninguna manera se puedeacelerar la destrucción del PatrimonioArqueológico de los pueblos y su en-torno natural como consecuencia in-evitable de la globalización por la ex-pansión de los mercados.

En resumen, el Patrimonio Ar-queológico constituye una de las prin-cipales fuentes para el conocimientode nuestro pasado, es un legado y unaseña de nuestra identidad cultural,siendo la conservación y transmisiónde esta herencia común a las genera-ciones venideras una responsabilidadque recae en toda la sociedad, dadoque está compuesto por bienes de pro-piedad colectiva. Sin embargo, la sus-tentabilidad de la tríada patrimonio-identidad-conservación se encuentra ensituación de riesgo, debido a las de-mandas legítimas de las sociedadesactuales (obras públicas, construcciónde infraestructura, crecimiento urba-no, desarrollo económico e industrial,cambios de usos tradicionales del sue-lo, intereses particulares, entre otros)(cf. Ratto 2001). La forma de revertiresta tendencia es considerar que elPatrimonio Arqueológico no está cons-tituido sólo por bienes culturales, sino

que estos bienes constituyen auténti-cos recursos que pueden ser adecua-damente rentabilizados por una socie-dad que se orienta cada vez más hacialos ideales del desarrollo sustentableregional (Molinari, 1998; Santana,1998; Sosa, 1998; Criado B., 1996ª,1996b, 1999; Molinari et al., 2000,entre otros). Quizás para garantizar latríada patrimonio-identidad-conserva-ción tendremos que adecuarla al deve-nir de una política de globalización,maximizando sus aspectos positivos yminimizando los negativos, conforman-do una nueva tríada bienes-memoria-mercado (Criado B., 1999). Al respec-to, la UNESCO sostiene la esencialdualidad de los bienes culturales, con-siderando su faz comercial y la detransmisores de valores, ideas y signi-ficados (cf. Renard, 1999).

2. La globalización y el patrimonio ar-2. La globalización y el patrimonio ar-2. La globalización y el patrimonio ar-2. La globalización y el patrimonio ar-2. La globalización y el patrimonio ar-queológico: presentqueológico: presentqueológico: presentqueológico: presentqueológico: presente y future y future y future y future y futuro.o.o.o.o.

A pesar de su potencial para in-gresar al sistema productivo de lascomunidades locales y de las normati-vas y recomendaciones internaciona-les que lo protegen –ver Esquema 1–,puede afirmarse que el patrimonio cul-tural, y particularmente el arqueológi-co, se encuentran en una situación depeligro en gran parte producto de larealidad macroeconómica mundial. Alrespecto, la Argentina corre al ritmoimpuesto por la globalización o inter-nacionalización de los procesos produc-tivos. Esta situación se genera en ladécada del 70’ con la aparición delprimer mercado financiero internacio-nal. Desde entonces, las condiciones



económicas que predominan en cadapaís son inestables y dependen, engran medida, de lo que ocurra en laeconomía mundial. El hoy está signa-do por las corporaciones transnacio-nales que dominan el que hacer eco-nómico, y en consecuencia, político delmundo, ya que imponen valores, hábi-tos de consumo y costumbres cultura-les. La consecuencia es que los paísesno desarrollados están limitados y con-dicionados para elegir un modelo dedesarrollo propio, sumado al hecho delas pesadas deudas externas y déficitfiscales, que obligan a los Estados arealizar recortes presupuestarios. Eneste contexto, los recortes primero lle-gan a las áreas vinculadas con la cien-cia, la educación y a la conservacióndel patrimonio natural y cultural (cf.Matteucci, 1998; Bertonatti, 2000; Thi-baud, 2000; del Valle, 2000; entreotros). Además, el ritmo económicomundial impone un perfil de país pro-ductor, expandiendo las fronteras agro-pecuarias, reemplaza los usos tradicio-nales del suelo e intensifica la extrac-ción de recursos como petróleo, gas,minerales, maderas, peces, entre otros.

Esta expansión tiene incidenciadirecta en la preservación del patrimo-nio cultural arqueológico, colocándoloen una situación de riesgo. Al respec-to, el ICOMOS en su informe mundialsobre monumentos y sitios en peligrodice que la protección de un sitio omonumento patrimonial “...puede serlegal, física o moral, e incluye tanto lasmedidas preventivas, como el manteni-miento de su uso adecuado y el desa-rrollo de actividades culturales o edu-cativas... Además de la conciencia pú-

blica, la conservación exige destreza yrecursos, en particular el financiero, yaque sin éste, la efectividad de los me-canismos protectivos se menoscaba”(ICOMOS, 2000). Por lo tanto, para laprotección es indispensable la existen-cia de estrategias integradoras, queconformen un programa para la ges-tión del patrimonio cultural (Criado B.,1996ª, 1996b, 1999; Molinari et al.,2000). Sin embargo, dada la realidadArgentina es poco probable que elEstado aporte los fondos para la im-plementación de ese plan. Por lo tan-to, el cuadro de situación indica quesu viabilidad y eficacia operativa radi-can en generar un plan de gestión au-tofinanciable. Para ello, es imposter-gable concebir al patrimonio arqueoló-gico en su dimensión tridimensional –materia-memoria-mercado– (Criado B.,1999) donde el turismo alternativocumple un papel fundamental paraacceder a la fase de su rentabilización.En este marco el patrimonio arqueoló-gico se integra al aparato productivoconllevando beneficio para las comu-nidades locales en el marco de un de-sarrollo sustentable o sostenido –verEsquema 1–.

3. El turismo alt3. El turismo alt3. El turismo alt3. El turismo alt3. El turismo alternativernativernativernativernativo: una indus-o: una indus-o: una indus-o: una indus-o: una indus-tria sin ctria sin ctria sin ctria sin ctria sin chimeneas.himeneas.himeneas.himeneas.himeneas.

3.1. La industria turística: bosque-jo económico de la actividad:

En los últimos años se observó uncreciente interés, tanto a nivel interna-cional como nacional, sobre el análisisy desenvolvimiento del sector relacio-nado a actividades del turismo. Las



El turismo ha tenido en la mayo-ría de los países del mundo un creci-miento superior al de otras activida-des económicas, esto evidencia laimportancia e interés de los gobier-nos, empresas comerciales y de servi-cios en prestar particular atención aeste fenómeno turístico.

La Argentina cuenta con unanaturaleza monumental, innumerablespoblados donde la vorágine de lostiempos de las grandes ciudades aúnno los ha invadido y manifestacionesculturales testimonio de su devenirhistórico antes, durante y luego de laconquista. Estas particularidades leotorgan un potencial para el desarro-llo de una actividad turística. Deacuerdo con los datos provistos por laSecretaría de Turismo de la Nación,en la Argentina se ha observado unsignificativo crecimiento del sectorturístico en los últimos años, dado que(a) el número de visitantes que reci-bía el país del exterior fue de 2,7millones en 1990, elevándose 4,8 mi-llones en 1998 y (b) el crecimientointerno de turistas fue en aumentodurante la década de 1990, con elconsiguiente ingreso de divisas enconcepto de viajes que alcanzaron los1.381 millones de dólares en 1998.

Sin embargo, la actividad turís-tica conlleva un fuerte impacto am-biental, especialmente cuando el usode los lugares se realiza (a) en formadescontrolada, (b) sin planificación,prevaleciendo los beneficios económi-cos cortoplacistas sobre la protecciónde la naturaleza y las culturas localesy (c) sin respeto a los lugares y sugente, considerándolos como mercan-

cifras económicas internacionales refle-jan la importancia que los países desa-rrollados le otorgan a este sector, con-siderado en la actualidad como una delas mayores industrias (cf. Aguilar et.al, 1992; González L., 1997; OMT, 1998;Castelli 2000b, entre otros). A saber:

• Entre los años 1980 y 1998 losingresos derivados por turismo re-ceptivo internacional se elevaron de105 a 448 mil millones de dólares,mostrando una tasa anual de cre-cimiento del 8,3 %, muy por enci-ma de la del Producto Bruto Inter-no o de los flujos comerciales.

• Según datos de la OrganizaciónMundial de Turismo (OMT, 1998),los movimientos turísticos interna-cionales han presentado tasasanuales promedio de expansiónsuperior al 7 % en el período 1950-96, pasando de unos 25 millonesde turistas en 1950 a 612 millonesen 1997. Los ingresos generadospor este flujo de turistas se eleva-ron, en igual período, de 2.100 a443.770 millones de dólares.

• El turismo es una de las activida-des económicas que representan el10 % del crecimiento económicoanual del mundo. La OrganizaciónMundial del Turismo (O.M.T.) pre-dice que para el año 2020 sobreuna población estimada en 7800millones de habitantes ascenderáa 1600 millones, con un gasto de1500 mil millones de dólares.



cías (cf. Ceballos L., 1994; ICOMOS2000). Esto deviene en un daño irre-versible, no sólo de las condicionesnaturales o culturales, sino de susatractivos turísticos esenciales y, con-secuentemente, privando de un recur-so fundamental para el futuro de laspoblaciones locales. Ante esta situa-ción, surge la pregunta ¿cómo alcan-zar un desarrollo equilibrado, que asu vez se constituya en un instrumen-to para su conservación y no degradesus paisajes ni silencie sus identida-des locales? La respuesta debe hallar-se dentro del marco del desarrollo deuna política de turismo sustentable.

3.2. El turismo sostenible: el resguar-do del presente para el futuro:El desarrollo sostenible o susten-

table tiene por objeto asegurar unamejor calidad de vida para todos loshabitantes, hoy y para futuras gene-raciones (cf. Brugger, 1993; Lebel yKane, 1988). Siendo el turismo unaalternativa de desarrollo económico ysocial, debe enmarcarse dentro de laestrategia del desarrollo sostenible,donde interactúan criterios medioam-bientales, socioculturales y económi-cos. Por lo tanto, el desarrollo turísti-co debe fundamentarse sobre criteriosde sostenibilidad, es decir, que debe


PROBLEMA ACTUALSituación de riesgo del patrimonio cultural

arqueológico por ausencia de estrategias de Gestión Integradoras del Patrimonio Cultural

FUTURO• Revalorización del patrimonio arqueológico.• Programa de Turismo Eco-cultural. • Planes de Manejo de Recursos Culturales.• Sitios arqueológicos como polos de actividades para

el desarrollo socio-económico y cultural de las comunidades locales.

Garantías y recomendaciones internacionales para la preservación

y conservación de los bienes naturales y culturales de la UNESCO

(1956, 1962, 1968, 1972, 1976, 1978, 1999) e ICOMOS (1964,

1967, 1976, 1990, 1999, 2000)

Desarrollo sostenido o sostenible

Esquema 1Esquema 1Esquema 1Esquema 1Esquema 1 ..... Cuadro que muestra la reversión de la situación de riesgo del patrimonioarqueológico en el marco de un desarrollo sustentable y de la normativay recomendaciones internacionales.


beneficiar a todos los actores involu-crados, que sea viable económicamen-te y equitativo, comercialmente renta-ble, ecológicamente sostenible, socio-culturalmente aceptable y que propor-cione un alto grado de satisfacción alturista. Así, el concepto de sustenta-bilidad está relacionado a tres facto-res importantes: calidad, continuidady equilibrio (Budowsky, 1992; Molina,1994, Carta del Turismo Sostenible,1995; ICOMOS, 1976, 1999; Castelli,2000, entre otros).

La contribución activa del turis-mo al desarrollo sostenible presuponela solidaridad, el respeto mutuo y laparticipación de todos los actores in-volucrados en el sector, tanto públi-cos como privados. Esta concertacióndebe establecer los mecanismos efica-ces de cooperación en todos los nive-les: local, nacional, regional e inter-nacional, organismos públicos, priva-dos y ONGs. Para ello, el turismo debeasentarse sobre la diversidad de opor-tunidades ofrecidas por las economíaslocales, deberá integrar y contribuirpositivamente al desarrollo de las eco-nomías regionales, promoviendo lasformas alternativas de turismo cohe-rentes con los principios del desarro-llo sostenible: ecoturismo, agroturis-mo, turismo de estancia, observaciónde la flora y fauna, avistaje de aves,turismo científico, espeleología y tu-rismo cultural. Estas constituyen di-ferentes modalidades de la nueva ten-dencia de turismo alternativo –ver másadelante– (cf. Ceballos L., 1995).

El turismo sustentable es defini-do como un modelo de desarrollo eco-nómico diseñado para:

a. Mejorar la calidad de vida de lapoblación local, de los residen-tes que viven y trabajan en eldestino turístico.

b. Proveer mayor calidad de expe-riencia para el visitante.

c. Mantener la calidad del medioambiente –natural y cultural– delque depende la población local ylos turistas.

d. Obtener mayores niveles de ren-tabilidad económica de la activi-dad turística para los residenteslocales.

e. Asegurar la obtención de benefi-cios por parte de los empresa-rios turístico.

f. Procurar que el negocio turísti-co sustentable sea rentable, paraque el sector privado mantengael pacto de sustentabilidad yequilibrio.

La Organización Mundial delTurismo (OMT) delineó los principiosbásicos para alcanzar los objetivosexpuestos del turismo sustentable enla Conferencia de Globe realizada enBrasil en 1990. A saber:

• La planificación del turismo y sudesarrollo deben ser parte de lasestrategias del desarrollo sustenta-ble de una región, provincia o na-ción. Esta planificación debe impli-car a la población local, al gobiernoy al sector privado para que provealos mayores beneficios posibles.



• Las agencias, corporaciones, gruposde individuos, deben seguir los prin-cipios éticos que respeten la cultu-ra y el medio ambiente del área, laeconomía y el modo tradicional devida, el comportamiento de la co-munidad y los principios políticos.

• El turismo debe ser planeado deuna manera sustentable, teniendoen cuenta la protección del medioambiente.

• El turismo debe distribuir equita-tivamente entre los promotores delturismo y la población local.

• Se requiere buena información,investigación y comunicación de lanaturaleza del turismo, especial-mente para las poblaciones loca-les, dando prioridad a un desarro-llo duradero, lo cual implica larealización de un análisis continua-do y un control de calidad sobrelos efectos del turismo.

• La población debe implicarse en laplanificación y desarrollo de losplanes locales juntamente con elgobierno, los empresarios y otrosinteresados.

• Al comienzo de un proyecto hay querealizar un análisis integrado delmedio ambiente, la sociedad y la eco-nomía, dando distinta consideracióna los distintos tipos de turismo.

• Los planes de desarrollo del turismodeben permitir a la población localque se beneficie de ellos o que pue-

da responder a los cambios que seproduzcan en la situación inicial.

En resumen, el desarrollo delturismo sustentable puede abastecernecesidades económicas, sociales yestéticas, a la vez mantiene íntegra lacultura y los procesos ecológicos. Estetipo de turismo puede proveer benefi-cios a las generaciones presentes sindisminuir las posibilidades de obten-ción de beneficios de las generacionesfuturas. Para llevar a cabo un desa-rrollo turístico sustentable es necesa-rio la toma de decisiones políticas, querequieren una visión a largo plazo. Enel caso de la provincia de Catamarca,tal decisión política quedó plasmadaen las bases del Plan Estratégico Con-sensuado (1996).

3.3. La demanda turística y las nue-vas tendencias: el turismo eco-cultural:Una de las transformaciones pro-

ducidas en la sociedad global a finesdel Siglo XX ha sido la revoluciónmedioambiental asumiendo con dife-rente velocidad y perspectiva la pre-ocupación por la interrelación econo-mía, ecología y cultura. Sobre la basede un turismo sustentable algunospaíses promueven su diversidad bio-lógica y cultural, a través del desa-rrollo de un turismo ecológico o eco-turismo con el objetivo de aplicarganancias a la protección de esosecosistemas. Sus principios rectoresson la protección y fomento del medioambiente, a través de la preservaciónde los recursos naturales, culturales



y de las tradiciones locales, paramejorar la calidad de vida de los ha-bitantes del destino turístico (Caste-lli, 2000; Ceballos L., 1994, 1995;entre otros).

La tendencia actual ha incorpo-rado variantes al concepto clásico delturismo de vacaciones, tales como elturismo de negocios, de congresos yconvenciones y el turismo alternativoo ecoturismo. Se observa el efectopositivo surgido del comportamientode la demanda turística y de las nue-vas tendencias. Predomina en el mer-cado, un turista moderno, activo, enbúsqueda de contacto con la natura-leza, que valora la autenticidad cul-tural, la sostenibilidad ambiental y lasnuevas experiencias. Esto está acom-pañado por (a) una mayor frecuenciasde viajes anuales, disminuyendo elpromedio de la estadía, (b) la deman-da de eficiencia y calidad del servicio,con preferencia por la atención perso-nalizada y (c) la exigencia de inversio-nes de infraestructura, equipamientoe instalaciones turísticas.

Particularmente, el Ecoturismo (2)o también llamado “turismo de la na-turaleza”, responde a la búsqueda delugares donde la naturaleza se con-serva relativamente intacta y dóndese pueda estudiar, admirar y disfru-tar su paisaje, su flora y fauna, comoasí también cualquier posible aspecto

cultural. Asimismo, el Turismo Cultu-ral es aquella forma de turismo alter-nativo que apunta, entre otros fines,al conocimiento de sitios históricos yarqueológicos. Ambos conforman elTurismo Eco-cultural, concebida comoactividad que conlleva un efecto posi-tivo sobre el medio natural y cultural,dado que contribuye a su manteni-miento y protección, como condiciónbásica y elemental para satisfacer suspropios fines. Este esfuerzo se ve com-pensado en los beneficios socio-cultu-rales y económicos que aporta a todala población implicada.

Sin embargo, no debe obviarseni minimizarse los efectos negativos,nocivos y destructivos que acarrea eluso masivo e incontrolado de los bie-nes culturales y sus paisajes circun-dantes, especialmente cuando se rea-liza sin el manejo adecuado (cf. McNulty, 1984; ICOMOS, 2000) –ver másadelante–. Por lo tanto debe privile-giarse el respeto al patrimonio natu-ral y cultural sobre cualquier otro tipode consideración, aunque conlleve al-tos beneficios desde la esfera social,política y/o económica. Tal respeto selogra mediante una política dirigidaal suministro del equipamiento nece-sario y a la orientación del movimien-to turístico, que tenga en cuenta laslimitaciones de uso y de densidad, esdecir mediante la planificación am-

2: La definición surgida de un Congreso Mundial sobre Ecoturismo, llevado a cabo enBelice, en mayo de 1992, indica que el ecoturismo es “el turismo dedicado al disfrutede la naturaleza, de forma activa, con el objetivo de conocer e interpretar los valoresnaturales y culturales existentes en estrecha interacción e integración con las comuni-dades locales y con un mínimo de impacto en los recursos; sobre la base de apoyarlos esfuerzos dedicados a la preservación y manejo de las áreas naturales sonde sedesarrolla, o de aquellas prioritarias para el mantenimiento de la biodiversidad”.



biental, incorporando en el conceptolas esferas natural y cultural

Es responsabilidad de los gobier-nos preparar eficientes planes demanejo para sus áreas naturales yculturales protegidas, como es el casode los Parques Culturales (cf. Mestro-vic, 1984; James, 1984; Molinari,1998), con el objeto de planificar enforma integral el fenómeno del turis-mo eco-cultural. Esta planificacióndebe incluir necesariamente a los dis-tintos sectores involucrados: gobierno–nacional, provincial y municipal–,empresas privadas, habitantes loca-les, organizaciones no gubernamenta-les (ONGs) e instituciones internacio-nales, si fuera el caso.

En resumen, las bases del turis-mo eco-cultural no comulga con laidea de una actividad económica cuyoprincipal objetivo sea la generación deganancias con la consiguiente expro-piación y explotación de los recursosde las comunidades y países parabeneficio de los grandes capitales. Porel contrario, el turismo eco-culturalno es sólo un viaje orientado a lanaturaleza y sus manifestaciones cul-turales, sino que se constituye en unanueva concepción de la actividad comopráctica socio-económica. Tiene comoobjetivo mejorar las condiciones devida de las poblaciones receptoras, almismo tiempo que preserva los recur-sos naturales y culturales, compatibi-lizando la capacidad de carga y lasensibilidad de un medio ambientenatural y cultural con la prácticaturística.

4.4.4.4.4. PPPPPatrimonio aratrimonio aratrimonio aratrimonio aratrimonio arqueológico y el turis-queológico y el turis-queológico y el turis-queológico y el turis-queológico y el turis-mo cultural.mo cultural.mo cultural.mo cultural.mo cultural.

Si hay dos campos profundamen-te interrelacionados, estos son justa-mente turismo y conservación delpatrimonio cultural. Pero así comoexisten muchos elementos vinculan-tes, hay otros que los alejan. Los ges-tores de la política cultural y turísticadeben buscar el equilibrio entre am-bos factores. Para hallar el justo me-dio es conveniente no caer en el ais-lamiento que defienden algunos estu-diosos del patrimonio cultural, los quesostienen que mantener los bienesculturales alejados de todo contactocon hombres ajenos a su ciencia es laúnica esperanza para su conservación;ni tampoco el simplismo con el quealgunas personas piensan obtenerdivisas muy rápidamente a través delnegocio turístico de los bienes cultura-les no sustentable (cf. Cerro M. 1997).

Tal como afirman las Cartas deTurismo Cultural, adoptada por ICO-MOS (1976, 1999), tanto las entidadesrepresentativas del sector turísticocomo las de protección del patrimonionatural y cultural, deben estar pro-fundamente convencidas que la pre-servación y promoción del patrimonionatural y cultural para el beneficio dela mayoría, tan sólo se alcanza dentrode un orden que integre los valoresculturales con los objetivos sociales yeconómicos que forman parte de laplanificación de los recursos de losEstados, regiones y municipios.

La planificación y la gestión sonla base fundamental para que el turis-mo sostenible se convierta en un factor



significativo para la conservación delambiente natural y cultural, principal-mente porque se privilegia (cf. Mc Nul-ty, 1984; Ceballos L., 1994; Molinari,1999; ICOMOS, 1999; entre otros).

• El respeto al patrimonio natural ycultural sobre cualquier otro tipode consideración, aunque conllevebeneficios sociales, políticos y/oeconómicos cortoplacistas.

• La planificación ambiental, median-te la adopción de una política diri-gida al suministro necesario y a laorientación del movimiento turísti-co, teniendo en cuenta las limita-ciones de uso y de densidad.

• La gestión del medio natural, me-diante planes de ordenamiento eco-lógico, estudios de impacto ambien-tal y la capacidad de carga de losecosistemas.

• La gestión cultural, mediante ladocumentación, conservación, in-vestigación y difusión.

En resumen, para alcanzar lameta de la rentabilización del patrimo-nio arqueológico es necesaria la gene-ración de Programas de Turismo Cul-tural y la aplicación de Planes deManejo vigilados y monitoreados, con-cibiéndolos como la síntesis de la Ges-tión Integral del Patrimonio Arqueoló-gico, ya que están orientados a la in-vestigación, evaluación, conservación yuso público de los recursos culturales–ver más adelante–. En otras palabras,el éxito y eficiencia radican en la pla-nificación, concebida como proceso que

se materializa en diferentes instanciashasta llegar a su culminación que esla entrega al público receptor, con elconsiguiente beneficio para las pobla-ciones locales. Ese resultado tienemayores probabilidades de darse conéxito si el proceso se desenvuelve den-tro de la noción de desarrollo susten-table y la aplicación de la normativainternacionales existente –ver másatrás Esquema 1–.

4.1. Bases para la generación e im-plementación de Programas deTurismo Cultural:El turismo es un hecho social,

humano, económico y cultural irrever-sible. Su influencia en el campo delos sitios arqueológicos es notoria yno ha sido explotada adecuadamenteen nuestro país, que cuenta con esca-sos aportes de restauración de sitiosarqueológicos de acuerdo con la nor-mativa internacional (cf. Kriscautzky,1997; Raffino, 1999; Raffino et. al.,1999). Las experiencias a escala mun-dial, como son los casos de México,Egipto, Grecia y Perú, en menor esca-la, muestran que hasta la fecha laexplotación comercial es la opción quemás asegura la salvaguarda de losbienes culturales (cf. Aguilar et al.,1992; G. Licon, 1997; Santana, 1998;Sosa, 1998; entre otros).

La creciente preocupación am-biental fue determinante para el sur-gimiento de la corriente turística quetiene como destino a la naturaleza,tanto en su ámbito natural como cul-tural, que es la de mayor crecimientomundial. Actualmente no sólo se ha-



bla de convertir al turismo en unaactividad sustentable, sino que se hacereferencia al turismo ecológico y tu-rismo cultural, como concreción de esasustentabilidad. Por supuesto, queésta no puede lograrse sin la toma dedecisiones políticas que requieren unavisión a largo plazo.

Ahora bien, ¿cuáles son los basesque debe contemplar todo programade turismo eco-cultural a los efectosde reafirmar sus principios (cf. ICO-MOS 1999)?. En el Esquema 2 se pre-sentan las diferentes fases que debenser abordadas, a manera de proyectoscon objetivos específicos, cuyos resul-tados retroalimentan para dar funda-mento y sustento al programa y ga-rantizar su viabilidad y eficacia.

a. Estudio de la capacidad decarga del ambiente:La sustentabilidad del recurso

está dada por su capacidad de car-ga, definido como el nivel de explota-ción turística que una zona puedesoportar asegurando una máximasatisfacción a los visitantes y unamínima repercusión sobre los recur-sos (UICN (3) , 1991). Al desarrollarseactividades de turismo sostenible elmantenimiento de la calidad ambien-tal no es sólo deseable sino indispen-sable a fin de garantizar la satisfac-ción del visitante. Si el producto tu-rístico declina en calidad, finalmenteresultará el declive en la actividadturística y en la economía. Por lo tan-to, la noción de capacidad de carga


Esquema 2.Esquema 2.Esquema 2.Esquema 2.Esquema 2. Fases para la implementación de un programa de turismo cultural.Nota: GIPA = Gestión Integral del Patrimonio Arqueológico.

Programa de Turismo

Cultural

Planes de Manejo de bienes patrimoniales

para la etapa de rentabilización (GIPA).

Estudio de mercado

Evaluación técnico económica y financiera.

Estudio de impacto ambiental.

Estudio de la capacidad de carga

del ambiente.

3: La Unión Mundial para la Naturaleza.


supone la existencia de límites al usode visitantes. Su estimación está de-terminada por numerosos factores,que determinan los niveles de explo-tación aproximadamente sostenibles(cf. Ceballos L., 1994, 1995). A saber:

Medioambientales:• Dimensiones de la zona y espa-

cio utilizable• Fragilidad del medio• Características de la fauna• Topografía y cobertura vegetal• Sensibilidad del comportamiento

de especies animales• Sensibilidad de los bienes arqueo-

lógicos a la presencia humana.Sociales:

• Pautas de observación• Opinión de los visitantes• Disponibilidad de las instalaciones

Gestión:• Diseño de senderos de observación• Reducción del conflicto entre usos

competitivos• Suministro de servicios de infor-

mación e interpretación ambien-tal (natural y cultural)

• Protección de los recursos utilizados• Ofrecimiento de instalaciones al-

ternativas que estimulen las vi-sitas en temporada baja.

En resumen, la capacidad decarga permite establecer, en términosmensurables, el número de visitantesy el grado de desarrollo óptimo queno implique efectos perjudiciales enlos recursos y pérdida de la calidadde atracción.

b. Estudio de impacto ambiental:Frecuentemente los proyectos de

turismo son examinados para determi-nar sus potenciales impactos ambien-tales, por la estrecha relación que exis-

te entre el turismo y la calidad del am-biente, como así también por los mu-chos nexos que hay entre el desarrolloturístico y otros sectores en la mismaregión. Es importante destacar que lamagnitud y escala de los impactos, tan-to negativos como positivos, depende deltamaño y tipo de desarrollo turísticoque se propone, en relación con la fra-gilidad del ambiente propuesto. En ge-neral puede decirse que:

• Los aspectos del ambiente naturaly sociocultural que constituyenimportantes recursos turísticos,atraen a los turistas por su valorestético, recreativo o educativo-cien-tífico. Sin embargo, muchos de losmismos aspectos son particular-mente sensibles a la alteración de-bido a las actividades humanas.

• Los impactos negativos que resul-tan de un desarrollo turístico in-adecuadamente planificado e incon-trolado, pueden fácilmente dañar alos mismos ambientes de los cualesdepende el éxito del proyecto. Esdecir, sin una cuidadosa atenciónal equilibrio entre el volumen y tipode actividades turísticas por unlado, y la fragilidad y capacidad decarga de los recursos siendo explo-tados por otro, los proyectos turís-ticos pueden ser perjudiciales yautodestructivos desde los ámbitosecológico y económico, respectiva-mente (cf. ICOMOS, 2000), ya que(i) El turismo aumenta la demandade infraestructura local (transpor-te, agua potable, recolección y tra-tamiento aguas servidas, elimina-



ción de desechos sólidos, instala-ciones médicas) y de varios servi-cios públicos que generalmente sonresponsabilidad pública. Por lo ge-neral, estas demandan se concen-tran dentro de una determinadaépoca del año. Sin una adecuadacoordinación y planificación, la de-manda de servicios puede excedersu capacidad, con resultados nega-tivos para los residentes como paralos turistas y (ii) Son potencialesproblemas los nexos indirectos en-tre el turismo y sus culturas, losnegocios, la población residente yla mano de obra local. El no reco-nocerlos puede restarle beneficiosal proyecto e infligir impactos so-cioeconómicos adversos sobre lapoblación local. Tal el caso, de laindustria artesanal tradicional quepuede perder autenticidad.

• Entre los impactos positivos, el pro-yecto de turismo eco-cultural com-bina la conservación de sitios na-turales y culturales con beneficioseconómicos y recreativos –ver másadelante–.

c. Estudio de mercado:Se utiliza como antecedentes ne-

cesarios para los análisis técnicos, eco-nómicos y financieros del proyecto.Abarca la investigación de la deman-da y de la oferta turística, como asítambién la determinación del precio.A saber:

• La demanda turística es aquella for-mada por el conjunto de consumido-res (o posibles consumidores) de bie-

nes y servicios turísticos. El estudiode la demanda turística se refiere alos aspectos relacionados con la exis-tencia de demanda o necesidad delos bienes o servicios que se buscaproducir u ofrecer. También, tienepor objeto demostrar y cuantificar laexistencia, en ubicaciones geográfi-camente definidas, de individuos oentidades organizadas que son con-sumidores o usuarios actuales opotenciales del bien o servicio que sepiensa ofrecer (OMT, 1998).

• La oferta turística es el conjuntode productos turísticos y serviciospuestos a disposición del usuario-consumidor turístico en un destinodeterminado, para su disfrute yconsumo (OMT, 1998). La investi-gación de la oferta de bienes y ser-vicios se basa en estudios de infor-maciones sobre volúmenes de pro-ducción actual y proyectada, capa-cidad instalada y utilizada, planesde ampliación, costos actuales yfuturos. Se debe incluir el análisisde (i) la oferta existente, a travésdel inventario de recursos turísti-cos, capacidad de alojamiento, res-taurantes, servicios turísticos, etc.,(ii) la oferta competitiva, detallandootros recursos, destinos, prestado-res de servicios turísticos y (iii) elcomportamiento de la oferta.

d. Evaluación técnico-económicay financieraLa evaluación técnico-económica

consiste en determinar la capacidadinstalada del proyecto y su formulación,diseñando la función de producción



óptima, que mejor utilice los recursosdisponibles para obtener el productoturístico deseado. Esta etapa abarca:(i) Estudio Básico para la determina-ción del tamaño, proceso y localizacióndel proyecto, (ii) Estudio complementa-rio, mediante las obras físicas, organi-zación y calendario y (iii) Determina-ción de costos. Por su parte, la evalua-ción financiera consiste en la determi-nación del valor de las necesidadestotales de capital, en la estimación delos ingresos previstos y de los gastosfijos, variables y totales. Como así tam-bién, la estimación de la capacidadinstalada necesaria para que los ingre-sos cubran los gastos (OMT, 1998).

e. Planes de Manejo de bienes pa-trimoniales para la etapa derentabilización (GIPA).La etapa de rentabilización de los

bienes patrimoniales es parte integran-te del proceso de Gestión Integral delPatrimonio Arqueológico (GIPA). Por lotanto, para acceder a esta etapa esimprescindible su concepción desdeuna perspectiva holística e integrado-ra. Asimismo, a los efectos de garan-tizar la sustentabilidad del bien en eltiempo son imprescindibles los Planesde Manejo de sitios arqueológico paraestablecer diferentes aspectos relacio-nados con su conservación, restaura-ción, limpieza, adecuación visual, de-terminar la transitabilidad interna, lasvías de acceso, la información turísti-

ca, su protección y monitoreo (cf.Conservación, 1992; ICOMOS, 1990).

5.5.5.5.5. Los Planes de Manejo de los RLos Planes de Manejo de los RLos Planes de Manejo de los RLos Planes de Manejo de los RLos Planes de Manejo de los Recur-ecur-ecur-ecur-ecur-sos Culturales.sos Culturales.sos Culturales.sos Culturales.sos Culturales.

Los Planes de Manejo deben con-cebirse sobre la base de la integraciónde los recursos naturales y culturales,considerándolos una realidad indiso-luble, tal como lo establece la norma-tiva internacional –ver Esquema 1– (cf.Smith, 1993, Hurtado M., 1993, Moli-nari, et al. 2000). Constituyen progra-mas orientados a la investigación, con-servación y/o uso público de los bie-nes culturales y su ambiente circun-dante (cf. UNESCO, 1976; ICOMOS,1990). Por lo tanto, la problemáticadebe abordarse en forma:

a. Regional, en el sentido geográ-fico de la palabra.

b. Interdisciplinaria, dada su com-plejidad inherente.

c. Planificada, referida al tiempodestinado para la programacióny ejecución del proyecto.

De acuerdo con UNESCO (1976)deben cumplir dos objetivos funda-mentales (i) Salvaguardar (4) el sitio ysu entorno natural para su supervi-vencia futura y (ii) Desarrollar activi-dades de reanimación (comercio yartesanías locales) para convertir losconjuntos históricos en polos de acti-vidades culturales y darles un papel


4: Salvaguardia: la identificación, la protección, la conservación, la restauración, larehabilitación, el mantenimiento y la revitalización de los conjuntos históricos otradicionales y de su medio (UNESCO 1976)


esencial en el desarrollo cultural delas comunidades circundantes.

Para ello es necesario consideraractividades de diferente índole, las queinterrelacionan y retroalimentan paraalcanzar los objetivos propuestos –vermás adelante–. Para la conservaciónapropiada como su meta final, ¿quées lo que requiere la implementaciónexitosa de un plan de manejo de unsitio?. Además de recursos económi-cos, son tres los pasos críticos parasu efectividad (cf. Conservación 1992).

1. Definir el significado cultural delsitio: Esto significa que las solu-ciones técnicas no son suficien-tes, debe considerarse qué es loque el público quiere obtener delsitio, y qué es conductivo a lapreservación del sitio. Las medi-das técnicas de conservación sóloson un elemento del plan pero noson El Plan. Debe conocerse quées lo que se está tratando deconservar y cuál es su valor (cien-tífico-investigación, histórico; es-tético-artístico; religioso-espiri-tual; y socia-étnico u otros. Laidea está relacionada con el con-cepto de Capital Cultural (5) comoforma de traer los valores cultu-rales a un marco económico sindisminuirlos indebidamente, ba-

sándose en la idea de sostenibili-dad y de la participación de to-das las partes intervinientes, es-pecialmente las posiciones y/uopiniones de todos los gruposinvolucrados (tercer sector).

2. Reconciliar las posiciones de to-dos los grupos involucrados: Serequiere comunicación y consul-tas con diversos grupos, desdela población local (que puedeincluir grupos indígenas) hastaterratenientes, usuarios de la tie-rra, industrias locales, estudio-sos y representantes de depen-dencias del gobierno. Todos losque tienen un interés en un sitiodeberán ser involucrados parallegar a un consenso sobre el sig-nificado del sitio y la mejor for-ma de protegerlo.

3. Contemplar los aspectos que ha-cen a su mantenimiento. Este esun componente importante delproceso de conservación y preser-vación de un sitio. Sin un progra-ma de mantenimiento consisten-te y amplio, pueden desaparecerlos beneficios de un Plan de Ma-nejo bien preparado, conforme sedeteriora la condición del sitio porel descuido humano.


5: La noción de capital cultural como forma de traer los valores culturales a un marcoeconómico sin disminuirlos indebidamente. Considerar los objetos patrimoniales comoactivos de capital, como cosas que heredamos del pasado y transmitimos al futuro.La noción de capital cultural se refiere a algo que podemos heredar o crear mediantenuevas inversiones y que tenemos que mantener. Si no lo mantenemos se deteriora.Concebir al patrimonio como capital cultural permite pensar no sólo en términoseconómicos sino también culturales (Encuentro sobre la economía del PatrimonioCultural, 1999).


6.6.6.6.6. DiscusiónDiscusiónDiscusiónDiscusiónDiscusión. LineamientLineamientLineamientLineamientLineamientos del Plan deos del Plan deos del Plan deos del Plan deos del Plan deManejo para la ejecución de la eManejo para la ejecución de la eManejo para la ejecución de la eManejo para la ejecución de la eManejo para la ejecución de la eta-ta-ta-ta-ta-pa de rentabilización de los sitiospa de rentabilización de los sitiospa de rentabilización de los sitiospa de rentabilización de los sitiospa de rentabilización de los sitiosarararararqueológicos y su entqueológicos y su entqueológicos y su entqueológicos y su entqueológicos y su entorno natural.orno natural.orno natural.orno natural.orno natural.

Con base en lo expuesto, se estáen condiciones de generar una seriede lineamientos básicos que deberántenerse en cuenta para acceder a laetapa de rentabilización de los sitiosarqueológicos dentro del contexto deuna Gestión Integral del PatrimonioArqueológico (Molinari, 1998; CriadoB., 1996a, 1996b, 1999; Molinari etal, .2000). El Plan de Manejo es el ins-trumento diseñado para la salvaguar-da del bien arqueológico y su ambien-te circundante. Para ello deberá cum-plirse la normativa internacional, te-niendo presente las diferentes estrate-gias existentes para la rehabilitación(6) y el tratamiento de los bienes ar-queológicos, emandadas de la Carta deVenecia (COMOS, 1964), las Normasde Quito (ICOMOS, 1967), de la UNES-CO (1976) y de guías para el manejode recursos culturales (Feilden y Joki-letho, 1998; entre otras). Especialmentedebe tenerse presente que “...la res-tauración termina donde comienza lahipótesis, por lo que se hace absoluta-mente necesario... un trabajo previo deinvestigación histórica...” (ICOMOS1967). El bosquejo de las etapas yactividades es el siguiente:

a. Evaluación de impacto y ca-pacidad de carga ambiental:Contempla la estimación de la

capacidad de carga del ambiente –vermás atrás–, como así también evaluarlos impactos positivos y negativos enlas esferas natural y social de lasáreas involucradas. Deben considerar-se las siguientes actividades a modoreferencial:

• Estimación de la capacidad de car-ga del ambiente, a los efectos deprogramar la forma, frecuencia ycontinuidad espacial de las visitasguiadas.

• Relevamiento de la flora y fauna delas áreas a ser afectadas por laactividad turística eco-cultural.

• Relevamiento geomorfológico de lasáreas de incidencia directa e indi-recta para el desarrollo de las acti-vidades de turismo eco-cultural.

• Liberación arqueológica de las áreasde aprovisionamiento de materiasprimas para la realización de lasobras para la rehabilitación (mate-riales arcillosos, arenosos y piedrasfluviales, entre otros).

• Estudio de impacto visual por lasobras de infraestructura a cons-truirse, apuntando a que éstas noafecten la estética paisajística na-


6: La rehabilitación tiene como objeto asignar una función contemporánea a un recur-so cultural del pasado, relacionada fundamentalmente con actividades de uso pú-blico del patrimonio (Molinari 1998)


tural y que en lo posible logrenmimetizarse con el ambiente.

• Análisis del aprovisionamiento deagua y de energía a ser utilizadopara el funcionamiento de las obrasde infraestructura, apuntando a suimpacto en el suministro y utiliza-ción por parte de las poblacioneslocales.

• Manejo y disposición de la basura den-tro de las áreas abiertas al público.

• Análisis socio-cultural en las po-blaciones instaladas en las cerca-nías de las áreas destinadas a laactividad turística, apuntando a lautilización y destino de un posibleexcedente monetario por parte de losintegrantes de la comunidad debidoal desarrollo exitoso del proyecto y

• Generación de recomendacionesambientales a ser tenidas en cuen-ta durante la planificación y ejecu-ción de las obras de infraestructu-ra para la puesta en valor de lossitios arqueológicos.

b. Infraestructura interna de lossitios arqueológicos para supuesta en valor:Se refiere al planteo y ubicación

dentro de cartas temáticas y/o pla-nos del sitio y su ambiente circun-dante del equipamiento y/o informa-ción necesaria para la puesta en va-lor. A modo referencial incluye lassiguientes actividades:

• Mensura del área sujeta al Plan deManejo, y los correspondientes es-tudios catastrales y legales paraobtener los permisos, donaciones ousufructo de las tierras.

• Relevamiento arqueológico y levan-tamientos topográficos y planimétri-co de la traza para acceso de lossitios arqueológicos y/o áreas natu-rales, incluyendo los lugares de des-canso para un ascenso-caminataprogramado.

• Diseño de senderos de circulacióndentro del espacio del sitio formati-zado arquitectónicamente.

• Preparación de la documentacióntécnica y replanteo de las señalesde circulación interna de cada unode los sitios para el desarrollo delas visitas guiadas.

• Planeamiento y localización, dentrode la planialtimetría general de aper-tura eco-turística, del equipamientonecesario para la puesta en valor: (i)lugares de descanso durante el as-censo y/o acceso al sitio, (ii) lugaresde descanso y refresco, (iii) mercadoartesanal, (iv) playones para estacio-namiento de vehículos, (v) centro dedivulgación, (vi) refugios, (vii) sala deprimeros auxilios, (viii) disposición debasureros, (ix) sanitarios y (x) zonifi-cación para lugar de esparcimiento.

• Preparación de documentación téc-nica de los accesos vehiculares des-de los centros poblados a los sitiosarqueológicos analizados.



• Preparación de distintas cartas te-máticas para la apoyatura del ac-ceso vehicular al área de turismoeco-cultural desde los centros po-blados por parte de los turistas-vi-sitantes: (a) ubicación de la señali-zación vertical (carteles indicativos),(b) localización de infraestructura(tipo de camino, pendientes, kilo-metraje, entre otros y (c) servicios(gomerías, estaciones de servicio,paraderos, teléfonos, entre otros.

c. Obras de rehabilitación de lasinstalaciones arqueológicas ysu entorno:Se refiere a la ejecución de las

obras de rehabilitación de cada unode los sitios arqueológicos analizados,respetando las normas nacionales einternacionales para la conservaciónde monumentos históricos –ver Capí-tulo 2–. En general, a modo referen-cial incluye las siguientes actividades:

• Selección de obreros y pirquerospara la construcción de las obrasde mejoramiento de accesibilidad alsitio y para los trabajos de rehabi-litación de las construcciones ar-queológicas.

• Acopio programado y dirigido demateriales locales de origen natu-ral (arcillas, arenas, piedras) parasu utilización durante las obras derehabilitación.

• Traslado programado y dirigido delos materiales de obra y herramien-tas a los lugares de trabajo.

• Ejecución de las obras de acceso alos sitios con sus correspondientesdescansos, respetando para su dis-posición espacial la estética delpaisaje natural.

• Ejecución de las obras de rehabili-tación de cada uno de los sitiosarqueológicos analizados, respetan-do las normas nacionales e inter-nacionales para la conservación demonumentos históricos, especial-mente con aplicación de la técnicade anastilosis para el tratamientopor restauración.

• Documentación planimétrica, foto-gráfica y por video de cada uno delos pasos desarrollados durante elproceso de rehabilitación de los si-tios arqueológicos.

• Generación del plan operativo para elmantenimiento del sitio y su entornodurante su apertura al público.

• Proponer, previo análisis, el mediomás idóneo para la custodia y/oprotección del sitio de acciones van-dálicas (alambrado perimetral delárea puesta en valor, cuidador-po-blador, entre otros).

d. Obras de reanimación (arte-sanías locales):Se refiere al desarrollo de activi-

dades de reanimación (comercio y ar-tesanías locales) con el objeto de con-vertir los conjuntos arqueológicos enpolos de actividades culturales y dar-les un papel esencial en el desarrollo



cultural y socio-económico de las co-munidades locales y/o circundantes,con la consiguiente capacitación (cf.UNESCO, 1976). A modo referencialincluye las siguientes actividades:

• Análisis de las artesanías localesconsistente en la oferta real exis-tente en las áreas comprendidas enel proyecto, a los fines de establecerpara cada una de ellas: (i) cantidadde artesanos factibles de incorporar-se a la propuesta de trabajo, (ii) po-sibilidades de aportar ingresos ge-nuinos –monetarios y no moneta-rios– a la actividad del turismo eco-cultural, (iii) tipos, calidades y for-mas de presentación de las arte-sanías comerciables, (iv) volumen ycontinuidad de la producción arte-sanal, (v) niveles de asociativismo uorganización de los artesanos, (vi)necesidades de capacitación, (vii)análisis de ventajas y desventajasde las artesanías y de los procesosde producción, (viii) modelos de par-ticipación del sector artesanal en laactividad turística eco-cultural, mer-cado, feria, puesto, etc..

• Diseño y ejecución de subprogra-mas que apunten al mejoramientodel bagaje técnico y estilístico delas artesanías zonales, a través dela incorporación de motivos y figu-ras representativas de las culturasprecolombinas locales, y de inter-pretaciones y resignificaciones tan-to técnicas como conceptuales. Paraello es necesario: (i) recopilar, se-leccionar y situar en contexto, mo-tivos y figuras de la producción

alfarera, textil y el arte rupestreprehispánico catamarqueño, (ii) es-tablecer diseños apropiados y apro-piables, con sus correspondientesdesarrollos conceptuales y procedi-mientos técnicos, para la produc-ción artesanal, en especial en alfa-rería y textilería y (iii) producirpublicaciones breves de carácter pe-dagógico-informativo, que permitanforjar reflexiones y apropiaciones –culturales y técnicas– por parte delsector artesanal interesado.

e. Capacitación, divulgación ytransferencia:Contempla la planificación y de-

sarrollo de actividades de diferentealcance (charlas informativas, capaci-tación técnica, divulgación científica,etc.) dirigidas a los diferentes actoresdel Plan de Manejo: comunidad, arte-sanos locales y turistas –ver másatrás–, teniendo como objetivo princi-pal involucrar y comprometer a todoslos sectores de la sociedad dentro delproyecto. A modo referencial las acti-vidades a tener en cuenta son:

• Preparación de textos explicativoscon apoyatura visual para la edi-ción de folletos didácticos para in-formación de los turistas-visitantes.

• Preparación de posters explicativos,utilizando un lenguaje claro y mí-nimos tecnicismos, para exposiciónen el futuro museo de sitio.

• Confección de maquetas en escalaadecuada de cada uno de los sitiosanalizados.



• Preparación de las presentacionesorales y gráficas para su transfe-rencia a los Técnicos en Turismo através del dictado de un curso decapacitación.

• Preparación y dictado de las char-las informativas a los integrantesde las localidades con incidencia di-recta durante la ejecución y desa-rrollo del proyecto, apuntando y ex-plicando las ventajas de un desa-rrollo sustentable (evitar el corte deleña dentro de las áreas afectadasa la actividad turística, evitar la uti-lización de dichas áreas como luga-res de potrero, transformarse encuidadores de los bienes cultura-les, entre otras).

• Preparación de publicaciones decarácter pedagógico-informativopara los artesanos locales, con eldesarrollo de los siguientes temas:(a) motivos y figuras seleccionados,provenientes de la producción alfa-rera, textil y el arte rupestre pre-hispánico de Catamarca, (b) adap-tación y resignificación de motivosy figuras prehispánicos para la pro-ducción de alfarería y textiles arte-sanales.

• Divulgación de las bondades delproducto artesanal a partir de laproducción de folletería específica,conteniendo sólo el diseño original,para cada una de las artesanías enla cual se deje constancia de laoriginalidad del producto y su cali-dad de bien cultural.

Para alcanzar estos objetivos ycumplir con las diferentes actividadesen forma programática es necesariola figura de un organismo gerencia-dor (Secretaría de Turismo de la Na-ción o Provinciales) pero además serequiere la participación activa delas Municipalidades locales, ya sea encarácter de ejecutantes de determina-das tareas –ver más abajo–, como asítambién como organismo que convocaa la participación de la comunidad.

Otro aspecto importante es quepara la ejecución eficaz de un Plan deManejo, se requiere que su diseño yelaboración se realice maximizando losrecursos existentes, especialmentedisponibles en las jurisdicciones di-rectamente involucradas. De estamanera, se logra cubrir dos aspectosimportantes como son (a) la genera-ción de presupuestos económicos quefaciliten su viabilidad y (b) el compro-miso y participación directa durantela etapa de ejecución del proyecto yfundamentalmente luego para el man-tenimiento del lugar. Por ejemplo, laparticipación activa de las dependen-cias municipales (Planificación Planea-miento y Maestranza) para la apoya-tura técnica y/o de servicios del pro-yecto permiten disminuir sensiblemen-te los costos operativos.

Asimismo, también es necesariala participación y compromiso de or-ganismos y/o instituciones de servi-cios y/o de infraestructura del ámbi-to nacional y/o provincial, a los efec-tos de cumplir con aquellos aspectosrelacionados con el reacondiciona-miento y/o mantenimiento de la in-



fraestructura caminera, documenta-ción y estudios catastrales, manejoambiental del lugar y contralores delPlan de Manejo, entre otros.

Por supuesto, todas las accionesdestinadas al suministro de serviciosy/o de infraestructura deben ser co-ordinadas y dirigidas por profesiona-les competentes, de acuerdo a losrequisitos y/o lineamientos dispues-tos por las recomendaciones y/o car-tas de organismos internacionales (cf.ICOMOS, 1990 art. 8), teniendo siem-pre presente que la protección delpatrimonio arqueológico es un proce-so dinámico, permanente, en continuaevolución. Además, en la mayoría delos casos requiere la conformación deequipos interdisciplinarios (arqueólo-gos, conservadores, antropólogos, his-toriadores, entre otros).

Finalmente, se destaca que laprovincia de Catamarca está en ópti-mas condiciones de emprender unproyecto de esta naturaleza, dado quecuenta con (a) un repertorio arqueo-lógico de gran envergadura y variabi-lidad, asociado a paisajes naturalesde amplio espectro (Puna, valles meso-termales, desiertos y áreas montanas,entre otros y (b) la decisión políticaplasmada en el Plan Estratégico Con-sensuado (PEC, 1996). Sin embargo,hoy día la provincia tiene un perfil deexpansión agrícola y extractivo, prin-cipalmente por los diferimientos im-positivos y la actividad minera, res-pectivamente. Cabe destacar queambos tienen una diferencia funda-mental en cuanto al impacto arqueo-lógico, ya que en las tierras sujetas aemprendimientos agrícolas no se rea-

lizan estudios de impacto ambiental.En cambio la protección ambiental dela actividad minera está normada porla Ley Nacional 24585 (cf. Ratto 2001).

77777. Conclusión. La relación hombre-na-. Conclusión. La relación hombre-na-. Conclusión. La relación hombre-na-. Conclusión. La relación hombre-na-. Conclusión. La relación hombre-na-turaleza en el tiempo: ¿Qué tturaleza en el tiempo: ¿Qué tturaleza en el tiempo: ¿Qué tturaleza en el tiempo: ¿Qué tturaleza en el tiempo: ¿Qué tene-ene-ene-ene-ene-mos, qué queremos?.mos, qué queremos?.mos, qué queremos?.mos, qué queremos?.mos, qué queremos?.

A lo largo de sus 40000 años deexistencia el Homo Sapiens Sapiensse ha relacionado de diferentes mo-dos con el ambiente, a través de co-nocimientos técnicos y organizacionessociales que posibilitaron la creaciónde artefactos para su uso y/o explo-tación. Hoy día un trozo de carne secorta con un cuchillo eléctrico, hace40000 años con una lasca de obsidia-na con filo natural. Ambos son arte-factos inmersos dentro de diferentessistemas sociales, económicos, políti-cos e ideacionales pero unidos por serproductos de una creación humanaque utilizó y/o modificó materias pri-mas presentes en la Naturaleza parasus propios fines, aplicando los cono-cimientos tecnológicos disponibles.

La percepción del ambiente estáíntimamente ligada a la historia de lahumanidad, entendiéndolo como el con-junto de factores físicos, biológicos, so-ciales y culturales que interactúan en-tre sí en un espacio geográfico (Mat-teucci 1998). El Hombre es parte dela Naturaleza y producto de su Histo-ria pero la relación dialéctica no es laque ha prevalecido, dado que la ideade superioridad humana sobre la na-turaleza fue la dominante, pretendien-do establecer y ejecutar una relaciónlineal. El detonante de este proceso se



da con el poderío tecnológico que lepermite la conquista de la naturaleza,perdiendo la percepción de su ubica-ción como parte integrante del ambien-te y como factor modificador de peso.

El progreso tecnológico y el de-sarrollo del capitalismo exacerbaronel individualismo, especialmente en lacultura Occidental, imprimiéndole unapercepción utilitaria al ambiente y losrecursos naturales, donde prevalecenlos intereses económicos inmediatospor encima de la preocupación por elfuturo ambiental a largo plazo. Lasituación conllevó a un proceso deglobalización económica y tecnológica,llevando al capitalismo a su máximaexpresión (Matteucci, 1998; Thibaud,2000; Bertonatti, 2000; del Valle,2000; entre otros).

En este contexto cambia la per-cepción del ambiente en los últimos35 años, pasando ¨(a) de las prediccio-nes apocalípticas de los ambientalesen la década del 60’, (b) por el enfoquehacia la solución de problemas localesy regionales en la década del 80’, paratratar de compatibilizar el tecnosiste-ma con el ecosistema y (c) llegando ala década del 90’ donde hay mayorconsenso que los problemas ambien-tales son de toda la humanidad, don-de los desequilibrios en el ambientefísico genera efectos sociales.

La globalización de los problemasambientales (el calentamiento de laatmósfera, de la disminución de lacapa de ozono, la lluvia ácida, pérdi-da de biodiversidad, pérdida de ferti-lidad de los suelos y desertificación) yde sus efectos sociales (incremento dela pobreza, desnutrición, miseria ex-

trema de grupos y la deuda externade los países pobres) detonaron en laclase política y la sociedad. La conse-cuencia fue un proceso de evaluacióny concertación mundial, establecién-dose la Comisión Mundial sobre Me-dio Ambiente y Desarrollo. A partirdel Informe de la Comisión de 1987,Nuestro Futuro en Común, se revisó eldiscurso ambiental y se introdujeronnociones como la del desarrollo sus-tentable. El proceso siguió y en 1992,en la Conferencia de las NacionesUnidas sobre Medio Ambiente y Desa-rrollo de Río de Janeiro, se hizo hin-capié en encarar la investigaciónambiental sobre una base científicasólida, vislumbrándose un mayor com-promiso de la sociedad para con lostemas ambientales (Matteucci, 1998).

Según la concepción económicamoderna el crecimiento continuo in-defectiblemente generará nuevos es-tadios de bienestar. Las desigualda-des humanas forman parte del siste-ma, y se presupone que la brechaentre la cima y la base tiende aachicarse (Thibaud, 2000). Sin embar-go esto no ha ocurrido, ya que algu-nos sectores crecen aceleradamentemientras otros se estancan. En elmomento actual, el mundo aparececomo un mosaico de parches en esta-dios muy diferentes de evolución y laaceleración de los procesos, junto conla globalización de los medios de in-formación, permiten percibir los cam-bios en tiempo de una generación.

¿Cómo dar respuestas y explicarestas situaciones antagónicas?. Pare-ciera que el mundo apunta a un cre-cimiento sostenido para pocos en vez



de un desarrollo sustentable para to-dos. Cuando algo crece se hace cuan-titativamente más grande, en cambiocuando se desarrolla se hace cualita-tivamente mayor. En el sistema socialque se vive las acciones humanasestán regidas por estímulos económi-cos que inducen a priorizar el creci-miento, trayendo como consecuenciael agotamiento de los recursos, norenovables y renovables, ya que hastael aire y el agua comienzan a degra-darse (Thibaud, 2000; Matteucci,1998, del Valle, 2000; Bertonatti,2000; entre otros).

¿Cómo se revierte esta situación?.El ambiente, la economía y la culturason sistemas complejos (7) cuya evolu-ción es impredecible. En el caso de lossistemas socio-políticos para que con-duzcan a una sociedad más justa de-penderá del nivel de lucha y de lasdecisiones políticas que tome la socie-dad en la fase previa. Por lo tanto pararevertir la situación imperante se re-querirán “...ideas nuevas, revisión delos valores y de los objetivos, compren-sión de los fenómenos, intervención enlas causas y no en los síntomas, ysobretodo acción y participación” (Ma-tteucci 1998:28). Es necesario encon-trar otro modelo “...donde se prioricen

cuestiones locales, regionalismos y re-cursos” (Thibaud, 2000:176).

Considero que la revalorizacióndel patrimonio cultural arqueológicose ajusta a las condiciones de basenecesarias para contribuir a revertirla situación actual que nos abruma.Sin embargo, ese patrimonio hoy díase encuentra en una situación de ries-go, debido a las grandes obras públi-cas y privadas, el crecimiento urba-no, el desarrollo económico e indus-trial, cambios de los usos tradiciona-les del suelo, intereses particulares,entre otros (cf. Ratto 2001). El hoy, elpresente del patrimonio arqueológico,está signado por su destrucción si nose generan los cambios de actitudindispensables para su conservación.De mantenerse la tendencia de uncrecimiento económico sin desarrollo,su destrucción es sólo una cuestiónde tiempo. Por lo tanto, los diferentessectores y actores de la sociedad de-ben trabajar en la reconversión de latríada patrimonio-identidad-conserva-ción por materia-memoria-mercado,aplicando los principios rectores de lanormativa internacional existente –verEsquema 1–, constituyéndose los pro-gramas de Turismo Cultural en unaopción con futuro.


7: Un sistema complejo es el formado por un gran número de elementos simples, queinteractúan entre sí, capaces de intercambiar información entre ellos y el entorno,y, a su vez capaces de adaptar su estructura interna como consecuencia de talesinteracciones (Schuschny 1998). La evolución de los sistemas complejos es fuerte-mente no lineal, está lleno de saltos y de sorpresas, siendo imposible predecir quecamino tomará una bifurcación (Matteucci 1998).


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