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JOSE MARTI: MAESTRO DE NUESTRA AMERICA Lidia Turner Marti. Cuba José Martí, Héroe Nacional de Cuba, guía infatigable de la lucha independentista, fue al mismo tiempo “el MAESTRO” considerado así por varias generaciones de cubanos y autor fundamental de la política educacional cubana. Pero su teoría pedagógica no fue concebida para solo su país sino la educación del hombre de nuestra América. Estudió e investigó profundamente la realidad social, económica política y educacional de nuestros pueblos y evidenció las regularidades de su desarrollo que podía servir para su transformación y proyección hacia el futuro. Su mensaje educacional llega hasta nuestros días con una vigencia. extraordinaria. DATOS BIOGRAFICOS José Julián Martí Pérez nace en la Habana el 28 de enero de 1853. de padre valenciano Mariano Martí y de madre canaria, Leonor Pérez . Viaja con sus padres y hermanas a Valencia en1857 donde aprende las primeras letras. De regreso a la Habana el año siguiente comienza estudios en el colegio San Anacleto, del maestro Rafael Sixto Casado. En 1862 acompaña varios meses a su padre a la Hanábana donde éste trabaja como juez pedáneo . En este lugar presencia un desembarco de esclavos y la bestialidad de castigo físico hacia ellos, esto le causó tan honda impresión que años después le dedicaría unos versos a este hecho. Luego viaja con Don Mariano a Honduras Británica. En 1865 ingresa en la escuela de instrucción primaria para Varones que dirige Rafael Maria de Mendive, gracias a cuyo estímulo y apoyo logra continuar estudios en el Instituto de Segunda Enseñanza de la Habana. Martí calificó a su maestro Mendive de “maravilloso” por su capacidad de cautivar a sus alumnos en las clases de historia. Mas tarde transitará brevemente por las clases de Dibujo Elemental en la Escuela de Pintura y Escultura de San Alejandro. El joven Martí no oculta su identificación con la causa independentista, que alimenta sus primeros escritos políticos publicados, cuando el 10 de octubre de 1868 estalla en Cuba la primera contienda de independencia. A los dieciséis aňos entra ya en acción. En el Diablo Cojuelo, una hoja impresa que ha preparado con su amigo Valdés Domínguez escribe notas de burla y censura de las autoridades y políticos, y en La Patria Libre, periódico del que no salió mas que un número publica su poema dramático Abdala. Este drama es como un espejo de Cuba oprimida, y hay un héroe que lucha por la libertad de su patria y por ella muere. En octubre de 1869 es detenido por las autoridades coloniales y acusado de delito

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de infidencia. En marzo de 1870, con 17 años de edad es condenado a seis años de presidio y trabajos forzados que comienza a cumplir en la Habana hasta que en octubre es trasladado a Isla de Pinos. En el presidio le cortan el pelo al rape, le rodean la cintura con una cadena que cuelga y se prende remachado al grillete que aprisiona el tobillo del pie derecho. Martí llega deportado a España en 1871, se matricula en la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid comienza a desplegar una intensa actividad a favor de la independencia de la patria. Publica un alegato sobre el Presidio Político en Cuba. Trabaja como preceptor de enseñanza primaria de niños de la familia Ravenet y de la familia Álvarez Torrijos que marca su inicio en la docencia. En la capital española enferma a consecuencia de dolencias adquiridas en la cárcel que lo acompañarán toda su vida. En 1873 se traslada a Zaragoza para continuar los estudios universitarios en la universidad de esa ciudad. Ese mismo año establece los primeros contactos con la emigración revolucionaria cubana en Nueva York. En esa época termina de escribir su drama Adúltera. En 1874 concluye sus estudios como Licenciado en Filosofía y Letras y Licenciado en Derecho. Civil y Canónico, y emprende viaje a París y Liverpool, con el fin de dirigirse a México y establecerse allí. En 1878 llega Martí a México. Pronto aparecen sus primeras publicaciones en la revista Universal y se integra a la vida intelectual de la capital mexicana. El estilo original y ágil de sus escritos gana pronto la simpatía y la admiración de los hombres de talento. Alienta en sus escritos la fe en el destino de los pueblos de América, la preocupación por su situaron social y económica Escribe Amor con amor se paga, pieza en versos que se pone en escena con éxitos. A finales de 1875 con el golpe de estado del general Porfirio Díaz, decide trasladarse a Guatemala. Tras una estancia semiclandestina de unas semanas en la Habana, llega a Guatemala en abril de 1877. Nombrado profesor de Literatura en la escuela normal de Guatemala, cuyo director era el cubano José María Izaguirre. También allí Martí se vincula con los medios intelectuales y prosigue su labor periodística y de creación literaria. Es nombrado catedrático de Literatura Francesa, Inglesa , Italiana y Alemana y de Historia de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad Nacional de Guatemala. En noviembre viaja a México para contraer matrimonio con la cubana Carmen Zayas Bazán. Regresa con su esposa a Guatemala pero el ambiente político hostil que encuentra lo obliga a decidir su partida. La guerra ha terminado en Cuba con la firma del Pacto de Zanjón y puede regresar a la patria. Desembarca en la Habana en agosto de 1878. De inmediato se compromete en las labores conspirativas que desarrollan patriotas revolucionarios con el Comité Revolucionario Cubano en Nueva York, empeñados en la preparación de sus nuevos esfuerzos armado por la independencia. En la Habana gana pronto

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celebridad en los círculos intelectuales por su fulgurante oratoria y su alta producción literaria. En noviembre nace el único hijo José Francisco. En septiembre de 1879, pocas semanas después de iniciado el nuevo alzamiento independentista conocido como la Guerra Chiquita es detenido en la Habana y deportado nuevamente a España. En diciembre de 1879 abandona clandestinamente España y viaja desde Francia a Nueva York. A tres semanas de haber llegado pronuncia el primero de sus grandes discursos con lo que se da a conocer a la numerosa colonia cubana. Es nombrado vocal del Comité Revolucionario .Reside en una casa de huéspedes de la familia Mantilla y comienza a colaborar en The Sun y otras publicaciones. En octubre de 1880 su esposa e hijo regresan a Cuba y a fines de año después del fracaso de la Guerra Chiquita decide a trasladarse a Venezuela. En Caracas empieza trabajar como profesor de gramática y literatura en el colegio de Guillermo Tell Villegas y el colegio Santa Marta, y también allí se destaca como orador, prosista y poeta. En julio aparece el primer número de la Revista Venezolana, dirigida y escrita totalmente por Martí. Su pensamiento liberal y su fervoroso latinoamericanismo suscitan la enemistad del dictador venezolano Guzmán Blanco quien lo invita a abandonar el país. A finales de julio zarpa del puerto de la Guaira de regreso a Nueva York. La segunda estancia neoyorquina de Marti marca el comienzo de su ya madura plenitud como escritor y poeta. A partir de septiembre de 1881 empiezan a aparecer en varios periódicos latinoamericanos sus insuperables crónicas desde los Estados Unidos, A principio de 1882 publica su primer libro de poemas Ismaelillo dedicado a su hijo. En la dedicatoria al hijo escribe estas palabras: “Espantado del mundo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la utilidad de la virtud, en la vida futura y en ti” 1. Al mismo tiempo reanuda sus actividades políticas entre la emigración cubana a favor de la organización de otro intento insurreccional a favor de la independencia de Cuba. Con ese fin establece contacto epistolar con las dos figuras supremas sobrevivientes de la Guerra Grande, Maceo y Gómez y multiplica sus afanes organizativos. En diciembre de 1882 se reúne nuevamente con su esposa e hijo, y en junio con su padre. Para ganar el sustento de su familia hace traducciones y labora en diversos empleos de oficina. Trabaja en una escuela nocturna en Nueva York. dando clases de español .Los jueves en la noche Martí acudía a Sociedad Protectora de la Instrucción La Liga donde se enseñaba a leer y a escribir y numerosas asignaturas. En los años siguientes ostentará también las representaciones consulares en Nueva York, de Uruguay, Argentina y Paraguay.

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En 1887 publica cuatro números de la Edad de Oro, revista latina para los niños de América Latina. Escribe sus Versos Sencillos que serán publicados en 1891. Termina su novela Adúltera. Sale al paso a los que propagan la anexión de Cuba a los Estados Unidos. Escribe sus crónicas anticipatoria de denuncia de la intención norteamericana en América Latina. Participa como delegado de Uruguay a la Conferencia Monetaria Internacional. Se dan pasos para la constitución del Partido Revolucionario Cubano y resulta elegido Delegado y al que se adhieren la mayoría de los clubes patrióticos cubanos en los Estado Unidos. En marzo aparece el primer número del periódico Patria, vocero del Partido. El artículo primero de las Bases del Partido Revolucionario Cubano dice: “ El Partido Revolucionario Cubano se constituye para lograr con los esfuerzos unidos de todos los hombres de buena voluntad, la independencia absoluta de la isla de Cuba y fomentar y ayudar la de Puerto Rico.”2 En septiembre visita Santo Domingo y en octubre a Jamaica para unir las fuerzas. Los preparativos de la guerra necesaria están muy adelantados a finales de 1894. Martí elabora y envía a Cuba el plan de alzamiento. En enero de 1895 el gobierno norteamericano confisca en Fernandina un cargamento de armas y municiones dedicados al comienzo de la guerra en Cuba. A pesar del duro revés a finales de ese mes firma la orden de alzamiento que se produce el 24 de febrero. Firma con Gómez en Santo Domingo el Manifiesto de Montecristi. Este Manifiesto expone la gestación y el sentido d independencia de la guerra, su carácter ajeno así al odio y la venganza, pero inflexible con el vicio, el crimen y la inhumanidad, y el propósito, tras la victoria de construir una república libre y soberana. Este documento representa la doctrina condensada de la revolución. El 1º. de abril emprende su viaje a la guerra junto con Máximo Gómez. Desembarcan y es nombrado como Mayor General del Ejército Libertador. El día 18 de mayo le escribe a su gran amigo Manuel Mercado: “…ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi patria y por mi deber – puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo – de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extienda por las Antillas los Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré es para eso (…). Viví en el monstruo y le conozco las entrañas:– y mi honda es la de David.” 3 El 19 de mayo de1895 en un encuentro con el ejército español cae en combate en Dos Ríos.

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IDEARIO PEDAGOGICO Martí precisó sus ideas educativas en correspondencia con las necesidades del hombre y de la sociedad latinoamericana ya que estaba convencido de que nuestra América necesitaba un enfoque diferente al de la América anglosajona. En primer lugar, la teoría pedagógica martiana representa la acumulación de los conocimientos pedagógicos que le habían antecedido. Indudablemente se puede afirmar que las ideas martianas representan el resumen del desarrollo de lo más progresista de la pedagogía cubana del siglo pasado. En ellas se refleja con un nivel cualitativamente superior de desarrollo, el estudio y las ideas de Félix Varela, de Luz y de Simón Rodríguez, además de Peter Cooper,. Spencer, Rousseau, para señalar otros de acervo universal. Estamos actualmente profundizando en los nexos entre la teoría pedagógica de Martí, las tendencias pedagógicas de su época y el pensamiento pedagógico que le antecedió en América y Europa, para precisar de mejor manera lo original de muchas de sus ideas. Otro aspecto importante por el cual consideramos el valor de su teoría como es que formula regularidades del funcionamiento y desarrollo del fenómeno educativo, así como precisa un aparato categorial que la sustenta. Al leer su obra se revela que Martí pudo hacer un análisis teórico del momento histórico social que vivió, encontrar una explicación científica a la esencia de esos fenómenos y los nexos externos de estos con el resto de los fenómenos sociales analizados. También es evidente que otro rasgo distintivo de esta teoría es que le permitió prever el futuro, predecir nuevos fenómenos educacionales y de aspectos no estudiados por la ciencia pedagógica en aquel momento. Como la teoría no permanece fija, sino que cada etapa de desarrollo progresivo de la ciencia influye en el contenido de las consiguientes teorías, se puede afirmar que los estudios, investigaciones y la práctica de la educación en la etapa actual de Cuba desarrollan y por ende perfeccionan la teoría pedagógica martiana. Resulta indispensable precisar que todo proyecto educativo responde a un proyecto político y que la definición de este último es previo al primero. No es la educación la que transforma una sociedad dada, pero sí ejerce una influencia relevante en su desarrollo. La teoría pedagógica martiana refleja una teoría política concebida para la

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América independiente y como consecuencia un proyecto educativo que la concreta. No se podría hacer el estudio de la esencia de la teoría pedagógica de Martí, sin adentrarse en su concepción política acerca del desarrollo de la sociedad de la América. Creo que esto explica por qué sus tesis fundamentales acerca de la educación están presentes, aunque dispersas, en sus discursos políticos, en sus artículos periodísticos, en su obra literaria y, en especial, en su epistolario. Indudablemente la práctica educacional de Martí, aunque no abarcó muchos años, le dio una base indispensable para la formulación de los principios esenciales de su teoría. Otro elemento fundamental a nuestro juicio es el haber vivido en los Estados Unidos y en diferentes países de América y haber estudiado muy profundamente sus sistemas educacionales, encontrando las fallas, contradicciones y deficiencias de estos. José Martí tuvo la capacidad, que solo la da el tratamiento científico de los problemas, de revelar las tendencias objetivas del desenvolvimiento de los fenómenos sociales de su época y con esta base prever el proceso ulterior de dicho desarrollo y vislumbrar los efectos de la actividad práctica de los hombres, lo que le da a su pensamiento una vigencia cada vez más tangible en los momentos actuales que viven Cuba y todo el continente americano. Al observar Martí en el fenómeno educativo un conjunto de regularidades, las estudió, comprendió y las expuso reiteradamente en su obra. La relación entre la educación y la sociedad. La relación entre la educación y el derecho del hombre. La relación entre la educación y la época en que el hombre vive su contexto histórico social. La relación entre la educación y la libertad. La relación entre la educación y la actividad del hombre. La relación entre la educación y la autoeducación. La relación entre lo emocional y lo racional en la educación del hombre. Es importante aclarar que no realizó el estudio del fenómeno educativo constreñido al proceso pedagógico en la escuela, sino extendido a toda la sociedad. Es decir, dirigido a la preparación del hombre para la vida. Sirve de fundamento a este criterio lo expresado por él en 1892:

“Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida”5

En todas sus reflexiones muestra la educación como un fenómeno vinculado a la sociedad, a sus cambios, a las posibilidades del hombre de actuar en ella y de

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transformarla. Expone al hombre como una unidad de sentimiento, pensamiento y acción, que lo mueve a sentir, pensar, actuar y crear. Las fundamentaciones de estas relaciones las encontramos en profundos análisis de los que logra síntesis precisas: “Al venir a la tierra, todo hombre tiene el derecho a que se le eduque y después en pago contribuir a la educación de los demás” 6 Aquí vincula el derecho con el deber. Llega a plantear que el servicio a la docencia debería ser obligatorio y que la persona que no hubiera enseñado por los menos un año en su vida se le debería quitar el derecho a votar. “Es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época y la época…”7 La educación tiene un deber ineludible para con el hombre – no cumplirlo es crimen conformarle a su tiempo – sin desviarlo de la grandiosa y final tendencia, Que el hombre viva en analogía con el universo y con su época” 8 “Puesto que a vivir viene el hombre la educación ha de prepararlo para la vida. En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con que en la vida se ha de luchar”9 “A un pueblo ignorante puede engañársele con la superstición y hacerlo servil. Un pueblo instruido será siempre un pueblo de hombrea libres. La educación es el único medio de salvarse de la esclavitud”10 “Quien quiera pueblo ha de habituar a los hombres a crear. Crear es la palabra de pase de esta generación”11 De estas relaciones estables del fenómeno educativo, denominadas regularidades, se derivan ideas centrales, rectoras de la intención pedagógica de Martí, que las hemos considerado tesis, postulados o principios de su teoría. Vinculación de sentimiento y del pensamiento Unidad de la instrucción y la educación. Educación en el patriotismo. Vinculación de la teoría y la práctica. Vinculación del estudio y el trabajo. Carácter científico de la enseñanza. Unidad de los bueno, lo bello y la verdad. Unidad de la alegría y el esfuerzo. Unidad de la enseñanza y el amor. Unidad del aprendizaje y el descubrimiento. Aprendizaje activo e independencia del alumno. Unidad del pensamiento y la expresión.

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Relación entre lo que hace el niño y lo que puede llegar a hacer. Analizando los textos martianos es posible penetrar en la esencia de su pensamiento y demostrar la unidad de sus tesis:

”La educación empieza con la vida, y no acaba sino con la muerte. El cuerpo es siempre el mismo, y decae con la edad; la mente cambia sin cesar, y se enriquece y perfecciona con los años. Pero las cualidades esenciales del carácter, lo original y enérgico de cada hombre, se deja ver desde la infancia en un acto, en una idea, en una mirada.“ “Esta educación directa y sana; esta aplicación de la inteligencia que inquiere a la naturaleza que responde; este empleo despreocupado y sereno de la mente en la investigación de todo lo que salta a ella, la estimula y le da modos de vida; este plano y equilibrado ejercicio del hombre, de manera que sea como de sí mismo puede ser, y no como los demás ya fueron; esta educación natural, quisiéramos para todo los países nuevos de la América”12 “ Casas de razón donde con guía juiciosa se habituase al niño a desenvolver su propio pensamiento, y se le pusieran delante, en relación ordenada, los objetos e ideas, para que deduzca por sí las lecciones directas y armónicas que le dejan enriquecido con sus datos, a la vez que fortificado con el ejercicio y gusto de haberlos descubierto.“13 “El remedio está en desenvolver a la vez la inteligencia del niño y sus cualidades de amor y pasión, con la enseñanza ordenada y práctica de los elementos activos de la existencia en que ha de combatir, y la manera de utilizarlos y moverlos.”14 “El remedio está en cambiar bravamente la instrucción primaria de verbal en experimental, de retórica en científica; en enseñar al niño, a la vez que el abecedario de las palabras, el abecedario de la naturaleza; en derivar de ella, o en disponer el modo de que el niño derive, ese orgullo de ser hombre y esa constante y sana impresión de majestad y eternidad que vienen, como de las flores el aroma, del conocimiento de los agentes y funciones del mundo, aun en la pequeñez a que habrían de reducirse en la educación rudimentaria.”15 “¿No deberá ser toda la educación, desde su primer arranque en las clases primarias, se preguntan otros, dispuestas de tal modo que desenvuelva libre y ordenadamente la inteligencia, el sentimiento y la mano de los niños?”16

Estas reflexiones bastarían para mostrar la unidad de su pensamiento pedagógico, si se tiene en consideración que estos análisis fueron realizados en diferentes años y circunstancias, durante su estancia en países de América Latina y en los Estados Unidos.

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Para Martí, cuyo pensamiento pedagógico tiene un sólido basamento ético, era imprescindible colocar en lugar priorizado la atención a los sentimientos del niño, elevar en él desde pequeño la cultura de las emociones como vía para prepararlo y de que esté en condiciones de analizar el mundo que lo rodea, los hechos y fenómenos, para encontrar respuestas a sus preguntas y soluciones a sus problemas. Con toda seguridad confiaba que al educar los sentimientos del hombre se le prepara para asumir las tareas que la sociedad le plantea, actuando en ella como un elemento descubridor, creador, transformador, portador en sí del desarrollo. Significó la importancia de la educación de los sentimientos en los niños, cuando escribió en 1875:: “Violentando las fuerzas nobles en el ánimo de los niños, no se forman hijos fuertes para las conmociones y grandeza de la patria. Deben cultivarse en la infancia preferentemente los sentimientos de independencia y dignidad.”17 Sus ideas relacionadas con la adecuada formación de los sentimientos van más allá, cuando establece la concepción martiana de la educación integral entre estos y la razón. Preconizó la necesidad de una educación con adecuación a las exigencias de la época y de la sociedad en que se nace:

“…Se está cometiendo en el sistema de educación en la América Latina un error gravísimo en pueblos que viven por completo de los productos del campo, se educa exclusivamente a los hombres para la vida urbana, y no se les prepara para la vida campesina”18

Nos exponía así que la educación debe ser la que se derive de la legítima cultura de Latinoamérica y en especial la que posibilite que los hijos de este continente se puedan educar en el: “…no parece natural que se saque a los jóvenes de nuestra América debajo el ala paterna, a correr calle, desamar a la patria y habituarse a vivir sin ella en la ajena, que no lo ama ni prolija”.19 También se refería a que el contenido de la enseñanza deberá estar unido en la cultura de nuestros pueblos: “… la historia de América de los incas, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia a es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es mas necesaria ” 20 Concibió una relación dialéctica entre lo universal y lo particular cuando expreso: “... Injértese en nuestra repúblicas el mundo pero el tronco ha de ser el de nuestras republicas”.21 Hace un magnífico análisis de nuestro pueblo cuando concluye:

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“No hay que rebajar las condiciones, que se tienen, sino equilibrarlas con el realce o adquisición de las que no se tienen. Para dar a los pueblos de la América del Sur lo que les falta, no hay que rebanarles la hermosa imaginación, sino levantarla, dotarlo de la razón en igual grado. El capital futuro es capital constante en las naciones. Y un pueblo pierde en caudal, no en relación a lo que gana ahora, sino a si lo que con el cultivo de sus naturales condiciones, pudiera ser. Preservad la imaginación, hermana del corazón, fuente amplia y dichosa. Los pueblos que perduran son los pueblos imaginativos. Y cread el pueblo sumo, rico sin rival en razón, porque la imaginación es la iluminadora que va delante del juicio, avivándolo atrás en reflexiones mientras ella impaciente, parte a descubrir campiñas nuevas, La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda, las soluciones que esta en vano sin ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin cuyo consorcio no hay nada fecunda” 22

José Martí, al igual que Simón Rodríguez, predijo la necesidad de una revolución educacional en América Latina. Conocedor de la situación latinoamericana, sabia que los años de emancipación no habían sido lo suficientemente efectivos para alcanzar la estabilidad social, política y económica y busca las soluciones a los problemas que se presentaban. En el artículo Escuela de Mecánica publicado en Nueva Cork en 1883 señala lo siguiente: “En nuestros países ha de hacerse una revolución radical en la educación, si no se les quiere ver siempre, como aun se ve ahora a algunos, irregulares atrofiados y deformes, como el monstruo de Horacio…” 23 Las reformas educativas que se desarrollaban en América Latina se habían hecho con los modelos de Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Estos patrones de cultura era un tanto extraños a la realidad de nuestros países y su aplicación no fue efectiva. Justo Chávez, uno de los grandes estudiosos de las ideas educativas de José Martí en Cuba, al analizar estas ideas en el plano teórico, descubre un proyecto educacional coherente y muy original para su época que lo concreta en los planos siguientes. Criterios acerca de la educación como fenómeno social universal Especificidad latinoamericana de su ideario educativo Diferentes alternativas pedagógicas La óptica martiana de los problemas educativos fue muy amplia y compleja, de ahí que se planteara diferentes alternativas para organizar la educación. Afirmaba que el plan de estudio para la escuela pública debía estar bien estructurado y balanceado en sentido lineal:

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“Que los cursos de enseñanza publica sean preparados y graduados de manera que desde las enseñanza primaria hasta la final y titular, la educación publica vaya desenvolviendo, sin merma de los elementos espirituales, todos aquello que se requieran para la aplicación inmediata de las fuerzas del hombre a las de la naturaleza…” 24

Que el desarrollo científico fuera como el hueso del sistema de educación publica, afirmaba Marti, que la educación que se programa debía ser sistemática y constante y que el contenido que se organice debe ser realista, con un carácter práctico. Señalaba que en la escuela se debía aprender el manejo de las fuerzas con las que en la vida se ha de luchar. Consideró el trabajo de vital importancia en la educación por lo que fundamentaba que debía estar presente en las escuelas la vinculación del estudio y el trabajo. .Defendió la adecuada formación humanista, pero criticó su exageración en el enfoque que se le daba en su época Insistió en la necesidad de enseñar a pensar al alumno en el proceso del aprendizaje y ejercitar la mente, así como trabajar con independencia. Señalaba que no había mejor sistema que aquel que prepara al niño a aprender por si y que había; que asegurar a cada hombre el ejercicio de si propio. Había señalado que: “...La mente es como las ruedas de los carros, y como la palabra: Se enciende con el ejercicio y corre más ligera”. 25 Creó un modelo muy especial de comunicación entre maestros y alumnos por medio del diálogo Comentó que no eran tiempos de conferencia porque la conferencia era monólogo, que eran tiempos de diálogo. La concepción martiana de la educación integral se presenta mediante la unidad dinámica que existen entre los conocimientos, el desarrollo del pensamiento creador, la responsabilidad de actuar para transformar el medio natural y social que lo rodea y la formación de valores morales positivos de toda persona virtuosa. Relacionado con la educación rural plante que esta debía realizarse mediante maestros ambulantes para remediar la ignorancia campesina. Argumentó que la enseñanza de la agricultura era muy urgente, pero no en escuelas técnicas sino en estaciones de cultivo donde no se describieran las partes del arado sino delante de el y manejándolo. Que no se explicaran formulas sobre la pizarra sobre la composición de los terreno sino en las capas mismas de tierra y que se animara a los alumnos con curiosidades, deseos, y experiencias que son sabroso pago y animado premio de los que se dedican por si mismos a la agricultura. En relación con la educación de los indígenas, expresó ampliamente sus

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apreciaciones y demando el respeto a los derechos del indio y a su desarrollo y señaló que educados los indios crecería el área cultivada con el buen arreglo del reparto de tierra y reunidos sus esfuerzos individuales aumentaría la importancia de sus poblaciones. Frente al crecimiento de las escuelas en la ciudad de Nueva York, ante la relativa abundancia de medios materiales con que se disponen y atienden aquellas escuelas observa la diferencia del rendimiento docente y cubre como una causa la deficiencia del factor esencial la labor del maestro.

“Gran bendición es esa de la abundancia en el número de las escuelas y los escolares; pero mayor sería si la educación que en ellas reciben los niños se asemejase en lo sólido, amplio y espacioso a los edificios en que se distribuye; si el carácter, hábitos y formación del cuerpo de maestros se acomodasen a la hermosura, independencia y orden que rebasan en los providentes y elegantes textos que regala a los niños el Estado. ¿Qué vale acumular reglas, repartir textos, graduar cursos, levantare edificios, acumular estadísticas, si las que se ocupan de esta labor son mujeres en la batalla de la vida; que endurece y agria, o jóvenes descontentos o impacientes que ven como los pájaros afuera de la escuela, y tiene su empleo en ésta como un castigo injusto de su pobreza, como una prisión aborrecible de su juventud, como una preparación temporal incómoda a los fines mas grasos y reales de la vida?…; No solo se ve la existencia principalmente por el aspecto de la necesidad de bastar con el trabajo a sus menesteres; sino que se le ve exclusivamente por ese aspecto. Esta es la preocupación de todos, el miedo, la fatiga. De eso han padecido sin cesar, de eso padecen, el legislador que dispone los cursos, el experto que los aconseja, la maestra que ha de enseñarlos. A eso proveen: a evitar la angustia que ellos mismos han sentido, a dar la niño los medios rudimentarios de pelear con algún éxito por la existencia.” 26 Descubre graves deficiencias en el rendimiento de las escuelas. Luego, encuentra la causa del fracaso en la “falta de espíritu amoroso en el cuerpo de maestros“. Y esto último existe como consecuencia de “la idea mezquina de la vida que es aquí la carcoma nacional“.

Este mensaje se puede considerar como un mensaje pesimista, sin posible esperanza. Sin embargo tiene fe en la gran virtud del trabajo del hombre y en la capacidad de aspirar a transformaciones y creaciones. Hace una fuerte crítica de la enseñanza que en esas escuelas se desarrolla: “…aquí son las escuelas meros talles de memorizar, donde languidecen los

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niños año sobre año en estériles deletreos, mapas y cuentas donde el tiempo se consume en copiar palabras y enumerar montes y ríos: donde no se enseñan los elementos vivos del mundo en que se habita…; ¡Contar, sí, eso lo enseñan a torrentes. Todavía los niños no saben leer una sílaba, cuando ya les han enseñado; a las criaturitas de cinco años a contar, de memoria hasta cien. ¡De memoria! Así rapan los intelectos, como las cabezas. Así sofocan la persona del niño, en vez de facilitar el movimiento y expresión de la originalidad que cada criatura trae en sí; así producen una uniformidad repugnante y estéril y una especie de librea de las inteligencias”.27 De estos párrafos se puede deducir el concepto que Martí tenía de la escuela y de la influencia de esta en el desarrollo de los niños. Algo define cuando expresó: “La enseñanza ¿Quién no lo sabe? Es una obra de infinito amor” 28 Al pensar en la escuela destierra la enseñanza formal, memorista, verbal de nociones señaladas en los programas con el solo objetivo de informar y sin nexos con la vida real. Aboga por la formación del niño en la experiencia y en los hechos reales y en la virtud del trabajo. Señaló el camino a seguir en la transformación de la escuela cuando expresó que había que volcar el sistema y que el remedio estaba en desenvolver a la vez la inteligencia del niño y sus cualidades de amor con una enseñanza ordenada y práctica en que ha de combatir y la manera de utilizarlos y moverlos… Precisó que el remedio estaba en cambiar bravamente la instrucción primaria, de verbal en experimental, de retórica en científica y enseñar al niño a la vez que el abecedario de las palabras, el abecedario de la Naturaleza. Hay artículos escritos por Martí y publicados en diferentes periódicos de Venezuela, Nueva York y Buenos Aires que encierran diferentes partes de un programa que anhelaba para América Latina. Sirvan de ejemplos “La escuela del trabajo”, 1883; Escuela Normal Superior de Jules Ferry, 1882; “Universidad sin Metafísica“, 1889; “La Educación conforme a la vida”, 1885 y la “Educación y Libertad”, 1883. De este último son las esclarecedoras palabras: “La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes”.29 Una nación libre es el resultado de sus pobladores libres. De hombres que no pueden vivir de sí, sino apegado a un caudillo que los favorece, usa y mal usa, no se hacen pueblos respetables y duraderos. Quien quiera nación viva, ayude a establecer las cosas de su patria de manera que cada hombre pueda labrarse en un trabajo activo y aplicable una situación personal independiente. Que cada hombre aprenda a hacer algo de lo que necesiten los demás” . 30

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Sus comentarios y profundos análisis acerca de la educación agraria se recogen en artículos como: “El hombre y la tierra” 1884, “Aprender en las haciendas”, 1883, “Trabajo manual en las escuelas”, 1884. José Marti indagó profundamente en la educación de los trabajadores y tuvo la experiencia concreta de trabajar en Nueva York en una escuela nocturna y en la Liga que reunía trabajadores cubanos y puertorriqueños. Escribió artículos de gran interés “La universidad de los pobres”, 1890, “Lunes en la Liga”, entre otros. El maestro, su papel social y su preparación fueron aspectos que ocuparon las reflexiones de Marti a través de sus escritos. Precisó la definición mas breve de maestro que conocemos: “…Lo hizo maestro que es hacerlo creador”. 31 Insistió constantemente en la influencia moral de los educadores en la forja de la conciencia y desarrollo de valores de sus alumnos. Tomó el ejemplo de grandes educadores del mundo y en especial de América al valorar la función del maestro. Escribió acerca de José de la Luz y Caballero, Rafael María de Mendive, Peter Cooper, Bronson Alcott, entre otros. De José de la Luz, eminente educador cubano, (1800–1862) valoró: “Pudo se abogado con respetuosa y rica clientela, y su patria fue la única cliente. Pudo lucir en las academias sin esfuerzo su ciencia copiosa y solo mosto lo que sabia de la vedad cundo eran indispensable defenderla.. Pudo escribir en obras – para su patria al menos inmortales lo que, ayudando a la soberanía de su entendimiento con la piedad de su corazón, aprendió en los libros y en la naturaleza, sobre la música de lo creado y el sentido del mundo, y no escribió en los libros que recompensa sino en las almas, que suelen olvidar. Supo cuanto se sabía en su época; pero no para enseñar que lo sabia sino para trasmitirlo. Sembró hombres“.32 De su admirado maestro Rafael María de Mendive, que tuvo gran influencia en su formación y que lo consideró como su padre espiritual, comentó: “Era maravilloso, y esto lo dice quien no usa en vano la palabra maravilla, aquel poder de su entendimiento con que de una ojeada sorprendía Mendive lo real de un carácter.”.33 O hablando de las formas de enseñar del maestro norteamericano Bronson Alcott expresó: “El amor es el lazo de los hombres, el modo de enseñar y el centro del mundo”.34 Nos lega un concepto de profesor que refleja el desacuerdo con las prácticas de la época: “…el profesor no ha de ser un molde donde los alumnos echan su inteligencia y el carácter, para salir con sus lobanillos y jorobas, sino un guia honrado, que enseña de buena fe lo que hay que ver, y explica su pro lo mismo que el de sus enemigos para que se le fortalezca el carácter de hombre al alumno”. 35

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. Una de las obras martianas en que recoge la esencia de sus ideas educativas es La Edad de Oro, revista que dedicó a los niños de América. Esta formada por cuatro números, publicados en Nueva York entre julio y octubre de 1889. Martí trató de penetrar en ese mundo del niño para incubar principios morales, conocimientos prácticos, técnicas de elaboración y civismo En dos cartas expresa con claridad sus intenciones al escribir esta obra, la primer enviada a su amigo mexicano Manuel Mercado .Expresó

“… Verá por la circular que lleva el pensamiento herido, y ya que me le echo a cuesta, que no es poco peso, ha de ser para que ayude a lo que quisiera yo ayudar, que es llenar nuestras tierras de hombres originales, criados para ser felices en la tierra en que viven, y vivir infecundamente en ella, como ciudadanos retóricos, o extrajeras desdeñosos nacidos por castigo en esta otra parte del mundo. El abono se puede traer de otras partes, pero el cultivo se ha de hacer conforme al suelo. A nuestros niños los hemos de criar para hombres de su tiempo y hombres de América. Si no hubiera tenido a mis ojos esta dignidad, yo no hubiera entrado en esta empresa.”36

La otra carta es la que escribe a María Mantilla, a quien quiere como una hija, en abril de 1895: “Yo quise escribir así en la Edad de Oro para que los niños me entendieran y el lenguaje tuviera sentido y música”.37 En la dedicatoria de La Edad de Oro, Martí señala que ese periódico es para los niños y por supuesto para las niñas y explica porque sin las niñas no se puede vivir como la tierra no podría vivir sin la luz. Exhorta a los niños a trabajar, andar, a estudiar, a ser fuertes, a ser hermosos, y explica que cuando un niño es bueno, inteligente y aseado aunque sea feo es siempre hermoso. Insiste en que ese periódico se publica para conversar una vez al mes como buenos amigos con los caballeros del mañana y con las madres del mañana y así contarles todo lo que quieran saber y de un modo que lo entiendan bien con palabras claras y con láminas finas. Una de sus narraciones Tres héroes, utiliza las figuras latinoamericanas de Simón Bolívar, Miguel Hidalgo y José de San Martín, y con lenguaje sencillo y ameno lleva a los niños los sentimientos de libertad amor patrio, además les muestra el papel que le correspondía a ellos en esos momentos: “En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados, Bolívar de Venezuela, San Martín de Rió de la Plata, Hidalgo de México. Se les debe perdonar sus errores, porque el bien que hicieron fue mas

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que sus faltas. Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol: “El sol quema con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desagradecidos no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz.” 38 En los cuatro números de la revista, Martí ofrece al niño latinoamericano toda un gama de historias, cuentos, poemas sobre temas muy variados pero que ofrece en unidad una influencia moralizante, de directa acción hacia las virtudes y valores humanos y con la utilización de los recursos que da la historia, el nivel de desarrollo de la ciencia en la época. Expresa que La Edad de Oro se publica para que los niños americanos sepan cómo se vivía antes y se vivía en esos momentos en América y las demás tierras. Les pide que cuando un niño quisiera saber algo que no esté en La Edad de Oro, le escriba para contarle. Les aclara que no importaba que la carta viniera con faltas de ortografía porque lo que importaba es que ellos quisieran saber. Les ratifica que los niños saben más de lo que parecía y que si se les dijeran que escribiesen lo que saben, muy buenas cosas que escribirían. En esta revista Martí demuestra hasta donde había profundizado en la psicología infantil del latinoamericano al utilizar con pericia los resortes motivacionales para la infancia. Cuando se lee La Edad de Oro se revierten las magistrales lecciones de ética y patriotismo dirigidas a los hombres y mujeres del futuro. En el artículo “Los tres héroes” que aparece en el primer número de la revista se denota la mejor forma de influir en la formación de valores en la niñez: “El niño desde que puede pensar, debe pensar en todo lo que ve, debe padecer por todos los que no pueden vivir con honradez, debe trabajar porque pueden ser honrados todos los hombres, y debe ser un hombre honrado. El niño que no piensa en lo que sucede a su alrededor, y se conforma con vivir, sin saber si vive honradamente, es como un hombre que vive del trabajo de un bribón y esta en camino de ser un bribón”.39 Justo Chávez nos señala que la Edad de Oro posee una estructura didáctica subyacente que está destinada a la autodirección del aprendizaje y posee: Aparato gnoseológico, formado por un conjunto de conocimientos variados y bien seleccionados: científicos, históricos, literarios, entre otros. Sistema método interno para propiciar la autodirección del aprendizaje, en el que se parecían los principios de la educación, muy peculiares, que orientan la función instructivo–educativa que se propone como fin. Aparato de orientación encaminado a la formación de valores morales, constituido

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por: enfoques, puntos de vista, criterios, que forman la orientación ideológica. Mecanismo destinado al desarrollo de habilidades para pensar, entre las que se destacan: la descripción, la narración, la comparación, la definición, la generalización y la valoración. Sistema encaminado a la formación de los sentimientos estéticos –de gran belleza plástica –, que aparece fundido con los otros componentes de la obra y que constituye el aspecto formal de los diferentes contenidos, pero que posee vida propia, lo que queda materializado: en el estilo, el empleo del lenguaje figurado, el ritmo de la lengua, las imágenes poéticas, encaminada a lograr el impacto emocional n el lector. Se apreció también el empleo de los recursos de la comunicación participativa que Martí concibió, la cual se produce entre el niño y el contenido – lecturas – de la Revista, por ser una forma parecida a la educación a distancia. Martí no reanunció por ello a la orientación directa cuando reclamo la correspondencia, o sea, que los niños se comunicaran con el por cartas;, de esa manera el Maestro podía evaluar individualmente el resultado del aprendizaje y reorientarlo directamente en caso que fuese necesario. La obra es gran portadora de la atmósfera educativa que se crea en la educación a distancia, verdadera revelación en es momento, cuando esta forma tan común actualmente no había aparecido. La profesora Alicia Abascal, especialista cubana en el pensamiento martiano sostiene que La Edad de Oro, escrita para niños, seria la vía para llevar a la práctica el anhelado magisterio que habría de concretarse en formas audaces y originales. Mediante ella, los jóvenes lectores serían conducidos a hondas reflexiones, descubrirían remotos y desconocidos mundos llenos de poesía y sabiduría, mientras que la imaginación y la fantasía seria estimuladas en función creadora, puesto que creadores habrían de ser estos futuros hombres de América. Fiel exponente del ejerció del magisterio martiano, cada palabra, cada sentencia, en fin cada pagina de la Revista, estará encaminada al propósito didáctico que habría de servir de base al proyecto América le había inspirado revelar las formas lógicas y los principios pedagógicos, conjugados en esta obra de amor donde la razón se alía a la imaginación, el saber a la emoción y el impulso creador trasciende mas allá de su época. La admiración de José Martí por Simón Bolívar, el Libertador, se expresa en muchas ocasiones. En discursos, artículos periodísticos, pero sobre todo en el

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quehacer revolucionario por Cuba y por América. El ideal bolivariano de unir a nuestros pueblos de América en una gran republica continental fue acariciado también por Martí, aunque con las diferencias que imponían la época y nuevas circunstancias. En su discurso en honor de Venezuela pronunciado en 1892, se refirió al Libertador diciendo que se cumpliría por fin el angustioso anhelo, el deseo profético y mortal de Bolívar, quien pensó en poner una piedra fundamental para la libertad de América no lo pidió para la libertad de Venezuela, sino para la libertad sudamericana. Añade que murió de la lucha, por entonces inútil, entre su idea continental con las ideas locales y de la fatiga de haber traído al mundo histórico una familia de pueblos. El 28 de octubre de 1893 pronunció en la Sociedad Literaria Hispanoamericana, otro discurso en honor de Bolívar, Allí: dijo: “Pero así esta Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo sentado aun en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies, así esta el, calzadas aun las botas de campaña porque lo que el no dejo hecho, sin hacer esta hasta hoy. Porque Bolívar, tiene que hacer en América todavía.”40 Existen artículos de José Marti que no están incluidos en las Obras Completas porque fueron encontrados posteriormente a la última edición de estas. En particular nos referirnos a “Revolución en la enseñanza” que fue publicado en la revista La Nueva Enseñanza de El Salvador n 1894. Por la importancia de sus planteamientos y porque revela interrogantes y respuestas no tratadas habitualmente, expondremos textualmente algunas de sus partes:

“Aquí estamos para observar y anunciar todo lo que pueda ser de interés en los países hispanoamericanos. Mientras no haya una escuela en cada aldea, o maestros que vayan enseñando con la escuela en si de aldea en aldea, no esta la República segura. Esa idea de los maestros ambulantes es acaso la única solución práctica del problema de la enseñanza en los países de mucho campo o de poblaciones de poco habitantes. El maestro tiene que ir a aquellos que no pueden ir al maestro”.41

Seguidamente hace un análisis de las reflexiones crítica que haría un niño de doce años al evaluar la educación que recibía “Place mucho ver confirmado por los pensadores lo que se ha aprendido por si propio; pero es mas saludable y fecundo lo que se aprende por si propio/ El que suscribe en El Economista se preguntó a los doce años de su vida:– “ Y de que me sirve toda la miseria que me han enseñado, estos rosarios de

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hechos huecos, estos textos escritos en una jerga pomposa y oscura? El mundo que llevo en mí, él se me va explicando solo peo ese otro mundo vivo de afuera que me llama a si con atracción seductora quien me lo explica? La imaginación me los revela en su aspecto poético y la razón me dice que el es grandor de mi y yo pequeñez suya. Pero al sol cómo se va? qué es la luz que me calienta? cómo funciona mi cuerpo? la tierra cómo esta hecha? quién me apaga esta necesidad de saber que me hace avergonzar y llorar? Yo sé el nombre de todos los astros, y su distancia de mi, pero como se mide la distancia A mi no me importa que otro sepa lo que yo quiero es saber yo. Yo sé de memoria los pueblos de Francia, los reyes de Israel, los teoremas de Geometría pero porque no me enseñan mejor la historia que debe ser tan bella, de los hombres peleando por esta luz que siento en mi, y la historia natural, las costumbres de los animales, las costumbre de las plantas, las semejanzas que yo noto entre mi cuerpo y las plantas y los animales. Todo lo que me dicen está en paramento, que es la lengua que habla la gente baja de la isla de Curazao Yo quiero entender cada palabra que leo, para axial ver clara la idea que representan: una idea Ea, pues: me han hecho un imbécil.! No hay orden ni verdad en lo que le han ense;ado Tengo que aprender a enseñarme a mi mismo” Todo eso se dice a los doce años por los niños que piensan. O sienten sus efectos, si no han nacido con lengua propia y libre para decirse lo que piensan. S e cría hoy a los carneros, toros y caballos con mas realidad y juicio que a los hombres; porque que a los caballos, toros y carneros les cuidad, afinan y desenvuelven las partes del cuerpo que han de necesitar para el oficio a que le destinan, el hueso si son para la carga, la fibra si son para la matanza, los elementos de la leche si son para la cría, Y al niño, que ha de vivir en la tierra, no le enseñan la tierra ni la vida”42 Indudablemente este artículo muestra el método de análisis de José Marti ante la realidad educacional que vivían los países de nuestra América y la constante búsqueda de transformación para revolucionar la educación. En Martí se une el revolucionario, el poeta, el periodista, el moralista, el maestro, el pensador, el abnegado héroe que supo aportar como pocos a la libertad de su patria y que vivió en numerosos países de Europa y América con una larga estancia en los Estados Unidos. Fue a la vez un líder político, eminente educador y excepcional prosista. Esta síntesis que caracterizó su vida dio a sus concepciones sobre la formación del hombre una amplitud y una diversidad, un alcance y un impacto excepcionales.

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Su vida heroica y su muerte en Dos Ríos nos dejan un ejemplo, un ideal de hombre que el encarnó como individuo. Fue consecuente con la máxima mayor de su vida: La mejor manera de decir es hacer. “De América soy hijo y a ella me debo” 43, afirmó José Martí a finales del siglo XIX. Estas palabras sirven de fundamento y pauta de acción para presentar su pensamiento pedagógico como contribución a la unidad latinoamericana. No ha de ser casual que junto al pensamiento revolucionario y la acción libertadora de los forjadores de nuestra independencia, estuvo siempre la presencia de un maestro. Se hace necesario, precisamente en estos momentos, rescatar ese pensamiento educativo para lograr una Pedagogía Latinoamericana asentada en el ideario de los grandes maestros que forjaron nuestra identidad con los valores e idiosincrasia de nuestros pueblos. OBRAS PUBLICADAS Las obras completas de José Martí están publicadas en 25 tomos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978. Ofrecemos a continuación las temáticas que abarca cada tomo: Tomo 1. Cuba, Política y revolución, 1869–1891 Tomo 2. Cuba, Política y revolución, 1892–1893. Tomo 3. Cuba, Política y revolución, 1894 Tomo 4. Cuba. Política y revolución, 1895 Tomo 5. Cuba, Mujeres –Artículos Varios, Letras, Educación, Pintura, Música–en Casa. Tomo 6 Nuestra América Conferencia Internacional Americana Comisión Monetaria Internacional Americana México Tomo 7 Nuestra América II. México Tomo 8 Nuestra América III Tomo 9 al 12 En los Estados Unidos. Escenas norteamericanas

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Tomo 13 En los Estados Unidos. Escenas norteamericanas Tomo 14 En los Estadod Unidos. Escenas norteamericanas Tomo 15 Europa II. Critica y Arte Tomo 16 Poesía Tomo 17 Poesía II Tomo 18 Teatro, Novela – La Edad de Oro Tomo 19 Viajes – Diarios – Crónicas – Juicios Tomo 20 Epistolario Tomo 21 Cuadernos de apuntes Tomo 22 Fragmentos Tomo 23 Periodismo Tomo 24 Traducciones I Tomo 25 Traducciones II

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NOTAS BIBLIOGRAFICAS 1 Marti, Jose, Ismaelillo, Obras Completas, t 2 Ibidem, t. 3 Ibidem, t. 4.Marti, Jose , Obras Completas, Edición 5 Ibidem, t.19, p.375 6. Ibidem, t.5, p. 275 7. Ibidem, t 8. Ibidem, t 13, p. 53 9 Ibidem, t 17, 0 159 10 Ibidem, t. 11. Ibidem t.18. p. 390 12. Ibidem, t.6. p. 287 13. Ibidem. t..12, p. 302 14. Ibidem. t. 11. 86 15. Ibidem t.11, p.81 16. Ibidem, t. 11. p. 222 17. Ibidem, t. 6 p. 202 18. Ibidem 19. Ibidem 20. Ibidem, t.6 p.9 21. Ibidem 22. Ibidem 23. Ibidem, t 8, p. 281 24. Ibidem t. 25. Ibidem, t. 26. Ibidem. t. 11 p. 80. 27. Ibidem , t.11 p. 82 28. Ibidem, t.11, p. 81 . 29. Ibidem. t. 5 p. 249 30. Ibidem. t. 5 p. 249 31. Ibidem t. 5. p. 251 32. Ibidem, t. 5,p 249 33. Ibidem, t. 5 p. 251 34. Ibidem, T, 13 p.188 35. Ibidem, 36. Ibidem, t 37. Ibidem, 38 39 Ibidem, t.18 p. 304 40

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41. Marti, José, La revolución en la enseñanza, Anuario Martiano 1985 42. Ibidem, p. 43. BIBLIOGRAFIA Albert Batista, Celsa, Las ideas pedagógicas de José Marti, Universidad Católica de Santo Domingo, 1992. Almendros, Herminio. A propósito de la edad de Oro de José Marti, Universidad de Oriente, 1956. Anuario, Centro de Estudios Martianos, La Habana, 1985. Arias, Salvador, Un proyecto martiano esencial. La Edad de Oro, Centro de Estudios Martianos, 2001. Fernández Retamar, Roberto, Semblanza biográfica y cronológica mínima, Centro de Estudios Martianos, Editora Pueblo y Educación, La Habana,1990. García Marruz, Fina, El amor como energía revolucionaria en José Martí, Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2004. González Sierra , Diego, Martí y las ciencias del espíritu, Editorial Si–Mar, S.A. Hart, Armando, Vigencia del pensamiento pedagógico y humanista de José Marti, Honda, No. 9, 2003. Martí José, Obras Completas, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1975. Martí, José, Ideario Pedagógico, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1990. Toledo Sande, Luís, Cesto de llamas, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1996 . Turner Martí, Lidia y otros, -Martíi y la educación, Editorial Pueblo y Educación, La Habana,1996.