Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

download Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

of 62

Transcript of Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    1/62

    Rudolf SteinerEELL QQUUIINNTTOO EEVVAANNGGEELLIIOO

    Aus der Akasha-Forschung Das Fnfte Evangelium,1913

    Digitalizacin y ArreglosBIBLIOTECA UPASIKAColeccin Antroposofa

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    2/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    2

    EL QUINTO EVANGELIOSEGN LA CRNICA DEL AKASHA

    Cinco conferencias pronunciadas en Cristiana (actual Oslo), Noruega,del 1 al 5 de Octubre de 1913

    CONTENIDONota del Traductor, pgina 3. Primera Conferencia, pgina 4. Segunda Conferencia, pgina 14. Tercera Conferencia, pgina 25. Cuarta Conferencia, pgina 35.

    Quinta Conferencia, pgina 46.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    3/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    3

    NOTA DEL TRADUCTOR

    A la pregunta: Quin es el autor del Quinto Evangelio?, habr queresponder: He aqu otro resultado de la investigacin espiritual de RudolfSteiner, fundador de la ciencia espiritual de orientacin antroposfica. Laeterna Crnica del Akasha, la Memoria del Universo, es la fuente de lo queen estas conferencias se expone como conocimiento que confirma y ampla, ala vez, el contenido de los cuatro Evangelios del Nuevo Testamento. Estasconferencias fueron pronunciadas (en 1913) para un auditorio exclusivo demiembros de la Sociedad Antroposfica. Pero se expresa, en la primera deellas, que el contenido de este Quinto Evangelio es de singular importancia para el tiempo presente, por lo que se justifica e incluso debe considerarsenecesario darle amplia difusin, hacindolo conocer a la humanidad engeneral. A este Evangelio, Rudolf Steiner tambin lo llamELEVANGELIO DEL CONOCIMIENTO.Todo el texto se basa en apuntestaquigrficos que luego fueron dados a publicidad sin revisin previa por partedel autor.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    4/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    4

    PRIMERA CONFERENCIA

    Creo que, con respecto al tiempo en que vivimos, es de peculiarimportancia el tema sobre el cual voy a hablar en este ciclo de conferencias.Ante todo, deseo poner en claro que el haber elegido semejante tema no sedebe, en absoluto, al afn de producir sensacin, ni cosa parecida. Pues espero poder mostrar que, en un sentido de singular importancia para el tiempo presente, se justifica hablar de un quinto Evangelio, y que para lo que ellosignifica, la denominacin El Quinto Evangelio, es, efectivamente, la msapropiada. Este Evangelio an no existe - como se explicar - comodocumento escrito; pero en tiempos venideros de la humanidad, seguramenteexistir en bien definida forma escrita. Ms en cierto sentido tambin se podra decir que el quinto Evangelio es tan antiguo como los otros cuatroEvangelios.

    Para poder hablar sobre este tema es preciso contemplar, a modo deintroduccin, algunos puntos que son tan importantes como necesarios para la plena comprensin de lo que ahora queremos llamar el Quinto Evangelio. Al

    respecto, quisiera partir de que con toda seguridad acerca el tiempo en quedesde la enseanza primaria y en el marco de la ms simple instruccin, laciencia que comnmente se llama historia, se ensear de un modo algodistinto de como hasta ahora se haba enseado. En cierto sentido, este ciclode conferencias nos dar la prueba de que en la historiografa del futuro eincluso en la historia ms elemental, el concepto y la idea acerca del Cristosern de mucho ms importancia que hasta ahora. S que, en realidad, con esteaserto digo algo totalmente paradjico. Tengamos presente que en tiempos pasados, no muy lejanos, un sinnmero de hombres, incluso de los ms cultosde los pases occidentales, dirigan hacia el Cristo el corazn y el sentimiento,de una manera mucho ms intensa que ahora. Quien pase revista a la literaturaactual, quien reflexione sobre lo que principalmente interesa al hombre denuestra poca y lo que ms hondamente le habla al corazn, tendr laimpresin de que van disminuyendo el entusiasmo y la emocin por las ideasacerca del Cristo, principalmente en las personas que pretenden pertenecer alos que poseen cierta cultura conforme a nuestra poca. A pesar de ello, ysegn lo que acabo de expresar, hemos de esperar que nuestro tiempo est encamino para dar en el futuro mucho ms importancia que hasta ahora, a las

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    5/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    5

    ideas sobre el Cristo, dentro de la historiografa universal. No hay en ello,

    aparentemente, una absoluta contradiccin?.Acerqumonos ahora desde otro punto de vista a este problema. Enmuchas conferencias del pasado, incluso en esta ciudad, he hablado sobre elsignificado y el contenido de las ideas concernientes al Cristo; y en muchoslibros, como resultado de la ciencia espiritual, se ha publicado lo expuestosobre los secretos de la entidad del Cristo. Quien estudie el contenido de esoslibros llegar a decirse que para la plena comprensin de la entidad de Cristohace falta un vasto conocimiento, y que se debe partir de los ms profundosconceptos e ideas para elevarse a la verdadera comprensin de la naturaleza deCristo, como asimismo del impulso de Cristo que obr a travs de los siglos.En cierto modo podra pensarse que primero hay que conocer toda laantroposofa para ascender a la correcta idea de la naturaleza del Cristo.Empero, si examinamos la evolucin espiritual en el curso de los siglos, se nos presenta, de siglo en siglo, la extensa y honda ciencia dedicada a comprenderla venida y la obra de Cristo. A travs de los siglos, la humanidad recurri alas ms altas y ms importantes ideas con el fin de comprender al Cristo. Poreso podra parecer que slo las ms importantes actividades espirituales podran conducir a la comprensin de la naturaleza del Cristo. Pero, esefectivamente as?. Una muy sencilla reflexin puede darnos la prueba de que

    no es as.Coloquemos, por decirlo as, sobre una balanza espiritual todo aquellode erudicin y ciencia e incluso la antroposofa; todo lo que hasta ahora hacontribuido a la comprensin del concepto y la naturaleza del Cristo.Coloqumoslo sobre uno de los platillos de la balanza espiritual; y sobre elotro platillo todos los sentimientos profundos, todos los impulsos en el almade los hombres que a travs de los siglos se dirigieron hacia la entidad quellamamos el Cristo; y se verificar que todo cuanto la ciencia, la erudicin yhasta la antroposofa pueden contribuir a la explicacin de la naturaleza delCristo, bruscamente hace subir el platillo; y que los profundos sentimientos eimpulsos que la humanidad dirigi hacia la entidad y el mundo de Cristo,hacen bajar hondamente el otro platillo. Sin exagerar, podemos afirmar que laesfera del Cristo influy enormemente sobre la humanidad, y que el merosaber de lo que es el Cristo ha ejercido el menor efecto en tal sentido.Verdaderamente, la posicin del cristianismo hubiera quedado muy pocofavorable si las gentes, para apegarse al Cristo, hubieran tenido que basarse enlas doctas disquisiciones de la Edad Media, de los escolsticos y de loseruditos eclesisticos, o tambin en lo que la antroposofa contribuye al

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    6/62

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    7/62

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    8/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    8

    expona todo lo que hasta hoy se suele aducir; hasta el filsofo en el trono,

    Marco Aurelio. Fijemos la mirada en los neoplatnicos de fina cultura quienesentonces expresaban ideas, al lado de las cuales la filosofa actual es de muy poca substancia. En su nivel y amplitud de horizonte eran ideas muysuperiores a las de nuestro tiempo. Pero si miramos lo que esos filsofossostenan contra el cristianismo, y lo mismo lo que en espritu griego yromano aquellos hombres de alto nivel intelectual aducan desde el punto devista de la filosofa griega, se nos da la impresin de que todos ellos nocomprendan el impulso de Cristo. Vemos que el cristianismo vaextendindose debido a portadores que no entienden nada de la naturaleza delcristianismo, y es combatido por una alta cultura que no es capaz decomprender la significacin del impulso de Cristo. Curiosamente, elcristianismo viene al mundo de manera tal que ni adictos, ni adversarios llegana comprender su verdadero espritu. Y sin embargo, hubo hombres dotados dela fuerza del alma para hacer triunfar en el mundo el impulso de Cristo.

    Si pasamos a los que, como Tertuliano, con cierta grandeza seconsagraban a defender al cristianismo, vemos en l a un romano quien, si nosfijamos en su modo de hablar, es el cuasi-creador de una nueva lenguaromana; un hombre que por su acierto en el uso vivo de las palabras, se nos presenta como una personalidad importante. No obstante, si nos preguntamos

    Qu hay detrs de las ideas de Tertuliano?, resulta que todo cambia.Descubrimos que en verdad posee bien poco de intelectualidad y nivelespiritual: los que defienden al cristianismo tampoco contribuyen mucho. Perosemejantes personajes como lo fue Tertuliano, a cuyos argumentos los griegoscultos no daban mucho crdito, de todos modos, por su actuar, ejercaninfluencia. Por algo Tertuliano influa en forma irresistible; pero Debido aqu?. He aqu lo importante. Seamos conscientes de que aqu realmente surgeuna pregunta. A qu se debe que van influyendo sobre la evolucin, los portadores del impulso de Cristo, si ellos mismos entienden poco de lanaturaleza del impulso de Cristo?. A qu se debe que van influyendo losSantos Padres, incluso Orgenes, quienes dan la impresin de que les faltahabilidad?. Qu es lo que de la naturaleza del impulso de Cristo ni la culturagrecorromana es capaz de comprender?.

    Pero demos otro paso ms. El referido fenmeno se nos presenta enforma ms acentuada si consideramos la historia. Vemos llegar los siglos enque el cristianismo va extendindose dentro del mundo europeo, entre puebloscomo, por ejemplo, los germnicos, que haban tenido cultos religiosos muydistintos; pueblos aparentemente unificados por sus ideas religiosas, los

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    9/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    9

    cuales, no obstante acogan con plena fuerza el impulso de Cristo, como si

    hubiera sido su verdadera vida. Si miramos los mensajeros germnicos msactivos, vemos que no eran, de modo alguno, hombres de preparacinescolstico teolgica. Por el contrario, eran aquellos que de alma ms biensencilla actuaban entre las gentes y les hablaban con ideas sencillsimas, perodirectamente al corazn, Saban expresarse en forma tal que sus palabrasllegaban a lo ms hondo del alma de quienes los escuchaban. Eran hombressencillos que se dirigan a todas partes y que actuaban de la manera mseficaz.

    Por un lado tenemos la expansin, del cristianismo a travs de lossiglos; por otro lado admiramos que este mismo cristianismo es motivo deimportante erudicin, ciencia y filosofa. No tenemos en poco esta filosofa, pero ahora vamos a dirigir la mirada sobre el singular fenmeno que hasta laEdad Media, el cristianismo se difunda y se arraigaba en el alma de pueblosque hasta entonces haban albergado ideas totalmente distintas; y en un futurono muy lejano, al hablar de la expansin del cristianismo, se expondrn otrascosas ms. Cuando se habla del efecto del impulso cristiano, el que lo oyecomprender fcilmente que los frutos de la expansin del cristianismo seevidenciaron en el entusiasmo que tal expansin ha producido. Empero, sillegamos a los tiempos modernos, parece menguar lo que a travs de la Edad

    Media se observa como el cristianismo en expansin.Consideremos aCoprnico y toda la ciencia natural moderna, hasta elsiglo XIX. Podra parecer que la ciencia natural, lo que desde Coprnico se hainfundido en la cultura espiritual de Occidente, hubiese contrariado alcristianismo; y hechos exteriores podran corroborarlo. Por ejemplo, hasta lasegunda dcada del siglo XIX, la Iglesia Catlica haba puesto en el Index aCoprnico. Pero esto es cosa exterior que no impidi que Coprnico fueracannigo. Lo mismo ocurre conGiordano Brunoque fue quemado por hereje.Ambos haban llegado a sus ideas, basndose en el cristianismo, y actuaban por el impulso cristiano. Mal lo comprende quien, atenindose a lo que dice laIglesia, pensase que aquello no haya sido fruto del cristianismo. Los hechosque acabo de exponer, dan prueba de que la Iglesia no ha comprendido bien loque son frutos del cristianismo. Quien considere las cosas ms profundamentereconocer que todo lo que los pueblos hicieron, hasta en los siglos recientes,fue resultado del cristianismo, y que por el cristianismo el hombre lleg amirar desde la Tierra hacia las vastedades celestes, como lo muestran las leyescopernicanas. Esto slo fue posible dentro de la cultura y por el impulso delcristianismo. Para el que considere la vida espiritual no en la superficie sino en

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    10/62

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    11/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    11

    haberse desenvuelto de formas animales inferiores, sino que necesariamente

    debe de ser de origen espiritual. Remontndose, se llega al punto en que se percibe al hombre como ser espiritual, apareciendo en lo alto sobre el mundoterrenal. Empero, quien se aleje de ese buen espritu puede creer, si es adepto ala idea de reencarnacin, que en alguna encarnacin pasada l mismo puedehaber vivido como mono. El verdadero darwinismo jams puede conducir asemejante creencia. Si al darwinismo no se le quita lo cristiano, se verificarque hasta en nuestro tiempo los impulsos darwinianos surgieron del impulsode Cristo, y que los impulsos cristianos ejercen su influencia, incluso donde selos niega. Resulta pues que tenemos no solamente el fenmeno que en los primeros siglos el cristianismo se difunde aisladamente de la erudicin y elsaber de los adeptos; que en la Edad Media los doctos escolsticoscontribuyen muy poco a su difusin, sino que tambin tenemos el fenmeno paradjico que el cristianismo, como contra-imagen, aparece en eldarwinismo. Toda la grandeza de la idea del darwinismo recibi de losimpulsos cristianos su energa; y estos impulsos que le son inmanentes,conducirn de por s a que esta ciencia supere al materialismo.

    Hay algo curioso en los impulsos cristianos!. Parece que nadacontribuyen a su difusin, la intelectualidad, el saber, la erudicin y elconocimiento. Diramos que el cristianismo se extiende, no importa el pensar

    en su favor o en su contra; ms aun, que en el moderno materialismo aparece,en cierto modo, como convertido en lo contrario. Qu es lo que se extiende?. No son las ideas del cristianismo, no es la ciencia cristiana, lo que se extiende.Se podra afirmar: lo que se extiende es el sentimiento moral que elcristianismo infundi a la humanidad. Pero si se considera la moralidad que enaquel tiempo imperaba, se ver justificado mucho de cuanto se describe comoenfurecimiento de los adeptos al cristianismo contra sus adversarios efectivoso supuestos. Ni tampoco puede impresionarnos la moralidad que reinaba enlas almas de alta cultura intelectual, incluso en su pensar realmente cristiano.Qu es lo singular que se difunde?. Qu es lo que triunfalmente se expandeen el mundo?. Preguntemos lo que al respecto nos dice la ciencia espiritual, elconocimiento clarividente. Qu es lo que impera y obra en los hombresincultos que desde el Este penetran en el helenismo y romanismo altamentecultos?. Qu impera en aquellos que llevan el cristianismo al ajeno mundogermnico?. Qu es lo que impera en la moderna ciencia natural materialistaen que, en cierto modo, la doctrina todava cubre su rostro con un velo?. Enfin, Qu es lo que reina en todas esas almas, si no son impulsos intelectuales,ni siquiera morales?. Es el Cristo mismo quien va de corazn a corazn, de

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    12/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    12

    alma a alma; quien pasa por el mundo, poco importa que en el correr de los

    siglos las almas le comprendan o no.Debemos prescindir de nuestros conceptos, de toda Ciencia; sealar loque es la realidad y hacer ver que el Cristo mismo, misteriosamente, obra enmillares de impulsos, tomando forma en las almas, compenetrando y estando presente en miles y miles de hombres. En los hombres sencillos es el Cristomismo quien anda por el mundo griego e itlico; ms tarde, es el Cristo mismoquien anda junto a los maestros que llevan el cristianismo a los pueblosgermnicos; es El mismo, el verdadero Cristo quien realmente va de lugar alugar, de alma a alma; quien penetra en ellas; no importa lo que ellas mismas piensen acerca del Cristo. Lo voy a comparar con algo trivial: cuntoshombres hay que nada entienden de la composicin de los alimentos y que, noobstante, se nutren primorosamente. Nutrirse, nada tiene que ver con entenderalgo de las substancias alimenticias. Lo caracterstico es que la penetracin delcristianismo en el mundo, de ninguna manera dependa de la comprensin de parte de los hombres. He aqu un secreto que slo se puede esclarecer si secontesta la pregunta: Cmo obra el Cristo mismo en el nimo del hombre?.Con respecto a esta pregunta la atencin de la ciencia espiritual es atrada porun acontecer cuyo significado, en el fondo, slo puede revelarse por la visinclarividente, un acontecimiento que concuerda plenamente con lo que acabo

    de exponer. Adems, veremos que ya pas el tiempo en que de la maneracaracterizada el Cristo influy en la evolucin; ahora ha llegado el tiempo enque es necesario que los hombres lleguen a conocer, a comprender al Cristo.

    Por la misma razn tambin es preciso contestar la pregunta por qu anuestra poca haba precedido la otra en que el impulso de Cristo pudoextenderse sin haber sido comprendido. El acontecimiento a que la concienciaclarividente es conducida, es el de Pentecosts, la Venida del Espritu Santo.La visin clarividente, suscitada por la realidad del impulso de Cristo, ensentido antroposfico; primero fue dirigida al acontecimiento de Pentecosts,la Venida del Espritu Santo.

    Qu sucedi en aquel instante de la evolucin terrestre, el cual, al principio bastante incomprensible, se nos describe como el descenso delEspritu Santo sobre los apstoles?. Si se investiga con la vista clarividente loque all sucedi, la ciencia espiritual obtiene una respuesta, una explicacin delo que se relata: que hombres sencillos, como tambin lo eran los apstoles,sbitamente comienzan a hablar en otras lenguas, diciendo lo que desde las profundidades del espritu deban expresar, y que de ellos no se esperaba.Realmente, en aquel momento el cristianismo, los impulsos cristianos,

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    13/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    13

    comenzaron a difundirse de una manera independiente de la comprensin de

    parte de los hombres entre los que se propagaba.Partiendo del acontecer de Pentecosts fluye la corriente que hemoscaracterizado. Qu fue, en realidad, ese acontecimiento de Pentecosts?. Parala ciencia espiritual surgi esta pregunta; y el Quinto Evangelio comienza conla respuesta que la misma ciencia espiritual puede dar a esta pregunta.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    14/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    14

    SEGUNDA CONFERENCIA

    Empecemos por contemplar, - como lo hemos enunciado - elacontecimiento de Pentecosts. En la primera conferencia ya se ha aludido aque la mirada de la investigacin clarividente, primero ha de dirigirse a dichoacontecer; pues ste se presenta a la visin retrospectiva cual un despertar queha sido experimentado, en el da que por la fiesta de Pentecosts seconmemora, por las personalidades generalmente llamadas los apstoles odiscpulos de Cristo Jess. No es fcil evocar una imagen exacta de losrespectivos fenmenos, sin duda extraos; y, con el fin de obtener una ideaexacta con relacin al tema de este ciclo de conferencias, ser necesariorecordar, digamos, en la profundidad del alma, mucho de lo tratado enanteriores contemplaciones antroposficas.

    En aquel momento, los apstoles tuvieron la sensacin de un despertar,la sensacin de que durante mucho tiempo haban vivido en un inusitadoestado de conciencia. Efectivamente, fue cual un despertar de un profundosueo, pero un sueo extrao, un estado onrico, de tal manera - estoy

    hablando del estado de conciencia de los apstoles mismos - que en todomomento, como hombre regularmente sano, se cumple con los quehacerescotidianos, de modo que los dems ni se dan cuenta de que uno se halla enotro estado de conciencia. De todos modos, lleg el momento en que losapstoles tuvieron la sensacin de haber pasado varios das en un estado deensoacin, del cual despertaron con el acontecimiento de Pentecosts. Estedespertar lo experimentaron de un modo singular: tuvieron la sensacin de quedel universo hubiera bajado sobre ellos algo que slo podra llamarse lasubstancia del amor csmico. Los apstoles sintironse como despertados delcitado estado onrico y fecundados desde lo alto por el amor que impera entodo el universo. Tuvieron la sensacin de haber sido despertados por todoaquello que como la prstina fuerza del amor compenetra y da calor aluniverso, como si la prstina fuerza del amor hubiera penetrado en el alma decada uno de ellos. A los dems, al observarlos como entonces hablaban, lescausaba una extraa, impresin; pues saban que los apstoles haban vivido,hasta entonces, de una manera sumamente sencilla, si bien en los ltimos dasalgunos se haban comportado de un modo algo extrao, como sumergidos enla ensoacin. Pero ahora parecieron hombres transformados, que

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    15/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    15

    efectivamente haban adquirido un estado del alma totalmente nuevo; hombres

    que haban dejado atrs toda estrechez y todo egosmo de la vida, y que habanganado infinita amplitud del corazn y extensa tolerancia interior, junto conuna profunda comprensin por todo lo humano sobre la tierra. Adems,tuvieron la capacidad para expresarse de tal manera que cualquiera losentenda. En cierto modo dieron la impresin de que eran capaces de mirar enel corazn y el alma del prjimo para descubrir los profundos secretos delalma y poder confortar y decir lo que cada uno necesitaba.

    Naturalmente, caus asombro que semejante transformacin pudiera producirse en unos cuantos hombres. Ellos mismos, que por el espritu delamor csmico haban sido despertados, sintieron en s mismos una nuevacomprensin; comprendieron lo que, por cierto, en ntima comunidad de lasalmas haba tenido lugar, pero sin haberlo entendido antes. Ahora, en aquelinstante, surgi ante el ojo del alma, la comprensin de lo realmente sucedidoen Glgota. Y si miramos en el alma del apstol a quien en los otrosEvangelios se llama Pedro, su interior anmico revela a la visin clarividenteretrospectiva que, a partir del instante que en los otros Evangelios es llamadola negacin, su conciencia terrenal en cierto sentido haba quedado comototalmente cortada. Ahora, en cierto modo percibi aquella escena de lanegacin, cuando le haban preguntado si l haba estado con el Galileo; ahora

    estuvo consciente de que en aquel momento lo haba negado, porque suconciencia se haba ofuscado y haba entrado en un estado parecido a loonrico, como alejado a un mundo totalmente distinto. Fue para l comocuando alguien, al despertar, recuerda lo sucedido el da anterior antes dehaberse dormido. As tambin record Pedro lo que comnmente se llama lanegacin; el haber negado tres veces, antes que el gallo hubiera cantado dos. Yas como se va haciendo de noche, sobrevino ahora un estado intermedio de laconciencia de Pedro; pero no un estado lleno de imgenes de ensueo sino devisiones como de una conciencia superior, un participar de hechos puramenteespirituales. Todo lo que desde aquel entonces haba sucedido y que Pedro, encierto modo, haba presenciado durmiendo, surgi ahora ante su alma como deun ensueo clarividente. Ante todo lleg a percibir el acontecimiento, del querealmente puede decirse que lo haba presenciado durmiendo, porque para su plena comprensin se requiere la fecundacin por el amor csmico universal.Ahora percibi las imgenes del Misterio de Glgota al como con laconciencia clarividente retrospectiva podemos evocarlas, si establecemos lascondiciones pertinentes.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    16/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    16

    Francamente, no es fcil decidirse a expresar con palabras lo que se

    revela al penetrar con la mirada en la conciencia de Pedro y los dems queestuvieron reunidos en aquella fiesta de Pentecosts; slo con el ms hondorespeto es posible hablar de estas cosas. Dira que emociona sobremanerasaber que se pone pie en suelo sagrado de la conciencia humana al expresarcon palabras lo que aqu se abre a la visin del alma. A pesar de ello y a razde ciertas condiciones anmicas de nuestro tiempo, resulta necesario hablar deestas cosas; pero plenamente consciente de que vendrn tiempos distintos a losnuestros, tiempos que considerarn estas cosas con mayor comprensin quelos nuestros. Pues para comprender mucho de lo que al respecto hemos dedecir, ser preciso que el alma humana se libre de diversos elementos que ellanecesariamente contiene, debido a la civilizacin de la poca.

    En primer lugar, la visin clarividente percibe algo que parece ofender ala actual conciencia cientfico-natural. No obstante, me veo precisado aexpresar con palabras, lo mejor que pueda, lo que a la visin del alma se presenta. No tengo la culpa si lo que debo decir acaso penetre en almas nosuficientemente preparadas y luego sea exagerado, de modo que no puedasostenerse frente a conceptos de la ciencia actual.

    La visin clarividente es atrada por un cuadro que presenta unarealidad, a la cual tambin en los otros Evangelios se alude, pero que de todos

    modos ofrece un singular aspecto dentro de la profusin de imgenes que lavisin clarividente retrospectiva percibe. Esta visin es efectivamente atrada por un obscurecimiento terrestre. Se reproduce la sensacin del singularinstante en que durante horas, como en el caso de un intenso eclipse solar, elsol fsico sobre Palestina, sobre el lugar de Glgota, se haba obscurecido. Dala impresin, la que incluso ahora la clara visin cientfico-espiritual es capazde verificar cuando realmente sobreviene un eclipse solar; que en talmomento, para la visin del alma, todo lo que circunda al hombre se presentade un modo totalmente distinto. Dejo aparte todo lo producido por el arte y latcnica humana en cuanto al aspecto que ofrece el eclipse solar. Se requiere unnimo fortalecido y la certeza de que todo eso debi producirse para resistir alas potencias demonacas que durante un eclipse solar se alzan de la groseratcnica exterior. Ms no quiero extenderme sobre este asunto, sino llamar laatencin sobre el hecho de que en tal momento se presenta lleno de luz lo que,de otro modo, slo se alcanza por muy difciles meditaciones: se percibeentonces de manera distinta todo lo vegetal y lo animal; cada mariposa presenta un aspecto distinto. Es algo que en profundo sentido conduce a laconviccin de que en el cosmos existe una ntima relacin entre la vida sobre

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    17/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    17

    la tierra y una vida espiritual que pertenece al sol y que en cierto modo tiene

    su cuerpo fsico en lo que como sol se percibe. Y cuando la luz fsicaforzadamente se obscurece porque se interpone la luna, no es lo mismo quecuando de noche simplemente no hay sol. Durante el eclipse solar el aspectode lo terrestre que nos circunda es muy distinto del simplemente nocturno.Cuando hay eclipse solar, se nota un erigirse de las almas grupales devegetales y animales; un debilitarse de la corporeidad fsica de vegetales yanimales, y un esclarecer de todo lo que representa el modo de ser del almagrupal.

    Todo lo expuesto lo percibe la visin retrospectiva clarividente si sedirige hacia el instante que, dentro de la evolucin terrestre, se denomina elMisterio de Glgota. Entonces surge algo que podra describirse as: seaprende a descifrar lo que significa aquel singular signo de la naturaleza que ala visin clarividente retrospectiva se presenta en el cosmos. Repito que no esculpa ma si me veo precisado a leer, segn la escritura oculta, un fenmenode la naturaleza por lo dems comn que tuvo lugar justamente en aquel puntode la evolucin terrestre; a leerlo, tal como espontneamente se presenta, encontradiccin con todo conocimiento materialista actual. Es como cuando seabre un libro y se lee lo all escrito; lo mismo ocurre al presentarse, aquelfenmeno cuyos mismos signos indican lo que debe leerse. Esos signos del

    cosmos nos obligan a leer lo que la humanidad debe llegar a conocer. Da laimpresin de una palabra escrita en el cosmos, un signo csmico.Qu es lo que lee all el alma que se abre?. En la conferencia anterior

    he expuesto que al llegar la poca de la cultura griega, la humanidad alcanzun nivel evolutivo que en Platn y Aristteles se elev a un muy alto grado dedesarrollo del alma humana y de la intelectualidad. En muchos respectos, enlos tiempos posteriores, el saber alcanzado por Platn y Aristteles no fuesuperado, pues en cierto modo la intelectualidad haba llegado a un nivelsupremo. Si se considera este saber intelectual que por el actuar de predicadores viandantes, precisamente en la poca del Misterio de Glgota, sehaba popularizado enormemente en las pennsulas griega e itlica, si seconsidera que dicho saber se haba difundido de una manera que hoy no secomprende, se tiene la impresin comparable a un leer de aquel signo ocultoque, escrito en el cosmos, apareci. Con la conciencia clarividente asdesarrollada nos decimos entonces; todo este saber que la humanidad hareunido, a que en el tiempo precristiano se ha elevado, tiene como signo laLuna, la cual, para el punto de vista terrenal, anda por el universo; ese signo esla Luna porque para la cognicin superior de la humanidad este saber no ha

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    18/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    18

    actuado como para esclarecer, para dar solucin a enigmas, sino para

    obscurecer, tal como por el eclipse solar, la luna obscurece al sol. He aqu loque se lee.Todo el saber de aquel tiempo no esclareci, sino que obscureci el

    enigma del mundo; y el clarividente percibe el obscurecimiento por el saberdel tiempo antiguo, de las regiones espirituales superiores del mundo, saberque se coloc ante el verdadero conocimiento, tal como la luna eclipsa al solcuando se produce el eclipse solar. Y el acontecimiento exterior se convierteen expresin de que la humanidad haba alcanzado un grado de desarrollo enque el saber adquirido dentro de la esfera de la humanidad misma, se colocante el conocimiento superior, como la luna ante el sol, en el eclipse solar. Enaquel obscurecimiento del sol se percibe escrito en el cosmos, mediante ungrandioso signo de la escritura oculta, el obscurecimiento solar de lahumanidad, dentro de la evolucin terrestre. He dicho que la concienciahumana del presente lo sentir como una ofensa, porque ya no tiene capacidad para entender el obrar del espritu en el universo. No quiero hablar de milagrosen sentido corriente, o sea de un quebrantar las leyes de la naturaleza, pero no puedo menos de enunciar cmo aquel obscurecimiento del sol puede leerse, yque no hay otra alternativa que mirar con el alma y, en cierto modo, leer loque aquel fenmeno de la naturaleza expresa: con el saber lunar se haba

    producido un obscurecimiento, frente al mensaje solar superior.Entonces aparece ante la conciencia clarividente la imagen de la Cruz deGlgota con el cuerpo de Jess, entre los dos ladrones. Y luego otra imagen laque se mantiene tanto ms firme cuanto ms se trata de rehuirla la imagen delDescendimiento de la Cruz y de la Sepultura. Con ella se presenta otrograndioso signo, escrito en el cosmos, y que debe leerse para entenderlo comoun smbolo de lo realmente sucedido dentro de la evolucin de la humanidad:al contemplar con la mirada del alma, la imagen del Jess descendido de lacruz y la de la Sepultura, se experimenta un sacudimiento, producido por unterremoto que tuvo lugar en aquella regin.

    Es de esperar que a su tiempo la ciencia natural comprender mejor larelacin entre este terremoto y el obscurecimiento del sol, pues ya existen,aunque en forma incoherente, ciertas teoras que sealan una relacin entreeclipse solar y terremoto e incluso explosiones en minas. Aquel terremotoocurri a consecuencia del eclipse solar. Ese mismo terremoto sacudi elsepulcro en que se haba puesto el cuerpo de Jess y arrastr la piedra que allse haba colocado; se abri una hendidura y ella acogi al cuerpo. Un nuevosacudimiento volvi a cerrar la hendidura sobre el cuerpo. Cuando a la

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    19/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    19

    maana siguiente acudi la gente al sepulcro, ste estaba vaco, porque la

    tierra haba acogido al cuerpo de Jess; mas la piedra se encontraba al lado dela tumba.Contemplemos una vez ms la sucesin de las imgenes. En la cruz de

    Glgota muere Jess. Cae la obscuridad sobre la tierra. En el sepulcro abiertose pone el cuerpo de Jess. Un temblor sacude el suelo, y la tierra acoge alcuerpo de Jess. La hendidura producida por el temblor, vuelve a cerrarse; la piedra es arrastrada a un lado. Son sucesos que efectivamente ocurrieron ydebo describirlos de esta manera. Por ms argumentos en contra que loshombres de la ciencia natural aporten, la visin clarividente lo ve tal comoacabo de relatarlo. Y si alguien quisiera sostener que no es posible que en elcosmos apareciese, como poderoso lenguaje en signos, un smbolo comoexpresin de que algo nuevo ha entrado en la evolucin de la humanidad; sialguien quisiera decir que las potencias divinas no escriben en la tierra, pormedio de semejante lenguaje en seas, como, por ejemplo, unobscurecimiento del sol y un terremoto, yo respondera: respeto vuestracreencia de que no puede ser; pero sin embargo, es verdad que sucedi. Meimagino que un Ernesto Renn; quien escribi aquel curioso libroVida de Jess, dira: semejantes cosas no merecen fe; slo se cree lo que se puedereproducir experimentalmente. Pero esto es insostenible, pues Renn

    seguramente cree que existi el perodo glacial, aunque no es posiblereproducirlo experimentalmente. Es absolutamente imposible retraer la pocaglacial; sin embargo, todo naturalista cree que existi. Tambin es imposibleque aquel signo csmico vuelva a presentarse a la humanidad. No obstante,tuvo lugar.

    nicamente por la visin clarividente podemos abrir el camino haciaesos acontecimientos, si ante todo ahondamos la mirada en el alma de Pedro uotro de los apstoles que en la fiesta de Pentecosts se sintieron fecundados por el amor csmico universal. nicamente si con la visin penetramos en elalma de esos hombres para percibir lo que en ellos vivi, nos ser posible - poreste camino ms largo - llegar a la visin de la Cruz de Glgota, elobscurecimiento y el temblor que le sigui. No se niega, de modo alguno, queen sentido fsico aquel obscurecimiento y el terremoto fueron fenmenoscomunes a la naturaleza. Empero, para el que los examina a travs de laclarividencia, aparecen tal como lo he expuesto; y esto lo afirmadecididamente quien en su alma ha creado las condiciones pertinentes. En laconciencia de Pedro lo expuesto fue, efectivamente; algo que en el contornodel largo sueo se cristaliz. En la conciencia de Pedro, entre diversas

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    20/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    20

    imgenes, se destacaron claramente: la Cruz de Glgota, el obscurecimiento y

    el temblor, como primeros frutos de la fecundacin de Pentecosts, por elamor csmico. Entonces supo, lo que antes, efectivamente, haba ignorado:que el cuerpo en la cruz era el mismo con el cual muchas veces en la vidahaba caminado. Ahora fue consciente de que Jess muri en la cruz, pero queen verdad esa muerte fue un nacimiento, el nacimiento del Espritu que en lafiesta de Pentecosts, como amor universal se derram en el alma de losapstoles. Pedro lo sinti como un resplandor del amor eterno, el amor quereina por los siglos de los siglos. Lo sinti como aquello que naci, cuandoJess muri en la cruz. Y en el alma de Pedro se suscit la grandiosa verdad:es simplemente apariencia que en la cruz haya tenido lugar una muerte.

    En verdad, esa muerte, a la que haba precedido infinito sufrimiento, fueel nacimiento del cual ahora un resplandor penetr en el alma de Pedro, con lamuerte de Jess naci para la Tierra aquello que antes, por todas partes, sehaba encontrado fuera de ella: el amor csmico universal. En forma abstracta, parece fcil pronunciar semejantes palabras, sin embargo, hemos de tener presente que el alma de Pedro por primera vez lo sinti: para la Tierra naci loque antes slo haba existido en el cosmos; naci en el instante en que Jessde Nazareth muri en la cruz de Glgota. La muerte de Jess de Nazareth fueel nacimiento, dentro de la esfera de la tierra, del amor csmico.

    He aqu, en cierto modo, la primera revelacin que se nos da en lo quellamamos el Quinto Evangelio. Con lo que en el Nuevo Testamento sedescribe como la Venida, el derramar del Espritu, comienza lo que acabo derelatar. Por todo el estado de su alma, los apstoles nicamente haban sidocapaces de presenciar con conciencia anormal el acontecimiento de la muertede Jess de Nazareth.

    Otro momento ms de lo vivido debieron recordar Pedro, comoasimismo Juan y Jacobo: aquella escena que slo por el Quinto Evangelio senos presenta en toda su grandeza. Aquel con quien all haban caminado, loshaba conducido al monte y les haba dicho: velad! Pero ellos haban quedadodormidos. Ya haba empezado aquel estado de sus almas que cada vez ms seintensificaba: la conciencia normal se adormeca; ellos caan en un sueo quese mantena durante el acontecimiento de Glgota. De este sueo irradi loque, balbuceando, acabo de relatar. Pedro, Juan y Jacobo recordaron quehaban cado en ese estado, y ahora, para la mirada retrospectiva, aparecieron,al principio opacamente los grandes acontecimientos que haban tenido lugaren torno al cuerpo terrenal de Aquel con quien haban caminado. Lentamente,tal como ensueos olvidados vuelven a surgir, aparecieron en la conciencia y

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    21/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    21

    en el alma de los apstoles aquellos sucesos. En esos das no los haban

    presenciado con conciencia normal. Ahora, todo apareci para la conciencianormal; apareci todo el tiempo vivido desde el acontecer de Glgota hastaPentecosts. Tuvieron la sensacin de que ese tiempo lo haban pasado comosumergidos en un profundo sueo. Ahora, a la visin retrospectiva, lesapareci, da por da, el tiempo pasado entre el Misterio de Glgota y la asllamada Ascensin de Cristo Jess. Lo haban vivido pero slo ahora surgi deuna manera muy singular.

    Pido perdn por insertar una observacin personal: debo decir que mesorprendi sobremanera la visin de lo que surgi en el alma de los apstoles,lo que ellos haban vivido en el tiempo entre el Misterio de Glgota y laAscensin. Es extrao cmo se suscit la visin en el alma de los apstoles.Surgieron imgenes como esta: ciertamente, t estuviste reunido, teencontraste con lo que naci en la cruz; como si al despertar a la maana, serecordase cual un sueo: durante la noche estabas reunido con este o aquel. Deun modo extrao surgieron los distintos acontecimientos en el alma de losapstoles, y siempre se preguntaron: Pero quin es Aquel con quien estamosreunidos? Y siempre de nuevo fallaron en conocerle. Saban: es seguro quecon El habamos caminado, pero no reconocieron la figura con la que habanestado y que ahora apareci en la imagen, al haber recibido la fecundacin por

    el amor universal. Se vieron a s mismos caminando, despus del Misterio deGlgota con el Cristo. Tambin percibieron que entonces El les haba dadoenseanzas acerca del reino del Espritu. Aprendieron a comprender quedurante cuarenta das haban caminado con ese Ser que naci en la cruz, y queese Ser - el amor universal que del cosmos naci en la Tierra - haba sido sumaestro, pero que no haban llegado a la madurez para comprender suenseanza; que con subconscientes fuerzas del alma le haban escuchado, yque como sonmbulos haban caminado al lado del Cristo, sin poder concebircon el intelecto comn lo que ese ser les enseaba. Durante esos cuarenta dasle haban escuchado con la conciencia extraa, la que slo ahora, al haberexperimentado el acontecer de Pentecosts, despert en ellos. Comosonmbulos haban escuchado. El les haba aparecido como el maestroespiritual, y les haba revelado secretos que ellos slo comprendan, porque llos haba puesto en otro estado de conciencia. Slo ahora vieron claramenteque haban caminado con el Cristo resucitado, y ahora comprendieron lo quehaba sucedido. Cmo llegaron a comprender que realmente haban estadocon Aquel con quien, en su cuerpo, antes del Misterio de Glgota habancaminado?. Lo comprendieron de la siguiente manera.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    22/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    22

    Supongamos que, despus de Pentecosts, ante el alma de uno de los

    apstoles haya aparecido esta imagen: vio que haba caminado con elResucitado pero no le reconoci. Vio un ser celeste espiritual, sin conocerlo.Se aadi entonces, mezclndose con la imagen puramente espiritual, otraimagen, la que representaba un acontecer que los apstoles realmente habanvivido, antes del Misterio de Glgota, con Cristo Jess: una escena donde elCristo les haba hablado del secreto del Espritu; pero sin que ellos hubiesenreconocido al Cristo, sino encontrndose frente a un ser espiritual. Paraconocer a ste, la imagen se transform, mantenindose ella misma, a la vezen la de la Ultima Cena que ellos haban celebrado con Cristo Jess. Hay queimaginarse que tal apstol tuvo la visin suprasensible de haber caminado conel Resucitado y, detrs de esta imagen, la de la ltima Cena. De esta maneralos apstoles reconocieron que Aquel con quien en el pasado haban caminadofue el mismo que el que ahora, en la apariencia que El haba adoptado despusdel Misterio de Glgota, les ense. Fue un total confluir del recuerdocorrespondiente al estado de conciencia que en cierto modo haba sido unestado de sueo, con las imgenes de recuerdo del tiempo anterior. Como dosimgenes, una sobre la otra, lo experimentaron: la imagen tomada de lo vividodespus del Misterio de Glgota, y la otra, con su luz del tiempo anterior alofuscamiento de su propia conciencia. As reconocieron la unidad: la entidad

    del Resucitado y aquel con quien, breve tiempo atrs, en el cuerpo fsico,haban caminado. Ahora pudieron decirse: antes de nuestro despertar en virtudde haber sido fecundados por el amor universal, habamos estado comoenajenados de nuestro estado de conciencia comn. Y el Cristo resucitadoestaba con nosotros; El nos acoga inconscientes en su reino, caminaba connosotros revelndonos los secretos de su reino; secretos que ahora, despus delMisterio de Pentecosts aparecen como un sueo.

    Causa realmente asombro este coincidir de las imgenes de losapstoles: una de lo vivido con el Cristo despus de Glgota, y otra antes delMisterio de Glgota, la de lo vivido conscientemente, en el cuerpo fsico, conel Cristo Jess.

    Con lo que precede hemos comenzado a comunicar lo que puede leerseen el as llamado Quinto Evangelio; y para terminar este primer anuncio,deseo agregar algunas palabras que tambin deben decirse, aparte de aquelloshechos. En cierto modo, siento el deber oculto de hablar, en nuestro tiempo,de estas cosas. S muy bien que vivimos en una poca en que para el cercano porvenir de la humanidad, estn preparndose diversos cambios, y quenosotros, dentro de la Sociedad Antroposfica, debemos concebir la idea de

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    23/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    23

    que hay algo que en el alma humana necesariamente debe prepararse para el

    futuro. Vendrn tiempos en que ser posible hablar de estas cosas de unamanera muy distinta de lo que nuestro tiempo permite. Todos pertenecemos aesta poca; pero se acerca un tiempo en que ser posible hablar de un modoms exacto, en que probablemente mucho de lo que ahora slo puedeconocerse en principio, se conocer por la crnica espiritual del devenir de unmodo mucho ms exacto. Estos tiempos vendrn, por ms que la humanidadactual lo considere fuera de lo previsible. Precisamente por esta razn es, encierto sentido, una obligacin hablar de ello. Si bien me cuesta mucho hablarde este tema, predomina, no obstante, el deber frente a lo que en nuestrotiempo tiene que prepararse; y esto me ha conducido a hablar sobre este tema,ahora por primera vez, en esta ciudad.

    Si digo que me cuesta mucho, hay que entenderlo tal cual lo expreso.Pido explcitamente tomar como una suerte de alusin lo que ahora expongo,como algo que ciertamente en tiempos venideros podr decirse mejor y muchoms exactamente. Una observacin personal explicar mejor el porqu vaciloen hablar sobre este tema. S muy bien que para la investigacin espiritual aque me dedico, resulta a veces bastante difcil, precisamente cuando se trata decosas de esta ndole, descifrar la escritura espiritual del mundo; y no seranada extrao si a la palabra alusin hubiera que darle un significado ms

    amplio de lo que ahora podra parecer. De ningn modo quiero decir que yaahora soy capaz de interpretar exactamente lo que figura en la escrituraespiritual, pues siento cierta dificultad para leer las imgenes de la Crnica delAkasha que se refieren al Cristianismo. Slo con cierto esfuerzo logrocristalizar y conservar las imgenes. Considero que segn mi karma tengo eldeber de expresar lo que acabo de decir. No cabe duda que todo lo hara conmenos esfuerzo si en mi infancia hubiera recibido al igual que otros coetneosuna educacin realmente cristiana, la que no se me ha dado, pues me he criadoen un ambiente enteramente racionalista. He sido educado de un modo puramente cientfico; debido a ello no me es fcil encontrar las cosas, de lasque tengo el deber de hablar.

    Por dos razones me permito hacer esta advertencia personal: primero, porque precisamente ahora, de mala fe, se ha difundido una disparatadadifamacin en cuanto a relaciones que yo haya tenido con ciertas corrientescatlicas; de lo cual ni una sola palabra es verdad. Semejante imputacin hatenido su origen en crculos teosficos; y esto hace ver a qu extremo hallegado lo que a veces suele llamarse Teosofa. Las circunstancias nos obligana no pasarlo por alto, sino a contraponerle la verdad. Por otra parte, debido a

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    24/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    24

    que, cuando joven, estuve ajeno al cristianismo, me siento tanto ms libre

    frente a l y creo que slo por el espritu he sido conducido al cristianismo y alCristo. Creo que precisamente en este campo tengo el derecho de hablarimparcialmente y sin prejuicios. Quizs, en esta hora de la historia universal,se dar ms crdito a la palabra de un hombre de cultura cientfica, el que,cuando joven, estuvo ajeno al cristianismo, que a uno que desde su infanciahaya tenido contacto con l. Con estas palabras tambin se alude a lo que viveen m mismo, si ahora tengo que hablar de los misterios del as llamadoQuinto Evangelio.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    25/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    25

    TERCERA CONFERENCIA

    Si en la conferencia anterior he dicho que en el momento de la fiesta dePentecosts, las personalidades a quienes llamamos los apstoles de CristoJess, experimentaron, en cierto sentido, un despertar, esto no quiere decir queen ese mismo momento todo aquello que tengo que exponer como contenidodel Quinto Evangelio, haya estado presente, en la misma forma en que lorelato, en la clara y plena conciencia de los apstoles. Ciertamente, si con elconocimiento clarividente se penetra en el alma de ellos, se descubren allaquellas imgenes; sin embargo, en los apstoles mismos, todo vivi no tantocomo imagen sino que existi, por decirlo as, como vida, como experienciaespontnea, como sentimiento y potencia del alma. Lo que entonces losapstoles pudieron expresar, dando el impulso inicial de la evolucin cristiana,y que incluso a los griegos de aquel tiempo dej maravillados; lo que en losapstoles hubo como potencia del alma, potencia del nimo, era fruto de loque en su alma vivi como fuerza viviente del Quinto Evangelio. Pudieronhablar y obrar de esa manera porque tuvieron en el alma lo que nosotros

    desciframos como contenido del Quinto Evangelio, si bien no lo dieron conlas mismas palabras con que ahora corresponde relatarlo. Pues ellos habanrecibido, por una suerte de despertamiento, la fecundacin por el amorcsmico Universal; y como fruto de tal fecundacin siguieron obrando. Atravs de ellos obr lo que el Cristo haba llegado a ser. Y esto nos conduce al punto en que, en sentido del Quinto Evangelio, nos toca hablar de la vidaterrenal de Cristo.

    Para los conceptos que imperan en nuestro tiempo no es fcil expresarcon palabras, de que aqu se trata. Pero mediante diversos conceptos e ideas dela ciencia espiritual podemos acercarnos a este supremo misterio terrestre.Para comprender la entidad de Cristo es preciso emplear, en formamodificada, conceptos que ya poseemos por nuestras contemplacionescientfico-espirituales.

    Partamos, para comprender de qu se trata, de lo que comnmente sellama el bautismo en el Jordn el cual, con respecto a la vida terrenal deCristo, se nos presenta en el Quinto Evangelio como una concepcin humanaterrenal: lo comprenderemos si la vida de Cristo desde el bautismo hasta elMisterio de Glgota, la comparamos con el desenvolvimiento del germen

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    26/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    26

    humano en el seno de la madre. Quiere decir que en cierto sentido fue una

    vida embrionaria la que el Cristo vivi desde el bautismo en el Jordn hasta elMisterio de Glgota. Y el Misterio de Glgota mismo, lo hemos decomprender como el nacimiento terrenal; o sea, la muerte de Jess como elnacimiento terrenal del Cristo. Su vida terrenal, en sentido propio, debe buscarse despus del Misterio de Glgota, cuando el Cristo estuvo con losapstoles quienes entonces haban vivido en otro estado de conciencia, talcomo lo he explicado en la conferencia anterior. Esto es lo que sigui alverdadero nacimiento del Cristo. Lo que se describe como la Ascensin y,despus, la Venida del Espritu, debe entenderse en sentido igual que aquelloque, al producirse la muerte del hombre, consideramos como el entrar en losmundos espirituales. La ulterior vida de Cristo dentro de la esfera terrestre, a partir de la Ascensin, o bien, del acontecimiento de Pentecosts, debecompararse con la vida del alma humana en el as llamado devacn, o pas delespritu.

    Resulta, pues, que en el Cristo se nos presenta una entidad frente a lacual hemos de modificar todos los conceptos que hasta ahora, con respecto ala sucesin de los distintos estados de la vida humana, hemos adquirido.Despus del breve tiempo intermedio, llamado purgatorio (Kama-Loka), elhombre pasa al mundo espiritual, para preparar su prxima vida terrenal, vale

    decir que despus de la muerte el hombre entra en una vida espiritual. A partirdel acontecer de Pentecosts, el Cristo experiment el penetrar en la esfera dela Tierra lo que para El fue lo que para el hombre es el traspaso al pas delespritu. En vez de entrar en una regin espiritual, el devacn, como sucede para el hombre despus de la muerte, el Cristo hizo el sacrificio de establecer,o bien, de buscar su cielo en la Tierra. El hombre deja la tierra, para cambiaresta su morada por la del cielo. El Cristo, en cambio, dej el cielo paracambiar su morada celestial por la de la tierra. Hay que contemplarlo bien parasentir profundamente lo que tuvo lugar por el Misterio de Glgota y lo quehizo el Cristo: que su sacrificio consisti en que El ha dejado las esferasespirituales para vivir con la Tierra y con los hombres sobre ella; para proseguir por este impulso la evolucin de la humanidad sobre la Tierra. Conesto se evidencia que antes del bautismo en el Jordn, esta entidad no haba pertenecido a la esfera terrestre; ella vino a la Tierra desde esferasextraterrenales. Y lo vivido entre el bautismo y el acontecimiento dePentecosts, debi cumplirse para transformar el ser celeste del Cristo en laentidad terrenal.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    27/62

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    28/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    28

    sucedi que, as como nosotros leemos un libro para conocer lo necesario por

    hacer esto o aquello, el arcngel ley en el alma de ese hombre. En el alma delos iniciados del quinto grado, los arcngeles leyeron lo que un pueblonecesitaba. En la vida terrenal deben de crearse iniciados de quinto grado, paraque los arcngeles puedan guiar de la justa manera. Estos iniciados son losintermediarios entre el gua de un pueblo y el pueblo mismo: en cierto modo,ellos llevan a la esfera de los arcngeles lo necesario para conducir al pueblode la justa manera.

    En los tiempos precristianos este quinto grado no poda alcanzarsemientras el alma humana quedaba dentro del cuerpo; era necesario sacarla. Lainiciacin precisamente consista en que se desligaba del cuerpo el alma delhombre; y sta experimentaba fuera del cuerpo lo que le proporcionaba elcontenido que acabo de describir. El alma deba abandonar la tierra y ascenderal mundo espiritual para adquirir lo necesario.

    Al alcanzar el sexto grado de la antigua iniciacin, el grado de Hroe delSol, se suscitaba en el alma de tal iniciado algo superior a lo que se requiere para la conduccin de un pueblo. Si consideramos la evolucin terrestre de lahumanidad, observamos que los pueblos nacen y se extinguen, lo mismo queel hombre como individuo nace y muere. Empero, lo que un pueblo contribuye para la evolucin terrestre debe conservarse dentro de la ulterior evolucin.

    Cada pueblo no solamente debe ser guiado sino que el fruto de sutrabajo debe conservarse para los tiempos que sobrepasan los del pueblomismo, Para este traspaso de lo realizado por los pueblos deban obrar losHroes del Sol. En los mundos superiores puede leerse lo que vive en el almade un Hroe del Sol; y del modo indicado se lograban las fuerzas paratraspasar e integrar de la justa manera el trabajo de un pueblo al trabajo detoda la humanidad. El obrar del Hroe del Sol se elevaba por encima deltrabajo de cada pueblo. Y as como en los antiguos Misterios el aspirante alquinto grado de iniciacin tena que hallarse fuera de su cuerpo paraexperimentar lo necesario, as tambin el que deba convertirse en Hroe delSol, deba abandonar su cuerpo y, durante el tiempo respectivo, morarrealmente en el Sol.

    Ciertamente, para el modo de pensar de nuestro tiempo, estas verdades parecern fabulosas, o bien se considerarn necedades; pero aqu cabe la palabra de San Pablo: que la sabidura de este mundo es necedad para conDios. Durante el tiempo de su iniciacin, el Hroe del Sol viva junto con todoel sistema solar; el sol era su morada al igual que el hombre comn vive en laTierra como en su planeta; y como montaas y ros estn en torno de nosotros,

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    29/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    29

    as tambin hallbanse los planetas del sistema solar en torno del Hroe del

    Sol, durante el tiempo de su iniciacin. En los Misterios antiguos esto slo selograba al estar el iniciado fuera de su cuerpo. Y cuando volva a ste, seacordaba de todo lo vivido fuera del cuerpo y lo empleaba como fuerza activa para la evolucin de la humanidad.

    Durante los tres das y medio de su iniciacin, es decir, mientras losHroes del Sol andaban - as podemos llamarlo - sobre el sol, estaban encomunidad con el Cristo, el que antes del Misterio de Glgota todava no seencontraba en la Tierra. Todos los Hroes del Sol de la antigedad haban idoa las esferas superiores espirituales, pues slo all afuera pudieron vivir encomunidad con el Cristo; y El descendi a la Tierra desde ese mundo. Porconsiguiente, podemos decir: lo que en los tiempos antiguos por todo aquel procedimiento de la iniciacin, se haba alcanzado para unos pocos, fue dadoen los das de Pentecosts, como por un acaecimiento natural, a los apstolesdel Cristo. Mientras que antes los hombres deban ascender al encuentro conel Cristo, El descendi ahora a los apstoles; y ellos se convirtieron enhombres que en s mismos tuvieron el contenido que antiguamente los Hroesdel Sol haban tenido en su alma. La fuerza espiritual del sol se derram en elalma de los hombres y a partir de entonces sigui obrando en la evolucin dela humanidad. Para que esto fuera posible, tuvieron que producirse los

    acontecimientos de Palestina.En qu se origin el unirse del Cristo con la Tierra?. Fue el resultadodel sufrimiento ms profundo, de un sufrimiento que sobrepasa todaimaginacin humana del dolor. Para formarse la idea justa a este respectotambin hay que remover contrariedades del pensar de nuestro tiempo. Aqutengo que intercalar otra observacin.

    Hace poco apareci un libro cuya lectura recomiendo, porque el autor esun hombre ingenioso, y el contenido demuestra cun disparatado resulta loque con respecto a cosas espirituales hombres inteligentes suelen expresar. Merefiero al libro titulado, De la muerte de Maurice Maeterlinck.Entre otrascosas insensatas tambin figura all la asercin que el hombre, una vez muerto,es espritu y, por haber dejado su cuerpo fsico, ya no puede sufrir.Maeterlinck, hombre tan ingenioso, se hace pues la ilusin que slo lo fsico puede sufrir y que, por lo tanto, el difunto no puede sufrir. No se da cuenta delo absurdo del pensar que nicamente pueda sufrir el cuerpo fsico que secompone de fuerzas fsicas y substancias qumicas. Cmo si una piedratuviera que sufrir!. Lo que sufre no es el cuerpo fsico sino lo anmico. Lahumanidad ha llegado a tal punto que sobre las cosas ms sencillas se piensa

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    30/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    30

    lo contrario de lo razonable. Si la vida espiritual no pudiera sufrir, no podra

    haber sufrimiento en el Kama-Loka, el que justamente se produce porque loanmico se halla privado del cuerpo fsico. Quien opina que el espritu no puede sufrir, no llegar a representarse el infinito sufrimiento que el Cristo-Espritu padeci durante los das de Palestina.

    Empero, antes de hablar de este sufrimiento, tengo que llamar laatencin sobre otro punto ms. Hay que tener presente que con el bautismo enel Jordn descendi a la Tierra y vivi en lo fsico, durante tres aos, un serespiritual que despus sufri la muerte de Glgota, un ser espiritual que antesdel bautismo en el Jordn haba vivido en condiciones muy distintas a lasterrestres. Qu significa este hecho de que ese ser espiritual haba vivido encondiciones totalmente distintas de las terrestres?. Expresado con trminosantroposficos, ello significa que ese ser espiritual tampoco ha tenido karmaterrenal. Hay que tenerlo bien presente: una entidad espiritual vivi tres aosen el cuerpo de Jess de Nazareth sin tener en su alma un karma terrenal.Debido a ello, toda la vida y todas las experiencias habidas, tuvieron para elCristo un significado enteramente distinto del de las experiencias de un almahumana. Si nosotros sufrimos, si tenemos experiencias, sabemos que elsufrimiento tiene en el karma su razn de ser. No fue as para el Cristo-Espritu; El tuvo que cumplir una experiencia trienal sin que jams hubiera

    tenido un karma. Esto fue, por consiguiente, sufrimiento sin sentido krmico,sufrimiento inmerecido, inocente. El Quinto Evangelio es el Evangelioantroposfico que nos evidencia la nica vida terrenal de tres aos a la que nose puede aplicar el concepto de karma, en sentido humano.

    Pero la ulterior contemplacin de este Evangelio nos revela otra cosams con respecto a esta vida trienal. Esta vida terrenal de tres aos que hemosconsiderado como una vida embrionaria, tampoco produjokarma, ni acarreculpa alguna. Fue una vida terrenal de tres aos, no condicionada por karma ysin producir karma. Es preciso concebir en todo su profundo sentido todosestos conceptos e ideas; as se ganar mucho para la justa comprensin deestos extraordinarios acontecimientos de Palestina los que, de otro modo,quedarn en muchos respectos inexplicables. Cuntas cuestiones surgieron enla evolucin de la humanidad, con relacin a estos acontecimientos, y de qumanera fueron malentendidos! A pesar de todo cun inmensamente obraroncomo impulso!. Cuando se tomen estas cosas en su justo y profundosignificado, se llegar a pensar sobre ellas de un modo bien distinto.

    No se presta la debida atencin a muchas cosas de profundo significado.Voy a dar un ejemplo. En el ao 1863 apareci el libro Vida de Jess de

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    31/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    31

    Ernesto Renn. La gente lo lee sin tomar en consideracin lo significativo de

    su contenido. Quizs en tiempos venideros llamar la atencin el que muchoshayan ledo este libro sin darse cuenta de lo extrao de su composicin. Esuna mezcla de sublime exposicin y noveln vulgar; esto es lo llamativo delcitado libro. Naturalmente, para Renn el Cristo es, ante todo, el Cristo Jess; y lo describe como hroe quien, al principio obra con la mejor intencin,como bienhechor de la humanidad, pero quien, despus, se deja llevar por elentusiasmo de la multitud, cediendo cada vez ms, a lo que complace a lagente.

    En amplia escala, Ernesto Renn aplica a la naturaleza de Cristo lo que amenudo se emplea en sentido corriente. Ocurre por ejemplo, que la gente conrespecto a la teosofa que va difundindose, aplica la siguiente crtica: al principio habais procedido con la mejor intencin; despus llegaban losadeptos en busca de las cosas interesantes; y a raz de eso claudicasteis cadavez ms. Es as como Renn considera a Cristo Jess. No le da vergenzadescribir la resurreccin de Lzaro como un cuasi engao cometido con fines propagandistas. No le da vergenza conducir a Cristo Jess a una suerte dedelirio y de ser vctima de los instintos de la multitud. De esta manera seentreteje un noveln vulgar con sublimes descripciones que ese libro tambincontiene. Es extrao que el sentimiento sano no sienta repugnancia ante la

    descripcin de un ser que al principio tiene la mejor intencin, pero quedespus es vctima de los instintos de la multitud e incluso deja cometer todaclase de engaos. Renn no siente ninguna repugnancia; por el contrario,emplea palabras de alabanza y de entusiasmo para con tal personalidad. Esrealmente curioso. Por otra arte da prueba de la gran aficin por el Cristo,aunque la gente no comprenda nada de su verdadera naturaleza. Y as se llegaal extremo de convertir la vida de Cristo en una novela vulgar en la que, noobstante, no faltan las palabras de alabanza para dirigir la atencin hacia esa personalidad. Esto slo es posible con respecto a una entidad como la deCristo Jess. Ciertamente, se hubiera acumulado mucho karma en los tres aosde la vida terrenal de Cristo, si esta vida hubiera sido como Renn la describe.Mas en tiempos venideros se llegar a comprender que semejante descripcinse desvanece ante el hecho de que all hubo una vida terrenal libre de karma.He aqu el mensaje del Quinto Evangelio.

    Se trata, pues, del acontecimiento en el Jordn, el bautismo realizado por Juan. El Quinto Evangelio nos dice que las palabras que figuran en elEvangelio de Lucas transmiten correctamente lo que entonces la biendesarrollada conciencia clarividente hubiera odo: Este es mi muy amado

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    32/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    32

    Hijo, hoy lo he engendrado. Esta es la correcta interpretacin de lo realmente

    sucedido en el Jordn: el engendramiento, la concepcin por la cual el Cristoentr en la entidad Tierra.En las prximas conferencias nos referiremos a la caracterstica de la

    entidad que descendi sobre el cuerpo de Jess. Por ahora vamos a considerarque Jess de Nazareth haba venido para dar el cuerpo al Cristo. Ahora bien, elQuinto Evangelio nos dice - lo leemos con la mirada clarividente retrospectiva- que desde el principio de su andar sobre la tierra, el Cristo no se unitotalmente con el cuerpo de Jess de Nazareth, sino que slo hubo una uninlibre entre la entidad Cristo y el cuerpo de Jess de Nazareth. No fue la uninde cuerpo y alma como en el hombre comn sino de tal ndole que en todomomento en que era necesario; el Cristo poda volver a dejar el cuerpo deJess. Mientras el cuerpo de Jess se hallaba en algn lugar, como durmiendo,el Cristo, como entidad, anduvo all o all, segn haca falta.

    El Quinto Evangelio nos revela que no siempre, cuando la entidadCristo apareca a los apstoles, estuviese presente tambin el cuerpo de Jessde Nazareth, sino que muchas veces el cuerpo de Jess haba quedado enalgn lugar y que Cristo-Espritu apareca a los apstoles. No obstante, ellostuvieron la aparicin por el cuerpo de Jess de Nazareth. Se dieron cuenta, porcierto, que era algo diferente, pero la diferencia no result lo suficiente como

    para verificarla claramente. Los cuatro Evangelios apenas lo dicen; el QuintoEvangelio s lo evidencia. Los apstoles no siempre fueron capaces dediscernir: ahora nos aparece el Cristo Jess en su cuerpo, o ahora es slo elCristo-Espritu. En la mayora de los casos, la aparicin la tuvieron por elCristo Jess, quiere decir por el Cristo-Espritu en cuanto le reconocieron en elcuerpo de Jess de Nazareth. Empero, lo que en los tres aos de esa vidaterrenal tuvo lugar, fue que, en cierto modo, el Espritu se uni cada vez msfirmemente con el cuerpo de Jess de Nazareth; o sea, que la entidad Cristo,como naturaleza etrea, se asemej ms y ms al cuerpo fsico de Jess de Nazareth.

    Obsrvese bien que referente a la naturaleza del Cristo sucedi algodistinto que en cuanto al cuerpo del hombre comn. El hombre comn es unmicrocosmos frente al macrocosmos, un trasunto de todo el macrocosmos. Loque el hombre terrenal llega a ser, es reflejo del gran cosmos. En cuanto a lanaturaleza del Cristo ocurre todo en sentido inverso. La entidad macrocsmicasolar se amolda a la configuracin del microcosmos humano; se comprime yse restringe cada vez ms, de modo que va asemejndose al microcosmoshumano. Justamente al revs!.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    33/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    33

    La unin con el cuerpo de Jess de Nazareth fue la ms libre al principio

    de la vida terrenal de Cristo, inmediatamente despus del bautismo en elJordn. Enteramente fuera del cuerpo de Jess estuvo la entidad Cristo. Alandar sobre la Tierra, el obrar del Cristo fue todava algo enteramentecelestial. La entidad Cristo realiz curaciones que ninguna fuerza humana podra hacer. La intimidad con que habl a los hombres, fue intimidad divina.La entidad Cristo, atndose Ella misma al cuerpo de Jess de Nazareth, obrcomo entidad celeste. Sin embargo, fue asemejndose, cada vez ms, al cuerpode Jess, comprimindose y amoldndose a las condiciones terrestres, demodo que la fuerza divina se desvaneci, ms y ms. Por todo esto pas elCristo, asemejndose al cuerpo de Jess; en cierto sentido fue una evolucindescendente. El Cristo tuvo que experimentar que la potencia y la fuerza delDios paso a paso le abandon, al asemejarse al cuerpo de Jess de Nazareth.El Dios fue convirtindose en hombre.

    Como un hombre que con infinito sufrimiento siente el extinguirse de sucuerpo, as tambin el Cristo experiment el desvanecimiento de su substanciadivina, al asemejarse, como naturaleza etrea, al cuerpo terrenal de Jess de Nazareth, hasta el punto de sentir angustia, igual que un hombre. He aqu loque tambin los otros Evangelios relatan, cuando con sus discpulos el CristoJess lleg al monte de los Olivos y El, en el cuerpo de Jess de Nazareth,

    estando con angustia, tuvo sudor en la frente. En el Cristo domin, cada vezms, la naturaleza humana. A medida que su naturaleza etrea ibaasemejndose al cuerpo de Jess, el Cristo devino hombre. La sublime fuerzadivina gradualmente se desvaneci. Vemos, pues, toda la pasin a partir de poco tiempo despus del bautismo en el Jordn, cuando la gente, al haber presenciado lo que el Cristo realiz, deca: jams ningn ser sobre la Tierraejecut semejantes acciones. Esto fue cuando el Cristo se pareca muy poco alcuerpo de Jess de Nazareth. En el curso de tres aos, a partir de estemaravillarse de parte de los admiradores en torno de l, la naturaleza de Cristova asemejndose al cuerpo de Jess a tal punto que dentro de este enfermizocuerpo ya no es capaz de responder a las preguntas de Pilatos, ni de Herodes oCaifs. La naturaleza de Cristo haba devenido tan parecida al cuerpo de Jess,cada vez ms dbil y ms enfermizo, que a la pregunta: T has dicho que puedes derribar el templo y en tres das reedificarlo? ya no habl, delquebradizo cuerpo de Jess, el Cristo y qued callado ante el pontfice de los judos; y qued callado ante Pilatos quien le pregunt: T has dicho que eresel Rey de los Judos?.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    34/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    34

    As se nos presenta el camino desde el bautismo en el Jordn hasta la

    plena debilidad. Y poco despus, la multitud que antes haba admirado lascelestiales fuerzas milagrosas, estuvo ante la cruz, ya no asombrada, sino burlndose de la impotencia del Dios que haba devenido hombre, ydicindole, si t eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. A otros salvaste,ahora slvate a ti mismo. He aqu la pasin, infinito sufrimiento, a lo que sesum el pesar por la humanidad que haba descendido a las condiciones enque se hallaba, precisamente en la poca del Misterio de Glgota.

    Pero este sufrimiento engendr el Espritu que en la fiesta dePentecosts se derram sobre los apstoles. De estos dolores naci el amorcsmico universal que en el instante del bautismo descendi de lasextraterrenales esferas celestes, a la esfera terrenal; el amor csmico que sehaba asemejado al hombre, quedando parecido a un cuerpo humano, y quevivi el instante de la mxima impotencia divina, para engendrar el impulsoque como impulso del Cristo se nos presenta en la ulterior evolucin de lahumanidad.

    Hay que tenerlo presente, para comprender en todo su alcance elsignificado de este impulso, en el sentido del futuro de la humanidad; para queel hombre pueda proseguir su camino evolutivo cultural.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    35/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    35

    CUARTA CONFERENCIA

    Las ltimas palabras del Evangelio de Juan resultan, en cierto modo,conciliantes con lo que en esta conferencia me propongo comunicar, como parte del Quinto Evangelio. Recordemos que all se dice que con relacin aCristo Jess hay otras muchas cosas, aparte de lo relatado en los Evangelios, yque, para darlo todo, en el mundo no cabran los libros que se habran deescribir. De modo que nadie pondr en duda que aparte de lo registrado en loslibros, muchas cosas pueden haber sucedido. Con el fin de hacer comprensiblelo que en este ciclo de conferencias quiero exponer, como contenido delQuinto Evangelio, comenzar ahora a dar relatos de la vida de Jess de Nazareth, a partir aproximadamente, del momento al que ya me he referido enotras conferencias en que se han comunicado pequeas partes del QuintoEvangelio.

    Voy a relatar algunos pormenores de la vida de Jess, a partir de losdoce aos de edad. Fue esta la edad en que, como ya sabemos, por un actomstico, el yo de Zoroastro, que se haba incorporado en uno de los dos nios

    Jess que en aquel tiempo haban nacido, pas al otro nio Jess, o sea, al que principalmente en los primeros captulos del Evangelio de Lucas se describe.Comenzaremos pues nuestro relato con el instante de la Vida de Jess de Nazareth en que el nio Jess del Evangelio de Lucas haba acogido en smismo el yo de Zoroastro. Sabemos que en el Evangelio se alude a esteinstante de la vida de Jess de Nazareth, por el relato de que, en oportunidadde un viaje a Jerusaln, para la fiesta de Pascua se haba extraviado el nioJess del Evangelio de Lucas y al ser hallado, estuvo sentado en medio de losdoctores, y todos se pasmaban de sus poderosas respuestas. Tambin sabemosque esas grandiosas respuestas se deban a que en el yo de Zoroastro todocuanto le surga como por recuerdo espiritualmente revelado, se traduca enlas sorprendentes respuestas de Jess de Nazareth. Sabemos, adems, que porla muerte de la madre, por un lado, y del padre, por el otro lado, se unieron lasdos familias en una sola, en la cual sigui viviendo el nio Jess fecundado por el yo de Zoroastro.

    En los aos siguientes - esto resulta del contenido del Quinto Evangelio- tuvo lugar un singular cambio en su desarrollo. Al principio, los querodeaban al joven Jess de Nazareth haban quedado profundamente

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    36/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    36

    impresionados, precisamente por aquellas grandiosas respuestas que haba

    dado en el Templo; haban puesto grandes esperanzas en l, y en cierto modoya le haban considerado como futuro doctor de la ley, de un extraordinarionivel de erudicin. La gente haba empezado a captar cada palabra que l pronunciara. Pero Jess de Nazareth se puso cada vez ms callado, al punto deresultar antiptico para con los dems, mientras l sostena una vehementelucha interior. Esta lucha interior la sostuvo entre los doce y dieciocho aos deedad. En su alma hubo un despertar de tesoros de sabidura, yacentes en suinterior; como si a travs de la erudicin juda hubiera irradiado el sol de laantigua sabidura de Zaratustra.

    Al principio le haba parecido que deba prestar ntima atencin ytambin responder a las palabras de los numerosos escribas que venan a sucasa; e incluso quedaban asombrados los doctores quienes all aparecan y leadmiraban como nio prodigioso. Pero despus se puso cada vez ms calladoy se limit a escuchar lo que decan los dems. No obstante, en aquellos aossiempre se suscitaron en el alma propia de Jess grandes ideas, mximas demoralidad y, principalmente, importantes impulsos morales. Las palabras delos escribas reunidos en su casa, le causaban cierta impresin, pero unaimpresin que a menudo le produca amargura, porque tena la sensacin -ntese bien: ya tan joven - de que mucho era bastante dudoso, tendiente a

    errores, en lo que los doctores pronunciaban con respecto a las viejastradiciones y los Libros del Antiguo Testamento. Estaba con el alma oprimidacada vez que se le deca que en tiempos antiguos el espritu haba inspirado alos profetas y que Dios mismo los haba inspirado, pero que ahora lainspiracin se ha retirado de las nuevas generaciones. Mas escuch profundamente impresionado cuando a veces los doctores se referan a algoque l mismo iba a experimentar: ciertamente, ya no habla ms el alto y poderoso espritu que, por ejemplo, haba inspirado a Elas; pero todava esthablando - y algunos de los escribas crean haberlo experimentado, comoinspiracin desde las alturas espirituales - una voz ms dbil, pero algo quealgunos creen or, y que el espritu de Yahv mismo les da. Bath-Kol sellamaba esa extraa voz, una voz inspiradora ms dbil, por cierto, decategora inferior al espritu que haba inspirado a los antiguos profetas, perode todos modos una cosa parecida. En escritos judos posteriores tambin sehabla de esta Bath-Kol.

    Ahora he de insertar algo que en rigor no pertenece al Quinto Evangelio, pero que puede conducirnos a la explicacin de la Bath-Kol: Un poco mstarde hubo una controversia entre dos Escuelas rabnicas: el clebre rabino

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    37/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    37

    Elieser ben Hirkanosostena una determinada doctrina para cuyo testimonio

    alegaba - esto tambin figura en el Talmud - que l era capaz de hacermilagros. Este rabino hizo desarraigarse y volver a plantarse a cien varas dedistancia un algarrobo; mand a un ro fluir hacia atrs; y como tercera pruebainvoc una voz del cielo de que su doctrina haba de quedar revelada. A pesarde ello, la Escuela rabnica opositora no le prest fe. El rabino Josurespondi: Por ms que el rabino Elieser haga algarrobos trasplantarse de unsitio a otro; por ms que mande ros fluir hacia arriba, o que invoque la Bath-Kol, la Ley estipula que las leyes eternas de la existencia deben expresarse porla boca del hombre y encontrarse en el corazn humano. Si el rabino Elieserquiere persuadirnos: que no invoque la Bath-Kol sino que apele a lo que elcorazn humano es capaz de concebir. Doy este relato porque nos hace verque en ciertas Escuelas rabnicas, ya poco tiempo despus de la fundacin delcristianismo, la Bath-Kol gozaba de poca autoridad; pero en cierto modo habaflorecido, entre rabinos y escribas, como voz inspiradora.

    Al escuchar y sentir todo aquello, el joven Jess mismo recibi lainspiracin por la Bath-Kol. Lo notable fue que por la fecundacin de su almacon el yo de Zoroastro, Jess de Nazareth efectivamente fue capaz deapropiarse rpidamente de todo cuanto saban los que le rodeaban. Nosolamente que a los doce aos de edad haba dado las grandiosas respuestas a

    los doctores de la ley, sino que tambin pudo percibir en el alma propia la vozde la Bath-Kol. Pero precisamente este hecho, la inspiracin por la Bath-Kol,influy en Jess, a la edad de diecisis, diecisiete aos, de tal manera que lecaus amargas y profundas luchas interiores. Pues la Bath-Kol le revel, y lestaba seguro de percibirlo, que en lo sucesivo, dentro de la corriente delAntiguo Testamento, ya no hablar el mismo espritu, el que antes habahablado a los antiguos maestros judos. Y lleg el da en que, para espanto desu alma, Jess tuvo la impresin de que la Bath-Kol le revelase: no llego msa las alturas donde el espritu realmente podra revelarme la verdad sobre elulterior camino del pueblo judo.

    Fue un momento horrible, un tremendo impulso, cuando pareca que laBath-Kol le revel que l mismo no poda continuar obrando segn la antiguarevelacin; que en cierto modo tendra que considerarse a s mismo inapto para continuar el antiguo judasmo. As le pareci haber perdido todofundamento, y hubo momentos en que se deca; Todas las fuerzas de mi almacon las que me consideraba agraciado, slo me conducen a comprender que enla substancia evolutiva del judasmo ya no existe el poder para ascender a lasrevelaciones del espritu divino.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    38/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    38

    Pongmonos por un instante en el espritu, en el alma del joven Jess de

    Nazareth que tuvo que pasar por semejantes experiencias anmicas. En aqueltiempo, de los diecisis a dieciocho aos, l haca tambin viajes, en parte araz de su oficio, o por otros motivos. Estos viajes le conducan a diversasregiones de Palestina y distintos lugares fuera del pas. En aquel tiempo - lavisin clarividente de la Crnica del Akasha lo evidencia con toda claridad -se extenda sobre los territorios del Asia Occidental, e incluso de Europa, unculto asitico, un culto mezclado con diversos otros cultos, pero que principalmente representaba el culto de Mithra. En muchos lugares de los msdiversos territorios haba templos del culto de Mithra. En algunos lugares seasemejaba al culto de Atis, pero esencialmente era de Mithra. Haba templos yotros lugares en que se cumplan sacrificios a Mithra y a Atis. En ciertosentido eran cultos paganos, pero compenetrados de ritos y ceremonias deMithra y Atis. Cun extendido era este culto, lo muestra el ejemplo de que laBaslica de San Pedro en Roma se halla en el mismo sitio en que otrora existasemejante templo; e incluso hay que decir, lo que a muchos catlicos podra parecer una blasfemia: la forma exterior del ceremonial de la Baslica de SanPedro y todo cuanto de l se deriva, no se diferencia en mucho del antiguo ritode Atis, en cuyo antiguo sitio se halla ahora dicha Baslica. Y en muchossentidos el culto actual de sta, es una continuacin del antiguo culto de

    Mithra.Jess de Nazareth, a los diecisis, diecisiete, dieciocho aos, despus dehaber comenzado su peregrinacin, lleg a conocer lo que entonces exista ensemejantes lugares de culto y continu viajando. De esta manera conoci porsu propia experiencia exterior, el alma de los paganos. Por el grandioso proceso del haber pasado a su alma el yo de Zoroastro, se haba desarrolladoen l, de una manera natural y en alto grado, lo que otros slo adquieren por penoso esfuerzo: una gran fuerza clarividente. Y debido a ello experiment enesos cultos muchas cosas que otros no experimentan: tuvo experienciasconmovedoras. Por fabuloso que parezca, debo decir que Jess de Nazareth, alobservar que ante altares paganos el sacerdote haca el sacrificio, percibi que por el mismo acto eran atrados diversos seres demonacos. Adems,descubri que ciertos dolos que all se adoraban eran imgenes, no deentidades de las jerarquas espirituales, sino de potencias demonacas; eincluso observ que a veces estas potencias demonacas penetraban en losfieles que participaban de los actos. Por razones muy comprensibles, estoshechos no figuran en los otros Evangelios y, en el fondo, slo en el seno denuestro movimiento espiritual es posible hablar de semejantes hechos, puesto

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    39/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    39

    que slo en nuestro tiempo el alma humana puede verdaderamente

    comprender aquellas profundas y grandiosas experiencias que en el jovenJess de Nazareth tuvieron lugar.Las peregrinaciones prosiguieron hasta los veinte, veintids,

    veinticuatro aos de edad, y en el alma siempre senta amargura, cuando Jessobservaba el obrar de los demonios, en cierto modo engendrados por Lucifer yArimn, y al darse cuenta de que el paganismo haba llegado al extremo detener por dioses a los demonios, y ms an, de representar en los dolos,imgenes de las potencias demonacas atradas por las ceremonias, demoniosque penetraban y se posesionaban de las gentes que all oraban. Las amargasexperiencias que Jess tuvo que sufrir, condujeron entonces a unacontecimiento final.

    Aproximadamente a los veinticuatro aos de la vida de Jess de Nazareth aconteci lo que, despus de la decepcin sufrida a raz de loexperimentado con la Bath-Kol, fue otra grave experiencia. Tengo quedescribirla, si bien hasta ahora no me ha sido posible escudriar en qu puntode su viaje tuvo lugar; pero he podido descifrar, en alto grado, la escenamisma. Creo - sin estar seguro de ello - que fue en un lugar fuera de Palestina.

    A la edad de veinticuatro aos, Jess de Nazareth lleg al lugar de unculto pagano, donde se haca ofrenda a determinada divinidad. All haba

    nicamente gente triste, afectada por toda clase de pavorosas enfermedades psquicas que se manifestaban hasta en lo corpreo. Los sacerdotes, desdehaca tiempo, haban abandonado el lugar; y Jess oy a la gente lamentarsede que los sacerdotes la haban abandonado, que ahora careca de la bendicindel sacrificio y que sufra de lepra y otras enfermedades, precisamente porquelos sacerdotes la haban abandonado. El sufrimiento de esa gente le caus aJess profundo pesar, y en su alma se encendi inmensa caridad para con esosoprimidos. Parece que ellos, abandonados por los sacerdotes, como asimismo,como crean, por su Dios, en cierto modo se dieron cuenta y quedaron profundamente impresionados por el amor que en el alma de Jess se habasuscitado. En el corazn de la mayora de ellos, repentinamente surgi algoque encontr su expresin en que esa gente, percibiendo en el rostro de Jessel reflejo de su inmenso amor, le dijo: T eres el nuevo sacerdote que nos hasido enviado. Le obligaron a colocarse en el altar pagano, y le pidieron hacerel sacrificio para procurarles la bendicin de Dios. Al realizarse todo estosucedi que Jess cay como si hubiera muerto; su alma qued comoenajenada, y la gente que haba credo que su Dios haba vuelto, percibi lohorrible de que cay como si hubiera muerto, aquel a quien haban tenido por

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    40/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    40

    su nuevo sacerdote, enviado del cielo. Pero el alma enajenada de Jess de

    Nazareth se sinti elevada como a reinos espirituales, como a la esfera del Sol.Y como resonando desde las esferas del Sol, oy ahora palabras como, por laBath-Kol, muchas veces las haba percibido. Pero la Bath-Kol estaba ahoratransformada, convertida en algo totalmente distinto. Adems, la voz le llegde otra direccin; y lo que ahora Jess de Nazareth percibi, traducido anuestro idioma1 puede sintetizarse en las palabras, que por primera vez he podido enunciar cuando, hace poco, se colocara la piedra fundamental denuestra sede central en Dornach2. Existen, por cierto, deberes ocultos.Obedeciendo a semejante deber oculto tuve que enunciar entonces lo que, porla transformada voz de la Bath-Kol, Jess de Nazareth haba percibido alrealizarse lo que acabo de relatar. Estas son las palabras que Jess percibi:

    AUM, Amn. Impera el Mal, testigo de yoidad que se desenlaza, deuda del propio ser, por otros acarreada,vivida en el pan de cada da,en que no domina la voluntad de los cielos, porque el hombre se separ de vuestro reino

    Y olvid vuestro nombre,Vosotros, Padres en los cielos.

    1 N. d. T.traducido a nuestro idioma: debido a la responsabilidad que la traduccin deesta oracin involucra, insertamos el texto original alemn: AUM. Amen! Es walten die bel, Zeugen sich lsender Ichheit,Von andern erschuldete Selbstheitschuld, Erlebet im tglichen Brote, In dem nicht waltet der Himmel Wille, Da der Mensch sich schied von Eurem ReichUnd vergass Euren Namen. Ihr Vater in den Himmeln.

    2 La colocacin de la piedra fundamental del primer Goethe anum en Dornach (Suiza), sedecentral de la Sociedad Antroposfica General, haba tenido lugar el 20 de septiembre de1913; dos semanas antes de esta conferencia.

  • 8/12/2019 Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    41/62

    Rudolf Steiner El Quinto Evangelio

    41

    nicamente as puedo traducir a nuestro idioma lo que en aquel

    momento, cual la transformada voz de la Bath-Kol, Jess de Nazareth haba percibido. No es posible traducirlo de otro modo!. Con estas palabras seexpresa lo que vivi en el alma de Jess de Nazareth, al despertar del desmayoque le haba causado el enajenamiento de su alma. Cuando, al habersedespertado, Jess quiso volver los ojos a la multitud de los afligidos yoprimidos que le haban puesto en el altar, todos haban huido. Y al dirigir lamirada clarividente hacia la lejana, slo percibi unas cuantas potenciasdemonacas, seres demonacos vinculados con esa gente.

    Esto fue el segundo acontecimiento importante, al terminar los distintos perodos de la vida de Jess de Nazareth, desde la edad de doce aos.Ciertamente, no fueron acontecimientos placenteros, ni dichosos los que msimpresionaron al alma del joven Jess de Nazareth, sino que antes de llegar al bautismo en el Jordn, esta alma debi conocer los abismos de la naturalezahumana.

    Despus de esta peregrinacin Jess de Nazareth volvi a casa. Fueaproximadamente a la edad de veinticuatro aos, en el tiempo en que muri el padre, quien haba quedado en casa. El alma de Jess estaba entoncesimpregnada de la viviente y poderosa impresin de los efectos demonacosque haban penetrado en elementos de la antigua religin pagana. Pero as

    como determinados grados del conocimiento superior slo se alcanzandespus de conocer los abismos de la vida, as tambin fue que Jess de Nazareth, alrededor de los veinticuatro aos, debido a que tan hondamentehaba mirado en las almas humanas en las cuales, en cierto modo se habaconcentrado toda la desolacin anmica de la humanidad de aquel tiempo,haba llegado a profundizar la sabidura, la que, en verdad, penetra el almacual hierro candente, pero tambin la conduce a la clarividencia, al punto de percibir la luz de las vastedades del espritu. De tal modo, esta alma, ms bien joven, haba llegado a poseer el tranquilo y penetrante ojo capaz de leer loespiritual. Jess de Nazareth habase convertido en un hombre capaz de percibir los profundos secretos de la vida, de percibirlos ms profundamenteque nadie hasta entonces los haba percibido, porque nadie en la tierra habaobservado hasta qu grado el infortunio humano puede acrecentarse.Ciertamente, haba visto miseria concentrada, haba visto que como pormagia, por medio de ceremonias religiosas, se atrae a toda clase de seresdemon