EDUCACIÓN PARA EL SIGLO XXI

 

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COMPASSIONATE TECHNOLOGY & 

PURPOSE LEARNING MOVEMENT  

 

 

 

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LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI … (Extracto de la entrevista al Ing. Antonio ALVAREZ ABRIL - Director del Brain Affective NeuroTechnology Lab - (Laboratorio de Tecnología Afectiva) Instituto Regional de Bioingeniería - Centro de Investigación en Computaciòn y Neuroingeniería de la Universidad Tecnológica Nacional - Facultad Regional Mendoza)

*Entrevista: Laura Noussan

 

 

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Si un navegante no comprende las fuerzas del viento que lo impulsan, su nave                           puede llegar a naufragar. 

Si un sistema educativo del Siglo XXI no comprende las fuerzas impulsoras                       del “VÓRTICE ESENCIAL” de nuestro tiempo, sus resultados serán muy                   pobres y esto llevará a que generaciones enteras se transformen en                     náufragos de la sociedad del pos-conocimiento”. 

 

Antonio ALVAREZ ABRIL

 

 

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¿Cómo nace el concepto del “Vórtice Esencial”?

EL VÓRTICE ESENCIAL es un concepto que venimos trabajando desde hace años con un grupo de especialistas que investigan en distintas áreas de las Neurociencias y la Neurotecnología pero que también desempeñan actividades de docencia en distintos niveles educativos y lugares del mundo.

Somos docentes e investigadores y por lo tanto la Educación es algo que nos preocupa mucho.

Con este grupo hicimos varios proyectos apasionantes y entre ellos generamos el think-tank BrainMotion en www.brainmotion.org en el que desde distintas perspectivas afrontamos el trabajo de realizar transferencia de conocimiento de las Neurociencias y la Neurotecnología a la vida cotidiana de las personas y a los grandes desafìos sociales que enfrenta una sociedad del Siglo XXI. Uno de los más importantes de todos es sin lugar a dudas es la Educación.

Este trabajo lo presentamos en un Congreso de Cibernética y Educación en Estados Unidos y ganó una mención especial como mejor trabajo de sesión. Para nosotros todo un orgullo pero lo más importante es que este resultado reafirma dos cosas: la primera es que la Educación en todo el mundo va hacia modelos de este tipo y la otra es ….. que nadie es profeta en su tierra y ésta también es una proposición neuroevolutiva. (Risas).

¿Qué es el vórtice esencial?

El cerebro capta y fija mejor sus aprendizajes a través de metáforas o representaciones “gráficas” de la realidad. El concepto del “vórtice esencial”, en definitiva es eso, una simple metáfora que sintetiza aspectos que son importantes en un determinado sistema de conocimientos.

 

 

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Un vórtice se lo puede imaginar como un torbellino que gira por la acción de varias fuerzas convergentes y simultáneas.

Ese torbellino lo puede impulsar hacia arriba y hacer crecer o bien si Ud. no comprende cómo funciona, lo puede llegar a destruir. Los navegantes de veleros tienen muy en claro ésto porque su gran destreza es saber orientar adecuadamente las velas de su embarcación para que las fuerzas del viento los conduzcan a buen puerto.

En el caso de la Educación para el Siglo XXI, el vórtice esencial, son esas fuerzas convergentes que tienen que actuar de manera conjunta y armónica para que el impulso evolutivo de avance sea el adecuado a cada tiempo, contexto y lugar.

¿Y en el caso de la Educación cuáles son esas fuerzas?

En el caso de la Educación, las fuerzas que conforman ese vórtice están sintetizadas en tres campos de conocimiento que son los que están revolucionando a casi todos los escenarios del tiempo actual y del futuro que viene: Neurociencias, Tecnología y Redes de Conocimiento Activo.

 

 

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Y la Educación por desgracia, sabe muy poco de estas tres cosas porque en general suele definir su camino mirando más por el espejo retrovisor que por el parabrisas hacia adelante.

Además otra cosa importante que tiene que comprender el sistema educativo actualizado, es que estas tres fuerzas son precisamente eso “un vórtice”. Esto quiere decir que actúan juntas y simultáneamente en un delicado equilibrio.

Ud no puede olvidarse o dejar de lado ninguna de ellas.

No se trata solamente de NEUROCIENCIAS, TECNOLOGÍA o REDES DE CONOCIMIENTO ACTIVO por separado. Se trata de la interacción y el efecto convergente que ellas generan cuando actúan en conjunto sobre la Educación y la impulsan hacia su evolución natural, la de los nativos digitales de esta época.

En muchos lugares de América Latina y España cuando Ud. entra a una institución escolar parece que estuviera ingresando en el pasado más que en el futuro. Esto los alumnos lo perciben y gran parte de su desencanto con la Educación pasa por allí.

Piense en cualquier escenario laboral del Siglo XXI y verá su enorme evolución y cambio respecto del siglo anterior.

 

 

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En la Escuela esto no sucede y entonces estamos ante un sistema que evidentemente se resiste a los cambios tal vez más que ningún otro.

¿Pero cómo impactan estas tres fuerzas que Ud. dice en el Sistema Educativo?

Sin lugar a dudas, cada una de estas fuerzas están impactando fuertemente en los sistemas de estudio de todo el mundo y por eso los países a los que mejor les va en Educación “orientan sus velas” hacia el aprovechamiento de estas fuerzas.

Casi todas las corrientes pedagógicas de la actualidad integran estos aspectos.

El cerebro es la estructura funcional orgánica más compleja que conocemos hasta hoy. Con casi cien mil millones de neuronas y trillones de conexiones dinámicas que se hacen y deshacen a un ritmo increíble cada día, el cerebro nos enfrenta a desafíos de investigación que nunca había podido enfrentar la Humanidad hasta ahora.

Así surgen las Neurociencias como la integración de un conjunto enorme de disciplinas científicas que enfocan su estudio sobre el cerebro y lo que de allí está surgiendo es un cuerpo de conocimientos que nos tiene a todos asombrados.

Desde esta perspectiva Ud. tiene que entender que el cerebro no                     es solamente el órgano con el que aprendemos sino que él mismo                       es el resultado de millones de años de aprendizaje. Cerebro y                     aprendizaje literalmente son la misma cosa. El aprendizaje               modifica a nuestro cerebro y éste se forma con cada experiencia                     de aprendizaje. Por eso la Educación es tan importante. 

Un docente no es entonces un “trabajador de la educación” como                     suelen decir algunos, es más bien un “artista neural”, un creador                     de nuevas redes neuronales en el cerebro en desarrollo de cada                     uno de sus alumnos. La tarea más importante del mundo. Lo                     sepamos o no es así.   

 

 

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Cuando hablamos de NEUROCIENCIA EDUCACIONAL INTEGRATIVA hablamos de un ESPACIO PUENTE entre educadores, neurocientificos, psicólogos, tecnólogos, físicos, especialistas en redes sociales, licenciados en ciencias de la comunicación, artistas plásticos, músicos, neurólogos, psiquiátras, etc

La Educación para el Siglo XXI se construye con la intersección de todo ese conjunto de visiones y saberes cuya integración dinámica es la que se produce e impulsa en ese VÓRTICE ESENCIAL.

¿Cuál sería una de esas cosas que hace tan mal la Educación actual?

Muchas, no tenga dudas sobre eso.

Una de las más terribles es la poca atención que le                     brinda al trabajo sobre la emocionalidad y al desarrollo                 inteligente de competencias prosociales de sus alumnos.  Las Neurociencias y la Neuroevolución en particular, nos han demostrado claramente que no somos seres racionales con algo de emocionalidad, sino que somos esencialmente seres emocionales con algo de racionalidad.

Y en la Escuela, de las emociones se habla escasamente o nada. Los espacios de arte por ejemplo han ido perdiendo cada vez más espacio en pos de la Lengua, la Matemática o la Tecnología. Un sinsentido total para un cerebro en desarrollo.

Si quiere que sus alumnos aprendan mejor Lengua,               enséñeles Música y no agregue más y más horas de                   Lengua. Así trabaja el cerebro compartiendo centros y               engramas de aprendizaje. Y la Educación ignora estas               cosas.  

 

 

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Las competencias asociadas a la gestión de nuestras emociones son las competencias centrales del Siglo XXI.

Y Ud., doña Rosa y yo tenemos que tener en claro que uno aprende aquello que lo moviliza, aquello que lo apasiona. Aquello que lo hace vibrar y la Educación sigue hablando del viejo concepto de “motivación” como si uno pudiera llegar a sentir ganas de movilizarse por algo que no le gusta.

Aprender a educar nuestras emociones desde pequeños es algo muy importante. Tomar contacto con ellas es algo muy importante.

 

 

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Cada uno de nosotros nace con huella dactilar que nos                   identifica y es parte de nuestra identidad, pero más                 importante que ésta es nuestra “huella emocional”, que               sin lugar a dudas también es única en cada uno de                     nosotros.  Ella define nuestra vida más que las marcas de los dedos y la Educación no lo comprende, no lo estudia seriamente y sigue arraigada a viejas teorías psicológicas que han sido superadas hace años por los avances de las Neurociencias en su interacción con otras disciplinas.

Las emociones son además muy importantes porque son las que nos movilizan, nos ponen en acción y en definitiva lo hacen a Ud. y a mí, más o menos felices.

Emoción literalmente significa “poner en movimiento” y la Escuela hace precisamente lo contrario.

Ud. podrá tener mucho dinero, mucho conocimiento o muchos títulos de nobleza, pero si no comprende y educa sus emociones y ellas lo desbordan, Ud. y los que lo rodean no tendrán una buena calidad de vida y aún dañar a los demás.

La neuroplasticidad que es la que forma su cerebro día a día, es modulada por su estado emocional. Su sistema inmunológico es afectado por su estado emocional. Su creatividad es incrementada en más o en menos por determinados estados emocionales. Su nivel de resiliencia está íntimamente ligado a su engrama emocional. Y lo más esencial, sus redes neurales se forman en función de sus pautas emocionales también.

Además el cerebro por su propia naturaleza evolutiva, tiene “formas naturales” de aprender que no son precisamente las que vemos en la Escuela y la Educación sigue centrada en modelos pedagógicos que surgieron en base a marcos teóricos antiguos, en épocas en las que no se conocía casi nada sobre cómo funciona nuestro cerebro. Porque ni Freud, ni Piaget, ni Ausubel tenían tecnología para verlo por dentro como lo hacemos hoy.

 

 

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Entonces, la Educación tiene que actualizarse más y ser “funcional” a los modos básicos en los que el cerebro se desarrolló por cientos de miles de años y no someterlo a experiencias de aprendizaje poco efectivos o aún nocivas para el mismo.

En este sentido, la Educación tiene “millones de víctimas a cuestas”.

¿Millones de víctimas?

Bueno, tal vez me quedé un poco corto.

Mire, en América Latina solamente alrededor del 50% de los chicos no terminan la escuela secundaria. Si pensamos en todo el planeta, seguro que me quedé corto. Estamos hablando de decenas de millones de personas que entran al Siglo XXI con muy pocos saberes significativos para esta época. Con saber leer y escribir hoy no alcanza para nada.

Tenemos que entender que en la sociedad del pos-conocimiento una persona que no termina al menos la escuela secundaria es prácticamente un analfabeto funcional.

Pero volviendo a nuestra América Latina, la Región mejoró en las últimas décadas los estándares de ingreso al sistema educativo pero no logra ni calidad ni buen nivel de retención.

Y no lo logra, entre otras cosas, porque su ignorancia y rigidez es tal que muchos alumnos abandonan sus estudios no solamente por las condiciones de pobreza sino porque obligamos a sus cerebros a esfuerzos cognitivos y emocionales para los que no están preparados. No les enseñamos bien o al menos tan bien como podríamos a la luz de los conocimientos que tenemos hoy acerca de cómo funciona nuestro cerebro.

Como me canso de repetir, aplicamos modelos pedagógicos de más de cien años y hasta la estructura organizativa de nuestras aulas están ancladas en ese pasado lejano.

 

 

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Cuando el docente era el gran transmisor de conocimiento. El aula capilla con el docente al frente y los alumnos casi inmovilizados en filas de pupitres esperando recibir “la luz del conocimiento”. En fin. Nos falta mucho por hacer aún.

La Educación a veces es tan torpe que quiere hacer jugar una maratón a personas que apenas pueden caminar.

O bien, en el otro extremo, expulsa a personas creativas o especiales que no se adaptan a los rígidos y antiguos modelos de enseñanza y aprendizaje porque su “huella o perfil emocional” no soporta un contexto educativo tan anquilosado y en el que ellos no ven significación alguna para su futuro y/o los intereses de aquello que los apasiona.

En todo eso, la NEUROCIENCIA EDUCACIONAL INTEGRATIVA y el VÓRTICE ESENCIAL tienen mucho para aportar.

 

 

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¿Y cuál es el problema de la tecnología en la Educación?

El problema es que la Educación no conoce aún las pautas estructurales y funcionales de la cultura tecnológica.

Los ingenuos “inmigrantes digitales” que somos nosotros, los más viejos, creemos que dando una computadora a cada alumno ya está resuelto el problema y los resultados de las evaluaciones nacionales e internacionales demostraron que ahora estamos peor que antes.

Y estamos peor porque justamente no comprendemos cuál es el interjuego de esas fuerzas que componen al vórtice esencial.

El cambio que exige esa fuerza evolutiva que llamamos tecnología en la Escuela es el de una nueva pedagogía basada en neurociencias, tecnología y redes de conocimiento activo. Y para eso no basta con capacitar a los docentes en el manejo de utilitarios o de programas específicos como word, excel o power point. Esa acción es un reduccionismo casi infantil de una complejidad que realmente es muy profunda pero también maravillosa.

Los docentes tienen que cambiar su rol en el aula al igual que lo que sucedió con la incorporación de la tecnología en la industria que cambió no solamente el rol de cada uno de los operarios sino el de la organización industrial en su conjunto.

El docente tiene que dejar a la tecnología las tareas de bajo nivel y dedicar más tiempo a las de alto nivel, que además son las que nos hacen más humanos y las que hasta ahora las máquinas no pueden hacer y tal vez no puedan hacer jamás.

 

 

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Otra vez, hablando metafóricamente, los docentes tienen que dejar de ser tan Google o Wikipedia y convertirse en maestros al “estilo Da Vinci”. Reconocer los dones du sus alumnos, sostenerlos, acompañarlos como un maestro a su discípulo.

La transmisión de conocimiento que antes era una tarea central del rol docente hoy es una acción educativa de bajo nivel que las máquinas hacen mejor porque la Internet nos provee mucho contenido e información con producciones de muy alta calidad. El docente tiene que aprovechar toda esa información y enseñarles a sus alumnos a discernirla, categorizarla, evaluarla, enfrentar puntos de vista, generar debates, identificar técnicas de manipulación a través de ella, verificar su legitimidad, generar proyectos individuales y colectivos, etc. Tiene que enseñarles a ver más allá de la superficie. Pero para eso el docente se tiene que capacitar mucho.

Por otro lado en las comunidades educativas también están los del otro extremo que son aquellos que quieren volver a la tiza y el pizarrón y hasta quieren prohibir el uso del teléfono móvil en el aula, las computadoras o cualquier otro elemento tecnológico, como si negar a la tecnología fuera el camino de “avance” en una generación de nativos digitales.

Una postura nostálgica que es no solamente torpe sino además carente de total sentido neuroevolutivo.

La tecnología es inherente al ser humano y nos desarrollamos como tales a través de ella.

A muchos educadores les cuesta ver esto. Creen que la Educación trata solamente de procesos mentales y el cerebro humano está preparado para la acción y el movimiento, allí radica su origen. No se aprende solamente con la cabeza, se aprende con todo el cuerpo y más allá de él también. Esto que le digo le puede parecer asombroso pero realmente es así.

El trabajo con la tecnología en parte implica eso.

Nuestra relación con la tecnología como especie es muy ancestral y somos lo que somos gracias a ella también.

 

 

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Cuando dominamos la tecnología del fuego por ejemplo, pudimos cocinar los alimentos, pudimos invertir menos horas en masticar y a la vez ingerir más cantidad de proteínas y eso contribuyó fuertemente al desarrollo de nuestro cerebro, de nuestra corteza cerebral en particular.

No perdíamos tantas horas en desgarrar alimentos con nuestros dientes y comenzamos a alimentarnos mucho mejor. Aprendimos a organizarnos de otra manera y a la orilla de fogatas que nos protegían de las fieras comenzó una actividad prosocial más intensa que la que existía cuando estábamos aislados en cavernas oscuras y eso a su vez estimuló aún más el desarrollo de nuestro cerebro.

La tecnología del fuego fue maravillosa porque ella nos hizo diferentes a las demás especies. Fíjese hasta qué punto estamos entrelazados con la tecnología.

La tecnología cambia literalmente a nuestro cerebro. Lo               hizo hace más de ochocientos mil años con el fuego, lo                     hace también hoy con la inmersión digital en la que                   vivimos y lo hará dentro de millones de años también.                   Siempre y cuando la Humanidad logre sobrevivir a su                 propia estupidez y a sus emociones negativas             descontroladas. Lo que puede aniquilar a los seres humanos y aún al planeta entero, no es la tecnología como algunos ingenuos suelen decir, sino nuestra propia emocionalidad todavía muy primitiva y poco educada.

Por eso la Educación tiene que enseñarnos a ser más empáticos, resilientes, generosos y compasivos con los demás. Sn esta acción, todo lo demás es inútil porque la autoaniquilación es una alta probabilidad en nuestra agresiva especie Homo Sapiens. La especie más inteligente pero la más destructiva del planeta también.

 

 

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¿Las Redes de Conocimiento Activo (RCA), qué son?

Las RCA son la gran evolución de la interacción social en el Siglo XXI. Y la mayor parte de los Eco-Sistemas Educativos de nuestro tiempo y del futuro sin lugar a dudas girarán y se modelarán entorno a ellas.

Nuestros alumnos, los nativos digitales, viven inmersos en redes casi todos los días. Desde Facebook, hasta Instagram, WhatsApp, Twitter, etc.

En lugar de criticarlos porque “se la pasan en la Internet”, como decimos los adultos, tendríamos que preguntarnos ¿por qué les atraen tanto las redes? ¿Qué carencias hay en nuestra Educación que les gusta más el mundo de las redes sociales que la Escuela misma? Pero la Educación rara vez se hace preguntas inteligentes. Su gran esfuerzo casi siempre es para mantener el “statu quo”.

 

 

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Lo que nosotros adultos, inmigrantes digitales, tenemos que comenzar a observar con atención es que bajo esa misma estructura de las redes sociales, se están desarrollando redes de conocimiento muy potentes que se especializan sobre cualquier campo del saber que se le ocurra y lo operativizan con una dinámica que la Escuela està lejos de comprender aún.

Entonces a un alumno que lo apasiona la robótica, la música o la literatura, estas redes de conocimiento le abren una perspectiva inconmensurable en contenido y en contactos globales y en proyectos colectivos que desafían a un sistema educativo anquilosado, lento, aburrido y sobre todo que se preocupa poco de “alimentar los dones de cada alumno” que son además los que movilizan la fibra íntima de cada uno de nosotros.

La Escuela rara vez se preocupa por detectar y alimentar los dones de sus alumnos. Más bien los ignora y muchas veces los arrasa.

La experiencia educativa del Siglo XXI tiene que estar en consonancia con “la huella emocional y cognitiva de sus alumnos” y eso ante todo implica un gran esfuerzo de la Educación por “reconocer los dones, los atractores, los intereses y las pasiones” de cada uno de ellos.

Hoy la tecnología nos permite hacer esto y generar una secuencia de aprendizaje adaptativa para ese alumno en particular. Esto es algo maravilloso en las RCA tienen mucho que ver con la generación de estos nuevos eco-sistemas de aprendizaje.

Las RCA son un lugar esencial, un refugio para los dones,                     un abrevadero en el que las generaciones jóvenes               encuentran un espacio para nutrir sus intereses             vocacionales y por eso son y serán aún más importantes                   en el futuro.  Allí muchas veces ellos, los alumnos nativos digitales, encuentran lo que la Educación formal no les da. En ese espacio muchas veces desarrollan su creatividad, aprenden a comunicarse mejor o bien tratan de encontrar algún consuelo o solución a su vida emocional, entre otras cosas. La redes nutren lo que la Educación no es capaz de hacer.

 

 

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La Escuela tiene que incorporar a estas redes en su corpus metodológico porque la pregunta que cada vez más se hacen los alumnos de casi todos los niveles del sistema educativo es: ¿para qué vengo a la escuela o la universidad si en youtube o en muchos cursos gratuitos de muy buen nivel disponibles en la web aprendo mejor que con este profesor o en la escuela misma?

Y por supuesto a la Escuela hay que ir porque allí aprendemos muchas cosas y allí también está lo más valioso que tenemos: nuestro colectivo, el grupo en oposición y en espejo hacia nosotros mismos. Esa experiencia no se puede aprender frente a una PC, tablet o smartphone.

Lo más valioso de las aulas hoy no es tanto el contenido que se pueda transmitir a los alumnos sino más bien la interacción con sus pares y los aprendizajes que de ella surgen.

El cerebro es en esencia un órgano social pero este aprendizaje no es para nada sencillo y la escuela rara vez lo trabaja intencionalmente e inteligentemente.

En las aulas “juntamos alumnos” para que trabajen en grupo o en equipos, pero rara vez analizamos con ellos “el funcionamiento grupal” que en definitiva es lo más importante de todo.

La Educación del Siglo XXI tiene que enfrentar a sus alumnos con las estrategias y la reflexión para lograr evaluar y mejorar los niveles de desempeño, los niveles de responsabilidad, los contrapuntos naturales de la empatía entre las personas, los índices de bullying, los desacuerdos metodológicos, las disonancias emocionales, las disritmias de aprendizaje entre los miembros del grupo, los obstàculos comunicacionales, etc.

Ese trabajo no lo pueden hacer las máquinas y la Educación tiene que aprender a coordinar las fuerzas clave del vórtice esencial en ese proceso de integración hacia el colectivo.

El desarrollo de la empatía, la generosidad, la resiliencia                 y la compasión tienen que ser prioridades de un sistema                   educativo que apunta a generar ciudadanos del Siglo XXI.                 Esas son las bases de las competencias prosociales y será                   lo más valorado en los tiempos que vienen .

 

 

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Una Educación que hoy no trabaja desde esta perspectiva no ayuda demasiado a sus alumnos y contribuye muy poco al desarrollo de un corpus social capaz de llevar adelante proyectos colectivos que nos hagan crecer como nación y como región.

Pero sobre todo nos hace perder la oportunidad de construir un mundo más justo, más bueno y más bello para las generaciones futuras y eso es lo más triste que nos puede ocurrir.

Los nuevos ecosistemas de aprendizaje del Siglo XXI en                 los que está trabajando el mundo que se preocupa de la                     Educaciòn, son una integración de las RCA con la IA                   (Inteligencia Artificial) y lo que se viene en ese sentido es                     algo increíble.

¿Por qué Córdoba y Villa María para el lanzamiento de este proyecto y de este curso?

Bueno, Córdoba es sin duda “la Docta” de la República Argentina.”

Una provincia con una dinámica especial en relación con la Educación pero sobre todo aquí encontramos un grupo de personas muy preocupadas por este tema como el Decano de la UTN-Villa María; Ing. Pablo Rosso, un grupo importante de dirigentes y gente joven con ganas de cambiar las cosas.

Ese es el motor esencial para llevar hacia adelante este tipo de proyectos y creo aquí en Córdoba esa esencia está. Pero por cierto, en muchos lugares de nuestro país y América Latina también.

El Vórtice Esencial es una “marca de época” y eso no lo                       puede parar nadie. Está en nosotros aprovechar su               fuerza y avanzar o ignorarlo y convertirnos en náufragos                 desorientados de la sociedad del futuro. 

 

 

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Además, por otra parte, en el mundo de hoy los lugares van pasando a segundo plano porque la tecnología nos permite hacer y formar parte de proyectos colectivos desde cualquier lugar y este proyecto está basado en generar una comunidad o una RCA cuyo objetivo central sea realizar cambios importantes en la Educación de nuestra Región no solamente en Argentina.

Para eso tenemos que generar, antes que nada, una nueva visión de nuestro sistema educativo y esa tarea, créame, no es nada fácil en una Región arraigada a modelos de enseñanza que atrasan al menos cien años.

Nuestro grupo entiende la importancia de trabajar en red y por eso contamos con el apoyo de excelentes profesionales e instituciones de distintos lugares del mundo y creo que ésta va a ser una experiencia muy rica.

Con este equipo de Brainmotion Project (Cerebro en Movimiento) hemos hecho varias cosas interesantes y el año pasado en Mendoza por ejemplo, junto con South America New Zealand Network lanzamos CUIDAR A LOS QUE EDUCAN que fue un proyecto muy exitoso y que volveremos a relanzar este año.

Allí trabajamos sobre la problemática del burn-out docente pero desde la perspectiva de las Neurociencias Integrativas y la Neurotecnología para lograr resultados precisos y más rápidos. Porque en definitiva si el docente está mal, todo en la Escuela está mal.

Hay que cuidarlo mucho. Hay que protegerlo. Hay que revalorizarlo y emponderarlo. Y nuestra sociedad en ese sentido deja mucho que desear.

Un docente desgastado emocionalmente es la peor             desgracia que le puede ocurrir a un alumno y a una                     sociedad en su conjunto. Por eso siempre insistimos               tanto sobre este punto. La experiencia docente es muy                 exigente y en ocasiones frustrante cuando se hace bajo                 las condiciones de contexto tan desfavorables que             tenemos en América Latina. 

 

 

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La clase dirigente a veces no entiende la dimensión de esta problemática y me encantaría que políticos, empresarios, conductores de televisión, comunicadores sociales y figuras del espectáculo tuvieran la experiencia de dar clases durante tres meses seguidos en las condiciones que muchos de nuestros docentes lo hacen.

Tal vez así el mensaje hacia la sociedad en relación con los docentes sería otro y también se darían cuenta del esfuerzo que hace este grupo de personas cada día de su vida y que cuando muchos de ellos piden “licencia psiquiátrica” la gran mayoría lo hace legítimamente y porque se sienten realmente mal.

Por supuesto hay oportunistas que se aprovechan y piden licencias por cualquier cosa, pero esta no es la mayoría. Y aún así, cuando un docente no quiere estar frente al aula es porque algo anda mal y hay que prestarle mucha atención a ese indicador. Porque la emocionalidad dañada de un docente también perjudica a sus alumnos. Y éste no es un tema menor.

El problema del burn-out docente es una endemia en América Latina y hay que ocuparse de resolverlo, no negarlo, ignorarlo o menospreciar a quienes lo padecen.

Nosotros decimos que CUIDAR A LOS QUE EDUCAN es cuidarnos a nosotros mismos porque asì cuidamos el futuro de nuestros hijos también. Los países desarrollados tienen en claro ésto y trabajan mucho para lograr el bienestar de sus docentes que no solamente es aumentarles el sueldo.

Gracias y nos veremos en la conferencia.

Gracias a Ud. y los esperamos allí.

 

 

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PARA INSCRIBIRTE EN EL WORKSHOP-CONFERENCIA POR FAVOR INGRESA AL SIGUIENTE FORMULARIO

Para más información sobre nuestras actividades en Brain Motion Project, puedes visitarnos en:

 

 

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*Antonio ALVAREZ ABRIL

Es Director del Instituto Regional de Bioingeniería de la Universidad Tecnológica Nacional y sub-director del CeReCoN, (Centro Regional de Investigación en Computación y Neuro-ingeniería) de la UTN. Se especializó en Ingeniería Clínica en la Universidad Favaloro - UTN. Es docente investigador categorizado y profesor de Física Cuántica, Biolectrónica y Proyecto Final de Carrera de Ingeniería en Electrónica de la Universidad Tecnológica Nacional y fue Director de la Carrera de Ingeniería Clínica de la UTN-Mendoza. Ha realizado estudios de Psicología Social, Artes y Neurociencias.

Desde hace varios años viene trabajando en proyectos de tecnología biomédica, neurotecnología e ingeniería clínica y el instituto que dirige ha recibido premios importantes a nivel nacional como INNOVAR 2016 del MInisterio de Ciencia y Tecnología, en el área de desarrollo de productos biomédicos y FONARSEC 2013 para la implementación de empresas de base tecnológicas relacionadas con la tecnología de neurorehabilitación.

Actualmente dirige el PROGRAMA ESTAR DE PIE del CeReCoN que promueve el desarrollo de sistemas de bipedestación asistida para que personas que están en sillas de ruedas se puedan poner de pie y mitigar los efectos nocivos que trae al organismo tener que estar sentado todo el día durante años.

Sostiene que el acceso a la bipedestación debiera ser un "derecho social" y todos tendríamos que trabajar para lograr esto a través de leyes y programas específicos. http://www.irbutn.org

Su grupo de trabajo actualmente explora las posibilidades de "recableado neural" a través del diseño y uso de plataformas tecnológicas de neurorealimentación y neurorehabilitación cognitiva, aprovechando la increíble capacidad de neuroplasticidad que tiene el cerebro humano.

Sostiene que en América Latina los sistemas educativos todavía no entienden que están atrasados más de cien años en todo lo relacionado al aprendizaje y sobre todo al desarrollo de competencias afectivas como la empatía, la colaboración, la resiliencia y la compasión.

Dentro del INSTITUTO REGIONAL DE BIOINGENIERÍA dirige el LABORATORIO DE TECNOLOGÍA AFECTIVA - BRAIN AFFECTIVE NEUROTECHNOLOGY LAB en el que junto a psicólogos, psiquiátras, ingenieros biomédicos y un equipo importante de profesionales analizan el comportamiento emocional de las personas y desarrollan interfaces adaptativas cerebro computadora. (TECNOLOGÍA AFECTIVA)

El Ing. Antonio ALVAREZ ABRIL ha escrito libros, publicaciones y numerosos artículos en congresos nacionales e internacionales, ha sido referato editor de la IEEE (Institute Electronics Electricity Engineering) y dirige proyectos en otros lugares del país y el extranjero. Pero a pesar de que le apasiona escribir, sostiene que las Universidades tienen que pasar de "la cultura de los papers" a la de la "acción social y productiva para el crecimiento legítimo de los pueblos".

 

 

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Afirma que las carreras de ingeniería debieran tener más patentes industriales que papers ....tenemos que ayudar y enseñar a nuestros alumnos a generar proyectos .... así se desarrollaría mejor nuestra región y florecerían las empresas de base tecnológica .... así se genera riqueza en el mundo del siglo XXI .... "

Actualmente coordina el international think-tank BrainMotion (http://www.brainmotion.org) que tiene como objetivo central la difusión de los hallazgos de las Neurociencias desde una perspectiva activa y científica y dicta conferencias específicas sobre estos temas en la vida personal, social y educativa. Desde allí realiza también una campaña contra la “industria new age” y la “industria del aprendizaje” que hace millones de dólares con enseñanzas falsas y mitos cuya intención final es manipular a la gente. Las nuevas “sectas del conocimiento” como él las define.

En conjunto con SOUTH AMERICA NEW ZEALAND NETWORK y el Think Tank Internacional BRAINMOTION PROJECT, promueve cursos de capacitación de alfabetización en neurociencias para docentes y público general, para el bienestar y desarrollo personal basados en neurociencias, tecnología y educación.

En el mismo formato que realizan las universidades más importantes y empresas como Google, Microsoft, IBM, General Motors, Facebook, etc su grupo de trabajo en el Instituto Regional de Bioingeniería - CeReCoN - participa de la línea de proyectos tecnológicos enroladas en la "COMPASSIONATE TECHNOLOGY".

Con prestigiosas universidades del mundo. (Estados Unidos, Cuba, Inglaterra, Canadá, Nueva Zelanda, España, Chile, Israel, Francia, Alemania, Venezuela y Brasil) su equipo de investigación ha desarrollado proyectos de alta tecnología para poblaciones vulnerables y hospitales como Bancos de Leche Materna, Salas Críticas de Neonatología, Maternidades, Quirófanos de Alta Complejidad y de Asistencia Primaria, Telemedicina para Población Rural, Bipedestadores, sillas de ruedas para patologías específicas y plataformas de neurorehabilitación cognitiva como "Telecognition" con investigadores de la Universidad de La Plata y Europa. Electrocardiografía de Alta Definición con investigadores de la Universidad de Los Andes en Venezuela y promueve redes asociativas a través de los proyectos de final de carrera de ingeniería y bioelectrónica.

Sostiene que las universidades tienen que trabajar más activamente por la construcción de una sociedad más justa, más buena y más compasiva porque en la mayor parte de América Latina nuestra población está muy maltratada y castigada por la corrupción, la pobreza, la violencia, la ignorancia y la falta de recursos para acceder a una condición de mayor felicidad.

Afirma que "Dañamos el cerebro de nuestra gente no solamente con la falta de alimento y la pobreza sino también con la carencia de buena educación en el desarrollo de la empatía y de compasión. Somos una sociedad sin proyectos colectivos y vivimos esperando que nuestros dirigentes, con frecuencia mediocres en su visión y en su nivel de solidaridad con la gente, nos resuelvan todos nuestros problemas. En esa pasividad social radica gran parte de nuestras tribulaciones ...."

Asegura que para el cerebro y las redes neurales . "la palabra "mágica" es PROYECTO COLECTIVO ... un cerebro sin proyectos y una sociedad sin proyectos colectivos se enferman, se tornan violentos por la supervivencia, luego se deprimen y con el tiempo se degradan poco a poco ..... en evitar eso tenemos que trabajar todos juntos..... tenemos que aprender a construir espacios de proyecto grupal que marquen la agenda de la política de turno, no al revés .... al igual que las neuronas, solos no podemos hacer casi nada ....por eso tenemos que aprender a formar redes proyectuales. .... El cerebro es la maravilla que es, por su capacidad impresionante de construir redes, no por las neuronas trabajando en solitario ...esa estrategia individualista es incompatible con la vida del

 

 

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conjunto.... tenemos que aprender de esa lección ancestral de la naturaleza .... por ella llegamos hasta aquí y logramos sobrevivir como especie a las más horribles calamidades ..... "

El Ing. Antonio ALVAREZ ABRIL dicta sus charlas y conferencias de divulgación en ciencias, educación y tecnología, a través de BRAINMOTION THINK TANK con el auspicio de SOUTH AMERICA NEW ZEALAND NETWORK y en coordinación con diversas ONGs que promueven la lucha contra la pobreza, el hambre, la mejora de la Educación, el cuidado de poblaciones vulnerables, el respeto y comprensión de la neurodiversidad, la valoración de la mujer como dinamizadora social y el acceso a la Tecnología del Siglo XXI.

Junto con su grupo de trabajo en BRAINMOTION PROJECT promueven retiros académicos para el estudio y desarrollo de espacios proyectuales para la resolución de problemas en Educación, Salud y Poblaciones Vulnerables.

Más información y contacto: http://www.brainmotion.org