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'7>{'^"' Vft^wwww i |in- •)'t'T7\'^.»"jfj*'igj* i'^mi^i ^yí^^t"' Vf SUSORIPOIONafl pi^go adolantado Madrid, mes, UNA PESETA.—Provínciaa, tri- mestre, C!NCO. Antillas espafiolas y nacionet firmantes del tratado postal, trimestre, DIKZ. Portugal, trimestre, OCHO.—En los demis paise», Vinifcstre. QUINCE. 2 5 ejemplares 7 5 céntimos AX>MIKIS13tlABOR D. PerEaado Praticí Se suscriba en la Administración, ALMUlD^ .,A, 8, yenl» tienda pitpeleria riIQU-LlFE, Sct>> Ja, 14.—Los anuncio» se reciben en Iti Administrl* eión, de 10 d é l a mnTínna á 5 de la tarde, y «m I»'- Imprenta, de 10 á 12 de la noche. Húmero suelto 5 céntimos s sr es EL PERIÓDICO DE U M CIRCULÜCION DE ESP&RJl MM fj8 aÉlas (Una página de Zolfr) Pio\Kllion es una inteligencia honrada, dtí extraordinaria energía,^ amante de lo verdadero y de lo juBtu. JÉs el nieto de Fourier; aspira al bienestar del género humano; imagina ó sueilu una vanta aso- cificíóu de la luininuidnd, a-suciarjón de ]a cual cada k)mbre nerá un luieiobro rnofíf,-^tü y uctivo. Quiere, en una ])íiia- bra, que reinen la igualdad y la frater- nidad; que la socied;nl, en nombre de la conciencia y de la razón, se reconstituya sobre las bases del trabajo colectivo y jel continuo mejoramiento. Parece can- sado de nuestras luchas, de nuestras de- f,e.s)K;racioneR, de nuestras miserias; pre- tende obligarnos á la paz y á una exis- tencia arreglada. El pueblo que Prou- diion ve en suh sueilos es un pnehlo que halla su tranquilidad en el silei'cio del coru/ón y de las p.-isioucB; ese pueblo de trubajudores solamente vive de la justi- cia. FJn toda su obra ha trubnjndo Prou- dlion j)Hra el nacin.iento de ese pueblo; neccsilnhit combinar los dislintos elemen- tos humanos de un modo conducente & cetubitícer sobre cimientos firmes la KO- íiedad por él soñada. Quería que cada liase, cada trabajador, entrase por su parte en la obra común; él coordinaba los entendimientos, reglamentaba la.'» fa- cultades, ganoso de no desperdiciar na- da, y temeroso, al propio tiempo, de in- troducir alguna levadura de discordia. Parócerae oirlo á la puerta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo y su alma, contraseñándolo después y dándo- le por nombre UB número, un oficio por vida y por esperanza. El hombre no es ya más que un ínfimo peón. Ciiírto dia el gremio de artistas se pre- sentó en las puertas. Cátate 4 Proudhon todo perplejo. ¿Qué hombres? son estos? ¿Para qx^é sirven? ¿En qué mil demonios poderno.'! ocuparlos? Proudhon no se atre- ve á despedirlos resueltamente, porque, al cabo, él DO desprecia ninguna fuerza y porque además espera que, cou pacien- cia, algo podrá sacarse de ellos. Oomien- ZB, pues, á buscar y á razonar. No quie- re ver en ellos una negación de sus teo- rías, y acuba por liallar un «itio reducido en que colocarlos; les endilga un sennón larguísimo, en el cual les recomienda quesean buenos chicos, y les deja en- trar, vacilando aún y diciendo para su capote: «Vigilaré sobre ellos, porque tie- nen malas caras y ojos encendidos qo* no me prometen nada bueno.» Ti«ne Bsted motivo para temblar; de beria ueted no haberlos dejado penetrar en su ciudad modelo. Son esas gentes muy extranas, que no creen en la igual- d«d{ que han dado en Is manía ndicnla de tener corazón, y que, á las veces, ex- treman su maldad hasta el punto de ser hombres de genio. Van á perturbar ese pueblo de usted; á desordenar las ideas comunistas; á rehusar resueltamente piMfenecer á usted, para no perteuicer raiiri que á ellos mismos. Suelen nom- brar á usted el terrible lógico; figúrase- •36 que esa lógica estaba durmiendo el ia en que usted cometió la falta irrepa- rable de admitir pintores entre sus le- gisladores y zapateros. Es usted poco aficionado á los artistas; toda personali- dad desagrada á usted. Usted aspira al aplazamiento del individuo para ensan- char los cansinos de la humanidad. Co- mente; pues sea usted siucero y mate al artista. El mundo de usted quedará asi más tranquilo. Comprendo perfecta- mente la ¡dea de Proudhon, y hasta, ñ se quiere, me adhiero k ella. Desea el bien de todos; lo anhela en nombre de la verdad y del derecho, y no tiene para Hué mirar si al dirigirse hacia sn obje- uvo aplasta & varias victimas. Consien- to en ser habitante de su ciudad; es in- dudable que me moriré de aburrimien- to; pero me aburriré honrada y tranqui- latnente, lo cual es una compensación. Lo que no puedo soportar, lo que me irrita, es que obligue A vivir en esa ciu- dad dormida & hombres que rehusan enérgicamente la paz y el aniquilaujien- to que él les oírece. E: Aconsejo á los socialistas demócratas I—los cnales, según parece^ desean edu- car artistas para su uso particular—que contraten á varios centenares de obreros t que les enseñen el arte com» se ense- j? en el colegio el latín y «1 griejjo. Asá tendrán, transcurrido que hayan cin- 60 6 seis años, gentes que íes harán, con limpieza, cuadros concebidos y ejecuta- &», icgim su gusto, y muy parecidos toaos nnofl i otros; lo cual será testimo- nio m una conmovedora fraternidad y ds un» ifirualdad laudable. Entonces la pijatura contribuirá en gran parte al per- i^cionamwnto de la especie. Pero que tos aoctalMÍAs demócratas no funden es- p&rnwí^ alguna sobre loa artistas de ge- rm hT>n5 y educados fuera de su redu- cjda iglesia. Podrán hallar uno que les ©oiii-vwig*, 6 poco menos; pero esperarán n a l sffios «ntcc de haber á las nimios otro *n*H» Bnnejoote al primero. Lo^ obre- im qj» hacemos nosotros nos obedecen y tiKxhi^-m i nuestro capricho, pero los rVntw .fue hace Dios, solamente á Dios |flífid«fl&o. j trabajan á capricho d« tu IWiivjr w »u íát(!%«ndA. HMIUO ZOLl. (Oe vuelta de Filipinas) jCuantas veces, días enteros de ca- minata, caballero en cerril potro ó aco- modado en ruin carricoche, recorrí, ya valles feracísimos, ya llanadas de impon- derable fertilidad, ya laderas extensas, cruzadas por arroyos mil, que desde el alto bosque descendían en corrientes cristalinas! y en comarcas dilntRdas, el desierto, el yermo, el baldío por trxlos lados; aque- lla fertilidad maravillosa esperando el dia ventiiio.so de sus luipcias con el fe- cur.ílo tríihnjo. ¡Para cuúiit'i gente pnn, vida y alujü- daiicia, me decía, en estus rfvj-ioues! Aquí mismo, mnrmurnbn en ocfi'^í'oiief;, en esta campiña es pie J; diría qn? atravie- so por entre malezas, ¡qué berrao-^a aldea! Allá el poblado, en aquella mesetu; ahí abajo ja huerta: allá la ermita; más allá el mnlino, y allá arriba, cerca de la cum- bre del monte, la selva impenetrable, con madera de construcción y leña para el liognr iimcabuWcs. Y como esta aldea que en pensamiento levanto en estas soledades, diez, veinte, cien más por estos contornos. y allá en tanto, en la patria de la luz y 1.1 civilización, hay multitudes hambrien- tas, todo un ejército de desheredados; multitudes á quien la privación asedia; desdichados que exhalan gemidos alar- § 'ando mano trémula al pan mezquino e la r'mo.-jna, 6 braniun en el urdiente club y truenan en la manifestación tu- multuosa. Gobiernos de las Metrópolis todos, ¿por oué no decís á esos menesterosos^ á esos des\a!idos, á esos obreros sin trabajo ni esperanza: venid á mí, yo tengo para vosotras tierras abundante^; para cada uno un hermoso campo, na h'irniüso cor- tijo, una hermosa huerta; venid cuantos queráis, me sobrnn hectáreas? Nosotros, en Filipinaí; íonomos incul- tas más de veintioeho miliones; para dos vee^s nuestra población. En el mundo todo, al decir de geógrafos emiuetites, hay más de diez mil millones vacantes, caü)])o suficiente para dos ó tres huma- nidades. Justificadísima la frase de Heine: «La tierra demasiado extenKa, y cada uno puede encontrar en ella espacio sacien- te para levantar la choza de sir*Telici- dad.» «Bnfta tender la mirada .«obre e! glo- bo, dice el insigne Mr. Dtivyl, para cora- prniid''!' que la t'oblacióu humniíin, )rjo3 de superabundar, es más bien escasa, y i que en muchísimo tiempo no podrá ser proporcionada á las hectáreas vacan- tes . /> «Para cumplir, pues, sn mifih'm.ereced, multipUcáos, llenad la tierra', la buina- uidurt, como todas las fuerzas nal uvales, necesita de expansión y equilibrio. Cuando estos faltan en un punto, hay pe- ligros de explosión terrible.j> La explosión que aquí todos temen, y i todos por lo menos preocupa; explo- sión como en los gases, producida por la faltado expansión. Aquí, en este mun- do de civilización, la estrechez, el estru- jan-.iento, el malestar y la penuria; allá fuera, anchura sobrada y sobrado pan. jQné sería hoy de Europa con esos cientcJ Je millones de sus hijos despa- rramados por todo el planeta, encen'a- dos todavía en su angosto e.spficio? ¿Cuál no sería hoy la gravedad de la cuestión social, con ese excedente de po- blación en su seno, y sin esa masa de productos, que como río caudaloso las tierras nueves nos entlan? «Mientras la mayor parte de los reme- dios, dice aquel eminente escritor colo- nialista ya citado, no son más que pa- liativos... la emigración obra con mayor energía... Sustituyendo el bienestar ala miseria, la propiedad al proletariado y la libertad del bienestar general á la ser- vidumbre de la necesidad... llega á ha- cer inútil la beneficencia, objeto último de la verdadera filantropía.» «Los males del pauperismo, dijo aCos atrás famosa sociedad de beneficencia, congregada en Bruselas, debidos al au- mento de población, son atenuados de una manera eficaz, aunque indirecta, por la emigración. Por consiguiente, debe concederse ¿ ésta protección y libertad. Los gobiernos, las asociaciones é indi- viduos, deben combinar sus esfuerzos, cada cual en su propia esfera, para ob- tener de la emigración los beneficios de que es susceptible.» Pero la emigración es un mal, se dirá; una gran desgracia. Su expatriación, la ausencia del hogar... ¡Pobres emi- grantes! «Mendigos, según Amicis, que van pidiendo una limosna de mundo en mundo.» Es signo de un mal la emigración; Í ero no un mal en sí, y es el ejercicio de a más grande de nuestras facultades, que nos hace huéspedes y dueños del globo entero. Argonautas afortunados, no mendigos, «los emigrantes que van á la conquista del vellocino do oro de las tierras vír- genes». Llamad mendigos á los patentes asi- glosajones de Norte América, á los lati- nos del Sur, á los poderü.-iOS australianos, ¿ nuestros hermanos de las Antillas y aun á los cielito diez mil eoaipatriotasque viven y prosperan en la Argelia, y sol- tarán fa carcajada. Disz millonet dt lihras esterlinas en- viaron los ingleses emigiados en pocos *&m á sus deudos y amigos de la Metró- poli; á muehus millones suben otras eau- tidade8_de las colonias todas. Nosotros, eo realidad, somoa, pues, los mendigroa. Pero k emiirraoite despuebla las Me- trópolis. Los países más poblados son precisamente los que mayor contingente dan al ejército de la emigración. Suavia en Alemania y el Olster en Irlanda, y entre nosotros, las provincias del Norte y Levante. Ni el gran Éxodo irlandés del 40 al 50 despobló la Verde Erín; antes dio con- diciones de vida á sus hijoH, hasta el pun- to de disminuir en cinco sextas partes los pobres inscriptos en los libros de benefi- cencia pública. La emigración es lago en desagüe que deja arriba espacio nue- vo á la vida y abajo fertiliza tierras esté- riles y sedientas. Las naciones se agran- dan, se dilatan, no dccro-'.'íii ni decnen. Pero hay ticrraa insalubres, climas mortíferos; las tierras cftíidas de la zona intertropicHl, nuestras Fiüjiinas. Tal di- cen métlicüs é higieiiisi ¡'; pei'o la ciies- tióii no e!^tá aún úvCiiníi. i-uoiitij resuci- ta; dilucíiie.se auipii:iu¡eiite, fállese con perfecto cor.orinnín.'o fb> CÍ>.Í:;:», ñrtr>«de dcd'irar inútil pava la Mtii''';;>oIi y la ci- vilizución á aucoira giuu colunia oceá- nica. y si allí es, por fin, para nuestros ga- Banes insoportable el trabajo agrícola por la bipertemia y pa]u:!i;;mog, 'hnfru.- mosá Filipinas ciilonia de '¿jlaniavián, orgüníCfKe el tialjüjo y p!!¿-ucn iujuyl'as muchedumbres iüdigenss en trabajo, con todos los humaiüt::,ri;!aios de i¡i:cí>tr!i.-5 le- yes iudianiis, el precio de su redención, de atrasos é inercias y postración secu- lar. Y abramos sllí campo á los nuestros para el pequeño comercio y las indus- trias manuales. Cerca du doscientos mil chinos mono- polizan hoy, con provocho pingüe, estas dos fuentes de vida. Doscientos mil... Nuestros ««cialistas en acción, con ventaja inmensa sobre aquella barbarie. podrÍMi convertirse allá en rica y aristocrátict.. Ijurguesí.'i. Un Potosí para E.spaña Filipinas, bien administrada aquella finca y bien tra- bajada. Grande, inmenso el mundo. Sobra es- pacio, sobran hectáreas, sobra pan. QUIOQÜIAP. Á'^T'KMLaJ^ Bstá Avila, nmarallada de España tan en e! centro, como ciudad oncnnfada; y 8l vorln, ntijie ve uidí de !o qud i».¡'y de Avila üüutro. Avila á vista dol tren repentinamente surge, pero nadie la vé bion; porque al llegar al andén es comer lo que más urge. Su torreado nüiralliijü. la curiosidad excita; pero en tan rápido visje la admiración del paisaje el apetito no evira; y al salir del restaureiní los viajeros no la vea tampoco, con el afán de hallar el coche en qno van y oyendo la voz de ¡al tren! Tal rapidez aquí c^traüa parece; no so concibe priesa tal que hasta «a ensaüa por ganar tiempo en Bspaüa do haciendo tiempo so vivo. Como visión pasajera al viajero se aparece do una vez Avila entera; y de la niiaraa nmncra que surffe, desft;)arcce. QucOa en la incüte y los ojos fotograUaiía un momooto entre peñascos y abrojos, como una ciudud de un cuento de duendes y trampantojos. La impresión que produce es t e n BXÓUca y extraña, cual si de Avila á través diera tiácia atrás un paspiéa de cuatro siglos Kspana. De torres aquél cintillo, de piedra aquél grande anillo tan sin sol»oi45n ni enoaje, pobilacjtfn toda castillo sin torre del homeíinjí!, ejemplar de coiv;;rucc¡<5a de la edad del fnudalismo, parece decoración de una esceua de un dramón del viejo romauticismo, A través impresión tal, nadie va ó vuelve en el tren á 6 de IR capital, que do Avila bien ó mal pien«e mis que «n el andí'fi. May pronto aun á la partida, muy tarde ya á la Pegada, ai á la vuelta ni á IH ida ninguno flii de jomada de hricer i Avila se cuida. Se lleva pFÍc«;i. ni pnrtir, 80 traa cansancio al volver; y á lo que »e oyó decir, no hay para qué i Avila ir dondp no liay nada que hacer. No hay corrida semanal, ni box CODgrcail qua vor, ni casino nacional con bancu y con bacanal donde oro y salud perdor. Y hoy ya ia tal chiflad ara del vinjs de veraneo costea tan mal la usura. . que se auda en treu de recreo la calle do la hía&rsünm Porque el ñn de siglo es tal: viajero hiiy que es un morral que se eiivia con dinero consignado i un ruletero de BU club internacional* ¿Quién en Avila se fija con tan brutal rapid»»? So como eu pié, de balija cambia el correo, se alija carga, y al tren otra vez. II «Ciudad de los caballeros llamóse por su» linajes: y en Cestilla \o9 priraerosj fueron por siglos enteros s»a i'nsrn'n pcBoíiJijoa, »l!)fnatos ó aventureros siempre vn cfitúpalas y viajW llevaron tras si cacudoíOS, corredortisy luontoros y mayordomos y pajes; •Tttu oiigreidos y íioros con sus armas y equipajes, tan celosos de sus fueros quo firmas, dinero y bagajes dieron á los comuneros. »La historia á eso se redujo, del clero y de la milicia á ejiísalzar fuerza é influjo por su audacia á su codicia: y tal fué lo que produjo. •Libros de caballería son eási crónica rancia; trabajos de frnilería falto.") dofllosofia, de criterio y de substancia. »Todo eso... ¿i quién intofes» ya? ¡o de Snnta Teresa se Subo todo al dedillo: lo del To.stado y Honquillo papel quemado, pavesa. »T<o IB ruiim Iijabol y el rey Don íánrique cuarto y Don Alfonso, papol mojado; lo esevito r.n él si lee algdn tendero, es harto. «Todo aso fué: va impulsado el mundo en evolución tfll, que lo que so ha parado biempre ha sido atropellado por nueva fuerza en acción» »No puede el Siglo vivir de la tradiciíín de ayer: la vifla es el por venir: todo íidelaiiío ht» ác ':-, nade airas hii do volver. «Hoy iM íorrcii'ifts murallas »dc Avila son (iníi^juallas, »quo opone HÍUI al progreso nía tradiciiln como VíiUns: B¿I'or qué aun on pió queda C80?» Dicen IÍBÍ, mientrus vea & Aviln deiíilft el mulóu dos filósofos que van no sé á qué á San Sebastián» iBuen viajo y salud!—¡Al trenl Y Avila tal mal juzgada y tan mal visto, aun murada, de líspaaa tan en el centro, dol andón tftu alcjuda, ton sin ley deíslicrudada, per más que yula ivl cucueutro '" ' do los trenes, olvidada se queila, y nadie nada de !'T QUO hny de Avila dentro. y hriy Ins!, ft!.--rza y porvenir doiitio (!c Avihi y tras ella para volver á vivir. y á ver que au buena estrella vuelva eu el Cirilo á lucir. III Sólo un término de ésta provincia obscura de quien España inerte 6 olvidadiza no se cuida, atoaora más hermosura, mtia riquezu, alelaría, luz y fre«cura queiíay en Austria, AlomoniaéltaliaySofzo; porque tenemos do todo en nucatra patria, xa&n nada veíaos. Dios colocó estas sienas, de maravillas colmándolas, cual fértil eásia verde entre Ina dos planicies donde se pierde la vista por los pómmoR de ambos Castillas: Y en esta sicri"' tior..? .susro"nt,c,8Gredos. ¿Los habéis visto? ¿Oísteis de montea talos hablar? ¿No? Pues oidino y estaos quedos mientras pinto el cuadro de sus breflales, de SUM montes fragosos de árboles llenos, de í'ua tajos y penas acantiladas do «1 nublo da su bronca voz á los trueno»; do! vaUftdav de cerros y de quebradas que abarca lonias, prndos, yogM, llanadas; dchtííai con ríos mansos, \(i((03 serenos, oiroyoa cristalinos, y altae cascadas qufí hncen iU ftqueUos siliü.s ricos y amonos un país que parece país de hadas. Dán¡59 por sus ribazos, soto», laderas, BUS cufifida.i, sus coencsí y RUS barranco», enebroa olorosos, blancas moreras, fi-esmo», roble»', csstaao», pobo» y olivos; cnanto* árboles de útiles ricas maderas, cuaníoa de ÜIÍUÍKS tibios por las praderoA dan sus frutos sabrosios y uatrítlvos; terrenos vafto» cuajados de arboledas, ricos de pastos. Pacsn on grmidfts hatos CftbrB.í y ovejas sus hunos y sus tréboles, «u alfalfa y grama; y oii Kprisía? tcch.idoa con rojas tejas Us paridas, iu$ crif»» y b'fl más viejns d» noche el cuidadoso puator encama. Ganado más Incido lanar, vacuno y cabrio no orla pols nlngano: jQué leche, qué vellones de lana final la dn Oredos compite con la HeriaSé iQué carnes mis sabrosas para el meiCftdol el de Madrid por ellas está surtido de vaca suculenta para el cocido, de ternera jugosa para el asado. ¡Qué gran tesoro ésta sierra escondtdal tal sierra es oro. Saucbivleco, la Menga, la Paramera, cuanto riega el Alberche y el Tormes ba&a, cuanto abarca de Gredos la sierra entera, la mayor, la primera de las de BspaQa, es terreno tan fértil, tan productivo, de rendimiento libre tan positivo, qu« mayor t«l vez otro ninguno diera á verse más poblado con más cultivo. Templados en Dicierabro y en Julio frescos, sus llanos y sus valles son tan fecundos, con parajes tan sanos y pintorescos como los más famosos de loa dos mundos; como esta sierra, otra Dios no ha creado par en la tierra. Y he aquí lo real, lo ütil, lo verdadero, lo que es todo substancia, jugo, dinero. ¿La poesía? Se va ya; pero en Avila la hay todavía. Hay nn lugar agreste, deshabitado, guardado por el miedo, fosco y sin raido, de nieve y ventisqueros siempre cercado, por leyendas y cuentos muy mal femado, por albergue de espíritus siempre.touido, por brujas y por dueudos muy frecuentado, de silfos y de gnomos y trasgos nido, y 4 doude el vulgo nunca subir ha osado. Allí entre dos picachos, honda laguna en ancho receptáculo su agua recoge, tan helada, que acaso no hay ave alguna que la beba, ni en olla sus plumos moje. ¿Cuáles son las corrientes que agua la llevan á altura tal?... ¡Y está altaí,.. pero tan olta, que alli *e siento el vértigo y el airo falta; sólo los ventisqueros que allí se elevan en tiempo del do.<ibialo de agua la ceban con la qua en sus carámbanos gotea y salta. Y alli ya no germina ni flor, ni fruto, ni ser viviente alguno tal sitio puebla; allí reina el silencio más absoluto, alli nohay más atmósfera quebrumoy niebla. Los campesinos crédulos de las llanuras aun crcfiíi que los diabólicos vitondos seres que habilan ó frocicntan tales alturas, iieuon por el más grande de sus placeres el de cuRjiu' nublndos y auras impuras; y quo cou ]M tormentas que do estos riscos se desprenden, aquella vil raza impía es á 3U<) plantaciones quien les envía para arrasarlas lluvia, fuego y pedrisco», en toitas eras se han puesto eu sitios tales tales quimeras. ¿Qué tal el cuento? original es de Avila; yo no lo invento. Pero esto poesía tiene su prosa: prosattin nutritiva como sabrosa. Dosde aquella picota de peñascales donde «na conciliábulos y saturnales, y sus danzas macabras ú orgias ó luchar celebran duendes, brujas y otros qu'* de su laguna bnjan los manantiale; do los rÍG3 que crian tan buenas tr • Y he anuí lo po'íitivo, lo verdo'' lo que e.'í todfj substancia, jugc Pero ¿y la poesía? Sueños, vi;.; . ••, líoimmtioism» viojo: relatos fótíles, ocupación de vagos: hoy las naciones se distraen con más serias disquisiciones severas, íllosóflcas, en ñn, más ütiles: aunque hay quien croo todasesascuestiones son menos divertidas y aun más inütiles. IV SÍNTESIS Ün paraíso es Avila, pero perdido por iucuria. ignorancia, desdén (i olvido. ¿Por qué loquehayonAvilasin ver pasamos? ¿Por qué su territorio no conocemos y su« fuerzas activas no utilíaittmos? ¿Por qué el motor de su agua ^,. no aprovechamos pira suplir motorea que áuu no tenemos? ¿Por qué tesoros tales desperdiciamos? porque á París y á Badén y á Spá nos vamoi * vaciar nuestras bolsas eomo unos memo». Porque raza haragana. vaga y baldía y á la pobreza patria ya indiferente, ' vamos á don do hay juergas tras de la gente diciendo: ¡bahl maflana... aeré otro dís. Ya quo Dios tal en Avila dóraosle ijuiso... ¿si eu vtz de ir á arruinarnos al Kstranjero hiciéramos de Gredos ua parafso y * él venir ¿ gozarle por sa dinero?..^ ¡Bttbl jDeliriosI propósitos de fantasía, * eso yo no lo liaremos nunca nosotros: lo que ouwto trabajo que lo hagan otro»,'? vivamos, aunque siempre se viva al día, ¡Y asi Vivimos! ¡como si así cobiáramo» lo quo perdimos! i He aquí lo.positivo: la verdad pura, naturalismo noío: la poesía, se fué, tirando el arpa: con que i la hondura un barrancal de Gredos tiro la mia. JOSÉ ZORRILLA. Kayo 3. M. EL "MEETING,, ' DB LOS Jal J A las nueve de la maftana comenzó !*•. animación en las proximidades de íbüT Jardines del Buen Retiro, viéndose nxL-*' merosos grupos de obreros que se dirigí gíau con el mayor orden al sitio doníí^' había de celebrarse el meeting. Él teatro de los Jardines, local destfl^' nado al acto, presentaba casi idéntica aspecto que el año anterior. En el esce- nario, la mesa pref>Mencisl cubierta co» un paño rojo, y dos mesas á manera tribunas para los oradores. A lo laro-o del telón de boca y debajo del anuncio de una empresa de prona-* ganda, se veía un listón Je percalinif encarnada, con la inscripción aiguiectíNÍ «EL SOCIALISMO HA BORR.4DO TOBAS UI FRONTKRAS. E L 1.* DE MAYO UNE A TOJXJf LOS TBABAJADORES BBL MUNDO.» La bandera roja de la Asociación ga-«! cialista se ostentaba en primer termina del escenario y para los periodistas había destinado como el aSo anterior «| sitio de la orquesta. "i En la primer fila de las butacas tomiW ron asiento varias compaiíeras y u n é burguesa. Burguesa por BU mantflla, sn abrigo y sus guantes sefioriles, lo c a u no quiere decir que sus ideas no eat&k coniormea con la revolución social y Iff jornada de ocho horas. En todo el recinto del teatro se alber# garlan de seis á ocho rail personas entr* obreros y curiosos. Si se Juzga, pneí|, por la concurrencia al meettnjf, el socia«* lismo madrileño no ha conquistado prí* aélitos desde el aüo anterior. Gomieuza el «meeting«> , A las nueve y media comenzó el me^, ting, presidiendo el compañero Matla| Gómez y actuando de secretarioo los oom g añeros Antonio Aticnza, Baldomei» uetos y LUÍ.") Villaoz. El compañíero Gómez saludó en nom« bre de los obreros madrileños k los tra^* bajadores de todo el mundo, y después dC recomendar el mayor orden, encargó # su secretario la lectura de los t»legrama|í de adhesión reeibidos. Proceden dicho» telegramas de lo» «fs» guientea puntos: Alicante, Ferrol, Mala* ga, San Andrés de Palomar, Mellón- Castellón, Burgos, Grada, San Martld de Pr^víínaal», Santander, Coriiíia, El-f che, Zaragoza, .laén, CreviUente, _Játi« va, Tarragona, \i¡lar,r.<;va y G e l t n i , Lis»» nares, Córdoba, Pam*' na, üijón, Tolíj^» do, Oviedo, Mtttp 'cncia, Sceta«j Bilbao, La Arbo' Salvador Valle, Gallartt T a m ! •'•'" ^.• leyeron cor ^ctc .• > *; '• E rocedcr' ' ..' isbo»» ' ( • Berli- , ' ,-/ jera' 1 V,. ^, , .Jefe j^citurnino Gouzá] .t/s burguesesuonos hancon*" jn nada de loque les pcdiamol venimos nuevamente á tu.'.c»^ *.; 1 brazos para ahogar á la fiera buw guesa. No perseguimos lucro ni medrl personal, sino la comúu mejora y elg», neral progreso. La burguesía cree REH armándose hasta los dientes, detendrá nuestro paso; pero 8e equivoca, porniif la mánuina que le arrastra en sus viajpí y el telégrafo que le sirve para sus ne» gocios, son dos p r o p a g a n d i s t a s rcvoIuEs» cionarios. RtíCuerden, además, lot buT*' gueses que ellos el aflo 93 llevaron T«!yeii al patíbulo; no se quejen, pues, si mftM otros nos limitamos á llevar burgueiWA Oesgraciadamentc este ansiado mams&t to se retrasa, y es preciso que MO$ orgíi* nicemos para apresurarlo. Y antei (fin terminar protestaré contra la OAÍBU» ninf se nos infirió el aSo «asado, llenando d¡s f 'uardia civil el establecimiento deyóñto e nuestro sudor, eato e«, ei Banco de Eripaüa. Nosotros au peusamoa rubat nuda, y eea guardia civil eisfaría mejbtf empleada en la pereM;c«.ci6n de burguo» %v.% criniinHJe». [Áphusos.) Bt compañero Juiíis Franeho hahAt é nombre de lo» obrerías ebaiii-ttiiit, dcfen/v diendo con proli/á arfíun>«utaeióa la^m nada de oche hidras. t!<« u n o de sus moM mentoa de arrebato tribauicio, d:ice; «L«< prensa, que ron tal que íes llene U tripa á Ion periodista?, no la iiai>orta dftx cir que lo blanco es n&gxo...» Una enérgica vos entre los pmodlittaiC \Bso es mMiiretl i ( Foce^f!, proíeslas,. \ AtirduLeampim^l^ ios del pi 'mdenk, fr*» em/usi.á/i. I/aif ta el delegad» M ga&enmm, D. Ar.gi- miro Blaf, se cre9en d caso dst iiiterv4-* nir, pero el presidente, ÍMfone al /In su au/orídad y el ordtu M rtálailece.) 81 orador sigue hablando de la jurna^ té. ocho horas, y oye aplansos al flaal. El compañero Juan S e m a jj^ronumnlK breves palabras para adlierítrae ail w<?4>» ítít//eu nombre de 1* Soci<fla4 ée caB" pinti.ros, y le imitan loo* compafieron AstA tonio Rodríguez, Pedro Barcones, Antle»» nio GJ-lvez, Manuel Rodrigue», A&tQofií Louro, L'""enB« Ortíbs, Juan J«#é Morn* to, Mariano Garcl*, PaMoal Sruiait Francisco Diego y Vicente Safcimero, «sp ropresentación de Sodeiade» ót ccrtaj)»' ros, estuquÍ8t«ti,ia|«tercM maciuvIiiiitaM DMiaderos, p^petl«na> it.. AHOCO», MK «oadernadorva y ocluciucotai. *

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SUSORIPOIONafl

pi go adolantado Madrid, mes, UNA PESETA.—Provínciaa, t r i ­

mestre, C!NCO. — Antillas espafiolas y nacionet firmantes del tratado postal, trimestre, DIKZ. — Portugal, trimestre, OCHO.—En los demis paise», Vinifcstre. QUINCE.

2 5 ejemplares 7 5 céntimos

AX>MIKIS13tlABOR

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.,A, 8, y e n l » tienda pitpeleria riIQU-LlFE, Sct>> Ja, 14.—Los anuncio» se reciben en Iti Administrl* eión, de 10 déla mnTínna á 5 de la tarde, y «m I»'-Imprenta, de 10 á 12 de la noche.

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es EL PERIÓDICO DE U M CIRCULÜCION DE ESP&RJl

MM fj8 aÉlas (Una página de Zolfr)

Pio\Kllion es una inteligencia honrada, dtí extraordinaria energía,^ amante de lo verdadero y de lo juBtu. JÉs el nieto de Fourier; aspira al bienestar del género humano; imagina ó sueilu una vanta aso-cificíóu de la luininuidnd, a-suciarjón de ]a cual cada k)mbre nerá un luieiobro rnofíf,- tü y uctivo. Quiere, en una ])íiia-bra, que reinen la igualdad y la frater­nidad; que la socied;nl, en nombre de la conciencia y de la razón, se reconsti tuya sobre las bases del trabajo colectivo y jel continuo mejoramiento. Parece c a n ­sado de nuestras luchas, de nuestras d e -f,e.s)K;racioneR, de nuestras miserias; pre­tende obligarnos á la paz y á una ex i s ­tencia arreglada. El pueblo que P rou -diion ve en suh sueilos es un pnehlo que halla su tranquilidad en el silei'cio del coru/ón y de las p.-isioucB; ese pueblo de trubajudores solamente vive de la jus t i ­cia.

FJn toda su obra ha trubnjndo P r o u -dlion j)Hra el nacin.iento de ese pueblo; neccsilnhit combinar los dislintos elemen­tos humanos de un modo conducente & cetubitícer sobre cimientos firmes la KO-íiedad por él soñada. Quería que cada liase, cada trabajador, entrase por su parte en la obra común; él coordinaba los entendimientos, reglamentaba la.'» fa­cultades, ganoso de no desperdiciar n a ­da, y temeroso, al propio tiempo, de i n ­troducir a lguna levadura de discordia. Parócerae oirlo á la puer ta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo y su alma, contraseñándolo después y dándo­le por nombre UB número, un oficio por vida y por esperanza. El hombre no es ya más que un ínfimo peón.

Ciiírto dia el gremio de artistas se pre­sentó en las puertas. Cátate 4 Proudhon todo perplejo. ¿Qué hombres? son estos? ¿Para qx^é sirven? ¿En qué mil demonios poderno.'! ocuparlos? Proudhon no se atre­ve á despedirlos resueltamente, porque, al cabo, él DO desprecia n inguna fuerza y porque además espera que, cou pacien­cia, a lgo podrá sacarse de ellos. Oomien-ZB, pues, á buscar y á razonar. No qu ie ­re ver en ellos una negación de sus teo­rías, y acuba por liallar un «itio reducido en que colocarlos; les endilga un sennón larguísimo, en el cual les recomienda quesean buenos chicos, y les deja e n ­trar, vacilando aún y diciendo para su capote: «Vigilaré sobre ellos, porque tie­nen malas caras y ojos encendidos qo* no me prometen nada bueno.»

Ti«ne Bsted motivo pa ra temblar; de beria ueted no haberlos dejado penetrar en su ciudad modelo. Son esas gentes muy extranas, que no creen en la i g u a l -d«d{ que han dado en Is manía nd icn la de tener corazón, y que, á las veces, e x ­treman su maldad hasta el punto de ser hombres de genio. Van á per turbar ese pueblo de usted; á desordenar las ideas comunistas; á rehusar resueltamente piMfenecer á usted, para no per teuicer raiiri que á ellos mismos. Suelen n o m ­brar á usted el terrible lógico; figúrase-•36 que esa lógica estaba durmiendo el i a en que usted cometió la falta i r r epa ­rable de admitir pintores entre sus le­gisladores y zapateros. Es usted poco aficionado á los artistas; toda personal i ­dad desagrada á usted. Usted aspira al aplazamiento del individuo para ensan­char los cansinos de la humanidad. C o ­m e n t e ; pues sea usted siucero y mate al artista. E l mundo de usted quedará asi más tranquilo. Comprendo perfecta­mente la ¡dea de Proudhon, y hasta, ñ se quiere, me adhiero k ella. Desea el bien de todos; lo anhela en nombre de la verdad y del derecho, y no tiene pa ra Hué mirar si al dirigirse hacia sn obje-uvo aplasta & varias victimas. Consien-to en ser habitante de su ciudad; es i n ­dudable que me moriré de aburr imien­to; pero me aburr iré honrada y t r a n q u i -latnente, lo cual es una compensación. Lo que no puedo soportar, lo que me irr i ta , es que obligue A vivir en esa ciu­dad dormida & hombres que rehusan enérgicamente la paz y el aniquilaujien-to que él les oírece.

E:

Aconsejo á los socialistas demócratas I—los cnales, según parece^ desean e d u ­car artistas para su uso part icular—que contraten á varios centenares de obreros

tque les enseñen el arte com» se ense -j? en el colegio el latín y «1 griejjo.

Asá tendrán, transcurrido que hayan cin-60 6 seis años, gentes que íes harán, con limpieza, cuadros concebidos y ejecuta-&», icgim su gusto, y m u y parecidos toaos nnofl i otros; lo cual será test imo­nio m una conmovedora fraternidad y ds un» ifirualdad laudable. Entonces la pijatura contribuirá en g ran parte al per-i^c ionamwnto de la especie. Pero que tos aoctalMÍAs demócratas no funden e s -p&rnwí^ a lguna sobre loa artistas de g e -rm hT>n5 y educados fuera de su r e d u -cjda iglesia. Podrán hallar uno que les ©oiii-vwig*, 6 poco menos; pero esperarán n a l sffios «ntcc de haber á las nimios otro *n*H» Bnnejoote al primero. Lo^ ob re -im q j» hacemos nosotros nos obedecen y tiKxhi^-m i nuestro capricho, pero los r V n t w .fue hace Dios, solamente á Dios |flífid«fl&o. j trabajan á capricho d« t u IWiivjr w »u íá t ( !%«ndA.

HMIUO ZOLl.

(Oe vuelta de Filipinas)

jCuantas veces, eñ días enteros de c a ­minata , caballero en cerril potro ó aco­modado en ruin carricoche, recorrí, y a valles feracísimos, ya llanadas de impon­derable fertilidad, ya laderas extensas, cruzadas por arroyos mil, que desde el alto bosque descendían en corrientes cristalinas!

y en comarcas dilntRdas, el desierto, el yermo, el baldío por trxlos lados; aque­lla fertilidad maravillosa esperando el dia ventiiio.so de sus luipcias con el fe -cur.ílo tríihnjo.

¡Para cuúiit'i gente pnn, vida y alujü-daiicia, me decía, en estus rfvj-ioues! Aquí mismo, mnrmurnbn en ocfi' í'oiief;, en esta campiña es pie J; diría qn? a t rav ie ­so por entre malezas, ¡qué berrao-^a aldea! Allá el poblado, en aquella mesetu; ahí abajo ja huerta: allá la ermita; más allá el mnlino, y allá arriba, cerca de la cum­bre del monte, la selva impenetrable, con madera de construcción y leña para el liognr iimcabuWcs.

Y como esta aldea que en pensamiento levanto en estas soledades, diez, veinte, cien más por estos contornos.

y allá en tanto, en la patria de la luz y 1.1 civilización, hay multitudes hambrien­tas, todo un ejército de desheredados; mult i tudes á quien la privación asedia; desdichados que exhalan gemidos a l a r -

§'ando mano trémula al pan mezquino e la r'mo.-jna, 6 braniun en el urdiente

club y truenan en la manifestación t u ­multuosa.

Gobiernos de las Metrópolis todos, ¿por oué no decís á esos menesterosos^ á esos des\a!idos, á esos obreros sin trabajo ni esperanza: venid á mí, yo tengo pa ra vosotras tierras abundante^; para cada uno un hermoso campo, na h'irniüso cor­tijo, una hermosa huerta; venid cuantos queráis , me sobrnn hectáreas?

Nosotros, en Filipinaí; íonomos incu l ­tas más de veintioeho miliones; para dos vee^s nuestra población. En el mundo todo, al decir de geógrafos emiuetites, hay más de diez mil millones vacantes, caü)])o suficiente para dos ó tres h u m a ­nidades.

Justificadísima la frase de Heine: «La t ierra e» demasiado extenKa, y cada uno puede encontrar en ella espacio s a c i e n -te pa ra levantar la choza de sir*Telici-dad.»

«Bnfta tender la mirada .«obre e! g l o ­bo, dice el insigne Mr. Dtivyl, para cora-prniid''!' que la t'oblacióu humniíin, )rjo3 de superabundar , es más bien escasa, y

i que en muchísimo tiempo no podrá ser proporcionada á las hectáreas v a c a n ­tes . />

«Para cumplir, pues, sn mifih'm.ereced, multipUcáos, llenad la tierra', la b u i n a -uidurt, como todas las fuerzas nal uvales, necesi ta de expansión y equi l ibr io . Cuando estos faltan en un punto, hay pe ­l ig ros de explosión terrible.j>

La explosión que aquí todos temen, y i todos por lo menos preocupa; exp lo ­sión como en los gases , producida por la fal tado expansión. Aquí , en este m u n ­do de civilización, la estrechez, el estru-jan-.iento, el malestar y la penuria; allá fuera, anchura sobrada y sobrado pan .

jQné sería hoy de Europa con esos cientcJ Je millones de sus hijos despa­rramados por todo el planeta, encen 'a-dos todavía en su angosto e.spficio? ¿Cuál no sería hoy la gravedad de la cuestión social, con ese excedente de po­blación en su seno, y sin esa masa de productos, que como río caudaloso las t ierras nueves nos ent lan?

«Mientras la mayor parte de los reme­dios, dice aquel eminente escritor colo­nialista ya citado, no son más que pa­liativos... la emigración obra con mayor energía . . . Susti tuyendo el bienestar a l a miseria, la propiedad al proletariado y la libertad del bienestar general á la ser­vidumbre de la necesidad... l lega á ha­cer inútil la beneficencia, objeto últ imo de la verdadera filantropía.»

«Los males del pauperismo, dijo aCos atrás famosa sociedad de beneficencia, congregada en Bruselas, debidos al au­mento de población, son atenuados de una manera eficaz, aunque indirecta, por la emigración.

Por consiguiente, debe concederse ¿ ésta protección y l ibertad.

Los gobiernos, las asociaciones é i n d i ­viduos, deben combinar sus esfuerzos, cada cual en su propia esfera, para ob­tener de la emigración los beneficios de que es susceptible.»

Pero la emigración es un mal , se dirá; u n a g r a n desgracia . Su expatriación, la ausencia del h o g a r . . . ¡Pobres e m i ­gran tes ! «Mendigos, según Amicis, que van pidiendo una l imosna de mundo en mundo.»

Es signo de un mal la emigración;

Í ero no un mal en sí, y es el ejercicio de a más g r a n d e de nuestras facultades,

que nos hace huéspedes y dueños del globo entero.

Argonautas afortunados, no mendigos, «los emigrantes que van á la conquista del vellocino do oro de las t ierras v í r ­genes».

Llamad mendigos á los patentes asi-glosajones de Norte América, á los l a t i ­nos del Sur, á los poderü.-iOS australianos, ¿ nuestros hermanos de las Antillas y aun á los cielito diez mil eoaipatriotasque viven y prosperan en la Argel ia , y sol­ta rán fa carcajada.

Disz millonet dt lihras esterlinas e n ­viaron los ingleses emigiados en pocos *&m á sus deudos y amigos de la Metró­poli ; á muehus millones suben otras eau-tidade8_de las colonias todas. Nosotros, eo realidad, somoa, pues, los mendigroa.

Pero k emiirraoite despuebla las Me­

trópolis. Los países más poblados son precisamente los que mayor contingente dan al ejército de la emigración. Suavia en Alemania y el Olster en Irlanda, y entre nosotros, las provincias del Norte y Levante.

Ni el g r a n Éxodo irlandés del 40 al 50 despobló ,á la Verde Erín; antes dio con­diciones de vida á sus hijoH, hasta el pun­to de disminuir en cinco sextas partes los pobres inscriptos en los libros de benefi­cencia pública. La emigración es lago en desagüe que deja arriba espacio n u e ­vo á la vida y abajo fertiliza tierras esté­riles y sedientas. Las naciones se agran­dan, se dilatan, no dccro-'.'íii ni decnen.

Pero hay ticrraa insalubres , climas mortíferos; las tierras cftíidas de la zona intertropicHl, nuestras Fiüjiinas. Tal d i ­cen métlicüs é higieiiisi ¡'; pei'o la ciies-tióii no e! tá aún úvCiiníi. i-uoiitij r esuc i ­ta; dilucíiie.se auipii:iu¡eiite, fállese con perfecto cor.orinnín.'o fb> CÍ>.Í:;:», ñrtr>«de dcd ' i rar inútil pava la Mtii''';;>oIi y la ci-vilizución á aucoira g i u u colunia oceá­nica.

y si allí es, por fin, para nuestros g a -Banes insoportable el trabajo agrícola por la bipertemia y pa]u:!i;;mog, 'hnfru.-m o s á Filipinas ciilonia de '¿jlaniavián, orgüníCfKe el tialjüjo y p!!¿-ucn iujuyl'as muchedumbres iüdigenss en trabajo, con todos los humaiüt::,ri;!aios de i¡i:cí>tr!i.-5 le­yes iudianiis, el precio de su redención, de atrasos é inercias y postración secu­lar.

Y abramos sllí campo á los nuestros para el pequeño comercio y las indus­trias manuales .

Cerca du doscientos mil chinos m o n o ­polizan hoy, con provocho p ingüe , estas dos fuentes de vida .

Doscientos mil. . . Nuestros ««cialistas en acción, con ventaja inmensa sobre aquella ba rbar ie . podrÍMi convertirse allá en rica y aristocrátict.. Ijurguesí.'i.

Un Potosí para E.spaña Filipinas, bien adminis t rada aquella finca y bien t ra­bajada.

Grande, inmenso el mundo. Sobra e s ­pacio, sobran hectáreas, sobra pan.

QUIOQÜIAP.

Á'^T'KMLaJ^

Bstá Avila, nmarallada de España tan en e! centro, como ciudad oncnnfada; y 8l vorln, ntijie ve u i d í de !o qud i».¡'y de Avila üüutro.

Avila á vista dol tren repentinamente surge, pero nadie la vé bion; porque al llegar al andén es comer lo que más urge.

Su torreado nüiralliijü. la curiosidad excita; pero en tan rápido visje la admiración del paisaje el apetito no evira;

y al salir del restaureiní los viajeros no la vea tampoco, con el afán de hallar el coche en qno van y oyendo la voz de ¡al tren!

Tal rapidez aquí c^traüa parece; no so concibe priesa tal que hasta «a ensaüa por ganar tiempo en Bspaüa do haciendo tiempo so vivo.

Como visión pasajera al viajero se aparece do una vez Avila entera; y de la niiaraa nmncra que surffe, desft;)arcce.

QucOa en la incüte y los ojos fotograUaiía un momooto entre peñascos y abrojos, como una ciudud de un cuento de duendes y trampantojos.

La impresión que produce es ten BXÓUca y extraña, cual si de Avila á través diera tiácia atrás un paspiéa de cuatro siglos Kspana.

De torres aquél cintillo, de piedra aquél grande anillo tan sin sol»oi45n ni enoaje, pobilacjtfn toda castillo sin torre del homeíinjí!,

ejemplar de coiv;;rucc¡<5a de la edad del fnudalismo, parece decoración de una esceua de un dramón del viejo romauticismo,

A través d« impresión tal, nadie va ó vuelve en el tren á 6 de IR capital, que do Avila bien ó mal pien«e mis que «n el andí'fi.

May pronto aun á la partida, muy tarde ya á la Pegada, ai á la vuelta ni á IH ida ninguno flii de jomada de hricer i Avila se cuida.

Se lleva pFÍc«;i. ni pnrtir, 80 traa cansancio al volver; y á lo que »e oyó decir, no hay para qué i Avila ir dondp no liay nada que hacer.

No hay corrida semanal, ni box CODgrcail qua vor, ni casino nacional con bancu y con bacanal donde oro y salud perdor.

Y hoy ya ia tal chiflad ara del vinjs de veraneo costea tan mal la usura. . que se auda en treu de recreo la calle do la hía&rsünm

Porque el ñn de siglo es tal: viajero hiiy que es un morral que se eiivia con dinero consignado i un ruletero de BU club internacional*

¿Quién en Avila se fija con tan brutal rapid»»? So como eu pié, de balija cambia el correo, se alija carga, y al tren otra vez.

II

«Ciudad de los caballeros llamóse por su» linajes: y en Cestilla \o9 priraerosj fueron por siglos enteros s»a i'nsrn'n pcBoíiJijoa,

»l!)fnatos ó aventureros siempre vn cfitúpalas y viajW llevaron tras si cacudoíOS, corredortisy luontoros y mayordomos y pajes;

•Tttu oiigreidos y íioros con sus armas y equipajes, tan celosos de sus fueros quo firmas, dinero y bagajes dieron á los comuneros.

»La historia á eso se redujo, del clero y de la milicia á ejiísalzar fuerza é influjo por su audacia á su codicia: y tal fué lo que produjo.

•Libros de caballería son eási crónica rancia; trabajos de frnilería falto.") dofllosofia, de criterio y de substancia.

»Todo eso.. . ¿i quién intofes» ya? ¡o de Snnta Teresa se Subo todo al dedillo: lo del To.stado y Honquillo papel quemado, pavesa.

»T<o d« IB ruiim Iijabol y el rey Don íánrique cuarto y Don Alfonso, papol mojado; lo esevito r.n él si lee algdn tendero, es har to .

«Todo aso fué: va impulsado el mundo en evolución tfll, que lo que so ha parado biempre ha sido atropellado por nueva fuerza en acción»

»No puede el Siglo vivir de la tradiciíín de ayer: la vifla es el por venir: todo íidelaiiío ht» ác ':-, nade airas hii do volver.

«Hoy iM íorrcii'ifts murallas »dc Avila son (iníi^juallas, »quo opone HÍUI al progreso nía tradiciiln como VíiUns: B¿I'or qué aun on pió queda C80?»

Dicen IÍBÍ, mientrus vea & Aviln deiíilft el mulóu dos filósofos que van no sé á qué á San Sebastián» iBuen viajo y salud!—¡Al trenl

Y Avila tal mal juzgada y tan mal visto, aun murada, de líspaaa tan en el centro, dol andón tftu alcjuda, ton sin ley deíslicrudada,

per más que yula ivl cucueutro ' " ' do los trenes, olvidada se queila, y nadie vé nada de !'T QUO hny de Avila dentro.

y hriy Ins!, ft!.--rza y porvenir doiitio (!c Avihi y tras ella para volver á vivir. y á ver que au buena estrella vuelva eu el Cirilo á lucir.

III

Sólo un término de ésta provincia obscura de quien España inerte 6 olvidadiza no se cuida, atoaora más hermosura, mtia riquezu, alelaría, luz y fre«cura queiíay en Austria, AlomoniaéltaliaySofzo;

porque tenemos do todo en nucatra patria,

xa&n nada veíaos. Dios colocó estas sienas, de maravillas

colmándolas, cual fértil eásia verde entre Ina dos planicies donde se pierde la vista por los pómmoR de ambos Castillas:

Y en esta sicri"' tior..? .sus ro"nt,c,8 Gredos. ¿Los habéis visto? ¿Oísteis

de montea talos hablar? ¿No? Pues oidino y estaos quedos mientras o« pinto el cuadro de sus breflales, de SUM montes fragosos de árboles llenos, de í'ua tajos y penas acantiladas do «1 nublo da su bronca voz á los trueno»; do! vaUftdav de cerros y de quebradas que abarca lonias, prndos, yogM, llanadas; dchtííai con ríos mansos, \(i((03 serenos, oiroyoa cristalinos, y altae cascadas qufí hncen iU ftqueUos siliü.s ricos y amonos un país que parece país de hadas.

Dán¡59 por sus ribazos, soto», laderas, BUS cufifida.i, sus coencsí y RUS barranco», enebroa olorosos, blancas moreras, fi-esmo», roble»', csstaao», pobo» y olivos; cnanto* árboles de útiles ricas maderas, cuaníoa de ÜIÍUÍKS tibios por las praderoA dan sus frutos sabrosios y uatrítlvos;

terrenos vafto» cuajados de arboledas,

ricos de pastos. Pacsn on grmidfts hatos CftbrB.í y ovejas

sus hunos y sus tréboles, «u alfalfa y grama; y oii Kprisía? tcch.idoa con rojas tejas Us paridas, iu$ crif»» y b'fl más viejns d» noche el cuidadoso puator encama. Ganado más Incido lanar, vacuno

y cabrio no orla pols nlngano: jQué leche, qué vellones de lana final la dn Oredos compite con la HeriaSé iQué carnes m i s sabrosas para el meiCftdol el de Madrid por ellas está surtido de vaca suculenta para el cocido, de ternera jugosa para el asado.

¡Qué gran tesoro ésta sierra escondtdal

tal sierra es oro. Saucbivleco, la Menga, la Paramera,

cuanto riega el Alberche y el Tormes ba&a, cuanto abarca de Gredos la sierra entera, la mayor, la primera de las de BspaQa, es terreno tan fértil, tan productivo, de rendimiento libre tan positivo, qu« mayor t«l vez otro ninguno diera á verse más poblado con más cultivo.

Templados en Dicierabro y en Julio frescos,

sus llanos y sus valles son tan fecundos, con parajes tan sanos y pintorescos como los más famosos de loa dos mundos;

como esta sierra, otra Dios no ha creado

par en la tierra. Y he aquí lo real, lo ütil, lo verdadero,

lo que es todo substancia, jugo, dinero. ¿La poesía?

Se va ya; pero en Avila la hay todavía.

Hay nn lugar agreste, deshabitado, guardado por el miedo, fosco y sin raido, de nieve y ventisqueros siempre cercado, por leyendas y cuentos muy mal femado, por albergue de espíritus siempre.touido, por brujas y por dueudos muy frecuentado, de silfos y de gnomos y trasgos nido, y 4 doude el vulgo nunca subir ha osado.

Allí entre dos picachos, honda laguna en ancho receptáculo su agua recoge, tan helada, que acaso no hay ave alguna que la beba, ni en olla sus plumos moje.

¿Cuáles son las corrientes que agua la llevan

á altura tal?... ¡Y está altaí, . . pero tan olta, que alli *e siento el vértigo y el airo falta; sólo los ventisqueros que allí se elevan en tiempo del do.<ibialo de agua la ceban con la qua en sus carámbanos gotea y salta.

Y alli ya no germina ni flor, ni fruto, ni ser viviente alguno tal sitio puebla; allí reina el silencio más absoluto, alli nohay más atmósfera quebrumoy niebla.

Los campesinos crédulos de las llanuras aun crcfiíi que los diabólicos vitondos seres que habilan ó frocicntan tales alturas, iieuon por el más grande de sus placeres el de cuRjiu' nublndos y auras impuras; y quo cou ]M tormentas que do estos riscos se desprenden, aquella vil raza impía es á 3U<) plantaciones quien les envía para arrasarlas lluvia, fuego y pedrisco»,

en toitas eras se han puesto eu sitios tales tales quimeras.

¿Qué tal el cuento? original es de Avila; yo no lo invento.

Pero esto poesía tiene su prosa: prosattin nutritiva como sabrosa. Dosde aquella picota de peñascales donde «na conciliábulos y saturnales, y sus danzas macabras ú orgias ó luchar celebran duendes, brujas y otros qu'* de su laguna bnjan los manantiale; do los rÍG3 que crian tan buenas tr •

Y he anuí lo po'íitivo, lo verdo'' lo que e.'í todfj substancia, jugc

Pero ¿y la poesía? Sueños, vi;.; . ••, líoimmtioism» viojo: relatos fótíles, ocupación de vagos: hoy las naciones se distraen con más serias disquisiciones severas, íllosóflcas, en ñn, más ütiles: aunque hay quien croo todasesascuestiones son menos divertidas y aun más inütiles.

IV

S Í N T E S I S

Ün paraíso es Avila, pero perdido por iucuria. ignorancia, desdén (i olvido. ¿Por qué loquehayonAvilasin ver pasamos? ¿Por qué su territorio no conocemos y su« fuerzas activas no utilíaittmos?

¿Por qué el motor de su agua ,. no aprovechamos

pi ra suplir motorea que áuu no tenemos? ¿Por qué tesoros tales desperdiciamos? porque á París y á Badén y á Spá nos vamoi * vaciar nuestras bolsas eomo unos memo».

Porque raza haragana. vaga y baldía y á la pobreza patria ya indiferente, ' vamos á don do hay juergas tras de la gente diciendo: ¡bahl maflana.. . aeré otro dís.

Ya quo Dios tal en Avila dóraosle ijuiso... ¿si eu vtz de ir á arruinarnos al Kstranjero hiciéramos de Gredos ua parafso y * él venir ¿ gozarle por sa dinero?..^ ¡Bttbl jDeliriosI propósitos de fantasía, * eso yo no lo liaremos nunca nosotros: lo que ouwto trabajo que lo hagan otro»,'? vivamos, aunque siempre se viva al día,

¡Y asi Vivimos! ¡como si así cobiáramo»

lo quo perdimos! i He aquí lo.positivo: la verdad pura,

naturalismo noío: la poesía, se fué, tirando el arpa: con que i la hondura d« un barrancal de Gredos tiro la mia.

JOSÉ ZORRILLA.

Kayo 3. M.

EL "MEETING,,' DB LOS

Jal J RÉ A las nueve de la maftana comenzó !*•.

animación en las proximidades de íbüT Jardines del Buen Retiro, viéndose nxL-*' merosos grupos de obreros que se dirigí g íau con el mayor orden al sitio doníí^' había de celebrarse el meeting.

Él teatro de los Jardines, local destfl^' nado al acto, presentaba casi idéntica aspecto que el año anterior. En el esce­nario, la mesa pref>Mencisl cubierta co» un paño rojo, y dos mesas á manera d « t r ibunas para los oradores.

A lo laro-o del telón de boca y debajo del anuncio de una empresa de prona-* ganda , se veía un listón Je percalinif encarnada, con la inscripción aiguiectíNÍ

« E L SOCIALISMO HA BORR.4DO TOBAS U I FRONTKRAS. E L 1.* DE MAYO UNE A TOJXJf LOS TBABAJADORES BBL MUNDO.»

La bandera roja de la Asociación ga-«! cialista se ostentaba en primer t e r m i n a del escenario y para los periodistas %é había destinado como el aSo anterior « | sitio de la orquesta. "i

En la primer fila de las butacas tomiW ron asiento varias compaiíeras y u n é burguesa . Burguesa por BU mantflla, s n abr igo y sus guan tes sefioriles, lo c a u no quiere decir que sus ideas no eat&k coniormea con la revolución social y Iff jornada de ocho horas.

E n todo el recinto del teatro se alber# gar lan de seis á ocho rail personas en t r* obreros y curiosos. Si se Juzga, pneí|, por la concurrencia al meettnjf, el socia«* lismo madrileño no ha conquistado p r í * aélitos desde el aüo anterior.

Gomieuza el «meeting«> , A las nueve y media comenzó el me^,

ting, presidiendo el compañero Mat la | Gómez y actuando de secretarioo los o o m

gañeros Antonio Aticnza, Baldomei» uetos y LUÍ.") Villaoz. El compañíero Gómez saludó en nom«

bre de los obreros madrileños k los tra^* bajadores de todo el mundo, y después dC recomendar el mayor orden, encargó # su secretario la lectura de los t»legrama|í de adhesión reeibidos.

Proceden dicho» telegramas de lo» «fs» guientea puntos: Alicante, Ferrol , Mala* ga, San Andrés de Palomar, Mellón-Castellón, Burgos, G r a d a , San Mart ld de Pr^víínaal», Santander , Coriiíia, El-f che, Zaragoza, .laén, CreviUente, _Játi« va, Tarragona , \i¡lar,r.<;va y Geltni , Lis»» nares, Córdoba, Pam* ' na, üijón, Tolíj^» do, Oviedo, Mtttp 'cncia, Sceta«j Bilbao, La Arbo' Salvador d « Valle, Gallartt Tam! •'•'" .• leyeron c o r ^ctc .• > *; '•

Erocedcr ' ' ..'

isbo»» ' ( • Berli- , ' ,-/ jera '

1 V , . , , . J e f e

j^citurnino Gouzá]

.t/s burguesesuonos hancon*" jn nada de loque les pcdiamol

venimos nuevamente á tu.'.c»^ *.; 1 brazos para ahogar á la fiera b u w guesa . No perseguimos lucro ni m e d r l personal, sino la comúu mejora y e l g » , neral progreso. La burguesía cree REH armándose hasta los dientes, detendrá nuestro paso; pero 8e equivoca, porniif la mánuina que le ar ras t ra en sus viajpí y el telégrafo que le sirve para sus ne» gocios, son dos propagandistas rcvoIuEs» cionarios. RtíCuerden, además, lot buT*' gueses que ellos el aflo 93 llevaron T«!yeii al patíbulo; no se quejen, pues, si mftM otros nos limitamos á llevar burgueiWA Oesgraciadamentc este ansiado mams&t to se retrasa, y es preciso que MO$ org í i* nicemos para apresurarlo. Y ante i (fin terminar protestaré contra la OAÍBU» ninf se nos infirió el aSo «asado, llenando d¡s

f 'uardia civil el establecimiento deyóñ to e nuestro sudor, eato e«, ei Banco de

Eripaüa. Nosotros au peusamoa ruba t nuda, y eea guard ia civil eisfaría mejbtf empleada en la pereM;c«.ci6n de burguo» %v.% criniinHJe». [Áphusos.)

Bt compañero Juiíis Franeho hahAt é nombre de lo» obrerías ebaiii-ttiiit, dcfen/v diendo con proli/á arfíun>«utaeióa l a ^ m nada de oche hidras. t!<« uno de sus moM mentoa de arrebato tribauicio, d:ice; «L«< prensa, que ron tal que t» íes llene U t r ipa á Ion periodista?, no la iiai>orta dftx cir que lo blanco es n&gxo...»

Una enérgica vos entre los pmodlittaiC \Bso es mMiiretl i ( Foce^f!, proíeslas,. \ AtirduLeampim^l^ ios del pi 'mdenk, fr*» em/usi.á/i. I/aif ta el delegad» M ga&enmm, D. Ar.gi-miro Blaf, se cre9en d caso dst iiiterv4-* nir, pero el presidente, ÍMfone al /In su au/orídad y el ordtu M rtálailece.) 8 1 orador sigue hablando de la j u r n a ^ té. ocho horas, y oye aplansos al flaal.

El compañero Juan S e m a jj^ronumnlK breves palabras para adlierítrae ail w<?4>» í t í t / /eu nombre de 1* Soci<fla4 ée caB" pinti.ros, y le imitan loo* compafieron AstA tonio Rodríguez, Pedro Barcones, Antle»» nio GJ-lvez, Manuel Rodrigue», A&tQofií Louro, L'""enB« Ortíbs, J u a n J«#é Morn* t o , Mariano Ga rc l* , PaMoal Sru ia i t Francisco Diego y Vicente Safcimero, «sp ropresentación de Sode iade» ót ccrtaj)»' ros, estuquÍ8t«ti,ia|«tercM maciuvIiiiitaM DMiaderos, p^petl«na> i t . . AHOCO», M K «oadernadorva y ocluciucotai. *

Page 2: es EL PERIÓDICO DE UM CIRCULÜCION DE ESP&RJl MM fj8 aÉlas ... · Parócerae oirlo á la puerta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo

Mil*-

El. I.IB«^lllkL2 Todoa eatoB ondorefl limitan nm rea-

pectivw peroraciones & la defensa de 1& jornad» ]fgnl, mrliendo des este compm-10190 con majror ó menor fortuna, según «os medio» oratorios, pero repitiendo hasta la saciedad los oongabidas argpu-meutos.

La úiúca nota nneva consig-tie darla fli repreiii'Utttute de los oílcialea peluque-ros, dic¡í*«do que éstos e.-flíui conformes co» trabajar ocho koras, siempre que dentro de'«l¡tiR se les preii»'nt9 líi prime­ra materia, 6 sean laa calw.fis y las bar­bas de las parriiquiano»; cabezas y bar-feas que son muy caprii'ltoías, y van á los estabkcimientosí de peluquería cuan­to IcB d« JH Kan». t<.'.iiiea>io los oficiales que e-,ptvams diex ó docp lioraa al día.

£ l conipaicf» Yicenfu Abas^al, que es una áe ]«« knders del socÍHlismo madri­leño, fflaniíicnta ui creí'ncia de ^ne lo» kurgueees no acceden á la jornada da ocho horas, poi"<luc cuisceplúan, acerta-ittuieute, Qiie esa petidúii e ; la primera tnudter&de I» revftJuciÓB social. A.lcan-aada u&a bincbcra, tí iiiurjíij ¿el ¡iocia-lismo ficrkc rápido y uegüni.

La fi-raa deseas* de la burgu<*!'ia es­triba hoy cii a\stí cuentu ri-'m CÜÜ \&A ma-Tores cápaclífftdftfl, pero ;; a entre éstas ka comentado el de«üie iriioia cl cumpa socialista Ne hace tre« áum habréis leí­do ttft;e*ii.'aiit»etíte en EL LIUBIUL^ que Sdinu&do de AIHÍCÍJÍ ha úJo conquistado pornuestrHs ideaa; pue* bii;t!, yo puedo «eciras que ^orito cantaremos con abo-g3¿.os, mfdwa», Hteriifoií; cOn lo míe ]Bá« Yale y lo que más iepresenta. Te­jemos brar.o$ y teíianaíi^is c«rebroí5, ¡pero con cuánto saña ÜS JJOH combfitof

Acordái>s do ía acl i ' i ' l"] ¡leí Goblür-no para mandar tropas á I'il),iao cuíiDdo lik agitación minera; puís bien, ahora ACAIHI. d« ocm'íir en a^u^'lla población «n (fFave BCíwitecimiento con caractere» de delitf, y aé» n» ha frido (letenidona-dic. Ltt dc:-!{íualdad jcci:'l es e'vidente; «cordáoíi (leltfQHe la prensa reflrió bajo el non»hre de «la niña martirizada»; en los priaicios momento?, hftstíi pasearon & la vkUtu^ett carretela; hoy ¡a niila ha -nteltc» al Asilo y ia duque»» á su pala-fio. (ÚrméM aplev^oi'.)

M doctor Vera Al IfvoTtfíU'se á babl.ir el compañero

J&ime Vfra» re¡mt«do medico alienista, hombre d«i •¥erdad<ata d . n c i a y orador r)ocRei>ti% etttaikn g i»r.df;í< y proloug"»-Í08 aplnuaoe.

Cu*ndo tcruftiaiRtt éBtes, dice el doctor Vera:

~ Y D no soy mi obvcvo roanual, pero concnrro con mi trabajo ¡i la obra de la producción, y Ive sentido lar, rudas íati-ffaí" del forxado tr;ihK.jo in'eícctimi, tal vcK trtiSH doIoroBo qui; el vueatro, T.ít:ígo, pues, d<írecho ó Uawarru,' t; abajador, y estoy á vueijtfu. lado cf<n ol ("otazóti y con el ceíttbío. La» cariSosas Hiauifestacio-B6« con qtie jneliabéi* recibido, demues­tran noe me cowíidpráis COÍTIO nn obrero mhg, como nno qne »o fo?ni!lg'ii ni aim-nnlízH con la incpt-'», ¡i'ns-.ica 6 íafame Borguí'sí.-t. (Or/rnktjt ffj-^nnvhS'.)

Si en f.ití» wanjfí'.'-tji, ion oijvflrsal so­to se pidrt'so la joi-unda da ocho horíia, tóin no» teadíinia i TucsifO lado; pero repri>«eDfa más, rcfirríwenla la tre¡¡íéiicia, I» jpavPHcoea eue&üón ?Oí;¡ai, y en este pleito «>lo pnetléíj permanecer indife-

jrpntf^g lOÁ ú;nde'*o».t, no ,'OÍJ que di. poM-

f" an d-r sn rji!tí«i y do -.''i iiiteügeiícia. Ofkw fOH que penüamos y los que scnti-

toos. e)d;ii«a(M»»4 vtievtro í^do. El socialis-me \». drjaáo ]ra de »er una idea tan ge-serosa cwB» v»ra, para rerestir lo» ea--í^^cterea ée nt» Meho aecosario, tan ín-«indFM e «nao «na ley ñsica» Y por primera w se ha dado en la historia el hecliodela e««^ncncia de los obreros mannaíe» 6 int<'Ii>ct«alefl en busca de nna redcnci6n común. Unida, pues, la fuerza y la ÍAtetigencia, el triunfo será «egnro, porqne la burffiíoü'i solo podrá opofneniew fáerita coaiprafia é ioteli^en-«las cotf (Msmi M.

Hay qiie destruir la barr.-'rft de laa pre-ocnp«eio»«a^ sociiri!e« que defiende aún áIo»burgwc»e«, lo cual ¿e conseguirá con la pr^>tt{c«itda, y hay que luchar contra aus interese», aoipleanua para ello Ift fu««za» t^uí'ato qne c*n la fuerza los defeiidK>r&. Yo lamento que el socialismo, que e« totte humanidad v amor, tengra qtw apelar h ta sangre, pero el hecho se impone T n«Hjt«)3 JKJ podemos abando-Sttr lo» derecho» del en arto estftílo y el afta»KABiúeatoáe la ciTílizacIünr. El tnun-fb n»está tHs k ^ o ; ao trabajamos, co-SQO por fthi ae diee, ipara las generacio-flea venidera»; tralmiaraos pt ra la genfe •

El coMpaaerd Iglesias Termijtadtt la «Taeida al compaBoro

iíjülor, catti<»Ba atra al compaEero Igfle-•ias.

~ S i ]fcrolet«T«M!a--diee—reclama por tercera vea de los Poderes Públicos las leyes protectoras one le ha pedido. In-éfiíracnt*, «ii» dusa, ahora como antea, p«ro «on cotos manifeataeionea vamoa ganando n á » « o y faeraa y s« a%r«n pu­so Btieüti-As i.feas. La prensa bvirgaesa o»»iien3»y& eJ eiauíen y el astudio de «tieatroa idéale», acwaeejando A 1« bur-geesia ceder en alg« para no perderlo fedo, yloB«»iArt(.u8jreBerwi«« «o pueden aescdnaeer la jarticia d« nuírntraa pcti-eionea Aun loahnrgaeaa» aos recomion-4an el ahorra caau) aliví» de mueatros znaka; pncí» par» eaa podimos la Jornada de las «clio borftfci; ya que n© podamos ahorrar <Hnfnr9, qneremo» ahorrar salud y fuewt». Reapnéa de *f«do, si somos lo-"09» ipw qué no no» p.r!tr'g"in á loa mé-diet» j BO á la artiUciia? (Clr mides aplm-sos)

Loa gabietfMt) S*B ikersiguen sin t re­gua, ge Bos ha nagada penni»» para nuestra manifeatacién, y «© baoe mu-!ho» diatt, una eomnnídnd poiética acom­pañó á une de saa jefos «antaado la Üftr-tellem. ¿5* no» consentiría esta á aas-otn»?

Ifo, á lií'-flfttfOB M no» vodca de faer«o y a e ^ o p t a a «am eaüteaecUM ó mmn-tamo» todo génora d» »re(S<iii(SÍanat, y yo prcigtB^iK si ei fluiéaia retaiiido ho en «oa eofti>(iáea eqpHenitt & pensac e%^ cniwttdean MriecfSn, ¿no ^eaetrafiá a fin en an «plnRt de protctari», 4« pe 9»aléi^ l n & teroltNiaBariat

El compaffero Iglesias ae extiende eü largas consideraciones respecto á lo» acuerdos de lo» Congresai de Parí» y de Bruaetáe, y termina entre grande» i ^ a u -soB, anunciando el próximo triunfh del» idea sQcialiata.

Conclusión del «meetiag» El coinpíiñoro presidente declara, pa­

ra pouer término al neeíing, que las 8o-cíedadee socialistas han decidido no di-rií^-irse más á ¡o» Poderes Públicos, en vista de la inutilidad del procedimiento.

llecomieuda el mayor orden y la con­currencia boy de los obrero» á los paseos público», donde se solazan los burgue­ses.

Dos vivas á la jornada de ocho hora» y al socialismo militante, ruidosamente conteatadca, ponen fin al acto, y la gente despeja los JariUnes con la mayor co­rrección y ltt más absoluta compostura.

«?r;

El siglo XIX es el siglo de loa trabajado­res, dice Gladsttme.

La verdad que oficiorra eata frase resalla del fondo de la historia, cüiigidorndft en el período asodorno abierto por la gran Re-Tolncifta. La historia, después de le« pro f<i.-!idos trabajas de los historiadores de nuec-teo aiglia y de las tentatlvaa luminosas do In filosofía para coordinar los fenómenos so-cialoit en una nueva ciencia—ta sociología —dojti de ser una aerie de biografína más órnenos trivialiMi de los jefe» de Kíitado, y una act»n»ulac.ián iaconexu de he<;boa uo-table» paraconvortirse en una dt-' cripción rigurnan y subordinada á leyes inmtitnbles de loa movimleutos orgánicos do las socie­dades.

Desde quo ae estudia la hiataria bajo esto punto de vista, se ve clarauíotite (¡ue el si­glo xix se caí acteriza por la agitación de la» clasoa obrern I, donaitiadns por el ideal de las roivind'icnoionaí) Bocialea, co'no. en Ití» «igloM uateriorns k> fueron por bifi luchas para la omíincipnción del tercer tfistiido, co­ronadas por ivl éxito á fines del siglo xviii, con la tdquiüición do la libertad política y de los doTechos civiles.

Las luayorea explosiones revolucionarias do nuestro aiglo, subre todo en ba princi-pahís CíiHtros de la civiliancióa, tuvieroa por origen la miseria, e¡ hambre, el malos-tRr general del proletariado.

Citemos aoiaiuont!) á Primcia. ¿Qué fué el movimiento popular de 18307

/.Qnó sigiiiticftción tuvo la Uf'.pftblica do ¡jjia con loa famosas eusayo» del «ocialia-Hio idealista de Luis Blíinc? ¿QÜÓ represen­ta la revoludán comuaiíita del 18 de Mar­zo d,n 1871?

Tedas esas revneltas del prolctoriado, que tiiviorotí una reporctiaión raás ó monos violuttt», máíi é iiiííüas intciuia en todo el Biuuilo iudnsítrinl, ÜO fueron IBÍÍÍI quo crnp-ciftiiüii ítiicuUiioaüS, raniquo efiJiicPíss, dn la rovolucián sorda y iattínte qnn se elabora en e! sonó de la» clase» luáa pobres y más Humorouíis daln ¡HJcindad.

A. pesar de su núiaoro. loa trabajodoroS, en sa« m«>ur.)Éiiiif;iiHies y rcclainJicionos contra hi opresirtri (ítipitftlista, siempra fue ron íüi'.cidíts, sic'.tipre aueumbicrori, por Ciuiri(.o ios faUíiruii la unidad do ÜC«!''"' j ' un phuí d'j lüiviiidicttomuos, limpio do uto-piR8. senSdio y práctico, quo obcdocitso únicaritente » las indicacioues de I» cien*' eí*. <

I.oB soclaUstaa cont6mporS.noo» caminan eucsta direccióu: úñense y abnudonan las cünüopcionos idealistas.

La ¡üauifoataüióu iuternacional del 1." de Mayo pono en evidencia la anión del pro­letariado del muudo entero.

La elección del día normal de ocho horas ífl trabajo como punto inicial de su.9 recla-aaaciono», et buena prueba del plan om-plctamento práctico de lo» trabajos que prstonden inaugurar.

líl bHon sentido queba presidido en la oloccióu do este primer punto do las re formas .leoinles en indudable. Y conviene tener eu cuent» estehetiho, que pone de re­lieve el «ontido práctico de los actuales ie-fes socialistas; no reclaman la fljacíóa inmediata de! día uormal de ocho horas de trabajo, sin», sogíin leemos en varios pro­gramas sociaüatas, la reducción progresi­va de la duración dol trabajo á ocho hora» en cada día.

De cata reforma preliminar depende el progrcto físico y moral dol operario y co­mo consecuencia cl desarrollo de la pobla­ción y la riquosa del país. Aumcntaniío la fuerza productora uacioual, mejora consi-derablCHieníe el estado déla enorme masa proletarit».

Para producir todos ans resultad'^a esta transfermacióu do las condiciones del tra­bajo, dobotá, efectuarse siu reducción alga-, na en los salarlos.

De hecho ol trabaio debe satiefacer k to­das las necesidades do la vid», porque todo hombro tiene el deber de vivir y corrülati-vameiite el derecho ft*08 medios do aub-siaíanoia.

Para quo un individuo pueda alcansar el máximo de su desenvolvimiento, e.'< preci­so qu» su trabajo no exceda dolos límites físicos da su, energía, y que lo quede tiem­po dispoMible pftra su esparcimiento mo­ral y para lo» ejercicios, intefoctuaies, ala perjuicio do las horas iodispauíiablus para su dosciinso.

Paraquo ai obrero pueda elevarsti al ni­vel da la civiLiacióa contempoYáitea, uo-casitft, puea. an tiabaja lijo y moderado, y un oftlariffl n^aitativamonte remunorffldnr.

Gl «at&blceimiento del día normnVda tra­bajo, ata faduooíón a1{2;vina de salario, os, por lo tant», dé una utilidad evidoate.

donde quie» que existe esta costumbre, las oondiciones estipuladas para las venta» parecen ser las mismas. Están claramente definidas y sos tan sencillas, que bien pue­den aatiafacnc las Idea» dol eactidario má» avanzado d«l divorcio.

La venta debe verificarse en un mercado ó en otro sitio público, y la mujer tiene que ser vendida al mejor postor.

Además, para que la transacción sea le­gal, la wujer debe presentarse con un ramal al cuello y por él sor entregada al compra­dor.

Los muy escrupulosos-añaden quo una mujer [10 puíHie ser vendida más que una vea y que no debe cambiar do dueño por uua suma menor de un cbeliu.

Con objeto de probar que lo que antecedo es al^o más que ana broma de mal gusto, consignaremos toa sigviientes ejemplos, es­cogidos entre multitud de casos. Todoa son autóutícos y han tenido lugar durante el siglo presente.

El vendedor más antiguo que encontra­mos es John Lees de Sbeffield, quien á prin-cipioj do siglo vendió á su mujer en el mer­cado público por un chelín á iáamuel Hall, pellejero de oficio. La entregó con un ramal al cuello y ol vigilante empleado en elmor-cada rcclíiüió y íccibió cuatro peniques de portazgo.

En los libros do cuentas de varios morca­dos constan derechos recibidos por auálo-gos conceptos. Notablemente en el do Brighton, donde se halla una partida de un chelín, recibido do un Mr. Hilton, quien vendió á su mujer por treinta chelines eu ol mercado de ganado. Bn este caso, ol re­caudador reclamó el cbelín, fundáudose en el reglamento quodico: «Cualquier artículo no enumerado pagará un cbelín.»

Pocos años después, un hombro llamado Brouchet, condujo á su mujer, que era, se­gún parece, «una horraosa joven»,al merca­do de ganado de Cauterbury.

Decidió entregarla al pregonero para quo la pusiese en venta del modo usual, pero aquél funcionario rebosó diciendo que no quería nada con semejante clase de «gana­do». No desmayando, sin ombrrgo, el ga­lante marida, alquiló por seis poniquea uno de los jaulones en que se Uevau las ovejas al mei (ludo, y conduciendo & su mujer por el susodicho ronzal, la metió en el jaulón y trató do venderla por contrato particular. No había gran demanda do mujeres y tardó mucho tiempo ou conseguir uua oferta. Por fin un joveudela misma ciudad ofreció cin­co chelines y á este precio la mujer, apa-reiitomeoto muy satisfecha, cambió do dueño.

A principios del actual reinado, un indi­viduo llamada Thornpson, quo vivía cerca du Caili.ile, annnció por medio del prego­nero su intención do vender á su mujer en pública subasta. A 1* hora seOalada, la se-Bora, llevando una cuerda al cuello nubíó sobro una silla bastante alta, rodeándola uua gran multitud. Thompson pronunció ut«a larga y elocuente diaertucióu acerca de! articula ofrecido ou venta.

Segíin un periódico de aquella localidad, aseguró á su auditorio que la mujer era «una maldición doméstica, uua invasióa nocturna y an demonio diario», aserciones qno podían sor ciertas pero poco oportunfis bHJo el punto de vista comercial. Uoniiuuó dicinndo: «Sabe leer novelas y ordeñar va­cas, roir y llorar, hacer manteca y re,^nñar á las criadas. No sabe hacer ron ni whisky; pero, ofocto de su gran experiencia, sabe juKí'.ar muy biou de su calidad.» Concluyó miuiife.stiiudo que ,50 cholino.<» le parecía un buen precio para eíupezar la puja. No «s de oxtruíiar que cl pdblico no so mostrase muy ávido de pujar, y qiio por consifiuiento !a señora Thoiñpíjou ocupase su elevada posi­ción ducaiUo más de hora y media, antes de sor vendida por 40 chelines y un porro de Terranava.

La brutalidad de esto cambio quedó com­pleta tn-inte ecliii/nda alguno» años dosptiéB por lui CHiDbí.lacluí que tuvo lug ir on la fc.iia do Piirhtvm, coudado da Norfolk. Allí un campesino arregló In venta de su mujer á un vidriero por uua vaca, reservándose escoger la que quisiera entra la» de la pia­ra. Las condioioues agradaron al vidriero; el animal fué elegido y al día siguiente la mujer eatresada con la cuerda al cuello á su nuevo amo.

Un minero llamado Hartley Thompson mostró cierta deücíidcza al vender á su mu­jer el año do 1858 en Littio Horton, cerca do Bradford, pues á riesgo do invalidar la venta, sustituyó uua oiuta por la tradicio­nal cuerda de cáhamo.

Que todas las pergonas que intervenían en esta clase do negocios estaban «omple-taraente iíatisfecbas do su legalidad, se ha probado rauchíaimas veces ante los tribu­nales de justicia.

El aüo de 1872 se investigó un cago m\yy curioso en ol Poniente de Inglaterra, til día 5 de Julio do esto año, una mujer vis­tosamente ataviada y apareutcmeuto do regular posición íKosial, compareció ante \\x\ juez de paJí do Esao-;, pidiendo so citaaa á su anterior marido por negarse á mante­ner sus hijos. La dcmnndante dijo que su marido la había vendido al hombre con quien en la actualidad vivía, por 50 libras, quedando el «árido comprometido á man­tener dos do los hijos. Por una ú otra razón rehusaba llevar á cabo su contrato, y lo comparaciontn suplicaba al juez que le obli­gase á eumpVir lo pactada. Rl juez, dia-crotamuate, sa aegó á intervenir en ol asunto.

Kn 1S8!, con motivo de nn caso suscitado por las oseuslas da diputsción, on Bipon, una madre admitió quo había sido vendida

Los socialistas! el arto

TEIXBIBA BASTOS.

Lhboa.

Wt lera enlíÉtra

A Marx y Prondhon, colectivistas, suce­den el conde Tolstol y Kropotkine, anar­quistas. Ambos sistemas, como ae ve, dl-tleien esencialmente, á pesar de hallarse conteste» en un punto: La desaparción de las pasiones y la quietud, la ioaeusibilidad del corazón.

Proudbon como socialista no transige con las personalidades. Mira con desprecio a Delacroix, porque su obra, toda sti obra, no es más que impresiones per. ionnles. Al estudiar en su libro postumo Del principio del arte y de «u mi*ión en la sociedad, la historia de las evolueionos y de las manifes­taciones del arto, apenas si contiene en ciertos limites el desdén qno le caq^a. No camina ol hombre por tal sendí-ro al per-/eecionamíenfo fCsieo ¡/moral de la espe cié. Sin embargo, aquellos periodos en ios cuales 80 anula el artista, como por ejem­plo, eu el del arto do los mazonoros cristia­nos do los hieráticoB del pueblo de los Bamséa, hallan gracia á sus ojos. En lugar dol nei:! iinieuío indi vidual, aparece ol colectivo, el ideal social.

«Diez mil ciudadanos—dice el insigne pensador—que sabiendo dibujo encuentren un día la expresión de una idea, rebasarán la obra maestra más grande.» A esto senti­do estético responde el cariüo—escaso—quo Proudhon tiene al arte anónimo .y monóto­no, dentro do so inspirado idealismo, que decora las catedrales góticas, y al quo es parcido en fragmentos colosales ilustra las Otilias del Nilo. Bato sabido, sabido que Proudhon niega la posibilidad do la exis­tencia del grande hombre al preguntar «¿Qué 68?», podemos suponer con qué fra­sea juzgará los grandes artistas del Rona-ciraiento y los dol siglo actual. Rechaza la anarquía, y rechazando la anarquía, no ad­mite que el artista pueda expresarse, obe­deciendo tan sólo á sus idea» y á su tempe­ramento.

Y á pesar suyo, él fué una personalidad, nn grande hombre, nn revolucionario de gigaiitesra talla.

aiguióronle los adeptos de sus doctrinas, juzgando del arte con el mismo desdén quo ol maestro. Algunos socialistas ospaftolea, recordando lo dicho por Proudhon, de quo «el arte en nada puedo contribuir directa­mente á nuestro progroHo, siendo la tenden­cia á prescindir de él en absoluto», llevaron más allá sus ataques á la entidad, y acome­tieron con tanto vigor como irreflexión la campaíiade combatir toda manifestación artÍMtica, La música, mejor dicho la obra lírica, la ópera, fué objeto de varios artícu­los en aquél sentido, publicados en Las Re-gion.ei. Uníase el ai'ticuli.9ta, de In falsodad, dol coMVcucioiiaVismo do la obra lírica. lil dolor, la alegría, las pasiones, las virtudes, loa aontiinifüito.') todoa dol hombre., sujtitos al pentagrama, á las contoraíonos del có­mico ct»atar>te, á los efectismos escénicos, ¿no es esto irrisorio? ¡Dicen los burgueses quo uu aria les conmueve, que la muerte de Renato los emociona, quo la tragedia del Cnballero del Oisoo les causa sensación es­tética vivíslmal»

Y,»iu6tinbnrgo, Proudhon.Proudhon mis­mo, quiaás arrepentido de haber supuesto la desaparición dol arte-coincidiendo con Re-nány Taino concluyo afirmando qno él «vie» ne á colocar los cimiento.^ de una critica de arte racional y 8(!rio». Proudhon encuentra on Oourbet el fundador de la nueva escuela socialista. Esta escuela os emiaentemoute moralizudor:<. con arreglo á la fllosoí'ia ra-oiounl del socialismo do Proodhon. Zola niega quo Courbet protendinr» baeer cou el pincol, lo quo an domine con las disci­plinas; no pretendo averiguar si está en lo cierto el autor de h'A&om.moir, pero do lo que estoy seguro os, de quo si Courbet vo­ló alguna co.';a, la vale como pintor, no co­mo apóstol dol ideal sociul.

Vivo muy alto el arte para preocuparse de casuísticas. HPoro, dentro del proudbonianlsmo, la» ideas respecto del arte sufrieron cambio grande. Mr. Volders ci eyó necesario que los socialistas obreros belgas aprendiesen á saber apreciar, estética y artisticamonte, la importancia do aquella entidad, y en La Maison du Peuple iriaUtuyó couciortos y Kxpo.sÍGÍouej, prusciudiendó do las teorías sustentudíis acerca del colectivismo. A pin­tar, á tocar y cantar, á loor,fueron á la So­ciedad dicha grandes artistas y grandes li­teratos. Parece quo se cumplieron las pro­fecías do Zola, cuando al rebatir cl libro postumo de Proudhon escribo: «Sólo nece­sitamos hablar, sólo necesitamos coger el pincel, y como nuestra» obras son conmo­vedoras, la humanidad derramará lágrimas y olvidará á la justicia y ol derecho para no ser sino carne y corazón.»

liona» para na dejar má» sentimiento que ai de la virtud. Piensa al revés de Benáu; éste dice eu sq último libro que el «amor a» et cordón umbilical que nos uno con la Naturaleza». Tolstol nace pecado de la anión del marido con su mujer, si á ambos les impulsó el deseo.

Precisamente mi ilustro amigo D. Fran­cisco Pi y Margall, al interrogarlo respecto de estas ideas, hace escasamente una se­mana, me contestaba lo siguiente por él es­crito on su libro Las luchas de nuestros días: «En todos tiempos, Amalia inspiró »el amor, las más brillantes páginas de la «poesía y las mejores obras del arte: ¿ba do »morir porque la creencia en Dios se extio-»ga7 .. Bl arte y la poesía, Amalia, han si-»do siempre la expresión dol sentimiento: «concurrirán con la ciencia, como jamás •concurrieron, á la realización de nuestros •destinos. Pasó, por fortuna, la época mis-»tica de nuestrws artes Quisieron reprodu-•cirla hace cuarenta años hombres deindis-• putable talento y fracasaron en la empresa. BÜerrado el ciclo, vivirán de nue.9t.ra vida el •pintor y el poeta, y hallarán fuentes de ins-»pÍ!ación que nunca conocieron. Otros so­bran sus temas, otros sus tipos, otros su» •Ímpetus ..»

R. BA.I.3A na LA YCOA.

No OB cata una narración rdativa k aque­llos felioeíi tiempos en que los habitante» de la hoy Gran Bretafia, ee vestían con pluma» y pintaban su cuerpo azul y rojo; EÍBO naa créaica verídica de sucesos acae­cido» duraalo las tiempos presentes.

Cnando las extranjeros describen las «ventas de mujeres» como una do las cos-tumhros establecida* y corriente» entro las dase» obreras de Inglaterra, So» tngleso» enouoüferan las da/scfripciünea tran gracio­sas, quo jamás him llegado á incomodarse,, poro niegan qae «e apoyen en un hecho real y pasítiva^y sin embargo, osas narrs-cioni», pw muy absurdas que parezcan, tienen un fundnmouto cierto, mucho má* cierta qua al do las ayetUuraa d'aeeriplas en BUS libro» por la generalidad de So» vla-

latemoí previamente el hecho d« a»»

por su marido por vaiaticinco chelines. Ha­bía asumido al sombro dol comprador, y affogrord may formalmantts al tribunal «que •poseía iiQ papel sollado en toda rcgU quo lipidia (jxhihirn.

Daoiimeafeos de MÍO gócoro, aparecen con frecnaaflia. En 13iM: un ladrillero vendió á mi miHor oa PeasHolwa Green, condado de Yorkskiw», a«r dieéiacha psníqua» Se le­vantó acta do I* tíausacoión, y cuatro per-saaa» que sa hallaba» presentes Üimaroa como t*iitigo9.

Las mujerofi, par regía ffonaral, parecen haborso ofluferjiuado C«IB eaUn 4i!aasf*rsn-cios; yon CytSrtha, Usamui^-i- quo htihia sido vondida por dncu««ti« oéoüns», tomó gran parto en ol festival que aignió á la vo«t«.

No homo» hallado más qno un caso en qu»la justicia interviniese en v«nla» de

I e«taclaaa.y cate tuvo lugar on Weat Ri-ding, el año loíl?. ün hombre, llamado JosSoR Jackson, fué condonado á un raca do trabajo forzado, por «tratar do vender su mujer», si bion no m fácil nvcrlgusr on virtud áa qué ley fué eondenado.

No hay duda que el deaarrstlo ge«OT«l é« la ediicaoi<i»B está eonchiyofiris con ésta y otras aatijínas costurobres Las personas qu(4 liíiu flijumdo rfuiiantamonta en estos nogooias '¡an lido queiriüdtis en eligió, ob-' BCqniadfts 'isa concfirrsdns ó con un buen bnño en la faouto r«As pr^isi»"!, y la fe más ciega vxefln ante ta!»» prneH«s. !?« da ospa-rat, por caasigaientc, qno muy preato «¡as ventas áe «v^are» «i» lufflaterra» queden relofrada» al oívid», e»«* oStVas taatus coa-tt»Mbr«a «i*« * Hio«««i pHipitivtts. cuya sao-sk«||^ haf «tte 80 encuenlr» an la* a^^alilia­do» liaras to^as pi'>'meoftS.

Ikmt. míKj>^J'~,

» * El colectivismo artístico sucumbió siem­

pre. A Roma Uovaron varios Papas do los primeros siglos de la Edad Media logioues de artistas. Produjeron con arreglo á un ideal; tenían que mirar oso ideal desde uu sólo punto do vista; sus ob:>as, rno.sñícos casi toda», pasado el primer insfcauta da contemplación, engendran ol hastío de lo monótono. Figuráss un violinista tocando siempre uua misma pieza musical, siquiera sea ésta la fuga do Dach. Recurderuos los primeras obras del iudividualiamo, aun dentro del mismo ideal ejecutadas, y voro-moa cómo ya no nos hastian; por cl contra­rio, nos conmueven. Bn plena Edad Media ee pintan loa frescos do Asisi, pinta el An­gélico, crea Lippi, se rovela el Qiotto.

pudiera creerse que Tolstoí, el gran fi­lántropo y coloso do 1« novela, apoyaría con su anarquismo místico la supremacía del arte sobro tsdus las manifestaciones de la intdigoucia humana, dejando al artista en llbortad absoluta, puesto que al definir susdoítrinaR,aflrmaqueel ideal social con­siste en aaprimir las leyes, y mientras no puedan «cr suprimidas, debo cada uno,den-tro do lo posible, esfarzarse on prescindir de «Uas.

Poro viene inmodiatamento la premisa eecoláetic* á modiftcar en parte lo absoluto de la autorior atlí-mación. Ka mmiostor—di­ce oí autor de la Sonata de ,K>ei/í*er—refor­mar Ifts condiciones del alma humana. ¿Có­mo? Dentro de la casuística de una doctri­na: la do tJristo.

A. pesar de esto (por supuosto, con suje­ción á la idea ociatiaua), el conde doTols • toí pretende para el arte—no se roBore más quo á la Ütoratura, pero considerándola co-iiio !utt!, ya hago extensivas al arte en ge­neral las ideas dol escritor rnso-rnu carác­ter que lio deja de tener grandes simpatías hoy entre bncn numero de pintores; el arto debo renunciar á la ciencia. Así en absolu­to, 88 una hercgía; pora dentro do cierta re­lativa y dad» el cambio quo se opera hacia el idealismo en cl campo artístico, y hacia el misticismo especialmonte, parece como qns ol arte acepta en principio la conclu­sión da Tolstoí, después de haber seguido frilto de ideales las brutales exigencias del dctermiríismo clentíftco.

En este particitlar. ol raso está más on lo ñraie que Proudhoo Ki arte debe limitarse á pCTsognir un solo fin: etaocionariios. Aho­ra, que desdH el punto de vista de las doc­trinas de Tolstol. no podemos admirar á Longo, ni ai Tictano, ni k cuantos cantaron con Bacaacia i e! ArÍMt». Suprime tes pK

nn dafio, ha da ser origen de mayore» tm<-dlmientos para las empresas.

Podría demostrarse con cifras irrecusa­bles, sacadas de las Memorias publicadas por las empresas de ferrocarriles españoles. la inmensa diferencia que ha de existir en el caso de ser aprobado el proyecto de ley que nos ocupa, tal y conforme ha sido pre­sentado por el señor ministro do Fomento, entro el aumento que las Compañías han de tener on sus gastos por la supresión de las tarifas especíalos parala introducción de sus materiales, y los bcneflclos que se las dispensa con el aumento del 12 por 100, pues mientras los primeros no llegarán, se­guramente, á dos millones do pesotan, ha de exceder do sicto millones de pesetas ti importe de los segundos.

La Cámara do Comercio de Madrid, con tando con la justificada rectitud y acendra* do patriotismo do los señeros senadores y diputados, confia en que el proyecto tantas veces mencionado no obtendrá la aproba­ción do la Representación Nacional ó que" sea modiñcado en términos que no venga á gravar los intereses generales del país.

Madrid TI de Abril de 1892.-Bl presiden­te accidental, Teodoro Bonaplata.—El se­cretario, Tomás Caro.

Cámara de Comercio ds Madrid

A LAS CORTES La Cámara de Comercio de Madrid, cum­

pliendo deberes reglamentarios, ha hecho uu estudio tan detenido y reflexivo del pro­yecto do ley sobro reforma de las tarifas do ferrocarriles, como lo requería asunto do tan vital importancia y acudo ante la Ra-presentación Nacional á solicitar que desoa-time, por dañosa á los intereses nocionales, dicha reforma.

El recargo del 12 por 100 sobre el precio de los billetes y la gran velocidad repre­senta nua protección á las Compnñias de ferrocarriles, que no tiene on su abono ra­zones do justicia ni d« equidad. Dichas era-prosas recibieron al crearse crecidas snb-vouciouea del Kstado, y ahora, en vez da buscar compensación á los sacrificios que se impuso el país contribuyente, se piensa en darles nuevas ayudas, ocurriendo esto, pi'ecisaraonte, en los moracntofi on que to­das las manifestaciones del trabajo pasan por loa mayores apremios y ««ce^iitan para poder vivir de todo género de facilidades.

Comprende .y jufitiflcH la Cámnra de Co­mercio de Madrid, qu» en la lucha econó­mica con los demás países so. dispenso á la industria nacional toda aquella protec­ción quo las cirounstttticiaa recoraieudon, pero no acierta á explicarse qno dentro dol país ol Estado intervenga para dar elamen-tos de vida á unas industrias á expensas de

Las* Compañías, por otra parte, tienen so­brados medios para encontrar compenfift-ción á lo quo ellas estiman como perjuicios que deba reparar el lí.st,ado. lín voz de re­cargar el 12 por loo, suprímanse los billetes de favor, y esto si que reportará un benefi­cio positivo, pues la caretHía de los billetes ya se encargarán los hcchoa de evidenciar quo, lejos do ser motivo de mayores ingre­sos para las Oompnfiins, es c!ui?m de que se aminoren las utilidMdes, puo? está fuera de toda duda quo, con ol antodícho recargo, la mayor parto de los viajaros, aun teniendo qud soportar mayores molestias, utilizarán las clases más baratas.

La supresión del privilegio qno venían dififrutiindo las einprcsi.s ferroviarias, ha de influir en el fomento de industrias na­cionales, que al aumentar considerablemen­te el tráfico, dar?.n la conip3u.í!ición que pueden apetecer dichas Corapiiñias. Apre­ciado en su justo valor ei perjuicio que la supresión del privilegio originará, no dá motivo para concederlas una compensación cuatro veces mayor que la supresión da lasi tarifas ospeciule's de Aduanas, para la in­troducción do sus materiales. La rebaja que se anuncia, pero que no se determina ca ¡as tarifas do carbone.i, abonos y otros productos, debieran realizarla las empre­sas, respondiendo al deseo do aumentar considerablcmonte ol tráfico, y lejos do ea-tiraur esto corao una carga para las Com-puBíae, dobo considerarse origen de pin­gües beneñcios, pues es axiomático que cuanto más reducido» son los precios do transportes, aumentan éstos considerable-monto, reportando, por lo tanto, mayores rendimientos á las empresas de transpor­tes.

Precisaraante la causa do males quo to­dos conocemos y lamen tamos, estriva en que los iiitorese:! de las cmprC3i,is fot'íotia-rias, quo en cierto modo son solidarios de los que representa el comercio y la iudua-trin, vienen, por un error do cálculo, «pa­reciendo antagónicos. A mayor economía en los arrastres correspondo siempre mayor consumo, aumento en ladeinHnda, fomento proporcionado en la producción, y por tan to, crecimiento en el tráfico, tocando de es­to modo bien pronto las euiprosaa loa re­sultados favorables.

No hay por tanto quo colocar eu esa serio do conipenaacioues que se establecen en el proyecto de ley. la rebaja de las tarifas á grandes distancias, entre ol número de los sacrificios qae las Compañías ae imponen, paos DO pueda ocultarlo á nadie que ya dejarán margen eo los precias para que la mayor cantidad de toneladas trivnsparta-das, compctisou con exceso la rebuja dol tipo kiloaiCilrico que hoy rige.

El mayor perjuicio que ha de originar la aprobación dol proyecto de ley. ha do venir á gravar «obre el comercio español. Kii l&s tiempos proSontea los viajantes de comer­cio son un principal elemento do vida, y encareciendo en un 12 por 100 los bille­tes y el gasto de transporte de los mues­trarios, so busca ocasión de empeorar la ya difícil situación de lus clases inercantilea.

¿Poío acaso esto eevá fuente de honeftcios para las erapEesa» ferroviarias?Se equivoca quien tal croa. La prusporided de esas em­presas sorá siempre un corolario obligada del bienestar de las clases pradnctaras. como será soñar una quimera el querer mejorar su situación, empeorando la de ¡as que 8on. en cierto modo, solidarios de los intereses ferroviarios.

Bl ofroftimicnto de favorecer la cu'oula-cidn de obreros, industfialeflíy agrícolas. 000 una rebaja en las torifas, es do. erect, quo las cmpvftsaa no lo estimarán como uw gran sacrificio, puesto que ya lo hacen por propia convenieuoia.

Y en verdad que la ocasión no puedo sor más oportuna para poner en parangón lo que tas Compañías ferroviarias ©atan ha­ciendo en eV extranjero, en lo» momento» precisamente oti que on &spafia se estima como motivo de salvación I* elevación do las tarifa». Hace pocos días que se ha dado publicidad á la importante rebaja que la» Compañía» de ferrocarriles franceses han bocho en «) precio de los billetes de viaja­ros y, en los transportes. Bato viaue á jua-tiflcar el razonamiento que ya hornos heoba en otro lugar d« este eswito, para demoa-trarquala rubRJa« lejos de ostfmarae COÍMV

Orense Astoriaay aalicia... Dus regiónos com^

plementarias, animadas por la misma luz, acariciadas por los prodigios de la Natura­leza, risueñas y aleares ambas, cual si so disputasen on simpático coquetería los ha-lago? y satisfacciones de la juventud.

El país de las montañas y el país de la» rías, tienen un sello característico común, que los uno on estrecho y amoroso abruzo. Han nacido ol uno para el otro, basta oou-fundirse en la vegetación que ampara con »us robustos brazos extendidos, allá eu las •cumbres, ol roble venerable.

Galicia tiene para mi muchos oncsnto». Aquí, en Orense, pasé tos primeros años do mi vida, contraje las primera* obligaciones do la amistad, sentí las impresiones bala-güeñas de la niflfíz, que no se olvidan nun­ca, por mucho que so ande por el mundo. No ba do extrañar, por to tanto, que yo ha­blo do Galicia con p.isíón, si es queso estima apasionado el que yo crea y diga que c» UB país hermosamente rico.

Antes, cuando Galicia no tenia cruzado BU suelo por muchas vías de comunica­ción, ni atravesaba sna montañas la velos locomotora, era un p<)is atra.tado on cuan­to á la vida da relación; sus productos no pasaban las frontera» regionales; su comer­cio estaba reducido al consumo interior; su existencia, ai no nrecaria, no tenia más ho­rizontes qae los de sn hermoso cielo. La iniciativa individual era entonce» aqni virtud exótica.

A medida quo se han derribado tas barro-rras, se ha desechado proocnpaciones, en-Bniichado la vida de relación con las demás provinrias de RspHña, y Gftlicia, por fortu­na, ha ido proffreanndo hnsta llegar á don­de le señalaban sus propios elemeutos de vida.

Rn esa mprcha progresiva no so ha que­dado atrás, como era de rigor, la provincia do Orense.

Por ley natural, ha seguido los pasos de sus provincias hermanas, hasta ver realiza­das en su snolo, en su producción, en so comercio, ou au vida toda, grande» traus-formacionea.

Ceciase de la capital que no teula más que tres cosas buenas...

Bl 8anto Cristo, la Puente y las Burgas hirviendo cl ¡igua.

Hoy tiono algo más que eso. Tiene, apar» te do su terreno feracísimo de vino, mejor cuidado, bastante eomorcio. que, como el de toda Rspaña, multo hoy las consecuencia» de la crisis económica que el pal» padece.

Acerca de la 'situación del comercio ea Orense, be tenido ocasión de hablar, mer­ced á ta intervención cariñosa de mis que­ridos amigos D. Manuel Rodríguez Soielo y D. Vicente Romero, con los acaudalado» comerciante» Sres. D. Ramón París, don Simeón García, D. Isidro Vicente y D Fran­cisco Villauueva, quienes A falta de un Contro ó Asociación mercantil, constilUyea la verdadera representación de las clases mercantiles de esta provincia.

Su opinión es la siguient-j: El comercio de esta región viene resin­

tiéndose desde hace un año ó algo más, do un malestar que se acentuó gravemente al invierno último.

Las causas, que de una manera directa han contribuido á producir ese decaimien­to, han sido la crisis económica de Purtu-gal, la falta de relaciones comerciales con dicha nación, las crisis de las Rep&blicas Sudamericanas, que han dejado de enviar 6 esta provincia algunos millones de reales que venían remitiendo on años anteriores los hijos del país emigrado» en aquélla» tierni<!. y el abatimiento do la clase egrieo-la, agobiada por los excesivo» impuestos quo sobre ella pesan.

Aparte de esto, Us disposicloues admi­nistrativas del Gobierno han contribuido indudablemente al malestar que se siente on el país y qne afecta tan de cerca i la( elaset mereantlle».

Bl aumento do circulación fiduciaria, It acuñación ilimitada de la plata, los con1i< nuados y DO extinguidos <í¿/}<;<7s en nao»' tros pre.supueBtos. la escasez cada dia máf sensible del oro y la iacertidumbre y falta do previsión de nuestros gobernantes, han llevado la alarma y la intranquilidad al país, que presiente para UB plazo no Ififjan» una situación análoga ala que hoy atravlo* sa Portugal.

La reforma arancelaria, elovandh inmc deradamente los derechos?, encarece los ar­tículos de consumo, merma las venta» y reduce por manera considerable l|k» opera-cioues sobre aquéllos, al paso que' por na­tural compensación dificulta la exportación de nuestros productos.

La crvacióii da las zonas Iteeales. el atlr mentó del 12 por J00 sobre las tarifas d« gran velocidad y la reforma del impaesto del Timbre, son otras tantas trabas y grar vámenes para la industria y el comercio ai general.

Con proyectos tales, lejos de mejorar I» •itu&ción actual empeorará de día en día.

Par» que la situoclón mejoro es indispen-sablo Tcctiificar la política económica y ad­ministrativa dol Gobierno.

Como medidas de carácter general, «a imponrn un presupuesto verdad, donde al déjleit se extinga, con verdadera* econo mías y no (ion el aumento da impuesto» irri­tantes.

Toda la riqueza debe contribuir al soate-nimionto de las cargas públicas; asi e» qa« la equidad oxiga el imputsata sobra It renta. ;

Debo acusarse oro tqdos los años en can­tidad fluficleute pora saldar las difercnolal de la baíaossa mercantil y dala balanzinjD», biliaria;

' Debeu establ«oor»a aneStras relaeioDO» comerciales con el extranjero, sohre la ba­ta do aD«|>rol!eceMu moderada p«Ni iaiQ>

Page 3: es EL PERIÓDICO DE UM CIRCULÜCION DE ESP&RJl MM fj8 aÉlas ... · Parócerae oirlo á la puerta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo

"*r" •HjgSgjpgijpHVaí

SL LIBEAAL3 EBMUlC

dQStria nacloottl: pactar tratados ÚB eomer-elo eso Portogral, Prancla i Iuí{?}alerrB, fo­mentando todo lo posible la e.rr- *'"^'v» do BuestroB prodootoB. no solo eu iiuropa, sino en América. , . „ ,

Debe pre«(iiB<iir«e <le las ^onas nscalas, pues cuidando de quo IB viglancia sea ac­tiva en las costas y fronteras, no liabrá di­ficultades para que la círcul'Ción sea libre en el interior.

Debe proHcindirsc de la íforma oel Tim­bre en lo que, respecta R l^ clasK» mercan­tiles, siendo prefcribU-s p-ra est»8 un au m«Htode5á lO por lüO^a la» lunfas do contribución industr ial .* 1* iuuo»acióu que se pretende introducir.

Todo esto 6» lo que s refiere al comercio en general, y por lo *"« paríiculiii-nipnl» respecta & esta región "o» convicno loner el mercado portuguóífrnn<io para nuestros ganados y los prodii'Os de la industria na­cional,el inor<-,ii(!o iá'éf par;i ni;í-slr»fl C;T-nes, y el merCHdo f*"t'es y el de la» llepü-blicus americEiius P?»-» nuestros vinos aKreirando á esto^arifa» reducidas para el transporte de uu.'"»» ganados al interior,»

Asi liHbIau lot^omerciautos de la provin­cia de Orense, . , , . , . ,

Los industrM^' «•* quejan también de la situación ecoi'ín'c» oel país, sin que por eso drt«n de ?"•*•• con ínteres todo lo que favorezca el-sarrollo do la industria na­cional AIKIT''*' " ' ' ' ^ ®® disponen a cour Pu„¡j"4|.la Aoosicióü que se celebre ea

Uadrld dorante las flosias del Oeutenario ,i»<2otón,y ya lie visto acompa&ado del corresponsal de BL LIBBRAX «U ésta, y di­rector del periódico de la localidad El De­recho ídr Nondodon. una magnifica sille­ría, verdadera obra de arte, qun «i afumado indn,itrial D. Cándido Cerreda destina coa ese objeto.

Ksa obra llamará indudablemente la atención do las poraonas iutu'iÍH:oiues y de recDiiOcída autoridad cii la mtitiiria,

Otradu las cosas cjue e,< objuiu dis las la-mentncioncs d,; los coiuorciaiitci é indus­triales de 0«ens«, es el pur.o einptsüo quusc pone en con,«'trnir lina o.-tiu-.ión do forrora-rril quu sustilnyu ni cuacrón iinnuodo una Iloy existe, .y que .sntisí'uí,?!; cimiplid.iuu:nt6 á líiS necesidadfi? del .servicio, hoy bi;sLHu-ttí dfcKCiiidinío.

ICn oaU) Convendría que se fijase el ssñot ministro de Fomento.

*** Como t'íotii final I',B esta carta, he do con-

sig-ntu mi lífírudocimienío más profundo á todo.s !u.s ainigo.3 de Orense, que me han colmado de atenciones, que yo estimo -u cuanto viilen y si^uiAcan, porque ellas revelan expresivo y elocuente testimonio de cariño al periódico que tongo U honra de representar.

Kste sontino tuvo la agradable velada que pocas noches há celebró el notable orfeón La Unión Orensana, del que son presiden­te ol distinguido abogade de esta ciudad

D. José Ramos Campos, y director el iute-lixente maestro D. Adolfo Berges.

Esa Sociedad coral puede servir de mo­delo á las de su clase; y asi lo justifica os­tentando eu su brillante historia -vanoa premios obtenidos «n otros tantos certá­menes.

Kn la velada 4 EL LIBERAL dedicada, cnnló con ex(]ui.sita delicadeza, con el seo tiinientü característico ea los hijos de la tierra gnllegti. los nünieros mas salientes do su repertorio.

La e.tprcaiüii mebincólica de aquéllas can­ciones, la intención picaresca de 1« letra en que ha revjdmio sii ¡n<Xf)ii¡o el autor de A musa d oa aldeas, 1Ü urmoníü del conjunto tiunon Higo de lü liuiünra do las fías, de la Boiirisa án los viilh^s. de la no.'ítul^íia qn« aquí aletcíi constantemente, cuiil espíritu dominante y a'JHSuilndar, sn el espacio eu que viv(-:i li,.s hijos del trabajo.

r,ii» Sociediide.i corales re íMznn un bien, upun.uudo de loa et.lrut'us del vicio y d,i la holganzíi á lo.9 qao no tienen más iiatriino-nio que la honradez. En Kspnña tisne bri-liante manifestación ese rísuUado, en or-focnca tan notublcí como La Unión. Orensa­na. El Eco do la Coruña, La Sirena de San­tander y loa do Bilbao y San Sebastián.

La musa popular no puede estar mejor servida y halagada.

KNIIIQÜB TROMPISTA. Orense, Abril de 18'J2.

V L PRIMERO DE MAYO

^ORU EXTRANJERO

Temores de pertarbaciones en Londres

LondrtB 1.'(12-30 t . ) . JBl tiempo es muy hermoso. Una diputación de obreros sin trabajo

pretendió ver anoche al Lord Mayor, que no se hallaba en Mansión House.

No habiendo conseguido su propósito, los obreros amon&zciron con acudir hoy á Hyde Park en manifestitción separada, con objeto de desorganizar los arreglos para el mee-ting socialista.

La policía les fijará la entrada y un sitio separado, evitándose asi el conflicto.—ííe-gidor.

Pá&ico m Eoma.-^Huelga de cocheros Roma 1 . ' (9-25 m.) . - - ^ |

Hace un hermoso día, «unque muy frío. La ciudad conserva su aspecto habitual,

sin que incidente alguno durante la noche, ni en lo que va de día, hay» kurbsdo la tranquilidad órdiuaria.

Gran uámero de familias, temerosas de que puedan ocurrir desórdenes, salen para trasladarse á las posesionoB del campo iu-jncdialas á la capital.

Todos los edificios y establecimientos püblicos e»t4n custodiados por fuerzas del ejército, habiéndose situad.» tres compa-liias de soldados en la» cercanías del Vati­cano.

Los condoctoTOs de carruajes de alquiler t e han declarado en huelga.

Délas provincia» Iss noticias recibidas hasta ahora son tranquilizadoras.—C.

l a s primeras horas en París TraupUídad

Prtffsl.» (12-27 t ) . Tranquilidad completa en todo Francia. Kinpiéziise k nnblar el día. El viento levmita ftTandcspolvaredss &

eausa de la arena esparcida por la0 calles. Las tiendas cerradas. Paris desierto. Escu.'jos carruajes.—jRa/o/TMÍís.

Foarmies, Toulon, Saint Etieime

París 1.* (1-201.}. M© dicen por teléfono que en Fonrmies

Jbdo está tranquilo. Ha llegado á la una do I» tarde Lafargue. Bu Calais está el general Liberiunnn.

procedente de Sanomor, par» tomar el mando de 1.350 hombres.

Fijáronse periódicois del Pire Peinará. La policía los ha arrancado.

En Tolón se h« celebrado nna manifesta» don pacífica eu la Bolsa del Trabajo. Se ha I Votado una orden del día á favor de los rei-TlndicacJones de los obreros, y han acoraa-ds asistir al entierro del eompañero falloci-So anoche.

Bn Saint Etienne ha abortado lamnnffes-taclón por haberse hecho dos convocato-n»«, Solo han conoarrido trescientos obre­ros. Ademásv a ievÉy Üueve 4 intervalos* -Rat(\fluU».

Los americanos en París Par ís 1.0(1 25 t,).

1,88 familias de americonoi queactual-ftinnte residen en Paris, reciben telegramas de MeMT York, recomendándoles queseaco-

Í \n á los consulados para pasar 1» Jornada e l . * de Mayo. Esto doraneslra la exageración y los te­

mores de desórdenes—Ratajluíi»,

Berlín tranquilo.—200.000 ejemplares de an periódico

JBtfri/nl. 'd 12m.). Tranquilidad completa en las calles, Lo frío y desapacible del tiempo ha im-

^ d i d o la roalizHCióu de las excursiones v>^oyectadas por los socialistas.

NI el «(Jército ni la policía ha adoptado hiedfdas extraordinarias.

Rl peritóico socialista El i . " áe Mayo se (IB ngotado eu cuanto se puso i la venta. Bl total de ejempiere» rendidos alcanza á más de doscientos mil.

No hay iudicio alguno de demostraciones siarqnistas.—««i/eí.

«leeting» en Üsboa Lisboa X.^ilf^t.).

Lasclii i id rt» las princip>-.lcs Hociedadea •brf-r.-ifi es pei-rectsuicnte pneííle.a. _

Apenas se Cnenta niio que oiro individuo •Ttnltsdo que apova setos viü!*;nt.oa.

t a s tropas ésxku sobre las HUTIOS desda ptí nueva de la maáana.—i)an¿asi).

>

( T E I J I É I C S - I ? , J L i F ' O ) Z,ís6oal . ' ' (2-40t . ) .

Acabo de asistir á un meeíing celebrada en la plaza de l«s Flores.

Se hnn pronunciado discursos más enér» gicoa que los pronunciados en otros mee­íing»,

Kn este momento se celebran importan­tes reuniones en Oporto y Ahnada, de las que se espera noticias.—Da/naso.

Telegramas de Fabra París 1."

A las seis de la mefiana Paris ofrece sn aspecto habitual.

Los periódicos continúan creyendo que nosesuecitaréhoy ningün incidente grnve.

Cuando más se espera que hnicaraento «urjan olgunas pequeñas colisiones en los sitios donde se reunirán las corporaciones obreras para dirigirse al meeíing monstruo que se celebrará en la Sala Flavie, pues la policía tiene órdenes de no consentir la for­mación de manifestaciones de ningún gé­nero.

Las noticias recibidas de los departamen­tos hacen esperar que el dia pasará sin des­órdenes de gravedad.

Sin embargo, existen temores de que en las cercanías de Paris.se produzcan algunos tumultos, porque en dichos sitios son me­nos considerables las fuerzas de policía, que en su muyor parte están concentradas cu la capital.

Parí» 1 .• Los partidarios de RavaoUol han presen­

tado la candidatura de éste para el cargo de consejero municipal eu Saint Ouen.

PROVINCIAS Calma en Barcelona.—Confoiencla

anarquista Barcelona 1 " (12-20 t . ) .

Barcelona presenta su nspecto normal. Las calles y paseos, concurridos como en

los dittS festivos, notándose entre las gen­tes que discurren por todiis partes, tranqui­lidad completa. Patrullan, parejas do la guardia civil.

En este moraonto se celebran varios meetings, todos ellos poco concurridos, ex • ceptiión hecha de la conferencia duda por el corapafiero Llunás, director de La Ul­tramontana, en el teatro de Novedades, que está atestadísimo.

Orden completo aquí y en los pueblo."? coniitrcín)o.«i. Tetcfrruñaró un extracto rio la C(.ufer('.»cia do l.lunas, que la conaidoro iniportfintÍBiina.y llamada á hacer una re­volución provechosa eu el seno del anar­quismo.—JKÍCO.

Valencia y el Grao Valencia ].''{\HOt.).

Bn la vecina población del Grao uo ocu­rre novedad alguna.

Do los obreros del puerto, que constitu­yen una agrupación compuesta do más do 1.500 poiciidores, más do l.OüO ao celobrun la jornnda del 1 . ' de Mayo.

El gobcttmdor. procediendo con exquisi­ta prudencia, que la opinión aplande. ha prescindido do envitir fmu'/HS al Tivoli y tampoco las cxhihiiá esta tarde en el Pasco do la Alameda,—Aíoro/e.

Hselgas en Bélmez Bélmez l." (9-fia m.).

Ileinn eneista población eomplita tran­quilidad.

Únicamente se han negado hoy á traba­jar los obreros y raineroí» de las minas de Cabeza de Vaca, los cuales han recorrido pac»ticamente la poblnción. •

Bn las minas á« El Terríbla y ñe Santa Elisa, faltan también muchos trabajado-tes.

listos uo preparan hoy ninguna manifes­tación.

La dirección de las minas bulleras ha de­terminado suspender BUS trabajos boy y roiiñ:ina con motivo de estar practicándoso precisas reparaciones.

El teniente coronel de la guardia civil, acomiíNñíidn do varios oflciales, ha recorri­do las minas de El terribXe y de Santa Elisa.

Un todas ellas hay fuerzas de dicho ins­tituto, en previsión da lo que pudiera ocu­rrir .

Se creo gancrulmonto que mnilsna es cuando no trabajará nadie,—Catón Se­rrano,

Jefe anarquista Bé¿OTí« 1." (11-55 m ) .

En e.«l« momento iie.aba de celebrar una conferencia con Rnviqno Fp.rnñi.iuw, jcfo anarquista de éíta, y reprcsentanta que fué de los obreros en el Congreso celebrado en esa en Mar/,o de 1801.

Rnrique Fernándea me ha asegurado que el orden no se Klt«ri^rá pu lo más mininto, pues lo único que probablemente sur.ederá, es que mañiina continíien los obreros sin acudir al trabajo.

Unicaineutts los obreros déla mina Cahe-jta de Vaca ^e han declarado en huelga desde hace dos días, pidiendo aumento de Jornal,

Ksta tarda visitaré las minas de S'inta Ehsa y do Puehlo Nufoo. distantes de esia uuoH die-/,ki\ómetri>«.

Procuraré «fntera'me d« si miiOHim sa de-clarurAu ea huelga.— Galán Serrano.

Almadén i4ímadénl. '(12-10 t .) .

Reina tranquilidad completa. Nadie se acuerda aquí de esta fecha ni de la fiesta que se conmemora.—A.

Oiden en Cartagena Cartagena l . ' ( 1 0 m . ) .

Tranquilidad completa en la ciudad y en todo el distrito.

Las tropas estén acuarteladas desde ano­che. La guardia civil vigila los muelles y los barrios extramuros.

Anoche se inauguró el Club republicano federal.

Mucho orden.—Corrfiíjoonsflií.

«MeetlDg» en Córdoba Cdrdofral.* (10-55 m . ) .

La población presenta su aspecto ardi-nario.

Huelgan muchos trabajadores. Kl gremio de carpinteros y albañiles ce­

lebra un meeíing en el convento de Regina. Han podido y obtenido la oportuna autori­zación gubernativa.

Se ha repartido una hoja suelta ti tulada El 1," de Mayo, en la que so recomienda á la clase la asistencia al meeíing.

Existe la creencia que transcurrirá el día sin nova&fiú.—Eugenio.

Aspecto normal de Zaragoza 2<»rfl5!0*a 1.* (11-10 m,).

La población presenta su aspecto normal, sin que nadie so oponga á que trabajen los obreros que quiemn hiicerlo.

El alcalde ha publicado una alocución conflündo en que la honradez y buen senti­do del pueblo, hará inuecesario todo acto de represión.

Kn el gobierno civil hay un fuerte desta-cain< uto de la bcuoiuórila, uitayeiuiu la atención de los curiosos.

Ueina un viento muy frío, y el publico ee refii(;;¡a en los porches del paseo de la Ind- po.doucia—X

Hoja T<i% Zaraffosa 1." (11-20 m.).

Suscripta por El Obrero, véndese una ho­ja tirada eu papel rojo y titulada Hoja fíoja.

B! autor so dirige á los trabajadores. Co­mienza diciendo quo no se ha conseguido iioda desde ol afio anterior. Rn Tez de ima­nar terreno so ha ni rdido, por falta de unión y porqne la cUisn media no les ayuda.

Pice qne la íiiiurquía so hnlla de moda y condtín« sus actos Couiluito la política y dfíson mor«lid.td en la í'rtrainistración pu­blica, couienifindo el dcshüViijustc qnohoy reina. Pide (icuuüniías v .se extiende en consideraciones sobre fas ideas socialis­tas .

Kl oscrilo ha sido muy leído cu los co­rrillo» y comentado. Ignórase quién sea el autor,—A'.

Ko halirá nada en Tisrrasa Tarrasa l . " ( 9 m . ) .

En este centro industrial reinn ti¡inquili-dad complata, l'urece que nadie ieeuíU'ci.a el día de hoy.

Dan los obreros gran prueba de cultura, dignidüd, honrad. « y laooriosidni.

Ha empezado laforiadel pnrner domingo de Mayo cou mucha sniínación.

El candidato á U dipnuición á Cortes se-Eor Jove, saldrá boy de «stíi para asistir A un mw/f'/iy republicano en San Vicente de las Junqueras.--Coríés.

Málai/a 1 .• (220 t.). Beina completa tranquilidad. Rl aspecto de la población es el do loa

dlns festivo». He recorrido tosí principales barrios de la

ciudad, y eu todos ellos hay calma abso­luta.

Al meeíing del O'íntro socialista ha acu­dido grun concur.^ancis.

To'los lys oradores se han esforzado en hacer constar quo no son ananjui.'st' •= -Lázaro.

No ha; «¡neetlng» en Linares Linare» 1 • (10 40 la.).

Los Booialistfls han desistido de celebrar el meeíing annnciado pora hoy en ol teatro de 8sn Ildefonso, por carerter de recurso» para costerirlo; lo celebraran en un snlonci-to del d(iinie,ilio do las ¡jociedadejí Confede rudívs, f.dbñrid(i8 a oUoa.

Ksta noche tendrán una velada en el mis­mo local.

FnurzRS d« la guardia civil y nn escua­drón del re!<im¡ento doHnuliaiire e«tHrán;so-bre lus urrn.i.'i ¡mr« sofocar cualquier «Itt^'a-Ción del urden. qnK nuriie espera.

La poblsción, tr«mqc<iÍB, ofrece su estado y orden normales.

Vénse «Hcasos grupos de mineros, quo por sor domingo, y como de cdstombre, se ConsBgran al oesciuiso—BÍH-I?/I.JJM«Í.

Mauiñeslo sociallstíi LmflfrM l.°(l-10t.).

Se ha repartido con profusión un Maní-flesto del partido socialista obrero de esta localidad.

iÍHiá impreso con tinta roja y «n el ,\o «ei nsoju l« ('roiiiigiiLida poeiflr.K peni deci­dida y onóigica, pura procornrb> emnnciíjsí-

Ción del proletariado, protestando c«ntra la burguesía que lo explota.

Kn el referido documento desprecian los socialistas las medidas preventivas ilel Go­bierno, que teme se altere el orden, cuando su causa prospera paciñcamonte sin uece* üidud de apelar á la fuerza.

Protestan también contra el co-.^cepto que de ellos so ha forrando por un iiario iinpüitaiite, servidor del gobierno.

Kn el Munifleuto se recomienda el crdon. fjjl.o soícriben El Desarrollo. FA Irau y L(< Soltdiridad minera en organización,— Beienguel.

«Meeíing» obrero en Santander Santander l."(2t,).

En el Circo ecuestre se ha ce'ebralo con tranquilidad absoluta el meeii:ig de obre­ros.

La concurrencia ha sido ron»' nnnserosa, pero fl!.;nrHbtui en olln niuchoecuriosos,

tíe iian pronuncinuo dií cir.'O.i; do propa­ganda de loa principios sociBlittas.

So ha pintado la .situucióide la Clase obrera, y se hii expuesto la necesidad de acudir al remedio.

Los discursos han termínadi con vivas á, la cla.se obrera, á la revoluciói social y á la redene.ión del obrero.

La reunión se ha disuelto en medio del msyor orden.

Patridla» do la guardia civ? han recorri­do la población desde las psmeras horas de la inañana.

Eu los alrededores del (Irco ecuesítre veíase gran número de agentis de orden pu­blico.

Los obreros se han presenado en actitud completamente pacífica.—üi/rañj.

i

' POR LA URDE EXTRANJmO

Tnhos de pólvora ei los arra­bales de Pirís

Parts I" (2-37 t ,) . En GrencUe, barrio estreno do París, se

han encontrado tubos de «obro llenos de pólvora cloratada.

Se supone que se destilaban para ser arrojados á su paso á la taballerla de la guardia republicana acuartelada en el Pa­lacio de las Máquinas, comonedida preven­tiva.—iiaí<Víaí<».

Explosión en la catedral de Ghartres

París!,'(2-461.). Se ha recibido la noticia, qie ha produci­

do gran impresión, de UabeiestaUndo nna bomba de dinamita en la catedral de Char-tres.

La explosión ocurrió en A preciso mo­mento de estarse celebrando la misa mayor como domingo.

El pánico fué inmenso, los fieles corrían de un lado para otro buseaudo las puertas de salida.

Nn se sabe que haya nin^in herido, poro hubo desmayos, aecide.íitaa snfltos, sobro torio en las aeiioras, qne IJemlmu ol templo.

La misa se interrumpió pof larg» rato. La bomba uo debía ser <ie err»n calibre, j

pero en aquellas naves y do-ante el silou-'cio religioso de la miiía. r rumbó el petar­do como si la catedral se TÍÜÍCT» abajo — tUiañuiis.

El día lluvioso en París Par ís 1,• (8 12 t . ) .

Sslgo de la prefectura depoücía. Mo dicen que las trop» ocuparon mu

puestos sin incidenlH^ alguno. La policía ha recibido írdeues mfis am­

plias. En Ift fábrica de pras se tmlmja. Está lloviende torrencinlMente. Por los ferrocarriles de Smnt [,ft«sre, Nor­

te y Este han salido esciass viajeres tal campo.

Los vaporcito.s del Sflna, vacío?. Las carreras de I.onctiaispp desierta». Paiis parece una ciudad iidr^UsU;.Ui. Kn Tr.iyes .-:o, ha íuceixiiH.io <;'» Circo, BU-

poiiHV.idose que li'iya «ido d-sbido k nna ex-plüiíióu inttuicion'ula, -Raiujlütii.

l a fio^ita okora on Eiüa Fssíh nuda Pw/ / t l .» (6 10t.).

l'lPHpués dn una conferEncia eiitee el Jefa del partido obrero y el prafeeto ds poli<;Ht, «e hHii prohibido "las m»iniftMtac;oties pít-blicas. pero so ha autorizado 1* -lesta obre­ra en los alrededores de la capital, en el bosque de Nu«»dorf.

Los jef»is socifiÜí'iaB han dlri|j;ido llama­mientos á los obreros, Tecoraeudiuidoles la calmil y roirándoieí: que no hsífsn estftcio-ues frecuüiUos en Irs tabernas,—ií.

Bemccratas y sccialistas en Vieiia

F/V/írt i.'ío-aot.). Se han celebrado treinta y tras reuniones

obreras y veintiséis de demócratas sooia-listns, el resto de jndeiieudiente.i.

Todo ha p-isuda franquil«im«nte. Kn algunas An estas reuniones so atacó al

anaiquiomo. DoK de la» de demdoratas Bocialistas han

sido disueUas por la autoridad sin inciden­tes.

En todBs pftrtcfl «c votaron pftc'iñcamcnta las roJ*olueioiii!R aiuinciadns.

1.08 domócratua sociuliatíis Be dirigieron al Pratcr.

Los independientes tomaron el camino de Doebluidf.

Los iiiunifestanteshan alcanzado la cifra de Veinte mil,

Sn actitud tranquila. El tiempo inseg-nro. La» callcB desioríns.

excepto en las que recorrieron las comiti­va.'!.-—/í.

La manifestación en Érase­las y la abstsacióa en Am-beres.

Br«8«/«»1."(6-30 1.). Ln mnnifostacióü se verificó cora gran or­

den. KigurMliüu en ella cuatro mil obrero» do

tod<.i< géiiftios. Licvi.iiHo ronchas feandoraS y cnrtelones

((ln.Hivo.s !i !« jornada de lus ocho horas, nniKÍCH y coros

Uo ios mretiHffit, comnhsta tranquilidad. Bet)"0. bífiíft" r m íliwuelven.

A li,.'.. riii« rie'la ti-rde se Hcuerda que se concin.yjín li>«mee/in,f/s.

Kn Liejí hw h« r*Mi»bl«cido la calina do lo» t ' f ipIrTri iS.

Mo bf' liabino ninguna matiifestHción en Ambof» y ' ii-irií-roí,

lír, .\i>iíi. •.• •'>'••.=*< hnn roi'iMo 9'>tí»

cientos diamantistas y cigarreros, ge han abstenido de concurrir los obreros de la cuenca de las minaa.

Kn Charleroi se rettnieron aiete mil obro-ros, muchas mujeres. Ningün entusiasiBo. Oran orden.

Bn el resto de Bélgica igual tranquilidad. — Veritüs.

Aspecto Mnehre de Roma.--Binamita intacta

Poma 1." (4-15 t.). Roma presenta un aspecto casi fúnebre. Sus callos, de ordinario tan HiiiiTisdaB. es­

tán de-i^iertas; todos los comercioa cerrados, y hasta rnucínis canas particultires.

El orden ee perfecto. OonlinÜHU en todas partes Itis conferencias privndus, en que pronnnciati discuríos los aocinlistíis.

Kn cstfts reuniones la concurroncia es escH»n,

Kt) toda Italia reina, ha.sta ahOra, la tran-qnili!>fid.

Los liijpósitoK de dinamita ostán intactos en todüs ptírtes, salvo en .Sskerne, donne se ha probiido la dcsiipnricióu de veinte kilogramos de dinamita —C

«Moeting» al aire libre en Lisboa.—Un artículo de <E1 Liberal»

I , í s 6 o a l . » ( i a 4 0 t . ) . tropieza ahora el meeíing al aire libre en

la calzada del Salitre. La policía ejerce gran vigilancia. Se nota cierta animación. Los oradores pronuncian frases mny enér­

gicas en sus discursos. Se discuten acaloradamente las cuestio­

nes de la jornada de las ocho horas, la lu­cha entre el trabajo y el capital, y se de­fienda la federación de las Asociaciones se­gún el pensamiento de Teófilo Braga.

El articulo do este gran escritor, publica­do hace pocos días en E L LIBBRAI. de Ma­drid, y tema principal del debate de hoy, ha sido reproducido en varios periódicos.

LOS oradores han sido aplaudidos. Beina orden completo.—¿amato.

Ante la tnmba de Fontana Lisboa l . M l »•)•

Acaba de realizarse un» numerosa mani­festación ante la tumba de José Fontana.

El acto ha estado muy concurrido. Los discursos han sido muy brillantes. Ha.íta ahora uo ha ocurrido ninguna no­

vedad alarmante ni digna do menc ión .~ Damaso.

« 3„ en las cervece­rías de Berlín

Beri/nl.<'(5 1Bt.). Las calles y los paseos p&blicos desiertos,

i causa de la lluvia y de! frío. Kn dieciséis délas más grandes cervece­

rías de Berlín se han celebrado Asambleas socialistJts, asistiendo milhiros de «compa­ñeros» con sus mujeres y su» ni5os.

En eetus AsnmblOHs han pronunciado arengas muy elocuentes los principales jefes del socialismo Bobel, Liebknenecht y Binger.

Han protostado contvojlos malhechorea y anarquistas que purjudicun á la gran causa dolaluchapor las reivindicacionessociuíos.

Se cantan coros y «o baila eu la/a díeci-eéía Asambleas liusta la noche.

Ni el menor desorden cu Bwiín ni m Ale­mania.

Ninguna prisión.—J?.

PIOYIICIAS Retenes en Bilbao.—«Mee­

tings en Gallarta Bilbao l.'iñAñt).

El día amaneció lluvioso. I>8spué« des­pojóse y lució el sol.

Se han eatnblecido rolónos en el teatro, la Dipiitiición, la Uosa Consistorial vieja, la factoría militar y otrois (íuutos.

El B&nco está custodiudu por fuerzas del ejéretto,

Kl meetinrj que debía verificarse en Scs-tflo, se bu suspendido por no huber avisado sus orgtiniztidoroH á la «utoridnd con ia unticipiición qne inurca la ley.

A Ifss imero de bl niíifiMíitt se celebró un mefífinfj an Oailtirla con asisteacia de la au!»i'¡il;u.l local.

Ilsui co! cnrrido unos tres mil individuos, eiitro piUo.- nuicbot) curie.sijs.

Hari bnblndo Viirelü y Pcvoífl.gua. Ha rfiiniidü mucho orden. La tranquili­

dad li(i sido Cüinnlets. TorniiiifHlo el maeting, muchos obraros

viiiioron á I)ilbno para níiistir al meé lina de la Plaza de Toros.—j4//:'É;n,''«,

TrítiiíiHílidad en Bilbao.--11 "Hicsüng,, á© ia plaza do Toros.

ni!')ao\.'(nmt.). Bilbao ha ofrecido hoy durante todo el

día su «•fpecto ordinario. LH ttiuKiuilid.ud c» completa. I,H gente h/i discurrido por las calles co­

mo de costumbre. A las tro« y inedia de la tarde »e celebró

el «nnnciiido w"3/í/»¡/oa la Plaza de Toros do Vista A logre.

Kn la parle ext«»rior de dicho ediflcio «« colocó una coiii|)iii\itt de la guardia civil o infantcri». tjerca de ella había liittcifíéia guncdiHS civiles de á cubaUo. ASÍHIÍÓ al meeíing, en r.-íprosenta-ión de ln autori­dad ol S'M'ntnrio del yubierno .ST. Mitllo,

Kn ol re.dnudcl luiltia mucho» obreros. Se calcula qnr! br ! asistido ni maeíiw) unos seis mi!. Ti nibien li« habido mucbos'curio-sos Se veíuii quince buiíderas do los gre­mios,

LR bf.nda do m(t.«ic« tocó La Marsellena. El (.-'limité .'íocii'üa.ii, y 1H« oradores ¡nibie,-

ro!i -il tiíbuido lovíintado en el centro del redondel.

Enn hecho URO de la palnbra los conipiuío-rOi": AloiiHu, íim/. Tors, Pcü'/.ngiu y V^rrlu.

I.o.s disoorí.-.i niútí iinpurtantos'kau sido los do esto,-, lí;)! últimos.

l)ije;i-i uu" ,.»)«. próximo ol dia d« ]« Ciij'\t'Ci¡>!i!'i:'ui ,!•' ()rüJetnri!ido.

Ur'"i,in.„,(! •,• n, b, uiiió,, do lo» traliaiado-reiM, puniue er, ;.• alitujxi, de lo.-? triibujado-rc--' e.Há el u ;i,..¡'o inmeditito del cuarto ea-liulo.

Pidieiijii ,, j :;ii.íi,dn de líis ocho horus, no como meta 'i:' !«.(j «spiraciones do Jos obre­ros, «iao ('.r,'::! 1,1 primera iiecesKÍ»d que hay quo snn;<''\'¡'r.

Á «KcitHeiO., -it! Pereiínifua, juraron todo» no iri!bajar .li ;." .!e M'iyo de mn «unqn» «ea <lí« IH ..•ri.tdi, para que vean los bur jrnoscs qui-.«niin onidos.

Terminó .'I meeUriy M, nie«tio del «isyor ordoii .ituido 'n•a. «\ iiroleturiario y a la ciniuicif.ac.iií'. li b. c'm.s-f, (iiiruní ¡ifirc )¡(.e, Cítyoiido bl i,.r i'.(..;»"• ¡IUDOX ci.i.Kiiui'inie lio?! «o.-icdad • v<.„;',!:.i.vT.-., «ij ;;:t (jO\; <-.»v«# \n, oíploltición d !l h.iiui;,-B por ©I hoiabre.

Yarela hlso notar loa « r o s í a i v „ . realizados en todas las nawone* por las i socialistas, cuyos afllladoa da chaqmefl levita aumentan diariamente.

El delegado del gobernador «nplicd k P í , rezegua que no pereonaliiaBe las eauÜc»^ nes.

Pereüsgua aconsejó 6 los obreros qaa M disolvieran con orden. '

No ocurrió novedad.~,i4/M/n>.

"Meeting,, en Palma Pa/ma 1 "(3-151.).

La población prosentu el aspecto tranqul» lo délos días fariados.

Kl meeting promete estar muy conca^i rrido,

En las inmediaciones del Circo hay bal-tanto aniniaciáu.

En el BHDCO de RspaíSa so ha establecida un roten de la guardia civil.

Ko se tetnen desórrlcima.—PíVt'mdn. l"ftln;n I* {1 V) o.). í

Bl meeíing cidiibrado en ei Ciico ha «tta<> do auiuiHÜÍsituo. ,

Ha presidido ol compafiero Roca, que hk' pronunciado entusiastas discursos; «bog»¡ por la constitución del partido obrero balear socialista. ,

Ha reinado el mayor orden, dinolvlóndo' se la rounión en cvianto terminó ol acto.

El Casino Republicano solemniza al dlift de hoy.

Los obreros asístir&a mañana i loa tftlle* Ki.^FUemón.

Huelga «B Bélmti Bilmej» I.* (S 46 t.l.

He visitado las minea de Santa Bloíaa f Bl Terrible. i

Bn ambas reina completa tranqoilidad. ' No han asistido, sin embargo, todoa IM

obreros que bsbitualmeute éoncurtes tft. trabajo, concurriendo solo la mitad.

Hemos sido sumamente atendidos por lot directores de ambas compañías, Srea, MaV talla y Matheon. ^,

Puedo »«<«<>();« rar que, al tacto da eatoa n*; llores, del Br. Barquera, director admlol» trativo de las minas y de las autoridadei , »e debe «ata tranquilidad.- Qaltin S$f rrano. '

Eaelga de cocheros en MíUaga M(í%a l.*(2-a0t.>. ,

NamerosRR parejas de la guardia eiTif con traje de paisanos recorren la pobl«cida< Solamente circulan los tranvíaia Loicoeba* ros de los carruajes de alquiler «e han o**' gado hoy á trabajar.

Oonfíase eu que ao ocurran «aeeiOf dM* agradables — L á t a r o .

Carteles anarquistas ea Zaragotft Zaragota l.* (^ÜAOt.i.

Los cfiffes, \M calle» y paseos ostán mener animsdos que en otros dlns fesiivos. ¡

Apenas se ven sombreros de copa. t t C Roboras que salen de casa forman «xcep* ción. j

Cualquier día de labor hay nsi» animM CiÓD.

Kn algunas calles so ten rótulos eoat tW inscripción quediee*.

«¡Venganza por lo« márlires de JeroAi jViva la anarquíal» ' Por la igualdad de las letras, créese qn* la inscripción se ha hecho con plantilla. La» letras, do caricter de imprenta, ti«n non «na altura de tres á enatro céntima*. tres. La poli&la ha raspedo algunos out9! íes y borrado sen negro otros. i

A pesar de lo desni>ocibi« del día, IM* obos obreros han sBiido por la tarde 4 p««' sear al eni»fo.

Los tcRtros don i\inci6o por tarde y no« cbe.~ X.

En ilcej no haj nada Aíco j / l .Mí - i5 t . } . 1

La poblnoióii ofrece el aspecto auimadé de todos los éoniingo». , I

Kl mercada «ie la plasadéla ConstituCiolC está muy eencurrido. ¡L

ai no se vttirttu ios rcfuerzon milItarcTr pasarla inad vertida la fecha dul ¡."aeMayo^f

Los punadoros trabajan. Nú hay ningün' toíBur.—Pa^o,

Conferencia an&rq.aista e& Barcelona.—El coin^pañeré' Lliaás.—jGacrra á la di­namita!

B'trñehml.*{i'^Ot.). , En la coníortt»,«tia dftd*anU¡-J-OOf)obrerM

por ol íiUBrqniBta Llunás en el teatro CÜ)t Novedudes, ddi i i ióy trató Con elocucncí» c! impollKiití! Uimá «Anítrquismo colect!?» visto, comonista é jndiviüuii'ípta», dejno»-trando Itiít dcfleiénejas A in«5on<'enientag de los dos üUini'..') y la» grandes ventajas i^ priincTQ. , , . . , . . '

UauiCúsU que sin previa "'Incacidn de to» das l«scl»ae8fiOGÍft1*!S. os impusiblo el plant tcarniento del anarquismo, %

CHÜflcó el diíjarniturisrao do sistema fa«j quilico, cobarde, infumo y criminal, aBa» dieudo que la idea del anarquismo deb» ¡«•ocurarsc qne sobaga simpática ante todo»í

«La diuMuiiía es inramc y criminal—dlCí" I . lnnás-porque siempre pagan las nohret gentes inocentes y nunca aquella» a q«l«> nes va dirigida. , . . : , • ,

Para coiisi-guíf nuestros IdroieR debleraB ponerse en juego actos do valor que íien». pro resnltnn simpáticas, utacoiulo de rreni* y cara á cara a la burguesía, no cobard* beiito, por medio de la dinsinita. J

Con el te.rrori.smo, como en París, no « • gnna la causa obrera; antes al contrario, e.xpóní!8e á que 1» reacción se imponga r , perdamos k a , «soasas libcrtade» que «QB dísfrutiimos, j

ES petardo e» «I arma de qne se sirvcB lor enemigo» do los obreros pam p< rderlos, y , quicm sabe . . . jsi eu Jorca buho ulgün otr* Muñoz! i

t'omimiíf !•«»«•• Bl tristemente célebre Ra* vachol no í.t (Uiürqoí»'», pnosi el que es » » -sino, falsifl'M^ftr, W r ó u y el quo ptig-a & «a mndru, no pn«d« ser buen pudre, ni bueo hijo, ni buen íimijjo, ni buen anarqoista.» (i4/)/aH,"tOí.)

};ii corrobnrnción A lo dicho, lee Lia» el periódica lumrquista/ti l'n dmlor áel día 7 y La /inarquía, de iií>.i--iii, en U qu« escribe Krncsto Alvaro? un patriótico arti­culo iobre el particular.

Dciln « ri'i.>fe»de carifín á Krncsto Alva­res, de quu II dice que es un mtidelo d«: pa­dres, hijos y amigos. (ÍCiífepííüiO» «pífltt-eos ]

Kiiir" d-'iirnntes ninnifostüciones de oii" tu» ..'••i , iin " II i« aprobación do lai cüiu .1 !i '-íiMí , g-ionlf'S v,'nclusiones:

I ° i i , ,j( p¡i«ii r» é inrin. iiiita a.«pi)';!,' cióij 1 i'i.'.e trnb«jadora es üoí.seguir I» iji I . • ; II ''i'-H tetil y positiva de que ia jii-, 1 d;i io' \)ni» >fa d« odio horas. '

ü ' Qo ¡. 1'•onsff'tür'o.como para lid'», ^nr bih'íi I" II /(dunÓM 'tOClwi, no 08 adini-siii'i! •>! i.i'f' ••> ' ¿'•bnrít de la dinnraíta.

lio ¡>,,;irxto odiiiHO y ahc-'1 ,<uir honrados irahnjudorc* u'i do PC í>nirquiíit.ss. luí y tntre gratides aflflO* ii .i«i»^ í oocIn.-Mo'u'.s.

i'i (•(, >(!»íii, !,inn-is no roriffl' 1 1 eneff-i

I, i),cnu nudia' í-nert-i < MI., ri» .a niiscHía J» y con 1.11 < .iiuJÍN^ia iVJTft el

:>, t.K^>.íada (lautodott .

Pw'í'íi \%#*v>¥<,',..¡i«'l' ,>tií,A*i 1». '*

Page 4: es EL PERIÓDICO DE UM CIRCULÜCION DE ESP&RJl MM fj8 aÉlas ... · Parócerae oirlo á la puerta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo

%t**))f™*1ííc'^^ m wmmmnm»^.r.0»>''ipimii»>'!m 9 0 " W*»»*!!"**"!*"''*'''JMW4(Wwliniimim J 5 J , l i I ^ E U A Í 4 4 *'»»^-'ggP'»M«''g"^

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•í'i^ íCfiietiaii eo todo cl t ea t ro . !•>(! ¡iTiarquistan duptífitabnn d i -

' !-i!iídfjt <• ;»rM fín?. conipnricrofl

*• :<-;¡c¡a 1] hU" .!'" hn tí! lo u i o y , • : 1" b ' V ' " ' y g'fj! r i a l w c n t o

.''• .uVornbU' 11! iiicíuiSabii' iinai

i'¡-;iu gene ra l <pjc t-l o m p ü T l c r o • •íirilariS 1 í i i iarqu ' ' ! i i i catKlán,

'•' p'>r BI buen cwinino. R\co

.M(-M.ing» en San Sebas t ián

Snn .Kcfiastíán I." (4 t.) i.ce <\c \<< mnnaiia «e h» veri l lcndo

ui ' i . - í m í / e n ci ( i « t r o pr inc ipa l , q u e es-tiibii lliiK) e r i i i i iijmcnfla mayor í a de c u -r i - i M i ? . .

S'' d •' U-cturtí «I maniflefto que dirige la f ;írr; i..';!<;ii dn Málaga.

IXppiiés habló el coiíípnficro Lefltao, que

f \rot,<.;t.c'ió el discurso de siemprn, lleno de iigorcH romuTxw. Atacó dur«mi>nto á loa

puurtiuifitíi.i coiiéirieréndolcí peores que I08 b'ar,.,':c-r.'> Tiiinbién dirijjií) ütaquos á los partií'i.n políticofl, aunque menod duros que otras Trren.

Ln parte principal del di.scurso fué la lee-turi '!'• la iiiücia dando cuíintn del sermón Q«« [r 'dicó hace poco en Bilbao f.\ Jesuíta Br Alarcón de cuyo sermón dijo que los íoria'isliiP no dilían tanto.

líi ; fiblico le oyó con frialdad Apenas hubii :ipiHiiB09. á posar de qno eljorador, quo (W 11 ' r.'j.'s que tnonisiio, buscó efectos,

Tc!minado e! discureo, el presidente in-Titó 4 IcsasistfiítcB á in-scribirge phni cele­brar nn r.i'~desto bw'íf^'i'rte de sicii! reales.

lil meetinn -.••uUó nii gnin frac«»o. Al Bftli'' í decir & un obrero que lo del

b«i)oi:.ie er« «na imitación de los procedi-IJüioiitos burptueaoa —-fVña.

Ea el p&ts de los humos

HuelDa\.''(%i.). Abíobilu tranquilidad en toda esta pro»

Tiucia. No hay huelgas, mseting ni maui-fCfilbCiÓll.

K.ógia.= e mucho esta actitud de los labo­riosos obieros do esta región, Cróesoquc la Calmn 00 se interrumpirá.—>SdncAe.f.

Prlsioues en Reus

Itcus l .»(3 50 t . ) . Ayer fueren detenido» y condnciaos !l la

Circel do» sujetos do reconocidas ideas anarquibtaf»; uno do ellos, reciói) reñido de ífrancia. qne tomó parte muy « d i t a en el i», viiuiento obrero del raes de Mayo aute-fíor.

Por dispo.tiición guben»ntiva ha sido ce-Trado VA (Jciitro do Amigoíi.

H'islft flhorn reina comjiteta tranquilidad. Jiocl'Of obreros han salido al campo á

pspíai el liifi. No c'.í.'o Mue se celebre ninguna reunión

fie fil'rf'i'c». I,!.f i'.utoridades toman precauciones,

aunque no hacen alarde de fuerza. EM probftb'e que mi'fiaTiti eci trabaje en to-

.tías ií!s in lustrias.— Corres/íonsa/.

"Mecting,, CK Valeiids Valencia I."(12 -10 t ) ,

Sft'ví) rl itp.irnlo de ftierzüs, que en cum­plí mi',nto de las ónteni'í" de! Gvtliiurno liíiu eC)-plc¡rHdo ÍH.I autoridaije». K1 dia hn ofre Cidü rl finjecto de cuaUjuior otro festivo.

Dcáde las primeras homs de la maPiina, eslhn 1' •• c'iilf:: iiiiijíiHiHui.siiuíw, sobre tocio e« lo» f.Í!-'í¡.-dor¡'í! del ((jníro del Tívoü, dond'' iicbi» 00 colobrarge el meeiing orya-niaado por el Centro obrero,

Conu;ii'/i') el meñiing i les diez, ocupando «} rere:!!; rio represcmanles del Centro, y trc-ri ¡i;;nipnciovH;'« luthetidnR, las de con­fiteros, rcnatructore» do camas de hierro, maquiniflft». fogoneros, HülcroH, tipógra­fos, í i i . ' . . rroa, aseirádorcF, impresores, plai!;-bi>.io!(íi de sombreros, arte do hierro y ebi'iu-Iís."

Como d' ií>p'fido de IR autoridad asistió el inspector Hr. l'uga, con algunas parejas do polífíB.

}iiil)l!inj!) los compañeros S^cbis, Besos, Gil liJi;<i). Conojoro, Martí, Lópe^í Monroal, rti.íior, K«iiÍ3,, i/'orcera, Oaspur, Bervador, Liüo.

Iliío o; rt?!unen en un elocuente discurso el con'pufiero Oascó, presidente del mee-)ling.

Todut ¡08 disciirsos, inspirados en la pro­paga;.riu y oPKiii'istaciÓu del partido socia-iista, para contar loa medios rie resistencia «juo hun do ndoptar.ie pnift obtener ia jor-«ada de ocho horas y después la revolución «ociii l .

h\ c ••ii-.p!'iir-ro Güscó aconsejó á los obre­ros qoo (Htiionrrierttn por la tarde al paseo «3e ln Aliimcda, cxSioi tándoles para quo ten-gran cordura y prudencia y eviten «*I los actos de fuerza por parto de las autori­dades .

BI mscUng terminó «iu incidente alguno. Afíisiicron más de dos mil personas, en-

t íe ellas muchos curiosos. Eiítft noche se «elobrará una velada en el

Centro obrero. Mafiana Hcudirán & aa trabajo todos loa

obreros, dando por terminad» la flesta. Todos los obreroa «treen que Va huelga 8Ó>

lo «erviría para privarles de los medio* de Ntis tencia y acaso juxtiflcar medidas <ia f«*l«tciicÍB por parte del Gobierno.—Afo­ro^*.

"Meetlag,, en Lintres

Linares l."(6 t ) . So ha celebrado un meeting presidido por

el con,pañero José I.orito Castor, al cual bftn «"istido unos 125comparictog.

üfisron do la palabra loa compañeros L<5« g« Jiménez, Lorite y Saudova!, exponion*

o la.; vcnlajas de la Aisociación para el me­joramiento de IRS clases proletarias y adhi-íiéndopíí A los (iltimos acuerdos de los Con­gresos de Parí» y de Uruselas-

Lcyér^inae varios trabajos de algunos de los rcu^uiícroB, que fueron muy aplüudi-dos.

Los obreros han quedado citados para re-tíulr,?e e¡i el p'jsco publico.

El dolciíado del gobernador encomia la JCDSaie/, de loa maiiiCestantfes.—Bcrenffusr.

Buelga

Linares l.°(3-40 t . ) . Se han dtclarado en huelga los oporarlot

tb las millas TSueoalara y Arrayanes. A au paso para Linurcs han invitado á

balg&r k los obreros de la mina San Miguel los cualee no aceptaron la prüpue&ta.~2íO" íenguer.

ftíUUión m Córdoba

Córdoba l . * ( 4 4 0 t . ) . Ha tcrmimido el meeiing celebrado por

Í03 obreros íiibaTlilcs y carpinteros en el local oxpicalido «}n mi telegrama anterior.

Han asistido á 61 unas cien personas. Tanto el presidente, Francisco Torres,

eoino los demás oradores, Juan Urbano, José Rueda, Antonio Puentas, Ramón Montejano y FrRi-cisco Alaccón •' -c hunentüron de la «scascz del.", concurrenciis ai meeiing, dahU da 4 la timidex de loa obreros, y acouseja-w n la unión por gremios para consoguic el tacjoramiooto de t« clase obrera.

Leyóes n« artioulo del obrero Ángel

ÍBCiílts, en «I quo se propone la reunión • fondo* Dora enustruir casas v dedicar­

las á indivíflijo" ('o la clase, 6 para proce­der á so enajenación.

Asistió a! acto el delegado de la «otorl-dftd, coya iotervpnción fué innecesaria por IR .sen.tatezy cordura de los onirlores.

Disolvióso 1« lí'iiiiióri pn mpílio ÓPTma­yor orden y lúti que. ocurriera incidente al­guno, coiitínn.indi la tranquilidad en la poblfc^iÓM • -/?'(/;7CTíO.

Los (¡íscursos de Oviedo

Ooiedo ¡ ."(Caot.). lista mallflua se celebró un numeroso

mee/m^ socialista en (¡I teatro. Asistieron á él algunas obreras.

Pronunciároustí muchos discursos, sobre­saliendo entre ellos los de los compañeros Manuel Valdós y Aurelio Llano, quienes demostraron conocer la cuestión social, y estuvieron muy elocuentes.

Ocupaba lu presidencia el tipógrafo Santa Marina.

lil ordfi) Im sido admirable. lista noche se c tbbni un» velada litera-

rin tu el Centro (!•* 'J'fiíbBjíidores. Un toda la provincia reina perfecta tran­

quilidad —El correaponsal.

Los obraros de Cádiz.--Pri-sloiies.-Cíilma

C«íi í- l .°( lü-30m.). La niadiugaJa hu trunücuJiidu eiu UOTO-

dad. Be hau marchado del dique de la Compa-

fiía Trasullaniicu algunos optr/iriüs. Los sitios donde suelen rounirso loe de-

mingoí los obreros, se oncuouirun monos concurridoa que otras veces.

He conversado con varios obreros, y he sacado la impreulóu de que no hur¿n nada.

DeseaUun rounlrso. peio achacan á las reslriccioacB del Gobierno el no poder rea­lizar sus propósitos.

Entre ioá obreros reina truuquilidad. de­bido iududablemonte al aparato de fuerza que se ha desplegudo-

tie ha cumplido lo que telegruOó ayer . Parejas de civiles recorren las calles, pla­

zas y ailio» cóutiicoa de lu ciuoad. Hasta ahora no ha ocurrido ningüu iuci-

deutú digno de moncióu. La polida ha detenido esta toaiiana á

cinco suiutoa, socios dt¡l extiiijá'nido Centro obrero.

Loa civilea LKD preso esU madrugada 4 un obrero cmbriugadu que inauiluba á ios transeúntes.

La estación telegráfica y otros edificios püblicos están cuslodindos por .soldados.

Ha sido rci'orzttcia la guaruiu do la cárcel y del Ayuntiimionto.

Las autoridades civil y militar hrtn per­manecido ii«;,tn aliora en su dOspacbo.

.•íoio el alcülde ha recorrido la población, conferenciando después con ol gobernador.

No se conocería aquí el 1." do Mayo, á no ser por el apnrulo do fuerjSK denplegado.

Por la nü-ñiina los paseos linii esíjulo con­curridos, nin que uadio se baya retraído en su domicilio.

liocibo noticia de Arcos y de Vilhuiucv.'*, pueblos do bi sierra, cu los que reina com­pleta tranqniüdiul.

Kccibo ]:!óiilic(i.s )ii>ticius de .lorcz, donde ha terminado la feria con uiuchísimtís tran-succionen.

líasttt ühor«, los obreros á quienes he in­terrogado se proponen ncmlir iil Iriiliajo, á poíiur de ser flcüta luioionai. -.ía/i^o?/!;;'."

Petardo en Sevilla Seoilla l." {l-it.}.

Los obreros no han realizado uianifeata-cióii alguna.

Hn 1» igi<;.'!ÍB (le San Vicuiiic se ha encon­trado un putiirdo.

Le encontró el padre Molina dentro do un confesonario.

Kl padre vio la n u c l i a y l a apagó ense­guida.

Ignórññe la raati-rift quo contenía el tubo de plomo encontrado.

Se soBpecba que el autor del atentado es un anarquista extranjero.

I-Inn sido detenidos tres .iiiarquistas déla localidad.—/í.

Los panaderos de Cádiz Procesión

Cúdix l . ' t a t , ) . Algunos panaderos, muy excitudoa esta

mañana, querían ImcfT una miuiifeütacíóu pidiendo la jomada de ocho horas. Kn este raomenlo. qno. son las dos dr la tarde, no se nota ningiiii firnpo nuinoroKO do obreros. IC.ito.i, di.f!eminudOH, porinnnfcon .sontadoa en la plaza ó sisomndo,'! á íns tiei!da.« do vinos. Parejas de fíuardias civilo.1 recorren esos sitios en trujo do paseo.

La animación dol vecindario ha decaído algo al medio (iia. La creencia es que la manifestación se celebrará a l a s doce. Sin embargo, como los establecimientos no se han corrido, la población pre.senta un as­pecto parecido al Viernes .Santo.

Los obreros del dique de la TrasatlAntica no han trabajado hoy. Según telegrafié yu, lo harán mahaua.

Los guardias civiles han intimado á va­rio» onreros algo embriagado» que reco­rrían las calles, que soretii-aran, los cna-les obedecieron, desmintiendo la versión del circulo.

Ha salido la procesión parroquial, rei­nando orden completo.—.yanYom;?.

En Becoletos Habíase dicho que los socialistas m a ­

drileños, d(;npiié.s de celebrar pacHica-mente un tHceting por la mañana en loa Jard ines del Hetiro, emplearían parte de la tarde, á imitación de los burgueses, paseando con BUS respectivas familias, por la» amenas alameda.-; do Ifccoletos.

Si fué un acuerdo, no tuvo cmnp l i -loiento; si fué una invención, no quieie-ron flcogerln como idea aprovecliabie aquellos á quienes se imputaba el p e n ­samiento.

El paseo do Recoletos, como todos loa de la capital , estuve ayer mucho m e ­nos concurrido que BÜCÍC c.-lsrlo en la generalidad de los días fcstiv;.-;.

_ A las cinco do la t.uvde cía .'riviv r edu ­cido el número de persoiifis fjUe'bu.yca--ron en aquellos lug'orea ri p !,-:ado espa r -cimiendo y, una hora ú. íVuée, en que aumentó la concurrcncift. ;• '^nas se n o ­taba A larfíOH intervalcr. ' —.-Kennin de a lgunos obreros , lirtijiii ••niflndosa-tnente vestirlos—por T'! •••ciieral—y i quienes se dist inonin ;>( 1' lazo rojo c o n q u e adornaban fl ; ".>: iperior de sus respectivas .«imevicB; .,•, '?A\ la cinta de dicho lazo se podía ice;', üc^'ún p a r e ­ce—porque nosotrwj no lo logramos—la inscripción siguiente: «1." do Mayo de 1892. Jornada de ocho horas.»

A las sew y media de ln tarde vimo» ía l i r del Prado y subir por la calle de Alcalá, en dirección á la Puer ta del Sol

McnwaMHRM wwjtfw)i»ju»iw%M)!»':.iuiiBgw iiwiiitMHw.'iiiiwi>wwiiit«wi ittw»'Jroaa

Fernández y González, el popular escritor español, ha sido uno de los que han cultivado la novela de enredo con más ingenio y más inagotable imao-iuación entre sus cong-éneres europeo.'?.

Sin erabarg-o, la prensa española, con notoria inj'usticia, suele preferir la novela de importación pa ra sus folle­t ines, dando á conocer entre nosotros obras de interés m u y mediano, s u s ­cr iptas por a lgún novelista ul t rapire­naico de segundo orden, mientras d e ­j a en el olvido las obras maot t ras en el género que teneuiOB dentro de nues t ra propia ca.^a.

Obedeciendo á esta consiileración, E L LIBEHAL está publicando en su fo­

lletín

EL COCiNEBO OE SU üilJESTAD u n a de las novelas más notables, la más notable tal vez, del in,sig'ne F e r ­nández y Gon'/ález, que si fué muy leído per sus contemporáneos, hay que

i convenir er que es casi descolorido para la g'eneración pre.sente. Esta es otra razón i q u e n o s m i i v e á ofi'ccer á nucst io público esa g a ü a r j a naie.síra de inspivacióu de I u n a de lasjersonídid.-ules más salietites de nuestra m.oderna l i teratura.

EL COOJNElíOüE SUl lAJ i ' l .STAD, e u c u y a s púj^iüRs piUpita un interés c re ­ciente, alcaizará hoy, de se,',''uro, el mismo óxito que en IH cnoca de su aparición, y ha rá que forme idea exricla del poderoso talento de l ' t 'm'uidcz y (lonzález, esa parte dt l píldico que admirü, n;;;s por referencia quo pui- c; iiocin.'ic.i.lo propio, las grandes do en de su tn leutoy la.'5 condicione.s exlraordinn!ÍM,=i(lc HU füntíibía.

La hei'nn'íi novela de Eerníiiulez y González, que cuc^'a ^ -S p scfris en las librerías, pun'in reuniría comploía los lectores de E L L I Ü ' I'.AT., eu pocd mári de dos meses. IvAil es, ])or consiguiente, recomendar las vci:l;^.j^n de e.'Jte ofrecimiento ó los lecloris de nuestro folletín.

A idos los que ss sii.scribaii desde hoy Iiasta cl 10 del I actual,se les dará gratis todos los foJloMiics de JÍL COOI-

N S R O DE SU Mi\,J.ESTAD que van pablicados. k.^rt-itVSEOOnKKiafflKyrjtffi.^'iJ.íi.W'-w^wy •.•.•.s-.r>r*»V';.í*w*-ír.iii._. ,- ••" ^.wwWí.:-^«p'^' ,-,;:*'.-!.'.-«if»í!;sr.'.«»'i£!!i»

á cnarerda olireros !1Í8 di.Stilltivci, (¿110

1.6 demás pasiíHiiles, ¡óu por UÍHÍ^ÚU coa-

tin grupo ce tremía con su coirs.'.piüahc: bc confunda con úw l lamar ll alen cej)to.

isio huno, jMu=,''., prsiseo de aociídiftlití, en el fceiitii.o do inauiít?tftación, que se ie atribuyó, tíi el paseo de liecoletos, ni en otro h),'rir nlgiiiio de Míulvíd, ni por ewte conc(!_ilo bav razón para exteiiuerae en innece.s,i;-íoH rciatos.

- - . .—«aWBSSEISJí iaa"

i taek pluma Un pfisad? el día lírriWe sin que-oca-

rra iinda depar t icuiar . Pero no i'.'s atrevemos á felicitar á los

trabajadores por su buen juicio y £u cordura.

Porque, s?gún opinión unán ime de los lainibtevialttí, tan ísutu-factorio resultado se debe únba y exciuáivameute ai G o ­bierno.

y acaso 'eup-nn vx/Jm. Porque v.\ \\:*\}\\ñx\ CÜBÍ .siempre han

sido los goliieruos loa que han alterado el orden.

* * • «

La que anda mal de la vista es La Co-rresfondaKui.

Ayer no \ i 6 en los sitios píibücos más guardias que los de orditiano.

Créanos el cole,'|a... Ntce.íita comprar le ur.Co lentes.

E n cambio, El Correo dist i i ignc. Y notó ayer a l guna vigilancia máa

que laordiuar ia en calles y paseo.'i y ma­yores ¡recaucior.es en los ediíicios públi­cos y cuerpos de guard ia .

E n resumen, que si no es por eso, n i nos enteraiBOs de que corríamos pe l i ­g ros .

Y h u b i é r a m o s a n d a d o t a n sa t i s fechos p o r a h i .

Honr 'ul , ¡nri trniT;;! ' . v.n% vtK i.7v,is á los héri!.'t:!l.'l . '•;>.:"!.• ' : .• ' . 'VO í'X--v^ a h j a r o a pura s:oo)i;¡.: dn líi Mí.ci.üi españolo a loa que i.i.lu!;d:úii !- ro!:í)UÍ:;t!i Kli^i; ( ibü-íaron á trf»f"u:i.;ni'!iv ;^rin.'(>^ ¿i !o!j soblü'loí! de liiiüiii'u !',(• ;^•'•• nf ' ¡ ' . i f"! í'o (•!! i'I porv'Míír d'j !H i':!!f' ;: ;;: ¡'•r;;::!>>s (ÍH (••^xwvm sil se­pulcro (¡e n s Vii;', (IÜ .'oo tal í-j; ;ir¡,M0 II. í(i,3 pro?"'!:-"; y a iu-i ¡\¡;i;;-ní: ;;i'iv'iriíi<;ji''rt!

AíV-i;'-'-/i>.!"'•':iyo'ío l;j.;2.--Vi¡i:..t¡o a l ­ca lde , AU'irl'i .'i';,-;.»/'?.

iislfys arüÉs eo el extrijero El Sr. ;r/}ós

También en el ministerio de Marina se adoptaron ayer precauciones.

Por orden del ministro asistió á las ofi­cinas todo el personal de la Armada , que presta servicio en Madrid, desde el a lmirante hasta el último oflcjal.

Pues todavía se quedó cortó el g e n e ­ral Beránger .

Otro hubiera mp.ndado venir al M a n ­zanares la escuadra del Mediterráneo.

Ayer tarde estuvieron en la corrida de toros el Sr . Cánovas del Castillo, los m i ­nistros de Fomento y Ultravuar y el pre­sidente del Congreso.

Esto» que viera un colega y que ma-rezcan citarse, porque estuvimos m u ­chos más .

Pero , en fin, esos cuatro son los que más envidiarían á Lagar t i jo , despuós do la muer te del quinto toro.

JMcs ])arece que le;; eslauíos oyendo: —•¡Cómo le aplauden!

El bando del alcalde Madrlle&oí

Ha llegado el día de honrar ia memoria de los hombres que sin más escudo quo el de suti pechos se alzaron contra las legiones (le Napoleón, ante b.s que habían Sucumbi­do doapuós de rudos combates numerosas gentes.

Kadie creía entonces posible enfrenar la ambición de aquel genio de la guerra que eclipsaba las gloria;) de César y Alejandro. linfrenáronla nuestros padres enseñando al mundo lo que puede el heroísmo de un pue­blo. Aunque los vio vencidos y diezmados, armóse Kspafla y. donde no derrotó al ene-migo, fué á cortarle el paso en las gargan* tas y las cumbres de suís cordilleras.

iiegiíao lioio, parcenei/iv..*.. «i í«g¡mi«nto de caballería de Nurnaucia, quo Buaruecia & Pamplona, entraron éstos en relación el joven Lorenzo Póroz Hernán, otro de los procesados en la cansa, cou quien frecueu-taroii \ns twberuas y demás aitioa püblicos de Miranda. En una de sus correrías por el pueblo, encontráronse con el recluta José Canales, á quien el cabo Bazares cogió el portamonocfas, quedándose con parto del dinero que en él halló.

A las protestas de Canales contestó el ca­bo, amenazándole con el sable, tirándole al suelo, junto á un ribazo, y conduciéndole después á la orilla del río Ebro, al cual le arrojó violentamente, ayudado, segíia pa­rece, en todo esto por sus compañeros.

Cayó al agua el desgraciado Canales, y en vano trató de forcejear, dominado por las íiníias de la muerte, para salir del río, puo.sto que se lo impidieron los sablazos y pedradüs que desde la orilla le asestaban sus verdugos, sin compadecerse de las su­plicas que el infeliz les dirigía 6 cada mo­mento, dicíéndoles: «jPor Dios, no me ma-tóisl», hasta que, falto de fuerzas para sos­tener aquella horrible lacha, perdió la vida el infeliz.

Kn su cadáver, después de practicada la autopsia, so encontraron varias lesiones en ¡a cabC2n, producidas por golpes de sable y piedra, .siendo de opiuión los por¡to,«i médi­cos de quo la muerte había sido producida por dichfi.s le.Rioues y terminada por asfixia dentro del agua.

LR ranliilad robada al infeliz Canales so haco aucoridcr á 7 peseta,;, que tenía en su poder como resto do las 10 quo le dio su anciano padre al despedirse de él antes de ser incorporado al servicio de las armas.

Los criminales, después de realizar su delito, se entregaron á la más desenfrouada orgía, recorriendo y alborotftuUo las calles de Iti población busta el momento en quo fueron detenidos.

El cubo Beaarcs, único condenado S muer­te con motivo de dicho crimen, ha obser­vado durante su estancia en la Cárcel de Hurgos una conducta tan ejemplar, que llegó á cnptiu'se la estimación de los em­pleados del referido correccional.

33ÍBO»

1,0? sin

líS

LCíuno.-i nu Ki ¡101 ióil¡co.s iiigieiies loa más Cíitu.s;ia.stu.s Í;!(>!,;ÍIK'J do nuestro compatriota Kr FcriiámU;/; Arbóí?, prol'c-sor de vioiín del Conse.rva'.'jrio Nacionn!, quo ahora se halla dando conci,';rt.r;ií on Ins principales pobla-GÍono.<i dol Uoino Unido.

I.u oidnióii de b>s in(,eligentr-s ha sancio­nado la fuma dol .Sr. Arbó.-), «ol biün vonirto en todns bis salas do coaciertiM.; y no ha fc.Uiido ciíticü quo, iniiuiiniiilo la idea de roümpltizur «1 (^cioi'i'c mu..sl.ii Joacíiim, cuya edad os ya avanzada, haya afirmado que quien tieñomá.'i iirobribilida'loa de .sus­tituirlo os el joven profesor cspiíño!.

Lo» Popular üoneeriü íiltiinamente ce­lebrados en l,on(lreíi,en Haint Jamos'a Hall, han producido nmi vM-dadcra exploaióudn ologios. líl Dailij Telc;iraph, hab'aiido del hermoso qnintotn e» do nuiyor, do Ib-otho-vcu, cuya parte de víolín (¡¿.ücmpoñó el so-üor Arbós, dicequ-,' «aun el mismo Joachiin no ha tocado ol oiii.íüiiio molódico que por dos veces rompo -A di SÍUTOUO do! final, con más bellcKa ilc tono v más encanto de ex­presión». Uodricndos • luego »1 preludio y fuga en sol menor do Hftch'pnra violío snlo, que también figuraba on el programa, aña­de que ol 8r. Arbo« uiü.itró «un raro domi­nio de los recursos d>d imitrumento y una real penetración del espíritu de Bach, tal como era de esperar do uu disvipulo de Joachiin».

Por su parto, el Morning Posi ofcribe: «El gran atractivo del concierto popular del sá­bado fué la presentación del Sr Arbós, Bsto nrtista admirable pertenece á la escuela de los grandes violinistas. Discípulo favorito de Joachiin, ha aprendido de ésto el arto de interpretar las obras de Juan Sebastián Bach, y su ejecución del Preludio y fuga en sol monor, fué, en todos conceptos, exce­lente. Vo hay en él nada do esa inanora se­ca y cortada que muchos violinistas piíiU-snn nnc. debe adoptiu'.'jo pura ejecutar las obr«3 del inmortal corapo.iitor. estando, adetnás. libre de toda exngeraclón. Y aun­que .so le conoce aquí urincipálmente como interprete da la müsica llamada estricta-mciito «olñfíica» , e! Sr. Arbós se halla jjjofiuiunt'j como en su propia caR» en el eBiilorirv,.- romántico, y puede contender con el pi'.ii.io Sr. Snrasate, en la interpreta­ción di' !?..< Darisas ef-puñolas da 03te ül-tinío.»

]>f.«P';6s de Juicio tnn habE^ü-ño y que, dada 'n .-.'criodud do los criticüí ingiones no puedo achacarse ú mero cumplido y lison­ja, no nos iO!-fi ;< tiosnlrt.s sino ÍVdicittirtios

¿x!lo de un artista que tanto ña y al Con.'icrvatorio Ka-

dtíl gron()io.S'j honra á lispañ ciocal

[Ji feo k Bú Ayer salió do Logroño una comp.iñín del

regimiento do infuuturía do Largos para conservar el oriicm ou ,Mir¡inda, de fíbro du­rante la ejficucióu dol roo B..;xara3.

También ayer llegó á Madrid una Comi­sión del Ayuntamiento do MirainU do libro, presidi<ia ¡lor el alculdo, que vioue á ges­tionar e! indulto dol citado reo.

Kl delito se cometió, como acaso recuer­de el lector, del modo siguiente:

Con motivo de haberse constituido en dicha villa do Miranda la Comisión recep­tora de quintos, eu laque figuraban el ca­bo Domingo Bczares y el soldado H«rine-

(l*or (ci<>(;i'nf«)

idido que la guardia del

Concurre, sin embargo, un grupo d^ obreros extranjeros, entre los que m i "-'ef^nan que hay varios espuBoleo.

Las aceras de las calles, los balcones y los terrados de las casas, están atestados de gente , que vitorean y saludaron á los manifestantes.

E n las ctlles que recorre la procesión viven las cases acomodadas y ar is tocrá-ücas, que a c i d a s é impresionadas por la majestad <€l espectáculo, por el en tu­siasmo de las masas y por ios aplausos de la muchediüibre, aplauden también, siendo ruidosanente contestadas por loa manifestantes.

E n todos los ruces de calles se han establecido mnvmerablés coches y ¿la-nibus , atestados « espectadores.

L a procesión eipezó á entrar en Hyde P a r k á las tres en^üüto.-Jge^idor.

A las cnatrv de la tarde ZonctP^ 1.» (7 t )

. E n Hyde Pa rk se ht, levánta lo d i e ­ciséis plataformas.

Las ocupan por el sigiente ordetí: Número 1.—Litógrafos

2 .~Tapiceros . 3.—-Picapedrero 4.—Cigarreros. 5.—-Constructores botes. 6.—Trabajadores ^ g-ag. 7.—Tipógrafos. 8.—Trabajadores ei>,s Decks, 9 . - M i n e r e « , exclUframentfe.

10 y 1 1 . — F e d e r a d t . ¿jimj_ orática.

13. —-Asociación Aicél 15. — Comité de UQQIJIJ

A las onc3 de la maíiaua Londres l.''{bt.).

EmnioKa l.«i concentración de las cor -Puiacionos .socialistas en los grandes parqm-K de los extremos de Londres.

J:lo iicndi<lo ú Lundun Fie!d.s, en donde se reúnen los de lo.-i barrio.-? del E.-te, y el biiJiício y ia ':o¡ií'!U'rencin ,soa iuuicn-EO.'?.

C;diM'iljií:e en unas 20.000 personas las que foriüíiii «• ía ]i.-oí:e,-ii'.i>, que con bañ­il ÍÍ')¡>, (T i;ir.!'ii-rvs c0!i cótidoj é inscrip­ción;'!.! y lililí i'--!.-, póncíic en uiovirnievito Tüira e? iuiibfM'keiiieut, dthiendo pa.sar por la (J^ty.

l ie vi.-do a./iií po-a ¡loiicia; e! núcleo de é.sta vigila ios ediíirio.-í ríe la l lamuda Ciudnd, que, por ¡.u'r'üiade licita, están cerrado.^ y pudieran ser objeto de un ati.'ntado.

'J't));J'o erit'-'ndiao q Banco d;; Ligdalerr;.! i iió reforzada ano c".e, :d b;i''¡ ¡10 prcd-- cütci'nr.se de ello el público, por hallarse aquélla en el in­terior drl eiiilicio.

Si el gobierno ha tomado precaucio­nes, preciso es convenir en que no se notan; á j uzga r por el aspecto genera l , no hay temor a lguno de desorden. La opinión j)úbíi';a conña, también, en que no se turbará la tranquilidad.

A la una do la tarde Lh^TO al Embarkemcnt . Auai'fcen y.'t íoruiadas g r an parte de

las (•(o'Dora.cione.s, que acuden á ia m a -uiíe.sÍL'.cióu.

Di!^''':S el puente de Black Friars, fren­te al íl(.'tel iíoyal—cii'cunscripción de la (j j ty—hasta e'l puente de We.sttniíi.'iter, fronte al Palacio del Parlamento, la con­currencia es grandís ima.

Las corporaciones y organizaciones van colocándose ordenadamente unas otra.=, á medida que van llegando: for­man dos fila."», un.a frente á otra. Los de á calía lio y en coche ó carros ocupan el ceiu.ro def camino; los de á p ie lorinan de ocho á diez en linea.

Continúan el orden y la confianza g e ­neral .

En Blacks Fr iars , en las inmediacio­nes de Chari i ing Cross y en el comienzo de la formación, 6 sea hacia Wes tmins -ter, la policía se halla icpresentadn en n ú m e r o suficiente, pero sin ostentufúón.

Los ferrocarriles, ómnibus, tranvías y coches, son insuficientes para transpoi lar el inmenso gentío que acude á l i j á e P a r k .

Por lo que ya puede calcnlarse, creo que la manifestación alcan;:ará la i m ­portancia del año pasado.

Á las dos de la tarde En este momento se pone en inovi-

micnto la manifestación. líoinpen la marcha ocho iiidávidusn de

cuerpo de policía á Cabídln. Les sigot-u hsjbreslers, también numíadns.

A la cabeza de la pruc-.-;'oi marclüMi los trabajadores de los .U(;ídír5, s igu iéndo­les los canteros.

A soi^uida van de?,fJ!ai)do las demf-s agnipHciones con orden perfecto, ];r:;-seutando el e.spi-ctácnlo un golpe de vi.-i. ta verdaderamente maravilloso é lu\:-j~ líente.

Van desplegados y flotíindo mh>i de 1.500 b-iudei-íis y estandarted con lo» e m -blemar. alegóricos correspondieute.s á ca­da organización: las bandas de música f<e ruceden con gran frecuencia, ejecu­tando muchas de ellas La Marseüesa; no se oye grito alguno subversivo, ni m u e ­ras; en los semblantes de los manifestan­tes se revela alegría y .-iatisfacción, como n hubieran conseguido y a sacar t r i u n ­fante la jo rnada de las ocho horas.

No han suprimido este año el estan­darte cou el retrato del cardenal M a n -n ing .

A la procesión asiste la representación oficial de los socialistas franceses; los alemaneslM ban excusado^

»

12 14

horas legales. » 16.—Sociedad B'abiáü y (^j_

siouados franceses.

En cada plataforma hacen uso di j palabra dos oradores, excepto en la u mero 16, en que además hablan varli extranjeros.

Hasta mucho tiempo después de ocu­padas las primeras t r ibunas, no habí» entrado en 'Hyde Park toda la procesióü, en que figuraban varios curas y pas to­r e s .

También se hallaban en Hyde Parfc todos ó casi todos los embajadores y cónsules residentes eu Londres.—if*^/-dor.

A las siete de la tarde Z(3«¿f/wl .»(9n.) .

Se somete á anrobacióu el acuerdo pi-> diendo á los Poderes Públicos que limi­te á ocho las horas de trabajo, y el ccm-.? proiniso de no votar en las elecciona^; par lamentar ias , sino á candidatos que acepten dicho límite.

Este acuerdo sc votó por 1.530 r ep re -seníetnle.s, eiilre grandes aplausos.

La 'Irados Unión, la Unión de las Mu< jeres y la l'"ederación Democrática, pasa­ron ademá.s otras resoluciones análogas, acordando que una diputación solicita personalmente el apoyo de los minis ­t ros .

En el acto se disolvió la reunión con el mayor orden.

Todo el mundo reconoce que el sistema de libertad inglés tiene g r an super io r i ­dad sobre el adoptado por la generalidad, de los países, que encierra eti edificio» esta cla.se de manifestaciones.

El e.spi^ctáciilo de las familias ar is to­cráticas de í lyde Park, mezclándose con la inmoii.ía multi tud obrera, como en nuestra popular romería de San Isidro, fraternizando todos y todos inspirándose en un sentimiento común de justicia, es verdaderamente consolador.

Forma, sin embargo, extraüo contras­te que cuando el obrero necesita hacer tales esfuerzo.'? para reivindicar sus de­rechos, el capitán Verney, corruptor de menores, y mistres Osborne, hayan sido indultados y se encuentren en libertad. —Rcyulor.

Últimos pormenores Londres l." (9-30n.) .

Olvidábti.seme decir que en el meeting se leyeron cartas y telegramas de a g r u ­paciones de diversos países adhiriéndose á los acuerdos que se adoptaran, y que la del partido democrático alemán l l eg í ¿ últ ima hora.

Debo añadir también que la policía ha secundado admirablemente la o rgan iza ­ción y el éxito de la manifestación, y que ésta ha sido mucho más numerosa que ia de años anteriores, pues se calcu* la que no han bajado de 7 0 0 . 0 0 0 los manifestantes.—/íej^íífoí*.

spÉ flfi la p a t o La fecha del 1." de Mayo, la peticióá

de la jo rnada de las ocho horas, ha tranl** cu n ido en España y en el extranjero, por regla ¡f^eneral, con entera paz.

E l «1.° de Mayo», de institución socia-, lista, acordado corao fiesta internacionaj en el Congreso de París, A medida que pasan los años conviértese más y más en el empleo de una propaganda de todoa los tdjrero;; de la tierra, para conseguir de los Gobiernos ^ue establezcan come condición necesaria de todo contrato de trabajo las ocho horas de jornada.

Si en los primeros años, por la falta de prepai ación, por hábitos de revuelta de los partidos politices heredada, pudieron origiiiarss disturbios y la manifestación mejor orguuizf'da degenerar en tumulto público, debe creerse, por el teitimonio de los hechos repetido ayer , que los obre­ros se educan para el ejercicio del dere­cho, para conquistar los medios necesa­rios de influir en el poder público.

Percibiendo con sentido claro la reali­dad los obreros, cualquiera que sea eJ sistema .-íocialista profesado, ponen s in -

f ularísinio empeño en separar su causa e los atentados por medio de la dinami­

t a . Eu sus discursos, desde Berlín á Bar­celona, condenan las explosiones. Al fin; en todo el movimiento obrero de E u r o ­pa , están acentuados y más que esta exaltados los principios del más extraor­dinario amor á la humanidad . Si en to^ dos los Congresos obreros (Je Europa y de América se ha condenado la g'uerrí entre naciones, se ha condenado la a s e . lacios k i« Aien« «n todas lai contíeo^^

Page 5: es EL PERIÓDICO DE UM CIRCULÜCION DE ESP&RJl MM fj8 aÉlas ... · Parócerae oirlo á la puerta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo

iScCimü licbinn (Je mantener ning-nna ola-Be de solidaridad con los dinamiteros? "'

Gobernantes y obreros deben tender á regirse por la ley, que fué siempre me­dio de soliición ])ura los males sociales, ÍTóbernatites y obraros, deben tomar co­mo modelo A ese pueblo libre, á In^j-la-ter ra , que tiene como la an t igua Roma en su tiempo, mayor el sentido jurídico fle la edad actoal. Gobernantes y obraros, deben peüínr un moinento en que el «1.° de Mayo» iiarió al calor de la Exposición Universal de París , fiesta del trabajo y dé la paz.

El telégrafo Servicio particular de El LIBBRAl

INTEIIIOR B^Abra en Albacete

Albaceie 30 (U-65B.). Celébrase reunión teatro Circo, extraor­

dinario gentío, numerosas damas, gran en-lasiasmo para escuchar Labra, detenido horas para aceptar almuerzo abogado Al­cázar y fluludar republicanos zorriilistas, centralistas, posibilistas y federales coali-

f ados. Alcázar, de Albacete, y Francos Ro-ríguez, de Hollín, hacen presentación con

e ran elocucn'-'a y aplausos Lsbrn soluda-iSo doble salva ResiJino impresiones viaje que acusan rcunciraiento poderoso republi­cano Ueconoce ültiuios progresos ley polí­tica, para recomíiiid«r su aprovecbareiento. Niega compatiljüidiid octual monarquía Irrel^Dfmablc con dcmoeracia que compara con la monarqnia de la Constitución del 69, Intcgraraeiittí reformable para concluir que tn nada se parcceu. Conviene en que 4 ve­ces la monarquía se concierta con la demo­cracia más pasajuraraoiite y Juego viene la lucha de ainl as y el desorden.

Sefial!) mix-|¡ncftcioncs sufragio universal ror conservadores? y proj'ecto reforma Có­digo penal corno demostración & aquella in-Compalilüidad y recuerda fracaso monar-Cuiu 70, ¡i posar sinceridad rey y demócra-las. Adiic • vfsistcncia monárquicos Bélgi­ca, Italia, lugluterra, a! *ufrH(;io universal y sostiene nc(;!s¡dad rL]Mii>i¡c»iiuM dar ga-rontias iiaí.=! Grandes y ropotidos nplmiso.fl. I'Bbra salo del teatro para ol ferrocarril, donde le despiden muchos y lo acompafian É Alcázar San Juan Comisión republicHUOS Albacete.~£¿ corresponsal.

cEjclicngrln» r n Sevil la

Cepilla l . ' ÍS t . ) . La ópera Lohengrin lia tenido en el toa-

tro de San Fernando un extraordinario y ruidoso éxito.

Las scfio.niíi.í Mendiorozy Stlial y los se-Boros Do Wiiiclii .y Ta'jiiyo, han sido llama-ílüs muolu!.s vccCf á e(..Ct;i¡n.--5'.

^untn t'.fl <l\'r,sí> r s t ^an fle!(n«ílAn

SanSehaslián\.°{i,it.) En le reunión de la .Imita provincial del

Censo, el abogado >Sr. Martínez AñiLiarro, ha ptoiiuiicinclo un elocuente ílificur,'?o de-fcodiondo til alcalde de e.sla Sr. Lizaril-iiny, *«U.va cxcluñión de! Cei fO se pidió consido-

íidole ciuíiMJuií'i riMícéf!. jjOK docuinoiito.'; (¡ur. iiie.'fpn'ó e! Sr Mar-¿V. An':lrj-r(',c!Ó:'."e (¡ue. daiaii motivo á , Hjau.-f» piir, f.ulsíMiíid en riocüinenl.0 pú-'^"-'DüIrM (•! r.i,.,! .(!;i:io frfl¡i..-o.-4 (JUB firmó *' ^<5>.>y¡,...;,,) (..jijjri, ol nlr.a!(|e'--/\'?ña.

Sí!". Sebastián I" [\r)'¿i)r\.). Ln Jrv ..rovincia! de! C-.'wn. .Í''<'!¡;i63

¿p diKCur p;r ('.'>n:iC,Í0 d e \\¡'S !: ar u¡,M;iiini;Ja.i c:: ciudadtui'i cípai^'

y ine-rar al dJH, hCor(

flcalde ("O toe comen iniícijo este rcgyitndo__p^yj^

1 I reo Bcíiflcc.i

. Miranda X" 'Simt.), Lfi redacción., i^ Veidud m nombre

del pueblo do 5,,ida, reinita hoy una ex-posición a la rpj con miHf.re.s de firmas.

; aolicitando el iU4to del reo Domingo Dc-: zares. "

Mogo ol ejecuto Tambiin ha llegado fuerza de Jiifanteriagí puoUo eelá coiis-loruado.—/'o/-r«s.

Santa Cru3 de 1 xeriíc-,." {f>t.). Hoy se ha iiiangurado-g Ks^osifhíii de

•agricultura, Industria y min.g/rte.s or<ra-nizada bajo los auspicios \e lagocied/d Económica. . E l gobernador civil enahció ata» lo-

cbas paciflCHs del trabajo, oi, ctimBí,,,, con el espíritu anarquista de itiaai-ovin-cias.

La Exposición lucidísima. Iratftl^„„gg i brillantes. Numerosa concnrrciria.; IBaananay pasado habrá grar.

..'conraemoracjóu de la conquista da Ufe.

En ©1 mes de Abril entraron en este p, lo 95 vapores.—if/ corresponsal.

, Vii|ior «JaMiinía IMcloso»

Cádi*!." [9 ion.)

es fie'JÍ";^; l e -

La fiesta del 2 de Mayo Como todos los años, formarán hoy ]««

tropas du la guarnición con motivo do la solemnidad que so celebra.

Los cuerpos del ejército vestirán de gala y sin mochila

El desfile se bará en la forma siguiente: I ." El regimiento do sitio que da la escolta á la comitiva y que habrá hecbo alto cuan­do la presidencia de la comitiva haya en­trado en el local donde se encuentra el Mo numcnto. 2.** La brigada de caballería en columna por soccioues y al paso. A conti­nuación la división de artillería, «j» colum-

£ L L | B S R á i I i 5 «! \tmM na de ettociones, también al paso; y por úl­timo, las divisiones de infantería, en co lumna cerrada por compafiias, y éstas en Cuatro ñlas, llevando tudas las armas los guías á la izquierda y saludando los Jefes, oficiales y banderas a! ¡msar por delante de laprosidencia déla comitiva. La infantería dcsBlará con el arma sobre el hombro y al paso ordinario.

Los cuerpos da Infantería llevarán entre si la distancia de veinte pasos y las músi­cas y bandas no tocarán hasta que el cuer­po que las antecede no haya rebasado la presidencia de la comitiva. Las bandas de cornetas irán reunidas y á la cabeza del primer batallón.

ÍELEBRiliíS OE Li NOCHE EXTRANJESO

Desórdenes eu Marsella / ' a r í s I.• {9 45 n . ) .

Al meeting celebrado en el Chaieau des Fleurs asistieron unos dos mil individuos.

Hablaron diversos oradores, entre ellos el diputado Aristide Goger.

El entusiasmo que reinó fué grande. Al salir los asistentes del meeting formá­

ronse varios grupos, con el intento de cous-tituir una mauiftmtación.

La policía procuró disuadirles de este propósito, pero no consiguiéndolo por me­dios pacíficos, la caballería cargó sobre los manifestantes, dispersándolos por el mo­mento.

A continuación se hicieron varias deten­ciones.

Los manifestantes reuniéronse nueva­mente delante del Petil Procenzal y el Pe-tit Marseillais, apedreando á la policía.

El desorden fué grande, produciüudoso muchas carreras.—/¿«ía/Ia/ís.

Temores en Lyón Paris l . ° ( 1 0 n . ) .

Circula el rumor de haberse adoptado ttcumuua .ivw.^i..-.« i~ »e„nióu Booialista veiiflcada en la sala Mnrcüin-.

Obcdiendo sin duda á estos acuerdos, las masas so rouueu ou las plazas Pout y Jaco-bines.

Los tranvías han dejado de circular des­de las cuntió de la tarde.

Las pnorta.s do las Cafas han sido cerra­das al anochecer.

Acaban do telegrafiar que la iuquitítud auDHMita y que los grupo-s do obreros con­tinúan engrosando,

tiü temü quü la colisión no so haga «.ape­rar.—ifato/a</ís.

fíü la Sala Fiwio.-Escánílalo Biayúscuio.-Diislo m pro­yecto.

/ ' a n s í . » (11 n:). Ss ha verificó do la rcuuióu socialista en

la Í-Jala Fuvie iil peninsular Belleville ha llevado al si­

tio del meeting infinidad do pasajeros. Lo» que jbuu á pie marchaban eu grupos,

consUioyendo una munircstiiciün. En \a.i proximidades del edillcio la gen­

te coir.iuleliti Ittu iiuuUiias adoi.'taday por el gobicriiü. Ueiiiit gran traiiquiiiúi^d, iio Ua-liiciiüo resouado ni un grilo subversivo.

Ai abrirse las puertas do la sala, ol públi­co se precipita al interior, distinguiéndose cu esta invasión las mujeres.

Listas se colocan eu la primera fila de bu» turii;i.

La .-ic.'íjün ha sido larguísima. F.iu <.;icgido presidente Dumay, pero le

n . iii;'.i/:ó en la presidencia ol ciudadano Greli. :jier.

Eeíe pidió, y fué acordado, que se nom­brase presidente do honor á Culino, que se-gíin dijeron, espía en presidio los crímenes de la líepftblica burguesa.

GroiLseicr suplicó mucho orden á los con-curíenles, pues do esta manera consfiguiráu e.'í¡)ani«r más á los burgueses.

Una voz grita entonces: «Sacad do aquí á esos espías de Cons-

tans.» Prcddcese á seguida un pequeño tumnl-

to qnc el presidente logra dominar con su cunrgla. Un ciudadano pide que las deci­siones de la reunión sean impuestas á las Cámaras.

La concurrencia aplaude. El ciudadano Allemane manifestóse in­

dignado. «La República monárquica — dice—no

ha autorizado las reuniones al aire libra co­mo en Londres. Esto es un reto. ¡líespon-damos á él!

Do los que amamantamos con nuestro trabajo, continua, podemos exigirlo todo, y sin embargo, sólo les pedimos un poco

Mañana saldrá por primera vez al mar menos de fatiga y mayor seguridad en el >tip<¡r Joaquín Piélago, construido en loi trabajo.» *.stilleros de la Compañía Trasatlántica. El ciudadano Briois, exclama dirigiendo*

Este barco ae destina á la linea de Tánger, ae á los gobernantes: Ha salido hoy el correo de Cuba, que con- «Si no queréis atender nuestras pcticio-

.íluce 118 pasajeros.—i'an/oniá.

Bflüfuefe republ ieano

/ * ' Granadal." {W-bOn.). f La tranquilidad ha sido completa en la DpblacLóa. No so ha celebrado manifesta­ción de ningün género.

! Kn el Hotel Washington se ha verificado i on banquete de trescientos cubiertos para jcelebrar el triunfo del Sr. Salmerón en las I elecciones de Gracia. • Él jefe del partido, D. Antonio Occte, in-

I Vitó a los demás partidos republicanos, asis-[tiendo solamente el federal.

Pronunciáronse notables y calorosos dis­cursos, predominando la idea de la unión republicana. Brindóse por Salmerón, Cas telar, PI y Zorrilla, á quienes se dirigieron

¡telegramas da felicitación. Grande entusiasmo. Orden completo.—

Toltdo.

Dt i& Agencia Fabm Vranc la

' PARI8 I.'—Se ha aplazado hasta el Kiiérooles próximo el traslado de Eavachol f Uontbrlso.

H"sta entonces permanecerá en la Con-íerjeria, donfle es objeto de activa vigilan-

'iclí-! 8e han adoptado medidas especiales para , Impedir cualquer tentativa dé evasión.

P A R Í S 1." (10-15 n . ) ._En Aviñón ha triunfado la candidatura municipal de re« jpoblicanos católico».

PARIá 1 ."—AQUÍ no hay elecciones mu UlCipalcs; pero sien los pueblos Inmedia­tos y eu casi todos los departamentos. La mayoría s«rá seguramente republicana.

Ing la t e r r a LONDRES L» (10-15 B . ) . - E U Wolwich ido ettoeutrado Junto á las tapias del arse-i Qn saco Ueuo de materias explosivas.

lea, llegaremos á la época de los conflictos ritando ¡Viva la Communef» El marqués de Mores, que estaba inscrip-en la lista de oradores, sube á continua-•3 á la tribuna. ¿publico prorrumpe engronde» protes-**el tumulto esíiidescriptiblo.

concejal Oliauviere interpele vlolentu-r?i3 al inarqués de Moses, cruzando con "*' *.bras de insulto.

"lera los burgueses! ^ iui no hablan más que los obreros «ísjjidl

p,,'"lUPremos oir á gente pagada! ?,. ndalo resulta mayúsculo.

iu^L»s ti presidente procura dominarlo "ÍT,"^ ndon» la tribuna.

vot«cW>«"*f„ f f l « t e ^ " ! „ « ? P°"?^^^

per

j " i r 'se lo concederá ó no la palabra. „ J J inda un resultado afirmativo.

és de Mores había ya salido de la salftl'jT , . í "P!!^Qento ha designado á los scflo-

nombra u t<5"" ' " . P " * «1"° P^^^° °" «" ChTuvfero/^Pa''^'''^^" P " ' " «™»'' '

«« H?vPK»9 «9c4"dalo descripto votaron-reunión cprc?e« "el día, terminando la

Ernüblfco á'»" "^'^ ^^ '» t ^ d e . la Carmanola.<l°n« «> ««í'flcio cantande

J^^lnT^^nnolk- dice como síntesis del

de''ia!4iÍFavir.\,j'f;;i; ;;«« '«• p°«'t" Tres petai^ en Lieja

. • (Un . ) .

Tranquilidad por hoy Par f s l . » (11-20 n.).

En San Quintín reina absoluta tranqui­lidad.

Sin embargo, el regimiento 87 de linea y el 5." de dragones, están preparados para salir «I primer aviso.

Ahora tiónense temores de que ocurra algo mafíana á las nueve.

El general Saussier, después do manifes­tar que no necesitaba ya las tropas, pasó al Eliseo, dando cuenta al presidente' de la República de la jornada de hoy.

Mr. Carnot felicitó calurosamente al ge­neral,—/^«fít/ÍMí/s.

Lyón tranquilo Paris l .»(l '2-í0n.).

URGENTE Las últimas noticias qiio so reciben de

Lyón Rcu-sau comiílota tranquilidad.—fía-tajtutis.

Tranquilidad en Portugal Liiiboa l .°(10n.).

Las autoridades han prohibido los mee-iings en Braga y Sotubal.

líu todas lius localidades se han celebrado las manifústaciones piícíflcamente. —/Ja-

Besordeiios en üolonia Roma l.«(9 30 t . ) .

Sa ha recibido en eeta ciudad la noticia de que UDGS üO individuos han recorrido las callos do liüionia.

No se sabe de donde salieron ni pertene­cen á ninguna agrupacitíu nocialista.

Por el número tampoco .se puede supo­ner quo intcularan lícrturijar seriamente el orden público.

Los citados amotinndí-is recorrieron las calles, rompiendo íaroks y escapfittitfcs de tiendas.

Ila3' ocho presos.—C

Be Fabra Bruselas I . "

Sa lia intentado hacer ¡-altar con dinami-t a l a casa del burgomuefetre Mr. Auolm. Los daBos han sido poco íin]>ortautes.

Bruselas l . ' f lOn . ) . Han ocurriíJo dos oxplosiünea de dina­

mita cu Cíaa lia un senaiior, causando ucs-trozo.'í .Mfitcrialrs de, in.iclia entidad, poro .sin ücaüiotiar d(?ygiaciaíí per.-toiíale;-!. Se dea-conoce el ii.ü,il üc t.-jlUi- ..:i.iuíiui\'iCá ütenta-djH.

Cuando empezaba á dosvani cerso la opi­nión de los misuius, una tercera explosión ha venido a aumentar el pánico del vecin­dario.

PEOVmCIAS üiia bomba do dinamita en

Barcelona. — .La Sociedad anarquista de cnríidores.--l a carbonería de la calle de Jaime Giralt

Acaban de t o l e g í ' * ' • „ . - . , . . , han estallado tres W.^^'^L^').}'^!^ nador belga, Mr. sé lg i ' «» «•"» ««' ^^'

Fcltan detallos de c i . , . . „ , ^ tía, nceeo.—fírtíí^/ÍH •

Barcelona 1." (fi 40 t . ) . Detrás de la puerta de la casa carbonería

de la calle de Jaime Uiralt, número ;J3, el hijo dol carbonero ha encontrado unu bom­ba de dinamita quo pesa máa de dos Jdlo-gramos, envuelta en un paño do merino negro y con la mecha apagada.

Padre ó hijo so apresuraron á entregar dicha bomba á las autoridades.

El Jefe do orden público, .Sr. Freixas; el inspector de policía, Kr. Pons, y tres Hu­meros, se presentaron inniodiatamente en la carbonería, sin poder averiguar quiénes sean los autores, pero sospechando que pro­cedían de la Sociedad anárquica de curti­dores, sita en la misma callo y en el nú­mero 35.

Fundados en estas sospechas, se presen­taron en la mencionada Sociedad anárqui­ca, viendo con sorpresa que á pesar de ha­ber sido cerrada hace tres dias por orden gubernativa, estaban reunidos cerca do cuarenta anarquistas.

Al ver á la policía trataron de escapar to­dos, en medio de la mayor confusión, con­siguiéndolo algunos y siendo detonidos dieciocho anarquistas, que inmediatamen­te y atados fuero» llevados al gobierno ci­vil.

Entre los presos se dice que hay caracte­rizados anarquiatas á quienes pcr.segiiía la policía, no habiéndolos encontrado eu sus doiniciüos,

Los aludidos Freixas, Tresols y Pou se multiplican para evitar la alteración del or­den público.—/üfco.

Precauciones extraordinarias en Barcelona

Barcelona 1.» (11-55 n , ) . En este momento mo diíjen quo se están

tomando procauciones e.Ktiaordiuarias. Acudo á los centros oficiales para averi­

guar si se temo algo esta noche. Por mi parlo puedo asegurar que la clase

obrera no hará absoUitaiíicuto iiüda iicjíal. Asi mo le dicen per.JO!ias Císractorizadas

do distintas agrupaciones obreras,—/¿«co,

Resnmen de la jornada en Barcelona.— Tranquilidad. —Precauciones extraordi­narias.

Barcelona 2 (1-40 ra.). .Se comenta que los nifeting'i y las vela­

das de hoy hayan estado tan'poco concurri­da.'', reinando la frialdad, exceptuándose el meeting en que ha hablado el compañero Llunáfl,

Esta población ha presentado, durante todo ol oía, el aspecto do loa tiempos ñor

males, habiéndose permitido á los soldado* que salieran á pa.tear.

La opinión pública cree que seria conve-nient^e que se pusieran on libertad ensegui­da á la multitud de obreros encarcelados estos días, sobre los que no pesa ninguna acusación forma! ni cargo alguno, en vista do la actitud pacífica y digna observada por los obreros barceloneses en el dia d« hoy.

Este acto del Gobierno desvirtuaría el mal efecto producido entre las clases tra­bajadoras, por detenciones calificadas de injustas,—A'í'co.

Barcelona 1." (11 -50 n . ) . He recorrido los pueblos comarcanos, y

en todos ellos reina tranquilidad completa. Los telegramas que recibo de las pobla­

ciones fabriles de la provincia, coinciden con las noticias oficiales, que acusan orden absoluto en todas partes.

También be recorrido las montañas veci­nas á esta capital, viendo numerosas fami­lias de Jornaleros que, aprovechando el dia primaveral, celebraban la fiesta obrera me­rendando al aire libre.—ÜÍ'CO.

"Me«ting„ en Manresa Afanr<;«al.»(9n.).

En el meeting socialista ha hablado Pich y Creus, exponiendo varias consideracio­nes á propósito de la fiesta do hoy.

Asiste al meeting regular concurrencia. El compañero Uoíora termina el acto ma­

nifestando que no han podido venir orado­res barceloneses, corno esperaban, por difl-cuitados de última hora. Orden completo. —Rubio.

Otro "meüting,, en Manresa Manresa l.*(C-20 t . ) .

El meeting do la agrupación Él Pacto Libre, ha sido importante.

La concurrencia ha sido numerosa, y han pronunciado discursos los compañeros Vh ves, Carreras y otros, explicando lo que significa para ol proletariado la fecha de lipy. El Cümpaüoro Fontanuls, en un fogoso discurso! ha censurado las priaione» hechas en Barcelona y la conducía dol Gobierno prohibiendo las manifestaciones. Con gran vehemencia pinta el cuadro de la miseria que sufre el proletariado.

Los obrerus-dice—tienen obligación d« llevar r-au á su familia y para cumplirla deben doíuparccor todas las divisiones. Senrnos unos y ha^í.'hnonos l^iortes contra IB pensecucióa gubernativa, que ofendo vefiínrhpclaiídtcVujUi?. con.fervodores nos violento.». " •'• "ledips

Terminó su discurso {.consejando á íoB obrero-s que respeten á loii gobier«os libe­rales, pero nunca á Ics que persiguen iu-ju.'^ta:)ieiite ni trabajador.

Anunciase una velada pura esta noche. —Rubio.

Temores en Valiídolid.—Amaüáías y(i.//rtf/o//c¿l.»(lOn).

Ha pasado el dia «u tranquilidad abso-l u f f l .

(i'-an número d« obreros con sus familias fueron á conier á k.s prií¡lcr:.3 de S.iu Isido­ro, líuhia. C.Miai y i'üjí.iiüos, rtígre."?aiiüo por la noche.

,I,oB cü¡;U!rciü.'?--c;;in(! v.ñ costumbre—bau e.^t.ido abicrtcfl basta el jneúio dís.

No se hfai re!oliri.(!o meelin^s, ni del ffo-bierno .se hh £í.ili!;ita(¡o p(;rnii.so para céle-br!irlo.i niafirj^a.

iI»ili;nsK fuera do Valladolid los obreros que íiiAg SH djsíinfíuierou en ;u.s maui.fe.sla-ciones del ano |)u.<uíio.

lín alguna.^ ca.süs sa han recibido anóni­mos, anunciando voladuras por ia dina-m i ta.

Jícdiíblnnsis hvs •.•recauciones. Los teatros permanecen cerrados.—ilíar-

tin Fernándes.

Vuelta al trabajo Zaragoza 1. ' (10 lOn, ) .

Seguramente los obreros volverán mafía­na á siLs trabajo.^.

Durante al día no ha ocurrido ningún in­cidente de.«!ngradoblo.--X

Tí'aaquilld/id en Valencia Vnleneia\.'{9 m n.).

Ha transcurrido el día sin novedad. Esta tarde han acudido al paseo do la

Alameda alíennos obreros con rnujuros u hi­jos y gran número de curiosos

Sólo se ha iiotiido la f.uHeiicia de carrua­jes, h'sto aoío de debilidad y miedo ha sido dn rain ente ceninirado.

líl capitíui f.'-eiioral ha paseado á caballo, y el güb..'riif..,]ur civil á pie sia séquito de policía.

líiUiiiozftn á r.nii!r.';e los obrero.-^ en ol Centro donde so celebrará la velada.—A/o-roie,

Anlmaciiín on Gádis Cófto l. ' '(9-10n.).

Reina gran animación esta noche por la calle Ancha, de la Carne y otras céntricas.

Han disminuido grandemente las pro-caucionf>s. parte de la tropa salió i paseo esta tarde.

Kn el teatro Principal ae ha suspendido la función por un accidente repentino en la máquina eléctrica.

Recibo un telegrama de Sanlücar, en el que S0 mo dice que el origen de los slar-mantés rumores que circularon, proviene de la queja formulada por algunos trabaja­dores de los campos contra el capataz, que no cumplía con su obligación.

El alcalde intervino en la cuestión y ésta quedó satisfactoriamente zanjada.

Los operarios do los Astilleros de Vea Murguia no han trabajado hoy, por ser día festivo.—5an/omá.

Visita á Salvoechea Cádiz l . ' ( 1 0 n . ) ,

He estado en la cárcel, donde solicitó y obtuve permi.'ío para hablar con Salvoo-c'ioft por la reja de la comunicación. Se mne.»tra satisfecho de las impresiones reco­gidas.

lin un principio pensó quo la manifesta­ción dcbia celebrarse, pero enterado de las precaucione.'! adoptadas y de los elemento» de fuerza dispuestos, aprueba la conducta do los obreros. Espera que no sncederá ña­dí en K.-ípaña por iguales causas. ^

Salvotchea cumple condena que la im­pusieron en proceso por desacato á la auto­ridad .judicial.—¿'rtn.'owé.

ííOs pueblos do Cádiz Cááí* 1." (10-15 n . ) .

He vi.'sitado al gobernador civil. Me ha dado a l,.c¡ JuS ttticgramas oficiales recibi­dos de tres en tres horas durante el día, y de una en una durante la noche.

Todos expresan completa tranquilidad, sin que el menor escándalo haya turbado la paz y ol orden.

Kn loa pueblos de la .lierra, donde está muy arraigado ol anarqui-smo. so han pre­sentado algunas solicitudes pidiendo auto­rización de las autoridades para celebrar rcunione.'?.

Me ha dicho el gobernador que la guar­dia civil ha permanecido concentrada en tjuntos estratégicos de la sierra, para acu­

dir, en un momento dado, á los ptieWos d«nde se perturbase el orden.

La feria de Jerez concurridísima, más que. un dias anteriores.

Mañana acudirán al dique seiscientos tra­bajadores. Serán amparados por la guardia civil, para evitar las coaccionesque se te­men.

Dicese que con motivo de ser maHana Ja fiesta nacional, se declararán en huelga los obreros de determinados gremios.—Man­ióme.

SalamancA y Béjar Salamanca \.* (10-40 n.).

Ni en esta población ni en BéJar ha habi­do manifestación.

El día ha transcurrido en calma com­pleta.

Los obreros del ferrocarril transversal y de la fábrica de Mirat, pidieron permiso pa­ra trabajar.—Corres/jonsaí.

SegOTia

Segotia l.'iU n.). Ha concluido el dia tranquilamente. No ha ocurrido nada desagradable. Orden completo.—OcAoa.

«Meeting» en Burgos Burgos l ."(10n.) .

Ha pasado el día sin incidente alguno digno de mencionarte.

A las once de la maiíana comenzó eu el patio do la fábrica Moreo el anunciado mec/mí? socialista.

El compailoro Gil, que presidía ol acto, explicó eu breves palabras el objeto de la reunión, manifestando que no era otro que conmemorar diguameule la tiesta nni-voísal del trabajo.

El compañero Abad recomendó á los tra­bajadores que ingresen en las Sociedades de resL-ítencia, considerándolas como uu dique opuesto á la in«aoiable avaricia do los posoodoresdel capital.

En idéntico sentido se manifestaron los ccmpafíeros Santamaría y Aranguren, per­tenecientes todos á la Asociación Tinoarrá-fica.

El compaTiero Martínez habló en rcpre-sentación dol comité socialista. So expresó con vehemencia, atacando á la burguesía y á sus gobiernos, ya sean monárquico.^, ya republicano.^, quo no han traducido en le­yes las reformas sociales aprobadas por el Congreso internacional sociuliata de París, deduciendo de efito que el puesto do los trabajadores está eu las fil«e ''«•' ««•••fúio

"Vcfcndíó la jornada lí^pal de las echo tío-•~">.ív<.-v.''(-••• - '- ííñco de la reunión,

quo cóOTtusiabu con las precauciones to­madas.

Acto continuo hizo U.10 dé la palabra ol compartero Lucio, el cual habló coa gran facilidad y corrección.

Cüiuenzó tratt.iuio ¡o relativo á las ocho hora.s de trabajo y al auinciilo del salario, presentando a. los obroron in!.ílcsos como lü.s mejor retribuidos del mundo.

Manifestó que el actual régimen burgués se haün fii;iii;t(1o en la «.sliicia y en la fuer-z i , dei'euíiida.s i>»f el ejército", el clero, la polieía y la inag-ist.^atura, quienes acuchi-llun iüipuiioniniiio á lo*; obreros.

Con rest.ecto á la maquinaria, dijo que lejo-'! do beneílciar á loa obreros !(;.<! perjudi­ca, porque hace bajar Uis .salarios, y terral-Tirt d«ndo viva.*! á la fiesta univcrtiaídel tra­bajo y á la clase trabajadora.

Iil pre,siílente hizo un resumen, poniendo término al acto,

Al meeting ha a.^istido extraordinaria Cóucurieneia.—/íoí/r/j/iíes-.

Otro "inoeling,, en Burgos BarrjDs l . °{l0 30n.) .

F"ta laríle f»e ha oelebvudo otro meeting en el ini.-.nio .-lilio de esta ¡nnfüuia.

Han liecho uso de la palabra los compa-fieros Abad, ainrtíu, Santamaría y Lucio, quienes han puesto de relieve las ventajas de las Asociaciones de resistencia, hacien­do un UainHuiionto á los trabnjadores para que a,vu((en on la camparía oinprcndida contra la burguesía.

Kl compañero Martín ha califícado á la asociación de madre del obrero, pues ella es la senda que ha de conducirle al mejo­ramiento y á la emancipación,

líl compañero Lucio ha puesto de mani­fiesto la (lireruncia d'! las reunioneü, pues lade la tarde lio tioüc rariírtor politi,'.o y sólo Rc¡ ha ceñido á la cuestión económica.

Ha dicho que las Sociedades de rcKisten-cia asustan ul patrono, y ha terminad» ex­citando á la mujer á que venga á engrosar las filas de la asociación.

Ha llamado mucho la atención el núraoro considerable do mujeres que ha asistido áesta reunión, eu donde so ha aludido á cae.^itiones locaKs que han sido objeto do vivos comentarios.

El obrero húrgales ha dado una prueba más de sensatez y do cordura, demostran­do que sabe respetar las leyca.—Iiodrigue*.

En Guipiízcoa San Sebastián 1." (10 n.).

Vengo del gobierno civil, donde no hay noticias referentes á lo» pueblos de la pro­vincia.

Nada ha ocurrido aqui en ol banquete ce­lebrado por veinticuatro socialistas, que ha carecido de importancia.—Peña.

Los obreros alcoy&nos Aleogl-'i^ü.).

Reina absoluta tranquilidad eu la pobla­ción.

Muchos obreros han pasado el día en el campo, habiéndose presentado los pápele ros de Coccntaina con bandaras.

No se abriga temor alguno de que se a l ' tere el orden público.

Mañana trabajarán todos los obreros.— Paso.

Tranquilidad en Huesca Huesea 1.'(10-40 c.).

Nada ha alterado hoy la vida normal de Huesca.

La clase obrora se preocupa más del mal tiempo, por lo mucho quo perjudica a l a campiña, que del 1.» do Mayo.—Corrís-fonsal.

Calma en Tarrasa Tarrasa\.'(3Mn).

Hasta la hora presente hemos pasado el dia sin que haya ocurrido el más pequeño contratiempo.—Corees.

Todo tranquilo.—Bi 2 de Mayo Bilbao l.' '(ll-,5Ó!,.).

Continúa reinando la tranquilidad mS» absoluta. Las tropas de las fábrica.-i .-.e han retirado áPorlugalete. También se han re­tirado al cuartel algunos retenes que se es­tablecieron en Bilbao.

E) ftatival celebrado en los Campos Elí­seos estuvo animado. Calcúlase que habría unos mi! obreros. También asistieron mu-clias mujeres.

Con motivo de la celebración de! 18." aniversario del levantamiento del sitio, quo se veríHcará mañana, e.«ita noche han reco­rrido las músicas la población. Hay bri­llantes iluminaciones en las Casas (Jonsis-toriale.s. Kl Banco de Bilbao, Sociedad Bil­baína, Arenal, Sociedad «El Sitio», Club Náutico, Amistad y otros puntos.

La vslada celebrada en la patriótica ü»' ciedad «El Sitio», ha estado muy brillankf

Bnestemott iento reina allí gf«n«&t&-eiMtao.-^Afbini*. ' •'

Velada eu Llnttres Linares l." {U-i&D.),

Ha terminado la velada celebrada por el partido socialitíta obrero, eu la que ha roi« nado completo orden é igual animacJón que eu el meeting de esta tarde.

Han asistido á la fiesta las esposas de loi obreros.

Varios grupos de trabajadores han pasea­do por las calles hasta una hora avanzada de la noche, on actitud tranquila.—Bíren^ue»^.

"Meeting,, j rel&da en la Goru&a Coruña 2 (1 30 m.).

Bl meeting socialista y la volada anar­quista no han tenido interés.

La actitud de los obreros en toda G-alioiai ha sido la misma que cualquier dia dol a ñ o . - Corresponsal.

"Meetiug,, obrero en Almería Almería 2(18 10 m.).

Se han confirmado las noticias que trans­mití en mi carta.

Transcurrido el dia sin ocurrir nada dfc notable en toda la provincia.

En Vera y Garrucha »« reconcentró la fuerza de la guardia civil. Aqui tambtéo, pt-ro no más que para cumplir las órdenes de! Gobierno.

El Círculo de obreros ha tenido engela-nado el local.

Esta noche ha celebrado un meeting qne acaba de terminar.

Abrió la sesión el presidente pronuncian­do unbrfivc discurso solicitando la unión d i los obreros para llegar al logro do las aspi­raciones del sociali.oino, que han de mejo­rar la suerte de las clases productoras. (Aplausos )

Otro orador llamado Cruz, ha pronuncia­do un violento discurso, manifestando qtio si el año presente no reviste gran impor­tancia el movimiento socialista, ol año que viene se pondrán todos á la cabeza, luchan­do los obreros para acabar con el dominio de una clase sobro otra, estando próximo el día en que ha de darse la batalla docisi-va. [Frenéticos aplausos.)

Leyéronse después varios poemas alusi­vos al I ," de Mayo.

Los domas discursos no han tenido nada de notable, habiéndose limitado los orado­res á recomendar la unión entro la clase obrera. Un el meelina ha-'/WAidnv'a'iHíuVcs pruebas'elocuentes de sensatez. ;. líl presidente y un obrero pronunclarou discursos en elogio de la prensa, dando gracias á los rcprcseutantes de los periódi­co» de Madrid. Barcelona y locales que con' CurrÍREJ ni acto.

Con ü&to ha torminado cuanto la clast obrera ha hecho en Almería para «epundar el movimiento socialista.--Ld/ifl»- Morales.

Velada socialista en Valencia Valencia Z [2-10 m.\.

So ha celebrado la anunciada velada cr el Centro Oíjrero, asistiendo muchas inujc» res guapas.

So lian prnnunciEdo muchos dl.«'cor«o« contra la burguesía, aconsejando par» ven­cerla la unión y la Ilustración de los obre-ro."?.

Los oradores ban tronado contra las mí>» quiuas y contra la industria moderna—Aíc rote.

O L T I M HOBA Otra exploBÍón en Lieja

Horrible pánico Bnmhts 2 (1 m.) .

Según despacliús de Lieja, á las nueve y cincuenta y oclio minutos de la nocha ocurrió la tercera explosión de boy en la ciudfid, producida coiUia el coro de la iglesia de San Martin.

Las vidiicraa, tasadas en cien mil fras­cos, fueron hechas trizas, rompiéndose también ]oñ cristales de laS cnsas i n i a e -diataííi, en una longitud de 300 metros.

Ténien-se otras explo;,íioneB. Se La desciilíierto otro cartuclio d e d í -

iifttriita, con la med i a npa^'ada, El pihiico del vecinJttno llegft 4 lo8

llüiiíes de la locura.~i ' í /¿;yí , - —».«-.• >rf

Desde la barrera Notas de Sola alUo

Corrida délos

¡Ocho horas de jaleo! ¡Ocho hora» de pa-seol lOcho horas de toreoJ

Esto es el ideal del espafiol neto y porp, y quien dijere lo contrario, miente, ó es U8 burgués recalcitrante," contra el cual no ca­be sino lanzar el dinamita íii con que lop KavBcholes pretenden reemplazar el «««-thema sil de los Pontífices.

Couque va saben ustedes cuál es mi ban dera, y el lema que en ella inscribo.

—Corriente finterrurapiráu algunos); y a conocemos el loma, pero ¿y su color?

—Kl que ustedes quieran, menos el verde y negro.

—¿Por qué? ¿Porque son los colores de la bandera anarquista?

—No; porque son los colores que íac«n en el morrillo los toro» de D. Antonio Wiu -ra (Excelentísimo Señor).

—¿Tiene usted algo qae decir d« etdt toros?

—Nada que no lea en su elogio; pero lo» socialistas dtoon que cada Miuratrae den­tro del cuerpo nn burgués.

—Hombre, eso es g:rave; pero el oaso es que lo» burgueses dicen. . .

-¿Qué? —Que cada Miura tiene entre cabeza y

rttbo uu dinamitero. Mientras resuelven ustedes

esa espantable antinomia del Capital y el Trabajo (que en su género, no es floja) y averiguan de pasada si los MiuraS rameholan 6 burguesisan, yo mí&üto, victima de unas y de otras (suple escuelas) me contento con mi tendido de sombra „ y al Miura llamo »l burguét f «1 Baracbol,.. ta Fragota. '

Page 6: es EL PERIÓDICO DE UM CIRCULÜCION DE ESP&RJl MM fj8 aÉlas ... · Parócerae oirlo á la puerta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo

'^^m

mjjaxmmi'tt' tjaajjMá««i«¿¿JM*iSt'*-'' EL liSÍl££»Al>6

ue ií.' eciiíueióii eco/if'. IJ -;)¡>if(!;ul ííchftii Mb;iji! >?3'i l't'li c:)¡i OÍni. .. ¿011111!'i I,ii»

y oi liíipnrttíi'o son iil irca il'.iKtrB, y ol .T'i'io ilcnio, del 80üi«!i-iiio

,o¡int«;rrumiM el iKctor), ¿(¡ué

Zftncajeio Tal era el mo te 4e l p r imar iniureHo q u e ,

son r e g u l a r en t r ada , t a rde freacachona, a l a r m a canonis ta , s«i>sfttOí {¡opular. a le­g r ía t an rómaca . y pres idencia i i id t i l («i iDoleBta Cüttí adjet ivo, la llamarítmofl inep­ta, y todos contfntos) , salid al redondwl, despu la do la mnnifcHtncis-ín pacifica que acetidiilftlmn ni 'o»,1p«r^(^rn Moliiii» (Rttfüel) y P1 i 'üuip.flfro Umv/iu (Miuiucl), el RéclüS y el KropoiUii;*' <l«l a n a r q u i s m o tortoro.

Aquí pide !a ;i«lHbra 011 £-ociiiliíita Inu'íTiijista, Co't 1 'MVítfl y cii ' iríi-ritln,

y vhvri, i!.-/pl ui.iul i i-i tntpo rojo y y é u d o -«e á la cRlif'/íi I el l,»r);iióa;

—¡l'roíííhfo <-..!iti-K i'C'íHijantfia comp.'^.rn cir.iu'<(! til la f.i'nriiiúH tio se ha impuí-sta en al tnr ro , P<Í di'l>fl prcí-isRiíif.nte á lun CünicüfuTii.! iít.rücl y Miuiuel. Esos no son !ii)ri'"i'.r.--<i f\ .tii'tiiM'l'Viifl... ¿Qué <í« «I •«I r' d • MI 1' l'an J'í í n * . (''11 " l"i fii.-n', y h' .»•'••'! 'i;, ní ' i ' i Vi-í! !.•'„ '-i': f ' - r 'os J l í T t . 1 . o;i i'íli', irs.'-i !,).• ííi;j:(ti!U,í¡irí"i

— y II tO'lo n:

y-iuy- un bmi i iiifi/.o, KOKfjUO sacud ido de r a m o s , Lcgro, bn t.;ai-lo, y con nany bueno» a id ' e ip - , qua lU^-^y^icf áü tomar s ie te g a r r o -•¡hezüB, motil.- un pi-nco,

y Vüht-rfct; di-l r«vés (dpfíii lUjní nn sor inl is ta) como iin pSc.uio burguéa . . . rcparnilfi ele !ii viata,

rec ibe de. MHnen;> y ti! Ostión t ras pa res y medio , rrfju'uri".", <v)n los cuales se presen­ta al cuwi'iiTn'ro .Molina, que celebra la Fies­ta de! Trft ' j ; j"-~y MUÍ la del Trebejo —ostre-nundo un bonito traje de color de café con bastíante lt,clie, y alauínrea do p la ta con aubon ñau les .

- - l ; n traje monnmer i ta l . . . Propio pHüi iit fstiif i( T>& .iioilr'i) (lerménal... (.•\i¡í (iijo V' "ai '; iii, C'tirn til'!, G, ir incipaV.)

Deavu*« de i rcr.t t.-ionaxoH que emplea el niBí-gtro paiL ver SI <iu-,i-t.n R1 toro, en t ra á Tolnpié eBlando el hh'h^ absorto, y la es to ­fada rcsultn de á ci i . rnmita cént i inoe . lyiOV-,-:-»' /»'.,s.i:;!nhl la querencia del jaco ella el mMtndi'.i- i-fii « l u n tí!tüá];¡);¿- 'ella vat"l»e la re», y allí recibe un deBCuboUo al primer golpo.

Pitos .le ViÜRifiorrál y píi!mii.< de Viilnmiel; «¡ffifo c'ipró<.n tfnta el ISal", •iyo en contra^» g.-it» el infle!, y . . . jUovoiu.Lión socia l !

Cigüeño Colorado, «ftlpicedo, corn iapre tado , C»r-^«mirr iado, cue r ip ro lougado . pa l iesca-

m a d o . . . Con aietedcte.'sí.wblfs p inchazos que to­

m a , esrupíéiidrise ciisi a i fmpre , á camb io d« tres co8tnl!i(lus y áos pencoH d i n e í a i t e a -do», más una b u g á con qnv Rafael I exor-Bft el espectáculo , \imm Chjüeño,

víctini ' t aníicipiií la dol iJoa do Mayo,

porquo IcB ir.Biiielncoa lo liHU M-.voiitado,

i la cuiisubtda sucit t í de bi iuder i l la í . jMire usted que llianar d eso s u e r t e ! . . . Bn fln, graciafl á que el Vulencia enmien­

d a loa yerru.>> del Mcilado, la cosa ae puede Tcr, y e'i bii^ho, cun íua dos pares y med io , pasa & la jor isdiocióu de Maoliyo, q u e t i e -tsa d« (isut tar()ui coa o ro .

Veiu l idós paaes vnriado», «iltóniJoae el h o m b r e , preceden & m e d i a eatóeada y u n a en te ra bien p i i t s ía , .«•nlvo el cosquilleo do l o s p i ^ i a l arriiri'-nruf, que con t a n t a razdn le censuran loselaNiru,-;.

Aun ' i ue , «cpún lo que veo, tal vez ufio ei« un sitt tema, y el h o m b r e t i m e p o r l e u a : «jOcUo horaa de f.osquiileol»

Sevillano Tornero de 1» t a rde ,

berr ' udo en n e g r o , con botl.it)» df lujo.

m u y buen pumbrero, re ló y j a t í i l a s ,

y otrae tt)f«<< que Ig les ias censu ra r í a .

Recibo el b'.irjju»';) ocho ca r ic ias de loa nnuTqiii.ol»!» d(! iíu¡.tt, leí ciuiles sufren c in­co C0í(íi'a(l«!j áir f,rii<u-i/i y (Uyan en el ra^ doiiiloi doiq p»t>!i i )s reü ' i iü í ! . . . df serrín

An'oSíi) y JuHt' eloTiin do» pares q u e cunlqnicrn l laiuat ia m a ' o s . pero q a a yo uie eontt 'nto ron doclíiricr ind igno» d e las c i t -cun^ lanr iaa .

Kn P i imero d.-iM-<yo r o hMpfts. lector, d? íu capolo nn «ayo, lo que te manri-i ul Hito, Ci í'orcíir c-n rtí^lii... y a b r i g a r t e . l.agf ru jo , al tonuir p'ir 8U cuen ta ñ Se

JiUnno, f/SeniltítfiO habí» d» «cr! d i rán lo» de t;órdobii) a t i ende mas al ab r igo que k lo otro y ai lijen el M'mriv t rae ft<cu\t(»d<>a y ma la in t enc ión , e»U( no JualiRca la muía fbi'iia que i-mpipa el VBtBfano pa ra mt-tor ocho vocfc.i el p i n d i o , sin lograr que el a n i ­mal doblo , p r ro sa l iendo una VPZ do ínr ina do . con visUd al ciill»',|ón, y recibiínido un par de HVIUOIÍ dt-l pri-fidcnte, varón iutcfíro y austi .ro. á quion no lo vendr ía nial en-c o n t r a r í e r o n un Miura como esto en las Casas Consistoriulea, . . ó á domic i l io .

Kn rt-'^u-nen; lo» t res oehos se modiflcan *n íBlit forma:

jOt'bo horas de trasfeol ¡Ocho iiora» de 'aleo! ¡Ocho horas de mtiueol

Cocinero Negrro, b r a g ü d i , l i s tón, aatiflno, y de b o ­

n i t a e s t a m p a , . c u m p l a bien; en la pelea con los piquüruíi, y t ras do p a g a r lAs s ie te varas q u e ftslo.s le p.-nun con «ets t umbos de mSs y C!'),tiojttCui. •!(; ¡n>-ii.i.«i, so deya bander i Mear por los niños Ue¡ K.spai t e ro—mayores q u e 61 arabos a dy^—con triMt pares de na jarillHS. liHSta qiuj s u c u m b o á m a n o s de Mft-nuttl García, previo un t ras teo d e veini i cua t ro muletazoK, ant'ricndo una es tocada caidft y a t ravesada , otra t end ida , y dos i'Ji'oxiniBCioncs do (ii;f<c.i»be!!o.

Si m e halláia dernaaiado suc in to , ai la his tor ia del cua r to buró uo os complace , paHomos a l qu in to , ' ' o r q n a e i q u i n t o . . . i'tié el ««/> «aca6d.

izalejo "AtulejoK morisce» tobfe cornisa» ro-

manas, como metáforaa de Góngora sobr« verhos dt Lucano...»

|A1 l legar ei i taocaaidn m o 8n.!>to algo Castelar! . , . lY perdone la naclóu e! mudo do sir ialar!

Hito es que el ni iureí lo, cárdeno chorrea­do, biei. puesto y lijjcro de pié», es por su precK-sa e s t ampa y bueno» hechos, el toro áe In ta rde ; y ello es que , a u n q u e los *e a u p a proclamaran In ana rqn ía en ol rcdou-d e l c o n ar reglo a! modelo rio O. Nilo María F a b r a en El Problema Social (buen t ex to , bueno» dibujoH y buen papel), la flera p«t<í;a va l icn tun icn te con cua t ro t umbos y do» p e n c ' S m u e r t e s bth 'fiía lánxadaij que rec i ­bid, y ai'udtí á los t^ívs par«-B qutí le poutMU ei 'Uti,' V ^í\ Maueue.

Y n(|ui de l^iXü-d, uo el l ua ludo r . . . —¿Del piular?

•~Si ,sef ior , po rque cs taudo divino nues t ro g r a n Uafaí^!, sólo el de ÜIÍÍ ÍUO pueile con su pincel copiar lo que baCiieatc otro Rafael . ¡Quü modo d« IruMttíar ui bicho, por lo

clÁs^ico y !o rüujáiiiico, lo actiüoinico y U>. iiiite;iiin;li?,nte, lo ««tfríido y io proí'aou! ¡Qué ü.odo da indi IIUIÍ/.ÜÍIIOR y do licfliiui-turse (U) la fueiia »ntt;riü.'-! ¡Q.ié loodo li •.

píibl ,! iC¿uo

l io

•ici l io eii hecho óu-

Bpodcrar.^io de In rew ., y del DMUlo ih^ ¿rasfi/urarsel

Oelio |;i'.j< í i'.ituMii loa quH dit'i el do los lasulcjos m'.-riíícoti sohre cüfuinaa rurtia ñas, móxinian de Accrroas kolire semen­cias de Sénecí!., « t e , r ic , ,» iicro los i t Uo i;Hlur:i!c.9, por ulto, con la (1(M'¡M-,IUI, c .no. bifuios y do peciio, fuíírou J¡j;iiii.liiicnU! ft'Ctos, elf'ifiui!ísiiiios y en OO.J palHio ter reno, »rrunc;in,Io al «Jiitnyi'.itiiniidy pú blico ot ras ocho S Í I W H Í .

Un ;íri,!¡ volii[)ié, í.ulit'.iidn el rnsiesfro ; -;,-la cart». dio eucn la liil tio Muir:i sin i)<'i,i:-j dud di! ¡luiitiliu y valii) ii¡ Curilobés o<i;i do las iníi:.yGres 0V!;C¡.'iur;< qiju lio 5'íulrid, doiiilo tatiiii.s so le ban ruistc vc in t iorbo nfio;».

¡Olro.s tniitos ¡-o in (jui 'aron do oncinna á ll'ir,i;J. cu pur.}S juiíniLoít!

Y le. übscquinroii todos , l)ur¡.jiie.seíi, proletar ios , obreri;.-), SvjpíHffHil.a.'), , trabajadurüií, vagos , y coro do tioFioras, eon ¡ocho horas de ap lausos ! y ¡oclio horas de sornbieros! y ¡ocho horas de c igar ioa l

Sacguijuelo

El niiurrflo de u l t ima hora triie la fopa n e g r a . pnr« poder i.r ú todas partcis, y 1-jd cuernos iiprctadüS .y atlliitíos.

Micniras Ui catil igan los d é l a s Ipn/.ns, pincluindole seis veces , y nunca en el m o ­rrillo,

pues mojar en el morro es vicio feo del (liiil liuy(-n lo-s cónRrins del toreo,

s i gne i 11 ovtioiór; á I.cgKrlijo i;oii los t res oc/ios a u i b i i <it;HpeciftciidoM)>.

Kl iUiUi\iio y VMIÜÜCÍII r;iUiiii al toio .V á la rtiuiiión, cíuviimlo cuutro medios patea orejero.'!, pasados , a la mtiJIa vu(*lta y á la med ia Ui.4nria

Gri ta á lof uiíío», y iniradus tierii«.<( al Kspurtiiro, porque Mnnuol emi>iezH bien su trHbJijo de mule t a ; pero ¡a.y! qiio la vi.stu

Pé'-i ÍMÍivi'iuiVlÍ8ta ó .s¿'o,';'V"" " " ' ' " " y - ^'^ tro t ampoco lo sabe, y do su«"?r ' \ "*' " " ' f tíiu t res i)inch{,iíoa, «.con* "SuH'i.'.lli'? y t ^ u a en te ra qu» no so v6 dcsd« i4 tendido 3, pe­ro que > a nos rtuUiiirá muiíiuiB el Labora torio Municipal .

Porque hay g e n t e qne opina qiiu el tíapiirteio,

cuando atardece, es «Ijffo di i iumilcro . ¡Y es qu« do n o c h e

todos loa ga tos siioimí ser Uavacholesl

q u e j n s t i ñ q u e n que su edad es m e n o r d e doce anos; i t onna certificación del maes t ro ó maes t r a , ac red i tando nplicación y asía-teaeitt á les e.3cU6l»9; la pobreza y el domi ­cilio del niüo Ó uiiia, se juat i f lcarán con corUílcacidn del alcalde d e barr io respec­t i v o .

La Socic' tad se reserva el derecho do comprobHr, iKir los medios que e.itime coij> vi.oíi i i t te, la exiu ' i i iud de los nié. ito« a/lii cidüH, advirtie.oíii r-io á todo.'f los aíipiranics que, IH ¡'«Ha de cuiilquier requisi to do los i>:;!!:i(!oa por !a (interior ccovoCHtoriH, d e -Í! rmiiiiirá \i\ iyx('\\iH:':n d»! intcre.sado.

l.u;-(«xpf'dieotori iie reinitir;ín á la secro ta''ii! íj'ciitM id l l e t a Liy;.') Valvt:i' '!o, 28. ter­cero !-/,(jii;>-ri!K, lmf?t:i el ¡30 do J u n i o próxi-

vriij.'í: v.i, d;';'i"'f;>( <''« cuyo día no se 10 0

Bingnlarrzarse, «afgan dM t a a t r o d le i endo : —La cosa ea mala ; pero n o 9ra pa ra t a n

t e : obra» muehis i rao peo res h a ap l aud ido este m i s m o páb l i co y han llenado el t ea t ro c i n c u e n t a noches . Está visto: el publico no t iene gunto ni educación l i te rar ia , y una» veces por ca r t a de más y ot ras veces por ca r ta oo menos , jaraaa se coloca en ese j u s ­to med io revelador del buen sen t ido .

Kiitfts cosas las dicen esos sabios en s i ­t ios donde puedan ser oídas por m u c h a g e n t e , bien d i r ig iéndose á a l g ü n a m i g o (.•?Hbio como ello.s) ó bien eucarándo.'íe r e -sui ItMineiite con la indocta m u l t i t u d . , ,

Kl caso es probar en toda ocasión y « tó­men lo que ellos están m u y por enc ima de.l vo'j ío de loa mortulos y del nivel ordi­nario...

afiinilh-i! >-oli('itii(i aljif'.in!). ,M;!'1r!.l :!() ;re A l i r i r d c !8<' .2.-Por enfer-

nicdad riel piesi 'lcMtc, Sr . (Ifildo, el vico-ite p'.-iinevo, Diuiic! B.ibiciort. —151

río gcnerií l , .To'ó Muría Pontos y ;,repule . •-••rro i'¡-r!i'

km Inr

üi

SOBAQUILLO

Deseando esta Asoctoción con t r ibu i r i la m a y o r aoiemnided de las {U'.sl!«« quu coi» mo t ivo del cuar to (Jeníenai io del eescubr i m ien to do Amér ica han de ccloV^rise en Madrid duriitvto el mes d e O o t n b r o p róx ima v^niaeco , h a diapueSto conoodot lo» p»'»-mioB «IguVputos:

A.—IÍMO t i tu lado Premio IJrquijo de G^B pe-setns para rncBslfo (> loiiCHirt ([^^. tsciiis 'a do las p r o v i n c i ^ de CÍUÍÍÜÍI Ueul, 'l'ül<)<io y Segovia , que o.p-r2mi rn píjlili-cicjifs c i : j o vec indar io no excoda de2(>(ií) t,ilmrt.<)

B.—Dos de !¿,5<) jiosetos i i a r t ímacs t roa 6 maes t r a s de escuela nfiblicü, do cua lqu ie r c í t e g o r i n , de la proviucia de Mndrid, r c i -deult-a en pueblo» da monos de 3.üOa Uabi-taiitef!.

(J.—Ocho, do ,50 pesetas uno; cnotro pe ra niRoH y otros cua t ro para nii^Hs c o n c u r r e n ­tes á las fscueUft muinctpuli^o d« Madrid.

D.—DoB, de 12f) pesi.tna uno . pura viudfis pobres do las v>roviiiCi»8 de Madrid y To­ledo .

l í .—Dos, de 100 pofseiiis uno, para o t ras íafilas v iudas pobrow de d ichas provinoln*.

F . - T J i i o de .')0 f>e.-ii"l««, d é l a exceli-niisi-m a Sí-Tiora douH Isabel «SáacbiÜ Ynjco de Gaklo, viura una nji'ia hnóri«ntt y pobre d e tas ef icaeUsdu Mitdrid,

Lü» niatwtreñi y inue.stras asp i rnn tes ai p remio TJiqiiijo jus t iUcíuán: 1 *()ii« d p u e ­blo d«nde ejorcen no puna de 2 000 nlioas, Kejíñn el ceu.so vi j íente «le 1887; :>." .HUÍÍ ¡HÓ-riUfH .V servic ios , »»í como lo» resuUaiJets aatiafactorios en la cnseütin'/.u ) i r i iouriu, ine diaiiti! la hoja reí<ptctiv«, curttlichdn pcofíi-(samente d e n t r o dol plazo de la conv.iculo-riu por el socie tar io de la J u n t a provincial de Ins t rucción P&blica do cmla provincia y vitíiidH por el pr* Bidente de la misnij i . V.n ella ha rán conalar : loa miicstros ai haui da­do y dan ¡fraíi.i la entiefiatiAu. a los adu l to s , y liis m a e s t r a s tuuibión gra l ia , en Btjcuulit dominicísl, y si iKMicn coüinniciicioncíi )nu-dntüriii.'S, certificacione.s honuritifiis, ¡>r«-uiioM e.s¡-eciíilijK, cto , i cd icundo ia aiilori dael de quo ¡iroccdoii.

Los iibbiirMdti» á los premios letra 1?, rn-mi l i ran la hoja de méritüi* y .tnrvicioH ind i ­cada y con lo» mÍMnoa reqitíaitos, pero te Hiendo «n cuen ta que el veci iu l i r io do los pueblo.'; donde ejerzan no hn do l l ega r á 3.tM)0 habí tu lites.

Unos y otros presentarán solicitud diri-^i-da al Hxcmo 8r . Pres iden te do la Liga Ma­dri leña cont ra la ignoiuncii», rtcfii-a por ellos rni.'ímo», á la que adornes do la hoja meiicionuda, acompaña rán una cer t i í ica-ciún en que coimteei aurnento düniHt i íoula debido á los esfuerzos personale.s del mues ­t ro ó iiiacaira, ind icando lo.s a l u m n o s con­currente» á la escuela al tomiir poüesión de ella, y loa qnn se hayan m a t r i c u l a d o cou po.-ílerioridad e n c a d a aüo.

I'oiinin o|)tar á lo» premio» D y f i l a s vindetf pobres de las provin t ía» de Madrid y Toledo, las cuales vind»», no taii iendo más recursos de suliHistencia q u a loa a d ­quir idos con su trabajo pt^raonHl, hay»a hoeho concur r i r á sus hijos a l a escueta , sin in te r rupc ión a l g u n a volut i tar in , has ta aprender los conocimientos de la pr imera eiiBefian-iB. Tales circunsianciaí" scüin pro­bada»; I.", con cerlifhíBción del c u r a p."irro-00 y del maes t ro 6 muest ra á c u y a enruola coucnrrau los hijos de las sulicitanteí»; 3.°, ccrtí otra visada y sel lada por el alcalde, ex ­pedida por el secretar io de! A.yiintamiunto; §." , otra |>or el juez munic ipa l , que ílriun-rán a d e m á s loif seis mayores con t r ibuyen-ttis. "Vendrán acompabudoa de la sol ic i tud respec t iva ; s iendo requi.sito indi-spi-nsable probar que las asp i ran tes son pobres d« s o ­lemnidad , y que observan « n a conduc ta i n t a c h a b l e . La L i g a rui^ja á los sciiorcs c i ­tados se sirvfln con t r ibu i r con «u« informe» al exclareciui iento de la verdad, eu favor do las v iudas iieccBitada».

\.ot niños y nifias aHpii>i.nte« á l o s p r e m i o s C y lí, serán", á lo menú», tiutu-fimos d« pa.-d r c y pre«eijtar*n aol ici tad ehcrun por olios laiíim j s , acompal iada de un docuirifenta MI

LG3 sal)i(>B del púMico "KlaíVin do sinucnlnrizarsc p ie rde á mu­chos bornbre.1, o Gotindu nieuoa, los pona en r id í cu lo .

Sobio t o l o , si los Imnibrcí' q'jo cncn en «Hii KXtrav!i;^cnte. maíiin Son loo 'os <WiC'<p)-ro i e , y so diic CBSOS

Alions el'VVKiltis, ciioívitus .•superiores, i n -tclií-i'-ocias r.-'/Zenas (como ins alcacbefu.s) lili viiílH eriKÍición y do CXOHIHÍIB sab idu-riu; lioiol;Vt:.i. en Un, m u y j.or c ima del n i ­vel orilinnrío (t'egtin HU prcpio, único d i c -lí-nii n) no pueden , en uüinerM a lguna , con-funilirsü con el vul¡/o ni en el ¡ipiauso n i cu la cciiHura; en el apituiao sobro l odo .

tílloíj tiBU- n su modo tüpeciiil do ver las COMÜC, BU cr i ter io ünico y e:xclnsÍPO, y a n ­te» «a depiríím n-/.otnr píibliciimonto que ílijarH» l levar de la o|)iiiión uni'uiimo, nía-yornici í le si etsta se uiani t ies ta por met iera oáteiiaible.

I,a ley dn l a m a y o i í a l e s c r i s p a los nerv ios , se creen reprcHe'ntante» l i g i t i m o s do un deupolinmo ilustrado y, c a b a l g a n o o sobre una soberbia tan ridicula como es a b s u r d a su pr(:len!»iün, sceona ide ruu en el ctuio y en el deber d n ^ t o ^ l o s fallos de" l a m o ü i -

# * * Declaro i ngenua inen to , quo si hay »ii.,'lU

««flor diyijio de s t r servido con leal lad y buena fó, e.í el eehor de P u b l i c o .

Para una vtsa qut; el |)(iblíí:o sea severo y e \ i | ?cn te con sus servidores , es ve in te vo­ces beoévolo, guneroao y bosta « x p a n s i v o .

No soy de lo.s quo le declaran in l ' a ib lc ; pero sí de los que creen que so equivoca pocas voces, y que, de c^tas, la m«yQríi! iiiáa bien se incl ina 4 la c lemencia quo al ri i íor.

Deben, pues , los que se dodicnn é fiorvir al Pí ib ' ico, prornod,! g r a ü í u d y 5jra '" ' ' - ' ' " 'o respeto á dieho .«e/lor.

IJo.V. no obsliiii 'ó, leroidore» soberbios y rebeldes que . detijiDcs de .-scciitar como j e s -tOfi liomeniijes debidos á s u s mcrcc i in ien tos las b-'ticvoit nc ias , los BRUPÍIJOS, las di-ttin-ciones y los favores del púlilico, se roviud-ven atrtidí)» y babian de ¡Hucitiliiiud y da iiijuKtii-iti, ciuindo e.so (lúblico miMino (& quien todo lo debiM;) los Unma al orden y \oñ coin-iye eu lorma más ó m e n o s eapre-sioa.

Kl derecho del pataleo (paleo, que dicen otro») rfcsttio íTOiea y «wciu*ivi»,me«ite PU tA pbbl ico; y c n a u d o l o ajorce (indebidanioH-le) oltíuno» de sus Hervidores, se poncu, ficn-'ili.-iüH'iile. en ridículo ..

t^o.'ivoni.'iiinos en que el pfihlico se pnfa de l o e n o y q u e liasía se pasa do listo cu ocas iones .

«*» Pero en el publ ico hay excepciones , quo

c i e r t a m e n t e no son honrosas . Una de esas excepciones , la más pe l igro­

sa, y , sin duda , la máa perjudiciul , CM la que co.i.'ílituyen lo,s .«labio.i. y .ya hab rán nstii'icn ob>)crvttdo que lo do sabios lo digo iióiiicHineiile.

Kn real idad debie ra decir los tontos dol píibiico; i^ero puesto que ellos la duii do i-;a-bioK~y nlj-cuiio» lo parecen por .su apura to -stt exterioi iilad—no hay n i n g ú n inconv» n ien le en desigiinrloí^ con o.-,o mote, toda vez rjuB iii;o nuda cuesta y m u y o r m c n t c por-q-.e cvtHiue^ en el stícteto do los puntos quo cab¿uu . . CHos punio'i.

AI enbio do esa initui-aleza h a y quo Bor-ptci.dorio en el ejürcicio de «U.S/U/ICÍOÍIÍ 'S ; e.'ti.! i:ij, u.-ifiticndo á non /'unción de catro-iio; iiorqutí es du «dvar t i r , que eso« sabios no i.ji.iccu de, tule» máu que cu las pr imo-rün icj rií-i-iitMeiones.

L'ortu.s en oiunero , por fortuna, pero tena­ces. i:oiií>l.'ii:tt.'i y a.'-iiinu.i, no hay Dst.reno de obra d r a n i i t i c a , gn i i i i ioó pü<|Ueün, sor ia O festiva, á qiia no cuncurni i i como on nulo l iontbre.

La locsljdnd pr6<lilccla del sabio es la butuea , y lo l¡ul».ca es s i t io vÍBible.

A u n q u e haya .-¡onado ol t in íb ic ciiiro ni i -nutoa ttote."» Oo luViintíir.so ol Iclon, á tU lo gustH i;cnetia!- un U aaiu diwpuó.s de des con ' ida l a c n ' t i n a , con el sombrero purE 'o , picando fiícrte y dundo á su ílsununiía una exprcsiiiii (jue fcfinltn cómica en fucr/.a do querer ser g 'rave.

Llega á su butaca , arroja sehre el espa l ­dar de la m i s m a , desdeiiotiamente, la c a p a ó el gabán y toma as ien to con la más c i t u -diadu ¡larHimonia.

Crúzalaspiornní( ,«e echa h!i''.ii;itráPíUr<0' y a la meji l la sobre la dieatra infiuo, fruucu el entrecejo y , como un hombro ciinsa íu do todo y de todo abur r ido , himuln en un ex ­presivo ges to el sacrificio que roaliza al d i g n a r s e e scuchar la comedia nueva que , s eguranuu i t e , uo t endrá nada do par t icu la r ni vendrá á sorprender lo con nada n u e v o . .

Se estitOlece la corr iente eléctr ica (ó roagi'ótíca, quo cüto no lo se á pun to íijo), es tal lan carcnjadiw, sucnau aplausos , y él, el sabio desdeiioso,

«como roca incoiiniovíblo enmo<l iode l Ocóano.»

p e r m a n e c e «crio, ( íravo. como s i se encon­t rase á mi l l eguas del lugar de la repru-sen tac ióu .

Hato, en unas ocasiones; que en ot ras , si el «plauso ae acen túa y el éx i to se a g r a n d a , abandona su inmovil idi id y d i r i ge , a i rado , su m i r a d a do áyu t í a l iacia ' los eniiectadorea expansivos^ como diciéndolos:

— Pero, ¿qué? ¿lea g u i t a á ustoiles? ¡Pare­ce men t i r a ! fcsife publico lo ap laude t o d o . fAbl ¡Qué pftbiicol. . .

Otrii.s vci;es no se puede contener , y es tas reüexiotiCf! mónta les la» formula de v iva voií, dando ocasión con ello á más de un al tercado cur ioso y or ig ina l í s i ino .

Si por nquivücacion del autor ó de lo» có micoü (y se dau esaa equivucacionus) , no se es tab lece la cor r ien te do que hablo ,mú8 arr iba y la obru cae nvU en al rexpetable audi to r io , «los pocos sabios que en el mundo hun sido», d igo . . . en «I «strcno, .'luelen ij..r loa p n m e ros en demos t ra r osiínfixiftíemenle so. CB» a g r a d o do luíinera ruido>¡s-ini».

Sin perjuicio ñ e q u e , ni.a viiji t t i rn i io ida 1'* repreBt'iiijiciíJn, y piu' nl píCHvo «r»o dfl

Cuando la obra e.slrünada (Ó que se va & es t renar) t iene más de un acto , los sabios i.aq>:io!eii proporciones a l a rmautos y por toilo o::'.ri::no noc'trt.f.

Kn el ioíernK'üio lie uno á otro acto se sa­len ni Vv.^iíbuio (iiuu es como saliríie de ma­dre, y pvroüot n lü tcüca la Cdiupaciicióo), i'oaoitn un corro y pr inc ip iau á coi <<ti' do 10 lilO.líí.

Kl e,«|ue.lHiior sencillo y paeijleo, q u e g u s t a do la obra, (¡ue ha pasado el rutt, ad-uuri.blt iiieiilo y quo salo ai vcHÜbulo eu aquel íntoriiiodiü á fnniur un c iga r ro , oye lihbíiir vio U ol.ua, se acerca al corro y . . . ai no t iene opií.iui.cii m u y ñiu ies y cr i ter io m u y tUíliiidu, lo que allí escucha le hace caiúbiar do o|)inióii o por lo m e n o s le pone en guardic. y \'i p rev iene cou t i a el ac to ó luB uetoy quti fal lan.

Lu mi jor que oye en aquel corro es que el autor es uu a n i m a l , un pobre h o m b r e que no suba lo que t rae entro manos , y el cual (icbiera, ile.sde aquel m o m o n l o , aban ­donar la iilecfilura draiiiáticH, toda voz quo Dius no ie hu Humado por ese c a m i n o . . .

Los 1;HIÍ!UI!U.S aou elloü, y el que no ha­yan rt spoiididü es uno do tan tos misttíiio.s i i í i r inüudos. por lo menos , como el de la Uncarnac ión .

La obra t iene eute defecto, y el otro, y el do m á s a l lá . Liis s i tuac iones se-u abu r r ida s , lOsS ca rac te res están fiilaeados; el asun to , sobre ser viejo, es tá robndo do una obrn íraiicesa, y cuan to á la forma l i te rar io , es mal í s imo, d c t e u l a b l e . . .

iil espoctiidor pacífico y sencil lo que oye es tas coí-as, suele decir pnr» .su capote :

—¡Carniubal ¡Y á mí q u e m o es taba g u s ­t ando esto! ¡Lo ([ue es no entonder lo! lisos

. qu^'iy'?íiíí'í;:,':!'^".,!}!'!.'\i\sW\lf'i:iS'i;¿y';ná¿ quo oir el tono de au to r idad y suflciencia con quo lini)liin.

lio esi' inoinfiito s u e n a el t i m b r e , va á comooitar ol acto y , Ion espec tadores quo han oído el oocoaíé sabios, en t ran en la sa­la con la di:j¡ios!Ción do á n i m o q u e oa de s u p o n e r . . .

LoH eabio.í han cumpl ido su mis ión , en-canisiindo la.s corr ienta» dol g u s t o , y la so-cie^od puedo do rmi r t ranqui la , al menos por aqiieUa noche . . .

"O 0 Hiiy siibio de enoa que ne cree d i spensa­

do de tenor ednciicién, y g r i t a como un (;i¡er;',á nono, y putea como una eaUallería m u y o r .

Á tildo oso, y á a lga ri>H8, cree tener de­recho por el corlo tisllpeNdio de n n a bu­taca .

En a lgún» ocasión los 8Hbio.<i de osa indo • la pres tan iiKi;)r"ei«bl(e servic ie á la.9 e m -prc^•llS y á leu (niiores dramáliaswi; BUS in-I rn ioeroncins i r n í u u t e s (las de Ion sabios) , aiífx.iidiui lo»; cxitotí medianefl, e í c i t a n d o Kl sciilimif'tiio do la jua t ic i» , i u e a t o en t o ­da co lec t iv idad .

Me oído decir á< m i s do u a a n t é r drainA-tica, lut vhtt<«ias Ael QS«rwó ¿fl uiia obra s u y a :

—No estoy dHscontento, creo qne la olwa puede reaiiliar; perví, para quo el éx i to fue­rte rom¡i;i lo, i)ecc:!ilíib.u ai(|iJÍoi'a m e d i a do­cena dr nübios . . in iemper / iu tea .

Pura a lgo bueno hubíau serv i r esos sa­bios.

CÓRCHOLIS.

A.1asoeho d a l a . r a a l t a n a se reonfidí a y e r MI el p« l ac l a d » Ift Di puMoióQ: Da J t m t a p ro ­vincia l del Censo, bajo la pres idencia del S r . PéreK de Soto .

Asis t ieron al acto los expres idente» d e la Dipu tac ión sefiores conde de la Bomera y Suárez García, los exv icepres iden tes seño­res Celorip Rubín y Revuel ta y los d ipu ta ­dos provincia les S res . C o r t i o a , Briones , Sáez y a lgunos otros .

Después de e x a m i n a r las l i s tas , la J u n t a resolverá sobro las rec lamaciones presenta» das .

Nuest ro par t icu la r amigo D. J u a n Barne-chea , fondista de la estación de I rün , h a sido a g r a c i a d o con la cruz de Isabel la Ca­tól ica.

En la m a d r u g a d a de miteaycr fué robada la ig les ia dol puoblo de Vil lafranca Montes de Oca (Burgos , l l evándose los ladrones una cruz parroquial de pla ta , u n a cus todia , un copón, dos cálices, dos cri.smora8, dos coronas d i Virí^.m, doa re l iquias y var ios broches dol mi smo me ta l .

La cobranza á don i i c iüo d é l o s r eca rgos mun ic ipa l e s i ra imcstos sobre las con t r ibu-cioiKS terr i torial ó indus t r ia l cor respon­d ien tes al coar to t r imes t r e de 1891 92, se l levará á efecto por los recaudadore.i) m u ­nic ipa les d u r a n t e todo el mes de Mayo.

La Comisión de a g e n t e s do Aduanas de Barcelona que se hal la en Madrid, l leva m u y ade lan tados sus t r aba jos .

Eu principio ha obtenido la p rór roga q u e pedía para la apl icación del decreto de Ha ­cienda , referente á los cert i f icados de tro*»-si to , y cree quo no sera difícil que se reco­nozca la i r responsab i l idad , de loa a g e n t e s en lo que a t añe á los cer t i l lcados de o r igen , cont ra lo que ol decreto es tab lece .

Una n u m e r o s a tJoinisión de la Armada , pretjidida por el cap i t án d e navio D. Ma noel Pasquín, a s i s t i r á hoy 4 la proces ión c ív ica .

La recaudación por de ­rechos de consumos ascendió ayer á PtSOta» 4V.2<SS,23

En i g u a l focha del aflo an ter ior , »

Cartera ée Maáriá El p a g a d o r de la OompaTiia Ing lesa de

Rlcctr ie idad, tí. H. G., en V(« de sat isfacer á los operiirios de la mituna el impor ta de su."! jorn»to.«, qne ««eendla próximame-nte á l.PDU iieiM'tits, Ke fué iinleiiuí'cbo al Círculo de l'roviocin.-). donde perdió cu el Juego todn la í'ínitidMd.

Del l u d i o tieiio coníicimicfito el jiM/jado, el cual tii.lft de C4)rj*(iurítr id ptiftíulor, ha ­biendo eiKfojiti'ii«!í(í-%i noa casa donde és to lia cí<!tt''o ¡'í.rt'é de Ui ii/Kdie. una oer ta d i -rigidii iil jucí; d-H gntirtiiu ¡ lar t ic ipandóle bU pr.qióiii'.o íU) qiiilijiau 1» vídii.

Ku iKiir.lo.i 'énninoN riíoti.« que ha e s c r i ­to á 80 fiiiniÜH, Riiatiiite de Madrid; pero purece. ijHu unoH a m i g o s del U. <>., couoco-(lore.-í de su rcaohicióu, han t r a t ado de im­pedir ía

- -Var ios ind vidnos r iñe ton anoche en liiH inir.í.idiíieíone.'» de! Rh.'itro.

Uno <ie lo.s eootoiutieii tos, l lamado J u a n Lfíiu'/. fué {,n-'.viiiiicr!c her ido, s iendo lle­vado á hi (.:(IKH de .socoiro del d i s t r i to , i>a-Hiiihio luego á •u lUjmícilio, calle de las V«-!(.«. n ü m . 1, b'ijo.

— Kn uoa ctisn de la calle de San H s r m o -neg i ldo se friíCtiuó la p.ierna i / qu ie rda u n a mujer llsniadii MiTÍa Dolores Calero, á c o u -.^j<>cuencia do liabcr caído so.bre ella un ban­co do h i e r ro .

<.%trc<'o>4 p'ur» I l í r n i i t n r Kn la .leiiihiiH licitial se de spacha rán en

iV >!rid lo.-i s i^ 'nientes: IsiM de Cubm . - L u n e s , miércoli^s, j u e v e s

y H:Umdo, via Nueva Y o r k . — D o m i n g o , v^a Cédi-A.

Puer to R i c o . — D o m i n g o , vía C á d i z . Filipiniifl.-- Miércoles, vía B r i n d i s i . Cmmt i i i s—. luoves , vía Cád iz . Amér ica dol S u r . — L u n e s , v ie rnes y s4-

hado , vía L i . « b n n . - J u e v e s , via Gádis: y Co-rnü. '» . - -Viernes , via V i g n .

Lo.i periódico.^ traco minucio.sos de ta l les do! horroroso incendio que se desarrol ló eu Manila la noche del 13 dn Marzo.

L«s ñoen.s des!ruidu.s lian xido cua t ro en la calle de I» ICscolta, sci.? en la callo Nue­va, diez en la de G«lvüy, dos en el m u e l l e d««l Rey y cinco en la p'laza del Padre JVIo-raga . Total , 27.

Casi todas estatiau des t inadas , sobre todo en su» piínis bajos, á of tab lec imienlos co­merc ia les do i m p o r t a n c i a . La m a n z a n a de casas (le quo formalMi pa r t e 1» en que co menr.ó el s inicatro , es taba d iv id ida en infi­n i tas tiendiis. que los comerc i an t e s ch inos ten ían abarrotadHs de valiosas mercade r í a s , princiimlme-iite do tejidos da l iuropa.

LiiR pórdiíias ocasionada» por'el incend io , et iglobmido la riijiieza iirbnna con l a s i n e r -caderíart, íiseiendon á ('cica da un millón de prso.s. dn los cuales es taban a w g u r a d o s 400 ()í)0 pr r tx imameoto

tíe;^ (m ílier un periódico de Bur,'í08, h a ­llan lose tiii cana del párroco d e Quin tan i l l a KHoalHilii, I). l)oneiii|.{o Wnir,, «I .tinrgento de lu f.!OHidiíi civil , desile o.m arboleda i n m e -itÍHtn »e hi ío un dÍMpW)0 de a rma á e fuego ,-,i/jo iii'.'/vi r.ii] fiie íi iMirellac..<« en un h ie rro de 'n veoíuoH, yeodo iln reboto & para r á U libre.iÍH del ci tudo purroco.

Bíija

#7.808/70

So nos dice que no es el cónsul de Geno­va , s ino el lie Kspana en Ginebra , señor conde de Casa Sarr ia , el que acaba de falle­cer en e s t a u l t ima c iudad de lo Confedera­ción Sniza , que equivocó, sin duda , con a q u e l U mu. l Jd i t a / , - -v r - - - - ' ^ " "«í "ÜU-a e tomtimos la not ic ia .

El banque te con que los ind iv iduos q u e componen la Sociedad Rapañola d e Hig i e ­ne , ob.qequiarán á su p res iden te [Sr. Martí­nez Pacheco, por su ingreso en la Uoa¡ Academia d e Medicina, se veriflcará el p róx imo miérco les día 4, á las ocho de la noche, eu ei r e s t au ran t de F o r n o s .

Si a lgún señor socio no Imbiesa rec ib ido & domici l io la tarjeta personal para dicho acto , puedo recoger la en la sec re ta r i a , Montera, 22, bajo, has ta la hora de la l e ­sión de m a ñ a n a mor tos .

Bn el t é rmino dol pueblo de OaRáraares {Quadalajara) . fué encont rado a n t e a y e r col­gado de un árbol ol ca. láver del vecino de diclin pueblo, Casto Doiuinguez l ia iuos , de 'íi «ños, labrador .

De las ave r iguac iones p rac t i cadas , r e ­sul ta que se t r a t a de un su ic id io .

•La Benemér i ta» inv i ta á todos los l icen-cindo.s del ejército que desoen firmar la e.x-po.iición que se d i r ige 4 las Cortes , so s i rvan pas.ir por su domicil io Cabeza, 18, p r inc i ­pal derecha , d e d i c a do la m a ñ a n a a nueve de la noclu!, toda vez qne interaa» & d icha clase p ron ta resolución dsOiiUivft en lo» <t*-rooHgiy o tur^agoa por t a r i a s foye».

B1 Consejo' d e l í ietrucción púb l ica h a i o -formado favorablemente nna petición legal y hecha por ttv.ñ an t i guos y d ignos ca tedrá ­ticos .'juponiuinRrarios do Madrid, que á pesar de tener roconocidn el aíjceiiRO á nu­merar ios 80 hallan poi5ter;»ados desde h' ice mul t i t ud de años, por l!i.<? con t rad ic lo i i a s disposiciones que han r o g i d o s o b r e el p a r t i ­c u l a r .

La Sociedad Geográfl C!) de Madrid (León, 21), ce lebra reunión ord inar ia m a ñ a n a m a r -te.í, á las nueve do la noche . Rl señor m a r ­qué-! de Ueinowa ha rá u s o d e l a palabra pa ra exponer «Aigunaa cons iderac iones p rác t i cas sobre coloniznción».

La sesión aera públ icn .

Nur.i tro a m i g o ol Dr Ba íáguer , inoanaa-blo en el pcrfeccionamionto de la especia l i d a d á q e e s e d e d C u , y & posar do venir u t i l i zando desde hace t i empo en su acrorti-l ado y único I n s t i t u t o de la callo de Isa Hi ­lera», n u m e r o 10. como medio do desinfcc ción el luvado previo y la e í tcr i l ización del ¡r intrumontal por el calor, ha inven tado un modelo de lanceta que por lo fe'.aíiv.-iinente econóaiico do AM co,.;c le fuirrnite emplea r u n a p a r a cada ind iv iduo (¡uo .-ie inocule, re-galándn.Mcla,''e,s:pM;is á UVA iü te rosados . e v i ­t ando asi en ub.so!uto todo tomor de c o n t a ­g i o .

Con M exclus ivo fln de quo ios in t e r e sa -dos Goii.serven un recuerdo d e esta opera ­ción, dlciio Hr. Ba lague r ha m o n t a d o un gi.biiieto fotográfico en el miariio local do su In. i t i tuto. y en el que serán r e t r a t a d o s lop niño.t cuyos padres asi lo deseen, en t r e ­gándo les una tar je ta con el re t ra to , a c o m -panada del certificado de la vacuí tación, t o - / ° ° P'"**^ do ello «in al teración a l g u n a en el p rec io d e cos tumbre de cinco pese t a s .

Kl S r . D. F a n o t i n o H . Domingo , a l c a H de Tiemblo (Avila), nos manif ies ta que i t i e m p o opor tuno se adopta ron en aqc

FiUieaciones BUemién parlwmñiárUi dS>¡ Gádigo ^^

DiL—Discursos p ronunc iados en et S e f i u l . d u r a n t e la l eg i s l a tu ra d e 1888 y 1889; eé< IccciotjadoB y ijabUomtoa por lo Stviaia th los Tribunales. Madrid, 1893.

Un libro curioso y út i l í s imo es el q u e b a ­jo el t i tulo del epígrafe que encabeza «Itaa l ineas , acaba de publ icarse y recomenda­mos hoy á nues t ros lectoresfl.

L a impor t anc ia de un cuerpo l ega l como el Código civil gue r e g ú l a l a s re lac ione»do ind iv iduo á ind iv iduo den t ro de nna m i s ­m a nación, re laciones qne por ser las m i s frecuentes en la v,jfia y oue a t a ñ e n d o & lof actos más t rnnscenden ta les de ella, «on 1(M que con m á s interés deben m i r a r s e , contri* b u y o á que los m á s eminen tes j u r i s consu l ­tos que t ienen representac ión en la a l ta Cá­mara , in te rv in iesen en el deba te , dando á nquellas sesiones un in terés y una solem­nidad no s iempre acost i imbrai ia .

El in te rés é impor t anc i a de esa disct i-sión, que eu el libro que e x a m i n a m o s sf cont iene , hacen de él, c o m o h e m o a d icho , una obra curioaa y a t i l i s ima; ^Jorque á mi» de m a r c a r las t endenc ia» de la» d iversas pe r sona l ida l e s que e u l a disensión i n t e r t i -n ieron, y á m á s d e la var iedad d e eatilo», formas y géneros q u e en él figuran y ha* cen más a m e n a sa l ec tu ra y es tud io , es pof la ma te r i a á que ae d i r i ge , y por lo serio y razonado de s u s discasioncsv un br i t l an t* comenta r io dol Código , (joe t i ene la venta* j a sobre lo» conten idos en obra» doe t r lna le í d e b i d a s i una sola personal idad, de que asi como en estos p r e d o m i n a nn ««lo cr i te r ie defendida por et a o t e r , y no con t rad icho , y qne se apodera p o r t a t a n t o dol áni­mo del lector, en el l ibro que examina* mos , por el contrari<>, en frente de una opi­nión emi t ida eon respec to á u n a inat l ta-ción ó al contenido de u n ar t iculo , aurga otra eompletamoaCo d i s t in t a sos ten ida OOB tesón por otro i nd iv iduo que , influido po i ^ v e r s o s idea-fas y t e n d i e n ^ ii diferente! fines, ponen perplejo e l áfiitno (te{ q u e In­ves t iga , el cual , en Iw i n c e r t i d n m b r e «a q u e rezones cen t rad le tor ta» le cotiocaa, lai m<ide, pesa , encamina y oneliiza, la» con­t r a s t a , j u z g a de su firerza, au tor idad é in­tenc ión , y cun conocimiento de caos», f t l l t pa ra s i .

Conolnye el l ibro eon ira tn dio» anall t ioo acomodado * Hr MCruct^ra y plan del Códl-an oi-rii, que facili ta uotablerHcnte la oo«-sul ta de las opiniones emi t idas acerca da cada ma te r i a , y otro alfabético d'« toa sena» dores q u e tomaron pa r te en la disou8Í(Si|f Índices que , por lo detal lado» y por lo coa' ' c ienzndo d« su e jecncién, ava loran y %Í m e n t a n m á s y más la u t i lMad de la o b r a . ,

Repertorio-aoleeeión de JurisprudenelA español» e$ materia criminal. Bemo» tec i ' bido «{décimo de los Apéndices al «i tada Reper tor io que publ ica nues t ro oolng^a nro» fosional la Remsta \de loa THbunales, mtU g i d a por el e m i n e n t e penaMsta Br. Romef l Qiróo, cuyo l ibro rec io i rán loa que t e n g a n nnt ie ip»do el. impor t e del aQo oor r iea te d i so suscr ipción á aqué l l a .

El cons iderable ndmero d e fallos eoleO' c ionados , la s ia tometizactón con qneBBpre< sentaií y el cu idado con que están extra*-tado.<4, hacen de esto Reper tor io , quO e i d4 los pocos que es tán al corr iente en »a pB> blicación, uno du ios máa ^ i i e a y s e g ú n * m e n t e t ambién d e les m á s consul tado». S t precio, sois pese tas , y el de lá obra c o m p l t t a 9 4 .

Uu folleto cri t ico do verdadera n e í u / dad licaba da aparecer en los eecaprf*" de las librería»; , . .

So t i tu la Kxamen det drama R' '**??: d e D . Betiito Pértw Glaldé», y ea ' '•^^^^ D. Fraueiace J . J . Ba»U«o1i.

El folíete se v e n d e al preeio da ' * P*"®' t a s en la l ibrería de G u t e n b e r g .

Carmen, poema por D. Iímilf^'*'<'°*J 3 Casaña . Se vende á ona peseta'^ ' * ' P**"* cipales l ibrar ías .

La Kepaña Li terar ia , t n t i g ' casa •d l to -

(Slada La i

toria!, ha reanudado sus t a r ' ^ » » j blicación de una novela ( . „ X r - * i 2 L escri tor D Riearrto Orgaa. Í t ^ ^ ¿ i ^ ; ea Blanca, que «eguramer » ' « « n 2 a « ptliy buen éx i to , si l'.gra todo . ^ " ^ mereca .

La obra, quo esté el««'*«'"«"*f » « » P r sa, se vende a precio d^^" »«»" '»" •«» " * das las l ib re ras .

1 1 pALlERlZii J a c i n t o . Ounf ^ l a p laa , f t«o l Oafít^h

]ñ(Q,Ymlm\lm%%l T ~„Á a n u i d o inser to en l a 4 . ' p lana . X J V 3 , . . L f , „ , , • • • - I I I, I. II u II . j i II '^ I lu. 4

" j i p i r t a n o po rven i r . » 4.* p tnaa . l j ^ « e ;

"lía fipipos de mm ggycredi<i«da. Ra la de W a s c o , Mónte te "i

Cosos y cúmn ¡a casero par is ién, en vista d e que s t ca no se a lqui la , por los reciente» aconto-n ien tos , pone en ia pue r t a de la cal le np

^ r t c ! que d ice : «Hay g a s , a g u a y ana r^nJe ta s en l o d o »

pueblo , de acuerdo con el s u b d e l e g a d o m e d i c i n a , las medidiis lugiét i icas q u e ciencia aconseja para ev i ta r la propapa'^ de la enfermoíiad variolosa, l o q u e a fc ' n a d a m e n t e so ha consegu ido , pues q u ¿ ^ la epidemin ha dirtminuí4o has ta el r * de no ofrecer pel igro a lguno , Mas ec**" eemos m u c h o cu ennaignar lo a s i .

El sábado salió doTa Habana paP '*^ ; ' el vapor correo Montectdeo, d'e la c " * " ' " Trasa t l án t i ca .

T ra tamien to especial para 1 dades de la boca por crónicas q.. Porra.s, deu t i s t a . Arenal , 2 2 d u p l

Nos d ice el afamado d e n t i s t a ' ' " - *^** yor , 7,3, que manifes temos á W ° * P"""' v iuc ias vienen á su casa con de ha-

ción in -eerse las d e n t a d u r a » de su t ' .-« amovib les ó recoiiipo8Íoioue«¿*^'^'"'l"*" tan pronto como Ik-guen á « ^ " e - pue» á pesar de haber«e e n s a n c h i r * " " * ' ' * * • s i empre h a y aglomeración / ' ™ * n o r a , y 4 la vez. q u e es m u y c o n v ' " ' * P*"" f d e n t a d u r a nno.n días an te r ^ ^ r c h o f a »ua respect ivos domiciliof

M n l a e AJO

No lia subido los prec ios ^ ' " " ' * * • '^"*«'

@edeón y »u hi jo ae d i r i g e n on el t r e n 4 un ea tab lec imien to ba lnear io .

El chico l leva en la m a n o loa billete», J al adver t i r l e el p a d r e lo d ice ce re tnón lo ia -m e n t e . ,

—Guarda eso» bi l letes; á n a d i e l e i iápftr ' t a saber que via jamos en toroora»

E n t r e per iod is tas : -o^Vienesa l es t reno d»lA<lLlilUft))MT —¿CÓnio se tí tu,la7 —«La fuente y el irlo». i —¿De quién e»? —De Pozo. —Pues espera quo voy por on c u b o .

LA lüESA M„ „,„„ Comida d o ^ ' j í a y ? ^ ^ ^

Consomé de Hier Mero ¿ la C a l a b u ^ . „ , • P i l e te de Vaca « ° a * ™ ' Alcachofa» H I J ' Codorniz n IA /•'**• Dulce V Helai,'

CCGHAC™£2 LAMOTHE ^t®"

Difersiaaes públicas T « « t r * «l«i T i v a l l

La empresa que ha tomado á su e a r g o el> tea t ro del Tivoli p a r a l a p r ó x i m a tempora­da de verano está t e rminando la formación de una compañía cómicol i r ica ¿ cuyo fren­te figuran los S re s . D . Rafael M. L i e tn f D. J e rón imo Jiménez: y dO M Míe formaif pa r t e las señoras Araña , o a f c t a Par ra , Bao aa, Puchol . Torres y Varga» y loa ac toroí S re» . Carreraa, S lg ler , e a r r l ó a , A.sen«lo , D u v B l y o t ros .

La empresa t iene y a en »u poder g i ra» n u m e r e de obras da los pr incipales autora», proponiéndose dar g ran n o v e d a d *1 espae* táculo y emi^ezar ia t e m p o r a d a e a lA • « ' g u n d a qu incena de Mayo.

áaXkliAAmmm**^* Hoy lunes 2 de Mayo de 1S33. i l M cinco-

y coar to de la t a rde , se variflcará un g r a n par t ido de pelota á ces ta en t ro lo» afama­dos j u g a d o r e s Fé l ix U r a n g a y Lui» d e ' Araequi ta in , cont ra Augel Bilbao (Chiquito^ de A bando), Anacleto Salazar y J u a n R i n ­cón (Navarrete) , * « a c a r d o los s ie te oua»' d r o i , con ocho pelotas de Modesto Sáiz,

ImpT-V Bit. de EL LIMBUJ., Almuden». S T " ' " ' .

'V.¿i¿:^'¿ira

Page 7: es EL PERIÓDICO DE UM CIRCULÜCION DE ESP&RJl MM fj8 aÉlas ... · Parócerae oirlo á la puerta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo

'^

€lEÍtO»

JlMil* 4 « tMf.~ San AnaS' ó, doctor.

• « gmnm • ! J M M I O * ' • O a a r M i t a l l a r a a aniaPiirro m i s da SkBta Cruz.

. WUII» « « U « > r « e 4 n M * ' ñ u . — Nttottra Señora d» laa KiraTiUas eo San Juato i de la mTidenflia en JcsAa.

,l|i|' i -

Bspectácalos

PRINCESA.--B l i S . - T . i r a p . -Tormento (estreno).—Entre »or-k 7 lila.

4 It».—1*8 TMgradorftg —Ni-Mlás.

pRiNOipi! Awasieo.-a Sta. ••-T. imp.—t'Arricaoa.

LAIIA.—fi.—S." pir.—jBoTia Xpéa del alnm raía!—Lan rae»' iendacíonoa.- I*imij«rdep(ip4 —(Segunde nch>.)

APOLO.-8 I t í .—m chalee» bUneo.—JLae aparecidos.—Zara­goza.—I»* xn posa.

4 ll2.—Panorama naoienal.— ^ragoia .—lU«iMdM(» blanco. —Loe apareciiloB.

HOVfiDADHS.—8 l | t . - i « ho-ffnara. — Certamen naetonal.— i l soBor íuan de 1»B Yittae í Los yresupuaetoii de Villa ABémiea. 'O-La Crui Blanca.

4 li».—lioalíiigottotes.—sa tü-Mlde intsrino.

KSI.AVA.- 8 1 1 Í . - U Sal». «ianq»inR.~M!ir!diofi 6 pésela.— SI gnmtte .—De Heredes á Fi-latos.

4 1[9.—Dellerodea áPlVatoa. — La Salamanquina. — Mari'dsa. f peseta.

ROMBA.—fi ! l í . — L » baraja frtnceua.—La plnmar^a.—Mn-BO blane» no fiiere.—dertan«<« •ftcionnt.

(Baile al fíaal d« enda acto.) CIRCO DB PAlUSa.—4 1]? y

8 8i4.—Dos gpanSen y variadiiK funr.ionei, ^nn ambas la noTodaá ie l día, CaiceJo, oí más axtrn-ndinario de todos los f u a t o -bulos del avundo.

Entrad» gennrri, ( • e^nto. CIRCO Ua C 0 l . 0 M . - 4 Ij í y,

S lj3.—Qrimdou jf Vfirindna í'nn-' «ione», por la Okumpaílía cciie«-tre, csmicH, acroliaticn y ffim-áís l ioa, t)ajo Ift dirección de do­t a Micaela U de AÍ8¡»-(fa.

ORAN TIUO VM PAI/HIA Alí VtrM.o^«lelr^i da laH tafia* d«l< Retiro).—T«ra(tii:¡r{>»Wiciia, nnér. 2olei y días festivos. Hoy gr&n Ufada. Kntniílij {i;aue™l, l'ScéntH.

C0L«(.'C;iON DH- IflBRAS de Mt. Uallcti (.lai íín del Bnoa R«-fifo).-Tod'iR los dtns.—ínaves y díaefestivíiñ, J'uuoiOn.

SALÓN P,K PfiliSS (Carrera de San Joróuiano, 1 j »).—Viajea i K cinta, de II dé U maSaiui i< U de la noche.

' TüATHO RAMUtltZ (Glrtrif-r da Bilbao.)-Clorar Aperfo. - F J H eiones diaria» etidR media tiara, da lan dos de la {«ida hasta )tts diez d« U nooba. Estrada, IB gtntimeis.

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RELOJES Rcsuiadoreacon ele­

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36 BIBLIOTECA DE EL LlflERAL EL COCINERO DE SU MAJESTAD 33

—Es verdad: lo que generalmeate no remos,* coatMio ee tiüia de estos negocios, es lo que má« teneino.^ delante de los ojos. ¿Os habéis olvidado del secretario del duque de Lenna?

—¡Oon Rodrig'o Calderón! —me, «¡f.; «s el enemigo del tio MaHolillo. —Pai-o no entiendo por quó pueda ser eucmi-

g:o de dan liodriffo el ba'óu de BU majestad. —¡.B&li! ya veo, aeílor Fraucieco, que vos sa-

^ 6 muy pvcd. —No me es fácil dar con el motivo de la oje­

riza que deci» tiene el tio ManoliUo á. don Ro-diigt).

—¿Canocéia áima cocosdianta que se llama Dorotea, que baila como una ninfa eu el corral 4e la Paí^eca?

—-¡Ahí 4iiaa valenciana herinosota, desliones-ta, que ka estado dos vccefi presa por no bailar OWBO •!« ««aveaicute?

—La míBUja. .Pne* bien; esa mujer es herma­na 6 querida 6 hija, no «e sabe cu&l de los tres, del tio Msnolillo.

—Me estéis maravillando, señor Gabriel. ¿Con­que la Dorotea?...

—SI aefior, la Dorotea es mucha cosa del bu-ftti del rey. Pero no es esto todo. El duque de

r - ^ 4 , y a s e q u e el duque visita 4 la Do­rotea. •

—Pero Bo salléis quiéo ba andado de por me­dio para caacertar e&as visitas.

—Si, sí, ya fié que el medianero, el que ha llevado los pritatros regalos, el que acompaña de itocho slíiiiijue, y le guardia las espaldas, os don BedTj^-ti Caiderán.

-.VanAs, pnea áe seguro ao sabéis que el duQitt* d i l e m a es quien pugra, y don Rodriffo <jaldet<a ^xkimn goza.

--¿Peipo qiúén os dice tanto?—exclamó admi­rado MoBtile.

—Ya K»iáis que yo teng;© muchos oficios. —Deiua£á«'Les quizá. —BBtáB l«s tienipoí tan malos, señor Francis»

«o, qiMí }>am gr«Bar algo ei necesario sabtr mu-cSío. Saben «oe sé de inuobas princesas, y una de ellas, c«Eo«aa de la Dorotea, la encaminó á mi para que la sivfiese. Dorotea quería un be-OCdÍ29.

—¡Ah! jah! ¡las mujeres? ¡las mujeres! — San seipiajítes, vos MO i« sabéib biea, e e | ^

Moiiíñüo: cemo sé lea ponga en la cabeza doctft-'l^r á »u beiubi'e en l a Universidad de Cabra, aunque pl aniante 6 el marido las encierren en *^«*:««4 t« lleven la llave en el bolsillo, le

Müvi5ae itnpa(«iente en «u silla él «ocánero del rc^-, ^ovqwcw la pa»» delante su mujer, que «r* joven Y >íomta. J •-•

—Peii; ft swjiletjté, doeil venirm

• « « * »

Porquo¿o8i.yini,. prtiileiiiie, yígíS'ijfie '«1 «-.Vf yor muCTio olí I n(( i'i'írt

mte -til

dizo no podía producir buenos efectos, sí no se conocía á la persona k quien había de daiMe. Ea-tonces la Dorotea, poniéndose muv colorada, me dijo:~El hombre que yo quiero que no quiera á ninguna mujer mas que á, mi, es don Rcdri;>-o Calderón.—Necesito suber cómo habéis cono­cido á don Rodrigo Calderón—la dije.—¿Necetiü-rio de todo puntü?—Ya lo creo; y «i fuera posi -ble hasla el ilía y In hora en que le víslela por

rimera vez.—¿Y si no os lo digo, no me l^irftis el fbedisío?—Os lo dure, pero ai no sé de cubo á

rabo cuanto os ha acontí'cido y oa acontece con don Rodri;?o Calderón, no o.'j quejéis si el bebedi­zo no es efícíz.—Eatouces la uio/.a SP s;;iitú, y jne confesó que había conocido á don Iludiig-ú, c .an­do don Rodrigo fué á hablarla de purte del duauo de Lerma; que se había enamorado de él, y don Rodrigo de ella. Que, en una palabra, el duij[ue de Lerma paga y se cree amado, v don Rodrigo Calderón que no la paga, y á quien ella ama, la engaña amando á otra.

- j A h ! —¡Y si supierais quién es esa otra, seríor

Francisco! —Alguna cortesana que tiene tan poca ver­

güenza como don Rodrigo Calderón. —Pues os engañáis, es la primera dama de

España. —¿Por hermosa? —río tanto por hamios», aunque lo es, como

pdr noble. —¡La dama más noble de EapuSu! Ved lo nue

dec'i!--; cualquiera pudiera creer... —í.tjue esa tan noble dama es la reina? ¿Mo es

verdad?—dijo con una malicia horribití Cor-, nejo.

—¡La reina! ¡Su majestad!—exclamó dnndo UD salto de sobre su silla Mantito.

—La misma. Su majestad la reina de EspaíSa, es la querida de don Rodrigo Caldarón.

—¡Imposible! ¡Imposible de toda punto! ¡Yo conozco á su majestad! ¡No puede ser! ¡Creerla primero que mi hija!...

—Vuestra hija podrá ser lo que quiera, sin que por eso deje de ser io que quiera tnmbiín la reina.

—¡Pero la prueba! jla prueba de esa SÍCUSS-ción, 8e5or Galniel!—dijo el cosinevo del rey, á quien se había puesto la boca BI»« aisarga quc; si hubiera mascado acíbar.—¡l,a prueba!

—He ahi, he ahí cHbalmeHte i o qtie yo dije á la Dorotea: ¡La pruebs!

—¿Y esa muier/.uela. tevia la prtieba de la deshonra de su majiatad?

—X>n tenia. -¿Pero qué tiene que ver esia perdida con la

reina? íQuién ha podido darla esa prueb.i? —El duque de ¡Lerma. —TMo vúis k volver ,loco, seSór tí&bricl: no

a|ino.., : —No es mii;^ fAcíil atinar. Pera dejadme qne

'ps cuente, sin iiUterrumpirme, ..Mp R»ombi'&vos, *»ífy¿Í81¿ que oigáis^ y oóndttireinoá tees pr«»t«.

-Y ttni! n l^raré i porq-ne no rae jtcnwdo de

»Gu&rdd silencio nuestro hermano mientras duró el mensMe, y tomando la carta vio que el verdadero padre de Juan, aunque con un sañudo doble, porelcual aunquií aeliubicra perdido aque­lla carta no se hubiera perdido el secreto, le su­plicaba enviase á Alcalá á hwer los estudios que más le agradasen á Juan, bajo la vigilancia del bachicer Gil Ponce, hombre de virtud y coucieu-cia, en quien podía confiarse enteramente.

«Añadía la (sarta que no había que pensar en los gastos, y concluía suplicando encarecidamen­te ¿'Jerónimo que no se negase k aquella deman­da. A aquella carta acompañaba una maleta, y dentro de la muleta se encontraron ropas para Juan y doscientos ducados en oro.

«Nuestro hermano no tenia derecho alguno para oponerse; pero sintió grandemente que su po­breza no le permitiese sufragar los gastos de los estudios de J uan: á los tres tlías abrazó llorando á nuestro rapazuelo, tiue partió acompañado de su ayo y llevando en el bolsillo algunos ducados de que no8 desprendimos sin dolor Jerónimo y yo, aundue no nos ciuedaban otros tautos.

» & cuanto a los doscientos que contenía la muleta, se le entregaron Íntegros al señor Gil Ponce.

«Juan volvió por vacaciones. »Por lo que liübín aprendido, corapreniJía que

los maestros de Alcalá eran dignos por su cien­cia de la famoisa Universidal Complutense, Ea cuanto al estado de buena eduoacian y de bue-oas costumbres eu que Juan volvía, comprendí que se había tenido uu gfau acicrttj en elegir pa­ra ayo de uu joven al señor Gil P«nce.

>.'Ksle permaneció con níMsotros durante las vacaciones, y se volvió con Ju«» oaando llegó el tierupo de abrirye de nuevo las aulas.

Todos los años Jeróuimo recibía una maleta llena d«; ropny dosciíutos düaudas. Cua«do Juan cum]ilió los dieciocho años. ao«u«ip&3&.v*& k la naaletd y al diner» «na e8|»<ida y IUÍH daga mag-nílice» uunque muy 8©ncilla.a, com« ©oavenla al kijo (ie un pobre hidalgo.

»Juaa cursó en Alcalá letras liureanaK, teolo­gía, derecho civil y canónico; k los dieciocho años era bachiller, k los veintiuno licenciado; montaba á cabalhj como si á caballo hubiera na­cido, y en cuanta á esgrimir los hierros, venóla k su padre, y aun á mí mismo, que y« sabes que meto tina ef-tocada por el ojo de uaa aguja, me hBcía sudar y andar listo. Yo le easefíé todo lo que sabia en esgrima, que ao es poco, y estoy se­guro de que no hay dos en la (sorts que le metan un lajo, 6 que le alcancen con una estocada.» - —¡Ah!¡AhJ—mtimiuró MüHtiilo.—Tambiéa k»

gubtiin á su excelencia los mi>ím dieitjo» y va-híílKttíS.

Y siguió leyendo: «Hace tres años que Juan velvió deinitiya-

m(>rite, terminados sus estudios. Ya hace doiif que, por muerte del señor Gil Poace, iba ittlo á Alcalá.. Sin embargo, en eso« dos afSos no «e pervirtió, á pesar de andar entre estudiantes. Ni Íieb«, tu jue­ga, fti i'iiSe; stiJo tiene una aüf.ión, v ésU es muy

imamoruJo y ai'in.'. con las

iU16:\ al leer cr ío Mon-

-e\c.;i¡uo.

natural k sus años; es mujeres.»

Di6 un salto sobre su tino.

--¡Ah! ¡Ah! Bueno essubci'lo-Y siguió la cart* adülitnle. «Pero ni las inujer.js le (jugafian, ni él nrucu*

ra engañar á la que por inocente pufUuia ser en­gañada.»

—¡Ilum!—•interrumpió el cocinero .sin d(.jai óe leer.

«Es un mozo completo, lo que se dob» ci gran manera k au padre, porque nosoti-os, p Ü" uiu'.í'rt pobreza, no hubiéramos podido darle lo» c.-)ts!ditji que se le han dado, el ütuio que posee y que pu-dfá servirle de mucho,

»Pero la conducta de su padre es, hasta cierte punto, extraña: solo ha atendido á la sub'íinteiicía de su hijo mientras ha sido estudiante; pero iles-puésle ha abandonado asimismo y & Uvic'ilva pobreza.

»La circunstancia que hay también txtrafía es, que siendo lo natural que para ir k Alcalá desde Navalcarnero, se pase por Madrid, siem­pre, por expresa prohibición de su padre, ha pa­sado junto á Madrid, dejándole 4 alguna dislan-eia k la izquierda, cuando ha ido á Alcalá.

)»E1 pobre ha vivido ayudando al escí-. > Í-'K^I-do de su padre v á lo poco que yo gann como ÍV\~ cerdote, dando lecciones de latía, alguna* fuíT» del pueblo, co.stándole todos los días un viaje

«Hace dos aflois, antes de morir, mo dijo ünf*-tro hermiint» ;—Ni» tü he dicho todo lo que sé res­pecto á Juan: Bio.s no quiere (jue yo viva bu«ta que cumpla los veinticinco años; para eutoia-di le espera una gran fortuna.»

—¡Una gran fortuna cuando cumpla los vfin-ticinco años, y nació el día de San Marot; del aiSO de!... Veamos: le quedan, pocos nw.ñC' para cuaiulirlos. ¡Ah! ¡Ah! jDiabJo! ¡Una ^ran fot lu­na! fío hay com*««r hij» secreto de gi.-.n S( i".o,- ¿Y qué fortuna ser& esta? ¡Oitlor en lt.>!... ! ¿Quién sabe? ¡Secretario d(?l rey! O lo que t-f tncjor. líe-creturío del secretario (le Entado. ¡Mi! iDlnMo! SerA necegariü e.itar bien con el ai'.e"i;ií.!!o, ¡sh! jeh! veauio.=!, veamo.t:

«E»ta "Tan fortiitia—continuó n'-- ' t r" 'n-i-nia-i' t&

,a .'ibii.'rta i n t i c i i i - eSi

n.-\ . I

• i c b

Xlt'C-

no Jerónimo, está encerrada en «st CJIÍ guardado en aquel «rniario giie üO,'''' hace veinticuatro 'tf;.')?!,—¿Pero mv c cofre?—pregunté á .I(rr6nmirt.-~No '• tó -solo sé qtie pean iriucb", y <m:. • entríígaron vi meter CÜ B ' ;'.;;ÍUÍ %; olvidado, algiiTiOs pápele : a-juilí cían como cícriturat;.»

Abrió eii'".'Mtím(M)lo \nA ojos M"! recio que las letras que de aílí en ad jl.mf*'' nia la carta t^ran de oro,

«Delíiiii<= If- mí el eiícrlbanó Cabrio lió el cofre, j pegó sobre éi, á« mor!., abrirle es ncce«tri« roinpwle, un íe.'^!!-(onio ea que caustaba que fo hfl.bÍM recibido R'¿UP1 cofre «errado el día de San Marctw de l&3*i.

» Yo firmé »n recibo en ((ue me oHi^aba á •»•

fio y le pa-•-onte-

•'., se­nara

feíS*;

Page 8: es EL PERIÓDICO DE UM CIRCULÜCION DE ESP&RJl MM fj8 aÉlas ... · Parócerae oirlo á la puerta de su ciudad futura, examinando a cada hombre que se presenta, sondeando su cuerpo

f¡*'^r!Ti)*í'^,''1

Jb. -i 6 Í&.3 jsá. -i-i''- -v. f m. M.,A.m. i-jí^x ^ , lLJk._7

C A T Á L O C T O S A L

Kstn Socicílail aiímitc cantiilíulea on depósito y en cuenta corriente desde COO pesetas en adelante, y aboun por laa mismas loa intereses que Tan á coniiuuaciüu:

líii ínu'iita oorrier;te. A !a vista, el 3 por 100 anna!. Id. depiísito, á plazo de l|2fino, el C por 100 anual. Id, id. id. de 1 año, el 8 por 100 anual. Id, id. id. de 2años, el 10 por 100 anual. Id. id. Id. de 3tiilos, el 12 por 100 anual.

Su adiuiteu tamuiéucautidadcs á renta vitulicia, á interés coaven-cional.

DIRECTOR ESTA

sobre resguardos de la Caja General de Depósitos, del Banco de España, del Monte de Piedad, sobro títulos del Estado, fmcas rústicas y ur­banas y toda garantía que convenga.

S O C I E D A D

í^fi'fi(isfclau)!i!!!a^!alrí!sallá! DE 15 ARCE!. UNA

— o —

hinU U hiS ÁNTI£.IfáS H B W - T O B K T V B R A G R U Z

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Bl 10, de Cádiz, hacioiirlo antns la fsgcnln de Biircelona o) 5, y eventual 1« <¡e Uihga. e] 7, iiamitiDndo carg» paiu C'amiiecho y yroiilB.-a, CQB triiiwlioríla BE tliibíin».

El ?n <lo .SsiiiBiKtBr, con eacttla en la CoruRa el 21 , y haoiomlo t»l«H I» JHI Hftvre «) 15.

lil 3(1, (lu Cáilií, con escala en La» Pnlina», liftciondo aittes la di-Ilarci'ioiie al 2i> y ovenlaiil en Máluga el 27, con tiíten-sidn (i l«s litoittlcs ílo l ' uono Rico y Culi», KsUiilüS Unidos, y xd-Bjiiieado csrga jmra Tuspim y Tampico, eoii triiiisbo-fio en V«-meruz .

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" t l K T t I M i M t t . - M n I l d » ) ! d « I » M a t i o n n s Bl 10, con «scala »n I'i!<srl« Rico í ! 19; jiara Cádiz y Bnyr.oloutt, y ombiisiición pra'it l<í« donnts V'"'-'^''''» ' '* ' M«rijterrAneo.~Bl «O, rtlrento pura C'n-uíía, 8aiil,«n4(ji; y Ha'vrSiy eorabinación para lus puertos ospaüole» Wu A'lftiiticoy paia liíverpool, IliunliMforo, Arntioreu, Ni.i.tos v Bui--j p , . , . m i l i . ' .•,í.if'._ - ' , . , " ' . . ' . . -'

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Desdo ol niíraero 63, correspondiente al próximo domingo 8 (le Mayo, BIiAJíCO T l í E C K O conetarA do aioz y eoio ^píig-iaiafi de t«xto, coii grabaclos, on lugar do las dOCO que vení» pnbliiia.ulo , y d» una oloj iinte cubJorU do papel da color, siendo el prttoio de cada número

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E l citado Tirtmero ft3 contendrá: Kfoniér IdeMt Nacirt en Florencia el poeta 0 a n t e , por Tello

Téllez. Kl retrato dijl poeta florentino es ÍÍJI», ronro<luooi6n de 3n '¡r'e'ii'i'ila escultnruii." Pnfíol.—l,«fi d e r»na. TríMiiín. y sois ca r ica tnrasdc loscobibniador t sdo Hl.ANCOY NKdiid, porCilUi. —Ciitr^tliftnu**, pooíiia, por la H(«^soct(^Il, i lustrada con varias pá'íiiKis notnblcs d'tl periódico.— tiro v i e j o , aleiíoria dtd A ' t " - ; »nt);riio, por Ciros, ¡irprodui^cioneü de uotaides cuail '^Hue OJ n," tu ras de Juan de J u a u t s , Alonso Cauo, VcI;íiO'

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rORT-SilD, Í0SII , COLOMBO 7 SISG&POKJt KKIIVICIO k

ÍB.O-HB.O V t:iíBSJ y C « M l ( t f i a e U n e « ú t á i t r u c l i o o y ll(i»l>>r<> f f a o l l l o l ' é r i t t c o )

X a u x i b n r y l lo/Hiul>l t í<i« (cWMt» a r i< ' »9n i •<« A f r i t r u ) ( I t t iMt tn} , l ^ a i i 'H l» , í i u l K « n , $«í<]u<ty,

Q « l « « l » , i a « n g : . U * i i K : , SitboinKity, I G } « K « y Vt tboI ía tMn

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ble-! y paBHjoro», d (juienea la Compañía da alojamianto n m y •.•!)-modo y trato muy esmeríulo, coino ba acreditado en su düalfido servicio.—HebajuB á fainüia/s.—l'reciou conveaciunaleFi por cama­rotes de lujo.—Uisbajas por jiftsajes do ida y vuelta .~-Hay pasajes para Manila <l precios «.'^pacialea par.i emigrantes de clníiO artesa-na ó jornalera,"con facultad do regresar gra t i s Hentro da un aSo ai no encuentran trabajo.

1.a líinpresa puede asej^nrar las mercancías «n SUS bníjnes.

AH'IWíB I S S I ' O S f g ' . l í ' r s C . - r . a C o n t p M r n a | i i - e* t f i í e h l o » «ciiviM^N contt!r«lniitt- .K, a¡{i'l<M>tt.»r«s i lR.iEu«iU'la-

I.!iii sijr.íV'.rir.oi y «loía» d « jsre<rlt!«i fian

Para más informes, en iv-9:..éV.x>i?tl3C»,

Ageacia de la Ciríapuñía Trasatlántica PUi lETA D Í L SOI. , NXJXíI, 10

•filio, Güy;v, et;c., v rocsín.g rjrii'vij^.^'„. , . Oe.rv.atvtes, Lot." < - * * " l ' ' ' ^ * - m m Cn)»:-!r' ' ,ez, lübcra, Mu. tOTCf, , ,: I CatlJii\nd/i ' Ji .- ."eutony fr;vsc3dc Ca'.dsn'n,

• ' " . "•" ' ' • I , a n e Vega, i loreto, Moratin y otros famosos au-c r c t n cino s o eniUV<>¿-,. ,p„^,l ,P„-„_ f),(_mjy¿g Huertas, Acuarelas, .'tpuiv

tes , esculturas y bajoi rciiovts de Fcri-aiit., r.iíi'lülri, Poüiin-guCT, Konl'inre, .Tinv'neí Aranda. ^^oro!'a, I'ln, Susillo, etc., in­tercalados con notan l i teraiias originales do los niR.s reputados autoi'cs coutcruporúneo-s. I.a.s finuae dt? todo.i ios caoritoreí), t i n t o a-.iíigiios como modernos, aparficcr.'iu ñolmei.ta reprodvt-c ida ' al pie de sua trabajos.

I,a reunión de t an valiosos elementos formar.'trm magnifico á lbu iü ( iue , tanto por gu originalidad como puv 8U belleza, lia de l lamar seguramente la atenciiiu del piiblico.

MÁLAGAS: MANZANARES f

HÚMEjaO SXJÜIiTO E N TODA l í á P A Í ? A

m \ l i m OIQOE Y TALLERES DE VEA-MURGUIA HERMANOS

OES I N T O A . r > I 2 5 Conütruoción y reparación d« buíiuea.—Fuu'

pkra toda els&e de coustracciouti».

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I KTIGUA. y acreditada stiatre i r í a do Bonito, e o l i o d e l a

icióu da metales! C r u z , Sf4 í:'o t raspasa por de-ii'uiiciú 1 do au dui.>¡¿c.

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34 BIBLIOTECA DB EL LIBERAL EL COCINERO DE SU MAJESTAD^ 36

t regav aquel cofre cerrado, tal cual le liabia r e d - I laido, él !a persona cuyo nombre constase en el re- I cibo, 6 á. Juan , con facultades de abrirlo, si al de­volverme el recibo se expresaba en él esta c i r -cunsi.incia; yo transmito á ti ese cofre, por una ciéiLSuia (le mi testuitiento que te oblig'a á cum­plir lo que yo no pisedo por mi iniü^rte.

«DespuiJs me rev(!l(5 el nombre del padre de JuflTi, nombrtí ilti.stre, ¡lonibre de uno de loa e«pa-fiüle.'i más grnnde,-i y más nobles que han h o n r a ­do !i utiestra patr ia , nombre que no me atrevo & CBcribir, porque aantjue Juan me inspira mucha confianza, una carta puede perderse.

sEs necesario, pues, que ts pongas inmedia­tamente en camino. Deja en la corte k Juan , por­que al pobre muchacho le seria muy doloroso ver­me morir. No le digas que tü •vienes, para quo no se empelie *n acompañar te .

»V«n, porque es necesario que ese ilustre tiom-Ijre que b a guardado Jerónimo duran te veintidós años como un depósito sagrado; que be gua rdado yo desjmés de la muerte de nuestro heii'mauo, pa­se á tí después de mi muerte ,

»Ven, porque so!o á tí diré yo ese nombre, y eso muy bajo, por temor de que lo escuchen laa parviles; si cuando vengas he muerto, ese nombre bajura conmigo á la tumba.

»Oorao podrá suceder que l legues tarde, p o r -q u í mi mal se ag rava extraordinar iamente de mo­mento en momento, permíteme que respecto á J u a n te dé alguuoii consejos que podrán aprove­char te ,

»No seas miserable n i áspero con Juan : te d igo esto, porque te conozco; bas amado k tus b e r m a -noB, ñero ba-» amado más al dinero; tu.s hermancj han sufrido re.signadarnente »n pobreza, porque tus hermanos sabían bien que si te pedían soco­rros ge lo» bnbieras enviado, pero causándote « n a dolorosa herida cada doblón de que te hubie­r a s deupreudido; tus hermanos no han quoriilo hacerte sufrir, perdona á uno de ellos m o r i b u n ­do, fd que te d iga esta» palabras y no veas en ellas una queja, es únicamente justificar el con­sejo que voy á liarte! «''; g'eneroso con J u a n , sé fraiu;o, él es sumamente ág-radecido y leal, y ta l persona puede l legar át ser, qiíe si tíi te haces amar de él, sea para tí au amor un tesoro; tienes además, hermano, un excelente corazón, pero eres receloso, desconfias de todo, . , y luego. . . tu avaricia. . . Juan es muy generoso y muy de l ica­do. >jo desconfíes de él, porque esto le reseñar ía , y te lo repito, %1 cariño de Jiian dentro do muy poco tiempo, puede valerte mucho.

*AUiii te le etvvSo pobre de ropa y de bolsillo, pero nmj hermoso, muy valiente, muy noble, ca­s i sabsiti.

%i Ah! Te advierto para lo que te puedacoave» n i r , file hace tres añoa vino aqui buyendo de cierifus malas aventuras el docto y regocijado don Frai.cixt'o de Quevedo. Conoció a Juan , y se h i -ci/*roii lo« más grandes amig'os del mundo . Don Francisco m un hombre que vale mucho, y que podré iervi r de mucho á Juan , Y cuando Queve- r f l l o , que M «II hombre oue estrecha m u y tio^»-. «t

manos de buena fe, d is t ingue y ama y no muerde con su sangr ienta bur la á nuestro hijo, mucho debe éi^te dé valer .

»A11A te lo euvio: sale de aqui sin u n m a r a v e -di y sin una camisa. Cuando l legue á esa, l l ega­rá nambiento, cansado, mojado:"préstale mesa & que sentíir.se, ropa con que mtidar íc , lecho en qua descansar: uo le niegties Jiada de esto; Francisco, recuerda tjne tu bcnt iano y yo le b^nins amado como si fuera un hijo de nuestra sangre , y que yo, que nunca te he pedido nada, te lo suplico desde el bor le de mi sepul tura .

5>Sobre todo ven al inetmite, porque me siento mor i r .—Tu hermano que desea verte un .solo rao» mentó y expirar en tus brazos, Pedro Martínez Moiitifio.»

Enjugóse el cocinero del rey dos lágr imas enormes que le había arrancado el final de la car ta de «n hermrno, la gua rdó cuidadosamente en un bolsillo y se puso t pasear por la pequeña estancia, profundamente pensativo.

—Sí, si, es preciso—dijo al fin—me le han en­dosado, presgindiendo de que l legue á ser 6 no fer, yo no puedo. . . vamos, de n ingún modo: u a mozo benuüso, y esto es verdad, que ha sido ef?-tudiante , que le gas tan desordenadanieiUe laa mujeres, j que puede dar u a chirlo al lucero del a lba . . . no, no . . . es imposible que yo t enga á e s ­te mancebo en mi casa. . . ral mujer, mi hi ja . . . gracias ¿ que las tengo seguras guardándolas y cerrando mi puer ta á piedra y lod.o: y luego uo teniéndole n mi casa, échese vueea rofrcfld él cargo de pagar le un día y otro la posada duran te quince me íes, no señor; será preciso que el du-« qtie de Lcrma le dé un ofici(x.. es verdad njue cualquier oficio por pequeño que sea el que me dé el duque , podr ía valerme algo, y en estos t iempos.. . pero dol mal el menos: ¡ah! me olvida­ba de que ha salido sin alüWFKar de >íava!cHrne-ro. ¡Hola! ¡oh!—dijo abriendo lapiuíf ta y evitraa-dB en la reiiosterÍM,—ü^nzalvillo. Lijo, ven acá.

Acercóse un pi.je. —Vé á aquel aposento—le dijo—y lleva utt

servicio de mesa, un paatel i e olla podrida, u a capón dfí leche asado, un besugo cocido, itn p»ifl-tel ojuldrado, frutas y confituras, y (los bote!¡as de vino de Pinto, á un hidalgo que se l lama J u a a Montiño, que es mi sobrino, hijo de mi hermano: sírvtile bien, hijo, sírvele, y gnárda le por el wer-vicio las sobras, que bien podrás sacar do ellas dos realeí^.

GouKalvillo se separó de la puer ta , y cufíndo Monf.iño íha. á cerrar la , 8t le presentía de repente u n bonthre.

— ¡Eli! ¡Esperad, señor Francisco, esnerads ¡pue.s k fe que me ba costado poco trabajo uega» aquí para que yo os suelte!

— ¡Alt! l^e^o^ Gabriel! jY aué me qwevéú^?—• dijo el cocinero ijcl rey con mal ta lante .—Entiad, entrad, y decidme lo tiue me hayái.s de decir.

En t ró aque l hombre , j Montiilo BC eucerK. con él.

CAPITULO VII

LOS NECiOClOSBEL COCmRRO DEL R B Y . — D E CÓMO L.\ CONDESA DB LKMOS IIAUÍA ACEBTAnO HASTA

CIERTO PUNTO AL CALUMNIAR A. LA REINA.

El hombre que acababa de entrar era un hom­bre cavacteriatico.

Si la persona que t iene a lguna semejanza t í ­pica eon liv fisonomía de algún animal , tiene las Sropensiones del animal á quien se parece, aquel

oinbre debía tener alma de lobo, pero de lobo viejo y cobarde, que en sus últimos tiempos hace por Ja oHtncia lo que en su j uveu tud ha hecho por la fuerza.

Habiendo dicho que la fisonomía de aquel hombre se parecía á la de un lobo viejo, nos cree­mos dispensado» de u n a descripción más m m u -

Bástanos añadir , que aquel hombre en su j u -Tenüid debió ser iilto y robusto, que á causa de sus años, que casi rayaban en los sesenta, estaba encorvado, y que á la expresión feroz que debió brillnr en sus ojo.'? y en su boca, cuando g a n a b a la vida matandü k obscuras y .sin dar la cara, h a ­bía aa^titiúdo una mirada hipócrita y una sonr i ­sa fría y »3(iuerosa, que parecía haberse estereoti­pado en su boca r a s g a d a .

Aquel hombre, que en otros tietnpos habia sido Tufián y asesino {n(?sotro8 sabemos que lo fué, y basta que lo digamos á, nuestros lectores sin que nos entremetamos á contarles una historia que n a d a nos interesa) era hacía ya algunos años r o ­pavejero en la calle de Toledo, y corredor de no Babe.nos cuántas honradas industr ias .

Conocíale Montiíío, y aun !e t ra taba í n t ima-menle , porque el cocinero del rey era hombre de negocio.s, y nn hombre de negocios suele neces i ­ta r de toda clasf. de gentes, r e r o como el buen Montiño sabía demaisiado qua el «efíor Gabriel Cornejo había sido pci>cgnido por la just icia, Baipiíiientñdo más de tres veces por ella, puesto por sus méritos en expoíiición pública más de ciento, para ejemplo de la btjena gente , y compa-iSero intimo de un bunco y de un remo durante diez años, guardábase m u y bien, sin duda por modestia, de decir á nadie que conocía A tan r e ­comendable persona, y mucho más de que le vie­sen en conversación con ella.

Por esta razón, Mtmtifío, que tenia suficiente causa para estar entristecido con la muerte próxi­ma ó acaso consumada de su hermano y con la venida de un sobriuo putático que .se le en t raba por las puertas sin dinero y sin camisas, acabó de ennegrecerse al ver que el señor Gabriel Corne­jo se arrojaba íi buscarle nada menos que á can» del duque de Lerma, y en medio d« u n a leg ión il¡í pajGB y lacayostj g;entes que * todo el m u n d o «onocen, y que hablan mal de todo el mundo.

—¿Qué cosa puede haber que oa disculpe d » haberme venido & buscar de u n a manera t an pdí» blical—dijo severamente Montiño.

—¡Bah! señor Francisco: nadie tiene nada que decir de mi—contestó sonriendo de una manera sesgada Cornejo—si en mis tiempos fui un tan to casquivano, y no supe gua rda r el bulto, ahora toílo el mundo me conoce por hombre de bien y buen cristiano. Y luego, sobre todo, cuando laa cosas son urgentes y apremiantes , y es menester aprovechar los momentos. . .

—¿Pero qué sucede? —Suceden muchas cosas: por ejemplo, esta

tarde ha estado en mi casa el tm Manolilío. —¿Y qué me importa el bufón del rey? —Despacio y paciencia. Quien e'scucha oye, y

cosas pueden oírse, que valgan mucho dinero. —Sepamos al fin de qué se t rata . —Ya que de dinero he hablado, se t ra ta de d i ­

nero, y de un buen negocio: de una gananc i a da ciento por ciento.

—i Ah! j Y qué tiene que ver con eso el bufón del rey?

—El tío Manolilío h a ido esta ta rde k mi cass j se ha encerrado conmigo 6 yo me he encerrado con él, y de buenas h pr imeras , como hombre de ingenio y de experiencia, que sab'^. que todas laa palabras que sobran en una conversación deben callarse, me ha dicho:—¿Conocéis á un hombre que quiera matar & otro?

—¡Oh! ¡oh!—exclamó MontiBo, abriendo des-» mesuradamente los ojos.

—Yo qtíe también sé ahorrar de pa labras cuando conozco 4 la persona con lu i cn hablo, lo contesté:—¿Quién es el hombre que queréis- des­pachar al otro mundo?—Un caballero muy rico y muy principal.—¿Cómo quién? Por ejemplo—lé pregunté.— Asi como el duque de Lerma 6 el d e IJceda, ó el conde de Olivares. —¿Pero no es n i n ­guno de loa tre.í?—No: pero aunque no lo p a r e c e , vale más que todos ellos.—Pues entonces si valo más. . . por el duque de Lerma, pediría mil dob lo ­nes: por el otro mil qu in ien tos—Trato hecho-» dijo el bufón.—¿«CuAndo ha de ser?—Cuando es ta depositado en buenas manos el dinero.—¡Qiié!^¿no le tenéis?—Nada os importa eso.—Es verdad.—. Adiós. -Dios os gua rde . , ,

—¡Con que 81 tio Manolil lo!. . .--exclam6 m. r iamente admirado Montiño; esto es g rave g r a ­vísimo. ^Y no os dijo, señor Gabriel, quién era BU enemigo? , , .

—No me lo ha dicho, pero yo lo sé . —¡Ah! ¿y cómo lo sabéis vos? —¿Quién es en la corte un hombre que vale

tanto como el duque de I^erma, el de Uceda 6 e l conde de Olivares?

—iBah! hay mtvchos: t i duque de Osuna. —Está de virrey en Nápolea. —El conde de LemoB. —Está desterrado —Don Baltasar de ZüSig». ^ . . . , . „ , ^^^ —Ese es un cahaUero que « W ^ «^™' *^®° ***

t t o d o el mundo . —Pues no acierto.