IDi rector. 1ic. ll'tctortano Bgüttos.

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I¡.---'---.--! emanalio it el aIio IustlaQo p I)cbtcabo espectalmente tI .. famtU .. católtcu be la. 'Repáb(tQ. -- Se publica los 1unes. -- IDi rector. 1ic. ll'tctortano Bgüttos. DE SUB¡';CRIPCION Por IIn meR en lit Uapitltl ..... .. ... .. O fiO por ,. .. en los E8tadoB . O i5 TOMO II NUlIIlERO 66 . MEXICO. Lunes 31 de Marzo de 1902. .S. S. LEON XIII. ( De último ['etrato tomado en el V'aticlUlo.) 1 DirljaDse Jos pedidos de al Director Apartado nóm. 379, 6 Cerca de Santo Domingo nóm.4.

Transcript of IDi rector. 1ic. ll'tctortano Bgüttos.

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emanalio it el aIio IustlaQo p

I)cbtcabo espectalmente tI .. famtU .. católtcu be la. 'Repáb(tQ.

-- Se publica los 1unes. --

IDi rector. 1ic. ll'tctortano Bgüttos. PRECIO~ DE SUB¡';CRIPCION

Por IIn meR en lit Uapitltl ..... . . ... . . ~ O fiO por ,. .. en los E8tadoB . O i5

TOMO II NUlIIlERO 66. MEXICO.

Lunes 31 de Marzo de 1902.

.S. S. LEON XIII. (De último ['etrato tomado en el V'aticlUlo.)

1

DirljaDse Jos pedidos de ~ubscripción al Director Apartado nóm. 379, 6 Cerca de Santo Domingo nóm.4.

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LA VIRGEN EN LA

Resurrección de su Hijo. ¿ Qué hizo 1!lJ Santísima Virgen despu(>,. de

;a muerte y seopultúra de su Dh'iuo Hijo'! Reth'ó~e á Jerusalén, y pas6 10:3 tr~s (jí .. " ¡(u­

t€>ri'Ores á la Resurrección en ~ubli'llt! y ~111:ti­

uua {!ontemplu('ión de todos los 'misterios que ¡lcababan de realizarse y (le los que ¡]eLJian se­guirlos.

¿ Qué seJI,timientos llenarou entonces el Co­raz6nie MarIa?

Sentimientos de pa'ofulldo dolor, de a'l'dipnte {loillOl', de 3ibl'asados deseos y de santa e"ve­¡-anza.

Estos sentimientos le ,inspi,raban orat'Í'onf's y suspiros ardorosos. que San Buenave ntura se Hfuerza en exponoer:- "¡Oh dulclsLmo Hijo mIo, ¿dónde c:;otáis? . .. ¿Porqu{\ tardáis tlmto en mostraros? Os supli-eo no diferáis míLs el veni:' á m!. ... ¡Levantáos, oh gloria mla y mi te30, ,re, y venid! Deseo más que todas las {!OSH~

':uestra divina presenda_ ¡Vuestra ;partida me causó tan amarga tristeza! que por lo menOd "uesm-o retorno me consuele. ¡V(}lved, pue;;, mi muy amado! ¡Venid, Señor Jestís; ven id. (!;n~ca esperanza mla! ¡oh querido Hijo mIo, ve­nid, venid á m!!" ,¿ A quién se apall'eció prLmero Nuestro Se·

ñor después de 81,l Resurrección? La opinión comtín es ,que Nuestro ,Señor ~e

'apare<!ió 'JllI"Ílnero rL la Sa:lltfslma Virgen en 1'1 momento de su Resurrección, y que ella fu'~

la primera que le vió en este estado glon·ioso. Si es asl, ¿cómo es que el Evangelio nada

dice de esta aoaridón,? S~l\ d'lda. \l(}r~\1e el hecho es ta.n natural, que

,,1 mencionarlo paredó intítil'3,1 Escritor Sag'!'a­do, ¿Cómo pod,ría dud'8l'se de eso, si se ronsi­tl~,ra, en efe-cto, por un lado el amor <le Ma:'Í:i á Jesús 'Y la parte ,que tomó en sus dolores, y por otro el amor del Salyador [L su ;-.tlldre, y Ins atenciones q~le tuvo siern,pre con EHa?

San Ireneo. San, Ambrosio, S,nn Anselmo, San Bernardino de Sena, San Vicente Fefll'l'l', ¡:'u{¡,rez y Ot¡·O¡; mu<:ho!!o te(¡logos admiten esta nparición yo la 'tienen por ciell'ta.

i. Por qué Jesucristo se apareció primero á ~ll

S!tntísima MaclTl'? Palfa indemni~arla la,bunda;ntemente, con h

~Jegr!a inefable que enton{!es inundó su alma. lle todo lo 'que había ,sufrido durante la Pa­sión 'Y soblI'e todo en el Calvario.

¿Podemos concebir el gow de Maña al v~r li su Hijo resucitado?

As! como nos es imposi,ble expresar toda la aJlicción de la Sant!sima VÍJI'gen asistiendo á la teNible agonf,a de Jesu{!rl'sto en la Cruz; a~! también en vano trataríamos de hace!!' sentir ,~l gozo de esta bienaventm·rada Madre {!uanilo yió lí su divino Hijo viYo, glorioso y , para siempre Impasible.

Mienm-as que las 'santas mujeres se · dirlg~n pl'esuros'as al sepulcro parra embalsamar el {!uerpo del Señor, entremos ,con el piadoso San Buenaventuna, en la casa donde María, sie :n· pre Inquebrantable en su fe, espera ronfiada· mente la pr6xima Resunrección.

Es la hora en que luce en Oriente el cre­iptísculo matutLno. "El Señor vestido de blall­{!o, con el rostro radiante de gl~a, aparece de pronto á su Sia,ntlsima Mad~'e ,sal'lldMldola con ternura. Mar!'a temblorosa, embar,gada - de go­zc y de amor, pó&trase y adora... . . . "Heme aqu! amadlsima Madl!'e, le dke Jestís levan· ti1ndola: ¡soy Yo que vuelvo 1i Vos!" Y Ella, abna,zlíndole con lágrimas de go'w. le estrec.b~ conbra su CO~'az6n , mientl'as que una mano di· vina la sosotie,ne en su éxtasis. IJue go .siéntanse una al lado del otro. y MarIa contempla la frente sagrada donde llBs espinas Imprimieron sus huellas, las brilla:lltes dcatll'ices de sus m¡}­r,os y pies, y segura de que J es(ls ,n'O volverá i\

padecer, bendice y exalta con El fL Dios Padr~

.:or!H ns aAlanAap al qub

SEMANARIO

¿ Qué enseñanza nos oflre<!e la conducta de Jesús J'esucHado con su Madre SanUsLma,?

Que J estís no sólo es fiel en socorrernos e1\ nuestras penas, sino qúe además da slemprp ,,1 consuelo , á proporción de los sufrimientos so­¡:.orta<1os por su amor, si, á ejem.plo de Maña, s('abemos espel~ar con c(}ntlanza la l;>endita h()!'a de su - visRa.

Así, esto debe movernos á ser generosos y (onstantes en bas tribulac,iolles y sacrificios que DIOS nos envía, á fin de formau' en noso1'1'o$ la ¡:emejan!lli de su Hijo (:l'ucl1kado; pues "si so­mos <pa,rtldpes de los dolores de Jestís, ser~­

L.10S tamMén' llamados lí serlo de s'ugloria." La SanUslma Vh'gen ¿fué frecuentemenle

favorecida con apariciones de su Hijo resuci­tildo?

No (,a,be duda que gozaQ'I'a de la presencia CH­

si con.tinua del Divino Salvador en los <:uarell· , ta dras que Este perma,neció todayfa en la t'erra hasta su Ascensión,.

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Soneto. Dadme Selior, la firme voluntad,

compaliera y sostén de la virtud, la que sabe en el golfO hallar quietud y, en medio de las sombras, claridad.

La que trueca en tesón la veleidad y el ociQ en perennal solicitud y las ásperas fiebres en salud y los torpes engalios en verdad.

y as( consegÍlirA mi corazÓn que los favores que a. tu amor debí te ofrezcan algtín fruto en galard6n.

'Y aun -tfl, %e.oT, <!onseguirll.s ast que no legue A romper mi confusi6n la imagen tuya que pusiste en mI.

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Las Santas Marias. l.

Para la noche del sa.bado, y como la costum­bre de los hebreos era contar el fin del dla cuando el sol se pone, la fiesta de Pascua habla concluido, las tiendas de Jerusalén se abdan, y los judlos, siempre aficionados al lucro, empezaban de nue­vo su comercio.

Una joven alta y esbelta, embozada en un mano to obscuro recamado de una fimbra blanca, atrllve­saba sola y a. obscuras la ciudad. Detdvose a·nte

, una casa de pobre apal'Íencia y llamó a. la p~er­tao Una voz débil de mujer respondiÓ desde den­tro:

-¿ Eres td, María? -Soy yo, Milda, dijo la joven; y una mujer

anciana abriÓ y apareció alumbrada por una Idm­para en forma de media luna que traía en la ma: no. La luz iluminÓ las facciones de la joven, que era un portento de belleza y el m!!.s puro ejeIÍl­pIar del tipo juda.ico, sólo que, por un raro capri­cho de la naturaleza su profusa cabellera que :'le

• cala suelta sobre sus espaldas era de un rubio do­rado, casi rojo, La anciana hizo entrar a. la joven y le dijo:

-Voy a. tomar el mant.o al instante voy C",\­

tigo. -Aguarda, dijo María, voy a. llamar a. Salomé;

y la joven salió a. la calle, dió algunos pasos y llamó con la mano en otra puerta también de m~7-quina apariencia. Abrióse al iastante y apareció en ella una matrona de mediana edad; era una hi­ja del pueblo, sus faciones morenas, su nariz agui­leña; cuorla su cabeza con una toca de cll.f[auoo amarillo mezclado con hilos de colores, arregla.1a A guisa de turbante, que segtln la moda heblt:'¡ llevaba atada debajo de la barba con una tira de lino blanco. La matrona se cubrió con un mantn obscuro y siguió !\ la joven, cerrando la puert.l tras sr.

:¡:'a anciana fuI! 1\ encontrarlas cubierta tambIén

de ' pies a. cabeza; y su toca amarilla, semejante en la forma a. las de nuestras religiosas, ocultaba 1 .. mitad de su frente y su cuello. MarIa se detuvo ante una tienda abierta y penetrÓ en cH 'l (,.,1\ aireo r~suelto. Un hombre joven <,~!,aba jUl'C" al 11l0~­

trador. --¿Ens tú, MarIa de i\lJagdala?-di-,,1 ul v,r

la,-¿qué quieres~ ¿Deseas algún nuevo perfulI',e. alguna joya?

-Deseo un ungiiento para ungir á un rlifl:nto, contestó Malla con acento triste,

-'.romemos tres libras de mirra y aloes, dij.) la anciana.

-Como quieras, Cleofé, contestó Mada Mag­dalena.

-Pero de.emos añadir algo oloroso, ' dijo la ma-trona.

-E.to ,e entiende, Salom-'. -y volviéndose al que vendIa, le dijo: "":'Añada una libra de nardo plstico. Las tres mujeres, que eran Mada C)eofé, lla­

mada la hermana de la Madre de Jesfts por su pa­rentesco cercano, ... , Mada Salomé, prima her­mana de hi Madre de Jesús por ser hija de una hermana de Santa Ana, y la pecadora de Jerusa­lén, recién convertida, Maria de Magdala, conoci­da ma.s tarde en todo el mundo cristiano con el

nombre de MarIa Ma¡rdalena, iban imjlll'. ~ud:lx ll,lr su cariño y su fe a. tributar un triste deber. Jesús, su sobrino y maestro, había muerto por intrigas de los judIos, v(ctima de tlU juez déttil. y ellas iban a. ungir otra vez su cad!!.ver sepultado fuera de Jerusalén.

j QUé ternura la que acompaña ma.s alla. de la tmhba! j Qué grupo tan interesante el que for­maban estas mujeres, en el que se veían represen­tadas los tres edades de la vida humana! Cleofé encorvada, pobre anciana que andaba con pa~o

vacilante: Salomé, la matrona de edad mediana en la robustez de ella, y Magdalena, joven y con todo el esplendor de su belleza. Las tres siguieron su ~amino, cuando al ,;vlir de la puerta (h~ .TcrU,:lI~I' Cleofé detnvo A sus compañeras. La vejez es la madre de la experiencia, y Oleofé empez6 a. va- , cilar.

-¿ Quién nos quitará., dijo, la piedra que cubre el sepulcro?

-Es verdad, contestó Salomé: cuando sepulta­ron á. Jesús, Nlcodemus y José, hombres robus­tos, , ayudados por Juan, mi hijo, tuvieron gran trabajo para moverla.

-Adelante, dijo Mada de Magdala, no faltará quien nos preste este servicio,

n,

Era noche cerrada, y junto al sepulcro del Hijo de Dios velaban cuatro hombres armados de lan­zas, puestos expresamente por los caudillos del pueblo de Israel. ¡ Qué anomalIa! j cuatro hom­bres armados para guardar a. un difunto! La lu­na brillaba en medio del cieló, y reinaba el silen­cio de las tumbas. Sobre una rama de olivo se habla posado el ave de la noche, y hacIa Oíl' por intervalos su gl'ito lastimero, al cual respondía el lejano de otra ave agolera. La noche adelantal a y los guardias paseab ~ n al rededol' del sepulcro para sacudir el sueño. Entonces vióse brillar en el firmamento la estrella precursora del dIa, y oyóse el canto del ave de las florestas Que saluda­ba el venidero dIa con sus trinos. Las aves noc­turnas enmudecieron, un rumor sordo como de gol­pes dados dentro del sepulcro se dejó 011' y los guardias se detuvieron pl\lidos llenos de terror, diciendo uno de ellos:

-¿Oís? Entonces volvió A oIrse el grito del ave de las

tinieblas. -Es la lechuza, dijo el guardia, y prosiguieron

su interrumpido paseo. El firmamento empezaba á clarear levemente, y

el ruiseñor volvió á. empezar su canto. De pron­to se oyó otro ruido dentro del sepulcro, y pa­reció que la tierra temblaba. Entonces vi¡¡se una bandada de aves nocturnas, lechuzas blancas y amarillas, cuya cara de ojos negros hundidos re­cuerda el descarnlldo crl\neo de un cad!\ver, y mo­chuelos orejudos do! o~os amalillos y fosfor~scen ; c!l

que hufan dando gÍ-iC )S. El rUlseflor red<l?ló SllS tri·

LITEAARto 1 LUSTRAbO. !

EL .JUBILEO DE S. S. LEON XIIl.-Su San tld,¡¡d prepu['állldose para la gIMJl prooosió;;,

nos; la loza del sepulcro pareció levantarse y la tierra se estremeció de nuevo. Los guardias, po­seidos de terror, cayeron en tierra; pero vueltos en su acuerdo, huyeron despavoridos, La loza se levantaba lentamente y como empujada por una fuerza superior. Entonces se alzó de la tumba un fantasma envuelto con uu sudario, la cabeza cu· bierta con un lienzo blanco y las manos saliendo de entre las ropas ; estaban taladradas y conser· vaban vestigios de sangre secu ; con una de ellas arrancó el lienzo que cubrla su cabeza y se vió en· tonces una fisonomla bella, belllsima; era sin duda de un joven, pe.o su fr~ute estaba he,";í.l cn 'lit.· · rentes partes y salpicada de sangl'e; sus ojos esta­ban cerrados y tenia la palidez de la muerte. Abrió sus ojos, desprendióse de sn mortaja, elevó ·su mi­rada al firmamento de oro y azul, salió d('! s, e'nlcl'o y cayó de rodillas exclamando:

-Gracias, Padre mio: se ha consumado tu obra, la obra de la redención del género humano, j Seas Dios siempre bendito!

Una nube de ro~a y oro pareció cubrir aquel cll!'r­po y las facciones del Hijo de Dios, rad¡anlc~ ,le hermosura; sólo conservaba éste al rededor de su frente unas leves manchas violada3 <;u(~ seiíah­ban el lugar que ocupó en él la corona ,h, espinas. El ruiseñor redobló sus trinos, oyéudosc en 10"la­nanza el grito de las aves agoreras que hulan asns­tadas, y en tanto en el firmamento las voces de los Angeles entonaban el "Gloria in excelsis,"

Un instante después todo había desaparecido. Junto al sepulcro estaba el sudario, la losa se vela atravesada, y sentada s~bre ella un joven, un adolescente vestido con una tllnica blanca; eCII. el I!.ngel de la vida, qne viendo 1\ las tres mn~ jeres que se retiraban llenas de terror, las dijo deteniéndolas:

-No temais, buscl!.is !l .Jeslls de Nazaret y ya ha resucitado; id y deci<llo I!. sus discipulos, pues ha triunfado de la muert~.

Cleofé y Salomé, sin contestar nada y llenas de terror, no acertando alln I!. comprender lo que pa­saba, pero llenas por otra parte de esperanza, vol­vieron I!. emprender el camino hacia Jerusalén, Magdalena se quedó mirando el sepulcro y quiso cerciOl'arse por st misma examinando el fondo del

sarcófago, el cual estaba completamente . vacto, despidiendo el perfume de los aromas con que un­gieron el cuerpo que en él se sepultó, mientras que la unciaua y la matrona continuaron su cami /lO hacia J erusalén, retal'dado por la anciana Cleo' fé, cuyo paso el'a tardo, por ml!.s que Salomé la ayudaba,

-Yo quisiera ser joven, decia, para poder an­dar mlls aprisa, pero los años pesan; quisiera po­der dal' ahora e3ta notida [1 MalJa, nuestl'a her­mana, la Madre de J eS(IS, j Qué feliz va I!. ser! i. N o es verdad, hermana?

-SI, contestó Salomé, y mis hijos Jacobo y Juan, y bs tuyos ,Tncobo, Simón, 'l"l<Ieo y Josí', no a c-el'­tarán I!. creerlo.

-Yo no lo dudo, <lijo Cle ,fé; aquel joven no nos ha engañado.

Eutonces oyeron una per.<o na que cOI'da tras ellas, y se yoivjeron asustadas , pe.o se tranqnili­zaron al pnnto: era Magdahna con las mejillas roja ~ y I ~s ojos brillantl's de placer, que con V02-

cortada por la fatiga y el gozo les dijo: -Yo he visto . á Jesús, lí El mismo, y le he ha­

hla~10 alli junto al sellUlcro; le. tomé por un horte· lano, pero al mirRrle, al olr su voz que fne llamaba Marra, no sé lo que me ha polsado, cre! volverme loca.

En aqul'l . instante observó Magdalena que su~ amigas calan de rodillas y que adoraban al sue­lo: Delante de ellas, hermoso, cubierto con uu manto blanco, estaba Jeslls,

-Maestro y Sellor, dijeron apoyando sus fren-tes ' en la tierra.

-No temais, les dijo con voz dulce: decid I!. mis discipulos que vayan It Galilea, y que am me ve­rl!.n, '

Las santas Mañas le adoraron y El desapareció de su vista, mientras el ruisefior cantaba en las cop~s de los !lrbole~ y el coro de los Angeles repe­Ua desde el cielo el · "Gloria in excelsis."

Las tres Santas llegaron I!. Jerusalén y se diri gieron It casa de Juan, en donde estába Maria, Madre de .J eslls. HaJll!.ronla de rodillas con las manos juntas. Una especie de éxtasis se habia apoderado de Ella: sus facciones hermosas, el ml!.s vivo retrato de las de Jeslls, estaban Uumi·

nadas por una luz divina: Marra no pertenec!a al mnndo, vela el cielo, ' vela la redención consuma· da, Lentamente volvió en si y se abrazó con sus hermanas, las cuales nada la dijer.on; pues com­prendieron que Maria ya habla visto á su Hijo. Magdalena besó el lllant-J de la Madre de Jesús, pero Ella atrayéndola h :lda sus brazos, apoyó sus labios puros en 1.1 frente de la pecadora arrepen­tida.

PIIRaron los años y Je, (¡s fué llamando una il.

una á las compaiíeras de su Madre, sus fieles' pa­I'ientas y amigas, que no le abandonaron nunca ni aun de5pué3 de su muerte.

El unive rso entero las aclama por Santas y SUb

¡eliquias ~on ten idas en g ,an veneracióli. Verdl en Italia posee la mayor parte de las de Salomé, el resto de las cuales están en Saintes, Provenzil. con las de Magdalena y Cleofé, si bien en otl'O~

puntos también se venera parte de estas reliquias, como sucede en · Barcelona, que en su cripta de la Catedral. junto al sepulcro de Santa Eulalia, guar­da f'ntre otras algunas de las Santas M:~rlas.

FRANCISCO DE p, 8APELLA,

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. La Resurrección del S~ñor I . ,

Sellado está el sepulcl'Q toda,vía . . ~ Y Ilun le .C'us todia la legI(on romana., t:

Cuando al prime r albor úe la mañan~ l';p extremece la tie rl'a de alegrf·a , :

Rompiendo el seno de la tumba frfa Mostró el Señor su diestra sobe.rana, I Y enul'e nubes de púrpur,a, y de grana: 811 rostro, como el sol respl¡¡,ndecfa.

En las negras legiones del infierno.! .L6.grimas de despe·cho Sat6.n vierte I De sus cadenas al crugir eterno,

Y cuando el rostro al Gólgota convierte Exclama: "En esa Oruz el Rey Eterno .Vence y quebranta, el cetro de la muerte."

Pbro. J , SEBASTIAN ,SEGURA,

EL JUBILl!,;O

De S. S. León XIII. El dia 3 de marzo 1iltuno, <..O,OvO persouas, reu·

nidas en la BasUica, entre peregrinos, Cardenales. Obispos, enviudos de todas lus uacionalidades, se asociuron pura la celebración ue! jubileo uel Pa­pa Leóu XIll:

Eu esta techa el Papa eutró al 250. ailo de su pontificado.

L a vispera, el 2 de marzo, el augusto ancia~ cumplió 1:12 ailos, asi es que se conmemoró un do· ble aniversario á la vez.

El Pupa habló (on sorprendente dgor á to.Jo~

los que, en ese <lia, pndiprou ycdo ó aproximár sele.

Pal'a esta solemni<la<l, la Basnica <le San Pe ­<lro se rt!vistió con los auoruo.; de las grllndes fies­tas.

Las columnas estaban cubiertas de damasco ro­jo con galoues de oro.

-SBMANA1HO

-El (runo poutifical se colocó bajo- un suntuoso baldaquín, y para los enviudos extraor<linal:ios que los diversos Gobierno habían delegado, asi como para el (uerpo diplomáticlJ acreditado, se constru­yó una tdbuna especial. \

'J'fI11i('eR r !'galmlos por el Gobierno Fi¡'u,ncéR íl :4 . S. LeÓo¡l' XIII con moti yo de su .Tubileo. (RpllreR('n,f.::ui ellkooioR nI' la viII ;, (\(' .T'n,aua de Arco.)

A las once de la maüana, precedido de un mar!!­villo .o (ultejo ue cardenales y de prelados, de ca­mare.o_', de gllardas-uobles, de suizos, etc., hizo el Papa su entra;)n, con la tiara puesta y sentado en la silla gestatoria.

Una inmensa aelamaeióll lo saludó, y se prolon­gó hasta el momento en que tomó lugar en su tro" no, bajo el baldaquín, para asistir á la misa que celebró el Cardenal Sera fino V~nnútelli.

Una vez terminado el oficio, el Santo Padre vol-. vió á ocupal' la silla gestatoria, y los Cardenales se apresuraron á ponerle la tiara que se había quitado durante la misa.

Entonces se puso en marcha la soberbia proce­sión hacia el altar de la confesión, en donde León XIII entonó el "Te Deum" de acción de gracias, cantado en seguida por el coro y por todos los asistentes. Al terminar el canto lit1írgico, el Pon­tlfice se incorporó en la silla, y con un gesto seve­'t\), 'tI~~~\\\) \\. \~ ID."\l\'ú\"\l~ ,,'t\)\;,\~'t1l.'Q.il~.

Afln se levantó para bendecir al pasar delant¡, de la tribuna de los embajadores en medio de las aclamaciones y los aplausos que no cesaron hasta que <lesa pareció el cortejo en la capilla del Santí­simo Sacramento.

En recuerdo de este jubileo, la mayor parte de los Estados enviaron presentes al Papa.

El Gobierno de la República francesa, por su parte, le hizo el homenaje con dos tapicerias muy bellas, de la manufactura de los Gobiernos toma­das de los cartones del maestro Jean Paul Lau­rens. Los asuntos tratados son dos episodios de la vida de Juana de Arco: Junna oyendo las vo­ces, y Juana poniéndose en marcha.

De un sentimiento muy bello, estas dos obras

han agradado i1)finitam~nte - al Pontrfic~: que ha recomendado qlle , ~e las coloqii .. n -('n su Biblioteca privada. · -

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Cantares. En la- tersura del lago

i Qué bien ·se retrata el cielo, _ Con su llanura cerulea Con s'us luces y aderezos!

--'.rambién en las almas pllras' -Como en limpidos espejos Se mira la eternidad Con -'sus astros y misterios.

Dicen que el alma llora 1'Cl1: \ \)\;, \\~\os cuando lliu('reu, y que; pasado el iuvierno Con el llanto reverdecen.

¡Ay, el alma también llora POI' la ilusión que fenece!. .. y llora segunda vez Porque la ilusión no vuelve .. .•

La rama que bate el viento Dia y noche con tesón, Cruje al fin como cansada, Vencida por su furor.

Los vaivenes de la vida, Los vientos de la pasión,

~'apices regalados por el GolJierno FI~a!1o(-és á, ~. S. León X:IU con motivo de Sil Ju lJil 10'0.

(Represe!lJtan episodios de la vida de Jlu.a.na ,de Arco.)

~'lIrban: agitan, deshojan, Las rosas del coraz6n. - Bellas rosas cultivadas Con esmero y a fición, Dejad siquiera el aroma: iNo po seis como ilusión!

RICARDO RISOH.

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La Escala Santa. Publicamos hoy un grabado de la esca.ler!l.

<¡we han hecho construir los respetables sacer­dotes encllll'g-ados del templo de San Flranci~­

<:u, en recuerdo de la Escala -Santa que existe en Roma. Por esta Ü'ltima ascendió el Salvador del Mundo cuando fué llevado ante Pilatos, y

sus peldaños tienen aún huella,s de la Sangre del Divino Redentor. Llevada á. Roma, desdp Jerusalén se conserva en la Ciudad Eterna tan prooio;;;a reliquia., y para preservarla de profa­l'adones y de deterioro, sus escalones estAo <:ubiertos con, 'maderas preciosas, y lí trechos tiene gruesos cristales que permiten á. los pe· r,-opg¡rino;;; ver las huellas de q~ hemos babla· do.

Se asciende por ella de rodillas, y los que ~e dedjcan á ese piadoso ejerdcio, obtienen la~ gracias é indulgencias concedidas por divaI'.>os Pontf¡fices. La construfda en la I:glesla. -de San Francisco. de México, tambi(ml rt:Iene algun83 indulgencias.

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Anacreóntica. ¿A quién, dulce Virgen,

Cantando dichoso. En dla tan fausto Daremos encomios?

A ti, que nos miras (Jon benignos ojos; A tí, <l ue <le bienes Nos colmas y gozos.

i Oh luna fulgente! i Oh sol luminoso! ¡Oh <lulce Ma ría. Consuelo del globo! _

Las salvas escucha, Que en coros sonoros El céfiro alado Eleva á tu solio.

P. VICTORIO GIN-ER.

.~ ;LITERARIO ILUSTAADO. .~ ._--------------~~~-~~

-- -y"re- ._ - , < .

La poesía .. La poesia es lo más sublime que hay en la es­

fera de la inteligencia humana. El universo I!n­t ero es su dominio.

Ella se ampara de lo má.s íntimo y noble qUI! bay en el corazón humano, de lo más grande y eJe vudo, y l o expresa revestido de su mágico y blillante colorido. Su poder maravilloso da for­ma y vida á las cosas inanimadas, le presta un lenguaje y las pone en acción con un golpe de va­ra mágica. Ella refleja la creación, y de un vue· lo recorre los ámbitos del universo, vaga por la rl!gión fantá.stica de los prodigios, habla con las ekencias divinas, y llega hasta contemplar de fl·en · t" el trono y las glo.-ias de J ehová.

Ella ll!alza e l nombre de los pueblos y anima )n;¡ ruinas de lo pasado, profetiza lo futuro, en­!;ul,ndece 10 presente, y revestida de tan pomposo )' magnifico aparato, se presenta á. la admiració" d l' la posteridad perpetuando en la trompa de la f~\lna de siglo en siglo su maravilloso poder.

ESTEBAN ECHEVERRIA.

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Consejos á un niño.. Por el bien, lucha con pecho fuerte;

Si te denotan .... ¡gloria al vencido! Si s ufres . ... calla; nunca la suerte Logre al'l'ancarte triste gemido.

L .

Habla y escribe; batalla fiero; Grande es el mundo que á. ver empiezas;

' Si te ~quivocas, sé mensajero Antes de errores que de vilezas.

Si te aventajan oh'os rivales, Ya con engaños, ya con perfidIa,

• Ten la conciencia de lo que vales; Siente despecho, ¡jamil.s envidia!

Si amas, no olvides que los dolores Son el camino que Amor comienza; Y que la estela de los amores Puede ser llanto, ¡nunca vel'giienza!

,-

Si el mal cobarde, sembrando abrojos, Hunde ,el palacio de tu esperanza, Nutre en el pecho, muestra en los ojos Desprecio altivo, ¡nnnca venganza!

Y si en el mundo, cArcel mezquina, Tu alma vacila tras prueba ruda, ¡Nunca abandones la ,Fe divina! ¡Nunca proclames la negra duda! ..•.

' , ,1

o.'

• 1

ARACEI,l.

. ::)0(:::---- ,

Amor de amores. (Canción Trovadoresca.)

Decid una' sola palabra, y un ejército de ' escI!l vos, negros como el fondo del prl!cipicio de Geb l<Jlvira, se pondrá. á vuestras órdenes; decidla, y d" la Circasia y de la Armenia doncellas vendrl\u Il. quemar perfumes en vuestro camarín.

Amadme, noble Alicia, y en los treinta y dos remates de vUl!stra condal corona engarzaré joyas tan valiosas que los soberanos mlls, ricos envidia­rán vuestra riqueza.

-Esperad, rico don Nuno.

Por vos, mi hermosa duefia, he vencido en cien combates, y los cascos de mi corcel de batalla han machacado mlls crllneos enemigos que hebras d.! oro teneis en vuestras blondas trenzas.

Guerrero y rudo soy; oídme: Dadme vuestro amor, y en cambio sereis senora

de cuantas tierras se divisan desde el mlls alto pi­co de Sierra Bermeja; dadme vuestro amor, y en cambio altombraré vuestra estancia con bandera~ el\emigas; dadme vuestro amor, y en cambio derri­baré con mi lanza cien tronos para hacer uno dig

no de vos. ,q~ ~ -Esperad. esperad. valIente don Goualo.

]'~c-ala Santlll, que existe en el tf'<mplo de.! Sa ,grado Col'azoo' de J~ (¡s de esta capitaL

-Señora: mi bien, mi luz, mi cielo; no aspira JI. vUt!stl·o awur d pobr" bardo; pel'U si le permi­tí~ qu" b"s., huwild" d bord" d" vuestra túnica. {,l v"ndrll todas las maiianas cuando d alba son­da, y os desp"rtará ca uta n do amores, y pondrl1 en su lira notas dulces cowo I!l gorgl!ar dI! 10ll pA juros, "cos suuves como el murmurio del arroyue­lo permitidme que os ame, condesa Alicia, y de mi arpa brotarán himnos á vuestra soberana her mosura, cantos á vustroe ojos azule$ como la tlOl' de los acianos; y cuando surja la noche de!' tondo dd lago, el trovador arrullará vuestro sueño eute" llundo cllntigas misteriosas y refiriéndoos, entrp los arpegios de su lal1d, las baladas fantllsticas que endechan las nllyades 'en sus palacios de cris­tal y los coros que canturrean los gnomos marti liando eu las entrafias de la tierra.

-Espera, espera, espera .. .. mi buen trovador Fernlln .

-Riquezas, poder y amores te brindan, mi hi· ju' querida; si los aceptas, sola, muy sola quedará tu madre, vieja y sola como la vi"ja torre feudal dI! los Aguilares.

Para ti tu madre anciana s610 tiene cariño. Alicia, mi hermosa hija, no te apartes de mi: yo

h~ amo má.s que el rico dou Nuño, más que el gu,,­rreador don Gonzalo, ruús 'qut! el bUl!u trovadol'

El Ilbrego acabó con las florl!s del aciano. 1!:1 ábrego gemía estrellándos" eu la crnz dd ca '

n;ino eu la cruz que velaba el inacablÍble' dulor de una anciana.

l:;onriente de gozo, acompafiando á una gran da· ma, pasó ante la cruz y. alejóse d rico don Nufio.

Refreuando el corcel, el alférez de don Gonza· lo depositó al pie de la cruz ell1ltimo trofeo arrau­c(.;do por su "efior al enemigo.

Arrodillado ante la cruz el trovador Fernlln, en­tonó una I!ndecha triste como el ¡'ay! de un ago­nizante, y rompiendo las cuerdas de su lira, se marchó para uunca más volver.

Sola, sola, velando día ' y noche sobre la tumba d" su hija, quedó la anciana condesa de los ' Aguilares, y cuando Fernlln alejllbase, la infor­tunada senora. sollozando exclamó: -¡ Alicia, mi hermosa hija, la muerte de mí te

apart6; pide Il la muerte que me lleve pronto ti

ti: porque yo te amé y te amo mlís que el rico don Nuno, mAs que el guerreador don Gonzalo, mds que el buen trovador Fernlln! .....

M. R. BLANCO-BELMONTE.

Preludio. Busqué "11 .,¡ foudo

del a lrua ruiu UllU pJegul'iu,

una urmonIa, un eco insólito de inmenso amor; canto profundo de extraño anhelo; con todo el mundo. con t odo un cielo de inspiración.

Busqué una ml1sica, un sólo acento, que compendiara mi sentimiento, como una lágrima muestra el dolor; busqué el idioma desconocido de la paloma; busqué un hltido del corazón.

Busqué ese arpegio de la esperanza que el alma trémula soñando alcanza allll en la atmósfera que habita Dios,-y hallé tu angélico nombre querido que como uu alma lle\'o escondido ' en lo mlls Intimo del corazón,

RICARDO GUTIERREZ.

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Caridad y Beneficencia. La benefic pncia es una cualidad: la caridad una

virtnd. L a beneficencia da; la caridad ama. L a beneficencia obra gustosamente por embaja­d<>res : la caridad es tierna, ing"niosa, infatigable: pI aspecto de la miseria no la desanima, sino que, por el contrario, la cita. No quiere sólo ayudar Il los pobres, sino también sel'l'irles: los ve COll su~ ojos, los ama con IIU coraz6n, y los sirve cor, sus manos.

Dios forma el blllsa~o divino de la caridad sólo en las almas que ha escogido. La bondad no es bastante para producirlo, y ni la misma ami~­

tad se ve de continuo enriquecida con él; es neo ce&aria la te, la oración, el sufrimiento.

186 SEMANARIG

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Profesión de fe. Más hermo.o y sublime

es el revuelto mal' embravecido que el manso golto en esd ndidá playa,

donde ~l ru-mor del c~fho que entre las ondás gime blandamente de3waya:

el torvo són de su pujante brío, la ronca voz de su 1'OLuslo enojo en horas de dolo: y en noche ob3cura suenan mejor el (mimo valiente

que la vaga tirmoli(a que su onda t"an"par2nte

-despierta el sol cuando -umanece el día! Quedeu para las almas temerosas

los golfos escondidos en playas mistel'~os as ;

los ániwos 1 esueltos ambicionan m 'll e3 embr;¡vecidos!

Dadme L.s Lobles luehas po_pula res y el aplam,o sil_c. ro de 1:>, buenos ¡unto al ud o llll" tal d~ los malvudos ; dejadm~ en IU ; e., en . s tum . .I ,uuslls mira~' cómo los bandos init,¡dus

Cl'uzan las fuertes m-mas y en tamDo abier:o lidian!

j Qué sublime rumor! j Cuánto leyunta á el alma e:;e himno trémulo que rug ,' , hiere y canta!

j Qué sublime rumor! Dadm e mi pue3t)! Dejadme combatir! Más que ú mi lira, cien veces, más, p !efi ~ ro el corvo aCero que hiere con vigor lí la mentira y alza un trono al deb ~r noble y austero!

Más Que mis cuerdas dóciles , me placen las sublimes "ibL'aeione3

de esplritus robustos, de altivos corazones!

En medio d al d, s )rd n del combate que contra la virtud IilHa el delito,

quiero hal:a¡ me t'n t re el uúmero ' de los que alzan á Dios h -mno bendito;

quierv hallarme entre el número de los q ue el dogma creen, de los que lí Cl'isto adoran

y amparo 1í El en la contienda imploran cuando el genio del mal trinnfa y prospera! Quiero batirme al pie de su bandera!."

No es ego(sta cr.lma.

Un ángulo del Sal6n d _e la Exposición de Bellas Artes.

es tormentosa lid por cansa justa lo que ambiciona mi alma: por eso me he afiliado,

causa de Dios, á tí, libre y sincero, .. , ¿Qué me importa -mo"ir si p :>r tí muero',

CARLO:S W ALKER MARTINEZ.

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LA EXPOSIOION

De Bellas Artes5 A la generosa y entusiasta iniciativa {\~ 10$

jóvenes alumnos de la Escuela de Belloas A r ­tes, se debe que se l8!briera la actual Exposicióll de pintura y esculrt:ura, pan'3. destinar e l mono .to de las entradas nI socorro de las vrctilJJla~

de! Guerrero. Los señOil'es Ruiz, j\1ari/lcal y Pa 1·.uTes, cursantes de arquitectlll!-a y ROSUIS, d ,; r.i.nturn, h!ln constiturdo e) comité dil'e<'Uvo, y r ueden estoRr sa ti s fechos del r&~ultapo de 1)

Exposición.

E<lta ha tenido más llÍen crur>ÍlA:'tel' retl'o~·

flectivo, pues .aunque en ella figw'al} Obl'3.S ['!!­

dentemenrt:e eje(;'utadas, las que Dlás llaman la atención, tales COlllO las copias del Ticiano y ue Velá~uez, de D. José Salomé Pina, "La muerte de Mm'nt,." de Re1:mll y los C'llad:ros de Ocaranza, datan de -antigua fecha. , Damos en e l presente número unas vistas de la parte, que en concepto nuestro, presenta u :rás i·nltel'és de la EXPosici6n, que /lon 103 lot~s n>elativos á la-s obl'as de los -pintores Pina, Re­·bull y Ocaranza ..

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El toque del .angelus. Cuando el prime!: fulgor de la mañana

La zona del oriente (olorea; Cuando e'l -sol' yictoriosQ centellea D esde el cénii: de PÚlpl1r'l y de gruna:

Cuando la noche C1n su luto ufnnn, Del firmamento azul se enseriorea;

Boceto (le D . José Salomé Pina para un cU'I -lh'o rer;l'esentando una entn'llvi'sta de S . .s. P!o ­IX con Maximiliano y Carlota en la residencia del SI'. Gutiérrez Estrada en Roma.

Se exhibe en la actual Ex posición de Bellas Artes.

Tres veces en la torre de la alde.a, A orar llamando, vibra la campana.

Los lentos, melancólicos tañidos Dilatándo>e van por el ambiente, En los ecos del monte repetidos. ¿ Qué nos dice su voz tan elocuente'!. "A vuestra Madre snludnd r endidos En la Madre del Verbo O,nnipotente."

ANTONIO ARNAS

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EL EXCMO SR. D,

Ricardo S-anz de ~ amper, EKVIADO DE S. S. LEON Xlll.

Al pUblicar hoy el 'l"etrato de Mons. Samppt. que llegó ú .. México hace pocos dlas, prl)('" c!ente de Romn, con una .misi6n especial Jc S. :-:. León XIII, nos parece opOlrtuno y d,·l .. i,lo cons-ign,!U' los sign.ientes datos biogl'l\.fleos:

Mons. Samper na.ci6 en Santa Fe de HO~N' tíL, ('apital d'e Colombia, y cuandp .r:ontabn h'es liños de edad, su familia se tras:ad6 [\ Parls. llf>\'úndolo (onsi~o. AllI h :zo sus estudios ('''l~

~ingulal' aproverhamieuto , y 1i los 15 años fll('

rl 'Viesbaden: en donde cUl'S6 las ma.tr¡rjas ('o

1'l'·p",>pol1di.c>n.tes ii la car.l'\(' ra de ingeniE''l 'o, (\n­

tante tres años. Volvió á Parls con el fin ,l.' terminarlos. ~. de anl reg.l'esó ji, .su patria, E'1l l1~md~ 11e""\l\tnleció tan s610 ' oC'ho meses.

Emprend16 nuevo vja.jE' Ii Parf.s, lIe\'ando ,,1 C31l 'go de Segundo ,Secretario de la Lega.cl6n dI' Colombia en Francia, y de alli mnrch6 l\ Ro ­ma, dE'cidido ya á e.mprender la C8JlTera del "(: ­('erdoclo. Ingres6 il la Academia de Nobl.'~

EclesiMticos, donde hizo sus estudios teoló¡;i · cos, con e¡¡,c~pcional lucimiento, seg(m nos ha informado persona <¡ue está. bien enteu-ada d o> dio, y recibl6 ·las sagradas 6rdenes de mano~ del Ilmo. y Rmo. señor AIl'l7..obispo Castracane, PI'esidente' de la Academia.

-Cua.tro meses después 'pasó ·al sel'vicio de S S. León. XIII. En La Exposición de Bellas Actes. Lote del sefior Pina.

Excmo. señor D. Ricardo S'aDZ de ,Samper. En v:ado de S. S. LeÓn. XIn en Ja' Re,p(¡·blica Mexicana

(Fotogra.tia. tomada en esta capital el 25 d'(l¡ actual,

Habba.ndo EL rrIIDMPO de Mons. Sampel" ha dicho lo sig·uiente:

"Cult1s·imo en sus maneras, de fl1.<!i1 palabra, &meno en su trato, discreto, amable y distin· guido, Mons. ,Samper causa la mejor lmpre· s'6n e-n el ánimo de quien lo conoce.

"Mons . . Snmper es muyquerjdo de Sn San· tidad León, XIII, 'quien lo distingue de un:\ manei.'a muy ¡>u1·ticu!-ar. Tiene sus ha·bltacio· nes en el mismo Palacio del Vaticano, cer"ll <ir, las del P,lpa, á cutyo servicio inmediato e~ · t,t constante-menle. viéndolo YM'ias veces al <lfa y tra titndolo sin cesar.

"Mons. Sampe·r tiene por el Papa hondo cn ­riño y extrao.l'dinal'ia 'nd'miraciÓ!ll', y 'cuando habla de él, se enternece. pues por el ·conorl. ruiento Intimo que tiene de su venera'ble pel'· ~Olla, su c8.1'iño ¡j, él casi llega l\ la adoraciÓn."

Nos .complacemos en presentar é. Mons. Sam· ;'1'1' nuestros r es'petos y homenajes, deseanrlo tlUe la mi ~lón, que le ha confiado el seño;r León XIII. akance el éxito más completo y lison· ,il'ro.

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Regla sin e'\cepción ; Puede el guerrero audaz no se\' valiente

Aunque ostente el laurel de In \'it,toria . l'uede no ser inmaculada gloria La que deslumbra en inspirada fI'Pllt!'.

No siempre la nifiez es inocente. Ni es de ternul'a el llanto ejecl\toria; Ni todas son verdades eu la Hlstorill¡ Ni á veces es dichoso el sonriente.

J

Ni hay siempre aromas en las frescas flores, Que )Iay flor que crece de ponzoña llena; Ni siempre lucen astros brilladores.

Mas de la vida en la región serena, La que sabe ser madre es toda amores, y la madre amorosa siempre es buena.

M. R. BLANCO-BELMONTlIl..

188 SEMANARIO

Excmo. señar D. Rleardo ~anz de í;awll"r. F..u "iado de .s. $. León XIII en la Repúbllcrl Mexicama..

La ,hojita 8eca. Corren, corren, corren las hojitas secas, y no se

las vuelve II ver, y vienen otras en seguida, y no nI) sabe de dónde vienen, y no se sabe á dónde van _ . ..... Corren, corren, corren las hojitas se ' caso

¿ Esa que corre, corre, corrt', pobre hojita seca viene acaso de una encina, ó viene de un abedul, 'ó de un sauce inclinado sobre el río? ¿ Viene de un Alama esta que corre, que corre, que corre,­,pobre hojita seca?

Porque todas estll.n agostadas,-todas, todas, to­dall,-las hojitas agostadas, tristes, ajadas, no se puede recónocerlas, no se parecen II los ramos de primavera! Ahora, ¡clima son parecidas, porqu" todas estAn agostadas!-todas, todas, todas, las bojltu-..

(Fotografia tomada en BUbno, E,<;'paña en ,l .!)OO.)

Corren, corren, corren las hojitas secas, pero h .. alif una de ellas que no se asemeja II las otras, esa e, tll más agostada, mlls triste, mlis ajada, y yo la conozco muy bien: es mi corazón que ha caídQ en el otoll.o; del é.i·bol de mi amor, . . .. . y corren, co­nen, corren las hojitas secas.

CATULLE MENDES_ ,

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Dos en una. Dos gotas desde las 'nuhes

Entre el roc!o bajaban. y se juntaron en una Para perderse en el agua.

Vagando por este mundo Se encontraron nuestras almas, y en una se confundieron Como dos gotas de agua.

lJ'RA.N4DI8Ci1O DID F. PRA.T8.

~l ,mea.ano. Una I!nea suavemente quem'ada azulea en el ha,

rizonte, rompiendo la monoton!a de la llanura sin lin, de la inmensa pradera argentina.

¿ Qué ~e¡'lln 1 ¿montañas'/- Montaiías no son. ¿ lJolinas 'l-'.rampoco; a¡lt:Das las pequeñas ondu­

laciones que puede pl'Odncir la ¡'espiración de un mal' tran()uilo.

No son Iilás qne montones de arena; olas in" móviles y silenciosas que miran pasar con indife­rencia al viajer'o, tendidas en pe¡'ezosa quietud. :Son médanos, con sus 'lllde¡'as apenas cubiertas por algunas ' matas ralas de un pasto duro, gris y seco, formadas de aren'a sntil, estriada por el vien­to en la snperlici6!, de color amarillento y triste.

Unos, solitarios; otros, encadenados, de cima re­dond'a y puntiaguda; algunos, casi erguidos, co­mo si qnisieran dominar á los compañeros echados en la planicie, como centinelas, dragones ó mudas esfinges encargadas de cuidar tesoros imaginarios : todos de aspecto tan ilridl! que parecen la imagen de la Sed implacable y del hambre sin recurso, esos dos hijos del desierto.

Y, 'sin embargo, envuelto en la densa nube de tierra que levanta el incansable troteo ,de la tropi .. lIa, sediento, quemado por los rayos obl!cuos de un sol ardiente'; ta~tidiado y dolorido por el lar· go galope, sostenido',en la cruzada, más que pOlo la

fuerza de su voluntad adormecida, por la idea de que, una vez"·en el camino, hay que llegar, el via­jero de repente silba la madrina, arrolla los fl~- ' tes y los hace trepar al galope, jadeantes, ent·~­

rrllndose en la arena hasta la rodilla, resbaland.> y haciendo fuerza, hasta la cumbre del médano, donde se paran, con relinchos de alegría.

Tal un alma generosa, escondida por tosco S~U\ ,

blante. • .. En el medio del médano, desolado, es­téril, Arido, caliente como un horno, hay un hll ~­

co, y en el hueco, alfombrado con hermoso pasto fresco y tupido, verde como una esmeralda, brilla un manantial de agua cristalina que refleja el azul del cielo.

¿ Quién lo hubiera cretdo?

GODOFREDO DAIREAUX.

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Esposa y madre. Decid cuanto querais todos aquellos

que de ingenio y ardid haciendo alarde combatis la ' virtud del matrimonio con acerada 6 conceptuosa trase.

Yo 5610 sé que en todos los idiomas, hasta en el habla ruda del salvaje, la palabrll mAs dulce es la de "esposa," la palabra mlls santa es la de "madre."

Mouse\1or RQdolto Caroli, Secretal'lo de " Monsefíor Samper.

' 1

Un anciano. El académico francés Ernesto Legouvé cuenta

ya 94 años de edad, pero a pesar de ello se man .tiene fuerte y sano, tanto física como intelectdal· mente.

Un dla, conversando con algunos amigos, una ,lo) dios .Ie preguntó riendo:

- ¿ Cómo lo hecho nI. para llegar ú tanta edad? -Pregúntelo vd. a la Providencia , contest"

L t'gouYé ; ella me ha dado maS de lo que merez­(o. Creo que la dieha alarga la vidll. No pn"d .. nI. figurarse lo feliz que me siento al yerme ro­deado de mis hijos, de mis nietos y biznietos. La alegria , la salud, la g l'Ucill, los juego~ y hasta las t"avesuras de estos cineo diminutos pe"sonajes m <; encuntan. ~us caritas ri sueñas me produceu 1'1 efecto de los rayos del sol, y ya sabe vd. cuitn be­lIi'fico par la salud es este astro. E stoy seguro de (.,ue sin estos pequeñuelos hubiera muerto ,''l

desde hace tiempo, . .

Otro .ola , cuenta Legouve, me preguntó uno de ",is amigos :-¿ Tiene vd. miedo a la muerte?

-Ninguno, le coutesté, ¿ y vd? -Dios mlo, hasta yo mismo no lo sé. No pienso

jamús en ello, ¿y vd.? -Yo pienso siempre en ello. -Eso ha de ser muy triste. -Al contrario; no hay nada que dé tanta trall-

quilidad, No puede vd. figurarse hastn qué ' punto estas consideraciones reducen todns las cosas ó.

~u justa medidn. i CuAn rl!.pidamente se desvane­e"n' nuestras pequeñns amibciones y pretens \Oues y cul!.n pronto se olvidan Ins decepciones! '1'0110 lo nimio de est'!- vida desnpnrece ante aquel cua­dro importante. Asl es que puedo decir con fran­queza, que adoro In vida, pero que no t emo la muerte .... "

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[FIN DEL LIBRO VIII

De la "Iliada" de Homers.) En orden de batalla los guerreros

La entera noohe reposaban, llenos De forta.leza: innumerables piTas AtOOlan, como ·brillan' en el cielo Hermosos astros q 'ue á. la luna siguen. Estando muy sereno el firmMnento : Las torres todas, las montafias altas y los florestas se di'stinguen; vese D e todas las estrellas taclhonada La inmensa bóveda celeste: el alma Se alegra del pastor:--de igual manera Entre las naves y el veloee Xanto Brillaba;n, las hogueras encendidas

_ 'Por los TroyJaoIlos; en los prados pÍl'as Innumerables se velan, cada una Guardada ¡por guerreros re<:pstados

General Rafael Uribe, Jefe revoluciollJUio de~

patrtido liberal oolombi·a;no.

A la lumbre. Y comiendo los coroeles Blanca cebada y trigo, tras sús ca'ti'os; La beBa Aurora inquietos &'!perabai): " Sobn~ su trono de oro recostad·a.

T. TWAITEK

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El Gral. Rafael Uribe y Uribe ·Puhlieamos hoy el retrato 'del tri ste meilte e( • .

Icbre enudillo de I~ Revoluc ión que llo ce 1lI:'S ,1p dos :liio .• p ~t:1 Lenand o d e sungre y nlillll ~ d suplo de l:i, h (,lI '\1l osa y di .~nu de mejor ~1l E:,' .

tI' Repúhliea de Co;omhia. En su PIl1i>re~a re \·ol·ueillaria pI Gene,ra.1 Uri ·

¡u' Vrihe lu sufrirlo 110 popas denotas, s iel\l1 .) 1-1 ));'''in Cilla l (1p p\l,at'; In quP le infligió (>1 Genl" mi PrÍlspero P i:nr.-:(¡II en Palo )(eg.ro. uespu"'~

(l e unn encamizadn batalla que dm'ó qllin ,· ~

(lIas . perecie lluo l·n e lla mlls de hui! hombre". '1'ambl{ln han medido con él sus ' al'mas e OIl Luen éxito los generales Holguln y Nel Os· pilla.

Después de la derrotn de Pl8Ilo Negro, el Ge· HClrIll UJI'i·be emigró á Nueva York, y con !oll

II rtsenda crejrúse que la revol,uclón ,terminarl.! ; f.-ero i\. últim us ~e<!has se trasladó lí. Curaz·ao. y desde alllí. trabnjó por volver lí. propagar la. r.-eyolución consi:~u\endo <reMl1mar\a, 'J \ogr\\l;\­do a l fin ,pIsar de nuevo el suelo colombiano.

Ulti1llllmente, se disgustó con el Ge·neral Va.'­¡;as SoflutOS. ot·/'o de 1/lS Jefes de 1.a r evoluciólI . ~' ambos hlln publicado unas cartas e'n' que Sf'

i:ljurlnn mutuamente.

Mi·ss 8tone. Misionera ·america;na que est\lJvJ secuestrada d·urante seis meses por bWIIr

didosbúlgJlll'OS,

Primitivas. Hablarte necesito;

yo necesito hablllll1te de un lejamo pals, donde el amor es i·n.finito· donde todo se multLplica y se ;easuwe, donde toda de licia se cOlldeusa: como una flor inmensa en el a.lma secreta del pl'rfume.

Necesito que creWl; . que á. t( vayan inqu:ieta,s cual' 'pO:lomall mensajeras de amOlfes 18:s ideaB; los nuevós pensamientos que dedico ;j tu belleza' inwac,ulada y sa'nta, cowo el :ave inmo1'ltal que sólo cimta .. 1 ve rbo SU1ll0, delicndo y ico,

Yo sé que tu alma llena h triple aspl.rllC'ión de las v·lIrtudes, po-lXIue eres bella, eW'brlagadora y buena; y porque ares asl, unjo tu veste .:on mis tra.ras, exóticas esencias y depongo mis Úricas potenCias (J. tu divinidad C8:Si eeletlite.

Sea mi palabra toda persue.siva. Aorran:qne de tUB ojos la mnda al amor y " late ecmtamplatWa¡

t .

)OI.r. Oeci! ' Rhotles, p l'i.ncipnl cnusfrnte de la gu.e rra COU.tl'll los voerlS, f-aJaerido

reCientem ente,

c (.mo tu blanca y delicada mMlO en moviwi'ento l'lí.pido y diverso tI nanea las tristezas del e()\l'l~tS() · (Oll las gl<>l'i'as armúnica·s del piano.

ro UIISC/ll'G la c.a.Jma má$ sanla y hllrmolliosa para daI1l:e eH una nue va eQwunión e l lllma. y llabn~mos de sentk· los dos á. solas, mi .alma á tu alma para sieinpre unida, en un breve momento de la V'ida la e ternidad en s ucesivas olas;

Que el amor que lo humauo des1>a.ralta e S como un eco dél>il en la inmensa caverna que lo eleva y lo dna:ta . . y al hul'r del pecado y del delito, f 'll Ins meditaciones y el reposo llegal'emos al ful al luminoso ·pa[s, donde el amor es in~to!. . ..

PEDRO N. ULLO.

---: :)0(:;---

Mons. Rodolfo Oaroli, Secretario de Mons. Samper.

PUlbll{)ll.mos hoy tambié n el retraro de MOns, Caro!i, que aeompaña al Excmo.' Enviado ll~

S. S., en calidad de Secretall'io. Estudió en el Semin~o Romano 'durante do·

C(! afioo, y ha sido pwfes<>r asistente d,e Do¡;o­mas en la Uni'versidad de Roma.

Adualmente es Oficial de la Sagrada Con~-gación de Ritos. .

---:::)0(::---

La enseñanza del tiempo. Con insconsciencias dichosa.

Una niña angelical Ser quiere mujer hermosa. le aspira a trocarse en rosll. Un capullo en el rosal, -¡Vuela! COIl ansioso arullo. Al tiempo, dice la tlor. • Y al ca bo es rosa el cnpullo le la brisn en su murmullo Le entonn un himno de amor .

Luego, In niña es mujer,

Y con palidez de angustia Contempla a) tiempó correr. le al par de la rosa mustia Quiere al tiempo detener . y la mujer y el rosal : Ante sus desdichas cie .. tns. Ven que el tiempo, por su mal, Es jardinero fatal Para las rosas abiertas!

A.&A.OELl

190

El :príncipe de Prusia y MISS, ROO~EVJj)Ll.',

El nuevo yacht que el EUlllel'udor de Alemania aCdba de manda r c~llstr" ir á los l!:studos Unidos, fué botado en la I sla Shooters el :l5 de febrero.

Para la tradieional ceremonia del bautismo, Gui­llermo II se hizo representar por su hermano, el Príncipe H enry de Prusia 'Y quien, teniendo que nombrar una madrillll, escogió galantemente á. la hija del P le3idente Roosevelt, asistiendo él mismo ni lanzamiento,

Miss Alice Roosevelt tuvo el honor de bautizllr al Yllcht in:Í.perial con el nombre de "Meteor," 1'0'

ciá.ndoio, según el rito consllgrado, con el conte­nido de una botella de champagne.

El Pr!ncipe H enrique obsequió á. su comadre ('on un soberbio bouquet; antes del almuerzo que ofredó en ,egnida á bordo del " Hoheuzollern," le entregó de parte del Emperador un brazalete de oro con l'ir-os diamllnte. y adornado con el re­trnto en miniatura de Guiller!llo ~1.

Hnbiendo pnbli('ado )'11 ('1 retrato del Pr!ncipe H eI1l'Y, hoy pnblicnmos el de su graciosa eomadre.

--_._- : :101 ' '----

Pascua. Ya ce.;an los r igorE's

De la esta·:-ión helada. La lleve se del'l'ite Que omaba las montañas, y de e llas "deS{!endienclo En hilos vá de plM)u'.

Los campos reverdecen Y sopla tíbia el UUJl'a Por las primeras l'Jores Llegando embalsamada.

En so.n de rulegre fiesta Repican las cam.pa,uas, y anundiu'll á los pueblos Que vino ya la P ascua,

Que el Salvador del Mundo Venció á la fie·na, Parca, y tthlllf.ador retoma A las celestes sruas,

SR. LIC. D. JOS·E MARI A GA·MBOA, Minis­tiro Plenipotenciaa'¡o de México en' Sud­

América,

A su div,i,no espu'citu Uniendo forma huma.na, Tras el m¡¡,rti~io cru~to De su Pasión sa·'grada.

Por eso en el Eml)íreo Se oye e l batir de palnuas Y en acordadas Ilotas IRepiten el Hossana; Que b!a.ce de luz d r euído Cristo, triunfal entr'ada , y ejélrcito de justos C ual corte le aeom:paña.

Por eso aquí la I glesia El A,leluy;a, erunrta, Y 1·lénanse de .. gozo .Purísimo la ,s a lmas , Que abrig.a·u: en s us penas 'Dukj',gima eS¡pel1aJnZa De· eelebraQ' un día Las 1mnortales Pascuas.

IGNACIO PEREZ SAl .AZAR. México, 30 ,de marzo de 1,902.

---;:)0(: :----

La Legación de México EN SUD-AMERICA,

.Publicamos en este número el retrato del 1\1'· n!stro de México e n las Repúbli.cas de la AmÍl­['iea .del Sur, E'Xmo. -8-1'. Lic. D. Jo~ . MII L'ílt Gamiboa y algunas vistas del edificio q ue OC I1 -

pa nuestra L ega.ción e n Bnenos Aires , " en l¡~ Avenida Canina. Di·chas vistns las hemos reci­b ido de a.q·uefla ciudad, y en ellas pueden ver- ' se los retratos de las vi rtuosas é inteligen t e,> señoritas Constanza y María Teresa Gamboa, h:jas del señor Minis·tlro, y el de la seño.rit'l lJarreiQ'O, hija del P ,limer Secretario de la Le­gación,

El edificio es . amplio y elegante, y está sun­tuosamente decorado. Lo rodea un magnffico jardín, No podrá;n quejal'se los filL"gentiiOos, í. ;pesar de su . cultuna, de la representación de MéxLco en la ciudad del Pla ta.

"

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A San Miguel. PLEGARIA

Tú, q ue eIlllpuÍÍialS te el lll,baIL'O De Dios, y q ue en· la d·lestra Despl~egas ·la flllmígeQ'a Espada. que El te dió;

De su poder s'in lfmites La omni·potenda nuestra,

, ~

y hasta el profundo Bi1.r atro Lanza al ma;ligno esp1r1tu, Del hom bre, perdJeión.

Glo rioso .y fiel Arcángel , ,Tefe de la mi,licia Celeste, ,noble Prf-ndpe, Inelito San Miguel.

En la hOll'.a amarga y (¡lUma De mi existir, propicia Tu protección at6rgame, y esforzado defiéndeme Del infernal Luzbel.

IGNACIO PEREZ ,sALA ZAR.

- --: :)(JI .

LONGINOS. Era el último día de la semana, la YíS[)('l'f1

11el sábado, en el cual celebraba la Pascua, "1 lJ\leblo de I sr ael, y en la cima del Monte Ca l­YlIrio, aumbrada 'pOL' In luna en su lleno, se 'dl­yj~aban tres cruces, de las cuales pendÍ'an ti'('~

.cnerpos hUllltH10S fijados á ellas con euerdlls y <:In vos.

La cruz del cen Íll'o se distlngurll de l-as d ~ .. ruás, pues en Juga~' de t ener, CO'lIlO tod·as, In forma dé T, sobre ella se levantaba un apéu­({ice, en el cual con 'l1iOl grande clavo se había lijado UD pergammo, que en hebreo, ,griego y

.Miss. A~ice R ooseyelt, madrina del nuevo yate del Emperador de Alem3Jllia.

laUn t enia. escrita esta leyenda: ' "Jesús Nazo­n'no, Rey de los judlos," leyenda Irónica f'S­

l1\ita por un extranjero, un gentil, un ~oma:l(),

un )uez Ilre'V arkado.r , á qu ien Dios en su jus­ti('ia maldijo.

De la cruz en cuya ci~a se vera e l pe·rgan;!· no, colgabn un cneljpO s in vida, clavado. con <:ull-1ro cJ.u.vos, c uya cabeza estaba ceñid·a COI! Ulla corona i,riL"isoria de jUU(!OS marinos, cuya~

eRpinas se fijaban en la fu'ente y entre los cabt'· llos del cadáver, en cuyo rostro y cabellera se , p[an re~tos dI' s·3.u~re sera, como también ~e

llotaba en todo e~ cuerpo. que de la cruz pen· d[p con la cabeza ·Lucli.l1ada oSobQ'e el pecho. Ol ultando los sangrientos cabellos e l rostro del t~ifnnto.

Los otros dos ' que estaba,u; crucificados á uno r otro lado del que ya no exist1a, no teníau iu" hOl'1'ibles señales de los tormentos que ,;e uotaban en el .euerpo que pendía de la cruz II ?

l'llmedio. y solamente los cardenales .produci­dos por algnnos azotes se notaban en las es· ']In!das de aquellos.

Nada de ·CO;l'O.\l¡aoS de espinas: n i su cuerpo es­taba de m'l1,cho tan mal trntado; así es que su "ida se prolongaba ít pesar de estar clavndo:' y atados e'Jl las C'l'11CeS, y el dolor que esto le~

¡.\'oducfa les arl'lllollcaba vivos alaridos, 'Pues ti suplicio de la cruz era el más p l'noso de tl,1-dos.

Entonces los dos aj usticiados vieron con t('-1'1'01' que se acercaban unos sayones armndo~ con unas mnzas ó clavas de arm¡as, los cua l ,,~

I:eyahan e>n'h'e ellos á un hombre cie.go, cuyo~ pasos guiaban. E 'ra'u los vl'rdu<l;os dI' Jerusa· l(,u, que iban á dllr el golpe de grncia li lo~

que pend!an de las cruces, esto es. 'L rematm'­los para que sus cadáveres uo pendiesen del ~\lpllcio el slibado, día del SeíiOor.

Dimas y Gestas, 10R lndrones que estaban crucifi cados junlto li ,Tesós, dienxm ·ayes de te-1'1'01' a l ver acercarse su última hora; pero nln­gfin caso de ellos h ideron los s-ayones, pues !!. golpes de maza les rom:pieron las piernas, y le.i aplastaron las cabezas, como lo hacían los to-

manos. Oyéronse dos gritos sin nom\:J!r'e, Sil·

gnidos del estertor de la agonia, y después too do ces6.

El ciego, al que acompañaban los sayo.ne~,

~staba LOomóvil, con sus ojos cerrados y su liso­l'omia sin expresión alguuu\ como su,cede á to­dos los infeli<:es privados de la vista.

Uno de los verdugos puso una lanza 'en SI:

lliestJ:a, y le dijo: ,i--¿ Quieres ganar un pa,,' de drácmas'! . -Si, contestó el infeliz; ' y añadió: Hoy todo:;

han ido á. la ejecución de Jesús de Nazaret, y el pob:re Louginos en v,alllo en el atrio del tea,-1'10, tendf3. la mano; ,nadie le daba " limosna, pues todos estaban en el Calvario, y aún es la hora en que no be recogido ni un mend·rull'l) tle' pa'Il seco.

-Toma cuaU'o dracmas, dijo el say6n. El ciego tom6 I,as pequeñas monedas de ('~.

breo y las puso en, una bolsa de ('<uero vieja quP colga,ba de su cinto. y tomó. á. tienta's la lanza que le ponían en las manos.

El say6n puso la lanza en el costado de J,o­slis.

-Da una 1~,nzada, : g1l'it6 al ciego. Este obedeció, y agujeró con la lanza el cos­

tado izquierdo de aquel cuerpo muerto, pene­tr¡¡¡noo el hierro hasta el corazón.

Entonces sucedi6 un prodi,gio, saliendo ñl! aquella herida un chorro de sang¡re yagua, q"lf! moj6 completamente La, cabeza y el rostro del clegQ, el cual grit~:

-¡,Señor Dios mio! ¡Veo, veo la luz de la lu· n¡¡, y te veo á Tí! ¡Hijo de Dios, perdona á esto! klfeliz peca-dor! y postrli.ndose a l pie de la cruz. toc6 con su f·rente al suelo.

Vi6se lejana una claridad : Erau' los amig(~~ de Jestís, que junto con su Madre y las santar,¡ mUjeres, obtenida la venia de Pilatos, Iban á s«J)ultar el cuerpo del Hijo de Dios, al'llmbrl\n­dose con hachas ae viento.

El pobre ciego, que había recobrado la dolJle vista del cuerpo y del alma, se les unió, si hlen no tuvo valor parra acereall"se mucho pOI' n'speto á la santa comitiva. asistiendo al Cll­

tj('I'Il"O de Jeslis. mientra.s los sayones. descla­va nllo de sus cruces 1i los ladrones Dimas y .GE-stas, los sepulta.ban no lejos del Calv·ario. en un hoyo abierto, cubrié-ndolos de tierra f

pisoteándo1a, pall"a da'rle más consi~tencia.

Loo,ginos, seg(¡:n, tradición. vi6 má.s tarde vi· <"o al que él había herido mUe<r1:o; y 'alistítndo­S~ como soldado en el ejército del EmPerador. murió mártir de la fe. Barcelona posee, dent,(·o (]e la urna q'lM! guarda 18'S g'Clioquias de 8anta Yadrona parte de las del sold·ndo mártiir LOJ¡-

Fachadoa. de la Legación de MéX'ico

~uos. cuya fie~ta. celebra el orbe cat6llco el 15 de mano. .

FRANCISCO DE P. CAP ELLA. ---::)0(::----

Un nuevo motor. Gratas memorias del hogar paterno,

Que acarician mi mente enamorada, Voluptuosas creaciones del proscrito. Fragantes cual las tlores de mi patria! Venid conmigo A la colina triste Por arreboles plUidos bronceada, y escuchareis el canto lastimero Que inspira la oración al extl'Rnjero.

Sentado allt sobre la piedra grande Que va escalando la espinosa zarza, Sobre mis manos mi cabeza débil Melanc6licamente reclinada, Miro la noche que de Oriente impulsa Sobre los cielos su luctuosa gasa, y escucho del lejano campanario El son, en mi paraje solitario.

Acentos quejumbrosos de la tarde, Suspiros que venfs de la montafia Los balidos trayendo del reballo,

Jardín de la casa que ocupa la I..egllloClón de México en la Argentina.

en la Repllbllca .Alrgen tina.

Col!. \os ta'1l.\a't~'ilo I.},'\'\~ ~\ \~I¡,,,;"~~<:> ~~"'~'3~.,

Rumor confuso de sonora fuente, Helado cierzo que silbando pasas ..... Me aJivia vuestra ftlnebre armoIDa, Murmullos que al morir modula el dfa.

Oyéme ¡oh sol! Tu Uvida lumbrera Bafie desde las cumbres azuladas, Cual la antorcha de un féretro, los valles Donde las sombras de la noche vagan, La espuma argente del lejano do, Del templo abandonado la cruz parda, Mientras legando la tiniebla impura Te arroja su enlutada vestidura.

En vano busco los bermoso sitios Do las tardes pasaron de mi infancia, Donde íL la luz del arrebol lujoso Las sencillas leyendas me contaran: No escucho la castruera melodiosa Del labriego al volver A su cabafia, El cuerno del pastor, ni los graznidos De aves que buscan sus ocultos nidos.

Hora de arrobamiento doloroso, Indiferente al lloro que derrama En silencio ante ti la desventura, En él tu velo de crespón empapas; Toma también el llanto de mis ojos, y 11. saludarte volveré mallana, Sobre el negro peil.ón de la colina O entre los cardos de la triste ruina:

JORGE ISAACS. ----::}O{:::----

Lo que desean las lágrimas Cae, cae; gota de agua cristalina-dijo el ?s­

píritu que escucha y cumple los déseos de las co€as-i.Qu~ deseas sér, gota de , agua qu~ cap.' de la roca? ~Perla~ontest6 la gota. y seconvi\'ltió eu

bl:mquísima ,perla. -Brilla, brilla. blanqufsima perla. i. En qll(\

desea:;; convertill"te, perla dara ?-p:reguutó el e~· rfrltu que escucha y cumple los deSeos de la,.; cosas !i la perla que blanquea. Sobre el cuelh de una joven bella.

-En ll\grima. y la ' perla se coovirti6 en ¡::ota de . Jlanto. - Cae, ll\gl'i'l11a temblorosa, cae. ;.Qué quis'e,

;:'a8 sell"?-preguDJ1:6 el espíritu que escucha v eumple los deseos de ln~ cosas. 1í la gota de llanto que se desprendió de las pestañas ' para detenerse en los labios.

-iNada! ¡no <¡uiero ser nada!-coutegj;6 In lrt~rlmn.

y la gota de nanto 'se rlesvaneció. y no fué nada. l. y {Iué otr.a cosa mejor bubiera podido ser.

df>spués de haber sido la expresión delicio!>'I <1('1 dolO!l"?-DATULLE MENDES.

SEMANARIO

FABRICA DE CIGARROS " EL BUEN TONO." . lut€lliQr del Dep.ail1:o.wento d~ l!IáquL~as de engargolar.

"El Buen Tono." ,La gran fábrica de c,igarros de este

nomlbre, fundiadla: por dloo Etmes1:o Pugi·. het, ,fué conlv1errt:ida. ,en 1,894 en Sodedad Alló~ma con 'ca.pil~.aJl de $1.000,000.

Las neserva's aJcuffiluLaldla's, y las mej,OIra's introducidas en la negaaiación', pennit.ie­ron en 1,899 e,l,eva'r el c2JpiJt.a'1 á $2,500,000 carugeándlOiSle cada acción de $100 'Por 2 y medi'a accÍlOnes ,d'e la nluieva SOIciedald, s¡in reca11go, por lo taruto, pa,r,a ':'()IS accionistas, rocsuJ.tantdlo que el alocilol\1ista pr.imÍltw,o' de 1,894, despurés ,de haher cobrado en dilVi· dter.idio,s 75 (pOtf den~¡o. por ,ca.d:a aooiJÓl\1' Id e $100, caruj'oo ésta por nu-evas aOOOlme:s de un VIa~'01r -nepnese,nllalti'V'O die $250, .eIS dlecir, , que en 'lOl'l cioco años de ,exbstenJCila cite la primera Scded:a'Cli aalda $100 haJbiaJn pro­dl1lOi~io $322.

La sOlCliletc.La¡d qrule' IdJesJdle 1,899 'VIi,ene' g-DnaJII do con cta¡pi.ta'l die $2.500,000 ha ~gatdo en :0'5 tres ej.ercicios de exi'Stencia 28 por cien­to ¡al nUlevo ca.pi'ÚalT, ao qtule representa 70 PO¡; ciento al prinntiti.vo capLtal die ____ ... $J .000,000

Así, putes, en nueve años el p¡nirni'lJilvo sl1bsc'riltiolrJ.e ha sacado á su capitail $392 pú'f cad'a, den pesos.

Pa'ra da'r á ~sta todo el jmpurrro de qu,e ei> susc'epbi'Me, a.calba die elevarse el catpita,1 á $4.000,000 pOli' la emii:srión 'Cte $1.5°0,000 a{'áoo'eS ¡preferoot,es COlIl: irrlterés míndmUl\11 gaa-antJiiz.adJo die 7 por cien.to, liOI que stiJgnüfi­ca un buen réddto en i-nveT'sron "die poatdlrle de fam~lia,'· eJS deailr, ele toda.wllidez.

La. competei\1'CÍ'a 'eJncarnilzacm. qu,~ en ~l ramo die dg¡arros Sle ha cLesarpo:!ado. no h'a podlj,oo haoer meNa en la pros¡:'el':da.d -de "BI Bu:eru To no," q.u'e im,pentér.r,j'to si­p:ue elaJboral\1idlo ógaJnros perte'Cttos é inme­joralMe'S, COIn: talba.C()lS SUlperio'l1es, j,l1stm­Cl'rnOO aa Ida vez mlá.s el 'extraOl'dJ'I1ano cré­dito de sus marcas, y fuerte en -eI [aiVor diel oÚ!bJ,ico, al q'ne oOlmpla'ce, no entra en la :u dht die precios dlOfnidJe lacomp eltlendla ha . arrastrndlo á otras fáibrillcas.

'Ralsmo ya&m11broexperimenta el viiIS'¡­tante a!l traspasalf los 'ulmoca,lles die ulI1a. fá­btñk:Ja ouya facl1wcLa nOl revela lo ver'Mdie­ramente gmndJioso del i:ruterior.

, r-, •

Dos ilmP,res'¡ones características son las 'qtle á primera vista se reailben: un ondlen pr,rfec!tJo; . Y uil'a exq.uÍ51ta l'imp¡'eZQ.

TlQd;o ¡¡,Hí pa'flece mOlVlerse á impuJ'Sos de tal regu'oocYr tal\1 activo como matemáti­co.

En todos los aeplal\ltamerubOlS 'I"esplandieoe labilmtpieza y en Vial\1O se ooSlCad'ía Ulna hue­:':a dre diescl1'¡d1o á aJbal\1¡dono.

IEl baño die I,os mOllOS 'enca.rgaJdJos de ,las maniobras dd taJbacoj lla, 'sarLa dies1Jilflatdla al as'oo s,emainal del pelo y . de ];a barloo. de los -ITImos, (barño y aseo dMi'gartorio y g1RIItui­bes) scm detaJLI,es carac~ensticos que mas d~ un co1eg.a 'TIIoI1te-amelrli<CI¡¡iI1o IJj~va 'ilns­crioto en gr-ll1leS!aS' ,l.etras, en sus n·atas de 1m-pr,esi-ones. ''1

:Las tt1a,bajadJoras , de IIiodps los .depa;r:ta­lflIienoos, s~mPátkas todas, guapas' muohas ,JP. e:I~ias, r,etvda!t1i ,e 11 su voesl1:,ildo y 'conlbill1,<TP!11-te, la m'ásesmemda pu'~critud:

Lals tmÍIq.uilna'S engwrg,()I:-.iJdoras de cilga­rro, en número de 125, ocuptan el mayor e~ pacLo de a.lTIIplís1lrlla nCl#4e roctal\1lgula r ,ei\1 la qUIe tambi~n se haJI.la:n inSttaJ:ad<llS las mftq.l1lÍnas saooolrtltS, enfrLa.dion-as y despo:­'\-adbras, el IffiKllt()lr elléctri'co y el taJ,!.er de ,mocánka'.

Otra inmensa: Salla, contigua al ,dJeparta­mento die empaque, contiene los taJ.l:eres de CÍ'g!arro die u ña á esti30 lhi3fbatnlo" y l'Os de ellcaj,etJin'laldio y en'Vo;tur:a.

,Las bodt'lgas, nep:l,etas d'e hi'en esrt:wadus kr'C'Íos de los mejores tabacos de San ' An­drés Tl1xt:'a, Vwf,J,e NacÍlOInal , ACa¡y1U1can V Ha1J'a'flia , OOil1 modle~o ,die oOlnstru'OCilÓln: para la perfecta cons'er,vacJión del tabateo.

La Litogra.fíla" 'que aipenatS da albasto pa,ra l'as 'I'1e'cesddoa,d'es de la fábrica, . con1,i,e­neo á más die 'nu,merosas ffiláJq,uilniaS' acce­sorilaS, cOlmo guilllotinas, rn.áq.uilna de dio ... r:lr, I a.m inadbtia:s , etc., cuatro grandes pt'er.­sac~ 1110gl"áfi,ca:s, s'i,empre 'en ,a'dr.ilV1Íid'Ia,d.

Tedo ohece a!,g,o, 1J0tab.:e: hasta el ,ta­':(' r de caja'sde cartán y ,sa,c'9s de papel pa.ra p,3'qu:et,es, en ,e! 'que tos ági~e's dedos de tm '€Iscuaidrú n d e miuC:ha,cholS ,die 'pr:~o! cortio v dai11als 9Q,n:rÍlen'tels, ¡pr\old:u.oe,n pOlr IhOl!1a. m,i-

- l1,¡:l1es ,die daljialS y saJqtu:i,fulS. IRleJpeltidOlS otl"~uinfos hant 'pr:emila;c1b I~'C\S' es­

IfU'erZlOS ,efe le\sItlaJ. f áJbtriilca ,m/ddie!!o:, y pa¡r.a thabl:aJr ta!n só~o ¡die 11Q1S más 'PWÍlenltJels, aLta-

¡-!;>1l1OS' d Gran Preruio, ofblt~nid!o en '!a Ex­posición . d'e: Hurí·s ,eLe l ,yOO, Y la con~leco ­Iració n Id.e .La Legüón ,d'e H O/11O!r 1Ci0lltCetdd'¿a p.OIr , ·,el.·Gobh~I\-'l1J() Fr¡3,ncés al: D:it'ec:tor y f'U/11It1a,idiOr -de ,. E,: Bl1';,:n To nio," señolf D. Erl\1lesrt:o Pugllbelt.

A su tíÜIJn die Plfo!Vleec1idr 'c!ie:' Gobilem 'Ül FrIa'l1cés, aJclaoo {le aÍ'talcliilr "El BUeln, Tonb" el .de PlrovoeedQr Id'e S . A . l. el Glnan Du­q u,e W:!ald'bmi,l"o" ,deR u'S/ua, 'qi\.\li.ell ¡~ lrubilel1x:\o ten~'dIQl ocal~ón de nmhalri 'JoIs dgla:r.ros ,.l,a

"EJ' Buen To no," .los ha a:clJo:ptaldlo paIla, SI\1

'l'IS'Ü.' Habla es,to mil!'! 'en f'a,v'or Id,e ':06 ¡proclil1C'

t{;IS die "El Bu!ern Tdnlo,. " por 'r.altarse die un ,pe.rSlO:tJQje ha;b~tu!a¡do á 1f11m1alf UOS mejol1es eÓlgamros rd'e:l mu:nclJo, y hutel!1, conlc~c.edlolf, poor lid t¡alnlto, en te\sla. cuestión.

·'DelStoosOS die lConl<Ycer ilbs ,nnihldiiPa¡~'es CiJ ­

.::lb.omador.eos de la fáib:nilCla, y ,eJ:, papel que d.esel'1'1\PJeñanJ., 'Sle nKlts ,ditá 'es'ta, nel<i!p1.llelsIta: "En, E'l Buen Tonro,"quti.en \1JoldolJO hace, 'e,; "FJl BU!eIfl To no."

Pleoro como filO .o/IJV!~cbam'Qs 'q,ue MI f:undla.­dOI y SlU Diil1ecuor Ji()l 'es IdOin -Em€lSW Pngi­bell¡. no pooÍJaIl11IÜS mlefnos Idie iOenSIalf: ,MIeIre­e'?· ,J)ien de su paJtn.'a nlaibiv¡a¡,--1Fra:11Ici¡¡¡-.;e! f.ramcés 'que ta1 ~.tJ¡sltre ~e ,dla 'en ,el lex'trtal111je­ro, y mel"eoe bien :(ne s'u paitnila a¡dlo¡pt!iIv'a­M éxko----e.1 ,exlt:nanj¡ero 'q¡u,e 'eln1Iplie¡alnldlo más d.::: milll :perSOlllalS, v ttr'aJy,enool aa 'paÍ5 '~rn¡por '!i3Ipl:'es OOJOtilta,'Iesetlll"Ope: ls, dontmiobltyle iI1aJn iOOór1lenJ/s'alI1l,enlte a,l 'hi,en'e!Starr Idle i)alS dasels tra'OO,j¡¡¡;cDCrt1als y ar. obri':I:ü ,die ,I:a NlarciJón.

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Pensamiento. IN JESUS MEMORIAM.

"Bajo el peso de la Cruz se aprende el cami­no del cielo."

Para nosotros los mortales, el peso de la Cruz es el trabajo. los deberes y los sufrimientos del cuerpo y del esplritu.

Tener fuerza y á nimo para soportar .con resig­nación los dolores y pesares de la vida. con amor. A los padres, 11 la familia y al prójimo; amando ~.

respetando 11 Dios hasta la última hora: he abl el ideal del cristianismo; "ese es el camino del Cie­

lo," , 11 RIC4RDO IBARLUCEA.

SEMANARIO LITERARIO ILUSTRAD'"'O. ~=~

..

Traje eon falda-oorselete. Traje pal1llJ eomiü·as y reuniones. T,raje e()ll' -chaqueta pa·ra primavera.

194 Máquinas de COSlc:lr STANDARD combinadas dos en una. Ag-encia. principal, Mexico, ~~~~~~~~~~;. .. ~~~~--~~~~~~~~ .. --.. ~--~~~--.. ~,~~~~

s. M. LA EMPERATRIZ DE R,USIA.

La egregia dama quP oeupa el trono · del m ás

vasto imperio dei mundo (sabido es que la superfi­cie total de Rusia exeede de 22.397,460 kilómetroS' . cuadrados, 6 sea una sexta parte de toda la super­ficie del globo) es hija de Luis IV de Hesse, grll.ll.

duque de Hesse y del Rhin. Si bien alemana por parte de sus parientes mii~'

próximo., la que fué de soltera princesa Alicia d.­H esse desciende en lín(·a recta de Enrique ··., l! Magnánimo," principe de la casa de Lorena, ca~a '

do con una hija de la célebre reina de Hungríu. Santa Isabel.

De este enlace es originaria la casa de Hesse, lal cual puede también reivindica" para sí la gloria de contar por pr;mer ascendiente directo á Reine," "el Grande," duque de las D os Lorenas, apellida­do "Cuello largo," y que fué uno de los súbditos: mlís leales de Cárlos "el Simple," rey carlovin­gio.

La muerte de Reinel' produjo en el reino de ,'lo", francos un duelo' inmenso.

La educación de la princesa Alicia ha sido en extremo cuitladosa y adecuada á la grandeza del papel que el cielo la ha llamalo lí representar en esta vida.

Según sus bi6grafos, atendieron sus prec:eptor~s á preservarla en primer término del contagio dI' los defectos 'un tanto plebeyos que padecen en su gran mayolía las anrguas casas nobles alemano$; á evitar que su espfritu se infeccionase del orgll-110 de las prerrogativa~ , el despredo hacia los p", (I Ueños; en suma, la altivez orgullosa, los prejui­cios de ca~ta , el t emperamento de intriga que t n·n­to empequefiece lí quien se deja dominar por pa-siones tan mezquinas.

Fué, por lo tanto, su educación ajustada á un espiritu altamente liberal y democrático.

Cuentan una anécdota que compendía. nuestr'.> aserto. Una de las institutrices de la joven Prin­cesa llegó á palacio, después de una marcha fa tigo~a á pleno sol, rendida y sudorosa.

Al verla en tal estado, la Princesa preparó pOI." \;\ ll\.\\;U\1\. \'l.'I:l. 't~h~l>c(), 'S ",\~"ú(,'t\.il()l>~\() 'á. \1\. \'t\.\lÚ ·

tutriz, la dijo cariñosamente: "Bebe y descansa."

Nieta de la reina Victoria de Inglaterra, la jo · ven Alicia complada~e en pasar lí su lado, en la residencia veraniega de Balmoral, la mayor parte de sus vacaciones.

Por lo alegre de su esp!ritll, era rayo de sol qu(> difundía en tomo suyo la vida y el contento.

Emprendía largas excursiones á los bellos sitios de Escocia; organizaba en el castillo bailes y di versiones, y no se desdefiaba de entrar como la mlís prosaica de las campesinas en el establo Oí beber un vaso de 'kche recién ordeñado por SUi< -aristocrlíticas manos.

y es que la instrucción reeibida, lejos de encas­tillarla en ' la soberbia de su p08ición envidiable, poníala en contacto con una vida activa, laborio­sa, atenta lo mismo a. los conocimientos más el..­vados del humano saber que a. la prá.ctica de ).) que debe conocer una mujer de su casa.

En un viaje que en 1,884 hizo la Princesa á la residencia de sus deudos los soberanos de Rusia , conociéronse la princesa Alicia y el Czarewitz.

y desde aquella fecha datan sus relaciones. El padre de Nicoliís Il, Alejandro IIl, vió con

gusto la inclinaci6n de su hijo hacia la Princesa. y foment6 aquel amor dispensándole su valiosísi­ma protección.

En abril de 1,894 fué pedida solemnemepte la mano de la joven Alicia para el Czarewitz.

Enfermo el Emperador, y viendo próximo SIL

fin, llam6 lí los prometidos esposos y bendijo su unión.

El primer acto realizado por Nicolá.s II pocas semanas después de la muerte de su patlrp, 'fu:(> cumplir los deseos de éste, sati"faciendo lí la par los suyos propios, casl'tndose con la princesa Ali­cia en 26 de noviembre de 1 .894.

El cielo les ha concedido desde entonces la di­cha de ver bendecida 'u uni6n con el nacimiento de tres hijas, las grandes duquesas Oiga, TatiaDa

y María, nacidas e,n 1,895, 1,897 y 1,899, respect:­va mente.

A·_ propósitO de esta descendencia femenina, el puéblo ruso, lleno. de supersticiones, augura tati­'dicamente en el ·caso desdichado de que ;e~ "padre"

. -as! denominl\Jl fÍl.~iliarmente la aut~.Grata de to­, das las Rusias-fsJleciese tiin d ejar 'un hijo que

l.e sustituyerlt en el tpono_ ·Pero éstas son. aprensiones infundadas que des- .

vanece la legitima esperanza de que e;' un matri­.. monii> en que, c()mo el de los soberanos rusos.

cuenta el hpmbre· treinta y dos años y la ~ujer . veintiocho, sean más los frutos de sucesi6n y se rompa la "continuidad ' femenina."

La visita que los Emperadores de Rusia hicie ­ron en octubre de 1,896 á Francia, ha sido, sin disputa . uno de los mayores a contecimientos de esta última década, porque confirmó de una ' ma­npra solemne la alianza fran~'O-rusa, es decir, la unión de dos pueblos ricos y prepotentes.

En este viaje, que despertó los mayores rec!!los en las cancillerías de Europa y América, destacó­se como figura de paz y concordia la joven Empe-ratriz de ' Rusia. .'

A su pr,op6sito, los periódicos fran?eses la tri· butaron unlínimemente los mayores elogios ponde­rando la exquisita cortesía de la augusta dama que com'parte con su esposo la carga inmensa de rei­nar sobre cientp veinte millones de s1ibditos.

Conocida es la fastuosidad ··e la corte impel'Íal de San Petersburgo : la Czarina actual, fiel en es­to lí las tradiciones de su rango, contribuye lí real­zar dicho esplendor: y aun cuandp su esplritu no sea muy propicio á fiestas palatinas, muéstrase en ellas con soberanía no exenta de gracia y distin­ción, envuelta en esa delicada finura que tantas voluntades cautiva.

Amante de su esposo y de sus hijas las prince­sitas, en el hogar no se muestra soberana nunca, reinando dulcemente ~n el coraz6n de 'Ios suyos.

De gustos sencillos; dedicada por completo a. su hogar, del cual sólo le apartan los imperiosos de­beres del trono, ve deslizar la vida cpn dulce .quie­tud, que no turban los recelos de traiciones y des­ll\.1\.\\~I>_

P orque . cuando los r eyes buscan por tOd08 108 . medios el bienestar de sus súbditos, éstos no ali­mentan en sus pecbos,: iaeas de venganza, sino de ·amor.

y los actuales Emperadores de Rusia, compr('n-• Hendo la alta misión que el cielo les ha confia:do, procuran que su pueblo, el mlís grande' del univer­so: salga de la atonía espantosa en que se hallaha sumido ~iglos haera, y éntre por la senda que

, siguen los pueblos ,tanto ml'ts felices cuanto mejor . son conducidos po!" la vla del prógreso y de 'la

justicia. Parte ne las reformas emprendidas por Nico­

la.s II en beneficio de su .imperio, se deben lí ,las gellProsas iniciativas de su regia consorte.

Porque para nadie es un secreto la inftuencia que ésta ejerce en el línimo de su egregio es­poso.

y felices las naciones que cuenta, como la d ... Rusia, con una defemlOra tan buena y tan limante de la prosperidad de sus súbditos.

ALEJANDRO LARRUBIERA.

--:-----·.:0:(----

En Colonia. (A GUILLERMO R. CALDERON)

·En la vieja Colonia. e'Il el ob5cul'p Rincón de una tabell'lIll\,

~l'res estudiantes de Alemani'a, '00 día Bebíamos Ce~e~a.

.... , Cerca el Rhin. mUI'!Duraba entre la bruilla

EV()()Qndo leyendas, -y sobit'e el muerto crumpo y ellJ las 'altnaS

Flotaba la tristeza.

Hablamos del '8olD'or, y Firank, el triste, El BPñadOO' poeta,

De versps enfermizos ooa1 las hadas De sus vagos poemas, \

"Yo brindo, dijo. ppr I'a rum8Jda mla, "La que vive en las nieblas,

"En lps viejOS casUlIos, y en las sombras "De las muaas iglesias;

"Por uÚ pálida musa de ojos castos ~ 'Y rubia cwbelle¡:3

' I~~ cu,o,ndo entro de .nocbe á mi buhal'lilla > . "En, ~a, f.rente me besa."

y Karl. · el de ;las rtmas aceradas. El de la lira enffi"gica,

Cantor del sol. d.e los azules cielos y d é las · .. ·hondas·' selV18s,

. El poeta del pueblo, el que ha narrado Sus campestres faenas,

El de los versos que en las almas vibl'l3.Il Oua! músicas guerremas,

" Yo bri,ndo, dijo, por la M·usa mla, '" "La betl"Illosa lorenesa

. " De ojoo ardientes, de encendidos labios "Y riza cabellera;

~'Por la mujer de besos ardorosos "Que espera ya mi vuelta

En ~os verdes vlñedos,"Ilonde aJITastra "Sus aguas' el Mose1a."

"Brinda t1i," me dijeron. Yo callaba De cooos e n la mesa,

Y . ocultandp UIIlJl lágrima, alcé el vaso, . y dije con voz trémula:

"Brindo por el amor que nunca acaba!'.' y apuré la cerve7J8·;

y entre risas y gritos exclamamos: " Por la pasión etel'illa!"

Y seguimos risueños, charladores En nruestm alegre fiesta ....

y am mi co!'azón se me morl'a, Se mor1a de frlo y de tristeza.

lSMA,EL E. ARCINIEGAS. (Colombiano . .!

----):0:(----

MonAS . - 'TRAJE PARA RIDUE.PUlON.-De seda ve;­.le Nilo, dispuesta la f·alda en las cwer3s ,>·ll

pliegues lisos, y guai'necida con galón v€\l'd~

lJord'adp con orp. Los delanteJ.·ps abren soLr,! ,m delantal de guipur .cplor de marfil. colocallo sobre falda de forrp de seua blanca, cupiel'ta con llluseJi.na' de seda. y J.x¡Q·uead·a con volan­t"8 de tela iguaL La falda de encima, cortad:\ t'.n dientes rodeados de galón, se hace con cu'" n,,-chal recuadlra~lJdo un canesú de .guipur, l]ue I'C pmlpllga en forma ue pecherp hasta el tu-11~·. Canesú rodeado de un draVeaup de gUiJllli. que se spst i{'He lJ(}1' medio de tkas ue cinta tic te.rciopelo verde. C.borrera de guipur. Cinturón dradeadp de terciopelo yerde, Mangas con vuel­tas de seda y vola'll,tes de encaje, Bullones 01' muselina de seda. '

CUELLO DE. TUL CON PASAl\IANERIA y I~NCAJE.-La novedad de eS/te cuello de tul n(>­~rú cOIIlslste en la mezcla de motivos d~ pasa­manerfla. y de encaje adornado {'OH botpDes p~ ' ql'eños de pasamuJl€'ría. Se lleva sobre u'n cuer o po de seda negra, ó para recuadra'r con peche · ro de gasa ' ó de seda de color. ó bleu pat'a ,l;orde8Jl' un escote redondo.

ENA:GUA DE FAYA ' ROSA.-Parte alt~. ,a,j ustada; la inferior se ad()IJ."na cou un volan1.e .plegadp. Volante de en.caje y entredós con ID"

ños de cinta cometa en la parte baja de la ena · gua, Entredós en la und6n.

ENAGUA DE SEDA.-.Se corta con pafios al ,bies; volaute compuestp de trozos plegados al ,bies, el1ltredoses y sardinet8:~. Entred6s tla.pRn­do la unión ·del volante; :J·a paa-tebaja se adpr-

Coliseo Viejo 20, Ferretería y Mercería, EL MARTILLq, Waldemar Julstud y Cia .. =n

no <!on un vol'ante de encaje, que cae SObl't! .otlro de seda. TRAJ~ D~ PANO BORDADO PARA R~[;·

", . . NION.-La falda coo, cola de este traje de pa· 1180 co~ un v~te de encaje, .que cae sobm llunteado8 por la . ~spalda, s'e bordea con Ullil.

loanda lIe eebellina y se adoma con un bOl'dado ... ·alado muy alto, heeho de palla igual y lle mo· Jo que deje ver la falda. tie fOlTO de seda N­

su. Los delanteros de la falda reeUadQ'Ull un delantal liso dispuesto en pliegues. Los dela.u­teros del cuerpo, he<!hos wn grUpos de peque· ños pliegues, abre\lJ sobre un chaleco de tercio· ~Io eol01' martil, que cierra con botones G'!

01'0. Las solapas . se unen ú. un gQ"ltIl cuello de .,lUIO bordJado.

CANESU BORDADO. Se recuadoo. el chaleco ecn un seg<\llIldo chaleco . de . te¡'ciopelo negro.

Las sOla'pas se adornan con. <!olitas lIe eebe­!linH, sUjet&s . con botones de oro. Mallgas de puño plegado, que coocl uyen con grandes .. bu· ill'nes bordados. Cintur6n de terciopelo negu'u (véase el eroquis que representa la espa'ldu del traje.)

MATINEE.-De j)ranela con pelo azul con lhbujos negros y ·blancos, gu~r;Decida <:011 tel" c'opelo negro y cahemir con dibujo azul tl1~

quesa. TRAJE DE MEDIO LUTO PARA SRITA.

- De lana negll'a con díOujos, guarnecido con un eanei<ú de tlllfetán, cinta de terelopelo, bo· ton Pitos y tr8nciHa negra. l!'alda coo, pli i'glki< <'n l,a·s <'-lIderas, terunionada {'on dos VOIIlIlÜ'R en fCil'ma. lIlás an <.- hos· en la parte lle det¡'úR, ri­beteados con trencilla 11egra.

Cuerpo flojo sobre el ci n turón de tafetfLII, e 'erra íL un, lado hajo un grupo de pliegues; 3e guarne('e con un can~1Í de tafetú,n dislme~to e ,1 p!!egiH"s pespmiteados, sueltos MI e l borde in · ferior pam forlllar volante gU3a'lleCido con tren· cilln.

l\-Lu,n;;ns cubiertas en p arte por unas Se~lI,lI"

das mangas de tafetá.n plegado, haciendo jUl"

go con el caneslÍ, se terminan coo puilos ti" lana guarnecidos con cinta 'de t(>rciopelo y bo­~oncitos; este adorno se Il'epite en e l cuello ,1'eC­

to; la unión de las mangas se disimula con uu tirante de terciopelo.

TRA,JE CON FALDA-CORSELETE.-La fal­(hl 'CO l'!<(>It>te de este traje de paño obseuro. guarnecido con botones de oro, se rodea en la pdrte haja eon tres ' bieses pespuntead-os, sepn Il'udos por vueltas de botones. Se bordea el COI'·

sclete con U1l bies i-gual, que se prolooga sobl',' (01 delant~ro derecho, cl'u~8do y con botones de presión para el cierre invisible. Se dis pooe ade­u ,ás la falda 1'11 pliegues que suben más ,v -lto~

d(;!Jrás que delante. El "bolero," CO,l'to, con un gq"all cuello-chai.

se adorna como la falda con bieses y botoneti

1, •

Traje de paño bord·ado ·prura reunión.

KORFF, HOnSBERG ,y CtA. FERRETEAI~ ~ mERCERIA. . ., . pOeQte del ESpIrIto SaQto N o 4:

MEXICO, D, F,-Apart'let .. 11:i5.

ESTOFUS UfflEBICDRBS ~~n ninguna habitación deben faltar estas es­

I nfas que á la vez reunen

GRAN EGONOMIA en ' el combustible y refinamiento en la condimen­tación de los alimentos. Para los asado," no hay más allá que las estufas; la,s vianda.s conservan todosn jugo nutritivo, cosa que en las hornillas y ,braceros anticnadosjatná!:\ se c r)ll-iig'l1e,

195

196 Máquinas de coset: STANOARR combinadas dos en una. Agencia principal, México,

ce oro, llevándole sobre una camiseta de ter­c;opelotolor marfil. El borde inferior, blusado ligeramente sooo'e el corselete. Las mangas del "bolero" van ,a·biilrtas sobre bullones d~

t('rciopelo marfil. Cuello recto, adornado COl!

.botones dorados; se fij 'an los botones mayor'!8 sobre los delanteros y las mangas del "bale t:o."

"Toque" de laUla d·rapeada cubierta con . Pana -color marfil. "Aigrette" y bebilla de oro.

TRAJE PARA COMIDAS Y REUNIONE~ .

-Este tLmde, de r cesp6n de la Ohina, colo~

.cla[z y guipur orema, se guarnece con Ta-,') azul. La falda, cortada con 'uua cola basta.nt-.' laa'ga, abre sobre un delantal estrecbo, cuya p¡¡rte baja se adorna con guipur. Se disponen los lados en varios pl:egues. El cuerpo de gÚi :pUl', esrotado, se bace con mangas semilaxga·;¡ Ic¡ce dej'an ver los homhros y se sostienen eOll tirantes de raso azul: se borden n las mang9s con vo':antes de I\lUSelillll. cuya uni6n qUedd disimuLa.da bajo hieses de I'aso. Se gl13.rnece ei .delantero del ('uerpo flojo soh~' e un clnturóil dE' raso con un gran .nudo dE' tela igual sost~ nido con uu:! banda. de la que bajan hasta e~

tip de la falda dos grandes raid as de muselina d.' seda.

T'RAJ¡'; CON CHAQUETA PARA PRIMA VER.-\.-Xl1estl'o grahad[) re·presenta un trajP sencillo hecho eon Ilaíio verde y guarnecido co ~

pespuntes de f edu y te;¡-ciopelo del mismo ca 101'. La falda. bas tante larga, se rodea con v'~

¡¡'las yueltas de' pes:mntes, que recuadran un bIes de terc:opelo : este adorno. en m1l.s estr ~ ­

cho, se reopitE' sobre I&s c¡Jut(}J'llOS de la chaque­ta y las m.angas. Se cubol'e el cuello, :as solapa' y las grandes vueltas de la mangn CO.D. tercio­pelo y UD vivo de seda. Se cierra la chaquel;) en la parte alta con un botón de terCiopelo. C.) mlsetn de tel'l'iop210 yerde. puya abertllr,a ~f

llena al borde sn]>prio'l' con un pechero 1'0; 1

cnello recto de sed", Ile 1'0101' J\l :í ~ r'lm'o que P.

trf'sto del traje. TRAJE PARA RULE ADo.HNADO CO\"

NUDOS.-Xllestlo ¡:¡mbaclo representa un traj, c',{' bai.le pU1ra g·euorita. hprho dE' muselina d. seda blanca. 80hr E' \'Iso dI' seda dE'l rriismo co­!-o·r. La. falcla. plegarla. SI' bordea C(}11 seis , 0-

la:Dltes fruncidos y un gnl61l pn cill1a de lente­jnelas dp acero. Del·anta l rer'naclrado ('on rll'3·

·frados dI' muselina. sostenidos ron la7.Ds mal'i posa de raso blan r-o. El \'olantE' que ,rortE'1I ,, / <lelantal Sp adol'na con g-a l(¡n . Cueorpo hlu~a

<!ou eSo{'otp en IHlIJU. g-ual'lIpc-ido ron clohle hp\,­tR de musE,>:i.l1 'a r-ort'arh en dipntes y ·que termi Jla {'on puntos rlP fpstón hec'hos con serta blan· ril. Las mangus. arlol'na-rIns {·ou lazos, llevan volanteS igua.!ps. Se hO\'flE'3 el escote con ·ur galón de lentejuelas. (, illtnr6n,. dp ciuta de ra so. que rie\'ra por rlet,"rLs hn.io un lazo mari, ' <[,osa.

TRAJE PARA NINA de 7 lí 8 afiós.-De tel" ciopelo pllcarnado guamecido con galón dorado est recho; falda con volantp en forma (véasp el croquis que representa el traje visto de espalda).

Espalda lisa; delantero blusado con tabla en roe­dio; canesti de terciopelo; cinturón estrecho de galón.

TRAJE PARA NI NA de 9 lí 10 afios.-La fal da de este traje, de cachemir azul, va dispuesta en el borde superior, 'sobre 10 centímetros de lar­go, en pequefios pliegues pespunteados; se bor­dea el bajo con dos volantes cortados en forma . que tenga cada uno próximamente 10 centíme­tros de ancho. El cuerpo, flojo, igualmente di, ­puesto en pequefios pliegues, abre delante soh:'e un pechero con cuello recto de terciopelo azul. recuadrado con un gran cuello con solapas, que ba­ja hasta la cintura y es redondo por la espalda_

Se hace este cuello con cahemir plegado y se re­cuadra con una banda Oe t erciopelo.

Las .vueltas de las mangas, montadas con pe­quenos pliegues, se hacen como el cuello. Cintu­rón de terciopelo, cortado en punta.

TRAJE PARA ~INA de 6 A. 7 af!.08.-De laDa blanca, compnesto de una blusa y de nna tald!! enteramente. plegada, Se bordea la dltima. con

cuatro volantes cortados .en ,forma. Este adorDo hace juego con el triple cue¡j~ del cuerpo_ El cue­llo recto e~ liso, y cierra en la espalda, lo mismo que el cuerpo. Mangas enteramente plegadas, sos­tenidas por puños lisos. . Cinturón drapeadO de terciopelo, con cuatro 'botones de pedrerla delante.

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Al periodista católico. ·' Luehar ¡por ,la verd~d cuando la gloria

que e~' esa lid se gana es el desprecio; l'l'indllll' con luz y reci·bir · la escoria ·que te 1lII'1'Oja ú.la · ¡'az .el mundo necio; ofl'eeer ambros[a en ·copa. de 0.1'0

al que abl·a.sa tu frente. eOIl la llama del rencor, el sarcasmo 'y el desdoro, y ·cua.nto más lo qUietres, : m!\,s t e infama; i'usenr ayuda y encontl'a.1' vac[o .. n medio de los tuyos ..... A'l'dua' empresa que baee perder al corazón el br[o,

. inclil\lRI' abatida la cabeza. ·i. Qué buscas, oli gu~rrero, en esa lueha ¡,in horu\"a mundanal, de tr.iunfo incierto'! Xadie tu voz en Q.el'redor escucha, tu ca.mpo de batalla··es · un .desierto; 1'úramo en que se .. agitan .. aquilones dI.' horrísono bramar, al lado mismo eH que ves tu pendón 'hecho girones' y abierto tí todos . ¡'adOS un abismo.

Ar.ra.n1:3.tr al ma.!-vado la careta con que hace bella su labe·r al mundo, hoy que el genio del mal todo s·u.jeta, . rOL' mA.s que viva como cerdo inmundo, e, obra de .titanes O .de locos, fmpuje que del fango. nos redime, ó.unq,ue en la ruda brega iuchen pocos; r, esfuerzo que raya en lo sublime. .\.: c(}mhate fpcundo 'de' la idea, ;. entra el el1rOor rou lealtad acnso?' jamás: empuña la chisposa tea ¡jp In 1l,E'g'1'1l ealulllD·la ií e.ada paso. Hip6f'rita. se eubre con las gatas ,1p la Yir rud, nun.que .su pecho ·anida {'\ gU!<3.no del y.icio: aunque sus 'alas moja E'II In charca de asquerosa. vida, ~erpiente que se arrnstra al pie del trono r an'3. l·anzna· impune su ponzo.ña cOlltra el C]lle irrita su . lnfemal enco.n.o: ; l'a ;;erpipnte del mal, ruilll y gazmoña!

Gm-nclio~a es tu miflión, héroe <!rlstiano, t(1 que en la liza elle . inmortal pudanza, 101' sn lvar de los dfllrdos á tu belrmano; ei pecho expone.s i1 t,raidora lanza. El mUll'do, en ve'/' de gloria, con desdeue;¡ premiará t us afanes generosos; mas i qué importa! 1(}S c3J11dos en tus siene~ "'e trocarán en iJa.U!I'OS victoriosos. De Dios bañada en la eternal sonrl"'(\. hrotE' la luz al ~oce de' tu pluma, romo al soplo. callado de la bri·sa Sl11'gE' del mar la delicada espuma .. Bsrurhe por tu haca el que te hl N~,

de la he.rmosa verdaJd el noWe grito. Alienta. mártir, la verd·a:d no muert'o porque tiene el poder .del Inflnitt'

JOSE M. C.\¡';[LLA!'.

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UNAGRA.OIA

De la Santf~i ma Virgen . . En la ciudad de Pagani donde murió San Al·

fonso, vh'la un anc4J,no padre de falimia. Aun­qUe sus costumbres no . llegaron A ser disolut(ls nunca se le vió, sin embargo, llegarse lí los San: tos Sacramentos . . En abril de 1r881 cumplla la no sencilla suma de 85 afias . y sus enfermedades IIU" progresaban como la hinchazón de un hidrllpic(;; le hadan pOCO a poco un ovillo en su cama. .

Su piadosa hija, llena del mll.s santo amor filllll, venciendo al terco respeto bumano, le conversaba con unclón de la delldicha de aqnellos que mueren liD 1011 auDliOl de la Fe, y al fin. acab6 11,,1: pro-

¡Jonerle se confesara ..• . A tal palabl"J., la c(¡ftlra del viejo ~e expande en blasfeulIlls' ~ mjul'ias : a¡;;­

túbase COlllO vlborll que quieN dp.jar SIlS auosos casca beles.

-No uecesito confesarme . .. . Jllwlís he ofen­dido á nudie! rugió, cual si no hubiere otro manda­

. miento. Aterrada la pobre niña, meditaba en silencio, te­

miendo asaz la pérdida eterna del autor de sus dlas.

Un impulso de fe la reanima. Va en busca de su confesor y le confla sus temores y alarmas. El bllen sacerdote la acoge benévolamente, par­ticipa de su peua, más vivamente confiado en la bondad de la Sma_ Virgen, le dice lI. la joven :

-Ten únimo; ofrece de mi parte a tu pa· dre esta medalla de Nuestra Sefiora del Perpetuo Socorro; haz que la cargue y recite cada dla tres "Avemarlas y Glorias."

El ,iejo aCt'pta el obsequio con las condiciones. Pa8al'OU quince dlas sin ninguna especialidad.

Una mañana llama Íl su hija. -Hija mla-Ie dice-yo quiero confesarme: he

tenid .. esÍc' pensam:ento toda la noche : esperaba el dla con impaciencia: grande e3 mi deseo! . . _ .

Intitil es pintar el gozo de la niña; desearla tener alas pllra volar al encuentro de un sacerdote; pll ' ro el "iejo retine sus dispersas y gastadas energía~ de otro Lempo, levúntase y va lI. la primera igle­sia vecina : se confiesa deyotamente para volver OtlO dla lI. comulgar.

En este illtérvalo-, la enfermedad arrecia y la plílida tronchadora de vidas amaga con su alfan­ge. al trouco del viejo roble.

El viejo era un ejemplo de compunción. Pi · dió con dulces IlI.grimas el santo Vilítico. Su hij 1

Y muchos amigos rodean su lecho y él lI. todos pidll perdón.

Abrazando al Crucifijo como el nll.ufrago lI. la tinica tabla, expiró en dulce calma cual mueren "los que tienen esperanza!" ....

R. RISCH.

----::)0(::----

Niñerías. 1

De rodillas en el templo,. Muy cerca de los altares. Miraba la huerfanita Las nubecillas fragantes Que arojaba el incensario En azules espirales. Entre cadenas de plata Las vió nacer y elevarse, Llegar hasta las ojivas y besar los pétreos língeles Que ante el retablo sostieneu Las lll.mparas fulgurantes. Mas no pudo ver la niña Si aquellas ondas suaves, Si aquellas uubes azules, Perfumadas é impalpabll's, Van mll.s allA de la iglesia o. en la iglesia se deshacen . . .. _

II

Cuando la callada noche Telldió sus negros cendales, y la campana en la ermita Rezó la oración del ~el, Ha~ta el pll.l'roco apacible LiegO la huérfana grave.

-Padre cUI'a-habló la niña,­De incienso las nubes grapdes ¿ Adónde van'! ¿ Dónde llegan'! .. . . -A los celestes alcll.zares­Contestó el buen sacerdote. y la chicuela anhelante, Arrasadas las pupilas, Dijo con ansia inefable: -Pues yo quiero ser iucienso Aunque la abuela Be enfade ...•. ¡Para subir hecba nube y llegar junto A. mi madre!

RAFAEL DEl CORDOBA .. \.'

\.

Coliseo Viejo 20, ~erretería y Mercería EL MARTILLO, Waldemar Julsrud y Cia.

LJ\ BARCA.

Me pasealJa sola, escoltaLla por mi fiel perro blanco, el cual we sigue á tudas partes, y tomé el camino de la playa, que era muy arenoso : con los ojos ojos eu el espacio, que we es tan caro y tan querido, y los pies casi eu el agua, sin ce­sar sorpl'eudida y acariciada por la brisas de la marea, que principiaba á subir, mis miradas S'~

detuvieron sobre unas granLles plauchas y pustes negros, clavados eu la tierra, Mientl'Us más m .: acercaba fl estos objetos distingula mejor que erun los restos de una barca destrozada y lanz¡lda

al!! por una tempes tad" ¡Pobre barca! ¡pobre barca! sin duda abando­

nada, sin timón, arrastrada llar las olas que ju­gaban con ella, como cou unu cílscara de nue~,

;cul1nto debiO lucha'r antes de sucumbir ! Y sin embargo, parecla babel' estado construida con to da la f uerza necl'saria para sostenerse en el ague., L1esafiar el poder oe los elementos y resistir las t empestades, tan engailadorlls como peligrosas.

i Qup de veces,-pen>é,-habrfl sido mecida, li­gera y dulcemente, ~ob l e la s aguas , y otras Ye ces batida fUl iosamente ~. sin misericordia po: ellas mismas'! i :\I!l.s d e una vpz, q uiz!l., salió ven­cedora en los combates con el pérfido e l elUent,,~

i Pero al fin sucumbió! ¿ Quién puede t ener la fuer­za del Océano cuando se en fu rece '!

Me imaginé que una tempestad espantosa se habla apoderado de la barca y la hab1a lanzade, desganada y hecha pedazos, fi la orilla del ma", sobre una playa solitaria, para que hallara all! el jiltimo reposo, y en cuyo lugar hab1a en contra do una mano compasiva que recogier a los tristes despojos, de los cuales algunas tablas est aban en buen estado, y tal vez hubieran podido servir de techo á la cabana de un pescador.

Los re ~tos de aquella barca me parecieron la triste imagen de muchas existencias desgraciada., lanzadas, como ella, en un pals desconocido. T o­dos sabemos dónde h emos nacido, pero ignorn , mas dOnde moriremos. ; Cu!\ntos, e n bu~ca o ,, fortuna, han abandonado patria, familia y haga\'. para morir en un pals extranjero, sin quP UI1',

madre cariñosa, ó unn esposa amantP. los consl1 (>, le en sus últimos momentos:

Tal era mi pen.amiento antp los despojos c]p aql1ella ml; ern embarcar-i6n: r como si ... 1 <'Ípj" bubiprIl quer ido dar unn l'l'spue>tn , :'I mis Tristt'~

ideas, 01 la voz de un vie jo pescador que se hahln acercado fI mI, sin que ~'o lo ~ inti era venir, ~' mt· dijo:

-Mi buena sefiorita: ) '0 fuf quipn recogi6 los despojos de In b arca y los atO I'L esos postes. Dio, que estrl en todas p artes, permitió que el viejo Mateo tuviera que p asar po ~ ~ste luga r desiprt" para salvar lo que quedaba de la pobre barca )­que el mar golpeaba, con furia contra la playa.

-Amigo Mateo,-rti je yo , tendiéndole la mano.­en usted se revela la fe del pescador, Ustert '" '' ba de darme una lección. Dios estj\ en todas par­tes y, mientras más lejos lo creemos, mlts cerca lo tenemos. La fe es Il.nCOl·a d e salvación para el hombre. ¡ Desventurados los que duden d e plln: Bendito sea usted , Mateo. porque recogiO los des­pojos de la barca y no la dejO 11 mer('ed de las olas del mar que la golpeaban con furia!

MARIA.

Traje para recepcJóij .

ADIVINANZA. -¿En qué se parece una persona It un puente? -¿ y un diputado á un loro '! -¿ Y un magistrado ú un cura? -¿ Y UD buevo A un soldado?

CHAJtADA. Prima mea conjuntio est,

Secunda vis legis habet, Tertia et cuarta in monte inveni;,s : Et per totum vitam ha lles.

GRO_DES TDLLERES DE FOTOGROBADO DE "EL TIEMPO"

197

Participamos á nuestros lectores yal público en general, que desde esta fecha quedó instalado nuestr taller. de fotograbado, montado conforme á los últimos adelantos del arte.

Dese~pefiamos toda clase, de fotograbados de medio tono, grabados de lineas, zincograbados, etc., etc., EspeCIalidad en eJlcabezados para cartas facturas, avisos. Ilustraciones para peri6dicos, catálogos y obras.

Grab~dos de cuadricula gruesa para ilustraciones en papel corriente.

Oerca de Santo Domingo núm 4.-==Mé:x.ico.

198 Máquin~s d~ ~oser 'ST'ANOARD combina:das dos en una. Agencia principal; México,

Octavillas. ¿ Quién, cual vos, oh Virgen, brilla?

¿Quién mlis pura, quién mlis bella? No es tan fúlgida la estrella, No es tan bello el arrebol:

Protejed Íl quien os llama Toda pura, toda hermosa, Ciprés, palma, lirio, rosa, '.rorre, fuente, luna y sol.

¡ Oh gloriosa Virgen r la! ¡Oh Mar!~!

Oyenos :

Si á les nifios Amais t anto,

Traje de mM·jo luto para señorita.

Traje para niña de 7 íi. 8 años, Traje para nliia de ü !1 7 años. '.I'l·,a~e para niña de 9 A. 10 años.

Nuestro canto SuLa ii Vos.

Fuentecillas bullidoras. A ves bellas y canoras, A la reina de los cielos De loar nunca ceséis.

Lirio fragante, Nardo esquisito, Sea bendito Quien te creó.

Bendita seas Palma frondosa Bendita R osa De Jeric6.

EL MISMO.

---::)0': ;---

Fuente de dicha. Nuestros dlas son cortos, y el fastidio no vell­

drA. si los ocupamos y hacemos de modo que ca­da cosa tenga su hora. En el primer momen~u esta irregularidad espanta. Nada es sin embar­go, tan mon6tono como el desorden.

El desorden es triste y fnnesto, por ser con­trario A. la voluntad de Dios. El orden es la Vll­

riedad; no hay ocupación penosa cuando se sabe que ú tal hora, irremisiblemente, ha de venir, y

, que A. t al hora, también serA. reemplazada. Alíadi-l el pensamiento de hacerlo todo por Dios, y tendréis ya el gran secreto del trabajo atractivo. Enton­ces sucede con el trabajo lo mismo que con el dI.' lor; nos preguntamos d6nde estA.n sus sufrimien­tos.

Por aquél se aleja la ocasión de muchas faltas. Merced A. su arreglo de vida, no deja el cristiaM al mal este gran lugar y esta latitud inmensa qUlo:

se llama lo "imprevisto." Me abandonaré monos á la molicie, porque debe comenzar mi dla en tal momento marcado, y lí. tal hora fija comienza, "0 efecto.

VEUILLO'l'.

':)Ol::---

LA PARASITA. Trepa, parúsit~, trepa,

a l viejo tromo del r oble, sob. e la copa d"rada serás .eina ue los bosques; y cuando el verde ramaje uestrocell los aquilones, alégrale con tus hojas y adórlla le con tus flores.

De la sangre de tus venas vivirás, flor de los montes, y si del sol á los rayos, como muertas ilusiones, las hojas una por una vuelan ya .ecas, entoueE's a légl'Ule con tus hojas y adórnale ('on tus flor('8.

Desprecia en las altas ramas la codicia de los hombres; y si el mOlltaiiés le rinde del hacha !í los rudos golpes, envuelve ~l desnudo tl'onco ,'ardo, ,no le abandones, y alégl'ale con tus hojas y ad6rn,ale con tus flores_

FRANCISCO A. GUTIERREZ.

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Pasad á ver la iluminación de las 1) hasta las 8 cada noche. Fabricantes de lámparas y quemadores de gravedad, presión y ' sis­

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cortan 'Cln pequeños 'Ílr'OZlOS, .s,e ¡Je'r'di,g<lJn ·en agua hiPvielllte y :dJe~pués -de 'e's'cUol"ridlols s'e frien ,00 una caiCero.1'<l; 0000; bUlena mante­ql1lilrIla.

En fSJegu~da 's,e J'e:selcha uona buena c.n­chainalda Idle Siailisla 'beohJaimel iell1! magro. (Véase sa~) y lS'e ISIirven caHentes.

LONJAS DE .MJ\.RRANO .-Hedw el 'CiOI1t'e 'die cl1faJllquilera. pieza d(jl cenlJ que no 'oon1tlen:ga m!agmo, SIC haJC~ ': '.lIl la.5 10l~­ja:s la IOlpeonaldón que sI'gue:

Se ,deposiítan ':a vÍ'Slpet1a 00 agttl'a rcl!e sa­¡azoo 'en J,a 'que s·' 'pondrán t<l\l!bién ~lJI as g<ltr'balnzaJS p¡atr¡a, 'qu.e 'ab~'ande-n b cuhierta, se pleJllan y rSleoáncl!o:}as ,se pO~' én ;t freí.r ';0 bas1lalnte, !S,ea '€II1 manteca ó en a<::,~ itc; se incor'p:OI11an Jluiego ,Ia.s ':onj3!s co', :m :,)1\"0

ce azú·Qalr y d~o de c.3!neLt, Tenn inacÍ!.l, e5a Olleraoilón, se ,diemr'ama un poco cl.e agua y ~e cdriO¡carn un:aJs 'Ct~anrl:lalS h:' i ;!s 'rl,c I'altor,el. L ograJdIo 'el {X)dmliJento, se com;)I'.:ta: <:ste tJna'\)¡aljlo! con u\1Ia pnulclienlte 'roci ,ll~" , l.e ün:a­grie fuerue y se 'esspie¡Tia ha¡srúa· qu'e Ileguoc (>,1 s.azÓln .

'PEJCHUGA,S oMIICHOACANAS.-Se extrai€ln '¡'OSCl~arrt.ols Slupe.ri:üorieos de .c\Jaos galiií, n~s, y en 'el C31Md1o die puchero, uon p0CQ eLe

Matill{ie.

finos PARA BORDAR. viaralgr.e y alguia, Sle opoinlen á ,codeJr hasltla que ¡a¡bll3ln'dlem_ En otil"il1:lials man-carcJ:a.s ron el C t,lhilJ!:.o se ,e~traJem y 'se OOOV1loel'da/11 en h'lOOlViO 1b;:;ltlioo, lSIe '~c!s oplOllle ;un .pOlI"io ¡(lle pa¡n y se f.¡j,ejnlen lltJaJntJooa de OeI1do. En ,1Ja trui'Sma .manteca l5\e :ha ,d-e bOOlir \Ulego 'U\l\ vc.\¡d~1i~ die /3iOeJÍJtUln¡a¡s y aJl qajplaJr'rQIS '1110: iill!5, na ¡pul­pa die odios gtiltomlaJtc!s cpcrlidd; y pas'<lidb5 por d oo:laldbr y su sallo Seec1h:a J'Ulego oai!Jdo dlel rrnismo en 'qUJe cocro lla calr'I1:e y SIe deja. que '~SlpC!Sle ,p¡al113' poIlIer U'aJS pechug¡aJS ya enn¡pa­nraldlas, que SIC rchQg1alI1án, y ~,j,gada.s ~Q baIs­tanrt.e, a:l 1ca:lOlr, esplel13lroán el turnIO. Este Slt-,rvWio 's,e haná 'PCJÍnjleJnloo un rrrue:gp JllIOKi,e-1I~ldo die laloC!Ílte y Vli'nag'J'e y un pdllv'o dle sall P llmlÍJeln!.lal eln calda plraroilUlol_

!SOPA DE SESOS.-PicaJctos 'ajo'S, gi­t Oml3JtJe Y de'bOi~JaJsSle I3Igrlerg3!fán unru; aee!­,gal5 codd'as y también piICa,cJ¡a,s, Sle ,pondrán á ~Iieíor y !se !~esc\tet1r3il1113Iná !Uln ;P'000 die caJdo ,en 'qu'e 'halya cplcildia lulI1:a cabeza :dle seS/olS Eslt3l111dlo ,:,impibrs éSlbO!s, 'porqu e no conlten­ga:n pell:'ejo5 nii, mrennlb:rarnas. s·e revol~"i!erán con uln .pajeo die ha(rtÍlna y 'Uilll'" yema de hUle­

. ve y se ,f'OlnmaJmn bomltJa\S fri,ooldd:·3!sell1! se-guicIla y rrlelSleor'válndb:laiS 'en el plalron ,parn eu ameLo, j u I1It1ais 00011 -el o<lJ:'d~L1ro :ilnldlic'aJdio, hW yan -die 'enVlÍa.r1soe ,á na ,:11Ie.1Sa.

CODORNICES ASADAS.-ILímp,i,en­se y pÓrl1lgalt11Se ell1 !>eguilclj31 'alll3!S,aocll : lr, /ilooülCn­do 'P'1'epaora¡da die 3Jl1Jromall1lJI Ull1Jaca.zoule~'a ('r n lltaJllteca, €!11 :Ira qu:e se 'eeh.aJ!1ása:., un -,-,~o -d-e p¡a¡n 'l'aJola;do, niim'i'elJlta, ' v por ca'cLa,clioo cO.clrOlnn'Íoeos ,lIfn¡a. )'lema de hu,evo. Sle ':Ies ,da­r':: bl1lC1na batilda CiO)1. ul1Ja es.pfutu,:!a, y se ,die, j¡n· hasta q:me qllletdJencl:o¡r3Jda's, _

TORTA I:>E ANGEIJES.-Se darr'ifi · e , ,:jobra y media {be 'azúlc1arr y Is'e lJomie ,de n H'cl,ioü pun.to; 'se ,1 e ,e,chra ti na ra~'3 .de Qa'nle::a á que ,tlo-me g'usto; .se hat,eal' Vleúm\kl1artl"O y'emas ,die huev.o; Vla, que ,es'té Ih ':11,ilel fi ¡>ÍIa s'e sirven) :!-as yemas y se- ,pone á rll3J lumbre agregánclo:slel1loa 'Jilbra rete a,bmenl1ra ta:sta­da y malJ",tarj,a¡da. " se €Sltá .mene¡3!l1idb ha.sta que toma ,pu1nita die ,cajeta. En u'nla sa rtéln Ul"Ut'da die man(tJeqt\.lJÍ;~la s'e Dotl'e á cocer ' d,Oos fu,egos. Se J'e ,eohal azúoar " c.anlelra ¡por C!lxi,nla.

TORTA DE RINON DE TERNERA. --En as:;¡¡d.ol" Ó 'pia'rni::':a s'e asa ,Uln ,piñóln J.o~ te'-nena, .s,e 'Pica muy rmenu,dlo y s,e ,echa súDne hUlevlOlS qUle sle ldieblen prnepaq-ar cO!;lO

pam oUrrual tOOirIúa ,al! .I1Ja:tUlIl3l:, Sle bate tu:!,) jun­to 'Y 'SIe Ih3JCie rla itlontla oomo ,1'al5 de 4: :('" an­rtes s'e hlaI hahLado.

PINA EN ALMIBAR.-Món':ese llnra piña madlllra y fipmle 'en ,uu¡aII1!UO á q'.\c no es­té bJ,3lll'da '00 madlugalCLa.

H ág¡a;nlSoe 'lleoba.!lJ3Joos" form'an ri) ' m'eda3 <!o1 gil"ooor '¿~e un'ús :-!O$ Ó tres ':emíntetro:s, á 110 SUlmO, Y échense ,en agua pccargada de

Traje para lJaEe ado,l'uado <: 011 lIudos,

sa-! para que d'espa.c hen e: j' l ~> <1.:ti,'o y c;¡ rgante.

Pasadas '(I'O~ horas , ~ '2 e"tLl'~il, < lava!1 en agua, ,t,ihia ,po!\" dá s ó tres v<:'<:cs y s'e ~c-1lKan 'e'n e~ a~Ln :íba:r de Plf!~"ü ba;').

Se docjan cocer '1a·da más por d tiempo flue Slea, neces;]r1,o ·á que ;1 a .. m;p': t ' .Jol~·'E pun-to de COll1serva , .

SARDINAS FRESCAS ,- -S: lavan y se eln~ugan ~Ja15 oq.u.e ha'ya,l1' (i C (),cuparse, echándb~es ~ll.Ioego hariml flb r plalra fr,eí.rlas e<l .!1100,teq,uii!la rm;u~r ca':q'eo!lote, de donde s~ ¡e~tra:ell1 y se escu11l1en para sren it':¡(S,

Se oald!oma.n COll1' gi,tto:mlates 'PelCjuei1()~, cor­~a'clos en mediJtas muy d'éJg¡adas soÍJrc ,las tlue ~e echa porrlVO fino de sal-pimielli.a .

32 CREMA BATID A , -Gen!erndmente las

~ r'l'mas batildas se ,dJisponoo d.e un mjlSm¡) ,nodo.

rpaJm la de rosa se .toma .un ¡puñacLo de

200 Maquinas de coser STANDARD combinadas dos en una. Agencia principal, Mexico, Coliseo Viejo 20 Ferreteria y Merceda

hújas ielJe ,J:a H)clr d e 'eJ~pina nombra'Cla' " Ro· s'a ,de Cals;tJiIBai', y .,oIbr.e ,;'a ¡-eche ql1,e acaba de cocfOnse, Sle p¡oll~e;n y Sle ,tapa 'e! rtrtaiS:to- á efecto die ltaloetr 1ll1¡a¡ iin,blllsión.

P<ilra ILa 'C1r¡C!mta de ,choc,o];a\.Ie, 5'e ra'spaln UJ1101s gn-aIrr1lo.s odre chood:.aJte (veinte ó trein· f¿) y ,sre Inl/eZcl.au.l ,c¡.:ln ,la ,:Ieche, ouliid:a:n;c1o de qure s'e 'l'eNulelLvall1 hien.

La {JI'lelm:a de -oa,fé p u'edle s~irmp:iHicarrse po· n:i€:l1ldlO dios c'UchaJ11a

'cl¡3s «Ve 'bOimar'¡~ SOlpa,

bkn ~iIfenla.s ¡die ,ex'bi1aJc'do ¡de ralqUie'l valioso fruto,

,Pra'l1a ,la Oi1el11'a de naralnj a, de ':i:món ó ,de 'V2.itnliLllra, ~e pican ó se tnitu;:::¡:n y sle añ aden á:lia ,Leche.

'Barrn ,lia ;enema¡ die aJmsndPas du:ces 'con ul1la Ó :dlaIs alma,rg,alS, si g ltstan, se ponen á .rernJojalr 'en agua. ,ca:l'i:enlJe y rS'e !es Cjl1lita el peLlejo.

LuegO! se pOl1en á :h env,ir, s·e ·exbraen del ooc~mi'ento y se ':T1iaC0I'aln sobr~e un ,poco de a,¡;u.a ,en mOlitero, rincoirporándolas .á la l·e­che.

Cocida. eSLa mts;nu, ':'ech e en bai10 maria, hal¡1á (m e ,l,a ,pamte '5ubs,tanci,Orsa de la al· mendr:a S,e slu,e;:te y 'se qruede a~!í,

Se IP:asa ,('1n 'Slegll,idla po r el colado" y se ponte C.Qln 'Ials yemals y r.l!emás acesorios de custum bre,

E,nagua de seda,

La palabra HSeñorita." La 's:Üloield!ald "Le slu.ffra.g,t' des ~e'n1;mes,"

qu e es de un fenTirnis'n1lo algres·iv:o , ,alca,ba ele circula.r ,:a s itglu./enrte Gtr'ta mal\liofiesto: "Con¡s~.derjan.cLQr que l·a:s Ide'n¡om.Ún1aoiones

de "ma-cltam,e" (s:eñora) y "m'a.eVe;molsene" (señor1.la), torl,O'can á ¡;aJ muj e r- ·encondido· nes de jnf'er:voridad' morral: y ma,teria,¡ con relació n a:: hOil1lhne, á qu:i,tin., j1o'v.en Ó y,¡·e; j-0, cas'a.tlra n [1.0 , s'iermpre se ,I!e J~!alrna. · 'm ;::)\1· ;;·ku.r', (sei1.or;)

La sodediaJcl " Le slliffrlage d:es femmes," e n la sesió1n 'c~!: ,e!hra'daen la A:;caklía ü ::! un'décimo :dils'tri,t'Ü, h.a r,es'lle':,t.:J: ,que :a p3::a­bra " mada,m ¿;" se emp: e'e ,s ie.mppe pa'ra d 'e -

., s ig-n:ar á ~as .p:e'rso-n.a:s die': s,exo felTI'élni'l1o , ~ i:l ,dli.s,tinción ,eVe ·edad ,ni es,tadb civi'i. "

A p;'opús ito ,ue eSlt3 Idj ,sición, .qu e, ,1)O r st1pl\'es'~o" nlOl pa:sa Ide :ser< unra! die ta/Il/ba:s as· pirac1,o:nres fe:nüni,s.f1a's, r,ecu erdan a1.gttnlos

'p eriódicos que y,a ,por ,el año. 1,869 hubo. en Palrís una 'calmrrYa:ñ\3! co.nt>ta la pat:a;bra "5 pj'¡oorilta,' , ¡ete ta'l moldo q'Úe 'Ila, famosa es· rútorra C¡,emelJ¡ce R!o\oer an:u.nrció 00 e1 " ] o t1!T'nal d es F ,emnH>s'" que 'l'a;s car,tas y cuanltlol !e fUlese 'diilrilgildo po.r 'I'a :dies~gn'alc;ilÓn de "s'eñorilta" (Oielmence R oyer era, sol.t e· ra) , s,ería devnerlto. á I,os .expedi;drooes,

] tl'st ifiCain dio ·su. alctitllld, ~'a escrito!ra fna.n· cesa decía q'ue nlO' ,hay ,nalVón pa·¡iai 'lTI'al\1ite­n :T tllllÍ'ne ~a:s muj,er,es una dif.eirenc.ia qll,e ya nO' s,e 'halceentre 'Ias hombres, y 'Q'ue, 'P:or oIura pa.nte. ~a t'r'~ idición cortés en Frainóa, :'a "ieja t1! r11~3'ni.daid de los sig-Ioo XVII y VXTIr. 'cons iste ein, us ar 'la Dailabra " ma.da· r le," romio la. ·eímpJ.ea:n M o :ier e , RJalcine y CClrn!~,jrJle,wl nldmtbrra'r á s u s hemí,nalS jó­venes ~o :111'i'Slmo q-tie á ~a'S de edbd y á ':,as eo~sada!s .

--- - ::)0(::---

Paciencia. Pretlkun!lo f'n .\llIaOI;'U ' hi ~I P . Juan l~ernán ­

del., eompai1 eru t!e ~a ll Fra lld~('o J nv iel', se 1t" u.c~rd) com" . par a l>"ll1:lr\0 \11\ ; 11\1 io y \0 escu · pió en la ('nra , excita nuo la ri · a del público.

El mi sionero, s in decir . nada ni inmutarse, se limpi6 con el pañuelo y prosigni6 el serm6n. Est,l

Enagua. de faya , rosa.

"f grandeza dI' {mimo ('onvirti6 Ií un gran sabi~ qu~ 'f' a1I i estaba, y á otros varios. :.¡t El buen ~jemplo vale más que muchos discur·

1, ; sos. !

ti --::)0(::--

;;., A .....

Por más que cause li. tu modestia enojos, te diré que un a str6nomo porfia que no 1'8 el sol el que ilumina el día, ~ino la luz del cielo de tus ojos,

GERVASIO MENDEZ;

CIRUJlA GENERI l. Y vías génito-nrinarias del hombre·

Dr. Francisco Arellano, Jefe de Clinica Quirúrjica en el Hosp ital

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13· DE LA VEGA Y Gia.