Van Parijs - Capitalismo, Socialismo y Libertad

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Crr¡rítulo I CAPITALISMO, SOCIALISMO Y LII]ERTAI) f0Í&'ff V**, P.r'1s , lí{r"4"d vsul 4pe (B*vrek^, P*lÉ, ís.s *4o" fira) -tffi§i" PRÓLoGo ^ El conruni¡no enropeo se ba l¡undido, La enorne nurea dtl neoliberalisnto ha llegaclo y se ba retirado dejado ma proftnda teñar. Er uiejo d¿bate rr*, a ,opiil;r*i y nt sciali¡»¡o nttnca podrá 1.a ser el nitno, ¿No ou*e Erc lot orgn*roro, ) ¡o,r,r-, irl ,o- cialisno se lsan conuefiido en ¡an díhires qile ld no úte rn put) cou¡-ruo)u ror ruor., o Nuestro primer problema, para eritur Áarentcndidls, r..a'a.nnii .ofi,rtir- mo y socialismo. De forma nada original, propongo que disringam* .n,r. capiralismo y socialismo en términos de si es J" piopilara pri"Id" o pJUtl_ ca la mayor parre de los medios de producción de ,na .ocie.]"d. r-us irsrin- guiré de la esclavirud y.del corectivismo estipulando que ambos ,.qri.rrn que las personas no puedan ser propiedad de orras p.rrono. ni romp*o d. ro . sociedad sino que, en cierto sentido, sean propiedacl de ellas *ir_L 1. I ). ^ Ttt.pnnro de partida con¡iste en entend¿r qrc i, n) ntrndo poscorur,"i, j^irrt;tr- ral, el ideal eualaatin, por refaen¡ia al cral deben eual¡utie lo¡ »tiriros'¡zlatitox ¡lel capitalismo y dtl socia/istrto,.et cl cmrespondienie a tna swiedad libre, a qniza tráxi- na,wrr: liltre, ¿No rcría al tnisnn tienpo obuio qne eilo condutiría a rna vrtifiu- ción del capitalinto? @ No necesariamente. Pa"e.emp€zar porque muclras personas han argumenra_ do que es una necesidad lógica <¡ue una sociedacr litre, entendidu lo-o ,no t:.i:.drd en la que todos sus miembros dislrutan en la exrensión -,i. ,*flin de liberrad para conformar sus destinos, solamenre puede ser una socieiad . socialisra democrática. La fuerza de esre argumenro ieside, a mi parecer, en ' i una conf,sión entre liberrad y poder, y "n {r" la consecuente imagen de una ' scxiedad libre es alavez implausible cc¡nroideal (§1.2). Ahora b¡in, el nr;s_ mo hecho de que haya quienes razonen de esu mune* es suficiente para indi- car que la conch"rsión que sugieres no puede darse por evidenre. ^ Un argunento sitttétrico se ltrcsenta en el niíc/eo tnist¡n de'la contenlmránea t/efensa ti- úaal del capitali¡no. No t^e pdrece qile de¡runse en esa confttsión i ir¡riti,ornrto ,r- s u lÍa ltasta nte d trdtt i1)0. o Thmbién pierde su fuerza e. cuanro re das cuenta de que crescansa en unir confusión diGrente pero igualmenre faral. Los liberales o.guy.n p"rrrnrirr_ menre que no se puede sostener ninguna fbrmulación coherenle del irlcal ,lc ur,a sociedad libre, si se le da un paper decisiv. a un sisrema consisrcntr: <rt.trc, recl-ros.de propiedad priva<la. pero de ero no se sigue, cre ningun^ nril.crir, que s,lamente pueda ser justo el capicalismo o er puro capiralisnr.. I)u.s rriry muchas man€ras en las que se puede generar,nl ,isr"-ni. tJcrt:r'h,s, a¡r:rrrr.

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Van Parijs expresa en este texto los tipos de libertad y como esta son usadas para el beneficio de la sociedad. También, describe como la libertad no cabe dentro del discurso capitalista ni socialista. Este texto es el precursor para que Van Parijs exponga su teoría de la renta básica incondicional.

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Crr¡rítulo I

CAPITALISMO, SOCIALISMO Y LII]ERTAI)

f0Í&'ff V**, P.r'1s ,

lí{r"4"d vsul 4pe(B*vrek^, P*lÉ,

ís.s

*4o"

fira)-tffi§i"

PRÓLoGo

^ El conruni¡no enropeo se ba l¡undido, La enorne nurea dtl neoliberalisnto ha llegacloy se ba retirado dejado ma proftnda teñar. Er uiejo d¿bate rr*, a ,opiil;r*i y ntsciali¡»¡o nttnca podrá 1.a ser el nitno, ¿No ou*e Erc lot orgn*roro, ) ¡o,r,r-, irl ,o-cialisno se lsan conuefiido en ¡an díhires qile ld no úte rn put) cou¡-ruo)u ror ruor.,o Nuestro primer problema, para eritur Áarentcndidls, r..a'a.nnii .ofi,rtir-mo y socialismo. De forma nada original, propongo que disringam* .n,r.capiralismo y socialismo en términos de si es J" piopilara pri"Id" o pJUtl_ca la mayor parre de los medios de producción de ,na .ocie.]"d. r-us irsrin-guiré de la esclavirud y.del corectivismo estipulando que ambos ,.qri.rrnque las personas no puedan ser propiedad de orras p.rrono. ni romp*o d. ro

. sociedad sino que, en cierto sentido, sean propiedacl de ellas *ir_L (§ 1. I ).

^ Ttt.pnnro de partida con¡iste en entend¿r qrc i, n) ntrndo poscorur,"i, j^irrt;tr-ral, el ideal eualaatin, por refaen¡ia al cral deben eual¡utie lo¡ »tiriros'¡zlatitox ¡lelcapitalismo y dtl socia/istrto,.et cl cmrespondienie a tna swiedad libre, a qniza tráxi-na,wrr: liltre, ¿No rcría al tnisnn tienpo obuio qne eilo condutiría a rna vrtifiu-ción del capitalinto?

@ No necesariamente. Pa"e.emp€zar porque muclras personas han argumenra_do que es una necesidad lógica <¡ue una sociedacr litre, entendidu lo-o ,not:.i:.drd en la que todos sus miembros dislrutan en la exrensión -,i. ,*flinde liberrad para conformar sus destinos, solamenre puede ser una socieiad

. socialisra democrática. La fuerza de esre argumenro ieside, a mi parecer, en' i una conf,sión entre liberrad y poder, y

"n {r" la consecuente imagen de una' scxiedad libre es alavez implausible cc¡nroideal (§1.2). Ahora b¡in, el nr;s_mo hecho de que haya quienes razonen de esu mune* es suficiente para indi-car que la conch"rsión que sugieres no puede darse por evidenre.

^ Un argunento sitttétrico se ltrcsenta en el niíc/eo tnist¡n de'la contenlmránea t/efensa ti-úaal del capitali¡no. No t^e pdrece qile de¡runse en esa confttsión i ir¡riti,ornrto ,r-s u lÍa ltasta nte d trdtt i1)0.

o Thmbién pierde su fuerza e. cuanro re das cuenta de que crescansa en unirconfusión diGrente pero igualmenre faral. Los liberales o.guy.n p"rrrnrirr_menre que no se puede sostener ninguna fbrmulación coherenle del irlcal ,lc ur,asociedad libre, si se le da un paper decisiv. a un sisrema consisrcntr: <rt.trc,recl-ros.de propiedad priva<la. pero de ero no se sigue, cre ningun^ nril.crir,que s,lamente pueda ser justo el capicalismo o er puro capiralisnr.. I)u.s rrirymuchas man€ras en las que se puede generar,nl ,isr"-ni. tJcrt:r'h,s, a¡r:rrrr.

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22 Libertad real Para todos

de Ia forma «estrictamente histórica' que aPo,'an los liberales' Y no es difí-

cil pensar en situaciones profundamente represivas que sean perfectamente

.onii.,.n,", con ut ,.rp.io completo a los derechos de propiedad construi-

dos al modo tiberal (§ t.¡). o¡.to de otra manera, los liberales insisten co-

rrecrarnenre en la imporrancia de la libertad formal, pero la libertad ro:r.nal

no agggl gl ámbito de la libenad real, que debe ser un rasgo de cualquier ideal

J.f.iaiÉi. ¿. sociedad libre. Una vez que somos plenamente conscientes de

que ola libe¡rad real para gsds5» es lo que de verdad impo-ffa, la discusión

átre sociaiismo y capitalismo aParece baio una luz muy diferente'

¿Cuál u exactanunte [a difermcia entre la libertad formal y la real?

Lo prirn.ro que debemós tener en cuenta es que tanto Ia libertad lormal

.oÁo Iu real son aspectos de la libertad individual: la libertad s6l¿¡¡lv¿ -¡(-picamente, en el plano de una entidad política- sólo es relevante para am-

tas libertades .n for,,," instrumenral, y lo mismo se puede decir de la parti-

cipación personal en el ejercicio de esta libertad colectiva (§ 1'4)'

¿iigo;fiá oto qru inclato la libertad real et para libertad negdtiol?

Lf"I,i"".rr"n,. es .libertad negativa, (una expresión ambigua que no me

gusta utilizar), si la confrontráo, .on la participación política, la Ilamada

flib.¡t"d de los antiguos,. También lo es en el sentido de que es libertadj de hacer ocualquier .*" q,,. uno pueda querer hacer', más que la libenad de

itrac"i lo qr. ,i.r. dictado por los deberes morales o por preferencias autó-

lnomamente elegidas (§ 1.r).

¿Ddndc reside la diferencia?

L diferencia aparece tan Pronto como atiendes a la pregunta de qué libertad

es una libertide, o quétbstáculos constituyen' como punto de definición'

restricciones a la libeitad. Se puede restringir solamente la libertad formal

por coerción, ampliamente entendida como Ia (amenaza de) violación de los de-

iechos de ,nu f*on", incluido su derecho de perrenecer a sí misma (§ 1'6)'

; pero la libertaá real puede verse posteriormente restringida por cualguier lí-

i- mite pr.r.rto a lo que tiene permitido una Persona o a lo que está caPac'itadat p"r, ür.... Por eiemplo, trnto .[ poder de comPra como la dotación genéti-i .u d. rrnu persona soÁ elemenros dlrecram.nre reievantes para la libertad real

d. unu p"rrona. A diferencia de la libe¡tad formal, en otras palabras, la li-berrad ieal no riene solamente que ver con rener el derecho de hacer lo que

uno puede querer hacer sino que también tiene que ve¡ con los medios para

hacerlo (§ 1.7).De m¿naa que, según el ideal Ete tonsiderat defmdibh, ¿ ttna totiedad lihe u aqae-

lla m la qui todo il *ordo posee tunro el dsretho cono los medios para hacer anlquier

cosa qrc paeda querer bacer?

No o^.r"-.nie. En primer lugar se trata de una sociedad en la que todos sus

miembros son formrlmente libres: se da una esrrucrura bien protegida de de-

rechos de propiedad que incluye la propiedad de sí mismo por parte de cada

uno. Y, .n t.gundo lugar, es una sociedad en la que las oportunidades --elac(.cso a los medios para hacer lo que uno puede querer hacer- están distri-huirl¿s cn forma maximín (o leximín, dicho aún en forma más pedante): al-

guit'n pucdc rener más oportunidades que ottos' pero solamente si ese tener

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Capitalismo, social.ismo y libertad 23

mrís no reduce las oportunidades de alguien que renga menos. En otras pala-bras, se deben diseñar las instiruciones de manera que ofrezcan las mayoresoporrunidades reales a quienes tengan menos opomunidades, suietas a la con-dición de que se respete la libemad formal de cada uno (§ 1,8).Esro ofrece,me parece, una formulación más plausible y auacriva del ideal de una socie-dad libre que la avanzada por los liberales de tipo esrándar.

^ ¿ Estás afirmando que nna ntiedad libte, tal como la caracteilzas, es tambiín ana ¡o-ciedad jnva?

ó Sí, lo afirmo, y esro me convierte en un auténtico liberal, alguien que creeque la libertad real para todos (tal como he explicado) es rdo lo que se exi-.ge de la justicia social. Pareces perpiejo, ¿re manrienes escéptico? No me sor- i

prende. Todo esro ha sido muy abstracto, y Io que debemos hace¡ ahora es

analJzar las implicaciones institucionales del autén tico li beralismo-

1.1. CnplrausMo FRENTE A socrAlrsMo

La libertad es de importancia primordial: queremos --o en todo casomuchos de nosotros queremos- que nuesrra sociedad sea una sociedad li-bre. Pero, ¿puede, o incluso debe, ser esa sociedad una sociedad capiralista?O, por el contrario, ¿puede, o incluso debe, ser esa sociedad una sociedadsocialista? las respuestas a esras cuesriones dependen crucialmente de fo¡-mular una interpretación defendibie del ideal de liberrad. Pero tambiéndependen de cómo sea definido el capitalismo y el socialismo. Al primer ymás importanre rema se dedica la mayor parte del presente capírulo. Enesta sección, de todas maneras, daré definiciones explícitas de capitalismoy de socialismo con lo que espero conseguir minimizar los malentendidos yla discusión desordenada, de manera que no se planree la cues¡ión favore-ciendo la posición procapiralisra o Ia posición prosocialisra; de hecho lo ha-remos de manera que se ofrezca a las dos posiciones la mejor opotrunidadpara que demuestren su corrección.

De manera bastante poco original, aquí se conrrasrará el capitalismocon el ¡ociali¡nl en rérminos de la oposición enrre propiedad privada o pú-blica del capiral de la sociedad (capital no humano), de sus medios (mace-riales) de producción. La propiedad priuad¿ es propiedad por parre de per-sonas individuales en su capacidad personal o por asociaciones voiunrariasde esas personas. La propiedad ptíblica es Ia propiedad por parce de comuni-dades políticas o de sus represenranres, ya sea a nivel nacional o en un pla-no más reducido. Observemos primero cJue estas dos categorías no son ex-haustivas de manera colectiva, al menos si el concepro de propiedad se

extiende hasta que sea capáz cle cubrir la propiedacl contún, defrnida senci-llamente como el acceso para todos sin resrricciones esrablecidas por nin-gún conjunto de reglas. §on exhaustivas, como quiera que sea, si uno pre-fiere hablar en úlrimo caso

-como lo haré- de recursos no poseídos más

que de recursos poseídos comunalmente.' Observemos, además, que la di-

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24 Libenad real para rodos

¡visión privado/público no coincide con la distinción entre propiedad indi'\aidual y cllectiaa. Es perfectamente posible que la propiedad privada sea'colectiva, como ocurre cuando los accionistas poseen de manera conjuntauna compañía o cuando los trabajadores poseen una cooperativa. Se puede

pensar también, aunque sea muy poco probable, que ia propiedad pírblicasea individual, por ejemplo, si solamente viviera un ciudadano en un de-terminado espacio político.

La propiedad privada y pública de los medios de producción es obvia-mente un asunto de grado en términos de su ámbito, es decir, en términosde la proporción del capital de la sociedad que está controlado por cual-quiera de los dos tipos de régimen de propiedad. Hay también Lln asuntode grado en términos de la profandida.d, es decir, en términos del grado en

que cada régimen de propiedad se aplica a cada componente particuiar de

ese capital. La profundidad de la propiedad privada se ve disminuida, porejemplo, si el producto del uso de capital privado se ve sujeto a imposición,si hay obligación de reinvertir los beneficios obtenidos, si hay que instalarmecanismos antipolución o si tienen que contratar personas con indepen-dencia de su raza o sexo, o si los medios de producción pueden solamenteser propiedad de los trabajadores que laboran con ellos. De manera corres-pondiente, la profundidad de la propiedad pública se ve reducida si se pue-de ceder el capital público a individuos o colectivos privados durante unperiodo de tiempo significativo, o si esos individuos o colectivos puedenapropiarse parte de los beneficios logrados utilizando ese capital. H¿blaréde una econotnía capitaliita pttra.solamente si se da una cornpleta propiedadprivada de todos los medios de producción, y de u¡a economía socialista purasolamente si se da una propiedad pública completa de todos los medios de

producción. Habiaré, mrís ampliamente y con menor precisión, de capita-liimó pi la mayor parte de los medios de producción resulra ser básicamen-te de prop.iedad privada, y hablaré de socialitmo si la gran masa de lc¡s me-dios de producción resulta ser básicamente de propiedad pública. Sin duda,con esto deiamos abierta la posibilidad de una amplia zona de indecisión oárea gris, pero su existencia no nos debe preocupar en esta fase del análisis.2

En todo caso, la propiedad privada del capital no es el único rasgo quenecesita aparecer en nuestra definición del capitalismo. En sintonía con losbien conocidos comentarios de Marx a propósito del "doble carácrer" de lalibertad del proletariado, estipularé como añadido que, bajo el capitalismopuro, cada persona es propietaria conpleta de sí tt¿i¡ma.1El capitalismo difierede la esclávitud en la medida en que no permite que los seres humanos seanpropiedad de otros seres humanos ni que los puedan vender al mismo nivelque los animales y los objetos inanimados. De manera análoga definiré alsocialismo puro de manera que exija una completa propiedad de sí mismo.aA clifcrencia de lo que llamaré sociedad colectiuista, una sociedad socialisrarro cs ¡rropicraria de su capital humano sino solamenre de su capital mate-

(_ir¡ritalisrrro, :;rxirrlrrnro y lrlrlrr.r,l .),)

rial'_Al igual que lapropiedad de los medios dc produ.trrir¡, r:r r,rrr,rrrr¡r,lde sí es un asunro de grado. su ámbito varía depen.ricndo .lt, 1,, ,,,,,¡,íi,, ,¡,,,.sea la proporción de miembros de la sociedai que ra disrrr-rtu,,, ,i,i,,,,rr,,,,gtte su profrndidad vaúa como función de lo que ca.la persor,, ric,c ¡r.rrrritido hacer consigo misma. Cuanro más numerosa sáa la gcnrc r¡rrt,, ¡r«rreiemplo, esté co'denada a prisión o forzada a realizar.l seru[io rnilirar -,-ycuanto mayor sea la sentencia o el tiempo de servicio-, menor será cl á¡n-biro de la propiedad de sí. ! cuanro más se vea resrringida ra liberrad crcmovimientos de los ciudadanos, o cuanro más represiva- sea la legisiaciónsobre el comporramienro sexual, menor será Ia prlfuncliclad d" "rífropi"-dad de sí misma. Hablaré de capiralismo (correipondienremente dá s.cia-lismo) más bien que de esclavirud (o de colecrivismo) cuando la .r¡¿ys¡f¿,de los miembros de esa sociedad sean «esenciarmenre, propietarios d! eilosmismos. Aguí, una vez más, nos confronramos con una zona de indecisióno área gris que no nos debe preocupar por ahora.

No tiene mucho senrido ponerse a d.iscurir en exrenso estas .lefin.icio-nes estipularivas. su urilización en las secciones s,iguienres nos dirá si dehecho han sido elegidas adecuadamenre o no. Haré for ahora solamenre uncomencario sobre la definición propuesra para capiialismo. Bajo esra defi.-nic.ión, cualguier parce del capital de ra sociedad puede ser proi;..,l^.i .1.,i¡individuos que rrabajan con él (autoempreados), )¡ de cot.cr.iros de rraba-jadores que de manera conjunra rrabajan con ese capiral (propiedad obre_ra), o bien por l) individuos o colecrivos diferentes d" qrien.rirabajan conél (trabajo asalariado). La presencia dominanre, o de ilecho exclusiua, decualquiera de esras rres formas de propiedad privacJa del capital ., p"r[".-tamenre compatible con nuesrra definición de capitalisrno, á in.l,-,so.l".r-pitalismo p.uro, en el sa!rcsto de que no sea el resulrado de resrricciones ins-titucionales sobre lo que pueden hacer los propietarios priva<Jos con sucapital. La presencia de una rendencia sisremáticá dirigida iracia ese ripo dedominancia

-por ejemplo, a la hegemonía der trabaf asalariado- resul-

ta por ranro completamenre_ relevanre para la discusión sobre el capiralis-To. .Un

régimen de propiedad puede ser oiricac.lo por cierros .orjo, qr.tiende a poseer de manera sisremática, incluso nunqu" .lichos raígos'novengan implicados estricramenre por su propia definición. pnr orru pu.r.,si la hegemonía de alguna forma particuiar áe propiedad privada ,, ,"rul_tado de ral ti¡:o de resrricción insric,cional pu.á. q.," huyá-u, entrado enla zo.na gris o ambigua que se da encre el capitarisÁo y ei sociarismo. unopuedecuestionarse, por ejemplo, s.i en una ec.nomía t:orpera!iu,en la cu¿rlt<xlos l,s mc'di,s de ¡rrorJucción dcba, ser prolriecracr .rci trrbaja.l,rr,, clclgrupo de trabajadores <1ue trabajarr con esos medios, dcl capiál sc ¡ruc<Jcaún dccir c¡ue es esencialmenre propiedad dc los inclivid,,or, ,,'..1" los c,rl,,.ri-vos'-qge son sus propictarios privados. Es cliscr,rtible si tal ccolronría rlc ¡rrt,-piedad privada puede todavía ser ll¿rnra<la economí¿ capitalista, s.gú,, 1.,,

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I

26 Libertad real Para todos

términos de la anterior definición' En cualquier ca§o para nuestro propósi-

;;;á. lo que impor,,.t 1"" el capitalismo puro no suPone tales restric-

ciones y que, Por .onugr''iÉntt, pttÉdt pu"t"i un candidato bastante más

"."-i.ftil ouru '.rou

afiimación ' ptiotl que incorpore el ideal de una so-

'.1"¿"a libre. Pero, ¿qué es una sociedad libreT

I.2.EISOCIALISMO PURO COMO SOCIEDAD LIBRE

Al desplazarme del problema de definir e[.capitalismo y:l :Ti']:-"al de caracterizar una sociedad libre, mi obietivo no es otro que eI de su-

;irür;;;r ;ru t.r*inología adecuada y sin ambigüedades' Quiero aclarat

io qo. ,ana*os o deberíamos tener en mente cuando decimos que la llDer-

,"i., ¿. imporrancia prirno'diul, o cuando utilizamos Ia noción de socie-

¿^¿ljU.. faiu des.ribii un ideal que pensamos que vale Ia penl perseguir'

Por rrnroil^ cuestión no es identifit"ilo qttt habitualrnente se iiama' o que

prrai.ru s", conoerrientemente calificada iomo 'sociedad libre"' sino más

tien dererminar cómo ésta tiene que ser definida si se *ata de representar

un obietivo éticamente atractivo' En lugar de proponer una.caracterlzacron

.o.nfí.r, y directa, haré que sus comPonentes vayan aP"fi::d:^1iT1*-

." gr^d.r"i.n la medida en que avancemos.en el análisis de una sene de ar-

g.r"*"nro, que se han propÁ'o para establecer que una sociedad libre está

íinculada .,ec"s^ri"mintÉ al capitalismo, o quizá de manera más sorpren-

a.ni. qr. sea necesariamenre socialista' y que pretenden sostener la cues-

tión sobre una base aPriorística'Empecemos por considerar los argumentos a priori a favor del socia-

l¡só. Ú" pro*"t"do.puntode partiáa es la sugerencia de que "li-t:ti"-dadlibre-_omáximarrrentelibre-tienequeconcebirsecomounasociedadmáximament e democrática,una sociedad que somete todo a la decisión co-

i;;;;;;';.ra" ,rno de sus miembros un poder igual en las.decisiones

;;;'t" ;.;"r. Si esta sugerencia fuese. adecuada' una forma abiertamente

iemocrática de colectivñmo, de propiedad pública tanto de las personas

.""t" á.f capital, podría tener un; butnu opottt'nidad para-ser cons.idera-

d, l, meior .*pr.rión del ideal de una sociád'd libre' Pero la situación no

es adecuada. Para entender por qué, es suficiente ver cómo se refleja en las

áo, ,i."r.i."", ,ig,ri..t.r. bn f" siiuación A' cada uno de nosotros puede

decidir por sí mismo si debe reducir su nariz. En la situación B, decidimos

coniuntamen,., .n r'rn .r,ilo plenamente democrático' si es permisible la

rcducción de nariz. Aceptando lplausiblemente) que las variaciones. en el ta-

maño cle la nariz r" pr.r.d"n considerar irrelevantes' se puede-decit.q:t 'las clos situaciones ei peso de cada persona a la hora de romar la decisión es

icléntico. P"ro ,"g.rruirente la libercad para reducir o no Ia propia nariz de

uno no cs idéntica' Cada uno de nosotrls disfruta de esta libertad en ia si-

rr¡ucirilr A. Pcro esa libertad no se da en la situación B' en ia cual la re-

Capitalismo, socialismo y libertad 27

ducción de la nariz está sometida a la aprobación colectiva. Negar esto su-pondría fusionar la libertad de uno y su poder, su peso en el proceso de de-cisión. La demanda de que la genre sea igual o máximamente Iibre no es

lo mismo que exigir que se les dé un poder igual o máximo. La demo-cracia, sin duda, importa en muchos ,IsFlectos, Puede que incluso se mues-tre empíricamente como una condición necesaria para el logro de una so-

ciedad libre.' Pero, tal como ha mostrado claramente el ejemplo de Iareducción de nariz, no se puede decir plausiblemente que una sociedad(máximamente) democrática coincida por definición con una sociedad de

l)crsonas (máximamente) libres,6[l cjcmplo sirve para algo mrís que para garantizar el rechazo de una

sugcrcncia. 'lambién señala a otro aspecto, exacttunente a que una sociedad

dc pt:rsonas librcs cs una sociedad que deja a cada uno de sus miembrosquc <lccida sobre c¡uó haccr o qué no hacer con su persona. Con todo lo de-

nrocrítir:a que sca, nos vcmos inclinados a decir que una sociedad no pue-de ser libre si no ¡larantiza t cada uno de sus miembros algo como la pra'piedad de sí mismo. Qte los individuos n 0 sean propietarios de sí mismos, y que

l¿ sociedad, o el Estado, tenga derechos de propiedad sobre ellos es algoque ha sido sostenido sin ningún tipo de ambigüedad por parte de muchosfilósofos políticos incluyendo a los padres fundadores de esce campo de es-

tudio.T La propiedad de sí no es una idea de siempre. Es una noción mo-derna y que sigue siendo discutida.s Si uno desea aracarla, en cualquiercaso, tiene que hacerlo sobre bases diferentes de las de Ia noción de liber-rad. Quienes defienden con seriedad su deseo de una sociedad Iibre no pue-

den ayudarse exigiendo que cada persona tengala garantía de su propiedadde sí, en el sentido esquematizado anteriormente (§ 1.1) y que se aclararámás adelante (§ i.8).e

Dadas nuestras definiciones (§ i.t) se sigue direcramente que ni la es-

clavitud ni el colectivismo son compatibles con una sociedad libre. Pero

nada, en la misma medida, impide que una sociedad libre sea capitalista o

socialista. Que incluso el sociaiismo puro debería ser consistenre con la pro-piedad de sí podría ser afrontado por lo menos desde dos posiciones. En

primer lugar, no permite a la genre rcaltzar trabaio asalariado. De hecho, nisiquiera permite a las personas ineterse en cualquier ripo de a«ividad pro-ductiva sob¡e la base del autoempleo o para su propio consumo. El socia-

lismo puro exige una completa propiedad pública de todos los medios de

producción. Esto significa que solamente los bienes de consumo pueden ser

apropiados privadamenter I eue por tanto incluso un limpiabotas autclem-

pleado no puede urilizar su propio cepillo como un medio de producción,para o[recer servicios a sus clien¡es. Aunque esto sea cierto, con ello no se

puede descalificar al socialismo puro como una sociedad porencialmente

libre a partir de todo Io que se ha dicho hasta ahora. La restricción que se

sigue a partir de la definición de socialismo puro es una restricción referi-

Page 5: Van Parijs - Capitalismo, Socialismo y Libertad

28 Libertad real para todos

da a lo que se puede hacer con objetos externos -que

no se pueden utili-zar como medios de producción-, no se trata de una restricción sobre loque las pesqnas pueden hacer con ellas mismas.rn

En segundo lugar, se puede objetar que la propiedad púrblica de los me-dios de producción exige un procedimiento autoritario paraLa asignacióndel trabajo,lt!, por consiguienre, conduce a la violación sistemática de la di-mensión de propiedad de sí mismo que se encuentra incorporada en la elec-ción de actividad.r2 La forma más rápida de plantear esra objeción reside en

el supuesto de que el scrcialismo iguala los ingresos y en la conjetura de quela desigualdad de ingresos va estrechamente u¡rida a la propiedad de sí mis-mo. La última afirmación, vale Ia pena enfarizarlo, es solamenre una conje-tura y no una verdad analítica. La autopropiedad, ral como se enriendeaquí, es lo suficientemente débil como para ser consistenre con Ia ausenciade cualquier recompensa diferencial hacia los talenros y por ranro es con-ceptualmente comparible irlcluso con la pura y estricta igualdad. La afir-mación, por tanto, debe configurarse como la afirmación fáctica de que, sluno pretende lograr un nivel aceptable de eficiencia en la asignación de losrecursos, o bien pr-rede lograr ia propiedad de sí o bien la desigualdad de in-gresos pero no ambos objetivos.rl Pero, incluso si la afirmación fuera fácri-camente correcta bajo cualesquiera circunstancias, de ninguna manera se

seguiría de ello que un socialismo mínimamenre eficiente tenga que violarla propiedad de sí mismo. La propiedad pública de los medios de produc-ciqn no entraña ningún parrón específico de distribución del ingreso, y losataques contra el igualirarismo que se apoyan en la liberrad no son ipso fac-,, argumentos apoyados en la liberrad dirigidos contra el socialismo. Lapropiedad pírblica del capital no impide que cualquiera de las institucionesque estén encargadzrs de asignar la firerza de rrabajo pueda urilizar salariosdiferenciales como incenrivos, si fuese necesario para conseguir una asigna-ción eficiente de los recursos. No existe ninguna razón obvia para suponerque algún tipo dc mecanismo de mercado de trabajo resulrase irreconcilia-ble con la propiedad pública del capital, con la propiedad de sí de los tra-bajadores y con un nivel razonable de eflciencia de asignación de los recursos.t4

¿Podemos avanzar más y defender que una preocupación exclusiva conla libertad de todos debe conducirnos a la elección del socialismn puro ralcomo Io hemos definido? Después de todo, una sociedad de personas máxi-mamente libres no solamente debe garanrizar a cada una <lccidir quó haccrconsigo misma, puesto que hay poco, caso de qr.re haya algo, cluc sc lrtrcrJahacer utilizándose exclusivamente a sí mismo. Una socicdad dc personasmáximamente libres rambién debe ofrecer a cada una de ellas un acceso má-ximo a los objetos exrernos. X ¿cómo se puede garu.ntizar pnra rodas las per-sonas ese acteso máximo, a menos que rdos los objetos exrernos sean de pro-piedad pública y dándole a cada persona un peso igual en el proceso deroma cle rlecisiones? Una sociedad libre, desde este punro de visra, es una

Capitalismo, socirlisnrr¡ y lilrcrratl 2()

sociedad que combina la plena propiedad de sí con ra com¡rk'ta y Plt,rrir-mente democrática propiedad pública del mundo externo! iÁclry,:nd,, ¡r,,supuesto rodos los medios de producción. por consiguienre, uná s,cic,la.llibre debe ser purarnente socialista.rs

Aunque adopte una fornra diferente, este argunento fracasa por una ra-zón esrricramente análo¿¡a a ia que conduce al rechazo del coiecrivismo.¿cómo puede decirse de cada uno de noso*os que es libre si no puede res-pirar, comer, moverse, ¡ezar en soledad o manifestarse, sin ra aprábación ,Jela comunidad política que es poseedora de absoluramenre rio lo que nosrodea excepto nosorros mismos?16 AI iguar que la redistribución dei poderde decisión sobre las p€rsonas, la redisrribución del poder de decisión sobrelas cosas externas es un ámbico de suma no nula en términos de la liberrad.La libertad de cada uno de nosotros para llevar una falda o para abrir un calÉvegetariano no es la misma, de¡rende de si cada uno tiene el derecho a de-cidir por sí o si por el conrrario las dec.isiones coleccivas determinan el asun-to. Por consiguienre, lo que se requiere para un sociedad ribre no es exclu-sivamenre la propiedad privada de uno mismo sino rambién Ia propiedadprivada de objetos exrernos.

¿Exisre alguna manera concebible de salvar esra defensa, a priori y apo-yada en nociones de liberrad, del socialismo? una primeru porilrili,]uá .on-siste en ataca¡ el s*puesco de que la propiedad pública exige el uso de unobjeto exrerno para que se somera a la aprobaciSn de la mlyoría: se puededejar una buena canridad de auronon:ía a los individuos.n ár ,ro que ellosmismos hacen de los recursos que son propiedad púbrica. pero esro no fr,rn-cionará así. o bien tal a,tonomía no esrá ordenada por las .insriruciones, yentonces esta defensa del socialismo puro no es más valios¿ que el intentode reconciliar el capitalismo puro con una preocr.rpación por los desposeí-dos mediante la dcfensa de que se dispondrá de una adecuada caridad pri-vada. o tal auronomía es ordenada por las insriruciones en la forma de de-rechos privad.s (de propiedad plena o limitada) sobrc los objetos exrernoscle propiedad pública (por e.iemplo, concesiones a largo ptrrn d" cas¿rs o dcticrras), pcro enronces ya nos lremos desplazado der sociaiismo puro. y es di-fícil vcr ¡ror qué de la forma impura de socialismo generacla d" .rt, manerasc lmdría decir a priori gue es mejor que c.alquier otra fo¡ma de ca¡;iralis-mo, a la lrora de gararTtiz^r a todos el acceso máximo a los objeros

"*rarnor.. una segunda posibilidad consisre en señarar que hay cosas que se pue-<lcn hucer_con una propiedad conjunta, pero gue no se podrían hacer si'esraprol>iedad se rransformase en corporaciones privadas más pcqueñas. si nues-tros pcqueños jardines se hacen mayores y son rerrenos de propiedacl con_iunta, podemos perder la libe¡rad de roma¡ en elros el sol sin sár ,isros ¡-rlos. vrcinos, pero ganaremos la libertad de ,rilizarios como campo ¿. fr,r-bol Por ranro la propiedad privada no expande de mancra inequívoca nucs-tra libc'rtad para hacer las cosas que puede que queramo, hocei, y Llna conr-

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30 Libertad rcal pirrir rrxkrs

pleta propiedad púhlica no puede ser descarrada ran llanar¡rente como he-mos visto. Uno pucde pensar en replicar que nada impediría que los pro-pietatios privados, si lo hacen unánimemente, combinen sus recursos paraconseguir algún propósito común ¡ por consiguiente, para lograr a travésde una cooperación volunraria lo que un régimen de propiedad pública po-dría lograr mediante decisiones colectivas. Pero tal réplica ,".í^ in¡,r.t",puesto que bajo el sisrema de propiedad pública no es preciso que las deci-siones se tomen unánimemente. Y, si es suficiente una mayoría más redu-c_id1, lray opciones

-{omo la de utilizar los jardines rtaseros como camposde fútbol- que podrían estar enrre las opciones disponibles bajo un régi-men de propiedad pública, bajo circunsrancias en las que no sería posibleun sistema de propiedad privada --cn el ejemplo, por el poder de veto q.redz flcn puede tener qlgún vecino que odie el fútbol-. páro no hay necesi-dad de ral ripo de réplica para derrorar Ia segunda estrategia defensiva. Essuficienre con señalar que la afirmación contraria sobre la que se apoya noes menos cierta: Hay cosas que se pueden hacer bajo el sisrema de propie-dad privada que no se pueden hacer bajo un sisrema de propiedad p,ibti."----<on independencia de la regla de toma de decisiones que se adápre-:mantener el jardín rrasero de nuesrra casa reservado para tomar el sol deforma-íntima, por ejemplo, puede resultar imposible en un sisrema de pro-piedad pública que dependa de la mayoría simple, mienrras qr" ,r^nifo.-mar la mitad de los jardines rraseros en un €ampo de fútbot puede resultarimposible mediante un sistema de propiedad pública que funcione porunanimidad.lT

. . De esta manera, ninguna estrategia consigue salvar la afirmación a prio-ri de que una sociedad libre debe ser puramenre socialisra. como opiná queninguna otra estrategia resuelve el asunto, es hora de acercarnos a lu posi-ción contraria y revisar la afirmación, fervientemente procramada poipar-te de los iiberales, de que una sociedad libre debe ,.. ,rn" sociedaj.upiru-lista, de hecho una sociedad puramente capiralista.

1.3. Er cApITALrsMo puRo coMo socIEDAD LrBRE

Para un liberal, en primera aproximación una sociedad libre es una so-ciedad en la que a cada_ uno de sus miembros <<se le permire vivir su propiavida tal como quiere,.rs Pero ésta es una formulación insatisfacroriujpu.r_to que al vivir su vida como quiere una persona puede con facilidad impe-dil sug otra viva la suya como desee. una formulaci6n coherenre de la po-sición liberal requiere, por consiguiente, plantear una referencia esencial alr:s <lcrechos de propiedad, para poder rratar con la faltade armonía prees-t.blecirla entre los deseos de personas diferentes. De manera qrr" .r.ru'r*ia-cla<l librr sc dcbcría caracterizar, con mayor cautela, como üná sociedad cu-yrrs rrricnrbrrrs pucclcn rodos hacer lo que quieran con lo que posecn lqítinumnte,

Capiralismo, socialismo y libcrtad 31

Pero esro no es suficience. s, er úlrimo añadido no se especifica posrerior-menre' una sociedad lib¡e sería consisrente con er colecrivismo y la esclavi_tud' sin duda, esra condición ". un" .*ii.;;;;;;0".-

"li'rl.,*,libre. Pues, ¿cómo sería ,rn, ,o.i.drJ"nl"r.n.i" trnro d,. h;;;; p.._establecida como de derechos a" propi.d"il La fuerzabru¡a determinaríaquién controla qué cosas y a quién. üs aspiraciones opuestas se «reconci_liarían" esrabreciendo que las áe los más i"i.r., prevarezcan sobre ras de losmzís débiles' seguramenre ésta no p,r.a. ,". una sociedad libre, una socie-dad en la que todos,dé6ires y ru.r,.r, ,""n iii.., a. lievar adelance sus vidasral como lo deseen. Unu esrrucrur^;. ¡.;;;;* de propiedad, sea escable_cida por.ley o por cosrumbre, junto " *n-rr*-" de sanciones efecrivas se-rán condiciones necesarias, ,,rnq'.r. no ,,_rnal.nr"s, si se pretende alcanzarese objerivo. por esta razón, los lit...l.,

^fi.áde ,larse tu uu.rJsin propiedad. an corlectarnente que no Pue-

Por orra purr., .o-á ilustran claramenre tanro el coiecrivismo como Iaesclavirud, puede darse Ia propiedad .in lrll¡"r,"¿. Los liberales, por ran_to, exigen que la caracreri)aclón unrr.io. d. ,

.i or*eí c" ;p";i fi ;;, en r a manera ris u r.n,.ll1, ;:#,::Its JJ ff" j_bros puedan rodos hacer ro gue deseen'n)rulo, ero¡ mi¡no¡,y con cu*rguierobjeto exrerno que posean iegítimamenr.,,.-in.¡,rro esra formulación am_pliada resulra ' p..ri d. rodo i.-rr;ra"

"r.r.," para sosrener la afirmaciónde que una sociedad libre esrá ^br.rd;;;;ü.pi cai i sta. . Cuatq,i

".,^ri.aua a. ."pii"t1;;ilT:::: ffi ::ffi il ::r.i;formulación,_suponiendo que el sistem" r.*i^¿o de derechos de propiedadesrá bien definido y se respera. Si inrenran ;;bt#;il;:,t:Ti:, ,priori del capiralisÁo, io, i¡b..r1., n...r*, .^.".,erizar una sociedad li-bre, de rnanera más nrecisa, .o-o un" r*i.iua .uyou miembros puedantodos hacer lo que deseen hacer con .ll;;;i;_.r, y con cuaiquier objeroexterno lrue posean en uirtad ¡/e o* ,odroo-;ui'torrnpidn de tran¡accione¡ uo_luntarias. qae se inician ,ol,(r!* ,iriir¡iiil,uada ,o resrringida de obietospreúdmente no apropiados.,, Br¡o "rr, .rp..;fiá.;en pu...."f."ts"11" oí? ,*liberales no t"ngrn dificultad en;";ilil;'", un" sociedad libre, todoslos medios de producción deben ,", a" p.lpiij"d prirad, y deben perma_necer así sin ningún tipo de restricción, .ri..i., qu. .otuÁ.nr.;i:;;;rr_lrsmo puro es comparible con el ideal Iileral.

-

ob'servemos gue al desplazarnor a.raaiu a aÍacreriz.eriánn¡ima.^ ,, _ ,general de una r*i.¿"a libre, a [;;r."*;;;T[:Íi::ni;ff:?iff:do desd.e.la exigencia de gue la dis¡ribución á. tu, p.opi.dades, en una so_ciedad libre' debe¡ía

"'rui go[rernu,]" ;;;.*rro principio <ie inrirura-ción, o de asignación de dáechos "" i."ria" J¿Uil,,Lrr,rir._L.".* a.que debería esrar goberna¿o p?I un prin.ifio-di asignación cre derechos enun senrido rnucho rnás fu.erre.rn toiprirr$irs), ¡rrinlrr;¡n,-, i-)riiír¡¡,d¿ derecbos en el sentido débil, son p"rf;.;;;;;;J.o*prubl", con un diseño

Page 7: Van Parijs - Capitalismo, Socialismo y Libertad

lrr-rr I l ü | ü il,t t ü ü ü il ü t il d il,I,!,!.l r!,f uf ul rl

32 Libertad real para todos

._dg."l.qs.dergchos de propiedad inspirado paraalcanzar algún objetivo distri-butivo. Esto último puede buscarse efectivamente ex dnte, por medio de

una definición restrictiva de los derechos de propiedad, y no precisamenteex,po-st mediante la violación de los derechos de propietlad no restringidos'Por e.jemplo, estar limitado a la hora de urilizar un trozo de tierra que sea

.propiedad" de uno como medio de producción, o como medio de produc-ción utilizado por trabajadores contratados, resulta completamente consis-

tente con un principio de intitulación de este tipo. Lps derechos de propie-dad que uno tiene sobre el trozo de tierra no es preciso que incluyan el

derecho a utilizarlo en esa específica manera. El principio de intitttlación en el" sentido flerte, por otra parte, excluye este tipo de diseño. Entonces, la es-

truccuiade los derechos de propiedad ya no se ve más como una variable de

conrrol sobre la que uno debe actt¡ar para poder alcanzar dererminado ob-jetivo, por ejemplo, el objetivo de una sociedad libre, sino como un pará-

metro que el ideal de una sociedad libre tiene que respetar.'' De la mismaplausibilidad de algún principio de intinrlación en este sentido fuerte de-

pende la fuerza de una defensa liberai a priori del capitalismo puro.Como se ha presentado ya, el principio fuerte de intitulación al que

apelan los liberales requiere evidentemente que se ofrezca una soluciónsatisfactoria al problema de la apropiación original, es decir, que se especi-

fique un criterio defendible sobre la apropiación legítima de objetos exter-nos que previamente no eran propiedad de nadie. Pero, uno se puede pre-guntar ¿la elección de esre criterio no será necesariamente arl¡itraria? Puedeque todos los liberales acepten suscribir la afirmación de Locke (1690: li-bro II, § 25) de que «todos Ios frutos que naturalmente produce üa Tierraly las bestias que alimenta, pertenecen en común a la humanidad". Peroesto puede que signifique solamenre que los recutsos naturales están abier-tamente disponibles para quien los tome (Kirzner i978) o también que es-

tán disponibles para la apropiación privada sujeta al proviso de que nadiedebería obrener un resultado peor (Nozick 1914), o que están disponiblespara la apropiación privada suieta a que quienes no se apropien de ellosconsigan un parte jr,rsta en los beneficios (Brody 1983), o quizá incluso quetodos puedan apropiarse igualmente de eilos (Steiner 1981). Al de¡renderde cuál de estas proposiciones sea considerada correcta, los derechos de pro-piedad privada se tornarán absolutos, o bien se verán limitados por Lrnos

sistemas de impuestos más o menos amplios. Por todo ello, en ausencia deun argumento determinante en favor de la primera de estas proposiciones,la ir.rstificación liberal del capitalismo puro se encuentra con bases rnuypoco firmes.'De

todas maneras, observemos que el argumento tal como se ha esta-blecido no amenaza a la defensa liberal del capitalismo (algo menos quepuro). El régimen que terminaría siendo justificado bajo cualquiera de las

cr-ratro interpretaciones de la apropiación legítima, que hemos enumerado

iltlulilolql.

Capitalismo, socialisnro y lil:rrrad 33

anteriormenre, resulta de todas formas y sin ambigüedad capitaiisra. Aira-damos ahora orra posterio¡ interpretación: si la Tierra efectiu,rmcnrc «r)cr-tenece a la humanidad en su conjunto,, entonces debería da¡se la ¡rro¡ric-,dad pública de rodos ios ¡ecursr¡s narurales, lo mismo que de ro.lo ,,¡ucllul:y" lT personas 1:ueda, hacer con esos recrrsos, inciuyinclo ro.lo, Itrs r.,r"-dios. de producc.ión que se produrcan." Nos vemos dá nuevo anre la ¡:ro-piedad pírblica del mundo, cal como Io discurimos antes (§ 1.2) enr.lo..ió.,con el socialismo puro- sin duda esca interpretación puede rechazarse, igualque se hizo previamenre, sobre la base de que se .nfrenro plenamenc" alluesrra concepción inruiriva de sociedad libre. pero esro no resulra legíri-mo desde una perspectiva liberai, porq*e apelar a ella significa ¡,rrgu. ü .r-tructura de los derechos de propiedad por las consecuencias asociadas. siuno quiere vincularse a una dererminada posición sobre la inrirulación o eldereclro de propieclacl en el sentido fuerre, debe enconrrar orra razón c¡uesea i'dependienre de las consecuencias, para preferir ei criterio de apropia-ción original sobre los restanres. si no se consigue lo anterior,

"nron.", no

resulta más arbitrario o implausible inrer¡rrera'r la "propiedaá común, dela Tierra como una prol:iedad.conjunta por parre cre rodos, que interpretarracomo la propiedad privada de todos sus componenres por parte je curl-qurera gue se preocupa o se decide por vez primera a poner sus rnanos enesos bienes. Y, de esta manera, la justificación clel sociátismo puro sobre labase de la intitulación esrricta es ran fuerre

-y a la vez rÍrn,léb.il_.o-ola iustificación del capitalismo puro a pamir cre la inritLrlación esrri«a.

Lr dificultatl que afronran los liberales ¿ la hora de enconrrar un crire-rio no arbirrario de apropiación originar resurra ser rrna dificuitad basranreseria. se trara precisamenre de un reflejo del delecto fun<lamenral que resi-de en el mismo núcleo de la posición liberar. para represcnrarnos ese,Jefcc-to en su forma más simple, pensemos en una isla gue esrá dispuesta parague se la apropie uno de sus habira.res, por cuarquiir razón ,¡r" ,.u p.rf.a-tamente consisrente con la caracrerización liberal de una sociedad libre talcomo la hemos presenrado. supuesto que es difícil o muy cosroso abandr¡-nar la isla, el propietario puede impnner a los oros har¡iranres cualquiercondición que ie apetezca. si se les permire glre se ganen su subsisrencia,p.ueden rener gue rrabajar una canridad exagerada de horas, por ejemplo, oabandonar su religión o llevar ropa i,terior púrpura. sobre Éases Iiberales,como se indicaron anres, esa socieda<l no dejaría de ser una socieclad libre.2i

Por otra parre, de«le cualquier interpreración inruirivamenre defendiblede lo que sea una so.iedad libre esta siruación es un perfecto sinsenrrdo.;Qué se encuenrra en la raíz de ese enfrenramienro entre el llamado Iibera-lismo y lo <1*e percibimos que viene impricaclo por una preocur)ación au-ténrica por la libertad de las personas?

una cnniectrra -y ^

[a vez irn incento de desmontar la amenazaquc sr-pone esa discre¡rancia- puede ser que la sociedad máximamenre liúre clel

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rl 34 Libertad real para todos

liberal es una sociedad en la cual se maximiza el agregado de libertad indi-vidual y no una sociedad en la que todos son ran libres como sea posible, Laextensión y no la distribución de la propiedad privada es lo crucial para esta

manera de entender el ideal liberal. Si esta interpretación fuese correcta, nohabría razón para que los liberales estuviesen preocupados con garantizar a

las personas la propiedad de ellas mismas. La completa propiedad privadade los individuos sería suficiente. Pero si la esclavitud de masas es repulsi-

;va para el liberal, así debería serlo también el cuento del propietario de laisla. En cualquier caso, es falso para la mayoría de Ia gente que se les "per-mita llevar adelante sus propias vidas tal como quieren". Si en un caso son

relevanres las consideraciones distributivas, también deben serlo en el otro.Los liberales no pueden apelar de manera consistente a alguna noción de li-bertad agregad a para dar sentido a su aceptación de la regla despótica esta-blecida por el propietario de la isla.

La auténtica raíz de la discrepancia es bien diferenre. En el proceso deponer a punto una concepción coherente de una sociedad libre, los libera-les se han visto conducids5

-¡6¡6¡iarnente- a dar un papel crucial a los

derechos de propiedad. Pero como resultado de hacerloaií, también hansido mal orienrados _de manera menos marcad^_ y han adopradc, a lavez una concepción de la libertad nada plausible, notalmente bal¡lando. Deacuerdo con tal concepción, mi libertad solamente se ve restringida cuan-

; do se violan mis derechos. De ello se sigue, por ejemplo, que sigo siendo ple-j n.m"nt" libre cuando me encuentro ro-.iido a prisión ¡r.rrr, o cuando mis

! recursos cortectamente obtenidos no me dejan orra opción sino el hambre' y la miseria. De manera más general, tal concepción'mo¡alizada de la li-bertad implica que la plena imposición de una estructura «correcra» de de-rechos de propiedad (algo gue se asume que se da *naruralmenre», previoa cualquier acuerdo social) significa libertad toral para rodos

-puesro que a

todos les es permitido hacer cualquier cosa que deseen con lo que ellos sonpropietarios legítimos- y no una disrribución específica de libertades y deno libertades, que, por ejemplo, hacen que no goce yo de la libetad de aga-rrarte por el tobillo mientras qu€ rú eres libre para correr, o que me permi-te tener la libertad de plantar calabazas en mi huerto mienrras que a ri re

,suprime la libertad de aplasmrlas.'o Ésr" es la razón por la cual un liberal

ldebe llamar sociedad Iibre a la isla de nuescro cuenro a pesar de todo lo des-lpótica que resulta la regla establecida por el propietario. Esas consecuen-cias contrainruitivas hacen que sea claramenre insostenible la concepciónmoralizante de la libertad y que la eriqueta "liberalismo" sea confusa. Losliberales más bien deberían ser llamados fetichistas de los derechos, y suprerendida defensa del capitalismo, sea puro o de otro ripo, apoyada en lalibertad, no es más valiosa que la defensa del socialismo, apoyada en la li-bertad, que ya hemos rechazado en la sección anterior.

Capiralismo, socialismo y libertad

1.4. Sosrnaxft l¡.¡orvlou¿L FRENTE A soBERANfA coLECTIvA

i,

Si son correctos los argumentos de las dos secciones previas, hay pocoinrerés en inrenra¡ demosrrar sobre bases a priori qr; ;;i'.;;i ."piriir_"o bien el socialismo, sean puros o de orra crle,

"s luien mejor in.orpo.u .lideal de una sociedad ribre: ha quedado demos*aáo q,re lá, i.,r.nil *,i.promeredores de hacerlo así descaosan sobre una inrerpretación inrc"ptrbrede ese ideal. Enrre esos inrenros falridos d.r;.; i;-rÉ;;;;'á.'r.*iíu.*rtlel capiralismo puro. si queremos monrar una respuesca poderosa al ataquepresentado por el liberalismo, necesirarno, , p.rui de todo avanza ,

^a, Aladc esrr¡s movimientos exclusivamena" n.g*ri"or. Necesitamos decallar ranocirin de_libertad que implícira*enr. h" sido urilizada, to irrgooJ,od,la rliscusión, mosrrar la coherencia del ideal asociado d" socred"Jiibr. y a._rivar srrs consecuencias insrirucionares. Esro

"r ro qu. h"."Á", -t"., i¡. r*§§ l'4 al 1,6), al tiempo que siruaremos ra noción a Ia que r". ¡",.niaorefiriendo enrre las más significarivas nociones de liberrad q,r. ,; .niu.n-tran en la.amplia, y con frecuencia confusa, literatu¡a sobre er tema. Buenaparte de la confusión se tra generado por ra gran variedad de significados

que se han aplicado a Ia disrinción .n,i. libeñad posiriva , n.*rrior.'u un,i:'llT:_':.p"1t',1:.' Por tanto, será la de ,.urr, á.

^rl^rui ";;;'rrp'..,o,ra c.ncepcrón de riberrad implícita en la discusión previa .s "posirir^, y .nqué senridos es una concepción *negativar.un primer paso en .ru- p.*upución es el reconocimiento explícito deque Ia expresión

"sociedad libre, es una mara denominaciá". Ái .^r, r,expresión por su valor uf l.n,r.:

se entiende que es ia misma sociedad la quees y.debe ser.el sujero de la libertad. Un, ,Li"drd iib.", d"r];;;;^;..r_pecciva, puede ser caracterizada, por ejemplo, corno uoa que puede deter-mina¡ su futuro de acue¡do.on ,us.deár,'q,r" no es sólo independiente delos poderes exrernos, sino que rambién riene el pleno conrrol;.-.;;ir*r.No existe razón a priori por la cual una sociedad iibre, ..

"rr. ,.rri¿",'á.u"

garanrizar a sus ruietnbro¡ un grado imporranre de iibe¡racr, d"fí;; ¿;;;;-ose defina..Por ejemplo,,supongr-o, qu. no lray nada mejor.,r" r;.;;.;_ro de ciudadanos

-o de hechá, ,n, ,*i.drd ie soldrdoí_;;;" pr;;;g..a una sociedad de amenazas exrernas." A menos gue los ,.nii-iáro, p"-trióticos sean ran fuertes que la mayoría de lag."* .rp..,;;;;;;;;" ,.ry191 . entera disposición anre el esfuerzo de de?ensa, iu t¡U".ruJ J. i, ,u_ciedad exigirá un reciurarnienro obligarorio, que presumiblemenre suDon-drá una resrricción nororia de la libeltad i"á;",¿,irf;. ;;;;,d.:;,Itr-sión, uno puede desear desracar que esrar libre de ,ri".i.,;;, ;"ñ;;",extranjeros por parre de una sociedád es una precondición ficrica para la li_bertad de sus miembros. pero incluso ,i .ro fu;;;l';ri;'";i2'*ri^ r^tensión, puesro que para consegu.ir una sociedad libre, o il ;;;r. ;l;;r"como sea posible, uno con frecuencia necesitaría hace¡ no libres u su,

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36 Libertad real Para todos

miembros, o menos libres que lo que podrían ser' por rivones que no,se re-

;;;;; " la necesidad d" pi.*,pá'se por las amenazas externas' sobre la

U*.¿.supuestosrelativosaluinform'ciónyalamotivación'resultabas-iuni. .tr.o q,re una sociedacl solamente puede ser auténticamente libre para

;;;rl^t los ingresos mientras mantiene un alto nivel de esfuerzo' por eiem-

pio, .i t"t,ti"!. d" mrn.ru significativa la libertad de elección de sus miem-

bros en relación ut nit.i y uiu n^""u1"- de sus actividades productivas'28

La libertad máxima pu.o r'rn, sociedad como un todo se enfrenta a Ia máxi-

mu liberrad de sus miembros individuales'

De manera que una sociedad libre, considerada literalmente' y una so-

.l"d^¿ d" p"rsonos libres son dos cosas bien diferentes' y' en muchas oca-

siones, dos cosas que enrran en conflicto.2e ¿Cuái deberíamos elegirT Con

'"g*,d^a, un o,.len social que nraximice.la libertad de la sociedad", es

áÉiior"'o"ite más obstá.uios que cualquier otta en el camino para los lo-

sr";-il r^ sociedad, incluyendo .n "*. pr*.ro la esclavirud de sus miem-

Ér*, .ro nos produce .,nu irr,",p"'acióÁ adecuada del ideal de sociedad li-

bre que "r,rÁ* intentando desarrollar' Lo que debemos entender Por una

sociáa.l (maximalmente) libre es una sociedad de cuyos miembros se pue-

da decir que son libres (maximalmente) Se puede argume.ntar Íazon^-

blemente q.r. los miembros de una sociedad no pueden ser libres' o maxi-

malmente iibr.r, u menos que la sociedad misma posea la libertad^ para

hacer o para prevenir ciertas cos"s. Efectivamente, más tarde vetemos (§ 6'7)

l.r. ,n .¡.n.,pto de esta afirmación es de imPo¡tancia central ----<¡r'rizá deci-

,iru--.., el áebare encre el capicalismo y el socialismo. En todo caso, el ideal

permanece siendo una sociedad de individuos libres para quienes la liber-

iad de la sociedad no es nada más que un medio'

Por otra parte, incluso una concepción de la libertad como libertad in-

dividual p,r.á. hocer asunro de definición la relación del individuo con ia

vida políiica de la sociedad considerada. De acuerdo con una de tales con-

."p.ion"r; t, libertad de una Persona no es nada sino su Peso en las decisio-

.., qrr" se están tomando soÉre lu vida de las personas' y una sociedad cu-

fo, Ái...,br* sean máximamenre libres será concebida entonces de manera

nrtr.r.ul corno una sociedad democrática a fondo' Étto "s

precisamente la

concepción que mencioné y rechacé ances en conexión con la defensa del so-

cialismo Ouü «§ 1.2). Por urilizar Ia caracterización de Mill (1859: 62) de

Ias dos n"g".ion., del clespotismo (o gobierno de todos por parre de.uno)'

i Ia liberraJindividual no consisr. en el gobierno de todos por todos, sino en

\.i ,,goUi"tno de cada uno por sí mismo'' Una segunda conce¡rción dela li-

b.rá¿ individual, q.r" ,"*bién suPone una conexión con la vida política

.n "t

pt^no de la definición, es la ilomodo "libertad de los antiguos". De

o.,r.ráo con la famosa disrinción de Beniamin Constant (1819: 275-276),

la .libertad de los antiguos» consisre en una "participación activa y cons-

tante en el poder col"cÁo', mientras qr-re la *libertad de los modernos" no

Capitalismo, socialisn¡o y liLrcrrrrrl 17

es sino el "pacífico disfrute de la independencia privada,.sr' Eviclenrcmen-te, una sociedad de ciudadanos acrivos es posible que sea una condicitin [íc-tica para el surgimienro, o para la viabilidad, de una sociedad libre cn clsenrido .implíciro c¡ue aparecía en la ance¡ior discusión.lr Pero no cnrra cnsu definición m¿is de lo que io hace su carácrer democrárico. Si cualcluicrade las dos concepciones mencionadas caracteriza Ia liberrad «positiva», clideal de una sociedad libre, en Ia forma que considero que es la inrerprera-ción más defendil¡le, se encuenrra definitivamente del lado de la liberradnegativa, del lado de la soberanía individual; no solamenre se opone a la so- I

beranía colecriva (iibertad de la sociedad) sino también a ia parricipaciónindividual en la soberanía colecriva.i2

i.5, Lln¡nrao, ¿pAR^ euÉ? DEBER, AUToNoruÍA y DESEo porENCrAL

Esta elección no deja de tener consecuencias -por

ejemplo, excluye,ral como hemos visro, la defensa a priori del socialismo- pero deja abier-tas m¡rchas olxiones, incluyendo alguna que tambicjn ha sido caracrerizadaen términos de libertad "posiriva" y en oposición a la liberrarl .negiariva».Por ejemplo, la libemad negariva a veces se define como libet.¡ad de algúntipo de obstáculo, mientras que la libcrtad posiriva se define como liLtertadpara hacer ciertas cosas. Sin embargo, tal contraste no tiene mucho senr.idoen tanto que la libertad de algún obstáculo (inrerferencia, impedimenro,prohibición, fuerza,, etc.), en cuya presencia se desvanece la libertad, es

siempre rambién libertad para ejecurar algunas actividades en cuya realíza-ción consiste precisamente el ejercicio de la liber¡ad.ri Lr única urilidad deesta distinción es Ia de señalar que se puede poner el énfasis del iado del.obstáculo" o del lado del uejercicio, de la libertad, dependiendo del con-texto. Pero en todas sus varianres, la libertad como soberanía individual es

a la vez liberrad de y lilsertad para.Un conr¡aste bastante más significarivo aparece en esccna en cuanro

que nos preguntamos qué se esrá suponiendo cuirndo decimos que esra li-hrertad es libertad para, a lo largo de rodo lo c¡ue vcnimos hablarrdo, cuan-do se explica el ideal de una scrciedad libre, diciendo que sus nricmbros sonlibres tolt colrt, mis bien qr.re, digamos, libres para lracer ruidos con la na-riz, coquetear o vaguear. Lo que importa, ¡xxJenros conjecurar inicialmente,es st¡ libertad para hacer aigo que ellos quieren hacer. Conro decía Volraire(1766):

"Cuando puedo hacer lo que qr-ricro, ahí se encuenrra mi Iil¡errad,.Pero esto no lruede ser correcro. Si la li[:errad consiste cn no versc impcdi-do de hacer Io que uno quiere hacer, ¿¡ror qr-ré no lxxJría alguicn lracersemás libre mediante el ajusre de lo qr-re guiere a lo qtre tiene, cn iugar clcadaptar lo c¡ue tiene a Io que guiere? En orras ¡ralabras, a J)arrir de csta dcfl-nición alguien poclría hacerse libre, o su librrcad podría versc incrcmcnra-da, medianre una adecuada nranipulación de sus preferencias producida ¡ror

Page 10: Van Parijs - Capitalismo, Socialismo y Libertad

lI

l

38 Liberrad real Para todos

otros o Por sí mismo' Y' aunque no se Plleda eliminar la posibilidad de que

tal manipulactói;:J;';;::; -a' r"ii'-" i1 Pt*onu' ot'iam11te resulta

' contraintuitivo admitir que eso Pued' tumbién incremenrar su libertad'

Cuatquier.^r^.;i;;;;;n'¿" i, Iibertad J;;r, persona' que haga referen-

cia esencial a sus deseos, parecería dar lugar a esü obfeción 'del esclavo sa-

i tisfecho''34 ^intentar

resolver esta dificulud'' Po, Io menos haY tres maneras Parr

pe on'"ldt ellas se pútd" ""t*t to" 'J'

plausibilidad sus antecedentes

en Rousseau Oiá'Á'l^t¡ertad. de. t"'' ft"on'' desde este punto de vis-

ta, consiste tt ;;;;;i;;dida de r''át ro que quiere n*"t-T':"^:tl::

mente bajo I^ t;;i;i;;$que aquello que quiera hacer sea preclsamen-

te lo que dtb" il;;';^'^ut" "*it 'r l'l*t¿t público o conformarse a la

voluntad gtnt'ui'iJ'1o*igt'itnt"' si se trata de incrementar nuestra li-

benad, nuestros Sustos no se pueden tu-bi" de cualquier'manera arbitra-

ria para conform-"rlos a lo que no ttt"-otirnPedidos' *,lT:t sino sola-

mente de manera tal que haga que se- conformen a ese criterio normatlvo'

Así pues, "'lll";;;ti;; t[ii"á iiut;-;"i" sociedad-en la que a nadie

se le impide tü i" -.áfrl." i".fi"^.iones internas o por interferencias

externas) h"ttt;"";;;-á;L' Es bastante claro que la concepción de una so-

ciedadlibrequeestabaimplícitu.,,,,.,.,t,udiscusióninicialnoeradeestetipo normativ":Ñ;;.Jiu1*ir,"r,.iu

je un vínculo analítico entre la Ii-

bertadytu"ilJ-cívica.Efectivamen-t"]"''l'*,atracció¡delidealdeuna sociedad riu* *r¿ enraizado

"rgo-m.n,utiramente en la observación

de que ru g"ntt";iu;p"- f '"r*ta"*" ,, t"- t"u * r" c "t

t""l-t'u- :omo

vi rtud

o vicio, y .t' t^ ton"ittiO" ¿" que se mantendrán en esa posición' Por tan-

I to, la liberrad ie"úe ,1.'i^lir.r',^¿ d",r,u.., el bien o el ma[. lJna vez más,

estonoimpidequepuedadarseun"r;;;i;instrumental'Podemosdefen-der razonablemente que' tal torno hi'o Maquiavelo' Ios individuos no

:, mantendrán ';-iil,táJ individual alalargaa menos que exhiban virtu-

\r ffi;;;;l';;;;iG;Ñesto) hecho empírico de que las personas pron-

i .to se verían i-;;iil di hacer lo que quieren hacer' a menos que qureran

, hacer Io qt'" dábun hacer' es bastante dif"'"nc" *y wra'nada relevante-

' ; del hecr'o coffi*ffiiá"t*ao).dt q; l" ptt'oá"t solamente son libres

, si no se ,.t "t-íJia'íát nutt' lo que quieren hacer 1' a la vez' qureren

hacer Io que deben hacer'

Existe una segunda forma de evitar que se'pueda *:::i manipulación

<lcl deseo t";; Í;^;:tt.nt" ¿" ra IiÜertad' y que evita referirse a un

criterio no,tn^itl' o;;;;;* en ladistinción entre deseos que son impues-

tos y clcseos il;;"k"Jo' po1 la persona en cuestión' Según esta pers-

1x't tiva, l" liü"'t'd no tát"i"t 'impiemtnt" en no verse impedido de po-

,1,', ,,,tilil'x'cr-i* nropr()t gttsto'' "f'mbién requiere que uno mismo haya

t,rt,rrtrrirtlt¡;;;;';tí;; "i l'gut r1e que' to"'iitnt"n1"nte o no' tales pun-

l()s s('lrityitll totlfirrmatlo ¡'u' ngtt""' "*tt'nt"' En este senticlo' [a Iibertad

Capitalisrno, socialismo y libertad 39

exige autonomía.36 Pero esta segunda estrategia tflIl¡¡o-c.q funciona. Por unlació-poiq'iiüiainbién parece ir asociada al siguiente tipo de consecuencia

contraintuitiva: de dos sociedades, en otros aspectos igualmente esclavis-

ras, aquellá en la que los esclavos se hayan adaptado a su situación misera-ble mediante una deliberada planificación de su carácter escaría más cerca

del ideal de una sociedad libre que la otra sociedad, en la cual los esclavos

viven bajo circunstancias idénticas pero mantienen su descontento. De ma-nera aún más imporrante, se enfrenta a un dilema fatal. Solamente pode-mos elegir Io que uno quiere sobre la base de unos deseos de segundo ordenmás amplios. Por tanto, o bien nos vemos abocados a un regre¡sur ad infininno nos derenemos en algún momento y decretamos que algunos deseos son.auténticos, y, por tanto, nos ver.nos de nuevo situados en la primera es-

trategia, la estrategia normativa.Thnto la primera, como en parte la segunda estrategia descrita se pue-

de ver como un intento de resolver el problema del "esclavo satisfecho",apoyándonos en algo que a veces se ha llamado "libertad posiriva,.37 Hayotra tercera estrategia que se puede reclamar fiel al espíritu del tratamientode la "libertad negariva". Estipula que ser libre no consiste en no verse im-pedido de hacer exactamente lo que uno quiere hacer, sino no verse impe-dido de hacer cualquier cosa qlue ono pueda querer hacer.3t Desde este pun-ro de vista, la manipulación de los deseos, sea realizada por los esclavos

mismos o por cualquier otra persona, no puede hacer que una sociedad de

esclavos satisfechos sea más libre que otra sociedad que sea igual en todoslos restantes aspectos. Al mismo tiempo, esta posición nos permite discri-mina¡ enrre una sociedad que impide a sus miembros hace¡ algo que codos

elios quisieran hacer y otta que les impide hacer algo que ninguno seria-

menre podría querer hacer.)e Sin duda, hay que refinar, y así io haremos, lacaracterización del contrafáccico que define lo que una persona «puede que-¡er hacer,. Pero el ideal de una sociedad libre, que tratamos de decallar,queda ahora aclarado con mayor amplitud: la soberanía individual en rela-c.ión con la cual hablamos de esa sociedad es la libertad de hacer cualquiercosa que uno pudiera querer hacer.

1.6. Lrnrnrao, ¿DE euÉ7 Dos NocroNrrs DE co^ccróN

Ninguna de las aclaraciones que hemos propuesto explica por qué an-

tes se rechazó el argumento a priori en favor del capitalismo. Si queremoscomprender por qué fallaba ese argumento, renemos que preguntarnos quéobsráculos cuentan como restricciones a la l.ibertad y qué tipo de libertades ia que consiste en no estar impedidospar ellos.La defensa a priori del ca-

pitalismo, tal como hemos visto, exige una canctertzación precisa de estos

obstáculos, una caracterización que permita en parricular una distinciónneta entre ausencia de libertad e incapacidad.

I

Page 11: Van Parijs - Capitalismo, Socialismo y Libertad

I

I

40 Libertad real Para todos

Como se ha dicho previamente (§ 1'3)' u.n rasgo mínimo y muy Poco

controvenido d" .""1q';";;;;;^;;i" q;á ttu-'áos sociedad libre es la

oresencia de un sistem"'i" alr".r*s de propiedad, o intirulaciones-(en el

,enrido más débil a.l ,¿ilii¿-ür"" J"h.iio y eficazmente garanrizado.

Ñt"!""." *.[J"a p"tat ttt'iiú'" ti " tt" miemtros' por medio del uso ar-

bitrario de la [uerza o dt n*"nn'ns' se les puede imoedir constantemente

que hagan lo que Puede t"" t"tt*; ¡""' 'Si,ést" f'áru e[ caso' inevitable-

mente sería Pequena 'n üU""'¿ de los miembros más débiles Y estamos

entendiendo po,'otita'Jl i-J; ;' soc i erl ad cuyos m iem b *: ::.i:i:l :t,t';;;r;';';i^;[., ,^. libres como sea posibte. En [o que sigue esumtre que

cualquier disposición institucional que estemos disctrtiendo satistace esta

condición de seguridad de los derecúos, y, me preg.untaré cuál de e11 ai-

versas organiz¿ciones i';;t;;^ de me¡oi *tn*" á i¿tul de una sociedad

de personas lib'"'' auÁqt'l lu tut'ditión,en cierta manera es muy fuerte

-que nunca awÍezca"'l*'i¿t por [a calle' ni nunca te roben el bolso-'

;IoH;;,|IiL'rr' il;;;pi'' 'n principio' se puede sarisface¡ la con-

clición tanto po. .t "r.iiit;;';;;;P"; el cotectivism<-r' cle acuerdo con la

;;;;;;il" h..no' dtfini'lo a esos regímenes.'1"

De manera .rt'" ,,';';;;l;;i;'" irol'lema será analizat cuáles son los

obstácuios qu. to ""t"tttL;i;;;it.,ti"tal de una sociedad libre debería

abolir o por Io.menos t'l"l*i'"t' Analizar si solamente la coacciín puede

contar o no como "" J;;;;i; qt" ""'in;u la libertad es un asunto desta-

cado ___cl rema clave s"gún uuror"s talcs como Hayek o Brrchanan-. ¿Qrré

entender po, .ou..ióni'ü;';;;;;;bi. explic.ación ¡rina facie' ta co-

acción es [a rescricción a"f ?.,"¡*n'" dt opo'tut'idades de una ¡-'ersona' rela-

tivo a lo que ella está legítimamente autorizada a clemandar' Co¿rrar a al-

guien para que haga "ü;i; ;ti; haga) consiste en hacer que lo haga (o no

Io haga) mecliante "i *'o ¿" fu ft""uá de amenazas' esto es' mediante la stt-

presión (creíble) dt 'l;;;; ;Ptión de ias que tenía derecho a elegir dentro

del rango .le ias opcro?es disponibles' Forzar a alguien en la calle' amena-

zar car\quitarle la vida' incentliarle su casa' tnunÁ'rl" su reputación di[a-

mándole o Poner "rr p"f is* la promoción que se merece: todos éstos son

eiemplos de coacción'i' "it ¿tfini' de esta fftanera la coacción no consegui-

mosdiscriminarentredif"'"ntt'formasinstitucionalesquesatisfacenlacondición d" segurida-d "'tof'ttti¿o

previamente' Una sociedad no coactiv¿r

en este sentido no ", 'ino una socieáad con un sistema de derechos p'er[ec-

ramenre impuesros p";i;r'. p.r. poclría ser consisrenre (inaceptablemente)

con un sisrema de escravituc{ nrrry represivo pero perfectamente sometido a

las leYes.

¿Podría entonces, en segttnda opción' interpretarse la coacción no como

una constricción sobre la alción dá los p"rson"t' q'" aparece' por Ia (ame-

naza de) violación ¿t t*^ft'q'it" tlt"tllos-que prevalezcan baio un siste-

rna institucion,l d^d", ;;;;'.,,¿' bitn' y más'ampliamente' como Ia (ame-

Capitalismo, sociaüsmo y Iibertacl 4l

naza de) transgresión de una eslructura de derechos que incluye el derecho

de propiedad de sí mismo?''' Étt" es de hecho un segundo elemento <¡ue Ia

discusión anterior (§ 1.2) ha reconocido explícitamente como un ingre-diente esencial en el ideal de una sociedad libre. Observemos qlrc la pro-piedad de sí mismo tiene que entenderse aquí en Lrn sentido que sea sr.rfi-

cientemente débil como para ser consistente con la imposibilidad de hacer

de hecho cualquier cosa con uno mismo, a causa de, por eiemplo, no estar

autorizado a estar en cualquier sitio; pero al mismo tiempo en un sentidoque sea suficientemente fuerte conro l)ar?r excluir no solamente la esclavi-tud o las araduras feudales, sino también la escolarización obligatoria, el

servicio militar o la imposición de impuestos direcros globales sobre los ra-

lentos y capacidades de las personas. Posteriormente abordaré la cuestiónde si ptreden justificarse algunas restricciones a la propiedad de sí misnro, con

el objetivo de flortaiecer otros rasgos de una sociedad libre, y veremos que

hay lugar para desacuerdos significativos en este resr-rltado. Pero cuáles de

las restricciones instirr.rcionales a la propiedad de sí son tam[:ién restriccio-nes a la libertad es algo bien difícil de debatir. El tema aurénticamenre

controvertil¡le es si hay algo más, además de la coacciírn entcndida clr cl sc-

gr-rndo y más am¡;lio de los dos scntidos ya dichos, qr,re pueda decirse que

restringe la libertad.

1.7. LlBlRr¿o roRIltAL EN oPoslctóN A LIBERlAD RIIAL

Dos respuestas positivas a esa cuestión han aparecido en nuestra discu-

sión previa (§ 1.3). Se puede consuuir la respuesta liberal habitunl comouna ampliación posterior del concepto de coacción (o de agresión) hasta cu-

brir las violaciones insrirucionales de los derechos preexistcntes sobre los

objetos extenros: "El credo liberal descansa sobre un ¿rxiom¿r central: t¡r,re

ningún hombre o grupo de liombres pueda atacar la pcrsona o la propiedad

de ningún otro" (Rotl:barrl 1913 23). Pero estr acritud, ya luc clicho, de-

grada la preocupación auténtica por la lil:ertad dc las l)ersonas convirtién-dola en una obsesión con los pretendidos dercchos narurales, y solamenteadquiere cierta plausibiiidad del¡ido a trna corrfi-¡sión enrre la noción débily Ia [uerte de .tener derecho a, o intitrrlacitin. Tarnbién se ha sugerido otrarespr¡esta como alternariva a la ¡rosici<'rrr libcral. Se trat¿r de afirmar gue lasegr-rridad y la propiedad cle sí, ¿rttrr(lttc nccesarias para la libertad, no son

suficientes i:orque ¡rara haccr cualc¡uicr cosa sc prccisa cl uso de o[:jct<-rs cx-

ternos, c¡ue la seguridad y la auto¡'rropicdacl 1>or sí solas no pucden garanrizar.

El movimiento l)ropllcsto l)or est¿r segr-rnda respuestn ha sido atacado

con enormc fucrza lxrr partc cle ios defensores del capitalismo 1>uro, qttie-nes pretenden dar a Ia libertad trn lugar prominente, cornpartan o no la su-

sodicha ¡rosicirin lilx'ral lrabitual. f)e esta forma, I{ayek (1860: 17) se <¡ue-

ja cle "la confirsirin cntre libertad conro poder con librrtacl en su sigr:ificado

.lilrt

I

Page 12: Van Parijs - Capitalismo, Socialismo y Libertad

42 Libertad real para todos

original», que ninevitablernente conduce a la identificación de libertad con

,iqirer"r: .ti toy o no mi propio maestro y puedo seguir mis propias elec-

ciónes, y si las posibilidades de enrre las que puedo elegir son muchas o po-

cas, son dos cuestiones completafnente diferenCes,. .Incluso si la amenaza de

inanición para rní y quizá para mi familia me fuerza a acepta¡ un trabajo

desagradable a un salario muy baio, incluso si estoy "a merced" del único

hombre que quiere emPlearme, no estoy coaccionado por él ni por ningún

o*o, (ibid. I i7), ni por consiguienre soy no libre puesto que la libertad no

es sino esrar libre de coacción.43 I¿ formulación deJames Buchaftan no es muy

diferenre: .si un individuo tiene o no riene la capacidad (o el poder) de

asumir una actividad que tiene libertad para asumir, es un asunto diferen-

re, y, solamente puede producir confusión tanro iSualar la libertad con la

capacidad o el poder, como exrender su significado hasra incluir estas cua-

liáadesr. La libertad, insiste, es .liberrad negativa»: "un individuo goza de

libertad o es libre de llevar adelante cierra actividad si para hacerlo no está

coaccionado Por Parce de alguien, sea éste individuo o SruPo»' Por orra

parte, de u.,.r.rdoion quienes Proponen la concepción que llama olibertad

posiriva»: osi alguien no riene los medios para hacer un cÍucero alrede-

áor del mundo, esa persona no riene la libertad para hacer el crucero, in-

cluso aunque ningún individuo ni insrirución esté limitando la posibi-

lidad de ese "iajá. Nos parece que esro represenra una sefia conrusión

coñceptual o .aa

Así, en el lenguaje de Hayek y Buchanan, (con adecuada denomina-

ción) .la liberrad negariva» consiste en la *ausencia de resrricciones por

parte de los individuos o de las institucionesr, mientras que (con denomi-

nación inadecuada) *la libertad positiva» es un ¿§unto de poder, capacidad,

medios, riqueza, o tamaño del conjunto de oportunidad. Tal como queda

estaÉlecida-esra disrinción no nos da los resultados apetecidos. Con toda se-

guridad es la institución social de la propiedad privada (o, como también

puede ser el caso, la propiedad Pública) [a que impide que §e suban al bar-

io quienes «carecen de medios, para hacer el crucero alrededor del mundo.

Más aún, si no perfilamos la definición serían incomprensibles las siguien-

tes intuiciones: si no tengo ninSún dinero, de hecho no soy libre de incor-

porarme al crucero; si no tengo otra opción sino la inanición o aceptar un

trabajo malísimo, no soy realmente libre para rechazarlo. Llamaré 1portilrti-

dad a este tercer componente de la libertad al que apuntan estos eiemplos'

La naturaleza exacta de este componente requiere sin duda Posteriores acla-

raciones, pero ninguna argucia semántica, al esrilo de Hayek o de Buchanan,

nos debeiía cegar sobre su existencia.45IJrtltzaré el rérmino libertad real para referirme a una noción de liber-

racl que incorpore,los tres componentes -seguridad,

propiedad de sí yop<rrtuniclacl- en conttaste con la noción de libntadfmnal, que solamen-

,,: i,,.,,r¡',,,.n los dos ¡,,rimcros.an A di[crencia de la libertad formal, la opor-

Capiralismo, socialismo y libenad 4j

tunidad,.y, por consiguiente la libertad real, de hacer cualquier cosa queuno quisiera hacer solamente puede ser una cuesrión de graáo, por Bnro,el ideal de una sociedad libre debe expresarse como el d"-una sociedad cu-yos miembros son máximamence libres -----en cie¡ro se,rido que se indicaráenseguida- mrís bien que una cuyos miembros sean simplemenre ribres.

vale la pena destacar que la elección que se ha hecho riene importanciapara seleccionar la caracre¡ización más amplia posible de la libertad comorestricción de obstáculos, y que sea coherenre cón la perspectiva de que ca-rece¡ de liberrad es verse impedido de hacer argunasde ir..orr. q,rl q,,.-rríamos hacer (§_ 1.5). Haciendo absrracción por er momenro de la dimen-sión remporal,aT cualquier restricción del conjunro de oporrunidad esrelevanre a Ia hora de evaluar la liberrad. For ejemplo, puedo carecer de lalibertad real para cruzar

^ nado un lago a pesar d. i., .á-pl.ramenre pro-

pietario de mí mismo, y no precisamenre porque no tenga garantizadio elpermiso por parre del propieratio privado del lago, sino r"Ábi¿n porguemis pulmones o mis músculos fallen anres de alcanzar ia otra orilla. y, ude-más, ésre sería el caso sea o no esa inadecuación ffsica resulrado de ulgun,acción drliberada por parre de orros se¡es humanos, hayan jugado

"o no

otros individuos algún papel a la hora de producir esa difiiultad,"y cambiénincluso aunque ellos hubieran podido hácer argo para corregir en su mo-mento esa dificulrad. De esra manera, la concepción de la libircad real quese presenra aquí no rechaza simplemente la reducción a la coacción al refe-rirse a los obstáculos que restringen la libenad (vengan definidos comoviolación de ia propiedád de sr o.J*o una violación dJderechos); rambiénrechaza la reducción de esos obstáculos a obstáculos exrernos a Ia personaimplicada o que seÍrn producidos de manera deliberada, efectivamenre pro-ducidos y/o eliminados por ocros seres humanos.a8

La objeción más fuerre dirigida conrra esra definición amplia de l.iber-tad real es la de que fracasa a Ia hora de captar la imporranre discinción queexiste_ entre lo que se me permite hacer y lo que puedo hacer, enrre lasprohibiciones y las incapacidades. La objeción no es solumente que el len-guaje de la liberrad renga un arracrivo más inruirivo si se hace en el primercontexro más que en el segundo. Mientras que indudablemente prr".. qu.es preciso hacer alguna distinción, no es necesario hacerla pur^ i, mx alláde una cierra reconocible área inrermedia o gris en la cual Lrilizar la pala-bra .libre" sigue siendo algo complerr*.nrá inteligible. Inciuso, pl^lr.r.que no soy iibre para viajar a una velocidad superior a la de la luz, sola-mente resulta si acaso un poco raro. De manera más imporranre, la obje-ción hace referencia a la observación de que el asunro sobie el .u"i

"r,"*o,hablando aquí es el tema de la caraccer izici1a insri rucional de una smiedadlibre, y que una dererminada disposición insticucional .. pr..ir".n"nr" un,manera de disr¡ibuir los *permisos», no las "pocencialidades,. ps¡ ¡¿¡¡o,no tiene inter& delimirar el concepro de libeirad para ajusrarse tanrcr a la

Page 13: Van Parijs - Capitalismo, Socialismo y Libertad

44 Libenad real para rodos

dimensión de permiso como a la dimensión de capacidad que aParece en el

conjunto de oporrunidad, puesto que para nuestros propósitos solamente es

pertinente la primera dimensión. Formulada de esra manera la obieción es

, útil aunque no escé bien orientada. Es compietamente erróneo afirmar que,l causa de que una determinada disposición institucional constituye un sis-

I tema de permisos, las habilidades resultan irrelevantes a la ho¡a de derer-

I minar cuál de esa^s estrLrcturaciones sociales tiene el impacro m¿ís favorable

I sobre los conjuntos de oportunidad. Esto es así en parce porque lo que ten-i go permirido se ve sistemáticamente afectado por lo que puedo hacer. Para

poner un ejemplo, pensemos en el aviso que se pone a comienzos de la pri-mavera en Magdalen Bridge en Oxford: "Solamente para quienes sean re-

meros experimentadosr. De manera menos trivial, y por vía de nuestra ca-

pacidad de ahorro, nuestras capacidades personales afectan en gran manera

a lo que se nos permite adquirir. E inversamente, lo que puedo -mrís

alládel corto plazo- se ve afectado de manera sistemática por lo que tengopermitido. Efectivamente, si consigo sobrevivir depende de mis capacida-des para demandar ropas, comida y bebida. De manera que incluso aunquela dimensión de permiso en el seno del coniunto de oportunidad se vea di.rectamente afectada por la selección que realiza una determinada disposi-ción institucional, la fuerte doble relación causal entre permisos y capaci-dade¡.-hacen conjuncamente imposible reducir la dimensión de capacidadcomo irrelevante para la elección sobre bases de libertad de tal disposicióninst-itucional.{e

Obsérvese, finalmenre, que, aunque sea muy amplia, la caracterizaciónque haremos de los obstáculos que restringen la libertad puede que resultedemasiado estrecha para algunos. Las capacidades o los talentos personalesson aspectos internos a la persona y, por tanto, es correcco decir que es po-sible que la libertad, según esta concepción, se vea restringida tanto porobstáculos internos como extemos. Incluso más, los obstáculos internos pue-den tomar la forma de preferencias o de deseos. Las adicciones, las tenden-cias a explotar en arranques de ira o a deleitarse en conducras vengativaspueden reducir de hecho [a capacidad de una persona para hacer cualquiercosa que pudiera querer hacer, y la .incapacidad para resisrirse a esas ren-dencias puede considerarse por tanto como un obstáculo que resrringe la li-bertad.tt' Sea como sea, la clase de deseos que pudieran así considerarsecomo restrictivos de la libertad, de acuerdo con la perspecriva que ac¡uí se

propone sobre la liberrad real, no incluye a rodos los deseos que podríanconsiderarse como restrictivos de la libercad si se adoprase cualquiera delas concepcio¡s5 "positivas" de la liberad (véase § 1.5). Para que un deseo

resrrinja la libertad real de Llna persona no resulra suficiente qr.re no debie-ra ser elegido por ella. También debe ser tal que la persona no pueda (de

maneta suficienremente sencilla) evirarlo caso de haberlo querido. Por ran-to, para que Lln deseo sea restricrivo de la liberrad real, no resulta suficien-

te (ni tampoco necesario) con que no se corresponda con alguna pcrs¡;ccri-l ,

va normariva sobre lo que la persona debe desear. Así, al ajmiri..¡r" ¡,,,... :

den se¡ inrernos, e inclusn dependienres de la voluncad, los or¡srícul«¡J ,r r,rliberrad real tal como la hem<¡s definido no la convierren en .libcrrad ¡rr-sitiva" en ninguna de las versiones gue hemos rechazado. rl

1.8. Er LrBlRAlrs¡vro ^urÉNTrco

, En clefiniciva, ¿qué es una sociedad libre? Es una sociedad cuyos miem-b¡os son rodos realmente libres ---o mejor dicrro, tan aurénticamenre librescomo sea posible-. De manera más precisa, se trara de una sociedad guesatisface las rres condiciones s.iguientes:

I ' Exisre alguna esrrucrura de derecrros bien defendid a (segrridas.2. En esta esrrucrura cada persona es propietaria de sí mi"sma (propu-

dad de sfi.3. En esra esrrucr.ra cada persona riene ra mayor oporrunirjad posible

para hacer cualquier cosa que pudiera querer hicer lordenación rexi-uín de la ofortrrnidafi.

La rercera condición se debe entender, en forrna más precisa, de la ma_nera siguiente: en una sociedad libre, Ia persona con menos oporrunidaclestiene unas oportunidades que no son rnenores que las drsfruta.lus for iapersona con menos oportunidades bajo cuaiquier orra disposición rializa-ble;en caso de que exisra orra disposiciOn posiUte qr" r"J ig;;iá.;;;r,para la persona con las menores oportunidades, enr;nces ra liguienre per-sona mejor colocada en la escala en esa sociedad libre debe r.nl oportuni-dades gue no sean rnenores que la segunda persona en ra escara d" oport,.r-nidades en esa disposición, y

^sí sucesiuamenre. Doy por s,puesro qí. .rro

formulación leximín (o .m¿ximín lexicográfica,).s m"¡o, gue cualquier for-mulación exclusivamenre agregariva (por ejemplo, .., ,é.n,ino, d; ir; ;p",runid¿des del miembro promedio dá la socieiad) o de una fórmura másigualiraria (por ejemplo, en rérminos de oportunidades máximam."r" igrr-lls).s1e se proponga r)ara expresar la ideá de que los miembros d" unír,r-ciedad (máximamente) libre son todos ran libris cot¡to es po.rible:.5;

. una complera caracrerización de esre icieal de socieáad libre rer¡ueriría,adem¿ís, una especificación de los crirerios mediante los cuales se ieberíunabo¡dar los conflictos r¡ue puedan aparecer entre ras rres condiciones. si n'spreocul,¿mos de manera más efecriva ¡ror Ia violación de r<¡s crerecrr.s, pore jemplo, puede <¡ue rengamos gue restri.ng.ir crrásricamenre la propiedai desí de algunas personas (>or ejemplo, arreir,r,l. a l.s srspecháru, .r. h"rr".violado algún derecho, encarcelancro o incluso

",ie.,,ron,ro al co,vicro), o

restringiendo para todos en.fbrma más suave la propieda<i .le sí (lror eiJm_plo, limirando la liberrad de asociación lrarn prev.nir el terrorismo o inr-

Capitalismo, soci;tlisnro y lil¡crrurl 4t

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poniendo el servicio militar obligatorio para defenderse de las amenazas ex-ternas). Pero, además, pudiera también pensa¡se, aunque no sea muy plau-sible, que el dar a todos las oportunidades mayores posibles entre en con-flicco con una preocupación por la defensa plena de los derechos de propiedad.Este podría ser el caso, si, por ejemplo, debido a algún proceso causal (nocomo una cuesrión de necesidad lógica) la mejora drásrica de la suerte delos más desgraciados conduce a una erosión de su respeto por la propiedadde quienes siguen siendo más ricos. Por ranro, si se desea que la condición deseguridad sea satisfecha de la manera más compleca posible, es posible con-cebir que tendríamos que violentar tanro Ia condición de propiedad de sícomo la de la ordenación leximín de la oportunidad.

Incluso más, no se da ninguna armonía preestablecida en¡re las doscondiciones últimas. Las discrepancias pueden adoprar formas muy diver-sas. Algunas violaciones de una complera propiedad de sí (paternalismo),tales como la educación primaria obligatoria, la obligatoriedad de llevar'cinturones de seguridad á la prohibicián de las drogas duras, se planrean'para ampliar o proreger, aunque sea probabilísticamenre, el conjunro deoportunidad de la misma persona cuya auronomía personal se esrá concul-cando. En ottos casos, como la vacunación obligatoria contra enfermedadesinfecciosas, o el reclutamienro obligarorio para prevenir Ia rorura de unapresa bajo la presión provocada por inundaciones, o la obl.igación de ayudara las personas en peligro cuando el riesgo para uno mismo resulta pequeño,lo que se está ampliando o protegiendo mediante esas resrricciones de lapropia autonomía es el conjunro de oporrunidad de otras personas (aquírambién de manera probabilísrica). En orros'casos el conflicro solamenreaparece bajo hiporesis empíricas muy específicas. Por ejemplo, suponga-mos que, en ausencia de la obligación legal de votar, la proporción de po-bres que votan es bastante menor que si se diera esa obligación. En ralescircunstancias, las diversas piataformas políticas se preocuparán menos porlas posibilidades de los peor colocados, y el resuhado del proceso políticose separará de manera sisremática del requerido para seguir una ordenaciónleximín de las oportunidades. Supongamos que, en ausencia de una estric-ra prohibición de rener más de dos hi jos, la población siguiera creciendoa tai ritmo que la escasez de los recursos naturales hiciera peligrar seria-mente la vida de la próxima generación. En esas diversas circunsrancias,¿cómo puede arbirrar nuesrro ideal de sociedad libre entre las prerensionesconflictivas que se dan enrre la auronomía personal y la ordenación leximíndc las oportunidades?

No discutiré estos complejos asuntos en detalle porque solamente tie-ncn r.rn pcqucño peso en el argumenro cenrral del resro del libro (que se( ()nc('ntrará cn la dimensión de oportunidad). Como conjetura imprecisa,¡,lurrt';rrrí (luc un¿r soc icdad libre dará prioridad a la seguridad sobre la pro-Irit',1:r,l .lt' sí y a lrr ¡rr,¡rie,lirrl tle sí sobrc la ordenación leximín de las opor-

Capiralismo, socialismo y liberrad 47

tunidades. Pero esta prioridad será de ripo suaue. No plantea una rígidaprioridad lexicográfica. De manera m,ís cáncrerr, ligeros ln.,r_pii_i.nro,de la ley y del orden se pueden rolerar si el trarar d*e evitarlos ;;;; ."r_tricciones significativas de Ia propiedad de sí o separarse excesivamenre deia ordenación leximín. Los crimenes y los robos in nefrstos para ra riber-tad,, y no m€nos para las personas más vulnerables. pero, pur" ,á,*, á..uiru,rodos y cada uno de esos aconrecimienros, no vale ia Én, prg*J-pr..ioque supone un estado policíaco o una pobreza extrema. Incluso ,nár, ."pueden incorporar ligeras restricciones áe i" auronomía personal (que su-pongo que incluyen rodas ras mencionadas en los dos úrrlmos p¿ri"ár)

"nl¿r esrrucrura institucional de una sociedad libre si se percibe un efecro demejor:a impomanre, que se podría expresar en rérminoi de ordenación lexi_mín dc las oporrunidades. Evidenremenre, la rnétrica (imprecisa) gue secstii prcsuponiendo aquí (¿qué es *importanrer?, ¿qué .onrid.ru. -t["rr,rcsrricción7) rcguiere posterior precisión., t"ro truy ranlas cosas f.? a"-lante, c¡uc m.e parccc que no dependen de la solución d..ur. p;;Lü;, o*me sicnr' librc para no crecir nada más sobre esre asunro ¡-simpremence,resurno l¿rs rrcs conclicioncs y las reraciones de prioridad'ánrre'ellas me-rliantc la siguicnte ftrrmulación.

una sociedad libre es aquera cn la cuar las oportunidades de ras perso-nas.se

.leximizan tujetat a la nndición de la proreciión de su liberrad fármar,es decir, manteniendo el respeto de una ..r.rr.r,r.u de derechos q"; ;;.l*y"la propiedad de sí mismo. En su momenro resumiré esra idea diciendo queuna sociedad libre, tal como viene caracterizadapor aquellas r¡es condicio-nes y su articulación, es aquella gue reximiza r; tit er;"d rerl o, incruso demanera mrís .irnprecisa, aquella que satisface ra ribetad rear para todot (iaseque con frecuencia utilizaré como una ab¡eviarura futr). Llamaré atténtica-men.te lib.era.l a la perspecriva que conside¡a sociedad jusra a tu qr.

"r-u.r,sociedad libre en esre senrido. De aguí no se sigue que para un iiberar au-réntico la medida en que una sociedad es una buena-sociedad venga derer-TiliÍ, exacramenre por la amplirud en la que esa sociedad se, uia socie_

11 lf* La justicia p.uede sei solamenre .,nu de ias muchas p.;;;.;;;.,deseables de una sociedad. euizá deberíamos desviarnos de ra justicia m;_xima o esrricra, por ejemplo, s, al hacerlo así pudiéram., hr;.;;;. i;."_laciones sociales fuesen más frate¡nales. Lo qr" intenraremos

^O¿ "" aa"caso, será desarrollar y defender una concepción de la jusriciá, Á^.r.naoabsrraccrón de orras propiedades que pueda ser deseabre que renga una so-ciedad pot razones que no s. r"duien , su conrribuci ón a'la irr,i?J, ,*i"f .Esto puede ser va.lioso solamenre si se acepra que la jusricir, ;;nq;;;;;.^la única propiedad que deba considerarse i"ru Ludrr. .rán Ér"no

"r,rn a._

terminado orden insrirucional, es ar menos una propiedad que disfrura dealguna preferencia sob¡e orras propiedades d"r"rÉr"r. L, .."¿;;.1;;-rlu.*rauténrica de la jusricia se defenderá aquí sobre er trasfondo de un, visión de

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la buena sociedad que asigna a la iusticia una débil prioridad lexicográfica.: Defenderé más adelante que, en general, al apartarse de la justicia liberali máxima se gana muy poco en términos de otros obietivos deseables, pero,siempre y cuando se dé una auténtica mejota, Ia prioridad que se predica

,,) significa que ia injusticia es admisible solamente cuando se puede obteneri' . una ganancia muy importante en términos de las otras propiedades con( , i ' desplazamientos muy ligeros de Ia liberrad real leximín.

A partir de la discusión re¿lizada en las secciones anterio¡es ya sabemosque la posrción libe¡al auténtica gue hemos caracterizado no g Íantiza unadefensa a priori del capitalismo puro (§ 1.3) ni tampoco dei socialismopuro (§ 1.2).La pregunta a la que me enfrentaré a parcir del próximo capí-tulo es la de analizar qué consecuencias insricucionales riene la posición li-beral auténtica, y, en particular, si el auténrico liberal debe ser favorable alcapitalismo o al socialismo. De todas formrs, las líneas generales de la po-sición están ya suficientemente definidas como para permirirnos sirlrarla enreiación a cierto número de posiciones rivales. Por ejemplo, si una posiciónse define como de "izquierda" por el grado en el que ariende a los interesesde los que tienen menos ventajas, el liberalismo aurénrico se sirúa alaiz-quierda del llamado "liberalismo de izqtrierda,, que insisre en qrre una dis-tribución igual de la tierra o del valor de los recursos narurales limiraría lcxintercambios voluntarios. Aunque la tierra pueda ser en algunas sociedadesun determinante decisivo de la libercad real, que los liberales aurénricosquieren leximizar, un Iiberal auténtico reclamará bastanre más, en nombrede los que están peor, debido a orras r¡es razones diferentes. En primer lu-gar, colocará a la liberrad formal ----cl respero a una estructura de de¡echosque incluye la autonomía personal- como una constricción a mantener encualquier ejercicio o búsqueda de igualación. En segundo lugar, centrará su

', atención en las oportunidades, en el seno de con.iuntos reaiizables, en lugarde en resultados medidos, por ejemplo, en rérminos de ingreso o de bie-nestar conseguido a parcir de las elecciones que hacen las personas entre lasopciones que se les presentan. Por último, no exigen que a los menos aven-tajados se les deba dar un peor rrato para trarar de conseguir una mayorigualdad. El liberal aurénrico no queda satisfecho en la medida en quequienes tienen menos oportunidades prredan apunrar a orra disrribuciónrealizable de libertad formal que respere los acuerdos y en la cual ellos ren-drían oportunidades mejores, mientras que nadie rendría oportunidadestan malas como las que ellos tienen aho¡a. Esto mismo señala en qr-ré senri-do, desde una perspecciva liberal aurénrica, cr-ralquier desigualdad rema-nenre debe justificarse para quienes sienten que esrán obteniendo un nraltrato. Pero, con todo lo justificables que sean, seguirán dándose inmereci-das desigualdades de oportunidad.'a

Cada una de las tres restricciones anteriores supone un importanre ale-

iamiento del igualirarismo sin matices. Al mismo riempo, su confluencia

señala el camino por donde el auténrico liberal inrerpretalaatención igral alos intereses de rodos, qr-re es objerivo comparrido .on ur.o, ll¿ma<los libe-rales de izquierda o liberales igualirarisras o, como prefiero llamarles, con-cepciones solidarias de [a justicia.tt Como se muest;a claramente por el re-chazo de diversas interpretaciones «posirivas, de la liberracl, Ios liberalesauténticos comparren además con estas concepciones

-al mismo tiempo

que con el liberalismo esrándar- el posculadá general de la neurralidad odel igrul re¡l*t,,es decir, ia posición de gue lo que cuenra como una socie-dad jusra no debería venir dererminado s<.rbre la base de una dererminadaconcepción parricular s.ubsranriva de l<; qr-re sea la buena .rida.56 Estr pos-tttlaclo libera/ o anriperfeccionista será un supuesto permanente en l" mayo,parte de los argumentos qlle siguen. No qr,riero negar que se rrata de unfrrerte supuesto normativo. Pero no creo que en nuest¡as sociedacles actua-les se den, o se vayan a dar a.lguna vez, las condiciones que se exigen paradotar de aiguna pla*sibilidad a la concepción perfeccioniita de Ia jrlsticia.r,

. A la visra de lo que se ha dicho, el liber¿lismo aurénrico puer.le consi-derarse, junco con otras posiciones lil¡e¡ales de izquierda, .o-o un intentode articular la imporrancia que asi¿;namos a la libe¡tacr, ra igr.ralclad y la efi-c'iencia. Lr [iberracl aparec€ a través de.l posrulado de neurÁli.]o<J, por mc-dio de la consrricción de [a atrro'omía y propieda<l <je sí (o tibcrtaics lrun-damentales y similares), y por medio de una preocupación gue no es direcracon la felicidad de las personas pero que sí lo es .on ror ,,.,.iio, que se pre-cisan ¡mra conseguirla. La igualdad y la eficiencia se combinan según el cri-terio leximín. Aunque éste no pr-reda ser correctamente descrito tal comoa veces 59 h¿4s- como el crirerio mrís igualirario compatible con la eficien-cia, sin embargo, enrre rodos los crirerios comparibres con la eficicncia, cse,l que tiene un sesgo más fue*e favorable hacia las víctimas cle cualc¡uierdesigualdad que se deje subsistir.'8 Por consieuienre, así sirr.racl., el liberalauténtico manriene seriamenre la promesa de ajustar nuesrro dob.le punrode ¡nrtida: las sociedades capiralisras esrán llenas por doqr-rier de injusticiasinacepralrles, y [a libertad riene un, in'r¡xrrrancia ¡rrinrordial" De hecho,una forma de resumir el camino que hemos scguido sería diciendo; .Si creessinceramente en esras dos afirmaci«)nes, entonces el auténtico liberalismoes la posición que debcrías sosrcncr». Pcr., a partir de una ins¡x,cción másprecisa, ¿el liberalismo auréntico rcsulra consistenre con r.Iuesrras valora-ciones l¡icn considcradasl Y ¿.,s oricnra ¡>ara afr.ntar, sobre fi,rndamentosrelrov,rlos, la vicja bat¿ll¿ conrra el capiralismo, o rermin¿ por justilicar (clearlguna forma) a csrt'úlrirn<¡/ Esras clos cuesriones cxigcn.¡trc l)xscmos ¿r

cxaminar cuitlaclr¡samcnrc sus inr¡rlicaciones institucionales.

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