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  • Adems: Economa y locura En ro dE JanEiro | Zambayonny y El largo y sinuoso camino para llEgar a primEra | El acoso callEJEro | 2015 y las gEnEracionEs polticas

    Deleuze, Marx y el Cine-Capital El ascenso del cuarteto revisionistajun fujita nenes bian

    Un recorrido por los libros de ficcin y no ficcin que abordan los casos de mujeres jvenes vctimas de la violencia

    APALOSsuplEmEnto JoVEn domingo 13 de abril de 2014buenos aires, argentina ao 4 n261

  • ao 4 | n 261 | 13 de abril de 2014

    mercedesmoranismo

    El mercedesmoranismo es una estrategia b-lica utilizada por los diferentes ejrcitos del mundo para agredir a sus oponentes en bata-lla. Dicha estrategia fue utilizada por primera vez por quien fuera su fuente de inspiracin, la actriz argentina Mercedes Morn, en la mesa del programa de televisin Almorzan-do con Mirtha Legrand.

    OrgenesEl primer registro de mercedesmoranismo se detect en la mesa de Mirtha Legrand, en Canal 13, cuando la poderosa actriz argentina Mercedes Morn embistiera en duros trmi-nos contra el humilde diputado del Frente Renovador, Sergio Massa. Con ofensivas ret-ricas del tipo linchar est mal o patear a alguien en la cabeza cuando est en el suelo no es un buen mensaje, la actriz realiz un duro embate contra la postura consensual que transita la ancha avenida del punto me-dio aristotlico de Sergio Massa, quien rpida y afortunadamente fue defendido por los invi-tados, la conductora, ese canal de televisin y el canal Amrica.

    CaractersticasLa principal caracterstica de la estrategia del mercedesmoranismo consiste en disfrazar con una frase que a todas luces simula ser una mera opinin lo que en verdad se trata de un cruel y demoledor ataque sobre una figura pblica, como ocurri en aqul caso. As, toda frase de qu calor o cmo anda tu vieja, en verdad bajo las directivas de un comando que beba en las aguas del mercedesmoranis-mo puede transformarse en un polmico ata-que sobre Sergio Massa, o la figura que se con-sidere en ese momento, aunque bsicamente sea Sergio Massa el nico que hasta ahora ha recibido semejante ataque.La segunda caracterstica ms importante del mercedesmoranismo la reflej el diario Clarn que, ni lerdo ni perezoso, sali en de-fensa de la vctima al denunciar esa maniobra blica, prohibida luego por la Convencin de Ginebra. Dicho diario sostuvo que los ataques del mercedesmoranismo se implementaron montados sobre el discurso kirchnerista, dando una imagen real y concreta acerca de las medidas necesarias para un ataque con esta maniobra blica. De esa manera, el mun-do pudo conocer que el mercedesmoranismo es una estrategia blica ms bien del orden

    de la utilizacin de los equinos como medio de transporte, ms precisamente de aquellos equinos que tienen tendencia hacia todo lo que es la identificacin con el discurso kirch-nerista.

    Influencias filosficasEn el sentido de que no se registran muertos o heridos por las tcticas vinculadas al merce-desmoranismo, algunos estudiosos de estra-tegia militar han llegado a afirmar, a contra-mano de las publicaciones independientes de Clarn o el canal Amrica, que no se trata tanto de una estrategia blica como de un intercam-bio de opiniones de una actriz con un dipu-tado nacional, del cual el diputado nacional tuvo ms bien dificultades para defender su postura de justificacin a los linchamientos. Sin embargo, otros tericos sugirieron que se trat de un ataque blico aunque no en el sentido tradicional, sino ms bien un ataque que, de manera nietzscheana, no es tanto un hecho como una interpretacin periodstica a posteriori, hecho que vuelve ms peligroso el mercedesmoranismo y razn por la cual la Convencin de Ginebra ha decidido su veto en la utilizacin como arma para pelear la guerra.

    WHISKYPEDIA

    Contenido [ocultar]

    1. definicin

    2. origenes

    3. caractersticas

    4. influencias filosficas

    Por ZambayonnyIlustracin: daniel caporaletti

    Pasaba el otro da por los potreros pobres de las afueras de Rosario y vea a los pibes jugando al ftbol entusiasmados en medio de las ruinas confusas de una cancin paliativa que repeta: Tomo para no enamorarme y juego para no pensar. Sin embargo en esos terruos infrtiles y descuidados don-de oscurece demasiado temprano, lo nico que florece de vez en cuando son estrellas.Siempre que cruzo por delante de algunos de estos impro-visados partidos ya sea en una plaza, en un descampado o en una canchita de ftbol 5, no puedo evitar aprovechar al mximo ese pequeo momento de contacto visual, mien-tras el colectivo avanza, para observar a travs del ltimo vi-drio cmo termina una jugada cualquiera o para distinguir a algn futuro crack entre los dems mortales.Lo veo enganchando naturalmente frente a dos mastodon-tes, hacindose lugar para perfilar un certero remate de zur-da contra el arco que da al chapero y festejar con la misma normalidad con la que se respira, antes de desgraciarse en la esquina, dejar embarazada a la novia de 14, romperse los ligamentos para no operrselos nunca y envejecer al doble de velocidad entre changas mal pagas y mates lavados.Los cazatalentos viven de mirar estos partidos para encon-trar diamantes en bruto. Recorren la geografa nacional bus-cando promesas y no necesitan mucho ms que un golpe de vista para darse cuenta si un pibe tiene las condiciones ne-cesarias como para destacarse en el ftbol. De todos modos no es una tarea muy sofisticada ya que nicamente deben tener la vista adiestrada para descubrir a jugadores apenas muy buenos porque los verdaderos cracks se revelan solos. Cuando yo era chico se saba que con solamente ver qu ha-ca un nio cuando le tirabas una pelota ya te dabas cuenta si serva para el ftbol o no: si la agarraba con la mano poda ser arquero o ladrn, si la esquivaba o la paraba mal o se cu-bra el rostro con temor o le rebotaba en la cabeza no serva, si la mataba de pecho y la dejaba mansita en los cordones poda llegar a tener alguna chance, pero si la empalmaba de lleno y te arrancaba dos dientes haba que ficharlo y darle

    la cinta de capitn. Por eso hay tantos cazatalentos sin dientes.Las pruebas de jugadores infantiles realmente dan miedo. A los que no saben cmo se realizan les cuento que consis-ten en partidos informales organizados por los clubes con la participacin de muchsimos chicos a la vez mientras los tcnicos seleccionadores van dejando en el campo de juego a los que consideran buenos y van cambiando a los que suponen malos por otros que buscan su oportunidad. Cada uno de los competidores sabe que tiene muy pocos minutos para aprovechar la situacin, por eso es tan comn verlos desesperados intentando esquivar a todos los rivales a la vez o pegndole al arco desde cualquier parte o metin-doles planchas en las rodillas a cualquiera para demostrar aunque sea un poco de carcter.

    El sistema es tan injusto como eficaz. Al cabo de algunas horas la zaranda de esta marea deja en cancha a los ms aptos y devuelve a la costa lo que no le sirve. Una vez pasado este feroz primer filtro los elegidos se enfrentan a otros seleccionados con la misma mecni-ca y nuevamente los ms aptos continan en camino. Esto ocurre en varias oportunidades hasta que finalmente queda escogido un puado minsculo de vencedores agotados y maltrechos. Puede ser que de vez en cuando se les escape a los caza-talentos algn nio con condiciones y por eso la historia est llena de excelentes jugadores que fueron despreciados en su primera prueba y terminaron alcanzando la gloria en otro lado, pero el sistema contempla estos escasos errores porque todos los clubes los cometen y todos los clubes los capitalizan.Por ac tambin se puede comenzar a comprender algu-nas de las causas de la tamaa desigualdad que existe en nuestro ftbol debido a que los padres prefieren llevar a sus hijos a probarse a instituciones grandes por ms que compitan contra ms postulantes, acortando el camino al rechazo y la frustracin.Hace un tiempo alguien que no recuerdo me cont una ancdota que no deja enseanza. Resulta que en las inferiores de un club de Buenos Aires muy reconocido por formar jugadores famosos haba un crack que en cada entrenamiento se quera lucir solo y no daba nunca un pase, ni le interesaba jugar en equipo. En-tonces un da el director tcnico le quiso transmitir una leccin para que entienda el problema de abusar del indi-vidualismo: lo puso solo frente a los 11 rivales y le dijo que intentara jugar. El crack tom la pelota, los gambete a to-dos y meti el gol.En el vestuario donde se cambiaban tristes los que haban sido rechazados en las pruebas, haba un cartel que trataba de darles nimo para que no se fueran frustrados y al mis-mo tiempo reafirmaba la confianza en el sistema empleado para la seleccin. El cartel deca: Si usted todava no fue descubierto es por-que no hay nada que descubrir, no se preocupe.x

    No se preocupe

    2

    FUTBOL PARA eXTRATeRResTRes

  • 13 de abril de 2014 | ao 4 | n 261

    EstErEotipo quE viEnEel que se anot en un curso de cata de vinos

    Si se te ocurre cmo describirlo, mand tus ideas a [email protected] o va Twitter a @niapalos as lo publicamos.

    HOY: el que organiza las despedidas de soltero

    esTeReOTIPOs

    Toma vinos espuman-tes.

    Su pelcula favorita es "Despedida de soltero" con Tom Hanks.

    Siempre suea con lle-var un burro drogado a la fiesta.

    Al final solo lleva el TEG por si pinta jugar.

    Tiene el telfono del tipo que alquila el Trencito de la Alegra.

    En algn momento cre-y que era sexy mos-trarse ante su pareja con un slip con trompa de elefante.

    Ese momento todava no pas.

    Va a la costa y se trae remeras con frases.

    Su preferida: la de De-masiada cerveza nubla la vista con todas las letras borroneadas.

    Todava se re por eso.

    Es el que se re de sus propios chistes.

    Vacaciona en un tiem-po compartido.

    Se viste en Siamo Fuori.

    Su biografa dir que us jeans nevados.

    Es de los que se abra-za demasiado con sus amigos.

    Puede vivir en una pro-paganda de Quilmes mental.

    Estudia en la Kennedy.

    Le gusta disfrazarse.

    Es el que toquetea y molesta a los tipos que laburan vestidos

    de Mickey o de empa-nada,

    Ms de una vez lo cagaron a trompadas.

    Usa chombas rosas.

    Y zapatillas, tambin rosas.

    Su programa favorito: Animales Sueltos.

    Usa mucho lentes de sol. Lo peor: los usa como vincha.

    Gusta desabrocharse un botn de ms de la camisa y exhibir vello.

    A principios de los 90 su padre se escapaba para ver a La Crucet en un piringundn en Haedo.

    Cree que no hay des-pedida de soltero si el novio no va en bolas en el bal.

    Si es de familia con algo de guita, se fue a un crucero.

    Va todos los aos a festejar San Patricio.

    Tambin se disfraza para Halloween.

    Es el que el organiza algo para el Da del Amigo.

    Puede gritar mucho.

    Es el que te caga a notificaciones del Can-dy Crush.

    Usa camisa a cuadros.

    En la playa se quiere hacer amigo del guar-davidas.

    Es el primero en dor-mirse.

    gracias Eliana y

    Juanpi por los aportes

    web www.niapalos.org

    mail [email protected]

    twitter @niapalos

    facebook niapalos

    Por carlos godoy

    Decembrismo. El 2001 es un ao clave para pensar en la relacin de la ciudadana con el Estado. El 2001 puede leerse como una anclaje gene-racional, como una lnea que divide el ayer y el hoy. En el 2006 el poeta Santiago Llach acu, en una serie de posts de su blog personal (mo-nolingua.blogspot.com), el trmino generacin decembrista para referirse a la generacin que en 2001 tuvo su bautismo de fuego en la militancia poltica. Es decir personas que por esos aos tenan aproximadamente entre 15 y 35 aos y que estaban en los ltimos aos de la escuela secun-daria, cursando alguna carrera uni-versitaria, en un movimiento pique-tero, en alguna agrupacin sindica-lista o en algn partido de izquierda.Esta generacin decembrista es la que se encarg, en los ya ms de 10 aos de existencia, de generar los contenidos culturales que consumi-mos a diario ya sean populares, un-derground o mainstream. El caso de los Nenes Bian con su dis-co De Pecho, que sali en los ltimos meses del 2013, es un claro ejemplo de la renovacin decembrista en el mbito de un sector popular, intenso

    y conservador como el del cuarteto cordobs. Revisionismo. Cuando hablamos de cuarteto solemos asociarlo con un viaje a Crdoba o con algn pa-riente, amigo o conocido cordobs. El territorio siempre propone un ejercicio de memoria. En esta lnea la siguiente asociacin inteligible es con Carlos Ruffino Jimnez, ms conocido como La Mona Jimnez. El personaje sobrehumano que ya edit ms de 80 discos en ms de 40 aos de carrera. Y que, en un pun-to, es el que invent este gnero: el que le dio el golpe de horno final. As como el territorio propone a la me-moria sonidos, olores y sabores tam-bin propone una fauna. El cuarteto se ocupa de contar las historias de la fauna autctona de la zona: sujetos histricamente condicionados por la marginalidad. Historias de amor con resoluciones trgicas, infideli-dad, condicionamientos econmi-cos, muertes y la crcel como el peor destino. Si bien vienen sonando hace cerca de 4 aos, en el 2013 con la presen-tacin del disco De pecho, los Nenes Bian, sellaron su destino como la banda revelacin de la escena musi-cal cordobesa. No solo por la proliji-

    dad de sus composiciones que mez-clan rock, tango, reggetn, cumbia y, claro, cuarteto; sino porque estos msicos, que rondan los 30 aos, proponen una actualizacin, un re-visionismo sobre el concepto eje del discurso del cuarteto cordobs: la marginalidad. Cmo es la nueva marginalidad cuartetera? Cules son las diferen-cias con las categorizaciones de las viejas bandas de cuarteto? Los Nenes Bian, narran la expansin de una marginalidad cultural quizs pro-ducto de la ampliacin de la clase media que incluye a estudiantes uni-versitarios, la comunidad gay (tem tab en el cuarteto cordobs) o los movimientos sociales y polticos. Los Nenes Bian proponen dentro de la escena del cuarteto cordobs una renovacin del sujeto protagonista de sus historias y a su vez tambin propone un revisionismo sobre el concepto de marginalidad como ma-quinaria de sentido. nenesbian.bandcamp.com facebook.com/NenesBian

    RUIdO de FONdO | Nenes Bian

    Cuarteto revisionista

    3

    Por romina snchez

    Te acompao o te persigo?, Qu pinta

    de putita que tens, mi amor, Ay, colo-

    radita, qu ganas de que me hagas un

    pete, Gordita, te hago de todo menos

    upa, Qu culito, mi amor, Mamita,

    con esas tetas me salen dientes de

    leche de nuevo. La lista sigue. Y po-

    dra continuar. Se trata de la campaa

    Accin Respeto: por una calle libre de

    acoso, cuyas intervenciones en la va

    pblica, mediante carteles contunden-

    tes, en Buenos Aires, el interior del pas

    y en distintos puntos de Latinoamrica,

    se llev a cabo en el marco de la Sema-

    na internacional contra el acoso calle-

    jero, del 7 al 13. Y el lema aflora, como

    firma de principios, en cada una de las

    frases: Si te incomoda leerlo, imaginate

    escucharlo.

    El objetivo? Poner las cosas sobre la

    mesa, ningn mantel. Al desnudo, as,

    como pasa en la calle. Y cuentan quie-

    nes llevan adelante la campaa que del

    asunto no se habla o se habla poco por-

    que est naturalizado. Y de all deviene

    lo esperable: si te anims a pasar por

    una obra en construccin, sabs que

    hay altas chances de que te relaten to-

    das las formas en que te la chuparan

    o las horas que estaran rompindote

    el culo. Esos varones no imaginan que

    la violencia engendra ms violencia, oh,

    el lugar comn, pero cierto: vean el cap-

    tulo 1 de Cualca, el segmento de humor

    que encabezaba Malena Pichot en Duro

    de domar. Realismo trgico. Piropos, se

    llama.

    Piropos.

    Hace poco se conoci la publicidad de

    Snickers Australia, empresa que tiene

    al mundo entero acostumbrado al sexis-

    mo, en la que, otra vez!, unos obreros

    piropean a las mujeres con dichos relati-

    vos al empoderamiento femenino como

    Sabes qu es lo que me gustara ver?

    Una sociedad donde la cosificacin sea

    desplazada por la interaccin neutral de

    gneros, libre de pretensiones y expec-

    tativas. Hombres con conciencia de g-

    nero? No, solo actan as porque estn,

    en el universo de la golosina, posedos

    por el hambre. Y, en esa misma espiral,

    se viralizan en la web videos de mujeres

    diciendo guarradas a los tipos, minas

    disfrazadas de obreros haciendo de las

    suyas y minas disfrazadas de tipos ha-

    ciendo de las suyas. Con la palabra. El

    estereotipo del obrero queda chico.

    Hace aos que busco la forma de po-

    der hablar de esto de una manera que

    no genere resistencias y que produzca

    el efecto deseado, dice Vernica sobre

    la experiencia que problematiza el Ca-

    llete y segu caminando. Es terrible lo

    que se vive, las situaciones son reales,

    ninguno de los carteles fue inventado.

    La idea es que quienes los lean puedan

    sentir lo que vivimos muchas mujeres

    cuando nos dicen este tipo de cosas:

    vergenza, bronca, asco. Muchos justifi-

    can de manera similar a como se jus-

    tifica un abuso, de lo que tambin nos

    ensearon a callar que tienen derecho

    a expresarse, porque encima algunas

    sonren. Sonrisa nerviosa o sonrisa de

    miedo no es sonrisa.

    Es increble que ac (por Facebook)

    haya varios tipos que representan tal

    cual el clich de argumentos a favor de

    las agresiones: que somos exageradas,

    feministas locas, que nos gusta, que,

    claro, mir cmo va vestida Hay que

    entender que lamentablemente fueron

    criados en una sociedad donde estas

    cosas son tomadas como normales

    y no tan graves. Paciencia, coment

    recientemente una internauta sobre la

    iniciativa. Y varixs, afortunadamente,

    coincidieron con ella.

    Nunca entend a los activistas que pe-

    gan 50 carteles con la misma temtica

    uno al lado del otro. Por qu no los po-

    nen dispersos?, pregunt alguien sobre

    las escenas que por estos das vivimos

    en Buenos Aires, en la calle, en los sub-

    tes. Muchos se quedan mirando, pensa-

    tivos. Desde la campaa le respondie-

    ron: Tiene un sentido. Es una interven-

    cin que emula el bombardeo al que son

    sometidas las mujeres a diario.

    FALsA esCUAdRA

    Papito, leete esto

  • ao 4 | n 261 | 13 de abril de 20144

    Los nmeros no tienen alma. Pero tiene la particularidad de expresar y poner en la vidriera social un as-pecto de la realidad. Ah van algunos. Segn un informe presentado por el Observatorio de Femicidios "Ma-risel Zambrano" de La Casa del En-cuentro, en 2013 asesinaron a una mujer cada 30 horas por casos de violencia de gnero. Del total de casos, 83 tuvieron a vctimas balea-das, 64 apualadas, 37 golpeadas, 28 estranguladas, 17 incineradas, 13 degolladas, 9 ahorcadas, 3 aho-gadas, 6 descuartizadas, 3 empala-das y 19 bajo circunstancias desco-nocidas. Hay ms nmeros. En un estudio presentado en marzo de este ao denominado "Violencia en el noviazgo adolescente" y rea-lizado por el Defensor del Pueblo de la provincia de Crdoba se de-nuncia que el 92,5% de los jvenes, de 15 a 19 aos, tienen noviazgos violentos. Entre las conclusiones del trabajo dice: "se observa un alto grado de aceptacin de los estereo-tipos machistas entre la poblacin encuestada y son los varones los que sostienen en mayor medida los estereotipos tradicionales de gne-ro y las actitudes conservadoras so-bre el rol de la mujer".El tema detrs de estos nmeros fros, como ya se habrn dado cuenta, es una cuestin ardiente y

    compleja que no parece detenerse: la violencia de gnero. De un tiempo a esta parte, esta problemtica ha tenido cada vez ms visibilidad en los medios de comunicacin masivos y en inter-net. Producto de la aparicin de casos cada vez ms sangrientos, la violencia fsica y psicolgica ejerci-da sobre las mujeres parece formar parte la cultura impuesta por para-digmas que, en Argentina, parecen difciles de erradicar.Para tratar de comprender la mag-nitud de este fenmeno histrico aparecieron una serie de obras lite-rarias y de no ficcin que dan cuen-ta de una realidad en la que parece que todos los agentes sociales (la familia, la escuela, las autoridades gubernamentales, etc.) contribu-yen a propagar la intensidad del problema.

    ***

    ngeles. Mujeres jvenes vctimas de la violencia (Ediciones del empedrado, 2014) es un libro que investiga los

    casos ms conmocionantes de los ltimos tiempos. Las muertes de ngeles Rawson, Candela Sol Ro-drguez, Lucila Yaconis, Marianela Rago, Mara Soledad Morales, Nata-lia Melmann, Paulina Lebbos y So-lange Grabenheinmer son investi-gados por los periodistas Cecilia Di Lodovico, Mara Helena Ripetta, Sol Amaya, Claudio Marazzita, Federi-co Fahsbender y Javier Sinay. Fahsbender, que cubri el caso de ngeles Rawson para la revista No-ticias, dice que el problema de la violencia de gnero es una cuestin muy grave en nuestro pas. Estos casos que se abordan en el libro son muy dispares entre s. Lo nico que los une es el desprecio total por la vida, por la forma en la que fueron masacradas. Este libro lo que hace es poner las cosas en perspectiva: las muertes de estas chicas no se convierten en excepciones sino en regla. Cuando le pregunto si pien-sa que es algo que ya forma parte nuestra cultura responde: La vio-lencia con las mujeres est estable-cida. Un tipo que va por la calle y le

    pega a su mujer nadie lo detiene. Y son cosas que no se denuncian: por miedo, por conveniencia, por igno-rancia. Como deca The Smiths: la barbarie empieza por casa. La vio-lencia est en las casas. Es un virus cultural que se transmite de gene-racin en generacin. Y se va cam-biar desde la educacin y de eso se tienen que encargar organismos superiores. Por su parte, Javier Sinay, que se encarg del caso Solange Graber-nheimer y es autor del excelente Sangre joven. Matar y morir antes de la adultez (Tusquets, 2009), pone el foco en una cuestin de lenguaje: Lo que me interesa mucho de este tema es un debate lingstico que es el del trmino crimen pasio-nal. Es un trmino impuesto por los formadores del lxico policial y que ahora es resistido en algunos

    sectores de la academia encargadas de los temas de gnero. Prefieren el trmino violencia de gnero y no crimen pasional. Porque se usa a las pasiones como un manto que encubre la violencia de gnero. A Sinay tambin le interesa el rol que ocupan los medios de comu-nicacin: los crmenes son los cr-menes pero tambin estn consti-tuidos por el relato de los crmenes. Eso es parte de la violencia de los crmenes. El lenguaje crea cosas, modos de ver el mundo. Entonces del modo en el que usamos el len-guaje estamos interpretando de un modo u otro las acciones. Los que trabajamos con el lenguaje sobre los hechos violentos que terminan en sangre alguna responsabilidad tenemos con las vctimas y con los victimarios. Tenemos que ser cons-cientes de estas cosas. Tambin

    Retratos de la violencia Nota

    Por Walter lezcano

    La violencia de gnero, y ms especficamente, los casos de violencia contra mujeres jvenes se convirtieron en el tema central de una serie de libros de ficcin y no ficcin aparecidos a lo largo de estos ltimos meses. Investigaciones periodsticas, novelas y poemas abordan la cuestin ya sea a partir del anlisis de los crmenes ms conocidos -desde ngeles Rawson hasta Mara Soledad Morales-, o de la representacin del miedo y la violencia domstica en historias y manifiestos generacionales que buscan darle a la problemtica una visibilidad que trabaje tambin sobre la palabra. Un repaso por los libros y las formas de documentar la violencia y la juventud.

    estos casos que se abordan en el libro son muy dispares entre s. Lo nico que los une es el desprecio total por la vida, por la forma en la que

    fueron masacradas. este libro lo que hace es poner las cosas en perspectiva: las muertes de estas chicas no se convierten en excepciones sino en

    regla. Federico Fahsbender

  • 13 de abril de 2014 | ao 4 | n 2615

    tiene que ver mucho a la hora de tratar los crmenes en los medios: hacen un show de todo. Pero tam-bin creo que eso no es tan esque-mtico: no es que los medios dan un discurso y la gente es vctima de ese discurso y lo toma. La gente tambin pide show. Y en el medio, informar con seriedad y responsa-bilidad es una opcin. Pero no es la opcin mayoritaria. La violencia de gnero de alguna manera est em-brutecida en los medios por la pro-pia naturaleza de los medios que es sta de contar historias.

    ***

    Gabriela Cabezn Cmara (Buenos Aires, 1968) es una escritora y pe-riodista que viene trabajando con su narrativa (tres novelas: La virgen cabeza, Le viste la cara a Dios y Roman-ce de la Negra Rubia) el tema de la violencia de gnero.

    Tus obras las empezaste tra-bajando con una temtica de gnero?No, las empec como se empieza cualquier cosa literaria: por una imagen que te afect, una emocin que sentiste en algn momento y despus eso tiene una elaboracin y mediatizacin enorme.

    Cules son los alcances de la literatura en temas como la vio-lencia de gnero?La literatura tiene un alcance mni-mo por la cantidad de lectores que hay. Igual cuando sale una pelcula de Hollywood con este tema no le cambia la cabeza a nadie. Supongo que la nica manera de cambiar esto sera con una educacin fort-sima de las escuelas tomada como una poltica nacional. Y con una poltica que obligue a las escuelas a dar esa clase de temas. Porque el Ministerio de Educacin propone textos pero despus las escuelas lo dan si quieren. Lo que me asombra mucho de la violencia de gnero es cuando se da en los ms jvenes. Tal vez no debera porque si se se-cuestran tantas mujeres para ban-das de tratas quiere decir que se si-guen consumiendo mujeres como si fueran cosas y eso sin lugar a dudas involucra a los ms jvenes. Uno tiende a pensar que los ms jvenes son mejores y no: no son mejores.

    ***

    La Ley 26.485 es una ley de pro-teccin integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los mbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Fue sancionada el 11 de marzo de 2009 y promulga-da de hecho el 1 de abril de 2009. Marie Gouiric (Baha Blanca, 1985) es una de las mejores poetas j-venes del momento y escribi un extenso poema con esta ley llama-do, justamente, Ley 26.485. Cir-cula, como todo en esta vida, por Internet. Estos son algunos de sus versos: Para la palabra violencia hay / imgenes: / Una cara envejecida an-tes de tiempo / como si un elstico le

    cruzara la frente; / el ruido delator de los platos rotos / y un patio que l cu-bri con cemento la tierra / donde ella quera poner helechos y malvones, / ga-jitos que trajo del interior. // Ni cabida a todo lo que / arruine la manera que vos tens de verte, corte espejo; / Que sea descansero, con lo que hagas. Mani-pulero./ Que atrevido / te malondee con si quers terminar el secundario, / cam-biar el bar por una tiendita de ropa o / salir a vender pan casero.

    Por qu escribiste ese poema?Lo que ms me llam la atencin es que la ley es un manual de lo que es la violencia. Diferencia la violencia fsica de la psicolgica. La fsica es la ms fcil de iden-tificar. Pero la psicolgica es la que funciona todo el tiempo y es la que lleva a la fsica. Adems de que est naturalizada. Ese tipo de violencia est muy explicada en la ley. Cuando la le pude entender muchas cosas: se prendi una luz en un cuarto oscuro de mi cerebro.

    Ese da escrib el poema como si mi texto fuera esa ley. Y es para que cada una tome conciencia de su situacin y haga algo con eso. Que se tome conciencia de los lu-gares donde hay violencia. Y tratar de cambiar el discurso sobre una misma, quitarle poder a ciertas pa-labras que hay sobre ellas.

    era un tema que ya te intere-saba?Todo el tiempo las mujeres viven situaciones de violencia. Y no soy una extrema en eso. Pero s veo que mis amigas lo padecen. Ade-ms de que yo vengo de una his-toria familiar donde la violencia fsica y verbal es muy fuerte. En-tonces fue una manera de poder hacer pie yo en algunas cosas. Pero no me interesaba como poeta. No es que busque un tema de actuali-dad. En la escritura trat de hacer un trabajo sobre el lenguaje para no dar tantas vueltas y poder nom-brar con una palabra las cosas. Y

    eso lo saqu de la ley porque es muy clara. Yo me propuse que el texto sonara como una denuncia. Y eso marc como una entonacin y un ritmo. Un tono muy arriba. Hay muchos discursos sobre la mujer: cmo se tiene que vestir, cmo tiene que ser, etc. Esa clase de discursos estn en la cabeza de las mujeres, y de los hombres tambin. Entonces empec a dis-cutir con eso: Tengo que tener un hombre? Tengo que complacerlo? Cundo lo estoy complaciendo? Me puse a pelear con eso.

    ***

    En mayo, la escritora Selva Al-mada publica Chicas muertas, su primer libro de no ficcin donde aborda casos de asesinatos de mu-jeres que no fueron resueltos.

    Frente a qu necesidad o in-quietudes te pusiste a escribir esta obra?

    Cuando era adolescente, una chi-ca de 19 aos fue asesinada en un pueblo vecino. Le dieron una pualada en el corazn, mientras dorma, en su propia casa y con los padres durmiendo en la habi-tacin de al lado. Ese caso conmo-cion a toda la regin, no habla-mos de otra cosa durante meses. A m me caus una impresin muy particular. Fue una especie de re-velacin: tu casa no es un lugar se-guro, en tu casa te pueden matar, si sos una chica te pueden matar. La historia de esa chica muerta volva cada tanto a mi memoria. Con los aos tambin vinieron otro tipo de reflexiones: la mata-ron porque era linda, porque era joven. Porque era mujer. Muchas veces pens escribir su historia. Hace unos 5 aos le en un diario del Chaco el recordatorio del ase-sinato de una chica por la misma poca, los aos 80. Los dos casos sin resolver, cerrados. A la tercera historia la busqu. Escrib a diarios de todo el pas, hasta que di con la tercera historia. Empec la inves-tigacin, las entrevistas, fui a los sitios donde haban vivido y muer-to las chica.

    Tu libro se suma a otros que abordan desde distintas pers-pectivas la violencia de gnero, considers que ese tema tiene el lugar que se merece en el de-bate social? El tema de la violencia contra las mujeres y las nias fue adquirien-do visibilidad en los ltimos aos. Dejamos de hablar de crimen pa-sional para hablar de femicidio. Es un avance. Que salga en los me-dios, que la televisin hable de vio-lencia de gnero. Que haya campa-as que animen a denunciar. Que haya organismos que acompaen a las vctimas. Se avanza despacio, pero se avanza. De todos modos, falta muchsimo. A veces tengo la sensacin de que la misoginia avanza ms rpido que cualquier campaa en su contra.

    Considers que obras como Chicas muertas y otras que transitan la misma va pueden ayudar a concientizar y visuali-zar y modificar conductas?Con Chicas muertas yo quera con-tar mi mirada sobre la violencia de gnero, mi propia experiencia como mujer con la violencia de g-nero y quera contar tambin estas tres muertes impunes, la estructu-ra poltico-econmica-social-judi-cial-policial que colabora para que estas muertes queden impunes. Quera contar la historia de estas tres chicas que hoy tendran ms o menos mi edad. Yo vengo de una clase social parecida a la de ellas, vengo de un sitio parecido al de ellas, tendramos ms o menos la misma edad. Pero ellas estn muertas. Mientras escriba el libro me preguntaba si mi nico mrito no sera seguir viva. No s en qu clave vaya a leerse este libro. No creo en la literatura edificante S quera escribir sobre lo que a m me pasa con la violencia contra las mujeres y fue lo que escrib.X

    Con Chicas muertas quera contar la historia de estas tres chicas que hoy tendran ms o menos mi edad. Yo vengo de una clase social parecida a la de

    ellas, vengo de un sitio parecido al de ellas, tendramos ms o menos la misma edad. Pero ellas estn muertas. mientras escriba el libro me preguntaba si mi

    nico mrito no sera seguir viva. selva Almada

  • ao 4 | n 261 | 13 de abril de 20146

    A qu llams Cine-Capital?La idea de cine-capital me lleg cuando compar una frase de La imagen-movimiento de Gilles Deleuze con un pasaje de El capital de Carlos Marx. Hablando del cine, Deleuze dice: la produccin de las singula-ridades se hace por acumulacin de ordinarios. Y Marx dice por su lado: lo que caracteriza la divisin ma-nufacturera del trabajo es el hecho de que el obrero parcial no produce mercanca. Lo que se transforma en mercanca es slo el producto co-lectivo de los obreros parciales. El capitalista paga a cada uno de los cien obreros su fuerza de trabajo in-dependiente, pero no paga la fuerza combinada de la centena. Me pare-ci que ambos dicen exactamente

    lo mismo. De ah me vino esta idea: el cine extrae plusvala del trabajo colectivo de las imgenes parciales. El cine hace producir lo extraordi-nario a las imgenes ordinarias. A eso llamo cine-capital.

    Cmo una imagen puesta en cooperacin con otras imge-nes ordinarias puede produ-cir plusvala?Imaginmonos por ejemplo que vos compraste un pajarito blanco. En la medida en que lo dejs vivir solo, tu pajarito se queda como un sim-ple pjaro blanco. Pero si comprs adems un pjaro celeste y lo pons junto con el blanco en una misma jaula, ellos forman una pareja de pjaros argentinos en su conjun-to. Al encontrarse con el celeste, el blanco deviene pjaro argentino aun siguiendo siendo un pjaro

    blanco. Es lo mismo que decir que entrando en relacin diferencial con el celeste, el blanco se desdobla en pjaro blanco y extra-pjaro ar-gentino.

    Cul es la sensacin ambiva-lente del explotado?Si vos llegs a obtener una pareja de extra-pjaros argentinos sin in-vertir nada ms que el valor-capital equivalente al valor sumado de un simple pjaro blanco y un celeste, es el sobretrabajo de los pjaros lo que produce una tal plusvala argentina. Vos explotas a los pja-ros, ponindolos a trabajar juntos en una jaula-fbrica. Por el lado de los pjaros, se experimenta sin em-bargo un sentimiento ambivalente. Todo sucede como si ellos dijesen: claro que estoy explotado, pero, al mismo tiempo, no es tan desagra-

    dable el hecho de realizarme como pjaro argentino.

    Puede haber liberacin del sujeto mientras tal senti-miento prevalezca?El proceso de liberacin del sujeto empieza cuando ese sentimiento ambivalente se convierte en una vergenza. Vergenza de no poder realizarse sino slo dentro del mar-co del rgimen capitalista, vergen-za de no poder vivir sin contraer compromisos con el capitalismo. Es ese sentimiento lo que produce nuestra potencia revolucionaria. Es la vergenza de ser incapaz de lle-var la revolucin la que nos fuerza a cada uno a devenir revolucionario.

    Cmo se da ese devenir re-volucionario? es un acto de voluntad lo que abre a nuevos

    posibles?Lo que est en juego es una volun-tad. No se trata de la voluntad del cineasta sino de la de las imgenes. Todo lo que puede un cineasta es entrar en alianza con las imgenes resistentes. Al leer entrevistas, te dars cuenta del hecho que todos los cineastas del cine moderno ha-blan no tanto en sus propios nom-bres sino siempre en el nombre de las imgenes. Por ejemplo, Rober-to Rossellini dice: las cosas estn aqu, por qu manipularlas?. Es un grito de las imgenes mismas, y ah el cineasta italiano no hace nada ms que entrar en alianza con esas imgenes que se ponen en resistencia contra la manipulacin explotadora cine-capitalista. Lo im-portante es que la potencia nunca cae del cielo. Si uno quiere crear nuevos posibles, hace falta primero crearse una potencia, con la cual se identifica de tal suerte que aumen-te su propia potencia creativa.

    Cules son las estrategias de resistencia del Cine-Capi-tal para perdurar?Son las mismas estrategias que las que emplea el capitalismo con-temporneo: financiarizacin de la economa. La financiarizacin de la economa cine-capitalista apare-ci a principios de los 70 con una nueva forma de valorizacin, que consiste segn Deleuze en paro-dizar los clichs. Desde los 60, la produccin cine-capitalista cay en un estado de crisis permanen-te, en el que los productos extra-ordinarios del trabajo colectivo de las imgenes ordinarias aparecan como meras repeticiones, estereoti-pos, clichs. Las fbricas de sueos hollywoodenses ya no podan hacer ms que reproducir los sueos ame-ricanos (y las pesadillas, en el caso del cine fantstico) ya producidos. De ah surgi la necesidad urgente de inventar una nueva forma de va-lorizacin: la parodia.

    Qu papel tiene el especta-dor en esta valorizacin pa-rdica?La valorizacin pardica, el valor de lo extra-ordinario ya no es de-terminado slo por el trabajo de las imgenes sino tambin por el del pblico que lo interpreta. El cine integra as el trabajo del pblico espectador en el proceso de produc-cin de plusvala. Despus del Nixon Shock, el espectador ya no se queda

    eL CINe eXTRAe PLUsvALA deL TRABAjO COLeCTIvO de LAs ImgeNes PARCIALes

    JUN FUJITA HIRoSE

    De Marx y Deleuze me vino esta idea: el ci-

    ne extrae plusvala del trabajo colectivo de las imgenes parciales. El

    cine hace producir lo ex-traordinario a las im-genes ordinarias. A eso

    llamo cine-capital".

    Jun Fujita Hirose es crtico de cine y profesor de la Universidad de Ryukoku (Kioto). Sus clases son conocidas por exponer -creativamente- ideas deleuzianas y llevarlas al terreno del cine, la poltica y la comida. Recientemente estuvo en la Argentina para presentar su libro Cine-Capital. Cmo las imgenes devienen revolucionarias (Tinta Limn ediciones, 2014). Un ensayo poltico y filosfico sobre el cine capitalista y las imgenes, donde -entre otros tanques occidentales- cruza a Deleuze, Hitchcock, Marx, Virno, Bergson y Rohmer sin perder su voz en el revuelto. Aprovechamos la publicacin de su primer libro en castellano, para hablar -en perfecto espaol- de cine, del devenir revolucionario de las imgenes, del movimiento antinuclear en Japn y de empanadas criollas.

    Por damin Huergo

  • 13 de abril de 2014 | ao 4 | n 2617

    Por manuel gonzalo

    A comienzos del siglo XIX, Rio de Ja-

    neiro experimentaba un fuerte y des-

    ordenado crecimiento urbano debido

    a la instalacin de la corte portugue-

    sa en 1908. La cantidad de alienados,

    como llamaban en ese entonces a

    la poblacin con trastornos en sus

    facultades mentales, creca sin que

    existiese tratamiento hospitalario

    alguno. Los que tenan familia, eran

    cuidados por sta. otros deambula-

    ban por la ciudad. Y los ms agresi-

    vos eran encarcelados, encadena-

    dos, o ambas. Este escenario fue ad-

    quiriendo tal notoriedad que se rea-

    lizaron diversos informes mdicos

    alertando sobre la situacin de los

    alienados en Rio de Janeiro. As, ya

    en 1841 Jos Clemente Pereira, abo-

    gado, comerciante y poltico conser-

    vador se inserta en la Santa Casa de

    Misericordia de Rio de Janeiro, insti-

    tucin lusitana en decadencia, dedi-

    cada al cuidado de enfermos y caren-

    ciados, e inicia una campaa pblica

    para crear un hospital de alienados (y

    reinsertarse en la vida poltica de la

    poca, claro). Sobre fines de ese mis-

    mo ao, Pedro II, el Magnnimo, se-

    gundo y ltimo Emperador de Brasil,

    quien fue entronizado a los 5 aos

    de edad debido al repentino retorno

    hacia Portugal de su padre, Pedro I,

    firm el decreto de creacin del Hos-

    pcio de Pedro II - Hospcio Nacional

    dos Alienados.

    Construido en la Praia Vermelha, al

    pie del Pan de Azcar, entre 1842 y

    1852, el hospicio que dio inicio a la

    psiquiatra brasilea fue el resultado

    del trabajo conjunto de Jos Montei-

    ro, Joaquim Cndido Guilhobel y Jos

    Maria Jacinto Rebelo, tres de los ma-

    yores arquitectos de la poca. Tan-

    to la espectacular fachada exterior

    como su diseo interior, que lo con-

    vierten en uno de los mayores expo-

    nentes de la arquitectura neoclsica

    brasilea, buscaban dar cuenta del

    poder de la ciencia mdica moderna.

    El objetivo del hospicio era rehabili-

    tar a los pacientes a travs de la tera-

    pia ocupacional, pese a coexistir con

    las prcticas convencionales para los

    internados que se tornaban violen-

    tos y que consista en el aislamiento,

    la camisa de fuerza y el encierro en

    una habitacin oscura. Por esas tra-

    yectorias impensadas de la historia,

    ms all de la efectividad o no de la

    terapia ocupacional sobre la salud

    de los pacientes, lo cierto es que la

    organizacin en torno a labores de

    herrera, carpintera, ingeniera elc-

    trica, le otorg un reconocimiento al

    hospital como lugar de formacin de

    trabajadores, al cual varios empresa-

    rios de aquel entonces concurrieron

    en busca de mano de obra calificada.

    En sus casi 100 aos de existencia,

    entre sus internados se destacan al-

    gunas figuras de la historia carioca

    como el escritor y periodista Lima Ba-

    rreto, quien luego de su internacin

    escribi Dirio de Hospcio y O cemen-

    terio dos Vivos.

    Ya con el advenimiento de la Repbli-

    ca a inicios del siglo XX, se comenz

    a implementar con una parte de los

    pacientes una terapia denominada

    de assistencia hetero-familiar que

    consista en el tratamiento ambula-

    torio, apoyndose en la contencin y

    las instalaciones brindadas por sus

    familias o por familias sustitutas.

    Esta terapia tendra la ventaja de

    crear la "ilusin de libertad". Hacia

    1920 el hacinamiento de los pacien-

    tes y el deterioro edilicio marcaban la

    decadencia del nosocomio. En 1927

    el predio es cedido a la Universidad

    de Brasil (antecesora de la Univer-

    sidad Federal de Rio de Janeiro -

    UFRJ), se traslad a buena parte de

    los pacientes a otros hospitales y

    qued en funcionamiento lo que hoy

    es el Instituto Philippe Pinel, en reco-

    nocimiento a uno de los pioneros de

    la humanizacin del trato hacia los

    pacientes psiquitricos, quien pro-

    pugn por la eliminacin del uso de

    cadenas en los pacientes.

    Ms contemporneamente, en 2001

    se aprob la Ley Federal de Salud

    N10.216, que busca eliminar gra-

    dualmente la internacin como

    forma de exclusin social. La ley es

    el resultado de un proceso que co-

    menz a gestarse en la dcada del

    70 motorizado en ese entonces por

    el Movimento dos Trabalhadores em

    Sade Mental (MTSM), antecesor del

    actual Movimento por uma Sociedade

    sem Manicmios, integrado tanto por

    trabajadores como por asociaciones

    de familiares y usuarios del sistema

    de salud mental brasileo. Esta re-

    forma, modelo en Amrica Latina, im-

    plica un fuerte desafo institucional

    para consolidar una red institucio-

    nal, territorial y familiar que permita

    la integracin social de los pacientes

    a travs del tratamiento ambulatorio,

    sin dejarlos a la deriva en trminos

    de recursos.

    Hoy, el Instituto de Economa de la

    UFRJ, donde transcurren buena parte

    de mis horas en Rio, est emplazado

    en el mismo predio donde funcion

    el Hospcio Nacional dos Alienados y

    coexiste con el Hospital Philippe Pi-

    nel. En una disciplina como la econo-

    ma (poltica) en la que la ortodoxia

    neoclsica suea con agentes ultra-

    racionales (y la ortodoxia marxista

    piensa en clave de leyes universales),

    bienvenida sea la ventana de oportu-

    nidad de la locura.

    pasivo, inerte o improductivo, sino se vuelve activo, productivo, en tan-to que especulador. En suma, se tra-ta de una versin de aquello al que Jacques Rancire llama espectador emancipado.

    en la revista Crisis escribiste sobre el movimiento antinu-clear. Cul es la situacin ac-tual del levantamiento? El movimiento antinuclear desa-rrollado en Japn desde el comien-zo del accidente de la central de Fukushima (dije comienzo, por-que el accidente est siempre en curso) tiene un impacto importante en la sociedad japonesa contempo-rnea, sobre todo en la medida en que hizo surgir una nueva relacin de fuerzas. Por un lado, la poblacin japonesa reconoci por primera vez la existencia de la alianza estrecha entre el Estado y el Capital. Por otro, se esparci de manera indita una imaginacin colectiva de unidad nacional. Mucha gente se sinti de repente unida o unificada bajo una sola y misma nube atmica. Desde poco despus del comienzo del ac-cidente, recorri todo el Japn una llamada a una unidad nacional que

    deca: nosotros somos todos igua-les bajo la irradiacin nuclear. As el movimiento antinuclear instaur un nuevo antagonismo (indito al menos en la sociedad japonesa con-tempornea), a saber: antagonismo entre la Nacin y el poder complejo Estado-Capital. En efecto, todo suce-de como si la dicha Nacin se diera cuenta de repente de la opresin estatal-capitalista que padeca des-de hace mucho tiempo y, al mismo tiempo, de su propia capacidad de oponerse o resistirse contra ella.

    existe esa unidad o es una ilusin nacionalista?A esa pregunta, un volante distri-buido por una agrupacin sindical muy combatiente da una sugeren-cia aclarante. El volante dice: nun-ca somos iguales bajo una irradia-

    cin nuclear. Es decir que los ricos y los pobres jams estn irradiados de manera igual. Los pobres estn siempre ms expuestos a la radioac-tividad que los ricos. Por ejemplo, los alimentos que provienen de la regin atomizada son siempre mu-cho ms baratos que los que pro-vienen de las otras regiones. Y los pobres estn siempre obligados a comprar y comer esos alimentos baratos. Adems, los pobres o los precarios estn siempre en peligro de trabajar en los lugares en donde el riesgo de irradiacin es ms alto, incluso en el sitio mismo de la cen-tral nuclear accidentada. Qu impresiones te llevas de tu visita a la Argentina?El 24 de marzo asist a las dos mar-chas del 38 aniversario del ltimo golpe militar. La del gobierno me supuso un impacto enorme con su marea celeste y blanca. Es decir, con la presencia fsica e inmediata de una imaginacin colectiva de uni-dad nacional y de identidad Nacin-Estado. Claro que antes de venir ac, a travs de internet estaba ms o menos al corriente de la subida

    de una nueva versin del peronis-mo en el nombre de kirchnerismo, pero no la esperaba hasta un punto tal de masividad. Creo que hoy de-bera ser muy grande la tarea de la izquierda argentina. A grandes ras-gos, habra dos tareas principales. En primer lugar, habra que desco-ser la identificacin imaginaria de la Nacin al Estado. Y despus, ha-bra que desconstruir la idea misma de la unidad nacional, reconocien-do ah donde se supone una unidad nacional la realidad de la existencia permanente de una divisin inter-na, a saber: divisin de clases. Pudiste ver cine argentino?No conozco mucho. Durante mi vi-sita en Buenos Aires, conoc a Maria-no Llins y sus pelculas. Llins rea-liz una pelcula cuyo ttulo parece sospechoso desde el punto de vista de mi libro: Historias extraordinarias. Este ttulo, es una confesin de fe de un cine-capitalista? Llins, es uno de aquellos cineastas explota-dores que no dejan de hacer contar historias extraordinarias a nuestras queridas imagencitas ordinarias? Precisamente no lo es. Si su pelcula cuenta efectivamente historias ex-traordinarias, no son las imgenes las que las cuentan. Durante cuatro horas de la duracin de la pelcula, son exclusivamente las voces-en-off las que cuentan las historias (aun cuando los personajes hablan en las imgenes, sus actos de habla conser-van siempre una autonoma respec-to a las imgenes mismas). Ac ya

    est un punto crucial. En la pelcula hay algo al que podramos llamar rechazo de trabajo. Las imgenes rechazan trabajar, dejando toda la produccin de historias extraordi-narias a cargo de las voces-en-off. Y rechazando as producir lo extra-or-dinario por s mismas, las imgenes aparecen como lo que son, como or-dinarias. En otras palabras, se au-tovalorizan en su propia realidad ordinaria, aquella realidad a la que Deleuze llama situacin puramen-te ptica y sonora.

    en tus clases sols llevar tambin ideas deleuzianas a la cocina, pudiste hacer una lectura de alguna comida ar-gentina?Deleuze crtica siempre la fenome-nologa francesa, diciendo que la carne es demasiado blanda. Si los argentinos quieren empanar la carne (en empanada o choripan), a mi juicio es porque comparten per-fectamente esa crtica deleuziana. Deleuze dice: para sacar la poten-cia de la carne necesitamos darle un hueso. El acto de empanaje con-siste precisamente en dar a la car-ne un hueso o, ms precisamente dicho, un caparazn. A qu le decs Ni a Palos?A todas las posibilidades fciles y fantasmagricas que se venden en el mercado capitalista, a todas las esperanzas-mercancas ya sean Obama, Cristina, Evo, Mujica o Dilma. X

    Lo que est en juego es una voluntad. no se trata de la voluntad del cineasta sino de la de las imgenes. todo lo que puede un cineasta es entrar en alianza

    con las imgenes resistentes.

    un volante sindical dice: nunca somos iguales bajo una irradiacin nuclear. Es decir que los ricos y los pobres jams estn irradiados de manera igual. Los pobres estn siempre ms expuestos a la radioacti-

    vidad que los ricos.

    Maluca BelezaECoNoMA, PoLTICA Y FTBoL DESDE LA ARENA MUNDIALISTA

  • ao 4 | n 261 | 13 de abril de 2014

    LUNesmaruja enamorada. Biodrama amorosoEl Estepario teatro - av medrano

    484 - 21 hs

    Si te dicen "vamos a ver una

    obra de teatro que trata sobre la

    erotomana", vos seguramente

    preguntes qu cazzo significa

    eso. Ahora, si te invitan a ver una

    obra inspirada en "un sndrome

    que hace creer ilusoriamente que

    otra persona est secretamente

    enamorada de uno", va tomando

    otro color. Eso es la erotomana, y

    de eso trata Maruja Enamorada. De

    eso y de mucho ms. Del amor, de

    la ficcin, de la ficcin en el amor y

    todas las combinaciones posibles,

    que de melosas no tienen nada.

    La obra es dirigida por Vivi Tellas

    que, junto a Maruja Bustamante,

    tambin escribi los textos. Tellas

    es una de las referentes ms

    destacadas de la escena teatral

    portea. obra muy recomendable,

    sobretodo para un lunes. Reservas

    al: 2004-6507.

    mARTesLas Pastillas del AbueloLa Trastienda Club - Balcarce 460 -

    21 hs

    Cada tanto nos tenemos que dar

    el gusto de la clsica salida que

    consiste en ir a ver una buena banda

    de rock nacional. Esta semana

    tenemos esa posibilidad, ya que

    Las Pastillas del Abuelo se estar

    presentando en La Trastienda Club.

    Una gran banda en un gran lugar.

    Una salida clsica para hacer una

    escapada con tus amigos, o bien,

    ir con tu novia/novio, marido/mujer,

    o un simple "huesito". La entrada

    sale $280 e incluye una mesa sin

    numerar, en la que pods tomarte

    un copetn disfrutando de esta gran

    banda que no par de crecer en los

    ltimos aos en el rock nacional.

    mIRCOLessotavento Big BandEl cubo - Zelaya 3053 - 21.30 hs

    Y como en La Salidera siempre

    tens para todos los gustos,

    despus de ir a escuchar rock el

    martes, pods sofisticar el odo

    y disfrutar de una muy buena

    Big Band de Jazz. Sotavento se

    presenta en El Cubo festejando sus

    10 aos de trayectoria y a 4 aos de

    su primer trabajo discogrfico. El

    ao pasado presentaron su disco

    "10 aos" en La Trastienda, y desde

    ah no pararon de tocar en vivo.

    Sotavento Big Band nos propone

    unos arreglos con mucha identidad

    propia que hacen de soporte

    sonoro al rasgo caracterstico

    del Jazz como gnero musical: la

    improvisacin de los solistas. Esta

    combinacin de mucho ensayo y de

    libre albedro musical, hace de esta

    propuesta una muy interesante

    para parar el odo y volar con las

    melodas, armonas y ritmos.

    jUevesToca Almafuerte, manga de "guachosforros"mandarine - acceso punta carrasco

    - 17hs

    Declaraciones polmicas,

    respuestas derechosas, litros de

    saliva en la cara y una docencia

    poco amigable distinguen a Ricardo

    Iorio, cantante de Almafuerte. La

    mala prensa se la ha ganado, hay

    que decirlo. No vamos a olvidarnos

    de muchas de sus frases polmicas

    que a veces nos hacen dudar de

    la cordura del gran Ricardo. Sin

    embargo, la posta (adems de

    caernos bien porque no tiene filtro)

    es que es un gran msico y con su

    banda, sin dudas, son "lo mejor del

    heavy nacional". Si usted nunca

    escuch Almafuerte poco puede

    opinar sobre el resto que rodea la

    banda. Si usted nunca se conmovi

    con alguna de sus letras, nunca

    agit su cabeza revoleando los

    pocos pelos que le quedan, y nunca

    se le puso la piel de gallina por

    sentir a la patria hecha cancin con

    riffs y distorsin, le recomiendo que

    anote este evento. El jueves 17 y

    por tan solo 200 pesitos va a poder

    disfrutar de un gran recital que no

    tiene un pice de desperdicio. Si,

    es en ese mismo lugar a donde

    festejaste tu fiesta de egresados,

    Mandarine Park, ex Mint. Vaya,

    disfrute y sienta. (Ah, no vaya de

    colores, vaya de negro, doa)

    vIeRNesBarhopping Buenos Aires Night Tourtips, resto y lounge - thames 1514

    - 22hs

    Es verdad, fuerte cambio de frente.

    De lo nacional y popular a lo careta

    palermitano. Es as, nosotros

    sabemos que vos jugs en todos los

    frentes, campen/a. En esta ocasin

    te proponemos una nueva moda

    de la que tenes que estar al tanto

    porque probablemente te la cruces

    en algn barcito. "Barhopping",

    seores. En qu consiste? Con 85

    p te registrs y arrancas una gira

    de bares que luego termina en un

    boliche y probablemente con vos

    de la capocha. Resulta que esta

    moda implica shots libres en el

    primer bar, shots de bienvenida en

    los otros tres y entrada sin fila en

    el cheboli en el cual finiquits la

    noche. No parece un mal negocio

    entendiendo que lo nico que

    chups son shots. Si uno quiere

    consumir un fernt, por ejemplo,

    tiene que pagar lo que salga en ese

    bar. La entrada al boliche tambin

    la pags pero supongamos que

    tomando alguna que otra birra toda

    la jodita salga alrededor de 250

    pe la noche. Fijate, es yanki, pero

    puede llegar a ser muy divertido.

    genes La salidera

    Algunos la llamamos generacin intermedia, otros amigos polti-cos commoditie, pero si nombro a Massa, Scioli, Macri, Insaurral-de, (Boudou, Bossio?), sabemos de qu hablamos. No es una gene-racin segn tal franja etaria, ms bien se trata de una liga de polti-cos nacidos y criados en torno al peronismo de los aos 90, y que gestionaron durante la dcada K. Su agrupamiento gentico podra ponerles en la vereda de enfrente a una lista distinta de polticos de ideologa que puede incluir a Ca-rri, Gil Lavedra, Moyano o Cris-tina. No paso por alto las diferen-cias ideolgicas concretas de esta segunda lista, s las intensidades medidas en dosis ideolgicas (aun-que sean de izquierda, peronistas o republicanas). Pues bien, de los intermedios salen los principales nombres con potencia electoral para el 2015. Y el 2015 es como la costa uruguaya: a veces se ve, a veces no, depende la visibilidad, la humedad, la hora del da El dato de que de esa genera-cin intermedia provenga el ra-cimo frondoso de polticos es y debe ser puesto en anlisis en el balance de la dcada ganada. Qu clase de polticos surgieron estos aos, cules fueron las concepcio-nes electorales del populismo ar-gentino, por qu el kirchnerismo no produjo candidatos propios, referentes cuya legitimidad pueda ser cristalizada en un conteo de voluntades? Cules son los gober-nadores, intendentes o sindicalis-tas puros? Acaso no se subray an ms la diferencia entre mili-tante y poltico, en desmedro de la tarea electoral? Qu sistema de partidos deja la poca aunque haya solucionado la crisis de re-presentatividad? La exclusividad de Cristina y Nstor (que hicieron sntesis entre ambas cosas) hizo del kirchnerismo militante una mstica un tanto des-territoria-lizada, muy en torno a los movi-mientos del Estado, pero poco arraigada a territorios electorales. Hay cuadros, locales, comedores, despliegue, pero en una experien-cia de cultura militante con esca-ssima productividad electoral. Digamos que la militancia es una cultura diferente a la de la poltica partidaria. El militante es habitu de formas resistentes, no es exitis-ta, es organizado pero desprecia el partido, se auto-narra glorio-samente y construye un teatro de representacin en el que coloca su concepcin de Pueblo, Patria,

    etc. Kunkel, Mariotto, Moreno, Conti, etc., son leyendas sin votos. Esto, que muchos llaman exce-so ideolgico, sin embargo es lo que luego confunde otros excesos. Ejemplo: cuando el kirchnerismo imagin cmo enfrentar a Massa le antepuso una copia completa-mente idntica. Es decir: hizo una construccin de espejo. Una especie de Kent de los interme-dios: joven, rubio, vencedor de un cncer, con novia modelo e ideas punitivas. Montoneros en su estrategia de 1973 tuvo una tensin directa con el Ejecutivo nacional, con Pern, a la vez que el despliegue de la Tendencia contabilizaba gober-nadores propios, diputados pro-pios, sindicatos propios. Ese de-sarrollo fue entendido a disgusto por Pern, que quiso tener todo propio, adems del Estado nacio-nal. Fue una construccin inversa a la de estos aos de puro Ejecu-tivo nacional. El kirchnerismo es Nacin, y de ah para abajo, casi nada. Tarde, pero esa debe ser la tarea kirchnerista. Como me obsesionan la genera-cin intermedia, pido disculpas y repaso un texto que escrib en mayo de 2012 para Le Monde Diplo-matique: Intrpretes menos rgi-dos capaces de leer el viento del tiempo. Ese es el capital de la ge-neracin intermedia. Aunque sea en la clave: buenos polticos con ideas horribles. Los intermedios () son polticos de primera lnea que no se autodeclaran de derecha y que cumplen mandatos no escritos: se puede ser de derecha pero no se puede parecerlo, se puede ser de derecha y no saberlo y/o se puede ser de derecha por tener un pensamiento natural y po-pular. No se les podra discutir su condicin de populistas y peronis-tas, son polticos con intenso des-pliegue en las clases ms bajas. Su diccin es previa al relato de estos aos de catecismo progresista en que se puso en el centro el deba-te distributivo. Sus experiencias de gobiernos municipales les per-mitieron mrgenes y zigzagueos, siempre con las garantas sociales de un gobierno nacional situado a su izquierda. Gobernar por de-recha una ciudad o provincia en un pas con Asignacin Universal disminuye los efectos sociales de cualquier poltica de exclusin. Son de derecha? Sabrn recono-cer las condiciones de gobernabili-dad del kirchnerismo? Se anima-rn a correrse hacia ese centro? De esas respuestas empieza a de-pender la configuracin del nuevo orden.x

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